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Departamento de Protección Agrı´cola y Forestal, Universidad Nacional

Agraria, Managua, Nicaragua, APT 453. Received 2 May 2000.


*Corresponding author (freddy@ibw.com.ni).
Published in Agron. J. 93:556–563 (2001).

Common Bean Response to Tillage Intensity and Weed Control Strategies


Freddy Alemán

Respuesta del fríjol común a la intensidad de labranza y estrategias de


control de malezas(traducción)

Abstracto
El mayor interés en la degradación ambiental, biodiversidad reducida, y altas
costos de producción para el fríjol común (Phaseolus vulgaris L.) en Nicaragua ha
incrementado los intereses de las agricultores en sistemas de reducida o de no
labranza en combinación con el manejo de malezas de bajo costo y ambientalmente
amigable. Este estudio examino como la labranza y las medidas de control de
malezas afectan las densidades y biomasa de las malezas, el desarrollo del fríjol
común, y el ingreso neto. Tres tratamientos de labranza [no labranza (NT), labranza
mínima (MT), y labranza convencional (CT)] y tres métodos de control de malezas
(mulching, mecánico y químico) fueron evaluados en el mismo campo por 3 años
(1994-1996). El peso del dosel del fríjol fue medido dos veces durante la temporada
de crecimiento, y los componentes del desarrollo del fríjol fueron registrados cada
año. La biomasa de malezas y la densidad de malezas de monocotiledóneas y
dicotiledóneas, respectivamente, fueron medidas 28 y 42 días después de siembra
(DAS) en cada experimento. Hubo una interacción entre los años y el control de
malezas para ambas densidad y biomasa de malezas. Hay también una interacción
entre sistemas de labranza y sistemas de control de maleza con respecto al desarrollo
del fríjol y el beneficio económico neto. La labranza mínima sobrepaso a NT y CT en
un 10 y 15% y resulto en un incremento en la entrada neta que fue 23 y 35% mayor
que NT y CT, respectivamente. El control mecánico y químico de malezas
incremento los desarrollos más que el mulching en NT y MT. El control mecánico de
malezas con NT o MT sería suficiente para asegurar una producción rentable del
fríjol común. Esta práctica debe ser combinada con el uso de ambos residuos de
malezas y cultivos precedente como mulches.

En un programa de investigación para mejorar la producción de fríjol común en


Nicaragua, una línea de investigación ha evaluado la importancia de la labranza y
las estrategias de control de malezas en las densidades y biomasa de malezas y en el
desarrollo y rentabilidad del cultivo. Comparativamente se han hecho pocos estudios
sobre la importancia de estos factores en combinación.
La labranza intensiva del suelo para la producción del cultivo puede agotar la
materia orgánica y nutrientes del suelo y este requiere entradas como fertilizantes,
plaguicidas, y agua para mantener la productividad y calidad. La producción del
cultivo usando sistemas de labranza de conservación ha ganado amplia aceptación en
la agricultura de Nicaragua durante las ultimas dos décadas. Las beneficios
comúnmente reportados de la NT más el mulching incluye las reducciones en la
erosión del suelo y requerimientos de combustible y labores así como una mejorada
retención del agua en el suelo. Además, los sistemas NT son reportados al influenciar
la presencia y proliferación de malezas, insectos plaga, y enfermedades. Sin embargo,
uno de los principales problemas con la NT es su dependencia con el uso de
herbicidas.
Hay diferencias en las estrategias de control de malezas entre los sistemas de
labranza reducida y los sistema de CT. En los sistemas CT, los herbicidas aplicados al
suelo son ampliamente usados, mientras que en sistemas de labranza reducida, el uso
de herbicidas posemergentes es más común. Cuando la labranza es reducida, los
herbicidas pre-emergente y pos-emergente son los principales métodos de control de
malezas. La integración del deshierbe mecánico y del uso reducido de herbicidas ha
sido aproximado por otros autores.
La labranza excesiva puede ser perjudicial a la producción del fríjol común.
De acuerdo a Powell & Renner (1999), este cultivo es más susceptible que la soya
[Glycine max (L.) Merr.] a la compactación por labranza y tráfico. La investigación
muestra que el impacto de la labranza reducida en el desempeño del fríjol común ha
sido contradictorio. Sandoval-Avila et al. (1994) evaluaron siete cultivares de fríjol
blanco en diferentes sistemas de labranza, incluyendo NT, y encontraron que el
desarrollo medio de semilla no fue afectado por los sistemas de labranza. Skarphol &
Corey (1987) encontraron que los desarrollos de fríjol con NT eran comparables o
mayores que aquellos obtenidos con CT. Xu & Pierce (1998) declararon que el
desarrollo del fríjol no fue afectado por la labranza en el primer año de un
experimento de 3 años pero se redujo en los años subsiguientes comparado con la
arado con rastrillo. Liebman et al (1995) ensayo la labranza reducida combinada con
sistemas de mulching, lo que resulto en una mayor infestación de malezas y un
menor desarrollo del cultivo. En contraste, Mascianica et al (1986) estudio los efectos
de la labranza y los residuos de trigo (Triticum aestivum L.) en el crecimiento y
morfología de fríjol común y concluyo que los sistemas NT desarrollaron niveles de
vainas que fueron iguales o excedieron aquellos de CT.
Swanton et al (1993) declaro que ha sido observado el cambio hacia malezas
pastos perennes, y plantas de cultivo voluntario bajo labranza de conservación.
Derksen et al (1995) encontró diferencias en la composición de las comunidades de
malezas entre los sistemas de labranza antes de la aplicación de herbicidas. Sin
embargo, Hooker et al (1997) no encontró una influencia de la labranza en la
proporción relativa de las especies de malezas anuales de hoja ancha y declaro que
las malezas fueron manejadas efectivamente con entradas reducidas de herbicidas en
los sistemas de labranza de conservación. Powell & Renner (1999), trabajando con
sistemas de labranza reducida, encontraron diferencias en las poblaciones de malezas
entre los sistemas de labranza. El control de malezas en el fríjol común fue mejorado
en los sistemas NT comparado con los sistemas CT. Buhler (1998) declaro que
cambiar el sistema de labranza cambiara la distribución y densidad de semillas de
malezas en los suelos agrícolas.
Durante los últimos 10 años, el paraquat (1,1´-dimethyl-4,4´-bipyridinium
ion) ha sido ampliamente usado como un herbicida posemergente debido a su
efectiva y fácil aplicación. El paraquat es aplicado en posemergencia directamente a
las malezas usando una aspersor de espalda con un protector de boquilla en forma de
campana, que permite la aplicación selectiva a las malezas y no al cultivo del fríjol.
La aplicación es hecha cuando el fríjol ha alcanzado una altura de aproximadamente
30 cm. El uso de paraquat es controversial debido a su extrema toxicidad para
humanos y a que es considerado ser uno de los 12 más peligrosos plaguicidas en el
mundo. Esto demuestra la necesidad de medidas efectivas de control de malezas que
combinen el uso de prácticas agronómicas y mecánicas pero que también considere el
uso de herbicidas con baja toxicidad que sean convenientes a la producción del fríjol
común.
Una meta en la agricultura de Nicaragua es desarrollar sistemas de cultivo
con base ecológica que enfaticen en las fuerzas inherentes de los sistemas. Para lograr
este meta, el efecto de la intensidad de la labranza y las estrategias de control de
malezas en los desarrollos del fríjol común y en el crecimiento de las malezas fueron
examinados durante un periodo de 3 años (1994-1996). La hipótesis fue que las
diferentes intensidades de labranza combinadas con las estrategias de control de
malezas pueden afectar el crecimiento y desarrollo del fríjol y también afectaría la
densidad y biomasa de malezas. Para evaluar esta hipótesis, fueron diseñados
experimentos en campo con combinaciones de tratamiento (intensidad de labranza y
estrategias de control de malezas).

Materiales y Métodos
Los experimentos fueron llevados a cabo en la estación experimental La
Compañía en Nicaragua durante la segunda temporada de cultivo (Oct-Dic) en 1994,
1995 y 1996. La estación experimental está localizada a 11°54´00´´N y 86°09´00´´W
a 450 m. sobre el nivel del mar. La media de la temperatura mensual en el sitio es de
24°C, y la media de precipitación anual varia entre 1200 y 1500 mm. La media de
humedad relativa es de 82%.
Las muestras del sitio mostraron que las semillas asociadas con el fríjol común
fueron predominantemente dicotiledóneas, perteneciendo principalmente a la familia
Asteraceae. La especie de maleza más abundante fueron Melampodium
divaritacum(L.E. Rich)DC , Bidens pilosa L., Melanthera asper (Jacq.)L.C.,
Amaranthus spinosus L., Argemone mexicana L., Richardia scabra L., y Emilia
sonchifolia(L.)DC ex Wight. Las monocotiledóneas importantes fueron Setaria
geniculata (Lam.)Beauv, Eleusine indica(L.)Gaertner, Digitaria sanguinalis(L.)Scop,
Cenchrus pilosus H.B.K., Sorghum halapense(L.)Pers., y Cynodon dactylon(L.)Pers..
La precipitación acumulada durante los 3 años se muestra en la Figura. 1. La
lluvia fue baja en 1994 y distribuida uniformemente durante toda la temporada del
cultivo. En 1996 fue mayor que en los precedentes años. Una gran proporción cayo
en octubre cuando el fríjol común es fácilmente dañado por las fuertes lluvias. La
lluvia en 1995 fue intermedia entre aquella de 1994 y 1996 pero encime del promedio
de en La Compañía. La baja lluvia en noviembre de 1995 facilito lo cosecha de fríjol.
Imagen tomada de: Aleman,F. Common Bean Response to Tillage Intensity and Weed Control
Strategies. Agron. J. 93:556–563 (2001).

Los suelos son un Mollic Andosol franco limoso. El suelo es joven y de origen
volcánico con 12% de contenido de materia orgánica, buen drenaje, y profundidad
moderada. Tiene baja densidad aparente y moderada permeabilidad y capacidad de
retención de agua. La pendiente es de 6 a 7%.
El experimento fue un diseño de parcelas divididas al azar en cuatro bloques
con la labranza del suelo como el principal factor en parcelas y la practica de control
de malezas como factor subparcela. Los niveles de labranza fueron NT, MT, y CT.
Las prácticas de control de malezas fueron mulching, mecánico y químico. El mismo
tratamiento fue repetido en la misma parcela por 3 años. Las subparcelas (control de
malezas) fueron de 19.2 m2, cada una con ocho filas que fueron 6 m. de longitud y 0.4
m. de distancia. La cuatro filas centrales constituyeron la parcela de muestreo,
dejando un borde de 0.5 m. en los finales. El área muestreada en cada parcela fue de
8 m2.
Los experimentos fueron sembrados en la segunda mitad de la temporada
lluviosa en cada año. El maíz (Zea mays L.) fue sembrado como un cultivo
precedente en el inicio de la temporada lluviosa (Mayo-Junio). Los residuos de maíz
fueron usados para el mulching cuando el tratamiento lo requería. La labranza del
suelo en la producción de maíz estuvo de acuerdo con el cultivo llevado en la segunda
temporada para la producción del fríjol común. Las malezas en maíz fueron
controladas manualmente, y los fertilizantes fueron aplicados de acuerdo a las
recomendaciones estándar.
La preparación del suelo fue llevada a cabo de acuerdo a los sistemas de
labranza. En el tratamiento NT, las malezas fueron cortadas usando un machete, y
los residuos de las malezas fueron dejados en el campo cubriendo el suelo. En la MT,
las malezas fueron cortadas y los residuos de malezas fueron dejados en el campo.
Después de eso, se hicieron los surcos de siembra 40 cm. de distancia con un
implemento tirado por tractor. En CT, la preparación del suelo consistió de cinco
operaciones en el suelo. Primero el suelo se le paso arado de discos, después, rastra
dos veces. En el segundo gradeo, se le adjunto un rayo laser detrás de la rastra para
nivelar al suelo. Finalmente, se hicieron los surcos para la siembra. El glifosato [N-
(phosphonomethyl)glycine] fue aplicado antes de la siembra usando un aspersora
manual calibrada, a una dosis de 1.5 L ha-1 producto comercial. El fríjol fue
sembrado en una cama sin malezas en todos los sistemas de labranza.
En Nicaragua hay básicamente tres métodos de preparación del suelo: NT,
MT, y CT. La mayor parte de la investigación dentro de este campo se trato con NT
y CT. La no labranza, como es practicada en granjas de Nicaragua a pequeña escala,
consiste en cortar las malezas con un machete a aproximadamente 5 cm. de la
superficie del suelo. Los residuos de las malezas son dejados en el campo como
cobertura para proteger el suelo. El suelo no es perturbado o quebrado. La siembra
es hecha al ubicar las semillas en un hueco hecho con un palo puntudo. La labranza
mínima es un método drásticamente reducido de la preparación de la cama que es
intermedio entre la NT y la CT. Cuando se usa MT, los agriculturas limpian del suelo
la vegetación usando el machete, y los residuos de malezas son quemados o sacados
del campo. Surcos superficiales para la siembra son hechos 40 cm. de distancia con
un arado tirado por bueyes, un ard. Esta práctica deja filas de tierra sin perturbar
entre las hileras del fríjol. Las semillas son sembradas con la mano y son cubiertas
para asegurar buena emergencia. La labranza convencional es el uso de arado de
discos, seguido de rastra para preparar una cama; después, las semillas son
sembradas manualmente en los surcos.
La variedad de fríjol usada fue “DOR-364”, que tiene un habito de
crecimiento tipo II (arbustivo indeterminado con crecimiento rastrero). Esta
variedad florece 35 DAS y es cosechado cerca de 84 DAS. El color de la vaina es
crema cuando madura, y el grano es rojo oscuro y con forma de riñón, Esta variedad
ha sido reportada por estar bien adaptada al área del Pacífico.
La siembra se hace manualmente, con 40 cm. entre filas. En el tratamiento
NT fueron sembradas tres semillas juntas cada 8 a 10 cm. a una profundidad de 2 a 3
cm. En MT y CT, las semillas fueron distribuidas uniformemente en los surcos. En
todos los tres sistemas de labranza, las plantas fueron raleadas después de la
emergencia para dar un plantación de 30 plantas m-2 con igual espacio entre plantas.
En la siembra, los fertilizantes de N, P y K fueron aplicados en las filas a dosis de 15,
39 y 13 kg ha-1 N, P2O5, y K2O, respectivamente.
El mulching consistió de una aplicación de materia seca de paja maíz a una
dosis de 4500 kg ha-1. La aplicación fue llevada a cabo en la siembra, y 160 plantas
secas de maíz fueron ubicadas paralelo a las filas en cada subparcela. Las plantas de
maíz fueron obtenidas del cultivo previo. El control mecánico consistió de deshierbe
mecánico con un machete a los 21 DAS. Se hicieron esfuerzos para no perturbar al
cultivo. El control químico fue hecho el día 21 DAS. Un mezcla del herbicida
fomesafen {5-[2-chloro-4-(trifluoro-methyl)phenoxyl]-N-(methylsulfonyl)-2-
nitrobenzamide} y fluazifop-butyl {(±)-2-[[[5-(trifluorometyl)-2-pyridinyl]oxy]-
phenoxy]propanoic acid}, butyl ester, fueron aplicados a una dosis de 1.5 L ha-1 (0.75
L ha-1 producto comercial para cada herbicida).
En el momento de cosecha, las 10 plantas fueron muestreadas para cada
subparcela, y el número de vainas por plantas y numero de semillas por vaina fueron
registrados. Además, el peso de cien semillas fue registrado. El número de plantas de
fríjol fue estimado en el momento de la cosecha con el conteo de las plantas en la
subparcela. El desarrollo de grano para cada subparcela fue medido y ajustado a un
14% de contenido de humedad.
Una muestra de 1 m2 fue tomada a partir de cada subparcela a los 42 DAS
(después de floración) para determinar la abundancia de malezas (individuos por
especie), número de individuos, y peso seco por grupo de plantas (dicotiledóneas y
monocotiledóneas). Las plantas a partir de una submuestra de 0.25 m2 fueron
colectadas para registrar el peso fresco de dicotiledóneas y monocotiledóneas. Cuatro
muestras de 100 g. de material fresco de cada tipo de planta fueron secadas a 60ºC
por 72 h. para estimar el peso seco.
El análisis estadístico para todas las variables fue hecho a través del ANOVA,
y la comparación de medias fue hecha usando la LSD no protegida de Fisher con una
P≤0.05. Todos los datos fueron evaluados por la normalidad para determinar si era
necesaria la transformación. Los datos a partir de densidad de malezas, peso seco de
malezas, y beneficio neto no estaban distribuidos normalmente, y fueron por lo tanto
transformados con raíz cuadrada (X+0.5). Los efectos de año, labranza, y control de
malezas y todas las interacciones fueron evaluados en cuanto a la significancia
usando el apropiado termino error basado en las principales efectos e interacciones
significantes. La interacción entre labranza y control de malezas fue observando en
dos variables (desarrollo del fríjol común e ingreso neta) durante cada año de estudio.
Los principales efectos de labranza y control de malezas en el peso del dosel y en los
componentes del desarrollo del fríjol serán discutidos separadamente.
Los costos y beneficios de cada tratamiento fueron comparados usando un
presupuesto total, que incluya los costos y beneficios para todos los tratamientos y
costos que varían entre tratamientos (i.e., el costo de la preparación del suelo y las
practicas de control de malezas). Las entradas (semillas, fertilizantes, y herbicidas)
fueron cotizadas en el momento del experimento en cada año. Los costos de cada tipo
de cultivo fueron determinados usando los precios de alquiler en el área. El laboreo
fue cotizado de acuerdo a las regulaciones del Ministerio del Trabajo de Nicaragua.
El precio del fríjol fue obtenido en el mercado cada año en el momento de la cosecha
(i.e., Dic).

Resultados y Discusión

Densidad de malezas y Peso seco de malezas

Hay diferencias significantes en la densidad de malezas entre años en ambas


fechas de muestreo. La densidad de malezas fue mayor en 1996 que en 1994 y 1995.
Se encontraron dos interacciones doble vía (año x control de malezas y labranza x
control de malezas) Tabla 1. En todos los años, la densidad de dicotiledóneas, la
densidad de monocotiledóneas, y la densidad total de malezas fueron inferiores para
el control químico de malezas, lo que no difirió significativamente del control
mecánico de malezas (Tabla 2). Como una media a través de los años y sistemas de
labranza, la densidad de malezas fue 45 y 65% menos, respectivamente, bajo control
mecánico y químico de malezas comparado con el mulching.
Imagen tomada de: Aleman,F. Common Bean Response to Tillage Intensity and Weed Control
Strategies. Agron. J. 93:556–563 (2001).

Imagen tomada de: Aleman,F. Common Bean Response to Tillage Intensity and Weed Control
Strategies. Agron. J. 93:556–563 (2001).

El control mecánico de malezas funciono mejor en MT y CT que en NT. La


densidad total de malezas con el control químico de malezas no difirió en los tres
sistemas de labranza (Tabla 3). La densidad de malezas fue ínfima en CT,
especialmente en combinación con el control mecánico y químico de malezas, lo que
disminuyo la densidad en un 39 y 31%, respectivamente, comparado con el mulching.
La labranza convencional resulto en una menor población de malezas que las MT y
NT cuando el mulching fue usado como un medio de control de malezas mientras que
la MT y CT redujeron la densidad de malezas más que NT cuando se uso control
mecánico. Todos los tres sistemas de labranza trabajaron similarmente cuando se uso
control químico. Los resultados de los experimentos contradijeron los resultados de
otros autores que encontraron que las malezas son más abundantes en las situaciones
donde la labranza había sido usada repetidamente. Buhler (1998) concluyó que la
labranza es la causa primaria de movimiento vertical de semillas en los suelos arables,
y Zelaya (1998) sugiere que la labranza continua reduce la diversidad de malezas y
promueve la reproducción de plantas perennes que requieren la fragmentación para
su diseminación y establecimiento. Anderson (1999), trabajando con proso millet
(Panicum miliaceum L.) y maíz, encontraron que las densidades de plántulas de
malezas fueron de 25 a 30% menores en un sistema NT comparados con un MT con
un arado profundo.

Imagen tomada de: Aleman,F. Common Bean Response to Tillage Intensity and Weed Control
Strategies. Agron. J. 93:556–563 (2001).

A los 42 DAS, el peso seco maleza fue significativamente diferente entre años
(Tablas 1 y 4). Se revelo una interacción significante entre años y estrategias de
control de malezas. El mulching resulto en una mayor biomasa de malezas en dos de
los tres años de estudio, mientras que los métodos químicos fueron similares a los
mecánicos en la reducción de la biomasa de malezas (Tabla 4). En 1996, el peso seco
total de malezas se incremento con el mulching y el control mecánico de malezas
mientras que con el control químico, se noto una ligera reducción en el peso seco
maleza comparado con los años precedentes. El mulching y el control mecánico de
malezas mostraron una tendencia similar respecto al peso seco maleza con una
reducción durante el segundo año y un incremento durante el año final.
Imagen tomada de: Aleman,F. Common Bean Response to Tillage Intensity and Weed Control
Strategies. Agron. J. 93:556–563 (2001).

La variación en la precipitación puede explicar porque los efectos de las


estrategias de control de malezas varían entre años. La lluvia durante el crecimiento
del cultivo de fríjol fue de 498, 556 y 869 mm en 1994, 1995, y 1996, respectivamente,
y hubo una distribución más uniforme en 1994 y 1995 que en 1996 (Figura 1). La
distribución de lluvia en 1996 mostró un alto pico en octubre, lo que significo
mejores condiciones para la germinación de las semillas de malezas. Esto puede
explicar el mayor densidad y biomasa de malezas, especialmente en los tratamientos
con mulching y control mecánico de malezas. En 1995 la lluvia se concentro en
septiembre y octubre; de este modo, las malezas no fueron capaces de acumular peso
seco debido a la falta de humedad al final del ciclo. La fluctuación en la densidad de
malezas en el presente experimento fue influenciada principalmente por la intensidad
de la lluvia y los tratamientos, y el control químico dio el mejor resultado.
Los tratamientos químicos redujeron el peso seco total malezas en todos los
años (Tabla. 4). El peso seco maleza promediado a través de los años bajo control
mecánico y químico de malezas fue 60 y 72% menos, respectivamente, comparado
con el mulching. Solo durante 1995 los métodos de control de malezas condujeron a
similares biomasa de malezas. Esto contradice los resultados de Teasdake et al (1991)
quien argumenta que los residuos del cultivo pueden influenciar las poblaciones de
malezas en sistemas de cultivo NT debido a la proximidad del residuo al sitio de
germinación de la semilla en la superficie del suelo. Los residuos de sorgo (Sorghum
bicolor) y maíz han sido mostrados que inhiben la emergencia y crecimiento de
malezas en sistemas de cultivo.

El control de malezas en fríjol común bajo todos los tres sistemas de labranza
fue más exitoso cuando se uso el control químico. En los tres años de estudio, no fue
posible encontrar una tendencia clara que muestre como los sistemas de labranza
afectan las dinámicas de las malezas (i.e., efectos a largo plazo). La interacción entre
labranza y año mostró una tendencia para la biomasa de malezas de ser influenciada
por la lluvia en vez de por el sistema de labranza. Se requiere de información
adicional a partir de más ciclos de cultivos para descubrir si hay un tendencia para
que los sistemas de labranza influencien las dinámicas de las malezas.
Powell & Renner (1999), trabajando con sistemas de labranza reducida,
encontraron diferentes entre los sistemas respecto a las poblaciones de malezas. Ellos
mostraron que el control de malezas en fríjol común fue mejorado en los sistemas NT
comparado con los sistemas CT. Esto contradice los resultados presentados aquí
donde la CT funciono mejor en la reducción de las poblaciones de malezas
independiente del control de malezas usado. Con CT la tierra fue cultivada después
de limpiar la vegetación, de esta manera retrasando la primera generación de
malezas. Un razón posible para este resultado contradictorio es que las semillas de
malezas en CT fueron distribuidas a diferentes capas del suelo durante el arado, lo
que asegura la posible germinación de solo una parte de todo el potencial de semillas
en el suelo y la reinfección durante todo el periodo de crecimiento. Con NT y MT, las
semillas permanecen en las capas superiores del suelo, listas a germinar un vez que
empieza la lluvia. En este sistema, las malezas son abundantes en el inicio del ciclo
del cultivo y hay considerable reducción en las últimas etapas. Teasdake et al (1991)
mostró que la densidad de malezas se incremento después de 1 año de NT y después
de 2 años de CT en un experimento de 4 años con la aplicación de los tratamientos a
la misma parcela.
El efecto comparativamente pequeño del mulching en las malezas en este
experimento puede ser explicado por la baja biomasa de residuos. La cantidad de
mulch usado fue elegida de acuerdo con la cantidad esperada de residuos que puede
ser producida por maíz por unidad de área en una estrategia de secuencias de cultivo.
La cobertura de suelos fue aproximadamente del 50%, lo que no fue suficiente para
prevenir el establecimiento de plántulas de malezas. La reducción de la densidad de
malezas es en gran parte una función de la cobertura del suelo por los residuos. De
acuerdo a Teasdale et al (1991), no hay una reducción en la densidad de malezas
hasta que la cobertura del suelo alcance 42%, y se requiere del 97% para reducir la
densidad de malezas en un 75%.
Los herbicidas usados en los experimentos controlan efectivamente las
principales especies de malezas que compiten con el fríjol común bajo las condiciones
de Nicaragua. El fluazifop-butyl es un herbicida específico de pastos que ha sido
usado en posemergencia en varios cultivos dicotiledóneos con resultados
sobresalientes. Para ratas macho y hembra, la dosis letal de fluazi-fop para el 50% de
los animales (LD50) es 4.8 y 4.4 g kg-1, respectivamente. El otro herbicida usado, el
fomesafen, es recomendado para controlar hojas anchas en algunas leguminosas.
Tiene un amplio espectro de control y debe ser aplicado durante la etapa de la tercer
hoja trifoliada para evitar el daño al cultivo. La LD50 para el fomesafen en ratas es
de 8.7 y 7.0 g kg-1, respectivamente, para ratas macho y hembra. De este modo, los
valores LD50 de ambos herbicidas son mucho mayores que para el comúnmente
usado paraquat (120 mg kg-1). En el presente experimento, el tratamiento químico se
desempeño bien en controlar las malezas durante el 3 año de estudio en todos los tres
sistemas de labranza y particularmente en el CT.

Componentes del desarrollo


Vainas por planta, plantas por unidad de área, y el peso de cien granos
difirieron significativamente entre los sistemas de labranza y control de malezas. La
labranza mínima resulto en más vainas por planta que NT y CT y en semillas más
pesadas que CT, lo que explica el mayor desarrollo obtenido con MT. Las plantas de
fríjol por unidad de área fueron menos con NT que con MT y CT (Tabla 5). Las
semillas por vaina dependen principalmente de las características genéticas y no
difirieron entre los sistemas de labranza.

Imagen tomada de: Aleman,F. Common Bean Response to Tillage Intensity and Weed Control
Strategies. Agron. J. 93:556–563 (2001).

El fríjol con mulch en el sistema tuvieron menos vainas por planta que en el
control químico de malezas mientras que el fríjol bajo control mecánico de malezas
resulto en semillas más ligeras que aquel bajo otras estrategias de control de malezas.
El mulching resulto en menos plantas de fríjol por m-2 que el control mecánico de
malezas. El número de granos por vaina no fue afectado por las prácticas de control
de malezas (Tabla 5).

Desarrollo de semilla

El desarrollo de semilla del fríjol común no difirió entre año pero fue afectado
por el sistema de labranza y la estrategia de control de malezas. Además, se
encontraron interacciones de años x control de malezas, labranza x control de
malezas, y una interacción tres vías (año x labranza x control de malezas).
Las diferencias entre los sistemas de labranza fueron más pronunciadas
cuando se uso el control químico. El fríjol sembrado en MT tuvo un mayor desarrollo
que en NT y CT cuando se uso el control químico. Por otro lado, el control mecánico
de maleza se desempeño mejor en MT y NT que en CT (Tabla 6). El control mecánico
de malezas, en la aparición de la tercera trifoliada, fue comparable a los resultados
obtenidos con el control químico de malezas. Considerando el costo de herbicidas y
los problemas que puedan surgir como una consecuencia de su aplicación, el uso
deshierbe mecánico es preferible. Colquhoun et al (1999) evaluaron cinco
implementos de cultivo para el control de malezas en fríjol y concluyeron que el uso
de cualquiera un azadón-cizaña y/o cultivador de pala, precedido por cultivación con
punta flexible, permitió mejor control y un desarrollo del fríjol común comparable a
aquel obtenido con la aspersión de herbicidas.
Imagen tomada de: Aleman,F. Common Bean Response to Tillage Intensity and Weed Control
Strategies. Agron. J. 93:556–563 (2001).

A pesar de las diferencias en la precipitación durante el estudio de 3 años (Fig.


1), la interacción entre año y labranza no fue significante con respecto al desarrollo
del fríjol. La precipitación media de cada año fue adecuada a la producción a fríjol
común. Normalmente, la baja lluvia beneficia la producción del fríjol común,
especialmente en NT donde la humedad es retenida y las plantas de fríjol son menos
expuestas a enfermedades fungosas y bacterianas, que son comunes durante
condiciones de fuerte lluvia.
El efecto de los sistemas de labranza en el desempeño del desarrollo del fríjol
común ha variado en la literatura. Alvarez-Solia et al (1990) reporto mayores
desarrollos en parcelas NT que en CT. En contraste, Mulling et al (1980) encontraron
mayores desarrollos del fríjol común en CT que en NT en una serie de experimentos
concernientes a combinaciones de labranza con cultivo con cobertura. Además,
Sandoval-Avila et al (1994) no encontraron efecto significante de la labranza o de la
interacción labranza x año en el desarrollo del fríjol.
El desarrollo de fríjol fue reducido marcadamente cuando el mulching fue
usado como una estrategia en el control de malezas en NT y MT. La cantidad de
materia seca de maíz usada (4500 kg ha-1) probablemente no fue suficiente para
proveer una control efectivo de malezas. Con CT, las tres practicas de control de
malezas funcionaron similarmente.
El desarrollo del fríjol común fue similar con NT y MT cuando los controles
de malezas mecánico y químico fueron usados aunque las plantaciones de fríjol con
NT (promediado a través de los años y control de malezas) fueron reducidas en un
14.7 y 9.5% comparados con CT y MT, respectivamente. Fueron presentados
resultados similares por Powell y Renner (1999) quienes no encontraron diferencias
en el desarrollo del fríjol entre los sistemas de labranza aunque hubo una reducción
en la plantación de fríjol en un 10% en NT comparada con seis sistemas de labranza
que incluyendo arado, cincelada, y labranza por zonas. Vyn et al (1998) notaron un
retraso en la emergencia de soya, y una población más frágil parece estar asociada
con los tratamientos NT. Esto fue también observado en el presente experimento ya
que la plantación de fríjol común en la cosecha tuvo una reducción en el sistema NT.
En 1994 y 1995, hubo pequeñas variaciones en el desarrollo entre las
estrategias de control de malezas. En 1996 el control químico de malezas dio el
mayor desarrollo, lo que indica que este método es más eficiente que el mulching o el
control mecánico en una situación con alta presión de malezas.
El mulching parece ser una buena forma de controlar las malezas en la
producción de fríjol común cuando la presión de malezas es baja. En los presentes
experimentos, los niveles de 450 a 650 malezas m-2 redujeron el desarrollo del fríjol
común mientras que los niveles observados en 1995 (50 malezas m-2) permitieron un
buen desarrollo, especialmente cuando se uso la CT.
El fríjol es propenso a ser atacado por varios patógenos vegetales como el
hongo del tizón red (Tanathephorus cucumeris) y el tizón bacteriano común
[Xanthomonas campestres pv. Phaseoli (Smith) Dye]. Estas enfermedades han sido un
problema bajo las condiciones de Nicaragua, especialmente cuando se usa la CT. La
presencia de estas enfermedades es favorecida por la practica de monocultivos y por
excesivo cultivo del suelo para preparar las camas y control de malezas, lo que es
más probable que se presente en CT. El uso de maíz en secuencia como un cultivo
precedente para el fríjol y la reducción de las operaciones de tráfico para el control de
malezas reducen la posibilidad de la infección del fríjol por estas enfermedades. En
dos de los experimentos, se observo la presencia del tizón foliar (Entyloma petuniae
Speg. Basidiomycetes). Sin embargo, la enfermedad solo afecto las hojas más viejas y
no tuvo efecto en el desarrollo del fríjol.

Análisis Económico
El beneficio neto promedio difirió entre año, sistemas de labranza, y
estrategias de control de malezas. Se encontró una interacción dos vías entre año x
labranza y labranza x control de malezas. Además, se revelo una interacción tres vías
significante (año x labranza x control de malezas).
Los beneficios netos variaron en los 3 años de estudio siendo el menor en 1994
y el mayor en 1995. En 1994 el beneficio económico neto del mulching como una
estrategia de control de malezas fue similar al control mecánico y químico de malezas,
pero en 1996, el mulching dio el menor beneficio. En 1996, el beneficio neto del
control químico de malezas fue mayor que el control mecánico y el mulching.
El beneficio neto vario en los tres sistemas de labranza. Los beneficios netos
más pequeños fueron obtenidos en CT usando el control mecánico y químico de
malezas y en NT cuando el mulching fue usado para controlar las malezas (Tabla 7).
En general, la producción de fríjol común fue rentable con MT usando cualquiera
control mecánico o químico de malezas. Sin embargo, hay grandes fluctuaciones
entre años. Las diferencias en el ingreso neto están basadas en los precios del
mercado del fríjol común en el momento de la cosecha. En 1994 el precio de mercado
del fríjol común fue de 0.3 $ kg-1, contrastando con 1995 (1.0 $ kg -1) y 1996 (0.6 $ kg-
1).

Imagen tomada de: Aleman,F. Common Bean Response to Tillage Intensity and Weed Control
Strategies. Agron. J. 93:556–563 (2001).
La rentabilidad depende de factores que no son controlados por los
agricultores. La mayor fluctuación en el precio entre años es gobernada por los
resultados de la temporada de cultivo y la demanda de mercado. La sobresaliente
producción de cultivos frecuentemente conduce a una reducción en el precio, lo que
afecta las entradas de los agricultores. Por otro lado, los fenómenos naturales que
afecten la producción del fríjol común adversamente pueden conducir a un
incremento en el precio. Lo primero fue el caso de 1994 cuando la mayor cosecha
resulto en una reducción de los precios, haciendo el año menos rentable en el estudio.

Conclusión
El desarrollo del fríjol común fue principalmente afectado por el control de
malezas. Hubo efectos de los sistemas de labranza en el desarrollo pero estas
diferencias estaban asociadas con el control de malezas. Las malezas en los sistemas
NT fueron más abundantes que en MT y CT, pero esta abundancia no fue suficiente
para reducir el desarrollo del fríjol común. En áreas con baja presión de malezas,
puede recomendarse NT o MT. Esta práctica debe ser combinada con el uso de
ambos residuos de malezas y del cultivo precedente como mulching.
El sistema CT fue significativamente menos rentable que el MT y NT, lo que
sugiere que un sistema que reduce la labranza puede ser una ventaja económica para
el agricultor. Dos factores principales causaron un menor ingreso neto en CT:
desarrollo algo menor y cinco preparaciones del suelo (arado, rastra dos veces,
nivelado y surcado). Esto está al menos en parte de acuerdo con los resultados
presentados por otros investigadores, quienes argumentaron que una reducción en la
intensidad de la labranza no significa un incremento en el desarrollo. En vez de eso,
las ventajas de estos sistemas se encuentras en otros aspectos como disminuir costos
de producción, conservación de los recursos, y menos daño a partir de insectos plaga
y patógenos vegetales.
En situaciones donde los agricultores de Nicaragua deban restringir el uso de
paraquat, la opción del control mecánico (llevado a cabo en la aparición de la tercer
hoja trifoliada) sería suficiente para asegurar una producción rentable del fríjol
común. Las diferencias en el beneficio neto entre el control mecánico y químico de
malezas fueron muy pequeñas y lejos de ser consistentes a través de todas las
combinaciones de años y sistemas de labranza. De este modo, estos resultados
muestran que los agricultores deben ser aconsejados para adoptar una aproximación
integrada para controlar malezas con menos uso intensivo de herbicidas.

N. del T. Este artículo fue publicado de manera libre por la revista Agronomy Journal,
y no es el interés ocasionarle daño a los autores ó a esa institución. Esto es un mero
hobbie… ESTO NO ESTA REVISADO POR NADIE. Ojo con eso…

http://geocities.com/minnanonokogaku/

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