jóvenes de ahora?
Hay muchos factores, uno es la educación universal: por
primera vez la juventud del mundo está bien educada. Y a la
gente educada el viejo sistema le parece absurdo y caduco;
arraygado en el pasado, por supuesto, pero sin futuro.
En segundo lugar: el progreso científico del mundo y el
adiestramiento científico de la juventud supone básicamente
un adiestramiento en la duda. Como todas las viejas culturas
y civilizaciones están basadas en la fe, hay una distancia. Los
jóvenes son educados para dudar y las religiones y las
culturas requieren fe, así que se hace imposible. Ahora la
juventud en realidad está buscando una fe que puede ser
científica, una fe que este tan viva que no pueda albergar
ninguna duda. Una fe que no tenga miedo de la duda.
La vida es compleja, todas las cosas existen con su polo
opuesto, el científico empieza en la duda y acaba en la fe
mientras que el hombre religioso (el antiguo hombre
religioso) empieza en la fe: esa es la única diferencia. Y, tal
como yo lo veo, la fe que empieza en a duda es más profunda,
porque no le tiene miedo a la duda.
La duda no está en contra de la fe, es un camino hacia la fe;
puede ser usada como un instrumento. Si dudas
correctamente, llegaras a la fe, y entonces tu fe tendrá una
buena base; no será la creencia de un ciego.
En tercer lugar: el mundo se ha vuelto uno. Se ha unido tanto
que ahora las tradiciones locales no pueden continuar.
Necesitamos una cultura, una civilización; lo que tenemos son
muchas culturas, muchas civilizaciones, y eso crea confusión.
Una vez, todas las personas estaban encerradas en su propio
mundo local. Un hindú era un hindú, sin conciencia de nada de
nada más. Era imposible concebir que cualquier otra cosa
fuera un camino alternativo. Pero ahora conocemos múltiples
alternativas; el mundo se ha convertido en un mundo abierto.
Ahora nadie está arraigado en su cultura local, y eso crea
intranquilidad. En cierto sentido estamos desarraigados.
Tenemos que construir una cultura mundial.
Pero antes de que pueda surgir una cultura mundial, las
culturas locales tienen que morir. A eso se debe que la
juventud actual parezca tan rebelde, lo que crea la rebeldía es
la resistencia al mundo del viejo sistema.
En cuarto lugar: por primera vez hemos creado armas
atómicas. Ahora hay dos alternativas: o aprendemos a vivir
juntos o tendremos que morir juntos: suicidio universal o
sociedad universal. La juventud está inquieta por la
posibilidad de una guerra atómica total, el futuro esta borroso.
Parece no haber futuro (una guerra nuclear puede sobrevenir
en cualquier momento, puede que no haya tiempo para vivir)
así que este momento se vuelve muy importante.
Hay una gran relación entre la conciencia del tiempo y la
intranquilidad: cuanto más consciente del tiempo es la
sociedad, mas intranquila se vuelve. Pero si una sociedad no
tiene conciencia del tiempo siempre está tranquila. En oriente
hemos vivido vidas muy tranquilas durante siglos tan solo
gracias a la idea de la reencarnación: “El tiempo es infinito. Si
se pierde esta vida, o se ha perdido nada”. Pero para el
cristianismo solo hay una vida: “Hay muy poco tiempo y el
hombre tiene mucho que vivir”. Hay tan poco tiempo que uno
se inquieta.
Con la amenaza de la guerra nuclear, no queda tiempo para el
futuro. Parece que cualquier día todo el planeta puede ser
destruido. Por primera vez, la juventud está más interesada
en el momento presente (en vivirlo, en disfrutarlo) porque
parece que no habrá futuro.
Así que estas son las causas. Pero para mí estas son buenas
señales porque a través de ellas podemos crear un mundo
nuevo y puede nacer una mente humana nueva. La consigna
Hippie es buena: “Haz el amor y no la guerra”. ¡Es muy buena!
Después del año 1984 o no habrá mundo o habrá un mundo
totalmente diferente. Y yo tengo esperanzas de que ocurra lo
último.