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Freud, explicb la reacción de los pueblos primitivos con respecto a asgectos negativos y malignos del padre7 y los pcderosos y pmtec-
sus muertos. serialando que, para eilos, los muertos abrigaban inten- tores. El concepto medieval del diablo seria un claro ejemplo dc
ciones homicidas contra los vivos; los muertos matan y nuestra actual la representaci6n de estos atributos malignos del padre, pudiéndose
rep~esentaciónde la muerte baju la forma de un esqueleto, indicada dirigir sobre 61 el odio y el desprecio, aunque inspirara a la vez
que la muerte misma no es sino un hombre muerto. El cadáver es temor, como un medio de preservar la imagen de un padre celestial
lo que ha proporcionado siempre Ia primera noción de un espíritu benevolente. La idea del diablo se deriva también de la proyección
mal&ico. de 10s propios impuhos
y fantasla que han sido condenados y recha-
Freud describi6 la actitud de los sobrevivientes, en algunos casos zados por el sujeto
de duelo por la muerte de un ser qumido, haciendo hincapié en las Toda religión está fundada principalmente sobre la idea del
penosas dudas y "reproches obsesivos" con que aquellos se marti- pecado, o sea el sentimiento de culpa que se experimenta por no
rizan. La explicaci6n se encuentra en la tipica ambivalencia de la poder dar cumplimiento a las normas presmiptas. Sin esta m w p -
afectividad humana: detrAs del sentimiento amoroso se halla siempre ción, la religi6n pierde todo sentido.
la hostilidad inconsciente, que es la que determina que el individuo
inconsciente subsiste un excesivo sentimiento de culpa de
En e1
se sienta culpable de la muerte de su pariente. Dice Freud: "Ni el carácter in€antiI e irracional y, a menudo, mórbido en sus efectos.
recuerdo de haber asistido al enfermo con la mayor solicitud, ni los Se podría decir que el elevado sentido de valor espiritual atribuido
argumentos objetivos mis convincentes contrarios a la penosa acu- a 10s sentimientos y creencias religiosas, debe mucho de su impor-
sacibn, bastan para poner un fin al tormento del sujeto, tormento tancia al hecho de que satisface anhelos profundos de la mente
que constituye, quizás una expresión patoldgica del duelo y va ate-
y humana y proporciona al& apaciguamiento a la culpa moral incons-
ndndose con el tiempo '%.Esto constituye uno de los fundamentos ciente. Por eso no sorprende que para muchas personas llegue a
del duelo patológico determinado por la culpa persecutoria, como representar lo mis valioso de la vida.
veremos mis adelante. En reaiidad, en la base de toda religi6n existe la necesidad de
El temor parecía ser el principal resorte de la vida moral de la calmar el sentimiento de culpa y apiacar a un sustituto paterno,
antigüedad y la venganza corría pareja con ese temor: el alma de implícito en la imagen de dios, con características superyoicas, y
la víctima no conocía reposo hasta que no había sido vengada. Un frente al cual se experimenta una fuerte ambivalencia. Hubo dos
hecho bastante singular fue que tal sentimiento de venganza no maneras principales de intentar obtener esta reconciliación con el
constituy6, en sus comienzos, una manifiestacibn cruel y sanguinaria Padre, que dieron oxigen a dos tipos distintos de religión: se ~ o d r i a n
producto del odio, sino que correspondia -pur el contrari+ a un Uamar la religibn del padre y la religión del hijo. Exponente de la
deber religioso o a una emoción moral por excelencia. Es fhcil primera es e1 monoteismo judio, donde no hay más representante
encontrar este tipo de sentimiento en Ia tragedia griega: en Ia de divino que el padre y todas las relaciones deben ser mantenidas
Orestes, por ejemplo, e1 héroe esta obsesionado por el deber moral directamente con 61. En e l segundo tipo, cuyo modelo es el m i s -
de vengar la memoria de su padre; en fia& ocurre otro tanto, tianismo, hay un intermediario divino o semidi6s entre la humani-
aunque Ia d W c a psicológica es mas compleja. El contenido edi-
dad y el Dios omnipotente. Este papel puede ser desempeñado por
profetas o santos como Mahorna o Buda, o por un ser divino que
pico se encuentra latente en ambos. es el mismo hijo de Dios. Este hijo toma sobre si la carga de los
Las religiones posteriores se encuentran basadas también en pecados que afligen a la humanidad, ofreciéndose Cl mismo como
el complejo de Edipo, del mismo modo que la religibn totkmica. El un sacrificio vicario ante la ira del padre, obteniendo así e1 perdhn,
animal totérnico fue reemplazado por un dios que constituye, a su la reconciliacibn y el amor para la extraviada humanidad que repre-
vez, la representaci6n del padre primitivo.
senta. La condicibn para que esta salvacidn sea efectiva ~s que el
Existe, evidentemente, cierta
correlaci6n entre Ia aditud del pecador, por su parte, se identifique con todos los demás creyentes,
niño pequeño frente a sus padres y la de los adultos frente a los en una identificaci6n que tienda a restablecer la armonía de la situa-
poderes que k l personifica como poderes divinos emanados de un ci6n original familiar, y a suprimir los celos, la rivalidad y la hosti-
dios. Para la fantasía del individuo, su salud, su felicidad y hasta lidad latentes en ella.
su propia existencia, dependen de la benevolencia de estos poderes.
La ambivalencia experimentada hacia los padres busca diferentes 7 Eh división encuentra su antecedente en la primera dimdaci6n que
realiza el niño en objetos pwsecutorios y objetos ideahados tal como lo sehl6
formas de expresidn. Una actitud frecuente, que se observa sobre hleianie Ktein.
todo en las religiones, es la de recurrir a una disociacibn entre los 8 M.Abadi estudia algunos aspectos de este tema en su trabajo "El diablo.
Aproxirmci6n a una
oomprensih p~coanalitica". Reo. de P&oad&, XV,
6 Freud, S.: 'Thtem y tabún, ob. d.,
&g. 67.
1957. (Resumen.)
Freud sostuvo que la gran tragedia del pueblo judío consistió La
Eucaristía, rito central de la Iglesia cristiana, d d v a de la
en que, con SU acostumbrada tenacidad, sigui6 negando la muerte comida pascua1 judia en la que Cristo pronunció las palabras que
del padre, lo que determinó que expiara nin creces su culpa en el dieron origen a la insdtución: 'Tomad, éste es mi cuerpom(al &-
mirso de los años. En cambio, debido a la aceptacidn y confesión
tribuir el pan) y 'esta M mi sangre" (al distribuir el vino).
de dicha culpa (aunque no r&rida a la muerte violenh del dios, Ambos rituales se caracterizan por la presencia de una figura
sino desplazada y sustituida por la suposicihn del Pecado original"), central que representa candensadamente tanto al dios-padre m o at
los cristianos f l a n admitir en forma manifiesta que fa
víctima sacri- hijo, con la diferencia que, en un caso, se encuentra latente, y en e1
ficial era el propio
hijo de Dios, que, como víctima expiatoria, car- obo está manifiesto: Moisés y Cristo. Tanto uno como el m o par-
gaba con los pecados de los demis para
redimirlos. ticipan del mito del nacimiento del h é w : el primero, al escapar de
Según Reik
los judíos mantuvieron el sentimiento de culpa la matanza de los niños judios ordenada por eI Farabn; y el segun-
frente al dios-padre con tanta intensidad debido a que encubría do, al sdvarse del asesinato de los niños de BelGn, determinado por
prof uridamen~otra culpa aún mAs persecutoria: la que estaba viocu- el temor de Herodes a la profecía de que, entre eIlos, s u g i r i a el
lada s las fantasías de matricidio por haber eliminado a Ia deidad rey de los judios. Moisés se ofreci6 a Jehwh como victirna explato-
materna aI implantar, en forma exclusiva, el monoteismo. Es enton- ria de los pecados del pueblo y pidió ser borrado del libro de la vida
el pehgro interno, el temor extremo al Supery6, lo que impedida para lograr el perdón para sus hermanos. Cristo acept6 ser cruci-
a 10s judíos enconbar una disminucidn de i
a cdpa por medio de la ficado para xedimir a la humanidad.
mnfesi6a Para
Re& uno de loa más viejos conceptos de la humanidad
En Ia liturgia judía existe un cierto tipo de confedhn colectiva establwia que el crimen no era un asunto individual: la carga de
de la culpa que tiene lugar en el Día de!
Perd6n (Iom K i p r ) Tal. la culpa debía ser soportada por toda la comunidad, aunque uno
solo de sus integrantes lo hubiera cometido. El castigo recala sobre
mmo lo señal6 Abrahamto, en la vispera de ese día y antes de la
oracibn del Kol N i d t e se realiza un ritual que representa una extraiía todos. La desgracia que afligía a un pueblo era interpretada como
supervivencia del viejo cuito sacrificial totémico. En dicha ceremo- resultado de un juicio adverso de los dioses, y se infería entonces
nia se toma un gallo que se hace girar sobre la cabeza de cada uno que un crimen o pecado había sido cometido, consulthdoose al odcu-
de los miembros de la familia, mientras se recita Ia siguiente f6r- lo. La comunidad a s d a , pues. la responsabdidad del crimen y
mula: *Este es mi sacrificio expiatorio; Cste es el representante y comparda la d p a . S6Io m á s tarde la culpa fue transFerida al indi-
morirá en lugar mío"; despuds de lo cual el ave es matada y comida viduo con un rito solemne de purificaci6n.
por la familia. A esto sigue un prolongado ayuno que expresa un Según los teblogos, el origen del sentimfento de culpa de la
autocastigo por haber matado y comido el totem. humanidad yace en el =pecado original" debido a "la caída del hom-
Entre paréntesis, Ia conocida expresi6n 'chivo emisario" pro- bre", tal como lo iodiwn las Sagradas Escrituras. Reik l2 ha desta-
Ios pecados de todo el puebIo y luego la abandonaban para que se obra, Re& relaciona"el mib de IR caIda 'con h hi&oriade Cristo, s e h h d o que
consotuyen una d r l indivisible. l$i primex Adán comete e1 crimen y el segun-
perdiera en el desierto. do (Cristo) lo repara con m muerte. El acto de comerse al Diw-Padre este pre-
Por mi parte, en uno de mis trabajos 11, señalé el paralelismo sente en el &e& a través del s i m b o k del hbol tottrniw. Partiendo de la
existente entre el ritual de la Pascua judía y ia Eucaristfa, vinculdn- adoracih del árbol primitivo se llega a la adoracibn del "hrhl de la vida", que
es la primera representación del Dios semih. La muerte del Padre primitivo y e1
dolas a las figuras de Moids y
Cristo respectivamente. El festival hecho de cornérselo sa cw1virtieron en el "pecado originai4 que es mmpnrtdo por
de la Pascua judia tiene iin claro contenido tot&micoen el que se todos los hombres. Por su parte, la comunidad cristiana m 0 a Jesús en la
rememoran simbblicamente los antiguos ritos sacrificiales en que Eucaristia y, de esta manera, se lo incorpora. Cristo muere en Ia c m , que repre-
se inmolaba el animal totémico. Se relaciona con la historia del senta una evniucin del hbo2 de la vida. ia cruz m convierte entonces en un
Exodo, donde la figura de Moisés tuvo tanta importancia, y se carac objeto de adaracidm a m o antes lo había sido el 4rbl. Finalmente, Cristo k m ó
sobre sí t d o s los pecados de la humanidad y los repar6 con su vida.
hermanos de1 crimen realizado contra el padre. Pero con el mismo I6gicos que determinan que el ser humano busque las creencias
acto con que el hijo ofrece la máxima expiacidn, Iogra también con- religiosas como defensa contra sus angustias y, fundamentalmente,
vertirse en Dios, aI lado o más bien en lugar del padre.
contra su sentimiento de culpa.
Freud
seña16 también e1 mismo contenido en la tragedia griega.
El héroe debía sufnr el efecto principal de la tragedia por haberse
echado sobre sí la llamada " d p a Mgica", redimiendo de eIIa al
coro. Pero, ¿qu&signúicaba esta
'cuipa trágica"? Casi siempre con- Abadi, M.: "Dionisio. Estudio p s i d t i m del mito y culto dioMsíacos". Bue-
sistía en una rebeiión contra una autoridad divina o humana, y el nos Aires. Reo. de PsIcoadi8ie. X i i .
coro acompañaba o asistía al hkroe con su simpatía. El crimen que z -
y de
resivas, determinadas por la &dida del objetd y la angustia del YO de que-
dar !esamparado y librado a sur propias fuenqs. Tuvieron que 'parir con dolor'
y '
g a m el p n con el sudor de su frente': nacer y tener que buscarse el propio
alimento. sufrir p r la w i d a del objeto y esforzarse por su recuperatihn y
reparacih".
h u d , S.: Tbtem y tabú", ob. dt.
14 Freud, S.: "Los actos obqesivos y los ritos reü@mosU,Obras completas.
Buen- Aires, Rueda, 1953.
16 Freud, S.: 'W pwveair de una ilusidn",
Obras camMm. Buenos Aires,
Rueda, 1953.