Tsiakalos
Número UM: I6022856
Habilidades A
Número de palabras: 2540
Fecha asignada: 01/10/2010
El escritor se familiariza primero con la idea de que el Derecho es una parte esencial de
nuestra sociedad. Como dijoLon L. Fuller (1968: 57): ''Al hablar de derecho y sociedad
podemos olvidar que el derecho es en sí mismo una parte de la sociedad'' contrastando con el
positivismo jurídico
Cuando hablamos de "derecho", "orden jurídico" o "proposición jurídica" (Rechtssatz), hay
que prestar mucha atención a la distinción entre el punto de vista jurídico y el sociológico.
Max Weber (1922c: 1)".
Demuestra la necesidad de imponer normas que ''asusten'' a la gente para que no actúe mal.
Esta regla impuesta, una necesidad ligada a la moralidad, no tendría esencia si no hubiera
contribución y comprensión personales. Como solía decir un antiguo profesor mío de filosofía
jurídica: ''la cadena jurídica que consiste en la ley, la moral y la propia persona es reciclable...
Esta mentalidad madura contribuye o ayuda a la regeneración de las correlaciones y de la
conciencia de libertad que hace necesaria una transformación de fase adecuada y esto es una
renovación de la conciencia''.
Por tanto, las normas de obligado cumplimiento por las que se rige una sociedad son el
Derecho. El Derecho es una de las instituciones sociales más básicas y necesarias. La
sociedad no existiría si a la gente no le importaran los derechos de los demás. Tampoco podría
existir una sociedad si sus miembros no reconocieran que también tienen ciertas obligaciones
entre sí. Así pues, la ley establece las normas que definen los derechos y obligaciones de una
persona.
Así que la ley no proviene de los deseos individuales de cada persona sino que se impone
externamente (regulación heterónoma) exigiendo y definiendo lo que se puede y lo que se
debe y lo que no se puede y no se debe hacer; sin buscar el consentimiento (obligatoriedad)
pero imponiendo sanciones a quien no la cumple (coacción).
Sin embargo, suaviza su enfoque estricto aclarando los límites de la ley. Afirma que el
Derecho no puede encarnar todos los aspectos de la vida social y que existen límites para que
la vida cotidiana no se convierta en un sistema absoluto controlado por restricciones legales.
El autor elogia al abogado como principal elemento de defensa dentro de la ley, ya que
constata la dificultad de los abogados para interpretar la ley.
El Derecho interno es el conjunto de normas que rigen las relaciones dentro de un Estado
(Estado - ciudadanos y entre ciudadanos). Eso difiere en Derecho Público y Derecho Privado,
respectivamente, mientras que las nuevas ramas independientes del derecho nacional pueden
declarar el Derecho Laboral, el Derecho Agrario, el Derecho Industrial, el Derecho Minero y
el Derecho del Consumidor.
Derecho Penal. Incluye la ley que define los delitos y las penas impuestas por los mismos.
El Derecho privado es un conjunto de normas que regulan las relaciones entre los ciudadanos
de la sociedad (Estado) en orden a la igualdad. El Derecho Privado se divide en dos
subsectores:
Tras esta categorización, el escritor afirma que la Ley varía de un país a otro y de una cultura
a otra. Aclara claramente el término de cultura jurídica. El derecho forma parte de un espacio
ético que ya existe y rige la conducta y las acciones de las personas de una sociedad. Es el
ámbito de la moral social y la ideología sobre los valores fundamentales de la vida. La ley,
como parte de ella, recibe a cambio su influencia y afecta, dando lugar a la formación y
evolución. Así, en el ámbito de la ética de la sociedad entran la práctica de los tribunales, la
administración de justicia, el sistema penitenciario, la conducta lícita de las instituciones que
cumplen el castigo, la ideología que se desprende de la ley; todos ellos se suman
constituyendo la cultura de esa sociedad.
El derecho consuetudinario es muy diferente. Fuente del derecho es la doctrina del precedente
("jurisprudencia"), en virtud del cual la norma de derecho ha desarrollado la jurisprudencia en
una decisión vinculante para otros tribunales se encuentran ahora en el mismo o inferior nivel
de jerarquía judicial. Las leyes existen, pero no constituyen una codificación exhaustiva del
Derecho.
Pero el escritor también compara los dos sistemas que rigen la realidad jurídica moderna. Hay
muchas diferencias entre estos dos sistemas. En el derecho anglosajón, la ley complementa la
ley existente y es una fuente adicional de derecho. Los tribunales son más flexibles para
encontrar la solución más justa para todos los casos.
En Derecho civil no se aplica este principio. La jurisprudencia es simplemente una ayuda para
casos futuros. La amplia codificación de la ley limita la flexibilidad de los tribunales, pero la
hace más predecible. El principal inconveniente es la máxima jurídica "dura Lex, sed Lex"
(ley dura, pero ley).
La diferencia más importante que el autor identifica entre esas realidades jurídicas es la
diferencia de razonamiento. En el Derecho civil, los derechos y obligaciones codificados
rigen las relaciones jurídicas, mientras que en el Derecho anglosajón el reto principal es cuál
es la "solución justa" en cada caso.
Al final de esta sección no sería inapropiado decir que el escritor se posiciona en contra del
derecho consuetudinario al elogiar la importancia del derecho escrito y devaluar el papel de
las costumbres. Así nos enlaza con la siguiente sección para presentarnos una visión histórica
resumida de las leyes escritas y la codificación.
Historia de las leyes escritas
Lo que consigue, y creo que lo consigue haciendo un flashback histórico a las primeras leyes
escritas, es entender la importancia de las leyes en una sociedad. Pone en duda los límites de
las leyes y hasta qué punto puede ser "justa" la justicia, ya que el poder ejecutivo tiene la
potestad de redactar las leyes. También hace un comentario muy acertado, que creo que va
dirigido a los académicos que interpretan las leyes al decir que ''lo que hace falta no es algún
que otro sabio conocedor de la ley, sino un cuerpo de especialistas que tengan cierta
influencia política''.
Y la razón por la que menciona la influencia política es de nuevo para subrayar el vínculo
entre Derecho y Sociedad.
Tras elogiar el papel de los abogados en una sociedad, nos familiariza con el primer sistema
jurídico que introdujo especialistas del análisis y la interpretación del Derecho. Los orígenes
de los principios y prácticas jurídicas de los antiguos romanos se remontan a la ley de las
Doce Tablas (449 a.C.). El Derecho romano conservado en el Código que siguió existiendo en
la época bizantina, constituyendo la base de otros sistemas jurídicos de la Europa occidental
continental. A finales del siglo XVII, el Derecho romano seguía aplicándose en sentido
amplio en la mayoría de los países europeos. Esta es una razón por la que el escritor hace
tanto hincapié en el Derecho Romano.
El continuador del sistema legal de las doce tablas fue Justiniano. Justiniano emprendió la
enorme tarea de componer un código de todas las leyes imperiales y de realizar enmiendas en
todos los libros de leyes antiguos.
Carlomagno fue quien obligó a aplicar el sistema jurídico de Justiniano, que siguió vigente
hasta principios del sigloXVI. Entonces se introdujo el derecho canónico o eclesiástico, como
se le llama comúnmente, pero coexistió junto con el derecho civil de Justiniano. Ambos
códigos tenían muchas similitudes.
Tras toda esta referencia histórica, el escritor enlaza sin problemas los antiguos sistemas
jurídicos con la era moderna. Con la excepción de Inglaterra, el sistema de Derecho civil
conquistó Europa. Esto se consiguió mediante lo que en resumen se denomina la ''recepción
del Derecho Romano'', es decir, todas las Leyes anteriores desde la época del Imperio
Romano hasta esta última.
La era moderna, como afirma el autor, se caracteriza por la necesidad de que todo ciudadano
disponga de un ''manual'' escrito de derechos y obligaciones. Así lo introdujo el código
prusiano de 1794, al que siguió el código de Napoleón de 1804. Al presentar estos dos
códigos, el autor demuestra los aspectos que hacen que un código tenga éxito. En primer
lugar, el Código debe ser práctico y comprensible, pero no tan vago que los tribunales puedan
interpretarlo a su antojo. Esto es tanto para perdonar la ignorancia al ciudadano medio como
para no dejar que los jueces ''reescriban'' las leyes a su antojo.
El Common Law es el derecho impuesto por los conquistadores normandos a los anglosajones
conquistados, que se formó a través del precedente judicial (precedent) basado en las
decisiones de los tribunales reales. Se impuso en toda Inglaterra (por eso se llama "común") y
luego se aplicó a las normas y costumbres locales. El common law es hasta hoy la base del
Derecho inglés. Este sistema se construye mediante una filosofía viceversa de la del Derecho
Civil.
Mientras que el Derecho civil se basa en normas y obligaciones escritas, que luego crean
''código-juicio'' o jurisprudencia, el sistema del Common Law utiliza el precedente para crear
normas y obligaciones.
Por complicado que pueda parecer, este sistema introdujo recursos cruciales y otros elementos
que caracterizan el mundo jurídico moderno de hoy en día. En primer lugar, el auto de habeas
corpus moderaba la autoridad de los nobles para acusar a quien quisieran. Esto se consiguió
mediante la necesidad de una justificación legal para poder detener a alguien. En segundo
lugar, el derecho anglosajón desarrolló el sistema del jurado, que desempeña un papel
primordial en los Estados modernos, como en EE.UU., o secundario para los casos penales en
otras naciones.
A continuación, el autor se distancia del sistema del common law argumentando simplemente
que el sistema del common law es un sistema ''construido por jueces y abogados''.
La realidad jurídica actual ha acercado esos dos sistemas. No sólo por el hecho de que el
sistema de Derecho civil haya tomado prestados muchos elementos del Derecho anglosajón,
sino también porque en un mundo globalizado esos sistemas interactúan. Sin embargo, el
autor sigue señalando la distancia entre esos sistemas "culpando" a los actores de los sistemas
jurídicos, es decir, por un lado, a los asesores jurídicos y al sistema jurídico formado en la
universidad en lo que respecta al sistema de derecho civil, y por otro lado, a la élite de jueces
y abogados superiores en lo que respecta al sistema de derecho anglosajón.