Red Bull.
1
Leyendas urbanas
Según el relato original el peligro del Red Bull radica en una sustancia llamada
glucoromeractone y que está entre sus ingredientes. En aquel escrito se señala que
los usuarios no conocen la tétrica historia de esta sustancia química. Al parecer este
estimulante artificial fue desarrollado en los años sesenta por el ejercito de los Estados
Unidos y se utilizó para administrárselo a los soldados de la guerra de Vietnam con
objeto de elevar la moral de los combatientes y luchar contra la fatiga que sufrían. Sin
embargo el experimento habría salido mal y varios soldados fallecieron como
consecuencia de la ingesta de este químico. Además, en la versión original de la
leyenda, el producto habría sido denunciado en el diario medico del Reino Unido por
un equipo de especialistas en un amplio trabajo.
Pero la causa de esa prohibición no tendría que ver los peligros que tiene para
la salud este refresco la causa real es que en parte, por la presión de la industria
cafetera, en estos países está prohibidas las bebidas que contengan cierta cantidad de
cafeína. Efectivamente el Red Bull tiene cafeína pero en cantidades comunes. Una
lata de Red Bull equivale a una taza de café grande solo. Pero esta cantidad de
cafeína jamás se ha demostrado perjudicial para la salud. Es más, los trabajos
realizados al respecto señalan que para notar los efectos perniciosos del Red Bull
2
Leyendas urbanas
serían necesarios beber unas ciento veinticinco latas seguidas. Esto significa que es,
incluso, menos perjudicial que otras bebidas refrescantes.
De todos los estudios realizados por los investigadores sólo uno parece
representar algo llamativo. Se trata de una investigación realizada por la Universidad
de Paraná en Brasil. En la que se descubrió que la percepción del alcohol y de sus
efectos se reducían cuando la bebida usada en una mezcla era, precisamente, el Red
Bull. Pero no representaba más peligro. También laboratorios farmacéuticos españoles
han hecho trabajos al respeto. Es una buena demostración del poder de las leyendas
urbanas. Se han tenido que hacer exámenes científicos que son falsos aún sabiendo
que eran leyendas.