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Caso Clínico

MESOTELIOMA ABDOMINAL
CANINO: CASO CLÍNICO

José González Fernández,


Antonio Peña Rodríguez
Centro Veterinario Lisboa
91 642 64 73
cvlisboa@wanadoo.es

El mesotelioma es un tipo de tumor poco frecuente derivado de las células mesoteliales de pleura,
pericardio, peritoneo y túnica vaginal del testículo (4, 6, 12, 16, 24). También se ha publicado un caso de
mesotelioma cardiaco en un perro con morfología celular granular a partir de las células mesoteliales
del epicardio (5).

Se ha descrito en personas, perros, gatos, rumiantes, caballos, ratas y hamster (3, 4, 6, 7, 8, 9). La presentación
más frecuente en perros, así como en personas, es la pleural, seguido de la forma pericárdica y la perito-
neal (3) La edad de aparición más frecuente es a partir de los 8 años, siendo más habitual en machos que en
hembras (3). En personas hay una relación muy directa entre la aparición de estos tumores y la exposición
al asbesto y potencialmente puede ocurrir lo mismo en animales (3, 4, 24), en los que se han descrito casos
cuando los propietarios habían mantenido contacto de algún modo con el asbesto o sus fibras (16). De for-
ma experimental también se ha inducido el desarrollo de mesoteliomas en ratas y hamsters por inhalación
de asbesto, fibra de vidrio y óxido de aluminio (4). Repelentes de pulgas y una predisposición genética son


otros factores etiológicos que pueden tener
implicación en la aparición de mesoteliomas
pleurales o peritoneales en el perro (1).

El mesotelioma puede clasificarse según el pa-


La presentación más frecuente del trón de crecimiento histológico como epitelial,
sarcomatoso (fibroso) o mixto (12, 16). En pato-
mesotelioma en perros, así como en personas, logía humana se diferencian varios subtipos,
es la pleural, seguido de la forma pericárdica pero en perros se han descrito los subtipos
quístico, esclerosante y deciduo, todos en loca-
y la peritoneal. La edad de aparición más lización abdominal (3) y granular de localización
 frecuente es a partir de los 8 años, siendo epicárdica (5). En este artículo describimos un
caso de un perro con un mesotelioma abdomi-
más habitual en machos que en hembras nal mixto bien diferenciado.
MESOTELIOMA ABDOMINAL CANINO - González J.L., Peña A.

Caso Clínico
El paciente es un perro de raza Teckel de pelo liso
no esterilizado de cuatro años y medio de edad.
Es atendido en nuestro centro por un cuadro di-
gestivo de vómitos recurrentes. No ha defecado
en los dos últimos días y presenta anorexia y de-
caimiento. La simple ingesta de líquidos provoca
la emesis. En la exploración se observa una gran
distensión abdominal no dolorosa.

Dos meses antes ya presentó un cuadro similar.


En esa ocasión, tras realizar un estudio radiográ-
Foto 1: Imagen radiográfica abdominal que muestra mayor
fico de contraste se apreció un vaciado lento del radiodensidad en zona retroperitoneal.
estómago y retención de parte del contraste en el
fundus del mismo a las 6 horas de su administra-
ción. Mediante endoscopia se extrajo una porción
de toalla de 7 cm X 4 cm. Comenzamos un trata-
miento con cimetidina y sucralfato y dieta blanda
i/dR de Hill´sR durante dos semanas.

En el momento actual el examen físico no pre-


senta alteraciones reseñables salvo la distensión
abdominal. En la palpación del abdomen se evi-
dencia una onda de flujo compatible con líquido
intrabdominal. Las analíticas de sangre y orina no
presentan cambios reseñables.

Se realiza radiografía simple en la que apreciamos Foto 2: Aspecto macroscópico del líquido libre abdominal.
acúmulo dorsal de gas en el estómago e imagen
redondeada de radiodensidad media en el fundus.
La imagen es compatible también con la presencia de líquido libre en la cavidad abdominal. En la imagen la-
terolateral no se puede diferenciar los riñones y hay aumento de radiodensidad en la zona retroperitoneal
(Foto 1).

Con los antecedentes de ingestión de objetos que ha tenido el paciente realizamos nuevamente un estu-
dio radiográfico digestivo de contraste (Gastrografín R) en el que se aprecia un vaciado lento del estómago.
Con una nueva endoscopia se descarta completamente la presencia de cuerpo extraño en el estómago y
se aprecian alteraciones posicionales del antro pilórico con respecto a su situación anatómica habitual.
Llama la atención además la fuerte contracción del píloro que impide el acceso de la sonda endoscópica
hacia el duodeno.

La ecografía abdominal refleja una ascitis abundante de alta celularidad y asimetría renal con presencia de
una masa heterogénea e irregular dorso lateral al riñón izquierdo. El resto de vísceras abdominales presen-
tan una imagen ecográfica normal.

Al realizar la abdominocentesis extraemos 1200 cc de líquido ascítico. El líquido es opaco y de color blanco
rosado (Foto 2). Citológicamente presenta una alta celularidad, siendo la mayoría de células encontradas
linfocitos. Los resultados del análisis bioquímico del líquido son: triglicéridos 363 mg/dl, colesterol 128.2 
mg/dl, proteínas 4.8 g/dl, albúmina 1,39 g/dl, amilasa 715 U/l. Estas características macroscópicas, citoló-
gicas y bioquímicas confirman que se trata de linfa.
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El examen citológico de una


muestra de la masa, tomada
mediante aspiración con aguja
fina, evidencia grupos celulares
cohesionados pero muy desorga-
nizados que son compatibles con
estirpe epitelial. Presentan aniso-
cariosis muy marcada, cromatina
muy heterogénea y alteraciones
de la morfología nuclear nor-
mal. Tienen citoplasma claro
y vacuolizado (Foto 3). De for-
ma aislada se encuntran algunas
células endoteliales con caracte-
rísticas macrofágicas evidentes
(eritrofagocitosis). Hay también
un número bajo de células fusi-
Foto 3: Grupo de células mesoteliales de comportamiento epitelial con atipias nucleares. formes de estirpe conjuntiva sin
atipias nucleares (Foto 4). Por to-
do esto la citología es compatible
con una neoplasia de estirpe epi-
telial con al menos tres criterios
nucleares de malignidad.

Comenzamos un tratamiento
con prednisolona oral a dosis de
1 mg / Kg cada 12 h. y cime-
tidina 10 mg por kg. cada 12 h
para intentar corregir la linfan-
giectasia y los signos digestivos.
En los siguientes días el paciente
comienza a encontrarse más ani-
mado y recupera el apetito. Se le
ofrece dietas con bajo contenido
graso (Hill´sR w/dR y r/dR).

Foto 4: Células conjuntivas sin atipias nucleares. El siguiente procedimiento que


seguimos para llegar a un diag-
nóstico definitivo fue la toma de
biopsia ecoguiada con trucut bajo anestesia general. Remitimos dos muestras de 7 x 1 x 1 mm. y de 11 x 1 x 1 mm
de tamaño. El estudio histológico reveló una formación neoplásica con crecimiento infiltrante de células epitelioides
con citoplasma claro que crecen en lóbulos y células sarcomatoides fusiformes. Son células moderadamente pleomór-
ficas, con atipias nucleares y citoplasmáticas. Índice mitótico bajo y estroma reducido. El componente mesenquimal y
epitelial está bien diferenciado y el grado histológico de malignidad es bajo. Estas características histológicas son com-
patibles con un mesotelioma. Para tener una confirmación de esta neoplasia se propone a los propietarios realizar
pruebas de inmunohistoquímica pero no dan su conformidad por el coste económico de las mismas.

Llegado a este punto, y basándonos en la histopatología, se recomienda realizar un tratamiento de quimio-


 terapia con 5-fluorouracilo intraperitoneal (18).

Los propietarios deciden no continuar con el tratamiento de quimioterapia y solicitan la eutanasia del paciente.
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Discusión
El mesotelioma es un tumor de las células del meso-
telio. Al ser su origen embriológico el mesodermo,
puede aparecer en cualquier órgano o cavidad que
recubra, como son la pleura, el pericardio, el perito-
neo y la túnica vaginal del testículo.

Es una neoplasia poco frecuente y aparece en animales


de edad avanzada, aunque existe una forma congéni-
ta que puede afectar a perros de pocas semanas (13, 16)
y a rumiantes (21) En el perro se localiza en pericardio
Foto 5: Mesotelioma maligno bien diferenciado, variedad y pleura con mayor frecuencia que en peritoneo y túni-
predominantemente epitelio. H/E. 10x. ca vaginal testicular. La malignidad del tumor se debe
a la gran capacidad de invasión local, originando creci-
mientos neoplásicos múltiples y raramente metastatiza a distancia (12, 16). Debe tenerse en cuenta la posibilidad de
diseminación iatrogénica con alguna de las técnicas diagnósticas que vayamos a realizar, como es el caso de crear me-
tástasis en el trayecto utilizado en una toracoscopia o laparoscopia (2). El caso que describimos es el de un mesotelioma
abdominal en un perro de edad media, siendo una edad de presentación poco habitual (13), con localización retrope-
ritoneal lo que provocó una linfangiectasia y el desarrollo de un quiloabdomen secundario.

En medicina humana se ha relacionado la aparición de mesoteliomas con la exposición al asbesto (17, 24). Este mineral
se utiliza como aislante en construcción y sus fibras son inhaladas y porvocarían la aparición del mesotelioma. En este
caso no se tiene constancia de la exposición de ninguno de los propietarios ni del perro a este compuesto. Tampoco
se conoce si ha tenido contacto con otras sustancias que se han relacionado como predisponentes de la aparición de
mesoteliomas en perros.

La formación de una neoplasia en localización intrabdominal puede provocar la compresión de los órganos linfáti-
cos regionales, una linfangiectasia secundaria y la salida de linfa intraperitoneal (14, 15). Lo más frecuente es que se
produzca la salida de linfa hacia la luz intestinal, pero en casos en los que la presión es muy elevada puede darse
esa salida hacia una cavidad, bien sea la cavidad pleural o la peritoneal.

Debemos descartar otras causas orgánicas que pueden originar esa salida de líquido linfático, por lo que habrá que
realizar pruebas complementarias para saber el estado del hígado, sistema linfático y cardiocirculatorio.

En nuestro caso, por la localización retroperitoneal del tumor, es posible la compresión de los linfonódulos
renales, aórticos lumbares y los troncos linfáticos viscerales y lumbares que drenan a la cisterna de chyli. Esto
puede originar el quiloabdomen, y ese gran acúmulo de linfa provocar el cambio en la disposición anatómica
de las vísceras abdominales como pudimos observar al realizar la endoscopia digestiva.

Para determinar si el líquido ascítico es quilo es suficiente valorar las características físicas macroscópicas
(opacidad, color blanco- rosáceo) y la concentración de triglicéridos del mismo. Efusiones de líquido con una con-
centración mayor de 100 mg/dl de triglicéridos debe ser considerada como quilo (22). En nuestro caso, el examen
citológico añade más datos sobre las características celulares que nos sirven para reforzar el diagnóstico (23).

La aspiración con aguja fina de la masa y el examen citológico de la muestra debe ser tomado con precaución
en el caso del mesotelioma. Citológicamente es difícil diferenciar entre células mesoteliales reactivas, hiper-
plásicas y neoplásicas (16, 24). Las células pueden tener características muy similares en estos tres diferentes
 estadíos, por lo que será necesario obtener una muestra para biopsia y realizar el estudio histológico. En el
caso de mesoteliomas bien diferenciados será suficiente con la histopatología, pero en tumores poco dife-
renciados o anaplásicos, puede ser difícil distinguirlos de otros tumores como carcinomas u otra neoplasia
de origen epitelial y será necesario realizar pruebas
de inmunohistoquímica para llegar al diagnóstico
(4). Los mesoteliomas muestran reacción frente a

los anticuerpos citoqueratina, vicentina, desmina y


calretinina (4, 6, 13). Otro método para su diagnóstico
exacto es la microscopía electrónica (5, 6, 12, 13).

Las posibilidades de tratamiento se basan en ciru-


gía, radioterapia o quimioterapia (1, 4). En el caso de
mesoteliomas pericárdicos el tratamiento será la re-
sección parcial o completa del pericardio (16) y el uso
después de quimioterapia o radioterapia.

En el caso de mesoteliomas pleurales o peritonea-


les que no pueden ser tratados quirúrgicamente,
puede utilizarse la quimioterapia intracavitaria. Los
fármacos que pueden emplearse son el 5-fluoroura-
cilo (18), el cisplatino (18), o el carboplatino (4). Otro
posible protocolo quimioterápico que se encuentra
en la fase II de experimentación y que parece mos-
trar resultados preliminares satisfactorios, es el uso
de la combinación de doxorrubicina y mitoxantro-
na (1). En medicina humana se están estudiando
tratamientos con factores de crecimiento plaquetar
y factores de crecimiento epitelial (4). La respuesta
obtenida a tratamientos simples o combinados es
menor del 20% (1), lo que unido a los efectos adver-
sos de estos fármacos, la distribución de este tipo de
tumores, el escaso grado de metástasis y la dificultad
de establecer el diagnóstico definitivo, hace que sean
neoplasias con pocos datos sobre su tratamiento.

En nuestro caso los propietarios prefirieron no tra-


tar a su perro con estos fármacos por sus efectos
secundarios. Sólo permitieron un tratamiento pa-
liativo de la linfangiectasia a base de prednisolona

Foto 6: Proliferación de nidos de células mesoteliales atípicas


formando en algunas áreas estructuras de tipo tubular. H/E. 40x.
Trabajo científico

(19)y dietas con bajo contenido graso (dieta r/dR y w/dR de Hill’sR) (20). En medicina humana se ha probado
el uso de estas dietas para tratar ascitis quilosa en niños y adultos; se ha visto que sólo producen un menor
contenido de triglicéridos en el líquido quiloso y no se traduce en una reducción en el volumen de ese líquido
ascítico. Similares resultados se han descrito en perros y gatos para el tratamiento del quilotórax (14).

Esto se mantuvo hasta que la pobre calidad de vida del paciente hizo que tomasen la decisión de solicitar su eutanasia.
Los propietarios del animal no dieron su consentimiento para realizar la necropsia, por lo que no pudimos
determinar si hubo signos de diseminación a otros órganos abdominales o torácicos.

Agradecimientos

A Andrés Calvo Ibitson (Cithopat Veterinaria) por la cesión de las imágenes histológicas.

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