EL MERCANTILISMO

R. Chateauneuf. Mayo de 2003

La expansión comercial del periodo entre comienzos del siglo XVI y

comienzos del XIX, tuvo consecuencias importantes en el crecimiento de los
grandes estados territoriales de Europa Occidental y de los reinados
absolutistas de la época.

El comercio corsario, los derechos de aduanas, los pagos por la

concesión de cartas a las compañías y, otras intervenciones más, contribuyeron
a que los reyes tuviesen cada vez más poder y quedar por encima, como
autoridades, de los señores feudales.

Estos recursos les permitían tener ejércitos regulares y leales, y así,

la creación de los primeros estados dinásticos nacionales.

Estos abundantes ingresos fueron usados por varios estados en guerras

que perseguían extender sus posesiones en Europa y en otros continentes.

El Estado tuvo así poderes de monopolios comerciales y la capacidad para

regular el tráfico marítimo.

Todos estos factores contribuyeron a generar una clara y fuerte política

económica nacional, en contraste con lo que existió en la Edad Media, en que el
poder estaba distante de los débiles países, en los príncipes, que buscaban su
propio beneficio inmediato y el de sus ciudades.

Esta nueva política en torno a concentrar fuerzas en estados y no en

principados, se extendió en Europa, con algunas características diferentes y
pasó a denominarse Mercantilismo en Inglaterra, Colbertismo en Francia y
Cameralismo en Alemania. Posiblemente la importancia económica de Inglaterra ha
determinado que este nuevo estilo pasase a denominar en forma generalizada
Mercantilismo.

"Las ciudades medioevales, en la formulación de su política económica,

habían tratado, principalmente de regular el comercio y la industria para
favorecer a sus propios artesanos contra los forasteros. El motivo fundamental
de la nueva política nacional como se desenvolvió en Inglaterra, Francia y
Alemania, fue el de dominar el comercio en interés del Estado nacional".

"El mercantilismo se asocia a la idea de un egoísmo nacionalista. Se

supuso que todo Estado era el enemigo comercial en potencia de todos los
demás".(1)
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(1) De "Historia de la Economía del Mundo Occidental". Harry

Elmer Barnes. Editorial UTEHA. México. 1955.

Se creía que la prosperidad de cada nación dependía de incrementar las

exportaciones de determinado tipo de bienes y de disminuir en general
importaciones, monopolizando el comercio con sus colonias y restringiendo el de
sus vecinos cuando éstos ofrecían alguna seria competencia.
 Los supuestos básicos o fundamentales del sistema mercantilista fueron
los siguientes:

1) Los metales preciosos fueron los determinantes de la riqueza de la nación.

2) Junto con la extracción de minerales, el comercio es el medio principal de

acumular metales preciosos.

3) Para que este comercio resulte provechoso debe fomentarse las exportacio-
nes y restringir las importaciones.(Esto en parte tiene similitud a lo que en la
actualidad ha sucedido con el Japón, que fomenta las exportaciones, desalienta
las importaciones y acumula excedentes que hoy no son en metales preciosos sino
que en dólares; no está claro que la finalidad de Japón sea acumular riquezas,
pero sí parece serlo fomentar producción para exportar y limitar importaciones,
para que éstas no dañen a las producciones nacionales).

4) Para el fomento a las exportaciones y la disponibilidad de mercados,

las colonias son muy importantes e incluso indispensables. Para ello se prohibe
a las colonias desarrollar actividades manufactureras y debían dedicarse a la
producción de materias primas.

Debe tenerse presente que con la independencia de las colonias, se sigue

con esta línea comercial caracterizada por la producción primaria -materias
primas- en las excolonias. Estos territorios o nuevas naciones fueron
posteriormente denominadas por Prebisch, las "periferias" y se mantuvieron en
los excentros de los imperios, las metrópolis, las condiciones exportadoras de
bienes de consumo manufacturados y de bienes de capital.

Debemos recordar que es contra esto que se revela el pensamiento

estructuralista de la CEPAL inicial, reflejada especialmente en el pensamiento
de Raúl Prebisch.

Hay diferencias interesantes entre Alemania y el resto de los tres

países "metrópolis" más importantes, Inglaterra, Francia y España, países más
comerciales. En los Estados alemanes la intervención del Estado se dirigió más a
los problemas económicos y políticos domésticos. Esta orientación hizo surgir
la preocupación por la técnica del mejoramiento social mediante la dirección
del Estado. La preocupación del Estado fue más al reforzamiento de la economía
nacional, a la preocupación por reforzar el Gobierno en el interior y darle más
fuerzas para actuar contra el exterior.

Debe recordarse que el Mercantilismo perseguía balanzas comerciales

favorables, como contribuyentes a la acumulación de metales preciosos.

Este enfoque llegó a obstaculizar actividades comerciales con el

exterior. Especialmente entraron a reaccionar en contra algunos comerciantes, ya
que las regulaciones perjudicaban sus intereses.

La Compañía de las Indias Occidentales inglesas, que había llegado a

ser uno de los centros más poderosos de influencia comercial, veía dificultadas
sus actividades de importación de productos de lujo del oriente, ya que ello
requería importar más, trayendo como consecuencia efectos negativos en la
balanza comercial. La importancia de la Compañía y su influencia en la vida
política, especialmente a través del Parlamento, contribuyeron a crear un
ambiente en contra del Mercantilismo.
 Los avances de la ciencia, la importancia de las leyes nacionales y los
efectos negativos de la intervención del Estado en el comercio exterior, fueron
desarrollando y robusteciendo nuevas tendencia en el pensamiento económico.

Los nuevos pensadores defendieron las ideas de que el hombre debería

favorecer el que el orden natural de las cosas gobernara su vida social,
política y económica. Pensaron que ello podría lograrse permitiendo una
competencia más libre tanto en las actividades económicas como en las políticas.

Surge así una nueva forma de pensamiento basada en:

1. Los Estados deberían marginarse de toda actividad económica, más allá de

la mínima intervención para asegurar la protección de la vida o de la propiedad
y el cumplimiento de los contratos.

2. Cesar toda regulación pública de las actividades económicas.

3. La necesidad de instituir un régimen de individualismo, competencia y

libertad comercial.

Esta doctrina que reúne estas ideas, fue formulada primeramente por un
grupo de escritores franceses de mediados del siglo XVIII denominados
fisiócratas.

Los fisiócratas además de oponerse a toda regulación de la vida

económica que interfiriese con el funcionamiento de la ley natural, planteaban
enfáticamente, el valor productivo de la agricultura, que era la actividad que
generaba nuevos productos. Censuraban al comercio y a la industria, que sólo
trasformaban y transferían los bienes ya existentes. También le daban
importancia a la minería. Se puede apreciar así la importancia que le daban a
los productos primarios.

Las teorías fisiocráticas fueron aceptadas, elaboradas y modificadas

por un grupo notable de economistas ingleses. El primero y más famoso fue Adam
Smith, con el lanzamiento en 1776 de su obra "La Riqueza de las Naciones".

Estos economistas difieren de los fisiócratas, que le daban especial

importancia a la agricultura y la minería. Éstos se la dan ahora al trabajo, la
manufactura y el comercio como fuentes principales de la riqueza.

A los miembros de este grupo se les ha pasado a distinguir con el

denominativo de "economistas clásicos". Los constituyen principalmente A.
Smith, R. Malthus, David Ricardo y los dos Mills. Ellos tuvieron importante
influencia en el pensamiento de políticos de la época, pero sólo hasta el siglo
XIX no se efectuó un intento serio para lograr la libertad de comercio en
Inglaterra, Francia y Alemania.

Es así como el Mercantilismo se caracteriza por una intervención del

Estado en el comercio exterior, especialmente para enriquecer y aumentar las
riquezas de la Nación, a través de balanzas comerciales favorables, a base
de exportación de manufacturas e importación de materias primas de las
colonias. Los Fisiócratas franceses buscan mayores libertades pero valorizan
principalmente las producciones primarias, la agricultura y la minería,
menospreciando las manufacturas y el comercio. Después aparecen los Economistas
Clásicos, que vuelven a valorar las manufacturas y el comercio; ellos pasan a
tener importante influencia en las políticas de los estados.

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