Amigas y amigos:
Pero hemos de reconocer que una de las dudas más atendibles al respecto
de esta campaña es la que expresa su temor de que instituciones públicas
como las dos mencionadas estén promoviendo conductas sexuales
específicas que son incómodas, molestas o incluso pecaminosas para ciertos
sectores en este país. Y precisamente en el verbo “promover” está la
posibilidad de dar una respuesta a estas dudas.
La diferencia parece pequeña pero es crucial. Una cosa es decir que las
personas tienen derecho a decidir en materias sexuales y morales, y otra
que las instituciones públicas deberían animar a la gente a comportarse en
uno u otro sentido en materia sexual y moral.