Si bien parte del país recibe lluvias abundantes (el 85% cae sobre la
cuenca del Plata) y comparte con sus socios del Mercosur uno de los
reservorios de agua subterránea más grandes del mundo -el acuífero
Guaraní, el 66% del territorio nacional es árido o semiárido. Según
datos del Instituto Nacional del Agua, el 83,75% de la población
urbana está abastecida por agua de red, pero sólo el 54% de ella
dispone de servicios de evacuación de excretas. Por otro lado,
alrededor de seis millones de habitantes carecen de sistemas
adecuados de abastecimiento de agua segura; se trata de una
"población en riesgo sanitario", expuesta a enfermedades como la
diarrea (en Salta se registran 482 casos anuales por mil habitantes),
la hepatitis A (más de 30.000) o el cólera. Entre un millón y un millón
y medio de personas consumen agua con altos niveles de arsénico o
flúor. El ascenso de las napas subterráneas, la degradación de la
calidad del agua superficial y los acuíferos, la falta de una gestión
integral de las cuencas, son otras tantas asignaturas pendientes.
La pregunta es, entonces: ¿El llamado oro azul será cada vez más
raro, más caro y motivo de conflicto entre estados? La ecuación es
simple. El planeta está habitado por más de 6.500 millones de
habitantes en la actualidad y en el 2025, 8.000 millones de seres
humanos deberán dividirse la misma cantidad de agua que en la
actualidad. La agricultura es la primera actividad en la mira ya que
absorbe el 73% del agua dulce que se utiliza en el mundo, por lo que
supera en mucho a la industria y la producción de energía (21%), así
como el consumo doméstico (6%). Las tierras irrigadas representan
sólo el 15% de los cultivos mundiales, pero producen el 40% de los
recursos alimentarios de la humanidad.
1
Esta experiencia educativa solidaria recibió el Premio Especial 2001 de la Secretaría de Recursos
Hídricos.
2
Esta experiencia educativa solidaria recibió un Premio Especial del Ente Nacional Yacyretá en el V
Seminario Internacional Escuela y Comunidad. 2001.
higiene, química y geografía. En los barrios mencionados las aguas
están contaminadas por lo cual se decidieron analizarlas para
transferir información sobre posibles riesgos y estrategias de
potabilización, a fin de evitar el consumo de agua contaminada. Se
realizó un trabajo de campo para concretar el muestreo de agua del
barrio y analizarla. A partir de los resultados del análisis se elaboraron
estrategias de acción preventiva para cuando se detecta
contaminación microbiana (limitación del uso del agua a la población
más vulnerable: ancianos, lactantes y enfermos) y correctiva
(incorporación de estrategias para potabilización, administración de
recursos, etc.) Se realizó un taller multidisciplinario con médicos,
biólogos, docentes, alumnos y representantes de la comunidad para
tener una visión integral del problema. Los 45 alumnos de la escuela
de 4to., 5to., y 6to., año fueron multiplicadores del trabajo realizado.