Anda di halaman 1dari 14

LITERATURA Y POLÍTICA EN LA FIGURA DE JUAN BOSCH

POR JOAQUÍN M. JIMÉNEZ FERRER

Juan Emilio Bosch Gaviño

Puertorriqueño. Posee una Maestría en Filosofía de la U.P.R.


Es profesor de Filosofía y Humanidades en el Universidad de
Puerto Rico en Humacao.

García Cuevas, Eugenio. Juan Bosch: novela, historia y


sociedad. San Juan, P.R.: Isla Negra, 1995. 230 págs.

Toda creación cultural debe entenderse y explicarse en el


contexto amplio de la vida histórica y social de los pueblos.
La arena de la política constituye, dentro de ese contexto, el
terreno inmediato sobre el cual se llevan a cabo las luchas
que redundarán en la creación de los pueblos y de su
producción cultural.

La figura del doctor Juan Bosch encarna un vivo y claro


ejemplo de la estrecha conexión entre literatura y política.
En la obra que nos ocupa, merecedora del Premio Anual de
Literatura (1996) de Santo Domingo en el género de ensayo,
Eugenio de J. García Cuevas, crítico literario dominicano
radicado en Puerto Rico, se lanza a la tarea de examinar esta
relación concentrando su atención en el estudio de la obra,
La Mañosa (novela de las revoluciones), publicada por Bosch
en el año de 1936.

El autor está firmemente convencido de que leer o investigar


una obra literaria sin tomar como fundamento lo que sucede
dentro del ámbito social, político y económico, constituye un
acercamiento muy pobre y parcial que le resta validez al
examen de la misma. Por eso nos plantea que cualquier
intento de explicar la producción intelectual de Juan Bosch
debe tomar en cuenta el devenir histórico, político y social de
la República Dominicana, del Caribe y de Hispanoamérica, en
el marco de la historia universal. García Cuevas recalca que
aún en la primera etapa creativa de Bosch, en la que su
empeño consciente se dirigía sólo a las letras, su escritura no
pudo escapar de la política. De ahí que se comprometa a
realizar un estudio de conjunto, sin separar un ámbito del
otro.

Para llevar a cabo la tarea propuesta, el autor divide su obra


en seis capítulos, tres apéndices y una bibliografía. En el
primer capítulo, se ofrece una visión general del contexto
histórico, político e intelectual en que se escribió y publicó La
mañosa. El segundo presenta el panorama literario de la
República Dominicana entre 1912 y 1936, y el lugar de Juan
Bosch dentro del mismo. El tercer capítulo pinta el cuadro de
la trayectoria evolutiva del pensamiento político y literario de
Bosch. Con ello, el autor pretende abrir el camino y sentar
las bases para futuras investigaciones que tomen como norte
la correlación entre literatura y praxis política. El cuarto
capítulo considera las ediciones que se han hecho de la
novela en cuestión y la crítica de que ha sido objeto. El
quinto capítulo se dedica propiamente al estudio de La
mañosa. El autor examina cada uno de los veinte capítulos
de la obra, mostrando cómo se presenta y se refleja en ésta
la visión de mundo de la pequeña burguesía con sus
correspondientes percepciones sociales, económicas y
políticas. El sexto y último capítulo traza la estructuración de
esa visión de mundo en la historia dominicana.

Los primeros dos apéndices cumplen la función de


presentarnos una esquematización del texto, mediante su
reducción a breves unidades narrativas, discursivas y
descriptivas. Por su parte, el tercer apéndice nos proporciona
un breve cuadro general sobre la figura del caudillo en la
historia dominicana, desde mediados del siglo XIX hasta el
advenimiento de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo.

La extensa bibliografía contiene, en primer lugar, las obras


de Bosch, dividiéndolas en novelas, cuentos, ensayos,
artículos, prólogos y folletos. En segundo lugar, se presentan
las críticas a la obra de Bosch y las entrevistas que se le han
realizado. Por último, se incluyen obras sobre la historia, la
política, la economía y la literatura, tanto de la República
Dominicana, como de América y del mundo.

García Cuevas clasifica la obra literaria de Juan Bosch de la


siguiente forma: 1. Obras de ficción: poemas de juventud,
cuentos y novelas. 2. Estudios sociohistóricos: Ensayos
sociológicos, históricos y económicos. 3. Biografías: Eugenio
María de Hostos, Simón Bolívar, Máximo Gómez, Pedro
Santana, etc. 4. Ensayos políticos y teóricos: escritos sobre
teoría y práctica política. 5. Testimonios y crónicas: notas
sobre viajes y vivencias personales. 6. Propaganda política:
escritos con fines proselitistas. 7. Escritos coyunturales:
artículos aparecidos en periódicos y revistas, principalmente,
donde polemiza u opina sobre acontecimientos coyunturales
inmediatos. 8. Obras teológicas: escritos sobres personajes
bíblicos como Judas y David.

Para adentrarnos en el cuerpo de la obra de García Cuevas,


prestaremos atención a su descripción y explicación de la
evolución política y literaria del autor de La mañosa. El
doctor Juan Bosch nace en La Vega, República Dominicana,
en el 1909. Su padre, José Bosch Subirats, de origen
catalán, llegó a Santo Domingo en el 1900 y en el 1906 se
casó, en La Vega, con la puertorriqueña Angela Gaviño.

El autor divide la trayectoria literaria y política de Bosch en


cuatro etapas. La primera etapa transcurre desde 1929 hasta
1938. Como antecedente de la misma, hay que señalar que
la invasión militar norteamericana de 1916 sirvió de telón de
fondo a su niñez y despertó en él cierto sentido nacionalista
y patriótico. Haber visto bajar de los edificios públicos la
bandera dominicana para izar la bandera de los Estados
Unidos de Norteamérica, provocó una fuerte impresión en el
niño de apenas siete años de edad. Los frecuentes viajes por
las zonas agrícolas del país despertaron en el niño
admiración por la gente del campo. Es así como a la edad de
ocho años comienza a escribir y a ilustrar sus primeros
cuentos.

En 1929, contando solamente con veinte años de edad, dejó


registrado su temor de que los intentos reeleccionistas de
Horacio Vásquez desembocaran en un golpe de Estado.
Bosch sospechaba que el panorama político del país era
favorable para que emergiera un dictador. El artículo,
publicado en el periódico El Mundo del 16 de septiembre de
1929, es indicativo de la temprana sensibilidad política de
éste. En el 1933, en plena dictadura trujillista, publica
Camino Real, libro que de acuerdo con varios críticos, inicia
el cuento moderno en la República Dominicana. En ese texto
hay un cuestionamiento implícito de las condiciones de vida
de los campesinos bajo la dictadura trujillista.

Su segundo libro, Indios, apuntes históricos y leyendas


(1935), es un ensayo acompañado de tres leyendas sobre la
vida de los aborígenes antes de la llegada de los españoles.
García Cuevas advierte que algunos historiadores de la
literatura han catalogado incorrectamente este libro como
uno de cuentos. El texto de esta obra está revestido de gran
lirismo metafórico. El autor piensa que la situación tensa
ante el régimen trujillista es el motivo por el cual Bosch
abandona el tema campesino en 1935 y escribe sobre un
tema que puede parecer un intento de evasión. Recuperar el
pasado indígena y presentarlo como una utopía era subvertir
el estado de cosas de la dictadura.

Con la publicación de La mañosa en 1936 y su salida del país


en enero de 1938, se cierra la primera etapa de Juan Bosch.
En esta novela se recrea el pasado caudillista previo a 1930,
el cual constituye la raíz histórica de la dictadura trujillista.
Para salir del país en 1938, Bosch se vale de la excusa de
que debía llevar a su esposa a Puerto Rico a recibir
tratamiento médico. El tirano lo dejó salir, porque ocupaba
un cargo en el Departamento de Estadística y, además, le
había ofrecido el puesto de Diputado en el Congreso. El
dictador pensó que Bosch no rechazaría tal ofrecimiento.
Cuando Bosch sale del país, se enfrenta a la disyuntiva de
dedicarse a la literatura o a la política, pero Eugenio María de
Hostos (1839-1903) le brindaría las claves para ocuparse de
la política sin abandonar la literatura.

La segunda etapa de la trayectoria de Bosch se extiende


desde 1939 hasta 1962. En el exilio entró en contacto directo
con la obra de Hostos, conjugó su oficio de escritor con la
actividad política, se convirtió en uno de los dirigentes más
importantes de la resistencia antitrujillista en el exilio, y
recorrió varios países latinoamericanos. Tras el asesinato de
Trujillo en 1961, Bosch regresó a la República Dominicana y
ganó las elecciones de 1962, como candidato del Partido
Revolucionario Dominicano que él había fundado en 1939.

Su encuentro con el pensamiento de Hostos, llevará a Bosch


a adoptar un idealismo moral que se traducirá en la lucha
por liberar a su país de la dictadura que lo oprimía. Según
Bosch, el ascenso de Franco en España y el inicio de la
Segunda Guerra Mundial fueron acontecimientos decisivos
para que él decidiera unirse a la oposición antitrujillista en el
exilio.

De su descubrimiento de Hostos, nacen dos libros: Mujeres


en la vida de Hostos (1938 y 1988) y Hostos, el sembrador
(1939 y 1976). Además de sus ensayos, publicó en 1941 los
cuentos: El socio, Dos pesos de agua, El río y su enemigo y
Luis Pie. En el 1947, publicó Ocho cuentos. En 1955, en
Chile, aparecen Judas Iscariote, el calumniado, La muchacha
de la guaira y Cuba, la isla fascinante. Cuento de Navidad es
de 1956. En el 1958 publicó en Venezuela sus ensayos El
arte de escribir cuentos. Trujillo, causas de una tiranía sin
ejemplos, data de 1959. En 1960 publica su famoso cuento
La mancha indeleble y Bolívar, biografía para escolares. En
1962, año de su triunfo electoral, recopiló sus cuentos, para
los lectores dominicanos que desconocían su obra, en los
volúmenes: Cuentos escritos en el exilio y Más cuentos
escritos en el exilio.

Para Juan Bosch, la llegada a la presidencia de su país


significó la posibilidad real de iniciar el proyecto liberal que
se remontaba al ideal de los trinitarios de 1844, los
restauradores de 1865, los nacionalistas de principio de siglo
y de los antitrujillistas del exilio. Desde el poder, creyó que
por fin su país podría encarrilarse por el camino de la
democracia representativa y liberal. Pensó que era posible la
revolución pacífica por medio de la educación que Hostos
había predicado. Su esquema mental se desplomó cuando el
25 de septiembre de 1963 fue derrocado por un sector de las
fuerzas armadas dominicanas, la oligarquía y la colaboración
del Pentágono norteamericano.

A raíz de lo anterior, García Cuevas describe la tercera etapa


de la trayectoria de Bosch como una de desilusión y de
búsqueda. Esta etapa comienza en 1963 y finaliza en 1966.
La crisis en que había entrado el pensamiento de Bosch tras
el golpe de 1963 se agudizaría en 1965 con la segunda
intervención militar norteame-ricana en suelo dominicano en
el presente siglo. El modelo político de la democracia
representativa y liberal, que le había dado sentido a sus
acciones desde 1939 hasta 1963, no había funcionado en su
país. La invasión militar norteamericana de abril de 1965
haría a Bosch dar un salto radical hacia el marxismo.

Según García Cuevas, el camino recorrido por Bosch para


llegar al marxismo siguió tres etapas. Primero, cuestionó el
sistema democrático representativo. Segundo, estudió a
fondo la política internacional norteamericana en América
Latina. Tercero, inició el estudio de los clásicos del marxismo
y, simultá-neamente, viajó por varios países socialistas de
Europa y del continente asiático.

A partir de 1967, se inicia la cuarta etapa en el pensamiento


de Bosch. Esta etapa se extiende hasta el presente. Bosch
abandona la defensa de la democracia representativa y se
convierte en un crítico de este sistema político y en un
proponente de cambios revolucionarios. Como parte de su
nuevo proyecto, se propuso entender para sí y explicar a la
militancia de su partido, desde la perspectiva del
materialismo histórico, cómo funcionaba el capitalismo. A la
misma vez, estudió el desarrollo histórico de la sociedad
dominicana, empleando el instrumento conceptual de la
lucha de clases. Sus primeros libros en esta línea ideológica
fueron: El pentagonismo, sustituto del imperialismo (1967),
Tesis de la dictadura con respaldo popular (1969), De
Cristóbal Colón a Fidel Castro (1969), Breve historia de la
oligarquía (1970), y Composición social dominicana (1970).

En el año 1973, convencido de que el partido fundado por él


y otros compatriotas no admitiría transformaciones, Bosch
fundó junto con un reducido grupo de seguidores, el Partido
de la Liberación Dominicana (PLD), del cual fue su candidato
presidencial hasta las elecciones de 1994. Su principal
consigna fue la de liberar al país de cualquier tipo de
opresión, teniendo como aspiración final completar la tarea
iniciada por el liberalismo revolucionario desde mediados del
siglo XIX. El hecho de que Bosch no fundara un partido
exclusivamente obrero o no se afiliara al Partido Comunista
se debió a que, desde su incursión en el marxismo, mantuvo
cierta distancia y autonomía frente a la ortodoxia oficial.
Bosch negó la existencia y conciencia de clase del pro-
letariado dominicano, porque pensó que la pequeña
burguesía era el componente principal de la sociedad
dominicana y que, en alianza con los trabajadores y
campesinos, era la clase que debía organizar y dirigir cual-
quier proceso revolucionario.

El PLD, con los métodos de trabajo impulsados por Bosch, se


desarrolló y creció de tal forma, que ya para 1990 era la
principal fuerza política del país. Dos años antes, el Comité
Central de esta organización había sometido un documento a
la base del partido, donde afirmaba el "boschismo" como
teoría política y oficial de la organización. La propuesta
declaraba que la aportación de Bosch en el campo de la
historia, la economía y la política, entre otras, había
permitido que su análisis de la sociedad dominicana se
constituyera en una guía para la lucha efectiva en pro del
ideal de liberación nacional.

Como habíamos apuntado al comienzo, García Cuevas monta


su investigación sobre la política y la literatura en la
personalidad de Juan Bosch, tomando la novela La mañosa
como el centro de su trabajo. Entre sus opciones tenía la
copiosa obra cuentística de Bosch, dos novelas y los en-
sayos. Los cuentos ya habían sido estudiados de forma
considerable por la crítica y la obra ensayística aún no estaba
concluida. Le restaban dos opciones: La mañosa y El oro y la
paz (1964). El autor optó por la primera, por entender que
en ella es donde mejor se conjugan la literatura y la política.
La mañosa, según García Cuevas, es una novela más política
que histórica, en la cual la historia es un pretexto para la
revisión política.

La necesidad de explicar por qué Juan Bosch escribió una


novela sobre las luchas caudillistas en una época en que
éstas eran consideradas como asuntos del pasado, es el
resorte inmediato que conduce a García Cuevas a iniciar su
investigación considerando las condiciones políticas y
económicas que perfilan la República Dominicana de los años
treinta. El autor establece que el ascenso de Trujillo al poder
estuvo vinculado a varios factores, a saber: 1. La ocupación
militar nortea-mericana de 1916 a 1924. 2. El ejército
policiaco que creó el gobierno de ocupación. 3. El favoritismo
horacista que promovió su ascenso al poder. 4. El
acaudillamiento que consiguió en las filas del ejército. 5. Sus
características personales. 6. Su vinculación directa con el
movimiento cívico que, planteando la necesidad de un
"hombre nuevo", produjo el derroca-miento de Horacio
Vásquez.
Rafael L. Trujillo ingresó al cuerpo militar norteame-ricano en
1919, y ya para el 1928 era el militar más poderoso del país.
El despil-farro y la corrupción administrativa del régimen de
Vásquez, más sus deseos continuistas, abonaron el terreno
para que éste apro-vechara la coyuntura de 1930 y apoyara
solapadamente la conspiración dirigida por Rafael Estrella
Ureña, que eventualmente lo llevaría al poder. Con la
renuncia del presidente Vásquez se produjo una crisis política
y Estrella Ureña pasó a ocupar provisionalmente la
presidencia hasta que se celebraran elecciones. Trujillo
presidente y Estrella Ureña vicepresidente: ésta sería la
consigna. La fórmula Trujillo-Estrella Ureña resultó ganadora
y el 16 de agosto de 1930 tomaron pose-sión de sus cargos,
iniciando lo que maquiavélicamente llamarían la "Era
gloriosa", "Era del progreso" y "Era de la paz", entre otros
epítetos.

El autor señala que el surgimiento de la dictadura de Trujillo


está estrechamente vinculado a la caída de la bolsa de
valores acaecida en 1929, ya que a raíz de ésta se produjo
una drástica reducción en los ingresos por exportaciones. La
baja de los ingresos fiscales, combinada con las presiones
internacionales al país para que pagara su deuda externa,
más la parálisis casi total del sistema agroexportador, exigía
un esquema de poder que enfrentara la situación mediante
una institución sólida y estable. Lamentablemente, la única
institución que cumplía con tales características era el
ejército policiaco de Trujillo. Por su parte, los nortea-
mericanos comprendieron que la protección de sus intereses
globales de dominación requiría la instauración de un
régimen despótico que tuviese mayores poderes para
contrarrestar las tendencias caóticas de la economía.

Para Bosch, la dictadura trujillista fue consecuencia directa


del atraso histórico de la sociedad dominicana y de la
inexistencia de una burguesía nacional que impulsara el
capitalismo. De acuerdo con Bosch, Trujillo aprovechó la
infraestructura que iniciaron los norteamericanos y se
convirtió en el principal propulsor de la modernización
capitalista en la república y, al igual que otros autores,
relaciona su ascenso político a la gran crisis de 1929 y a las
intenciones reeleccionistas de Horacio Vásquez.

En cuanto a la acusación del historiador y sociólogo, Franklin


Franco, en el sentido de que la novela La mañosa es
apologética del régimen trujillista, García Cuevas refuta la
misma señalando que esta acusación es el resultado de leer
la novela como un artículo periodístico más de los que
escribió su autor, olvidando que la novela es una producción
simbólica con carácter estético y que exige otro tipo de
lectura. García Cuevas asegura que su lectura crítica del
texto demuestra, entre otros hallazgos, que la recreación del
pasado caudillista desde el presente trujillista, tiene su
génesis en una estructura nostálgica que genera a su vez
otra estructura irónica y que ambas explican indirectamente
el por qué del trujillismo. Si el juego de voces propicia, por
momentos, identificar pasajes que permitan pensar que la
novela es pro trujillista, también hay otros que apuntan que
no .

El autor concluye que, aunque Bosch no se propusiera


escribir de forma consciente un texto irónico que pudiera
interpretarse como un conflicto directo de él con la dictadura,
por el peligro que esto representaba para sí y su familia,
pudo reproducir una ironía hacia la dictadura de forma
inconsciente, pero mediatizada por la nostalgia y la
frustración de la clase social de la cual provenía: la mediana
pequeña burguesía.

Sobre la relación entre el proyecto trujillista y los


intelectuales, el autor plantea que, dado que la idea y
creación de una sociedad democrática al estilo liberal fue la
mayor aspiración de los intelectuales liberales domini-canos
desde mediados del siglo XIX, el mínimo acercamiento para
explicar la relación de Trujillo con la intelectualidad de
tendencia liberal que lo apoyó debe tomar en cuenta los
intentos fallidos de ese objetivo hasta 1930. Trujillo logró
seducir a muchos de estos intelectuales, porque al princi-pio
de la dictadura incorporó a su sistema discursivo parte de los
preceptos que el liberalismo venía repitiendo desde mitad del
siglo XIX. Fue de una concepción fatalista sobre el pasado y
el futuro dominicanos que, intelectuales que incluso habían
entrado en contacto con el pensamiento socialista, ter-
minaron apoyando al régimen. En el año 1955, a los 25 años
de la dictadura, Joaquín Balaguer, pilar orgánico del aparato
ideo-lógico del régimen, afirmaba que Dios y Trujillo, siendo
Trujillo tocado desde el princi-pio por una especie de
predesti-nación divina, eran la explica-ción de la
supervivencia del país y de la actual prosperidad de la vida
dominicana.

Las ideas de José Enrique Rodó y su obra Ariel (1900),


tuvieron un gran impacto sobre la intelectualidad dominicana
y la encaminaron al apoyo del trujillismo. En Ariel se hacía
un llamado a la juventud hispanoamericana para hacer
frente al utilitarismo norteame-ricano. Estas ideas
encontraron en la República Dominicana las condiciones
propicias para su fructificación debido a que, desde la caída
de Ulises Heureaux en 1899, el pueblo dominicano se
desangraba en una constante lucha política que por un lado,
favorecía la ingerencia norteamericana, mientras por el otro,
hundía a las nuevas generaciones en el más oscuro
pesimismo. Años más tarde, Trujillo tendría la astucia para
atraer a los jóvenes intelectuales e integrarlos a su gabinete.
A la mayoría de éstos le tocaría la misión de encubrir,
encontrándole a cada situación su correspondiente
explicación para la historia. Y, como es natural al momento
de elaborar lo que pudiera considerarse como la filosofía del
régimen, ellos dieron nueva formulación a esas mismas
teorías.

Así, encontramos que el pensamiento de Rodó le sirvió a los


jóvenes intelectuales para racionalizar y justificar los valores
y virtudes del liberalismo, adjudicándoselos a la dictadura a
la que servían. El arielismo se había transformado de
ideología libresca en praxis política con la fundación del
Partido Liberal Reformista, partido que presentó fuerte
oposición a la intervención norteamericana de 1916, con
Santiago Guzmán Espaillat a la cabeza. Los arielistas
creyeron en la posibilidad de lograr una transformación
política, económica y social por medio de la educación. Ante
las circunstancias políticas y la urgencia cotidiana bajo el
régimen de Trujillo, tuvieron que rendirse y sus valores e
ideales fueron supeditados al utilitarismo del trujillismo.
Cuando la realidad empírica se impuso, ya era demasiado
tarde para volver atrás. Quedaron atrapados y no les quedó
otro camino que cola-borar, puesto que era cuestión de vida
o muerte el volver atrás. Así quedaba consumada la idea de
Rodó de que son las inteligencias superiores las que deben
dirigir la sociedad.

Sobre el rol de Bosch dentro de esta coyuntura política,


García Cuevas sostiene que, independientemente de los
artículos que escribiera Bosch a favor de Trujillo, éste no
simpatizaba ni política ni ideológicamente con la dicta-dura y
aunque no ofreció resis-tencia inmediata al régimen, su
rápida incorporación a la lucha antitrujillista, ya en el exilio,
era indicio de que su visión de mundo había superado las
limitaciones de la conciencia real de los intelectuales
arielistas. Esto, entre otros fac-tores, porque su pensamiento
estaba influido por una ten-dencia del liberalismo revolu-
cionario que no era excluyente de los sectores populares.

No debemos olvidar además, el artículo que Bosch había


publicado en 1929, en el que advertía sobre el peligro de una
nueva dictadura. Notable es también el hecho de que en
enero de 1934, Juan Bosch fue apresado y encarcelado bajo
la sospecha de conspiración contra el régimen mediante la
colocación de una bomba. Bosch relata que, mientras se
encontraba visitando a su novia, a fines de noviembre de
1933, escuchó una fuerte explosión. Dos o tres días después,
se enteró de que ese estruendo había sido producido por una
bomba que lanzaron al cementerio de la capital. El día 3 de
enero de 1934, Bosch fue apresado en la casa de sus padres
por la policía trujillista y llevado a la cárcel de la fortaleza
Ozama. Después de permanecer preso durante dos semanas
en el lugar, fue trasladado a Nigua, una de las peores
cárceles del régimen trujillista, donde contrajo la enfermedad
del paludismo y finalmente, por mediación del escritor César
Herrera, fue dejado en libertad. El argumento que Herrera
dio a Trujillo para que lo dejaran en libertad fue que Bosch
podía morir en la cárcel y dado que éste era un escritor
conocido en el país y en el extranjero, su muerte perjudicaría
al gobierno.

Se infiere del incidente anterior que, ya en 1933, se


desconfiaba de Bosch y se le veía con potencialidad para
convertirse en antitrujillista, lo que lo colocaba
evidentemente entre los escritores que no eran vistos con
simpatías por el régimen. Tras el exilio de Bosch en 1938, el
tirano ordenaría que el nombre del escritor y sus obras
quedaran terminantemente prohibidos en el país.

El estudio de García Cuevas demuestra, como balance final,


que La mañosa, a pesar de haber sido leída desde diversos
ángulos, no fue considerada seriamente como obra
importante para entender y explicar la temprana vinculación
de su autor con el liberalismo revolucionario dominicano que
no era excluyente de los sectores populares ni como novela
de crisis histórica de la pequeña burguesía nacionalista y
liberal de los años treinta en la República Dominicana. La
mañosa aparece entonces, como un texto fundamental para
entender la rápida incorporación de Bosch al lado del
pensamiento y la praxis política dominicana que aspiraba a la
modernización y a la democracia liberal.

En conclusión, la obra de Eugenio de J. García Cuevas


constituye un aporte fundamental al entendimiento de una
personalidad ejemplar de nuestra América en el siglo XX, en
la que la literatura y la política constituyen una unidad
complementaria. La lectura del texto es altamente
recomendable, puesto que le brinda al lector de manera muy
clara, pero sin perder ni un ápice de una rigurosidad
fundamentada en rica evidencia documental, una amplia y
precisa visión de la historia política dominicana desde
mediados del siglo pasado hasta el present

Anda mungkin juga menyukai