En este caso, para que la propuesta impugnatoria tuviera alguna coherencia, debía el
casacionista demostrar que los juzgadores de instancia incurrieron en error de hecho o
de derecho en la apreciación del certificado del registro civil de nacimiento expedido
por la Notaria segunda del círculo de Barranquilla (fl. 68), el oficio obrante a folio 82
mediante el cual dicha funcionaria expresa que tal documento no corresponde a esa
Notaría, y el dictamen de la odontóloga forense del Instituto nacional de medicina
legal y ciencias forenses, y que a consecuencia de la errada apreciación probatoria se
dio lugar a la falta de aplicación o la aplicación indebida de la norma que establece la
competencia y, en consecuencia, debido a esto el juzgamiento se llevó a cabo por
funcionario que carecía de ella, siendo obligación, además, indicar el momento
procesal a partir del cual la nulidad debía decretarse.
...
En razón de ello, cuando en el curso de una investigación penal, por los medios de
prueba legalmente previstos y aducidos en oportunidad, aparece plenamente
acreditada la menor edad del inculpado quien por tal motivo para todos los efectos se
considera penalmente inimputable, resulta obligatorio remitir el expediente o copias
de la actuación, según el caso, a la jurisdicción de menores, para que allí se asuma el
conocimiento del proceso por competencia, según previsiones que al efecto trae el
Código del Menor (Decreto 2737 de 1989) en sus artículos 165 y 170.
Sin embargo, este mismo estatuto establece en el artículo 28 como principio rector, de
aplicación preferente a lo contenido en otras disposiciones, que "Cuando no haya
certeza acerca de la edad de la persona que requiera la protección prevista en este
Código y se tengan razonables motivos de duda, el juez, antes de tomar las medidas
1
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Los medios de prueba, a que se refiere la disposición en comento, son los señalados
por el artículo 248 del Decreto 2700 de 1991 por entonces vigente (hoy art. 233 de la
ley 600 de 2000), según el cual se erigen como tales "la inspección, la peritación, los
documentos, el testimonio, la confesión. Los indicios se tendrán en cuenta al momento
de realizar la apreciación de las pruebas siguiendo las reglas de la sana crítica",
aclarando en el artículo 253, (hoy art. 237 del nuevo Código) que "Los elementos
constitutivos del hecho punible, la responsabilidad del imputado y la naturaleza y
cuantía de los perjuicios, podrán demostrarse con cualquier medio probatorio, a menos
que la ley exija prueba especial y respetando siempre los derechos fundamentales".
Si bien el registro civil de nacimiento constituye prueba idónea y eficaz para acreditar
la edad cronológica del imputado, por tanto la competencia del funcionario judicial
para conocer del asunto, según se prevé por los artículos 101 y siguientes del Decreto
1260 de 1970, ello no significa que para establecerla no pueda acudirse a otros medios
de convicción autorizados legalmente.
Cuando la censura se orienta por el falso juicio de existencia por suposición de prueba,
compete al casacionista demostrar mediante la indicación correspondiente del fallo
donde se aluda a dicho medio que materialmente no obra en el proceso; y si lo es por
omisión de estimar prueba que material y válidamente obra en la actuación, es su
deber concretar en qué parte del expediente se ubica ésta, qué objetivamente se
establece de ella, cuál el mérito que le corresponde siguiendo los postulados de la
sana crítica, y cómo su estimación conjunta con el arsenal probatorio que integra la
actuación, da lugar a variar las conclusiones del fallo, y, por tanto, modificar la parte
resolutiva de la sentencia objeto de impugnación extraordinaria.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
en concreto dice el medio probatorio, qué exactamente dijo el juzgador de él, cómo se
le tergiversó, cercenó o adicionó haciéndole producir efectos que objetivamente no se
establecen de él, y lo más importante, la repercusión definitiva del desacierto en la
declaración de justicia contenida en la parte resolutiva del fallo.
Debido a ello, en aras de la claridad y precisión que debe regir la fundamentación del
instrumento extraordinario de la casación, compete al actor identificar nítidamente el
tipo de desacierto en que se funda, individualizar el medio o medios de prueba sobre
los que predica el yerro, e indicar de manera objetiva cuál es su contenido, cuál el
mérito atribuido por el juzgador, la incidencia de éste en las conclusiones del fallo, y la
norma de derecho sustancial que indirectamente resultó excluida o indebidamente
aplicada y cómo, de no haber ocurrido el desacierto, el sentido del fallo habría sido
sustancialmente distinto y opuesto al impugnado, integrando de esta manera lo que se
conoce como proposición jurídica del cargo y la formulación completa de éste.
Sentencia Casación
FECHA : 14/01/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Barranquilla
PROCESADO : NIÑO MULET, DAINER RAFAEL
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 11525
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
PUBLICADA : Si
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1. La defensa protesta porque el testimonio del niño (...), erigido en prueba de cargo,
se recaudó en la fase de la causa antes de la celebración de la audiencia pública, sin
existir circunstancias especiales que autorizaran tal determinación. Por ello, asegura se
vulneró el artículo 448 del Código de Procedimiento Penal (Decreto 2700 de 1991), y
que la causa se afectó de nulidad, con entidad para socavar la estructura del
procedimiento.
Es claro que el reproche radica en que el testimonio del menor de edad fue practicado
sin el cumplimiento de los requisitos legales condicionantes de su validez; y en que,
pese a su ilegítima incorporación los Jueces de instancia lo sopesaron, y de él
obtuvieron conclusiones contra el procesado (...).
Sin embargo, como en virtud del recurso extraordinario de casación lo que se somete a
escrutinio de la Corte Suprema de Justicia es la estructura lógico jurídica del fallo, el
ataque ha debido enfilarse contra el supuesto yerro in judicando cometido por el
Tribunal Superior.
El error por falso juicio de legalidad "gira alrededor de la validez jurídica de la prueba,
o lo que es igual, de su existencia jurídica (concepto que no debe ser equiparado con el
de existencia material), y suele manifestarse de dos maneras: a) cuando el juzgador, al
apreciar una determinada prueba, le otorga validez jurídica porque considera que
cumple las exigencias formales de producción, sin llenarlas (aspecto positivo); y, b)
cuando se la niega, porque considera que no las reúne, cumpliéndolas (aspecto
negativo)." (Sentencia del 27 de febrero de 2001, radicación 15.042. M.P. Dr. Fernando
Arboleda Ripoll).
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
o formación de la prueba, sino que de ahí se debe trascender hasta conectar aquella
falencia, de causa a efecto, o de medio a fin, con la vulneración de una norma de
contenido sustancial, en atención a que el debido proceso que estatuye el artículo 29
de la Constitución Política, tiene como finalidad garantizar los derechos materiales de
las personas, y porque, en armonía con la Carta, es la violación de la ley sustancial la
que constituye causal de casación.
Del mismo modo, ha reiterado la Sala que si una prueba resulta afectada en su
legalidad, la solución prevista por el artículo 29 del Constitución Política es la nulidad
de pleno derecho de esa prueba, lo que equivale a considerarla jurídicamente
inexistente.
2. La Corte ha reiterado que incurre en error de hecho por falso juicio de existencia el
juez que omite apreciar una prueba legalmente aportada al proceso, o cuando,
contrario sensu, infiere consecuencias valorativas a partir de un medio de convicción
que no forma parte del proceso.
3. El error de hecho por falso juicio de identidad supone que el juzgador tiene en
cuenta un medio probatorio legal y oportunamente practicado; no obstante, al
sopesarlo lo distorsiona, tergiversa, recorta o adiciona en su contenido literal.
El error de hecho por falso raciocinio se presenta cuando a la prueba que existe
legalmente y es valorada en su integridad, el juzgador le asigna una fuerza de
convicción que vulnera los postulados de la sana crítica, es decir, las reglas de la
lógica, las máximas de la experiencia común y los aportes de las ciencias.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
A continuación deberá indicar la trascendencia del error, de modo que sin él el fallo
hubiera sido diferente, y concomitantemente indicar cuál era el aporte científico
correcto, o cuál el raciocinio lógico, o cuál la deducción por experiencia que debió
aplicarse para esclarecer el asunto debatido.
Sentencia Casación
FECHA : 17/01/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Antioquia
PROCESADO : MONTOYA OTALVARO, LEONARDO
DELITOS : Tentativa de homicidio, Porte de armas de
defensa
personal, Homicidio
PROCESO : 14957
PUBLICADA : Si
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
"Así mismo, si a esa empresa criminal van armados porque presumen que se les pueda
oponer resistencia o porque quieran intimidar con el uso de las armas y como
consecuencia de ello se producen lesiones u homicidios, todos serán coautores del
hurto y de la totalidad de los atentados contra la vida y la integridad personal, aun
cuando no todos hayan llevado o utilizado armas, pues participaron en el común
designio, del cual podían surgir estos resultados que, desde luego, se aceptaron como
probables desde el momento mismo en que actuaron en una empresa de la cual
aquellos se podían derivar."
Trátase aquí de la llamada "conexidad consecuencial", pues para este caso el nexo
entre el primer hecho punible y el de homicidio persiste en la medida en que la muerte
que se causa busca asegurar al delincuente que el provecho alcanzado no lo perderá, o
que su acción o la de sus partícipes permanecerá encubierta y al margen de su
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
5. De conformidad con lo que disponían los artículos 44 y 52 del Código Penal vigente
cuando se suscitaron los hechos, preceptiva favorable para el asunto frente a la actual
(arts. 51 y 52 L. 599 de 2000), la prisión siempre conlleva la interdicción de derechos y
funciones públicas, por lapso igual al de la pena principal, sin que entonces pudiera
exceder de 10 años.
Pero lo así ocurrido no significa que el Juez hubiera legislado, de su propia inventiva,
dado que el precepto sí existía y a él acudió el servidor judicial, para incluir en la
sentencia la pena accesoria de interdicción de derechos y funciones públicas que
legalmente conlleva la de prisión, sólo que marró al tasarla. Ello obliga a reconsiderar
la consecuencia jurídica de tal desacierto.
No obstante haber equivocado el a quo la duración de dicha pena, la Corte repara que
ese dislate no implica inexorablemente que se haya presentado una violación del
principio de legalidad, pues el servidor judicial no falsificó la ley para engendrar un
régimen punitivo inexistente, sino que erró al interpretarla y calcular la sanción por
debajo de la que correspondía. No resultó así quebrantado lo dispuesto por los
artículos 29 de la Constitución y 1° del decreto 100 de 1980, entonces vigente (6°,
tanto del Código Penal como del de Procedimiento Penal actuales).
El Tribunal Superior de Barranquilla advirtió el yerro del a quo, pero estimó que
corregirlo siendo la defensa apelante único, vulneraría la regla que proscribe la
reformatio in pejus, consagrada en los artículos 31 de la Carta y 17, 217 y 227 del
estatuto procesal penal entonces vigente (204 y 215 del actual), que es de imperioso
acatamiento a partir de que se haya respetado el primordial principio de la legalidad
de la pena, de cardinal raigambre constitucional, el cual en este proceso no resultó
afectado y, por tanto, no hay que acudir a la facultad oficiosa de casar el fallo, en el
punto ahora bajo análisis.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Sentencia Casación
FECHA : 17/01/2002
DECISION : Desestima, casa oficiosamente revocando pena
accesoria
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Barranquilla
PROCESADO : PALACIO ESCOBAR, JHON JAIRO
DELITOS : Hurto calificado, Homicidio agravado
PROCESO : 14527
PUBLICADA : Si
Salvamento de Voto Dr. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON
Salvamento Parcial de Voto Dr. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Así entonces, resulta claro que para definir la situación jurídica del sindicado, a más del
cumplimiento de los presupuestos formales y sustanciales normativamente
establecidos para la detención preventiva o su sustitución por la detención
domiciliaria, cuando ella resulta procedente, el funcionario queda obligado a realizar
en cada caso un pronóstico a partir de las condiciones laborales, personales, familiares
o sociales del procesado, que armonice con los fines y las funciones que la medida
restrictiva de la libertad está llamada a cumplir, de tal manera que su aplicación
responda a la idea según la cual, al tiempo que se asegura la comparecencia del
sindicado al proceso, la eventual ejecución de la pena, y se impide la continuación de
su actividad delictual, se propende por garantizar la intangibilidad de la prueba, y el
normal desarrollo de la actividad probatoria por el órgano judicial.
Es de aclarar, finalmente, que si, como se deja visto, el cumplimiento de los fines y
objetivos de la medida de aseguramiento determinan su aplicación efectiva en cada
caso concreto, es de concluirse que se integran a los presupuestos sustanciales de
procedencia, de manera que cuando éstos no aparezcan acreditados en el proceso o
fueren desvirtuados con posterioridad a la definición de la situación jurídica en la que
se impuso la medida, la solución jurídica es su revocatoria a términos del artículo 363
del estatuto procesal penal, y no la de disponer la cesación en sus efectos, toda vez
que si de la actuación se establece que la libertad del procesado no se constituye en
obstáculo para garantizar su comparecencia al proceso o la eventual ejecución de la
pena privativa de la libertad; impedir su fuga; evitar la continuación de su actividad
delictual; precaver la deformación, ocultamiento o destrucción de los medios de
prueba; o preservar la actividad probatoria, resulta obvio que en tales condiciones la
aplicación efectiva de la medida restrictiva de la libertad, carece de fundamento.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
PUBLICADA : Si
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Por ello ha sido dicho que las constancias dejadas en el acta de indagatoria, que
desconozcan el mandato legal contenido en el artículo 139 del Código de
Procedimiento Penal, o estén orientadas a restringirlo, carecen de validez, y no relevan
al defensor oficioso de cumplir el encargo encomendado, mientras no concluya el
proceso, o sea reemplazado por uno de la defensoría pública, o contractual, o surja una
circunstancia impediente que obligue a su sustitución (Cfr. Sentencias de 14 de abril y
22 de junio del 2000, Magistrado Ponente Dr. Gálvez Argote; 16 de junio del 2000
Magistrado Ponente Dr. Arboleda Ripoll; y 10 de octubre del 2000, Magistrado Ponente
Dr. Pérez Pinzón, entre otras).
Cierto es, como lo sostiene el demandante, que la asistencia profesional debe ser
garantizada, por mandato constitucional, durante todo el proceso, pero esto no
significa que si un determinado momento de la investigación o el juzgamiento ha
dejado de serlo, la actuación así cumplida se torne ineficaz. La Corte ha sostenido que
en estos casos debe determinarse si la anomalía afectó realmente las garantías del
acusado, o desconoció las bases fundamentales de la instrucción o el juzgamiento,
porque si la irregularidad es intrascendente porque, por ejemplo, fue oportunamente
corregida, y el profesional designado pudo ejercer adecuadamente la actividad
defensiva durante la fase de la investigación y el juzgamiento, como ocurrió en el
presente caso, ha de entenderse que el derecho no ha sido conculcado (Sentencias de
27 de mayo de 1999, Magistrado Ponente Dr. Calvete Rangel, y 11 de agosto de 1999,
Magistrado Ponente Dr. Arboleda Ripoll, entre otras).
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
resultado de una estrategia defensiva del abogado, y (3) que afectó el derecho de
defensa o desconoció las bases fundamentales de la instrucción o el juzgamiento.
Sentencia Casación
FECHA : 17/01/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cundinamarca
PROCESADO : GUERRERO LIZARAZO, JORGE ELIECER
DELITOS : Porte de armas de defensa personal, Homicidio
PROCESO : 13756
PUBLICADA : Si
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Admitiéndose, entonces, la alteración del proceso en la fase del juicio ésta carece de
sentido y trascendencia, porque la controversia a los medios de convicción
considerados como desfavorables para su procurado, podrían haber sido
controvertidos por cualquiera otro de los mecanismos mencionados. Por lo tanto, no
hubo afectación a ninguna de las garantías denunciadas por el actor.
Finalmente, debe recordarse por oportuna al caso en estudio, lo señalado por la Corte
en anterior oportunidad:
"No toda irregularidad que se produzca dentro del trámite procesal implica o redunda
en nulidad de la actuación, pues es de su esencia tanto la sustancialidad del acto
viciado como su capacidad para afectar las garantías de los sujetos procesales o
implicar un desconocimiento de las bases fundamentales que estructuran el debido
proceso
Concretamente con esa excepción, el art. 308 del C. de P. P. exige que quien las alegue
entre a demostrar esos requisitos, obligación que lejos de desvanecerse se hace
todavía más relevante cuando dentro del recurso extraordinario de casación se invoca,
pues para su proposición precisa el normador unos requisitos de forma más precisos y
concretos que de ningún modo se suplen con la sola mención o enunciación o
proposición de cualquier falla de la actuación, ni mucho menos habilita para que la
Corte, supeditada como se halla en esta sede por el principio de limitación, proceda a
complementar o corregir un cargo de esta índole.*
5. En torno a las diligencias efectuadas por el Fiscal Seccional 198, que el censor llama
de "reconocimiento", debe precisar la Sala que la diligencia prevista, para entonces, en
los artículos 367 y 368 del Código de Procedimiento Penal, no se practicó como se
alude en la demanda de casación, habida consideración de que lo que allí aconteció
fue un señalamiento a uno de los coautores de los delitos noticiados hecho por las
señoras (...) y (...) víctimas del atentado contra el patrimonio económico, porque una
vez se tuvo conocimiento por parte de la autoridades que el herido había sido
trasladado a un centro asistencial el fiscal a cargo de las primeras diligencias se
trasladó en compañía de la citadas damas, quienes precisaron sin dubitaciones que la
persona que se encontraba recluida y en recuperación era una de las que
incursionaron en el informal negocio para despojarlos de sus bienes, teniendo como
respuesta la reacción defensiva del funcionario público al servicio de la Gobernación
del Antioquia, quien accionó su arma de dotación haciendo blanco en la humanidad del
intruso.
14
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Ello sucedió en este evento, en el que el instructor al tener noticia que uno de los
asaltantes había sido herido y trasladado al centro asistencial, no tenía mecanismo
distinto de verificar la participación del herido en los cruentos hechos, por lo tanto, de
aceptarse la tesis del censor se llegaría al despropósito de impedir a la víctima del
hecho y a las personas que hubieren presenciado el desarrollo del ilícito, de señalar al
autor o partícipes del mismo, inmediatamente después de su ocurrencia, momento en
el cual se carece de información suficiente para satisfacer las formalidades previstas
en la disposición, pues imperioso resultaba el acto procesal, dado que se iniciaban las
diligencias, incipientes hasta ese momento, para el esclarecimiento de los hechos, por
lo cual revestía de importancia el señalamiento aludido, atendiendo la inmediatez
proveniente del factor temporal.
____________________________________
* C.S.J. M.P. Dr. TORRES FRESNEDA, Juan Manuel. Agosto 16 de 1995
Sentencia Casación
FECHA : 17/01/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : OSPINA GARCIA, MANUEL ALEJANDRO
DELITOS : Violación al Decreto 3664/86, Hurto calificado,
Homicidio agravado
PROCESO : 14283
PUBLICADA : Si
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No es por tanto permitida la fusión indiscriminada de causales, debido a que cada una
de ellas no sólo obedece en su teórica postulación a supuestos propios, sino que
metodológica y jurídicamente exigen desarrollo independiente. En otras palabras,
frente al principio de autonomía de las causales, resulta desacertado establecer
mixturas entre los diversos factores, para atacar a través de este mecanismo
extraordinario una sentencia.
15
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
En relación con esta causal ha expresado la Sala, que "la nulidad es una causal
independiente para atacar en casación la legalidad de las sentencias de segunda
instancia, por lo mismo sujeta, como las demás, a exigencias en el orden de la técnica,
que repudian cualquier intento por confundirla con un mecanismo de libre formulación,
toda vez que está revestida de particulares condiciones dada su naturaleza, debiendo
por tanto enmarcarse dentro de alguno de los referidos supuestos" (sent. casación de
febrero 8 de 2001, rad. 12.978, M. P. Carlos Augusto Gálvez Argote, entre muchas
otras).
"No se desconoce la importancia que esta prueba puede llegar a tener en el proceso
de determinación de la naturaleza de un arma en concreto, pero esto no quiere decir
que indefectiblemente deba acudirse a ella para poder establecerla, o que su
acreditación no pueda obtenerse a través de elementos distintos de convencimiento.
En este caso, las armas utilizadas en el ataque no fueron halladas, y se halló que sin
observarlas no era factible emitir conceptos sobre su naturaleza, igual incertidumbre
que quedó frente al examen de vainillas y proyectiles deformados, que a lo sumo
evidenciarían el calibre y las varias clases de armas que, probablemente, los pudieran
disparar.
Pero las personas que presenciaron los hechos afirmaron que los agresores portaban,
entre otras, "subametralladora", instrumento letal inconfundible frente a, por ejemplo,
un revólver o una pistola, valoración que llevó a instructores y juzgadores a sostener
que al menos algunas de las armas utilizadas en el crimen múltiple averiguado en este
proceso, eran de uso privativo de las fuerzas armadas, determinación que llevó a que
el asunto fuera tramitado y fallado por la denominada justicia regional, a la cual
competía, de manera que ninguna irregularidad con aptitud de socavar la capacidad
decisoria de los jueces de instancia se demuestra.
16
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Si, de otra parte, el reparo se dirige únicamente a debatir la inferencia lógica, cabe
recordar lo establecido por esta corporación (cfr. sentencia de octubre 20 de 1999, rad.
11.113, M. P. Carlos E. Mejía Escobar):
"Ahora bien, cuando el error se predica de la inferencia lógica, ello supone -como
condición lógica del cargo- aceptar la validez de la prueba del hecho indicador, ya que
si ésta es discutida sería un contrasentido plantear al tiempo algún defecto del juicio
valorativo en el marco mismo del ataque. Existe la posibilidad, no obstante, de refutar
el indicio tanto en la prueba del hecho indicador como en la inferencia lógica, solo que
en cargos distintos y de manera subsidiaria.
5. Es de recordar que desde tiempo atrás ha reiterado esta Sala, que "la retención o la
no liberación inmediata de quien hubiere sido aprehendido en circunstancias
eventualmente irregulares, es situación paralela al desarrollo procesal que no interfiere
con lo sustancial de éste... Podría generar otras consecuencias, pero no tiene el
alcance de invalidar la actuación subsiguiente, a más que para confrontarla se cuenta
con acción pública y con mecanismos procesales, a lo cuales pudo haberse acudido en
su oportunidad" (cfr. sentencia de casación de mayo 15/96, rad. 9605, con ponencia de
quien aquí cumple igual función).
Sentencia Casación
FECHA : 17/01/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Nacional
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : VALENCIA BENITEZ, JHON JAVER
DELITOS : Porte de armas de uso privativo de las F.M.,
Homicidio
agravado, Tentativa de homicidio agravado
PROCESO : 15830
PUBLICADA : Si
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17
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
4. Resta agregar que el Delegado de la Procuraduría desbordó con evidencia los límites
del concepto que le es propio en la casación, pues sin examinar el cargo presentado
por el demandante en los términos consignados en el libelo, elaboró su propia
propuesta sobre la imprevisibilidad del resultado muerte derivado de la conducta de
(...), cuestionando las conclusiones del Tribunal en dicho tópico para reclamar por esta
vía la absolución del procesado, es decir, perdió de vista, conforme al reiterado criterio
de la Sala, que "la tarea del Ministerio Público dentro del trámite de la casación, si bien
no se encuentra limitada a emitir concepto sobre las pretensiones que se formulen en
la demanda, sino que, al tenor de lo dispuesto en el artículo 228 del Código de
Procedimiento Penal, podrá sugerir a la Corte la invalidación de lo actuado cuando
advierta la existencia de violaciones ostensibles de las garantías fundamentales de los
sujetos procesales, pudiendo, por lo tanto, plantear posiciones jurídicas en ese sentido,
no le es permitido, so pretexto de su quebrantamiento complementar o enmendar el
libelo objeto del concepto, ni formular sus propios cargos, pues se estaría atribuyendo
la calidad de impugnante de la que carece y desnaturalizando la razón de ser del
traslado" (sentencia del 24 de enero de 2001, M.P. Dr. Jorge E. Córdoba Poveda).
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Sentencia Casación
FECHA : 17/01/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Neiva
PROCESADO : PASTRANA ORTIZ, GILBERTO
DELITOS : Homicidio preterintencional
PROCESO : 9823
PUBLICADA : Si
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Cuando el sujeto procesal proponga nulidad por la vía extraordinaria, siempre que
medie una demanda en forma, pues "la aceptación del contenido material del fallo,
revelada a través del silencio de la parte, sólo resulta válida si el procedimiento que lo
sustenta es legítimo, y en la circunstancia de ser la casación en nuestro medio,
fundamentalmente un juicio de validez" (entre otros, auto de 11 de febrero de 1999,
rad. 9998, M. P. Fernando E. Arboleda Ripoll; casación de 24 de febrero de 2000, rad.
10.809, M. P. Jorge Aníbal Gómez Gallego; casación de 13 de febrero de 2001, rad.
14.370, con ponencia de quien ahora cumple igual función).
19
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
2. La Sala ha sostenido, por ejemplo, que el Ministerio Público no está exento del deber
de apelar el fallo de primer grado, si aspira a tomar legitimidad en un eventual recurso
de casación, pues el interés general que representa o su reconocida condición de
imparcialidad, no trastocan la calidad de sujeto procesal, que debe actuar en igualdad
de condiciones respecto de los demás, sin privilegios que no hayan sido reconocidos
por la propia ley para fines de mayor justicia (cfr. auto de 2 de junio de 1998, rad.
14.072, M. P. Jorge Aníbal Gómez Gallego).
3. Los Fiscales Delegados ante los Jueces de la República, en tanto adquieren la calidad
de sujeto procesal con la ejecutoria de la resolución de acusación y actúan como tal en
la fase del juzgamiento, están legitimados para interponer impugnaciones ordinarias y
extraordinarias, cuando hubiere lugar.
Si la pretensión del Fiscal es plenamente satisfecha por el Juez, no cuenta con interés
para impugnar la sentencia de primer grado; en caso contrario, tendrá que apreciar las
razones expuestas por el a quo y está en el deber de alzarse contra el fallo de primer
grado si hay discrepancia sustancial, en desmedro de las facultades públicas que
constitucional y legalmente está llamada a cumplir la institución prosecutora.
De manera que si, en este caso, la Fiscalía General de la Nación, a través del delegado
correspondiente, no apeló la sentencia de primer grado, mostrando así aquiescencia
con la decisión del Juez, carecía de interés para acudir a casación contra el fallo del ad
quem, que dejó incólume el de primera instancia.
20
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
"... pues siendo que la decisión que correspondería es la del fallo para decidir sobre las
pretensiones del casacionista y para ello tiene que haberse cumplido las exigencias
sustantivas y procesales previstas por la ley como supuestos, la subsistencia del hecho
generador del vicio lo impide, ya que como sucede en casos como el presente, la falta
de interés para recurrir por parte del demandante para formular un ataque como el
que ha presentado, continúa produciendo, material y jurídicamente, los mismos
efectos negativos atribuibles desde el momento en que se recurrió el fallo del Tribunal,
no quedándole otra alternativa a la Corte que la de desestimar oficiosamente la
demanda, pues la simple inadvertencia de la causa a la hora de concederse el recurso
o de inadmitirse la demanda no hace que el vicio pierda eficacia, sino que lo que era
causa de rechazo o inadmisión se convierta en causa de desestimación, ya que todo
depende de la fase procesal en que se tome la decisión, pues el auto de admisión
erróneamente proferido, no obliga a tomar decisión alguna de fondo al estudiar los
reparos hechos a la sentencia del Tribunal y determinar el vicio o la índole de la
pretensión, dado que carece de fuerza vinculante no porque se estime ilegal, sino
porque carece de efecto, y pensar en atribuirle capacidad saneadora al auto de
admisibilidad equivaldría, como se ha dicho, a comprometer a la Corte en el nuevo
error de asumir una competencia de que carece, la cual queda limitada
exclusivamente a tomar esta decisión, dado que el objeto del fallo, como es la
demanda, no puede proferirse ante su ineptitud."
Sentencia Casación
FECHA : 17/01/2002
DECISION : Desestima la demanda
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Pareira
RECURRENTE : FISCAL DELEGADO ANTE EL, TRIBUNAL DE
PEREIRA
NO RECURRENTE : QUIRAMA JIMENEZ, JAMES
NO RECURRENTE : CASTAÑO CASTAÑO, CESAR TULIO
DELITOS : Peculado
PROCESO : 12106
PUBLICADA : Si
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DEMANDA DE CASACION-Extemporánea
Pues bien, en este caso, como quedó reseñado, una vez notificado personalmente al
Ministerio Público, el Tribunal fijó edicto del 23 al 27 de febrero, dejándose de este
modo a salvo las garantías de publicidad y contradicción de los demás sujetos
procesales, sin embargo de lo cual, los tres días de ejecutoria debían contarse pero a
partir del primero de marzo fecha de la última notificación al procesado, por
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Auto Casación
FECHA : 18/01/2002
DECISION : Decreta nulidad del auto del 2-04-01 para
inadmitir la
demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Buga
PROCESADO : SALGADO CARDONA, CAMILO
PROCESO : 18556
PUBLICADA : Si
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El Código de Procedimiento Penal que es la ley bajo la cual se rige el trámite de esta
petición de extradición, le atribuye a la Corte competencia única y exclusivamente
para rendir Concepto con los fundamentos del artículo 520, dentro de los cuales no se
encuentra incluida la existencia de otra actuación en territorio nacional.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Procedimiento Penal, cuando ordenaba que "no habrá lugar a la extradición cuando por
el mismo hecho la persona cuya entrega se solicita, haya sido o esté siendo juzgada en
Colombia". En tales casos la jurisdicción colombiana ha sido ejercida - "ha sido
juzgado" - o se está ejerciendo - "está siendo juzgada", y por ello no hay lugar a
extradición en cuanto en cualquiera de esos dos supuestos de hecho, ya se ha definido
que la República de Colombia tiene jurisdicción sobre el hecho y la autoridad judicial
que actúa en su nombre ha obrado de conformidad. En tal situación la concesión de la
extradición significaría declinar la jurisdicción nacional en favor del Estado extranjero
al que se prefiere en el juzgamiento del hecho que ya había sido juzgado en Colombia
o que lo estaba siendo. Pero el análisis de los supuestos de hecho que conduzcan a
esa conclusión le corresponde al Gobierno Nacional por mandato expreso de la
Constitución y la ley, pues esa es la autoridad encargada del ejercicio de la soberanía
exterior y de la dirección de las relaciones internacionales.
Auto Extradición
FECHA : 18/01/2002
DECISION : No repone auto que negó pruebas, ordena cumplir
orden
de exclusión a secretaría
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : GOMEZ MAYA, HUGO CARLOS
PROCESO : 16309
PUBLICADA : Si
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- La ley penal prevé los mecanismos para las hipótesis en que una persona se siente
indebidamente aprehendida, por ejemplo la petición de libertad o el argumento
centrado en el habeas corpus. Estos son los remedios inmediatos, que no utilizó en su
momento el señor Arboleda Saldarriaga.
- El Código de Procedimiento Penal regula los casos excepcionales en que ella procede
(artículos 175 del derogado y 166 del vigente). El evento que nos ocupa no se halla
dentro de esas hipótesis.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
- El lapso señalado en el artículo 556 de estatuto procesal anterior (518 del nuevo), se
encuentra regulado por la ley, es de obligatorio cumplimiento, término que no puede
ser interrumpido por una petición previa de suspensión y de devolución.
Auto Extradición
FECHA : 18/01/2002
DECISION : No repone providencia impugnada, da traslado
según
art. 556-2
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : ARBOLEDA SALDARRIAGA, MARCO ANTONIO
PROCESO : 16727
PUBLICADA : Si
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El derecho a una defensa técnica deriva del mandato superior del artículo 29 de la
Constitución Política que ordena que "Quien sea sindicado tiene derecho a la defensa y
a la asistencia de un abogado escogido por él, o de oficio, durante la investigación y el
juzgamiento", sin que pueda existir un solo instante de estas dos fases en que el sujeto
pasivo de la acción penal carezca de esa garantía, como que la expresión "durante"
comporta el tiempo que dura (continúa, subsiste, permanece, se mantiene) o
transcurre entre el comienzo y el fin de un proceso, esto es, que en el lapso
comprendido entre el inicio de la investigación y el final del juzgamiento se debe
contar con la participación del abogado.
Como bien advierte el señor Procurador Delegado, haciendo eco al actor, para
salvaguardar la garantía superior no basta con la designación o reconocimiento
nominal de un profesional del derecho, en la medida que la Sala ha sido unánime
respecto de que la total pasividad, que no puede asimilarse a una válida estrategia
defensiva, debe ser rechazada, como que la labor del abogado comporta el ejercicio de
mecanismos que permitan mejorar la situación del sindicado*.
Para dilucidar si se está ante una válida estrategia de defensa, que utiliza el silencio
como táctica, o frente a un abandono total de la función encomendada que comporta
violación al derecho fundamental, es necesario que en cada caso se analice la
actuación del abogado, ejercicio que en este asunto arroja los siguientes resultados:
...
24
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
De otra parte, fíjese la atención en que el defensor habría podido hacer algo en
beneficio de su protegido, quien desde el inicio de las averiguaciones se mostró ajeno
al suceso. Por ejemplo, insistir en un mejor interrogatorio de (...), y en la citación de
(...), quien podía ser localizada a través de aquella; téngase en cuenta que según sus
palabras, (...) se hallaba en sitio diverso al de los acontecimientos, para confirmar lo
cual mencionó a las dos damas. Sin embargo la fiscalía, lábil en preguntas frente a la
primera, no hizo comparecer a la segunda.
Reflexión semejante puede hacerse en relación con los testimonios que el sindicado
señaló en su escrito precalificatorio, los de (...) y (...), a quienes, dice, les consta que él
se encontraba en sitio diferente al de ocurrencia de los hechos.
La Corte, por supuesto, no afirma que eso debía hacer el defensor; pero observa que al
menos sí ha debido enfatizar en los argumentos esgrimidos por su defendido, sobre
todo si se tiene en cuenta que durante la audiencia el nuevo apoderado hizo hincapié
en que solo un testigo hacía incriminaciones a (...).
Cabe precisar que el argumento del Ministerio Público referente a que el actor no
individualizó el momento a partir del cual procedía la invalidación no es acertado,
como que si bien es cierto en la demanda no se citan fechas y folios, también lo es que
se pretende "el reenvío de todo lo actuado … a la Unidad Seccional de Fiscalías de
Bello" (folio 200), de donde surge que lo que se pretende es que el expediente vuelva
a la fase de instrucción.
________________________________________
* Confrontar, entre otras, las sentencias de 18 de septiembre de 1997, M. P. Fernando
Arboleda Ripoll, y de 22 de octubre de 1999, M. P. Jorge Aníbal Gómez Gallego.
Sentencia Casación
FECHA : 18/01/2002
DECISION : Si casa, decreta nulidad a partir del cierre de
investigación, concede libertad
libertad.
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : OSORIO PEREZ, NORBEY DE JESUS
DELITOS : Porte de armas de defensa personal, Homicidio
agravado
PROCESO : 14109
PUBLICADA : Si
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
En efecto, afirmar que una disposición fue erróneamente interpretada significa que se
acepta la aplicación de la misma, mas no con el sentido y trascendencia que
caprichosamente se le dio en el fallo, sino con el que en sana hermenéutica le
corresponde. De igual manera, cuando se postula que la norma fue erróneamente
interpretada, se supone que no hubo falta de aplicación o exclusión evidente de la
misma.
"El acto terrorista puede ser realizado con dolo directo o eventual, y éste se deduce del
medio utilizado, del lugar en que se ejecuta el hecho, y de la indiferencia del lugar no
obstante que es claro, ostensible y evidente, que con esa conducta se generaría una
situación de terror, zozobra y alarma colectivas" (f. 19).
3. Esta curiosa tesis de que la mera interposición del recurso de apelación bastaría
para burlar el mandato legal de la consulta, desafortunadamente ya fue prohijada por
la Corte Constitucional en sentencia de unificación de tutela (SU-1722 de 2000),
obviamente sin efectos imperativos erga omnes, de acuerdo con la previsión del
artículo 48 de la Ley 270 de 1996 (Estatutaria de la Administración de Justicia).
Sin embargo, una interpretación integral, coherente y no sesgada del texto del artículo
31 constitucional, indica que el Constituyente estableció de manera independiente y al
mismo nivel la apelación y la consulta, como medios que podían abrir la segunda
instancia en el proceso penal colombiano, el primero por obra del ejercicio libre de las
partes y el segundo por la insustituible voluntad de la ley. Por ello, el inciso primero
del citado canon dice sentenciosamente: "Toda sentencia judicial podrá ser apelada o
consultada, salvo las excepciones que consagre la ley" (se subraya).
Por otra parte, no es cierto que el artículo 217 sea claro en cuanto que no puede
agravarse la situación del condenado en sede de consulta, porque, en primer lugar, el
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
precepto encabeza con una facultad ilimitada del superior para decidir la consulta ("sin
limitación") y, en segundo lugar, la prohibición de agravación de la sentencia
condenatoria se condiciona a que la decisión "la hubieren recurrido", es decir, a que se
haya interpuesto un recurso que no puede confundirse con la consulta que es ajena a
la voluntad de las partes.
...
Se afirma entonces que en la dinámica del proceso penal colombiano, tanto el Estado
como la sociedad y los particulares tienen los representantes que defiendan sus
respectivos intereses y que, si ellos guardan silencio y sólo recurre el acusado u otro
sujeto a su favor exclusivamente, no habría razón para que la segunda instancia le
restara alcances a la prohibición de reformatio in pejus y, por el pretexto de la
consulta, agravara la situación del condenado como único apelante. Sin embargo, lo
dicho se perfila más como argumento de lege ferenda y de la más pura estirpe
acusatoria, para propugnar por la abolición del instituto de la consulta que no sólo es
extraño a la mencionada estructura asépticamente considerada, sino que tiene un
tinte francamente inquisitivo. Debería buscarse una interpretación sistemática de la
institución a la luz de la Carta Fundamental, porque definitivamente ésta la consagra y
la ley procesal penal la desarrolla en consecuencia (Const. Pol., artículo 31, inciso 1° y
C. de P. P. de 1991, arts. 206 y 217).
Sentencia Casación
FECHA : 18/01/2002
DECISION : Cesa procedimiento por un delito, no casa,
reajusta pena
PROCEDENCIA : Tribunal Nacional
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : MENDOZA MARIN, ARTURO DE JESUS
DELITOS : Rebelión, Terrorismo
PROCESO : 13053
PUBLICADA : Si
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
"La sentencia anticipada y la audiencia especial son ritos alternativos especiales, que
significan un abandono del procedimiento ordinario, en pro de loables fines de
economía procesal, descongestión del aparato de la justicia y agilización del respectivo
proceso. De modo que, como lo proclamó Carrara, sería un enorme engaño a la
sociedad que el legislador se ocupara de regular todo un procedimiento especial, si, a
la vez, no se prevé una consecuencia para su desconocimiento injustificado, pues, en
tal caso, la eficacia del rito no depende del cumplimiento de esas imperativas reglas
sino del gusto de los funcionarios judiciales. Así entonces, satisfechos por el
peticionario los requisitos de admisibilidad y procedibilidad de la sentencia anticipada
o de la audiencia especial, el debido proceso constitucionalmente prescrito ya no será
el ordinario sino el que disponen los artículos 37 y 37A del Código de Procedimiento
Penal, máxime que la regulación de la primera figura fue hallada conforme con dicha
garantía fundamental por la Corte Constitucional, según se decidió en la sentencia de
constitucionalidad C-425 del 12 de septiembre de 1996, cuya ponencia presentó el
magistrado Carlos Gaviria Díaz.
"De acuerdo con el artículo 29 de la Constitución Política, toda persona tiene derecho a
un debido proceso público y "sin dilaciones injustificadas", con más veras si el
interesado lo propicia con su propia voluntad y actividad (sentencia anticipada), razón
por la cual, aunque se adelante una actuación plena en etapas y formalidades, una vez
cumplidos los presupuestos del rito especial, negarlo y continuar el procedimiento
ordinario comporta una "dilación injustificada". Se palpa en nuestro medio una especie
de superstición judicial consistente en que a mayor dilación en el procedimiento mayor
oportunidad de defensa, pero ocurre que el proceso de sentencia anticipada, si
proviene de una voluntad clara del procesado (y ello hace parte del control de los
funcionarios judiciales), es la mejor opción de defensa libremente escogida por él (no
impuesta por el funcionario), máxime que tal actitud, si se concreta, le representa una
significativa rebaja de pena.
"Lo que en frase tradicional se conoce como "pronta y cumplida justicia", o proceso
rápido, según la dogmática procesal, es un derecho fundamental que realizado protege
no sólo a la sociedad sino también a la persona que está sub judice. Este valor de la
celeridad, lo mismo que los de la participación democrática, defensa auténtica e
igualdad de oportunidades, que hacen parte del debido proceso penal en línea
constitucional, se ven afectados cuando se niega injustificadamente la opción de
sentencia anticipada y, en consecuencia, la decisión que así lo haga estará afectada de
nulidad. (Const. Pol. art. 29; Ley 74 de 1968, art. 14; y Ley 16 de 1972, art. 8°)"
2. Sin embargo, con posterioridad determinó igualmente la Sala* que entre las
instituciones de la sentencia anticipada y la audiencia especial hay ostensibles
diferencias que inciden frente a la eventual nulidad que puede acarrear la omisión de
su trámite.
Tal era la razón por la cual en la terminación anticipada del proceso por el trámite de la
audiencia especial, se convocaba previamente a debatir los puntos que proponían el
procesado (ó su defensor), o el fiscal, y con relación a los cuales se consideraba que
existía duda probatoria. Así, una vez presentados los cargos por el ente acusador, se
entraba a debatir tales aspectos, de manera que si se llegaba a un acuerdo, el cual
debía constar en un acta, el proceso se remitía al juez del conocimiento, quien
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
De otro lado, el estudio que por ministerio de la ley debe efectuar el Fiscal al verificar
la procedencia de la petición, o el Juez al ejercitar el control de legalidad al acuerdo
derivado de la audiencia especial, pronunciándose sobre la existencia o no de la duda
probatoria, no significa un pre-juzgamiento, pues simplemente se está haciendo uso de
la potestad para declarar sobre aspectos de procedibilidad contemplados en la norma.
4. A la luz de los principios que rigen las nulidades, no siempre la ausencia de una
formalidad en la ejecución de un acto procesal implica su invalidez pues el mismo
puede ser convalidado por las partes, caso en el cual se torna idóneo para dar paso a
las subsiguientes etapas del proceso.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
haciendo caso omiso de ella, habrá de entenderse que dispone del derecho que le fue
socavado, renunciando a su eventual ejercicio, y que el vicio, por tanto, ha sido
convalidado" (Sentencia de casación del 27-04-00. Radicado 12.029., M.P. Fernando
Arboleda Ripoll)
A dicha solución arribó la Sala en el citado fallo del 16 de abril de 1998, que frente al
punto dijo:
_______________________________
* Ver casación de febrero 15 de 2000, Magistrado Ponente: Jorge E. Córdoba Poveda
Sentencia casación
FECHA : 21/01/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : TIQUE VANEGAS, MILLER
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 11142
PUBLICADA : Si
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Ahora bien, de acuerdo con el artículo 221 del ordenamiento procesal penal, a
propósito de señalar la titularidad de la acción de revisión, prevé que puede ser
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
promovida por: "…por cualquiera de los sujetos procesales que tengan interés
jurídico.." entendida esta referencia a quienes llegaron a constituirse en parte dentro
de la actuación que se pretende revisar.
Acción de Revisión
FECHA : 22/01/2002
DECISION : Niega reconocimiento de personería de la parte
civil
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
CONDENADO : PRECIADO ARBELAEZ, ALEJANDRO ALBERTO
PARTE CIVIL : CONTA, DANILO
DELITOS : Fraude procesal
PROCESO : 17877
PUBLICADA : Si
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1. Frente a demandas como la presente cabe recordar que, con insistencia, la Corte ha
precisado, en torno de la causal aducida, que "la posibilidad de invocar nulidades en
casación no puede confundirse con el ejercicio libre que termine confundiendo la
naturaleza rogada de este recurso con una obligada y oficiosa revisión del proceso,
pues no se trata simplemente de que, a través de un postulado simplemente formal, el
demandante se crea relevado de cumplir con la obligación ineludible de demostrar
cómo la presunta irregularidad denunciada menoscabó las bases fundamentales de la
investigación o el juzgamiento, o lesionó garantías fundamentales de los sujetos
procesales…" (marzo 16 de 2000, rad. 12.129, M. P. Carlos Augusto Gálvez Argote).
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Sentencia Casación
FECHA : 24/01/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bucaramanga
PROCESADO : GUEVARA NIÑO, RUFINO
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 14138
PUBLICADA : Si
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De conformidad con lo dispuesto por el artículo 517 del Código de Procedimiento Penal,
le corresponde a la Corte rendir concepto, en este caso sobre la viabilidad del
otorgamiento de la extradición de (...), solicitada por el Gobierno de España, teniendo
como fundamento las siguientes condiciones establecidas en el artículo 520, ibidem:
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
3. No hay duda que el requisito del artículo 8° del Convenio de Extradición de 1892,
relacionado con el "mandamiento de prisión o auto de proceder", también se cumple,
en la medida que esa determinación aparece materializada en los autos de 29 de
febrero de 2000 del Juzgado de Instrucción No. 9 de Madrid, que declaró procesado al
solicitado en extradición y ordenó su indagatoria, y junio 14 de 2000, que le impuso
medida de prisión; conforme lo ha considerado la Corte (concepto de extradición de
octubre 3 de 2000, rad. 16.586, M. P. Carlos Augusto Gálvez Argote):
Concepto Extradición
FECHA : 24/01/2002
DECISION : Conceptúa favorablemente la extradición
PAIS REQUIRENTE : España
REQUERIDO : SEVILLA LOPEZ, CESAR
DELITOS : Lavado de activos
PROCESO : 18715
PUBLICADA : Si
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Por ello, lo que dicha disposición pretende, es darle libertad al Gobierno para escoger
el momento en que, una vez concedida la extradición, haga entrega al país solicitante
de la persona objeto de la misma, pudiendo hacerlo aún sin importar que tenga en
Colombia cuentas pendientes con la justicia o, como se dijo, diferir ese acto "hasta
cuando se le juzgue y cumpla la pena o hasta que por cesación de procedimiento,
preclusión de la instrucción o sentencia absolutoria haya terminado el proceso",
decisión que, como la norma lo expresa, se toma en la resolución que concede la
extradición.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Sobre este tema, al pronunciarse la Corte Constitucional en relación con el artículo 560
del Decreto 2.700 de 1.991, el cual fue reproducido casi en su integridad en la Ley 600
de 2.000, cuya constitucionalidad no ha sido cuestionada, precisó que, "mediante la
norma atacada se confiere una facultad al Ministerio de Justicia, no ya en punto de
conceder o negar la extradición solicitada -lo que se regula, a falta de tratados
internacionales, por otras disposiciones de la ley- sino en lo concerniente al momento
de la entrega del extraditado, y sobre la base de que el mecanismo de Derecho
Internacional ya se ha puesto en operación, siempre que, en su criterio, deba dilatarse
dicho pronunciamiento a la espera de actuaciones judiciales que hayan de tener lugar
en Colombia" (C-622 del 25 de agosto de 1.999).
Auto Extradición
FECHA : 24/01/2002
DECISION : Niega las pruebas solicitadas
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : JAMIOY QUISTAL, HENRRI
PROCESO : 18701
PUBLICADA : Si
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
En el mismo contexto, si lo primero que hizo el fiscal al abrir instrucción fue ordenar la
inmediata captura del imputado para enterarlo de los cargos en su contra y para que
ejerciera su derecho de defensa, la queja de que fue tardía su vinculación se presenta
cuando menos lábil, como que no sólo fue el primer acto que se dispuso sino que la
aprehensión se realizó a los pocos días y la diligencia con que se inició la fase de
investigación formal fue precisamente la de descargos.
...
"…se debe tener en cuenta que en su construcción concurren dos aspectos distintos. El
hecho indicador cuya existencia se revela a través de una prueba y la inferencia lógica
que es la operación mediante la cual se deduce la existencia de un hecho. En
consideración a la naturaleza propia de cada uno de ellos, se han señalado cuáles son
los motivos por los cuales se les puede censurar, lo que ya de por sí excluye la
posibilidad de postular reproches de manera simultánea y entremezclada en contra del
hecho indicador y la inferencia lógica, como ocurrió en el caso en examen".
"En efecto, por virtud de que el hecho indicador se manifiesta a través de una prueba,
no surge mayor inconveniente cuando se trate de elegir la vía del ataque, pues admite
todas las censuras provenientes de errores de hecho o la de derecho por falso juicio de
legalidad".
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
"Ahora bien, precisado como queda que el hecho indicador fue legal, regular y
oportunamente demostrado en la actuación y que, por consecuencia, está revestido de
plena validez, es posible, ahí si, entrar a cuestionar el desarrollo de la inferencia lógica,
esto es, la indebida aplicación u omisión total de las reglas de la sana crítica. En este
punto se ha dejado por sentado que como nuestra legislación no contiene pautas
mediante las cuales se pueda determinar la correcta aplicación de las reglas de la
experiencia, la lógica y los postulados de la ciencia o técnica aplicables en el análisis
de determinadas pruebas y, ante la inexistencia de tarifa probatoria en la valoración de
los medios de convicción, es viable censurar el desconocimiento a las reglas de la sana
crítica por la vía del error de hecho por falso juicio de identidad, por entrañar el mismo
tergiversación o suposición del fundamento lógico de la inferencia o la deducción, la
cual surge de los hechos y no de las normas" .
La Sala hace hincapié en que, tratándose de la prueba de indicios, por mandato legal
su apreciación (artículos 303 y 287 de los Códigos Procesales derogado y vigente, en
su orden), debe ser realizada "en conjunto teniendo en cuenta su gravedad,
concordancia y convergencia, y su relación con los medios de prueba que obren en la
actuación procesal". En el evento que se estudia, el Tribunal no se limitó a la
construcción del indicio del móvil, sino que dedujo los de "mentiras y malas
justificaciones", "comportamiento sospechoso" y "rumor público", pruebas que no
merecieron reproche alguno y que por sí mismas sustentarían la sentencia
condenatoria.
Sentencia Casación
FECHA : 24/01/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : GIL PEREZ, HERIBERTO DE JESUS
DELITOS : Homicidio agravado
PROCESO : 14180
PUBLICADA : Si
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
implicaciones en el desarrollo del proceso y las funciones que allí está llamada a
cumplir. Dichos requerimientos son cuatro: (1) Narración de los hechos investigados e
indicación de las circunstancias que los especifican (imputación fáctica); (2)
Señalamiento y evaluación de las pruebas allegadas al proceso (análisis probatorio);
(3) calificación típica de la conducta (imputación jurídica); y (4) Respuesta a las
alegaciones de las partes.
Trascendencia del vicio: Una razón adicional para desestimar la censura, lo constituye
el hecho de que la casacionista no demuestra la trascendencia del vicio denunciado,
labor que implicaba acreditar que la falta de motivación impidió a la defensa conocer
el verdadero alcance de la acusación, y que esta situación se reflejó en su ejercicio
durante la fase del juicio (período probatorio y audiencia), haciéndose evidente en la
sentencia, donde se la sorprende con argumentaciones distintas de que
equivocadamente consideró constituían los fundamentos fácticos, probatorios o
jurídicos de la misma, lo cual en manera alguna cumple la impugnante.
Sentencia Casación
FECHA : 24/01/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : ESCARRAGA MEDINA, MYRIAM LUZ
PROCESADO : OJEDA GARCIA, JAVIER
PROCESADO : FUENTES DAZA, ROBERTO LUIS Ó
DELITOS : Uso de documento público falso, Hurto calificado
y
agravado, Falsedad en documento público,
Falsedad en
documento privado, Concierto para delinquir
PROCESO : 15881
PUBLICADA : Si
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
1. Uno de los requisitos que según el estatuto procesal debe cumplir la demanda de
casación se refiere a la adecuada selección de la causal, lo cual supone no sólo su
enunciación genérica sino también la expresión de la especie que permite concretar el
cargo de manera nítida. Así, por ejemplo, no bastará aducir la primera parte de la
causal primera -violación directa- sino que será indispensable igualmente indicar con
claridad si el error se produjo por falta de aplicación (exclusión evidente o infracción
directa), por aplicación indebida (falso juicio de selección) o por interpretación errónea
(sobre la existencia material, sobre la validez o sobre el sentido o alcance) de la ley
sustancial.
Sentencia Casación
FECHA : 24/01/2002
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
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La conciliación en materia penal solo opera frente a hechos punibles que admiten
desistimiento, o reparación integral como presupuesto para obtener la terminación del
proceso por extinción de la acción penal, no frente a cualquier delito, ni frente a
pretensiones exclusivamente civiles, como equivocadamente pareciera entenderlo el
censor.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Sentencia Casación
FECHA : 29/01/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Antioquia
PROCESADO : BEDOYA TEJADA, LUIS CARLOS
DELITOS : Homicidio culposo agravado
PROCESO : 16504
PUBLICADA : Si
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1. El numeral 2º del artículo 365 del estatuto procesal penal contempla la posibilidad
de liberar provisionalmente al procesado, cuando "en cualquier estado del proceso
hubiere sufrido…en detención preventiva un tiempo igual al que mereciere como pena
privativa de la libertad por la conducta punible que se le imputa, habida consideración
de la calificación que debería dársele".
La ley procesal considera, para ese efecto, que ha cumplido la pena todo aquél que
lleve en detención preventiva el tiempo necesario para obtener libertad condicional,
siempre que se reúnan los requisitos para otorgarla.
- Que la pena privativa de la libertad impuesta al procesado sea mayor de tres (3)
años;
- Que el condenado haya cumplido las tres quintas (3/5) partes de la condena;
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
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1. Si bien la causal tercera de casación, vale decir cuando la sentencia se haya dictado
en un juicio viciado de nulidad, aparentemente no exige en su redacción formas
específicas de discernir en cuanto su proposición y desarrollo, la demanda no es un
escrito de libre confección, pues, igual que en las otras causales, debe ajustarse a
ciertos parámetros lógicos, de modo que se entiendan con claridad y precisión los
motivos de la nulidad, las irregularidades sustanciales alegadas, la manera como se
quebranta la estructura del proceso o se afectan las garantías de los sujetos
procesales, y la transcendencia de tales defectos en el fallo.
"Ahora bien, en lo que dice relación con la trascendencia del vicio denunciado, ésta no
deriva de la prueba en sí misma considerada, sino de la confrontación lógica de las que
sí fueron tenidas en cuenta por el sentenciador como soporte del fallo, para a partir de
su contraste evidenciar que las extrañadas, de haberse practicado, derrumbarían la
decisión, erigiéndose entonces como único remedio procesal la invalidación de la
actuación censurada a fin de que esos elementos que se echan de menos puedan ser
tenidos en cuenta en el proceso." (Auto del 12 de marzo de 2001, radicación 16.463,
M.P. Dr. Jorge Aníbal Gómez Gallego)
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Sentencia Casación
FECHA : 31/01/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Antioquia
PROCESADO : BUITRAGO HERNANDEZ, MARLENY
DELITOS : Violación a la Ley 30/86
PROCESO : 14477
PUBLICADA : Si
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Desde la sentencia del 1° de diciembre de 1987, cuya ponencia estuvo a cargo del
magistrado Rodolfo Mantilla Jácome, la Corte había dicho que involucrar la captura
dentro del concepto de flagrancia era confundir la causa con el efecto, "ya que cuando
el hecho se realiza en flagrancia es posible la captura de facto del partícipe por
cualquier persona sin que sea preciso orden de autoridad competente con el lleno de
los requisitos legales, de donde se desprende que no es lógico atar la captura que es
una consecuencia de la flagrancia a la flagrancia misma".
"Otros pretenden que sólo existe flagrancia cuando la conducta del delincuente se
ubica dentro de un comportamiento sinuoso, escondido, que al ser visto o descubierto
genera para él un estado de sorpresa; apoyan su tesis quienes esto sostienen, en la
misma expresión legal que habla de que la persona es sorprendida en el momento de
cometer el hecho punible, o es sorprendida con objetos, instrumentos o huellas del
mismo.
"De este criterio se disiente por cuanto subjetiviza la noción de flagrancia haciéndola
depender más del ánimo y de la particular forma de actuar del autor del hecho, que de
la realidad objetiva y además porque restringe innecesariamente la aplicación procesal
del fenómeno. Así, si nos atuviésemos a tal criterio, el homicidio cometido en un
establecimiento público y ante la mirada atónita de varias personas, no sería este un
hecho punible cometido en flagrancia, porque el autor no pretendía ocultar el hecho y
su actuación desembozada impide el surgimiento de la idea de ser sorprendido. Pero
además, la prueba incontrastable de que éste es como sostenemos nosotros un
ejemplo clásico de flagrancia, radica en la hipótesis de que si cualquiera de los allí
presentes capturare al autor y lo condujere ante la autoridad competente, tal
comportamiento según la tesis que niega la flagrancia del hecho sería ilegal, pues para
lograrla se requeriría de orden judicial conforme a los requisitos legales, lo cual sería
totalmente ilógico en el caso planteado".
La sistemática del Procedimiento Penal que regía para el momento del proferimiento
del fallo impugnado, permitía la distinción entre la flagrancia como evidencia procesal
y la captura en flagrancia como su consecuencia, según lo disponían los artículos 299,
370 y 371 del decreto 2700 de 1991. Por ello, si el autor material del ilícito era
sorprendido en flagrancia, así no fuera capturado en tal situación, aunque
posteriormente confesare su participación en el delito, no podía beneficiarse con la
rebaja de pena.
El nuevo Código de Procedimiento Penal -Ley 600 de 2000- introdujo una reforma
sustancial al precepto que tipifica la flagrancia, pues al definirla en el artículo 345
determina que la misma se da cuando:
"Con el concepto de flagrancia, se busca zanjar la discusión existente entre las Cortes,
sobre si la esencia de la figura está en la aprehensión o en el sorprendimiento.
Acogemos la postura de la Corte Constitucional consignada en la Sentencia C-024 del
27 de enero de 1994, magistrado ponente Dr. ALEJANDRO MARTINEZ CABALLERO quien
dispuso:
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"La inmediatez en torno de la figura hace colegir que de no darse la aprehensión física
del sorprendido la flagrancia no tiene los efectos jurídicos constitucional y legalmente
consagrados, puesto que para la captura se tendría que recurrir a la intervención
estrictamente judicial, de quien emanaría la orden de restringir la libertad.
"A esa conclusión llega la decisión mayoritaria de la Corte Suprema de Justicia en fallo
del 9 de septiembre de 1993, magistrado ponente Dr. JUAN MANUEL TORRES
FRESNEDA al advertir.
"Se considera así, que el término flagrancia en materia penal, con respaldo
constitucional, lleva intrínseca la captura, de tal forma que resultaría redundante
hablar de captura en flagrancia como hasta ahora lo traía el Código Procesal y en ese
orden de ideas se omite su enunciación en el articulado(artículo 341)".
Entonces, a los dos requisitos que han sido establecidos por la jurisprudencia, "uno de
carácter objetivo-temporal que es la actualidad, esto es, que una o varias personas,
entre las que puede estar la víctima, se encuentren presentes en el momento de la
comisión del reato o instantes después y se percaten de él; y otro de naturaleza
personal que consiste en la identificación o, por lo menos, la individualización del autor
o partícipe" (Casación del 19 de agosto de 1997 M. P. Dr. Córdoba Poveda), se suma
ahora la aprehensión en el acto de realización del mismo o en los momentos
subsiguientes "por persecución o voces de auxilio de quien presencie el hecho".
Pero esta variación no tiene para el caso que ocupa la atención de la Sala efectos
sustanciales frente a la norma que consagra la confesión, pues la condición de que la
misma sea el "fundamento de la sentencia" que jurisprudencialmente se reconoció en
vigencia del anterior código, fue incluida ahora de manera explícita en la nueva
normatividad que al regular en el artículo 283 la reducción de pena por confesión,
preceptúa:
"A quien fuera de los casos de flagrancia, durante su primera versión ante el
funcionario judicial que conoce de la actuación procesal confesare su autoría o
participación en la conducta punible que se investiga, en caso de condena, se le
reducirá la pena en una sexta (1/6) parte, si dicha confesión fuere el fundamento de la
sentencia" (subrayado fuera de texto).
2. De otro lado, ha precisado la Sala que para que proceda la rebaja por confesión,
ésta debe ser simple o eventualmente calificada por razones diversas a aquellas que
excluyen responsabilidad. Así, en el fallo de casación de mayo 25 de 2000, con
ponencia del Magistrado Alvaro Orlando Pérez Pinzón, al fijar el alcance de la expresión
"confesare el hecho" contenida en el artículo 299 del anterior Código de Procedimiento
Penal, se dijo que:
"El artículo 299 del C. de. P. P. establece la reducción de pena para cuando el imputado
"…confesare el hecho…". En derecho penal, la palabra hecho tiene una connotación
muy precisa, pues significa "hecho punible" y hecho punible es comportamiento típico,
antijurídico y culpable, con independencia de la Escuela, tesis o teoría que se quiera
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
adoptar, toda vez que en todas ellas las categorías o elementos mencionados
conforman la estructura dogmática del delito, auncuando no todas coinciden en el
contenido de cada uno de tales aspectos. Así el asunto, la confesión implica que la
persona admita que ha realizado la conducta definida en la ley como delictiva, que ha
causado daño y que lo ha hecho con dolo, culpa o preterintención. En sentido
contrario, por razones apenas lógicas, si una persona imputada formula en su favor el
aspecto negativo de las características del hecho punible, es decir, aduce en su favor
atipicidad, concurrencia de justificantes o de exculpantes, sencillamente no confiesa el
hecho porque en las tres hipótesis acabadas de relacionar, el hecho punible no existe.
Tales razonamientos se mantienen vigentes frente a la preceptiva del artículo 283 del
nuevo Código de Procedimiento Penal.
En el caso juzgado, a fuerza de que la confesión rendida por el procesado (...) fue
calificada por la circunstancia eximente de responsabilidad de la legítima defensa, la
misma no constituyó el fundamento de la declaración de responsabilidad.
Sea lo primero advertir que no comparte la Sala la opinión del Procurador Delegado en
cuanto considera que la causal segunda sólo procede cuando hay incoherencia entre el
delito imputado en el pliego de cargos y el que fundamentó la sentencia, piezas
procesales sobre las cuales se exige identidad exclusivamente en cuanto al título y al
capítulo en el que se encuentra la abstracta descripción del comportamiento, ya que
aunque éste es un caso de inconsonancia, no es el único, pues como lo ha sostenido la
Sala "Esta concreción fáctico - jurídica (se refiere a la resolución de acusación)
determina los límites del juzgamiento y por tanto de la sentencia, sea o no anticipada,
no pudiendo el juez, sin sacrificar la consonancia del fallo e incurrir en irregularidad
susceptible de ser atacada al amparo de la causal segunda de casación, incluir nuevas
conductas delictivas o adicionar circunstancias específicas de agravación punitiva, o
genéricas no objetivas, ni desconocer las de atenuación deducidas, ni modificar
desfavorablemente el grado o formas de participación y de culpabilidad, como cuando
se condena por un delito consumado a quien ha sido acusado por uno tentado, o como
autor a quien lo fue en calidad de cómplice, o por un delito doloso a quien se le imputó
uno preterintencional o culposo" (Casación 9485, 29 de mayo de 1997, M.P. Fernando
Arboleda Ripoll).
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Sería del caso entrar a la consiguiente tasación punitiva atendiendo los parámetros
señalados en la norma arriba citada, si no observara la Sala que por razón de este
pronunciamiento sobreviene la declaración de prescripción de la acción penal.
De allí que la pena máxima imponible para un homicidio atenuado por grave e injusta
provocación, será de doce años y medio de prisión, pues tanto en la normatividad
vigente para la época de los hechos como en la actual (artículos 60 del decreto 100 de
1980 y 57 de la ley 600 de 2001), la pena máxima a imponer no podrá exceder la
mitad del máximo de la señalada en la respectiva disposición.
Sentencia Casación
FECHA : 31/01/2002
DECISION : Casa parcialmente sobre atenuante, declara
prescrita la
acción, ordena libertad
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Barranquilla
PROCESADO : TORRES PADILLA, CLAUDIO MANUEL
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 11199
PUBLICADA : Si
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
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1. Sin señalar por qué la actuación debe anularse y menos aún desde que momento
procesal, desconoce el principio de autonomía, entremezclando la causal primera con
la tercera, al confundir la ilegalidad de la prueba con la ilegalidad del proceso, cuando
sostiene que el juzgador no debió apreciar la mencionada versión libre, pues en su
opinión fue obtenida con violación de la preceptiva correspondiente.
Una censura de esa naturaleza se ha debido formular por la causal primera, por error
de derecho por falso juicio de legalidad, en la medida que no demuestra ni aparece
que la argüida irregularidad sea condición de validez de la posterior actuación.
Como bien recordó el Procurador Delegado, la jurisprudencia tiene definido que cuando
el medio de convicción es acopiado con desconocimiento de los requisitos que
condicionan su validez y sin embargo se aprecia, en falso juicio de legalidad, surge un
vicio in iudicando, que se remedia sustrayendo de consideración tal medio y
examinando la decisión con apoyo en el restante caudal probatorio, pudiendo,
eventualmente, concluirse que era de cardinal importancia y en él se había
fundamentado la condena, lo cual no deja soporte demostrativo conducente a la
certeza e, hipotéticamente, habría que absolver.
En todo caso, lo único ineficaz será ese elemento de prueba, del cual no dependen los
restantes aducidos legalmente, ni los demás actos procesales, en cuanto hayan sido
válidamente realizados.
2. Tiene sentado la jurisprudencia de la Sala que, al igual que frente a las demás
causales, la proposición de las nulidades está también sujeta a insoslayables
requisitos, en la medida que si se trata de un medio para preservar la estructura del
proceso y las garantías de los sujetos procesales, quien aduzca nulidad debe acatar los
principios generales que rigen este medio extraordinario de impugnación y ha de
sustentarla en debida forma, indicando el motivo, la irregularidad sustancial que alega,
la manera como socava la estructura del proceso (error de estructura) o afecta los
derechos fundamentales de los sujetos procesales (error de garantía) y la actuación
que en virtud del yerro queda viciada.
Sentencia Casación
FECHA : 31/01/2002
DECISION : Declara la prescripción de un delito, cesa procd.,
reduce
pena, no casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : MONROY RAMIREZ, LEZTER OSWALDO
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
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"ART. 299. Reducción de la pena en caso de confesión. A quien, fuera de los casos de
flagrancia, durante su primera versión ante el funcionario judicial que conoce de la
actuación procesal confesare el hecho, en caso de condena, se le reducirá la pena en
una sexta (1/6) parte".
El yerro radica en sostener que "el juez debe primero individualizar la pena de
conformidad con los factores sustanciales que en ella inciden y a la sanción así
establecida, ha de restar las rebajas que la ley procesal concede al acusado por su
comportamiento dentro de la actuación penal, refiriendo en todo caso los descuentos a
la pena individualizada y no al remanente de ella después de cada rebaja, pues
entonces la proporción establecida en la ley se reduciría a medida que se vayan
aplicando las rebajas, forma como se violaría la prescripción legal de ser los beneficios
adicionales y acumulativos" (Se destaca), pues contrario a dicho entendimiento
fundado en la sola literalidad de la norma, desde una perspectiva teleológica sin
dificultad se advierte que tiene por finalidad, de una parte, establecer la autonomía de
los beneficios y, de otra, la compatibilidad de las rebajas correspondientes en caso de
sentencia anticipada y confesión, siendo esta la razón por la que se enfatiza que la
rebaja prevista por concepto de sentencia anticipada "es adicional" a los demás
beneficios que tenga derecho el procesado, sin que implique autorización para la suma
aritmética de éstos, debido precisamente al carácter progresivo que la determinación
de la pena ostenta en nuestro sistema.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
"Obsérvese que la norma, al negar el carácter concursal de estas rebajas entre sí (arts.
37 y 37 A), utiliza la misma expresión (en ningún caso se acumularán, dice el
precepto), no quedando duda del alcance que se le quiso dar a la expresión, en el
sentido de compatibilidad o concurrencia.
Aun cuando lo correcto habría sido que el Tribunal primero individualizara la pena y
sobre ella aplicar la rebaja correspondiente a la confesión, y posteriormente sobre
dicho monto hacer la disminución de la tercera parte por concepto de la sentencia
anticipada, de todas maneras el resultado finalmente obtenido no sería distinto del que
viene de observarse. En efecto; la sexta parte de 66 meses son 11 meses, que
deducidos de 66 por concepto de la confesión da un monto parcial de 55 meses. Si
este guarismo se reduce en la tercera parte (18 meses 10 días) por sentencia
anticipada, da un total de 36 meses y 20 días de prisión.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Sentencia Casación
FECHA : 31/01/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : CASTAÑEDA MENDEZ, WILSON
PROCESADO : CORTES CARRILLO, MARCO FIDEL
DELITOS : Hurto calificado y agravado
PROCESO : 11180
PUBLICADA : Si
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Adicionalmente, resulta apenas obvio que la ausencia del procesado durante toda la
instrucción y el juzgamiento, con total incomunicación con el defensor que
oficiosamente le ha sido designado, reduzca sensiblemente las posibilidades de éste
para intervenir activamente en el recaudo probatorio o para diseñar una eficaz táctica
en el ejercicio de la tarea encomendada, limitaciones objetivas que con mayor veras le
imponía al demandante puntualizar con absoluta precisión qué gestión le era dable
realizar al abogado en las condiciones concretas en que se encontraba.
2. Si lo pretendido era discutir la aplicación del in dubio pro reo, no es la causal tercera
la vía adecuada para ello como que su proposición debe hacerse a través de la
primera, bien por violación directa, ya por la indirecta, según que el fallador haya
admitido la presencia de la duda insalvable y sin embargo hubiere omitido reconocerla
en la sentencia, o que hubiese incurrido en errores en la valoración de la prueba que le
impidieron verificar su ocurrencia.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Sentencia Casación
FECHA : 31/01/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : PINZON REDONDO, EDUARDO AZAEL
PROCESADO : RUIZ DE LUNA, CLARA
DELITOS : Hurto calificado y agravado
PROCESO : 13538
PUBLICADA : Si
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2. No obstante, observa la Sala que el Tribunal, al conocer del proceso por virtud del
recurso de apelación interpuesto por el defensor del procesado, incrementó la pena
principal impuesta en el fallo de primer grado, con desconocimiento de la prohibición
de la reforma peyorativa, garantía fundamental consagrada en el citado artículo 31 de
la Constitución Política y desarrollada por el artículo 217 del Decreto 2700 de 1991,
vigente para esa época (hoy artículo 204 de la Ley 600 de 2000), agravio que se
removerá de oficio, conforme a la facultad prevista en el artículo 216 de la ley 600 de
2000.
...
Ha dicho la Sala**
"La revisión de valoraciones, algo que está más allá de cantidades fijas o de límites
máximos y mínimos establecidos por el legislador, comporta una violación del principio
de independencia y autonomía judicial (art. 230 Const. Pol.), pues esta clase de
incidencias están proscritas en el examen funcional de las sentencias condenatorias,
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
siempre que el acusado sea recurrente único u otro sujeto procesal impugne en su
favor".
Sentencia Casación
FECHA : 31/01/2002
DECISION : Desestima, casa parcial y oficiosamente
reduciendo
pena,.
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : VARGAS VARGAS, HENRY
PROCESO : 14183
PUBLICADA : Si
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Curiosa afirmación la del censor, puesto que la regla opera precisamente al contrario,
es decir, la inimputabilidad constituye la excepción, enmarcada dentro de un
concepto jurídico construido sobre una alteración sicosomática que debe ser probada.
Su demostración procede cuando el respectivo proceso arroje bases serias que
permitan inquirir si al momento del hecho investigado existía en el procesado una
anormalidad biosíquica de tal carácter que condujera cuestionar si se tenía capacidad
para comprender la ilicitud del acto o para determinarse de conformidad con dicha
comprensión. En este orden de ideas, la imputabilidad constituye la regla.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Sentencia Casación
FECHA : 31/01/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cali
PROCESADO : HERRERA ROMERO, HUMBERTO
PROCESADO : HERRERA ROMERO, JAIRO
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 10687
PUBLICADA : Si
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Así, en relación con la sentencia anticipada que regulaba el artículo 37 del Decreto
2.700 de 1.991, figura actualmente contenida en el artículo 40 de la Ley 600 de 2.000,
el legislador indicó de manera expresa cuáles sujetos procesales podían recurrirla en
apelación, concretando que el procesado y su defensor tenían interés "sólo respecto de
la dosificación de la pena, el subrogado de la condena de ejecución condicional, y la
extinción del dominio sobre bienes" (artículo 37.4 ibídem), limitación que se explica
por la naturaleza de la figura, cuyo origen es la iniciativa del sindicado y el sustento es
la aceptación libre, expresa y voluntaria de los cargos que pesan en su contra y
además, porque son temas cuya definición le corresponde de manera exclusiva al juez
al momento de dictar sentencia.
Así, esa actitud del procesado es asumida como una colaboración con la justicia, en la
que él de su parte renuncia no solo a la culminación del proceso por los ritos
ordinarios, sino a cualquier controversia probatoria sobre su participación en los
hechos y circunstancias de los mismos, de tal manera que, en el evento de aprobarse
el acuerdo y verificarse que no se violaron garantías fundamentales, el fallo aparte de
ser forzosamente de carácter condenatorio, le reconoce al incriminado una importante
rebaja de pena cuyo quantum depende de la etapa procesal en la que se lleve a cabo,
siendo mayor el beneficio si es en la instrucción (1/3 parte), por el menor desgaste que
implica del aparato estatal en la lucha contra la delincuencia y la sanción de sus
responsables como consecuencia de una eficiente aplicación de la administración de
justicia; de ahí que, precisamente por estos motivos, es que la jurisprudencia de la Sala
ha sostenido la imposibilidad de retractación respecto de los cargos aceptados en esas
condiciones.
Esas razones de política criminal, suponen, a su vez, que esta clase de mecanismos
especiales previstos por el legislador como instrumentos aptos y eficaces para
combatir la delincuencia solo pueden ser ejercitados por sujetos imputables, es decir,
por quienes al momento de cometer el hecho se encuentren en capacidad de
comprender su ilicitud y de autodeterminarse de acuerdo con esa comprensión, ya que
en el caso contrario, esto es, cuando el autor comete el delito en estado de
inimputabilidad bien por inmadurez sicológica o trastorno metal, sea este permanente
o transitorio, con o sin secuelas, no es posible la aplicación de dicha figura, en primer
lugar, porque el agotamiento del proceso por el rito ordinario ofrece, en tales
condiciones, el ejercicio pleno de las garantías que le son debidas al sujeto pasivo de la
acción penal, el cual, como lo sostuvo la Corte Constitucional al revisar la exequibilidad
de los artículos 94, 95 y 96 del ahora derogado Decreto 100 de 1.980, "…implica que
éstos deben recibir el tratamiento jurídico-penal previsto en la Constitución y en la ley,
de suerte que si se viola alguno de sus derechos se menoscaba, al mismo tiempo, el
derecho constitucional fundamental al debido proceso…", debiendo ser "para los
inimputables especialmente generoso y respetado, ya que, se reitera, goza por tal
calidad de un plus en su contenido y eficacia", prefiriéndose frente a éstos, la adopción
una "legislación particular y especial, distinta de la aplicable a los imputables,
justamente por su condición de distintos por motivos síquicos" (C-176/93).
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
En segundo lugar, porque los fines perseguidos con la sentencia anticipada carecerían
de objeto ante la imposibilidad castigar al responsable del delito mediante la
imposición de una pena, apareciendo, así, como un contrasentido darle la entidad de
colaboración a la aceptación de una responsabilidad que no tiene como presupuesto la
culpabilidad en sentido amplio, y peor aún, que como consecuencia de ello se
disminuya tiempo de tratamiento, curación o rehabilitación, si se tiene en cuenta que
la finalidad básica de las medidas de seguridad es el cuidado individual de la salud
mental de la persona por especial condición para protegerla no solo a ella sino a la
sociedad de los daños que le pueda causar. Por eso, también, es que esta clase de
medidas no son objeto de disposición por parte del Estado, pues su duración, sin ser
indefinida, no depende, en últimas, de la gravedad del delito cometido, sino de las
posibilidades de recuperación del inimputable, lo cual deviene aún más evidente
cuando se trata de un trastorno mental transitorio sin secuelas porque en esos casos
no habría siquiera lugar a imposición de medida de seguridad.
17. Lo anterior, por cuanto, atendidos los planteamientos expuestos por el sindicado en
los escritos de apelación, resultaba evidente que carecía de interés para cuestionar
todos aquellos temas que implicaban una modificación o atenuación a su
responsabilidad por basarse en hechos y circunstancias diversas a las aceptadas libre
y voluntariamente en una diligencia llevada a cabo con el respeto de todas las
garantías fundamentales que le eran debidas, y en esa medida, el Tribunal no podía
admitir esa tácita retractación del acuerdo, debiéndose limitar a pronunciarse sobre los
argumentos que incidían en la dosificación de la pena, el subrogado de la condena de
ejecución condicional o la extinción del dominio sobre los bienes.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
"Así las cosas, no entiende la Corte por qué deba prescindirse de la presunción de
buena fe cuando el implicado que decide acogerse a los beneficios que se derivan de
la sentencia anticipada, se declara responsable de los hechos objeto de investigación,
los que como tantas veces se ha reiterado a lo largo de esta providencia, deben estar
plenamente demostrados en el expediente; es que "La sociedad necesita
desenvolverse en un clima de confianza en el cual los actos de las personas no sean a
priori calificados de ilícitos o indebidos sin haber establecido previamente que en
efecto ello es así. Se requiere suponer que, como regla general -que debe representar
el patrón normal de comportamiento-, los asociados obran con transparencia,
sinceridad y lealtad, dentro de los postulados y reglas que rigen la organización
social".* Además, debe tenerse en cuenta que la mala fe, esto es, el comportamiento
desleal, doloso o malintencionado, ha de probarse, de manera que si se encuentra que
el procesado en su confesión ha procedido a alegar su propia culpa en forma ilegítima
para derivar de ella algún beneficio, este comportamiento debe ser sancionado,
utilizando los mecanismos legales establecidos para actuaciones de esta índole.
_______________________
* Sent. T-578A/95 M.P. José Gregorio Hernández Galindo
Sentencia Casación
FECHA : 31/01/2002
DECISION : Desestima, Casa ofic. decretando nulidad a partir
de la
2a instancia
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Manizales
PROCURADOR EN LO JUDICIAL : GONZALEZ RAMIREZ, MARTHA LUCIA
PROCESADO : SANCHEZ LOIZA, JORGE HERNAN
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 10364
PUBLICADA : Si
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
TESTIMONIO-Credibilidad
Cuando se acusa una sentencia porque el fallador le dio a la prueba un valor diferente
del que le otorgan determinadas normas legales, resulta suficiente para comprobar el
yerro que se realice una simple tarea de confrontación entre lo dicho por el juez y el
texto positivo, lo cual supone, desde luego, que en éste se establezca una específica
tarifa probatoria.
Sentencia Casación
FECHA : 31/01/2002
DECISION : Declara la prescripción de un delito, no casa,
reduce
pena
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : ESPINOSA PATIÑO, GERMAN ANTONIO
PROCESADO : PALACIOS PALACIOS O MODESTO, JOSE VIANOR
DELITOS : Porte de armas de defensa personal, Homicidio
agravado
PROCESO : 11326
PUBLICADA : Si
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
2.- Aunque la censura está correctamente planteada, sin embargo, no le asiste razón al
casacionista , ya que en ninguna irregularidad se incurrió, como quiera que en el curso
de la recepción del testimonio cuestionado, y antes de que fuera firmada la diligencia
respectiva, el fiscal, al advertir que quien declaraba era pariente próximo del
procesado, le hizo saber que no tenía obligación de hacerlo, habiendo éste
manifestado que era su voluntad seguir declarando, según consta en el acta.
Aparece obvio que si el atestiguante hubiera dicho que optaba por la prerrogativa de
no incriminar a su pariente, previa la constancia respectiva, se habría suspendido la
diligencia y lo dicho se tendría por inexistente.
_________________________________
* Ver, entre oras, casación 10055, diciembre/96, M. P. Dr. Fernando E. Arboleda Ripoll;
11401, mayo de 200, M. P. Dr. Jorge E. Córdoba Poveda; y 12521, mayo de 2001, M. P.
Dr. Edgar Lombana Trujillo.
Sentencia Casación
FECHA : 31/01/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Montería
PROCESADO : BALLESTA GUZMAN, MANUEL ELKIN
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 10169
PUBLICADA : Si
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
1. El segundo reparo por esta misma vía expuesto, afirma la vulneración del debido
proceso, que entiende el actor se consolida en el hecho de haberse efectuado en forma
ilegal la captura de (...) por parte de personal militar adscrito a la Vigésima Brigada del
Ejército, establecido que carecían de orden judicial y de que la aprehensión no se
produjo en estado de flagrancia.
La respuesta a este presunto vicio de ilegalidad, debe comenzar por precisar que la
invalidez de una actuación dice relación a todos aquellos presupuestos procesales
conducentes a su producción, mas no así a actos que no le son precedentes.
Incuestionablemente, v.g. la apertura instructiva debe anteceder a la vinculación del
imputado y ésta es presupuesto para resolver su situación jurídica o para la calificación
del mérito probatorio.
Por ello se ha entendido que los nocivos efectos que genera el atentado contra el
derecho a la libertad individual, se contraen a la persona del privado de la libertad, sin
que este vicio pueda repercutir en el proceso seguido en su contra, por no constituir el
mismo parte integrante de la actuación correspondiente.
Por tanto, fácil es concluir que carece de cualquier aptitud invalidatoria del proceso la
propuesta que bajo la premisa de haberse producido la captura ilegal del procesado en
este asunto, ha elevado el casacionista, sin que ello sea óbice para precisar que, en
todo caso, tampoco corresponde a la realidad el alegado vicio, pues la privación de la
libertad de (...) (a. Felipe Torres), se produjo en flagrancia.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
En efecto, de acuerdo con lo el artículo 5º.1 del Decreto 2.790 de 1.990. modificado
por el decreto 099 de 1.991 e incorporado como legislación permanente por el artículo
4º del decreto 2271 de 1.991:
"Durante el proceso no habrá lugar a formular recusación, pero los jueces y agentes
del ministerio público deberán declararse impedidos cuando exista causal para el
efecto.
Además, las causales de recusación han sido definidas desde siempre por el legislador
y no es necesario establecerlas como un instituto especial sin el cual no se garantiza el
debido proceso; desde luego, cualquier vicio o desviación en la independencia del
funcionario judicial, lo mismo que en su imparcialidad técnica y científica, es causal de
nulidad de la actuación y suficiente base para obtener la revisión extraordinaria de la
causa, a más de constituir infracción al mismo estatuto penal y al régimen
disciplinario, ambas sancionadas con rigor por la ley. Por tanto, bien puede el legislador
excluir del régimen procedimental la procedencia de las causales de recusación de los
funcionarios judiciales en aquellas materias sin que por ello se viole norma
constitucional alguna; por el contrario, de lo que se trata es de superar, dentro del
marco constitucional, los vicios dilatorios que tanto han afectado a nuestra experiencia
judicial en materia penal, los que la llevaron en el pasado a la parálisis casi absoluta y
a ser una de las justicias más retardadas".
60
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
confusión del actor y la carencia total de técnica del cargo, dado que culmina
oponiéndose a los hechos imputados y la valoración de las pruebas que los fundan.
Por lo demás, bien puede reiterarse que con este último argumento del demandante
pretende "que la zozobra o terror de la población sólo se provoca o mantiene cuando
los actos ponen en peligro la vida o la integridad física de las personas, cuando lo que
dice el precepto es que también se puede provocar o mantener esa intranquilidad
general y, por ende, atentar contra la seguridad pública, mediante actos que pongan
en peligro, entre otros, los medios de transporte o conducción de fluidos, siempre que
se utilicen instrumentos capaces de causar estragos... En consecuencia, los actos
terroristas pueden tener lugar en poblado o en despoblado, no requieren que se ponga
en peligro la vida o la integridad de las personas y ni siquiera exigen que el agente
actúe con la finalidad de crear o mantener en estado de zozobra a la población o a un
sector de ella, bastando que se obtenga ese resultado". (Cas. 12.108, M.p.: Dr. Jorge
Córdoba Poveda).
3. Por último, acusa el defensor la sentencia por falta de aplicación del artículo 127 del
C. P. vigente para la fecha de lo hechos, en el entendido de que si el sentenciador
hubiese considerado que acorde con dicho precepto, los hechos punibles cometidos en
combate quedaban excluídos de pena, no hubiera concluído que la rebelión concurría
con el punible de terrorismo, es decir, que sólo habría ameritado la imposición de
sanción la primera de dichas delincuencias.
3. Pues bien, pese a que el libelista es enfático en señalar que el ataque al fallo lo
propone, como queda visto, por falta de aplicación del artículo 127 en mención, es lo
cierto que en desarrollo del cargo se muestra dubitativo entre aceptar la existencia de
un concurso de hechos punibles, entre el de rebelión y aquellos actos tipificados como
terrorismo, pero que dado que se cometieron en combate no se harían acreedores a
pena, o integrar los mismos al punible contra el régimen constitucional, pues frente a
esta última hipótesis, como lo ha puntualizado la doctrina de la Sala (Casación 11.837 ,
febrero 4 de 1.999, M.P.: Dr. Fernando Arboleda Ripoll), habría sido lo correcto postular
interpretación errónea del artículo 125 del C.P., (modificado por el Decreto 2.266 de
1.991) y aplicación indebida del artículo 1º del Decreto 180 de 1.988, en tanto se
trataría de conductas integradas a los elementos que estructuran la rebelión, lo cual,
en todo caso, se imponía realizar en forma separada.
4. Véase cómo, el actor se muestra inconforme con el hecho de que los sentenciadores
hubieran descartado la conexidad existente entre el delito de rebelión y el de
terrorismo, lo cual supone aceptar el concurso típico, pero simultáneamente manifesta
que la ponderación de los medios empleados por el rebelde debe hacerse
comprendiendo al disidente político desde una perspectiva histórica, pues "los actos
que los falladores reputan como terrorismo, no escapan de la unidad de designio que
caracteriza al referente subversivo", lo cual sitúa el alegato frente a la aceptación de
que sólo se tipifica el delito de rebelión, lo que expresa más adelante en forma
contundente cuando señala que "Los actos mediante los cuales se produjeron
atentados a funcionarios públicos o a oleoductos, son actos- medio que deben
considerarse anejos o conexos con el delito de rebelión", a tal extremo que "el
atentado a un ex ministro" configura una expresión más del propósito que anima al
grupo rebelde, mas no típica del delito de terrorismo, que quedarñia subsumido por el
de rebelión.
Siendo ello así, la confusión que se hace evidente al fundamentar en extenso este
reproche, sería razón suficiente para enervar su prosperidad.
5. Sin embargo, no puede la Corte dejar pasar por alto, en reiteración de su doctrina
sobre esta materia, que muy al contrario de lo afirmado por el casacionista, no es
admisible que a partir de la autoafirmación de pertenecer a un grupo rebelde cuyos
actos se supone están orientados a derrocar el Gobierno Nacional mediante el empleo
de las armas o a suprimir o modificar el régimen constitucional vigente, todos los actos
con dicho cometido realizados puedan quedar comprendidos dentro de la calificación
de constituir una manifiestación más del combate, en el ilimitado sentido que el
casacionista promueve. De hecho en el propio texto de la norma cuya violación se
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Sentencia Casación
FECHA : 31/01/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Nacional
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : VELANDIA JAGUA, CARLOS ARTURO, O,
PROCESADO : TORRES, FELIPE, O,
DELITOS : Rebelión, Terrorismo
PROCESO : 13307
PUBLICADA : Si
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62
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
El libelista elude dicho cotejo, muy seguramente, porque de realizarlo habría tenido
que admitir que los juzgadores acogieron el texto del referido informe sobre el
atentado con absoluta fidelidad, como se discierne de la simple revisión del fallo
impugnado, pero sin obtener de él las conclusiones por las cuales propugna el
demandante en abierta disidencia a la manera de un alegato de instancia.
Así las cosas, perdió de vista, conforme al reiterado criterio de la Sala, que "la tarea del
Ministerio Público dentro del trámite de la casación, si bien no se encuentra limitada a
emitir concepto sobre las pretensiones que se formulen en la demanda, sino que, al
tenor de lo dispuesto en el artículo 228 del Código de Procedimiento Penal, podrá
sugerir a la Corte la invalidación de lo actuado cuando advierta la existencia de
violaciones ostensibles de las garantías fundamentales de los sujetos procesales,
pudiendo, por lo tanto, plantear posiciones jurídicas en ese sentido, no le es permitido,
so pretexto de su quebrantamiento complementar o enmendar el libelo objeto del
concepto, ni formular sus propios cargos, pues se estaría atribuyendo la calidad de
impugnante de la que carece y desnaturalizando la razón de ser del traslado"
(sentencia del 24 de enero de 2001, M.P. Dr. Jorge E. Córdoba Poveda).
Sentencia Casación
FECHA : 31/01/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Nacional
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : TANGARIFE CEBALLOS, OLGA LUCIA
DELITOS : Homicidio, Terrorismo
PROCESO : 13880
PUBLICADA : Si
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CAMBIO DE RADICACION-Orden público/ CAMBIO DE RADICACION-
Competencia
En esa medida, no puede la Corte convertirse en instancia adicional a las ordinarias del
proceso, para rebatir ante ella las consideraciones expuestas por el organismo judicial
legalmente establecido para decidir el sitio donde debe adelantarse el juzgamiento,
pues ello sería tanto como pervertir el uso del instituto consagrado en el artículo 85 y
ss. del código de procedimiento penal, en detrimento de los principios de autonomía e
independencia de los funcionarios encargados de definir el asunto de la naturaleza que
ahora ocupa a la sala.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Cambio de Radicación
FECHA : 05/02/2002
DECISION : Se abstiene de pronunciarse
PROCEDENCIA : Juzgado 1 P. C.
CIUDAD : Barrancabermeja
PROCESADO : PULECIO PEREZ, FREDDY
PROCESADO : SOLANO CARRILLO, ALVARO
DELITOS : Rebelión
PROCESO : 19035
PUBLICADA : Si
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El numeral 13 del artículo 5º transitorio de la ley 600 de 2000, radica en cabeza de los
jueces penales del circuito especializados el conocimiento del "hurto agravado según el
artículo 241 numeral 14 del Código Penal" .
Por tanto cuando el hurto tenga por objeto material el petróleo o sus derivados y haya
sido sustraído de oleoducto, gasoducto o de sus fuentes inmediatas de abastecimiento
la competencia para conocer de éste y sus conexos será del juez especializado. En
sentido contrario, cuando no se logren determinar esas circunstancias operará
entonces la cláusula general de competencia que corresponde al juez del circuito o,
mirada la cuantía, en tanto sea inferior a 50 salarios mínimos, se trasladará entonces
la competencia al juzgado penal municipal.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
violencia no es óbice para la formación del concurso entre los delitos de hurto
calificado y secuestro simple.
"El argumento de que para la realización de otros delitos como el hurto o la extorsión
no puede haber una privación momentánea de la libertad, no resulta acertado, pues
cada uno contiene una acción diversa que constituye el eje central de las conductas
típicas en discusión. La limitación de la locomoción aquí acaeció, así hubiera sido
temporal y así los encartados no hubieran tomado el mando del timón.....*"
___________________________________-
* C.S.J. Sent. Cas. 29-03-2000, Rdo. 13331, M.P. DR. CARLOS EDUARDO MEJIA
ESCOBAR.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Sentencia Casación
FECHA : 05/02/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : HERNANDEZ AGUDELO, CARLOS HUMBERTO
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Secuestro simple
PROCESO : 13662
PUBLICADA : Si
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1. Reiterados han sido los pronunciamientos de la Corte donde se sostiene que cuando
una determinada prueba ha sido irregularmente allegada al proceso, y el Juez la toma
en cuenta al momento de dictar sentencia porque considera que cumple las
condiciones esenciales de validez, se está en presencia de un error in iudicando que se
concreta en la apreciación probatoria, particularmente de un error de derecho por
falso juicio de legalidad, cuya alegación solo resulta posible dentro del marco de la
causal primera, no dentro del ámbito de la tercera.
Respecto de la forma como esta clase de error debe ser planteado en casación, ha sido
dicho que el censor debe cumplir, cuando menos, las siguientes exigencias: (1) Señalar
la prueba o pruebas que el juzgador apreció porque consideró que reunían las
condiciones esenciales de validez, sin llenarlas. (2) Precisar la informalidad que vicia la
validez de la prueba, y las normas de derecho probatorio que regulan su
ordenamiento, producción o incorporación. (3) Demostrar que los demás medios en los
cuales se sustentó la decisión impugnada, resultaban incapaces para mantenerla. (4)
Señalar las normas sustanciales indirectamente transgredidas.
De los citados requerimientos el casacionista solo satisface los dos primeros, en cuanto
identifica las pruebas cuya legalidad cuestiona por haber sido indebidamente
obtenidas, la informalidad de que adolecen, y las normas de derecho probatorio que
regulan su producción, pero no los últimos, pues consecuente con la solución que
impone la naturaleza de la causal que invoca (tercera), se limita a solicitar la nulidad
del proceso.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Sentencia Casación
FECHA : 05/02/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : OSPINA VASCO, JORGE ALBERTO
PROCESADO : ESTRADA ARIAS, JORGE HUGO
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Porte de armas de
defensa
personal, Homicidio agravado
PROCESO : 14397
PUBLICADA : Si
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Como quiera que las atribuidas a los acá involucrados son las de transportar y destinar
mueble para esos mismos efectos, resulta incuestionable, dada la significación de
dichos verbos, que éstos se ejecutan en tanto las respectivas acciones ilícitas
persistan, valga decir que evidencian un carácter de ejecución permanente y no
instantáneo como equivocadamente lo asevera el despacho de Cartagena
especialmente con el transportar, por manera que perduran en tanto esta acción o la
de destinar se estén desarrollando.
Sobre una tal premisa, advirtiendo que el objeto de este proceso se concreta en dos
punibles diferentes y no sólo en el de transporte de estupefaciente en el cual los dos
despachos colisionantes sustentaron sus argumentos de incompetencia, resulta posible
que dichos ilícitos se cometan en diversos lugares, según que el destino dado al
mueble sea para transportar a través de aquellos y esta acción se realice por los
mismos y no en el específico de donde se sale el vehículo, o donde se embarca, se
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
carga o se recibe la materia ilícita, pues éstos apenas serían unos de los varios sitios
de comisión.
Por ello, si en este asunto la embarcación se alistó y preparó en Cartagena, valga decir
que desde allí se produjo la destinación de la motonave para el transporte, tal
conducta tuvo ejecución desde dicho lugar hasta avanzar por Sucre, Córdoba,
Antioquia y Chocó, pudiendo a la vez afirmarse que el acto de transportar se produjo
entre Moñitos (Córdoba) y Cabo Tiburón (Chocó), de modo tal que se habría
consumado entre los dos citados departamentos y el de Antioquia.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Sentencia Casación
FECHA : 05/02/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Neiva
PROCESADO : OSSO QUINTERO, RUFINO
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 11261
PUBLICADA : Si
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Si bien la defensa en momento alguno dentro del trámite del proceso acudió a la
incompetencia, le asiste interés por cuanto ha optado por la nulidad como motivo de
casación, y la ha cimentado en la incompetencia. Así lo ha dicho la Sala en varios
pronunciamientos, por ejemplo, en el del 11 de febrero de 1999 (M. P. Fernando
Arboleda Ripoll).
El censor incurre en errores de técnica, como que, vgr., luego de enunciar como causal
de nulidad la incompetencia del funcionario, quiere desarrollarla aludiendo a aspectos
relacionados con faltas al debido proceso que, por estructurar diversa hipótesis de
invalidación, ha debido plantear en capítulo separado.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Por otra parte, el numeral 5° del artículo 71 procesal de 1991, también decía que "Los
jueces regionales conocen: … De los delitos de … homicidio agravado según el
numeral 8° del artículo 324 del Código Penal" de 1980 (decreto 100), norma ésta que,
con la modificación que le introdujo el artículo 30 de la ley 40 de 1993, definía como
homicidio agravado, aquél cometido "Con fines terroristas, (o) en desarrollo de
actividades terroristas …".
A su vez, el artículo 126 del decreto 2.700 de 1991, asignaba a los fiscales delegados
ante los jueces regionales las funciones de investigar, calificar y acusar en los casos
adelantados por delitos de competencia de esos juzgadores. La reseña normativa, que
era la que regía cuando se cometieron los hechos investigados, acredita que el
conocimiento de los delitos de rebelión y homicidio con fines terroristas correspondía a
fiscales y jueces de la denominada "jurisdicción regional".
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Si el principio del juez natural, que deriva del mandato superior del artículo 29 de la
Constitución Política, comporta que quien sea sindicado de un delito debe ser juzgado
por el juez competente que, conforme a la ley, preexista al acto que se imputa,
concluye la Sala, en contra del parecer del casacionista y acorde con el concepto del
Ministerio Público, que el mismo se respetó en su integridad, pues los funcionarios
"regionales" fueron los que adelantaron la instrucción, el juicio y profirieron sentencia,
y, al hacerlo, siguieron las reglas del legislador procesal.
...
Si la tarea del juez de casación se dirige hacia la legalidad del fallo recurrido, lo que
implica un "juzgamiento" a la labor desarrollada por los jueces de instancia, no se ve
cómo pueda desviar su atención hacia otros tópicos. Y si ello le está vedado al juez de
casación, con mayor razón al Ministerio Público, cuya función -se dijo- está
perfectamente delimitada en la ley procesal. Exclúyense de esto, naturalmente,
aquellas hipótesis en las que la Corte detecta protuberantes, ostensibles razones de
invalidación y/o fácilmente perceptibles atentados a las garantías constitucionales,
eventos en los cuales ella, la Corte, procede de oficio.
Sentencia Casación
FECHA : 07/02/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cúcuta
PROCESADO : MANTILLA RIVERA, OLINTO
DELITOS : Homicidio agravado, Rebelión
PROCESO : 17007
PUBLICADA : Si
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Falla aún más el libelista en este asunto, cuando la propone "a partir de la resolución
que dispuso asumir el conocimiento de la actuación por parte del Juez Regional de
Medellín", esto es, antes de suscitarse las omisiones presuntamente irregulares.
Sobre tales exigencias ha sido reiterativa esta Sala, por ejemplo en sentencia de
casación del 23 de mayo de 2001, radicación N° 13.704, con ponencia del Magistrado
Jorge Aníbal Gómez Gallego:
"Bien está recordar que aunque en estos eventos se permite alguna amplitud en la
proposición de la censura, ello en modo alguno apareja la conclusión de que el escrito
resulte ajeno a las exigencias técnicas de la impugnación extraordinaria, porque como
ha sido insistentemente reiterado por la Corte, cuando se alega en casación la nulidad,
debe el impugnante indicar con precisión y claridad los fundamentos que demuestren
el menoscabo de una cualquiera de las garantías de los sujetos procesales o el
desquiciamiento de las bases fundamentales de la instrucción o del juicio, identificando
las irregularidades ocurridas, las disposiciones que por razón de ellas resultaron
transgredidas, la clase de nulidad configurada y, primordialmente, la incidencia que los
errores de actividad denunciados tuvieron en la sentencia recurrida; exigencias estas
con arraigo en el numeral 3° del artículo 225 del estatuto procesal penal." (El que
antes regía).
El artículo 457 del estatuto procesal penal que entonces regía, establecía el trámite
especial para el juzgamiento de los delitos de competencia de los jueces regionales y
señalaba que las pruebas ordenadas por éstos se practicarían en un término que no
podría exceder de 20 días hábiles, vencido el cual, "mediante auto de sustanciación
que debe notificarse, el proceso se dejará en secretaría a disposición de los sujetos
procesales por el término de ocho días, para que presenten sus alegatos de
conclusión".
Cabe referir la notable diferencia que existe en que, en una situación muy excepcional,
donde se había admitido no realizar audiencia, se presentaran simples alegatos
escritos de conclusión, que no iban a ser controvertidos oralmente en debate público
-como tampoco las pruebas allegadas-, con el abierto ejercicio del contradictorio que
obliga a que concurran a la audiencia pública, además del acusado o acusados que se
hallen privados de libertad, el respectivo Fiscal y el defensor o defensores, como lo ha
sostenido la Corte por ejemplo en la sentencia de casación de junio 11 de 1996,
radicación 8.811, con ponencia de quien acá cumple igual función, que es citada por el
impugnante en apoyo de su tesis.
"Es de competencia del legislador establecer por vía general y en abstracto, en cuáles
hipótesis procede la audiencia pública y en cuáles no, sin que exista una disposición
constitucional que obligue a que ésta deba hacerse siempre o en algún tipo de proceso
penal. La falta de audiencia pública para los delitos de competencia del Tribunal
Nacional y de los Jueces Regionales, no desconoce el principio de la igualdad ni las
correspondientes normas constitucionales, ya que en todos los casos en que se
presenten los delitos a que se hace referencia, dicha audiencia no podrá practicarse."
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Sentencia Casación
FECHA : 07/02/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Nacional
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : TORDECILLA MARIN, ALVARO ANTONIO
DELITOS : Porte de armas de defensa personal, Secuestro
extorsivo
PROCESO : 16410
PUBLICADA : Si
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1. Evidentemente, el artículo 259 del Decreto 2.700 de 1991, en su inciso final disponía
que "Cuando se vaya a realizar una inspección se informará al Ministerio Público con el
fin de que ordene la presencia de uno de sus agentes, si así lo considera pertinente"
(destaca la Sala).
No obstante, tal carencia no tiene alcance como para concluir en plena demostración
de ausencia de tipicidad por falta del objeto material del tipo correspondiente. Es que,
como mucho se ha dicho, no basta señalar una hipotética irregularidad para arribar al
ámbito del yerro importante pues que en casación es menester comprobar que si no se
hubiera caído en aquél el resultado final habría sido radicalmente diverso del hallado
por la judicatura. Si no fuera así, se llegaría a un extremo inaceptable: la informalidad
por sí sola, sin efectos relevantes, comportaría desconocimiento total o parcial del
proceso. Y con esto resultarían deteriorados el mandato superior de la prevalencia del
derecho sustancial sobre la simple ritualidad, y el reconocido principio de
trascendencia, que exige, para el éxito del reproche, dos demostraciones: una, que se
ha causado un agravio, daño o perjuicio serio al sujeto procesal que se dice afectado y,
dos, que con la recomposición del proceso o de una parte de él, se obtendría un
beneficio o ventaja para la misma parte. Sin estas comprobaciones, cede la fuerza del
reparo que se haga a la sentencia impugnada.
Como el actor no ha probado lo anterior, pues ha dicho solamente que la ausencia del
Ministerio Público -único sujeto procesal que en el asunto estudiado podría controvertir
74
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
las pruebas- por sí misma constituye nulidad de pleno derecho de la inspección y, por
el "efecto de cascada", de los escritos obtenidos dentro de ella, el cargo no puede
prosperar.
En el terreno del sistema adoptado ahora, "las pruebas deberán ser apreciadas en su
conjunto, de acuerdo con las reglas de la sana crítica", lo que obliga al funcionario
judicial a exponer "razonadamente el mérito que le asigne" a cada elemento de juicio,
mientras existe "libertad probatoria", como que "Los elementos del hecho punible (y)
la responsabilidad del imputado…podrán demostrarse con cualquier medio
probatorio…", según lo prevén los artículos 253 y 254 del Código de Procedimiento
Penal anterior.
Sentencia Casación
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
FECHA : 07/02/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Quibdó
PROCESADO : AGUILAR AGUAS, GABRIEL
DELITOS : Peculado por apropiación, Uso de documento
público
falso, Falsedad ideológica en documento público
PROCESO : 14279
PUBLICADA : Si
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2. Tal como advierte el Ministerio Público, no es válido presumir que hubo inactividad
del defensor de confianza, por el hecho de suponer que una defensa diligente tenía
que haber alegado de conclusión, para analizar aspectos que presuntamente
favorecían al procesado, con lo cual, según la casacionista, hubiera evitado la
acusación en su contra.
De igual manera, ha sido clara la Corte en precisar que "la ausencia de actos positivos
de gestión en el ejercicio de la defensa técnica, no necesariamente implica
menosprecio de la función encomendada, puesto que el silencio, dentro de los límites
de racionalidad, es también una forma de estrategia defensiva, no menos efectiva que
una entusiasta postura controversial. Lo realmente importante es que el proceso
ofrezca elementos de juicio que permitan objetivamente establecer que su inactividad
estuvo determinada por una maniobra defensiva, no por abandono de sus obligaciones
procesales" (sentencia de febrero 25/99, rad. 9.998, M. P. Fernando Arboleda Ripoll).
Sentencia Casación
FECHA : 07/02/2002
DECISION : Declara prescripción de un delito, cesa proced.,
no casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Tunja
76
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
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1. Para ese delito (Estafa), de conformidad con los artículo 356 y 372-1 del Código
Penal de 1980, en cuya vigencia ocurrieron los hechos, se establece una pena de
prisión cuyo máximo es de 15 años. El nuevo estatuto (ley 599 de 2000), en sus
artículos 246 y 267-1, fija un tope superior de 12 años, por lo que en virtud del
principio y derecho fundamental constitucional de la favorabilidad (artículo 29
superior), el último debe aplicarse de manera retroactiva al resultar benigno a los
intereses del sujeto pasivo de la acción penal.
Según el artículo 83 del estatuto represor, la acción penal prescribe en un tiempo igual
al máximo de la sanción fijada en la ley que, en este evento, es de 12 años, lapso que,
a voces del artículo 86, se interrumpió con la ejecutoria de la resolución de acusación,
lo cual sucedió el siete de junio de 1995, fecha en que se confirmó el pliego de cargos
(artículo 187 del Código de Procedimiento Penal).
Desde ese momento, según ordena el artículo 86 del Código Penal, "comenzará a
correr de nuevo por un tiempo igual a la mitad del señalado en el artículo 83", sin que
en ningún caso sea inferior a cinco (5) ni superior a diez (10) años, esto es, que para el
evento en consideración ese periodo es de seis (6) años.
Como desde la ejecutoria del pliego de cargos (junio siete de 1995) ha transcurrido un
tiempo que supera los seis años, sin que la sentencia, en virtud del recurso de
casación, haya adquirido firmeza, se concluye que la acción penal ha prescrito,
debiéndose declarar la cesación de procedimiento, pues de conformidad con los
artículos 38 y 39 del Código de Procedimiento Penal la misma no puede proseguirse, y
dejar sin efecto las condenas, incluido el aspecto pecuniario, proferidas dentro de los
procesos adelantados por los delitos que se precluyen, que en relación con (...), abarca
todas las acusaciones proferidas en su contra en estas causas acumuladas.
2. Sabido es que cuando el censor acude a la causal primera, cuerpo primero, esto es,
violación directa de la ley sustancial, en modo alguno puede desconocer o criticar los
hechos en la forma en que los encontró demostrados el Tribunal, porque si lo que
cuestiona es un yerro en la aplicación de la ley, es claro que le está vedado debatir el
análisis probatorio realizado en la sentencia. Así, el argumento del demandante debe
consistir en un juicio lógico sobre el fallo, pero respecto del equívoco al aplicar la
norma, sin reprochar la estimación que allí se hizo de los elementos de convicción.
La invocación del artículo 247 del Código de Procedimiento Penal de 1991 como norma
infringida, evidencia el desacierto del cargo, por cuanto se trae a colación para
demostrar que no existía certeza sobre los elementos que tipifican el delito de estafa,
de lo cual surge que se pretende volver, para refutar, el proceso de valoración
probatoria del Tribunal, en contradicción con el planteamiento.
...
77
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
3. Del estudio del expediente resulta que aun cuando solamente la defensa apeló la
decisión de primera instancia, el Tribunal de Bogotá, de oficio, adicionó el fallo para
imponer a los señores (...) la sanción de multa, que había omitido el A quo. Dijo la
corporación que ello no comportaba agravación de la pena porque era imperioso
ajustar la punibilidad a la legalidad. Como este es el criterio fijado y continuado por la
Sala mayoritaria de la Corte, se concluye que con ello no se incurre en
desconocimiento de la prohibición de la reformatio in pejus. Es claro que si el señor
Juez 54 Penal del Circuito de Bogotá, tras condenar por estafa no fijó su atención en
que el tipo penal correspondiente de 1980 -como el actual- preveía la medida
pecuniaria también como principal, se salió de la legalidad, es decir, determinó para el
caso una pena que no coincide exactamente con la establecida en la ley.
El Tribunal, entonces, hizo bien al tornar el asunto a los cánones del principio de
legalidad que se hallaba conculcado con la no imposición por el Juez de la pena
principal de multa, legalmente prevista por el artículo 356 del decreto 100 de 1980,
estatuto penal vigente para cuando se profirieron las sentencias de primero y segundo
grado, con lo cual había incurrido no en un simple error de graduación, sino en una
verdadera mutilación de una ley, acertadamente enmendada por el ad quem al
imponer la multa pertinente.
Sentencia Casación
FECHA : 12/02/2002
DECISION : Cesa por prescripción, redosifica pena, deja sin
efectos,
no casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : DEL CASTILLO CARMONA, LUIS FERNANDO
PROCESADO : DEL CASTILLO RANGEL, JORGE ARTURO
RECURRENTE : FISCAL DELEGADO 216 ANTE LOS, JUECES
PENALES DEL
CTO DE BTA.
PROCESADO : DEL CASTILLO SOLANO, ANTONIO JOSE
DELITOS : Estafa agravada
PROCESO : 15386
PUBLICADA : Si
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Cabe observar, de acuerdo con lo dicho y para finalizar, que la decisión de la Juez
Especializada de revocar el auto que dispuso en enero de 1997 la ruptura de la unidad
procesal, no tiene ninguna repercusión en el proceso a cargo de la Corte y en el cual se
surte el trámite de la casación. Y como la Corporación carece de competencia para
cualquier pronunciamiento dentro del proceso que adelanta el Juzgado Especializado,
no puede adoptar ninguna determinación frente al auto proferido en la sesión de
audiencia pública del 7 de diciembre de 2001, al cual se ha hecho referencia en esta
providencia.
Auto Casación
FECHA : 12/02/2002
DECISION : No accede a remisión del proceso, comun.,
devuelve para
concepto de procuraduría
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : RICO ARCILA, MAURICIO
DELITOS : Homicidio agravado
PROCESO : 17285
PUBLICADA : Si
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
No es verdad, entonces, que el inciso 2º del artículo 1º del acuerdo anotado haya sido
derogado tácitamente por la ley 600. Dicha es la norma aplicable al presente caso,
como lo concluyó el Juzgado de Ejecución de Penas de Calarcá. La misma establece
que el Juez de Penas competente para ejecución de la sentencia en la que no se
hubiere dispuesto el descuento efectivo de la pena, es el del lugar donde la misma se
haya proferido. Y de no haber allí Juzgado de Penas, opera la regla de que dicho papel
lo cumple el Juez de instancia respectivo, que en el caso sometido a consideración de
la Corte es el 2º Penal Municipal de Santa Rosa de Cabal. No está de más advertir que
el argumento de éste despacho judicial, relativo a que resulta más fácil para el Juez del
lugar donde reside el condenado la vigilancia de la ejecución de la sentencia y
entonces tal debe ser el funcionario competente, puede que sea una buena idea pero
resulta inadmisible en cuanto la ley es clara en determinar quién es el Juez de Penas
competente en una eventualidad como la examinada por la Sala, lo cual releva de
consideraciones como la propuesta por el Juzgado Penal Municipal, que en estricto
sentido no es una interpretación sobre las normas aplicables al caso, sino una opinión
del funcionario al margen del contenido de las mismas.
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Ello no es así, ese aspecto del derecho de defensa está limitado por la racionalidad de
los medios probatorios solicitados, cuya medida es que "conduzcan a establecer la
verdad sobre los hechos materia del proceso" (artículo 234 del Código de
Procedimiento Penal). Es entonces a partir de la identificación del objeto procesal de la
actuación que puede calificarse la conducencia o no de una prueba. Ello precisamente
es lo que ha hecho la Corte en el caso concreto que es objeto de este recurso de
reposición.
La Corte ha rechazado la práctica de las pruebas solicitadas por la defensa, porque tal
como lo afirma la recurrente, están encaminadas a "considerar que mi representado
no es la misma persona que está siendo juzgada en los Estados Unidos". Esa razón
que es en la que la defensa funda la práctica de las pruebas es ajena al objeto procesal
de la actuación de extradición en la Corte Suprema de Justicia.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
falta alguno de los requisitos o hay alguna razón constitucional que impida la
extradición, el Concepto será negativo; en caso contrario será positivo, pero en este
evento no obliga al Gobierno Nacional.
En este orden de ideas, debe mantenerse la decisión objeto del recurso, pues la
defensa no ha demostrado que alguna de las pruebas rechazadas en aquella ocasión,
conduzca a infirmar alguno de los requisitos de la norma señalada. Para lograr la
revocatoria del auto no bastan los correctos ejercicios lógicos que trae la impugnante,
sino que es necesario demostrar materialmente la incidencia del material probatorio
en el objeto procesal: emisión del Concepto de extradición.
Auto Extradición
FECHA : 12/02/2002
DECISION : No repone auto de pruebas, ordena devolución
doc.,
expedir copias a costa ......
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : GIRALDO PALACIO, NELSON ALBERTO
PROCESO : 16710
PUBLICADA : Si
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1. Debe precisarse, desde ya, que de conformidad con lo señalado de manera expresa
por el artículo 520 del Código de Procedimiento Penal, el concepto que se demanda de
la Corte Suprema de Justicia en el presente trámite de extradición debe estar
fundamentado en: la validez formal de la documentación presentada, la demostración
plena de la identidad del requerido en extradición, el principio de doble incriminación,
la equivalencia de la providencia proferida en el extranjero y el cumplimiento de lo
previsto en los tratados públicos, cuando definan la relación entre los Estados.
Además, que según lo dispuesto por el artículo 508 ibídem incisos 2° y 3° del Código
de Procedimiento Penal la extradición no procede por delitos políticos ni cuando el
requerido es colombiano por nacimiento y verse la solicitud sobre hechos
cometidos con anterioridad al 16 de diciembre de 1997, fecha en la que se promulgó
el Acto Legislativo No. 01 de 1997 y que varía la posibilidad de conceder la
extradición de nacionales. También habrá de considerarse que tratándose del análisis
de la validez formal de la documentación que se aporta por el Estado requirente,
cuando el trámite se rige por las normas del Código de Procedimiento Penal ante la
ausencia de Convenio o Tratado, se encuentra limitado a que la documentación
allegada para solicitar la extradición cumpla los requisitos de forma, es decir, que
haya sido aportada atendiendo las formalidades propias del país que formula la
solicitud, sin que pueda examinarse su trascendencia y alcances.
81
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Auto Extradición
FECHA : 12/02/2002
DECISION : Niega las pruebas solicitadas
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : TRUJILLO HOYOS, TULIO
PROCESO : 18497
PUBLICADA : Si
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1. Dado que la solicitud de extradición del ciudadano italiano (...), se hizo por la vía
diplomática, y en la expedición, trámite y traducción de los documentos adjuntos a ella
se cumplieron los ritos formales de legalización prescritos por las normas del Gobierno
de Italia y lo previsto por la Convención sobre la abolición del requisito de legalización
para documentos públicos extranjeros, suscrita en La Haya el 5 de octubre de 1961,
vigente para Colombia con ocasión de la expedición de la ley 455 de 1998 y la
sentencia C- 164/99 del Tribunal Constitucional que declaró su conformidad con la
Carta Política, esta Corte los tendrá como aptos para servir de prueba de aquello que
ellos contienen.
82
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Entonces, como las conductas imputadas por las autoridades de Italia al señor (...), en
Colombia corresponden a la hipótesis delictiva de tráfico de estupefacientes, por cuya
realización la ley establece pena de prisión en su mínimo no inferior a cuatro años, ha
de concluirse que el presupuesto relativo a la doble incriminación, se cumple.
Debe aclarar la Corte, que para la legislación de nuestro país es indiferente que el fallo
que sustenta la solicitud, se halle o no ejecutoriado, al punto de requerir sólo "copia o
transcripción auténtica de la sentencia, de la resolución de acusación o su equivalente"
en la normatividad colombiana.
De allí que la certificación aducida por el defensor, según la cual la sentencia proferida
contra (...) no ha cobrado ejecutoria por estar pendiente de resolución el recurso de
apelación interpuesto, resulta inocua frente a los presupuestos establecidos por la ley
procesal penal de Colombia ya que no inhibe el sentido favorable del concepto por la
Corte.
Concepto Extradición
FECHA : 12/02/2002
DECISION : Conceptúa favorablemente
PAIS REQUIRENTE : Italia
REQUERIDO : SARTORI, STEFANO
DELITOS : Tráfico, fabricación o porte de estuperf.
PROCESO : 18821
PUBLICADA : Si
83
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
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El artículo 140 del Código Penal derogado, modificado por el 21 de la ley 190 de 1995,
bajo cuya vigencia sucedieron los hechos, y que fue replicado por el artículo 404 del
nuevo estatuto punitivo salvo en la fijación de las sanciones, tipifica de la siguiente
manera el delito de concusión:
"El servidor público que abusando de su cargo o de sus funciones constriña o induzca
a alguien a dar o prometer al mismo servidor o a un tercero, dinero o cualquier otra
utilidad indebidas, o los solicite, incurrirá en prisión de cuatro (4) a ocho (8) años,
multa de cincuenta (50) a cien (100) salarios mínimos legales mensuales vigentes e
interdicción de derechos y funciones públicas por el mismo término de la pena
principal".
Las notas sobresalientes que afloran en esta descripción son: a) la cualificación del
sujeto agente, pues sólo puede ser autor de concusión un servidor público, b) el abuso
del cargo o de la función; c) la conducta que se puede concretar con la ejecución de
cualquiera de las acciones correspondientes a los verbos rectores de constreñir, inducir
o solicitar una prestación o utilidad indebida.
Ahora, si constreñir es obligar, compeler o forzar a alguien para que haga algo; si
inducir es instigar o persuadir por diferentes medios a que alguien realice determinada
acción, y si solicitar es pretender, pedir o procurar obtener alguna cosa, según las
acepciones del Diccionario de la Lengua Española, al transpolarlas al uso lingüístico
que les da el tipo penal, se infiere de manera necesaria que se agota la ejecución de la
correspondiente acción en el preciso momento en que el servidor público obliga,
compele, fuerza, instiga, persuade, pretende, pide o procura que alguien le de o le
prometa dinero o cualquier utilidad indebida.
Ese ámbito de tutela no se anticipa tanto como para sostener que las fases
preliminares, preparatorias o de ideación también alcanzan a ser punibles, pues en
esos momentos todavía no se ha constreñido, inducido o solicitado, luego el sujeto
agente puede desistir de la realización de alguno de esos modos de llevar a cabo la
exigencia ilícita.
De otra parte, de conformidad con lo señalado en el artículo 14-1 del nuevo Código
Penal (13-1 del derogado), la conducta punible se considera realizada en el "lugar
donde se desarrolló total o parcialmente la acción" . Por manera que si no hay duda
sobre el lugar donde se realizó la conducta, no es viable acudir a la fórmula subsidiaria
de la competencia a prevención, desarrollada por el artículo 83 del Código de
Procedimiento Penal (80 del antiguo), pues ésta opera en los eventos en los que el
comportamiento se realizó en varios sitios, en lugar incierto o en el extranjero.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
3. Que finalmente el resultado haya sido adverso no puede significar, como lo sugiere
el demandante, que la conducta asumida por la defensa no pueda catalogarse como
estratégica, porque, como lo tiene dicho la Sala** , "La idoneidad de la defensa técnica
no puede medirse a partir de los resultados del proceso, sino de la razonabilidad de las
posiciones (activas u omisivas) de la defensa, porque, como lo ha señalado la Corte,
"… de otra manera, siempre habría algo que objetar a una defensa que, verbigracia, se
empecinara en una preclusión o absolución del sindicado dentro de un proceso que
finalmente termina con sentencia condenatoria" (Sentencia de casación 27 de febrero
de 2001, radicado 13.736)".
Sentencia Casación
FECHA : 12/02/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Nacional
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : AGUDELO GRANADA, NESTOR JAVIER
DELITOS : Porte de armas de uso privativo de las F.M.,
Homicidio
agravado, Infracción al D.1194/89
PROCESO : 15223
PUBLICADA : Si
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
- Que el estado reclamante tenga jurisdicción para juzgar y castigar el acto que motiva
la solicitud.
- Que el individuo cuya extradición se pida haya sido condenado o esté procesado o
perseguido como autor, cómplice o auxiliador de una violación de derecho penal
punible en ambos Estados con una pena no menor de dos años de prisión.
- Que la acción o la pena no estén prescritas conforme a las leyes de cualquiera de los
Estados contratantes.
- Cuando se trate de delitos políticos o actos conexos (salvo los referidos a atentados
contra la vida del Jefe de la Nación), o de delitos contra la religión o de faltas o
transgresiones puramente militares.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
- Indicación exacta de los actos que determinan la solicitud de extradición y del lugar y
la fecha de su ejecución, cuando ello pudiere precisarse.
- Todos los datos que posea el Estado requirente de los que se pueda establecer la
identidad de la persona solicitada.
Esto último si se toma en consideración que dentro de los documentos que se pretende
aducir, consta que "de esta sentencia se notificaron todas las partes, incluyendo los
procesados que se encuentran detenidos en Colombia por medio de escritos
debidamente apostillado anunciando recurso de apelación el Fiscal Segundo
especializado en Delitos relacionados con Drogas" (fl. 90) (se destaca), de lo cual se
establece la relatividad de la absolución adoptada pues no ha hecho tránsito a cosa
juzgada, y por tanto puede variar como consecuencia del recurso anunciado.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Auto Extradición
FECHA : 12/02/2002
DECISION : Niega pruebas pedidas, devuelve documentos,
dispone
otra de oficio
PAIS REQUIRENTE : Panamá
REQUERIDO : RIVERA RAMOS, CAMILO HENRY
REQUERIDO : RIVERA, VICENTE WILSON
PROCESO : 18629
PUBLICADA : Si
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Ante todo debe precisarse que de manera clara la resolución acusatoria, que aún se
mantiene incólume, proferida en contra de los sindicados les atribuye el haber
incurrido en el comportamiento previsto por el artículo 201 del anterior Código Penal
denominado Fabricación y tráfico de armas de fuego o municiones, en la modalidad de
transportar con el propósito de comercializarlas, que hoy, corresponde a la conducta
descrita en el artículo 365 del Código Penal, Fabricación, tráfico y porte de armas de
fuego o municiones, por cuanto, les fue incautado a (...) y a (...), dos armas de fuego
de defensa personal y 250 cartuchos para las mismas, cuando se disponían a
comercializarlos en la zona de Argelia.
Es así como, el artículo 71 del anterior Código de Procedimiento Penal modificado por
el artículo 9° de la Ley 81 de 1993, en su numeral 4° le asignaba a los jueces
regionales el conocimiento de los delitos a que se refería el Decreto 2266 de 1991,
con la excepción del simple porte de armas de fuego de defensa personal.
En efecto, los comportamientos a que se referían los artículos 201 y 202 del C.P. de
1980, eran denominados "Fabricación y Tráfico de armas de fuego o municiones", y
"Fabricación y Tráfico de armas y municiones de uso privativo de las Fuerzas
Armadas", y ahora, los artículos 365 y 366 titulan "Fabricación, tráfico y porte de
armas de fuego o municiones", y "Fabricación, tráfico y porte de armas y municiones
de uso privativo de las fuerzas armadas" (Subrayas fuera
de texto). De lo que se colige que hubo una modificación en la titulación de los tipos
penales que se analizan, hecho que tiene incidencia en la definición de la
competencia, según ha sido analizado en oportunidades anteriores por la Corte.
"4.- Una atenta lectura de la manera como fueron titulados los artículos 365 y 366, en
los que, según transcripción ya hecha, se incluye no solo la fabricación y el tráfico, sino
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
De las conductas a que se refiere el artículo 366, ibidem, son de competencia del juez
penal del circuito especializado, la fabricación y el tráfico de armas de fuego de uso
privativo de las Fuerzas Militares y de municiones para las mismas, entendiendo
en la expresión "tráfico", la importación, la reparación, el almacenamiento, la
conservación, la adquisición y el suministro.
Y son de competencia del juez del circuito, el porte de armas de uso privativo de las
Fuerzas Armadas y de municiones para las mismas.
1.- La fabricación y tráfico de armas de fuego de uso privativo de las Fuerzas Armadas.
2.- La fabricación y tráfico de municiones para armas de fuego de uso privativo de las
Fuerzas Armadas.
3.- La fabricación y tráfico de municiones para armas de fuego de defensa personal.
4.- La fabricación y tráfico de explosivos."
...
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
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1. En todo caso, tampoco resulta cierto que la Corte en esta fase previa ignorara por
completo la aludida manifestación del imputado, pues en el auto de fecha mayo 26 de
1995, mediante el cual dispuso la actuación preliminar, ordenó la versión libre del
doctor (...) pero supeditó su realización a los resultados de las diligencias dispuestas en
esa misma providencia (f. 57, cd. 1); decisión sin duda ajustada a la discrecionalidad
concedida en el artículo 322 del estatuto procesal penal entonces vigente (Decreto
2700 de 1991), que facultaba al funcionario judicial para efectuarla cuando lo
considerara necesario, obviamente, para la consecución de las finalidades previstas
para la indagación previa en el artículo 319 ibídem.
De otra parte, como lo ha discernido la Sala, por cuanto la versión libre no constituye
un presupuesto necesario e indefectible para acceder a la etapa instructiva,
comenzada con el auto de apertura de la misma, como quiera que tal decisión de
conformidad con los artículos 319, 324 y 327 ibídem, podía ordenarse al quedar
superadas las dudas sobre la procedencia del ejercicio de la acción penal, por razón de
las cuales y con miras a despejarlas se había dispuesto la investigación previa.
2. En virtud del principio de trascendencia que orienta las nulidades al tenor del
artículo 308-2º de la codificación procedimental entonces vigente, resulta forzoso
concluir que el actor no cumplió con la carga que se deriva de este postulado, esto es,
de acreditar que las irregularidades acusadas realmente afectaron las posibilidades de
controversia de dichos elementos de juicio con vulneración, por lo tanto y como
asegura, del derecho de defensa.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
En fin, de las argumentaciones anteriores se colige que la versión que el doctor (...) se
mostró dispuesto a rendir surgía superflua, procuradas como estaban las finalidades de
la averiguación previa; asimismo, que tampoco constituyó una afrenta al derecho a la
defensa la apertura del sumario sin decretar en forma antelada dicha diligencia, sin
que sobre añadir que las restricciones que el imputado tuvo hasta entonces en el
acceso al expediente, derivadas del carácter reservado de la actuación preliminar,
encontraban sustento en el artículo 321 del Decreto 2700 de 1991, que la Corte
Constitucional encontró proporcionadas a la luz de la Constitución Política por
obedecer "fundamentalmente, a una ponderación entre el derecho al debido proceso -
dado que se trata, en todo caso, de un medio de defensa - y el derecho a la verdad"*.
De ahí que en este proceso penal especial y de única instancia que le corresponde
adelantar a la Corte contra los congresistas mientras permanezcan en el ejercicio del
cargo o con posterioridad a él, en este último evento cuando el comportamiento
punible imputado tenga relación con las funciones desempeñadas, lo que sea decidido
por otras autoridades judiciales surge viciado de nulidad, pero sin que ello signifique,
como lo entiende de manera equivocada el libelista, una competencia con unos ribetes
de rigidez, de tal extremo, que esté proscrita la intervención de cualquier forma de
todo funcionario distinto de la Sala de Casación Penal y, en particular, de los
pertenecientes a la Fiscalía General de la Nación.
4. En las actuaciones penales seguidas por la Corte contra los congresistas tiene
indiscutible cabida la comisión para la práctica de diligencias, que a diferencia de la
delegación, ésta sí vedada sin duda, no apareja como aquella el desprendimiento de la
conducción del proceso, sino la simple facultad concedida en forma temporal a otro
funcionario judicial, circunscrita o limitada a la práctica de la diligencia comisionada y,
obviamente, a las decisiones que surjan necesarias para el cabal cumplimiento de la
misma. A tal comprensión se arriba al conciliar las finalidades del fuero de los
congresistas con tal instituto, inspirado en los principios de economía procesal, de
eficiencia en la administración de justicia y de colaboración armónica entre las
autoridades públicas, igualmente de arraigo constitucional.
Debe resaltarse que este entendimiento coincide con el pregonado por la Corte
Constitucional, cuando al examinar la competencia del Fiscal General de la Nación,
tratándose de los funcionarios cobijados también por el fuero constitucional, precisó
que "Las funciones consignadas en el artículo 251 citado - en particular la de
investigar, calificar y acusar a los altos funcionarios del Estado que gocen de fuero
constitucional -, revisten el carácter de indelegables y, por tanto, sólo el señor fiscal
general de la Nación puede asumirlas y ejecutarlas. El espíritu del Constituyente no fue
el de que las funciones que se encuentran en cabeza del señor fiscal general pudiesen
ser delegadas en sus subalternos. Las anteriores consideraciones no obstan para que
el señor fiscal general de la Nación pueda comisionar -que no delegar- en los fiscales
delegados ante Corte Suprema de Justicia, el ejercicio de algunas de las funciones
contenidas en el artículo 251 de la Carta Política. Sin embargo, la decisión final y el
compromiso jurídico y político que ella conlleve, debe el señor fiscal asumirlo siempre,
y en todos los casos, en forma personal…"**.
Por otra parte, en armonía con lo expuesto en precedencia, se tiene el artículo 82 del
Decreto 2700 de 1991, modificado por la Ley 81 de 1993, artículo 12, que otorgaba a
la Corte Suprema de Justicia la posibilidad de comisionar "Para la práctica de
diligencias…a cualquier funcionario judicial o a sus magistrados auxiliares", cobijando
dentro de aquella primera expresión a los funcionarios de la Fiscalía General de la
Nación, revestidos por mandato constitucional de jurisdicción al pertenecer, dentro de
la estructura del Estado, a la Rama Judicial del poder público (artículos 249 a 253 C.P.).
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
6. La Sala admite que al tenor del artículo 21 de la Ley 65 de 1993 atrás citado, en
armonía a su vez con el artículo 401 del Decreto 2700 de 1991, la detención
preventiva debe cumplirse en principio en la misma localidad donde se adelantan las
respectivas diligencias, derecho vinculado a la celeridad del trámite, por ende, a la
satisfacción del debido proceso sin dilaciones injustificadas, pero que también, como lo
señala la jurisprudencia constitucional evocada por el Procurador Delegado, patrocina
un "contacto directo y permanente con su apoderado; conocer con mayor facilidad las
piezas del expediente; y, participar en la elaboración de la estrategia de defensa y en
la controversia de las pruebas que aparentemente lo incriminen. Adicionalmente, esta
condición favorece la aplicación de los principios de inmediación y eficiencia, rectores
del proceso penal y garantes del derecho de defensa" .
De esta finalidad y del sentido que impregna el comentado derecho surgen dos
consecuencias. En primer término, que no es absoluto, de manera que la simple
detención del sindicado en un lugar distinto al de la sede de su investigador o juzgador
no determina indefectiblemente la invalidez de lo actuado; por el contrario, la
necesidad de armonizarlo con otras garantías no menos preciadas, como la vida, la
seguridad y la integridad personal del interno, al igual que con los motivos de interés
público que orientan la administración de justicia, tornan posible el internamiento en
un sitio diferente, como prevé incluso expresamente el legislador en los artículos 75 y
77 de la Ley 65 de 1993, y 405 del Decreto 2700 de 1991.
Por otra parte, en cuanto interesa para discernir el fundamento de la propuesta, que la
vulneración del derecho del procesado a encontrarse recluido en la localidad donde
cursa la actuación, por constituir un medio para la efectividad de las garantías cuya
satisfacción legitima el ejercicio de la potestad punitiva del Estado, únicamente tiene
entidad para propiciar la nulidad cuando por razón de dicha circunstancia se han
obstaculizado en forma tangible las facultades de las cuales goza el incriminado en
beneficio de sus intereses, esto es, cuando represente una afectación real y no
puramente hipotética del derecho a la defensa material, de configuración excluida en
el presente asunto, anticipa la Sala.
Las anteriores reflexiones fluyen pertinentes en el examen del presente cargo, porque
como lo ha discernido la Corte, la "violación del principio de legalidad comporta la
transgresión de una norma de derecho sustancial, en manera alguna la inobservancia
de una formalidad ritual. Por tanto, el error, en estos casos, es in iudicando, en cuanto
se origina en el ejercicio puro de la función jurisdicente, y en cuanto tal, debe ser
alegado al amparo de la causal primera de casación, no de la tercera"***** .
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Téngase presente que la Sala con ponencia de quien funge aquí en idéntica calidad, en
reciente pronunciamiento dilucidó los efectos jurídicos derivados de las sentencias de
control constitucional en materia del delito de enriquecimiento ilícito de particulares, a
través de criterio que en esta oportunidad reitera en los siguiente términos:
9. El actor desconoce las pautas técnicas del dislate alegado, con sujeción a las cuales
para su adecuado desarrollo en manera alguna le bastaba con indicar los elementos de
persuasión viciados, sino que también le era ineludible demostrar que en el análisis del
acervo probatorio los falladores le concedieron validez a elementos de juicio
incorporados al proceso en forma irregular desacertando, en consecuencia, en la
aplicación del derecho en el caso concreto, cometido que se satisfacía únicamente,
conforme ha precisado de antaño la Sala, con el señalamiento del "precepto o
preceptos que establecen los requisitos para la aportación de la prueba cuestionada y
que se dicen omitidos, y que a través de esta violación medio, se verificó
efectivamente la transgresión de una norma sustancial como violación fin, y en qué
sentido"*********.
En este punto la Sala reitera el criterio asentado de tiempo atrás, cuando afirmó que
"...respecto de la prueba trasladada frente a la validez en su aducción, no es el proceso
de formación en la actuación de origen sino el rito de su traslado y la posibilidad de
que una vez incorporada, los sujetos procesales hayan podido conocerla y por ende
ejercer el derecho de contradicción.
"Lo anterior tiene su razón de ser en la independencia que debe existir entre las
distintas jurisdicciones para dirimir los conflictos. Como consecuencia, los jueces al
proferir sus decisiones, actúan autónomamente, sin que les sea permitido invadir otras
competencias.
"...Del contenido de la norma se desprende, que es posible trasladar las pruebas que
han sido practicadas válidamente dentro de una actuación disciplinaria, esto es, que
no hayan sido desconocidas o anuladas allí por ilegales, siendo importante determinar,
además, que en su aducción y contradicción se hayan tenido en cuenta todas las
ritualidades y formalidades previstas por la ley, que se haya garantizado su publicidad,
que no sean prohibidas y, para efectos de su traslado, que haya una providencia que
así lo ordene, es decir, que se erigen en una clara voluntad del funcionario judicial en
cuanto incorporarlas o admitirlas en el proceso penal…"
"…Sobre el punto vale la pena aclarar, nuevamente, que en materia penal la prueba
trasladada está regulada expresamente por el Estatuto Procesal Penal, por lo tanto no
hay lugar a acudir, para efectos de su validez, a la normatividad civil, ni mucho menos
adicionarle requisitos que la ley procesal penal no ha impuesto, como el hecho de
haber podido contrainterrogar a los deponentes en las diligencias que originaron
pruebas objeto de traslado, según sugieren los casasionistas…" .
__________
_________________
* Sentencia, C-475 de septiembre 25 de 1997, M.P. Dr. Eduardo Cifuentes Muñoz.
** Sentencia, C-472 de octubre 20 de 1994, M.P. Dr. Vladimiro Naranjo Mesa
*** Providencias de fechas 12 de agosto de 1992, 25 de febrero de 1993, junio 9 de 1994, M.P.
Dr. Guillermo Duque Ruiz; 14 de julio de 1996, M.P. Dr. Fernando Arboleda Ripoll; 28 de octubre
de 1998, M.P. Dr. Jorge A. Gómez Gallego; 28 de enero de 2000, M.P. Dr. Edgar Lombana Trujillo;
23 de julio de 2001, M.P. Dr. Fernando Arboleda Ripoll, entre otras.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Sentencia Casación
FECHA : 13/02/2002
DECISION : No casa, expide copias a la Sala Discip. del C. S.
J.
PROCEDENCIA : Tribunal Nacional
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : HOLGUIN SARRIA, ARMANDO
DELITOS : Enriquecimiento ilícito
PROCESO : 15224
PUBLICADA : Si
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No puede, ahora, pasarse por alto el giro conceptual que a partir de la expedición de la
Ley 600 de 2.000, adquirió el concepto de flagrancia, frente a la jurisprudencia que
venía sosteniendo la Sala antes del nuevo Estatuto Procedimental en cuanto se
diferenciaba la flagrancia y cuasiflagrancia propiamente dichas, o el sorprendimiento
del autor al momento de cometer el hecho o inmediatamente después con objetos o
elementos del mismo o era perseguida con voces de auxilio, de la captura como
consecuencia de aquella, esto es, como evidencia procesal, lo que implicaba que era
perfectamente viable que se presentara la flagrancia sin captura, en los eventos en
que no obstante el sorprendimiento del sujeto activo del delito, no se lograba su
aprehensión pero sí era individualizado e identificado.
6. Con tal tesis jurisprudencial, habría de decirse, entonces, que en el presente caso no
procedería la rebaja de pena, entre otras razones porque (...) cometió el delito en
estado de flagrancia, ya que, como lo sostuvo el Tribunal, fue visto e identificado por
quienes acompañaban a la víctima. Sin embargo, ante el giro que se le dio a este
concepto por virtud de la ley, hoy en día dicha tesis ya no es predicable por cuanto
según lo dispuesto en el artículo 345 de la Ley 600 de 2.000, se entiende que hay
flagrancia, cuando:
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Sentencia Casación
FECHA : 14/02/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : CHUNZA CHITIVA, PEDRO JOSE
DELITOS : Porte de armas de defensa personal, Homicidio
PROCESO : 10090
PUBLICADA : Si
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1. Debe señalar la Sala, una vez más, que si bien la invocación de la causal tercera de
casación, aparentemente no exige en su elaboración formas específicas en cuanto a la
proposición y desarrollo del cargo, es cierto también que no se trata de un escrito de
libre confección, pues como sucede con las restantes causales debe reunir los
requisitos de forma contemplados en Código de Procedimiento Penal bajo cuya
vigencia se presenta la demanda, sino que también debe someterse a parámetros
lógicos de tal manera que se comprendan con claridad y precisión los argumentos de
la nulidad, la entidad de las irregularidades alegadas, la manera como se quebrantó la
estructura básica del proceso y en qué medida se afectaron las garantías de los sujetos
procesales y la trascendencia de tales defectos en el fallo.
2. Es cierto que el artículo 449 del Código de Procedimiento Penal antes vigente
estipulaba que la audiencia pública debía comenzar con la lectura de la resolución de
acusación y de las demás piezas del proceso que solicitaran las partes o que el
juzgador considerara necesarias, pero también es evidente que la omisión de lectura
del pliego de cargos no afecta sustancialmente el debido proceso ni el derecho de
ninguno de los sujetos procesales, habida consideración de que, cuando se profiere
dicha acusación, debe ser notificada para ser conocida por todos los sujetos
procesales, implicando lo anterior que en la audiencia los mismos están ya
suficientemente enterados de su contenido.
96
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
De suerte que su lectura en dicho acto constituía apenas la reiteración de dicha pieza
procesal, y es éste el motivo por el cual la práctica judicial muestra que no en pocas
oportunidades algunos o todos los sujetos procesales solicitaran al juez obviar la
lectura de esta pieza acusatoria. No en vano en el nuevo régimen de procedimiento
penal se suprimieron estas lecturas en la audiencia.
Sentencia Casación
FECHA : 14/02/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : GUTIERREZ DELGADO, JUAN CARLOS
PROCESADO : MOLINA TRUJILLO, DANIEL
DELITOS : Homicidio agravado
PROCESO : 10720
PUBLICADA : Si
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2. Como con posterioridad a la condena del acusado entró a regir el nuevo Código de
Procedimiento Penal que dentro de las modificaciones introducidas al ordenamiento
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
El nuevo Código de Procedimiento Penal -Ley 600 de 2000- introdujo una reforma
sustancial a esta concepción de la flagrancia, pues en el artículo 345 determina que la
misma se da cuando:
Entonces, a los dos requisitos que han sido establecidos por la jurisprudencia, "uno de
carácter objetivo-temporal que es la actualidad, esto es, que una o varias personas,
entre las que puede estar la víctima, se encuentren presentes en el momento de la
comisión del reato o instantes después y se percaten de él; y otro de naturaleza
personal que consiste en la identificación o, por lo menos, la individualización del autor
o partícipe" (Casación del 19 de agosto de 1997 M. P. Dr. Córdoba Poveda), se suma
ahora la aprehensión en el acto de realización del mismo o en los momentos
subsiguientes "por persecución o voces de auxilio de quien presencie el hecho".
3. Pero esta variación no tiene para el caso que ocupa la atención de la Sala efectos
sustanciales frente a la norma que consagra la confesión, pues la condición de que la
misma sea el "fundamento de la sentencia", que jurisprudencialmente se reconoció en
vigencia del anterior código, fue incluida ahora de manera explícita en el artículo 283
del nuevo estatuto procesal como presupuesto para la rebaja de pena por confesión.
Así quedó el precepto:
"A quien fuera de los casos de flagrancia, durante su primera versión ante el
funcionario judicial que conoce de la actuación procesal confesare su autoría o
participación en la conducta punible que se investiga, en caso de condena, se le
reducirá la pena en una sexta (1/6) parte, si dicha confesión fuere el fundamento de la
sentencia" (subrayado fuera de texto).
4. También ha precisado la Sala que la confesión puede dar lugar a rebaja de pena sólo
cuando es simple o eventualmente calificada por razones diversas a aquellas que
excluyen la responsabilidad. Así, en el fallo de casación de mayo 5 de 2000, con
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
ponencia del Magistrado Alvaro Orlando Pérez Pinzón, al fijar el alcance de la expresión
"confesare el hecho" contenida en el artículo 299 del anterior Código de Procedimiento
Penal, se dijo:
"El artículo 299 del C. de. P. P. establece la reducción de pena para cuando el imputado
"…confesare el hecho…". En derecho penal, la palabra hecho tiene una connotación
muy precisa, pues significa "hecho punible" y hecho punible es comportamiento típico,
antijurídico y culpable, con independencia de la Escuela, tesis o teoría que se quiera
adoptar, toda vez que en todas ellas las categorías o elementos mencionados
conforman la estructura dogmática del delito, aun cuando no todas coinciden en el
contenido de cada uno de tales aspectos. Así el asunto, la confesión implica que la
persona admita que ha realizado la conducta definida en la ley como delictiva, que ha
causado daño y que lo ha hecho con dolo, culpa o preterintención. En sentido
contrario, por razones apenas lógicas, si una persona imputada formula en su favor el
aspecto negativo de las características del hecho punible, es decir, aduce en su favor
atipicidad, concurrencia de justificantes o de exculpantes, sencillamente no confiesa el
hecho porque en las tres hipótesis acabadas de relacionar, el hecho punible no existe.
Tales razonamientos se mantienen vigentes frente a la preceptiva del artículo 283 del
nuevo Código de Procedimiento Penal, pues sobre el punto no ha habido ningún
cambio.
Sentencia Casación
FECHA : 14/02/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bucaramanga
PROCESADO : FLOREZ RAMIREZ, BRUNO
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 12073
PUBLICADA : Si
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Pero como la conducta humana comprende una fase subjetiva y una objetiva o
externa, es necesario que la Sala haga algunas precisiones al respecto:
La intangibilidad del núcleo esencial de la imputación fáctica implica que no puede ser
cambiado ni extralimitado.
Así, por ejemplo, si a un alcalde se le acusa de haberse apropiado de los dineros del
municipio, no se le puede variar la calificación para imputarle también haber falsificado
documentos para lograr esa finalidad. Lo procedente será expedir copias para que tal
hecho se investigue por separado, al tenor de lo preceptuado por el artículo 92.6 del C.
de P. P.
Sólo es procedente para hacer más gravosa la situación del procesado, esto es, en su
contra (verbigracia, de homicidio culposo a doloso; de cómplice a coautor).
De manera que si el fiscal estima que el acusado debe ser condenado, pero por una
especie delictiva menos grave o que se le debe reconocer una circunstancia especifica
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
La variación puede ser respecto de un elemento básico estructural del tipo (por
ejemplo, de estafa o de abuso de confianza calificado, en cuantía que exceda los 50
salarios mínimos legales vigentes, a peculado por apropiación) , forma de
coparticipación (por ejemplo, de cómplice a coautor), imputación subjetiva (culpa,
preterintención, dolo), desconocimiento de una atenuante específica (como la ira en
las condiciones previstas en el artículo 57 del Código Penal), o reconocimiento de una
agravante específica, es decir, circunstancias que modifican el marco punitivo.
La hace el fiscal por propia iniciativa o a petición del juez, pues aquél, en la etapa de
juzgamiento, continúa con la función acusadora.
Debe expresar los motivos por los que estima que debe ser modificada.
Si el fiscal admite que hay necesidad de reformarla, procederá a hacerlo. Si no, deberá
expresar las razones para oponerse. Pero, de todos modos, expuesto el criterio del
juez, éste será considerado como materia del debate y de la sentencia, para efectos de
la consonancia entre ésta y la acusación, debiendo el juez instruir a los sujetos
procesales al respecto.
Sólo una vez se puede variar la calificación, pues debe llegar un momento en que la
imputación devenga en definitiva e intangible, en guarda del derecho de defensa, de la
lealtad procesal, del orden del proceso y del principio de preclusión.
Así mismo, como se dijo, únicamente en esta oportunidad procesal puede exponer el
juez su criterio sobre la necesidad de modificarla.
Desde luego que, en el ejemplo, también se podría condenar por otra figura atenuada,
como por abuso de confianza, pues, como se verá adelante, el juez, al condenar, puede
degradar la responsabilidad, siempre y cuando respete el núcleo central de la
imputación fáctica.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Por ejemplo, el hecho se imputa como estafa en cuantía que no pasa de 50 salarios
mínimos legales mensuales que, al tenor del artículo 78.1 del C. de P. P., corresponderá
al juez penal municipal, pero que, en la etapa de juzgamiento, se considera que debe
imputarse como peculado por apropiación de competencia del circuito.
Además, que fijada la competencia, solo se podrá discutir por prueba sobreviniente.
Terminada la audiencia pública, el juez debe fallar sobre la imputación fáctica y jurídica
contenida en la resolución de acusación, en la variación efectuada por el fiscal y en la
propuesta por el juez como objeto de controversia, respetando el principio de
congruencia.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Por ende, le está vedado agregar hechos nuevos, suprimir las atenuantes que se le
hayan reconocido al acusado, adicionar agravantes y, en general, hacer más gravosa
su situación.
La Sala insiste, lo que no puede hacer el juez, sin romper la congruencia, es agravar la
responsabilidad con relación a los cargos imputados en la resolución de acusación y
sus modificaciones. Así, si se acusó por homicidio culposo y se varió a homicidio
simple, no se podrá condenar por homicidio agravado; y si se acusó por lesiones
personales, no se podrá condenar por tentativa de homicidio.
Lo anterior implica que los sujetos procesales deben ser muy cuidadosos en presentar,
en sus alegatos, frente a la realidad probatoria y al entendimiento de las normas
jurídicas, aquéllas posibilidades de atenuación de responsabilidad a las que se podría
acudir, en subsidio de la absolución.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Auto Colisión
FECHA : 14/02/2002
DECISION : Declara la competencia del Juzgado P. C. E. de
Popayán
PROCEDENCIA : Juzgado P. C.
CIUDAD : Caloto- Cauca
PROCESADO : LARGO CHATE, ALVARO
DELITOS : Violación a la Ley 30/86
PROCESO : 18457
PUBLICADA : Si
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1. El defensor se halla legitimado dentro del proceso pues así lo prevé el artículo 222
del Código de Procedimiento Penal vigente para la época en que fue proferida la
sentencia impugnada -Decreto 2700 de 1991, con la modificación hecha por el artículo
36 de la Ley 81 de 1993-.
Para que exista legitimación en la causa o interés jurídico para recurrir se requiere que
el sujeto procesal esté autorizado por la ley para impugnar y que con el fallo motivo de
demanda se le haya ocasionado un daño, un perjuicio. Si, por el contrario, la sentencia
o la parte de ella que es censurada, no le causa ningún agravio, no puede preocuparle
su contenido al extremo de que pretenda su anulación.
El artículo 366 del Código de Procedimiento Civil vigente para cuando se profirió el fallo
y se interpuso la casación, que es aplicable por remisión, supedita la procedencia de la
casación a que "el valor actual de la resolución desfavorable al recurrente sea o
exceda de diez millones de pesos", los que, incrementados en los términos del artículo
3° del decreto 522 de 1988 (un 40% cada dos años, a partir del 1°. de enero de 1990),
arrojan un total de $27"440.000, precisión que se hace teniendo en cuenta que el
monto sólo puede establecerse con base en la fecha del fallo de segunda instancia,
que es donde se concreta el perjuicio, y se establece por la diferencia que resulte entre
lo pedido y lo concedido por el Tribunal.
El juez de primera instancia, en decisión que fue confirmada por el Tribunal, reconoció
como daños y perjuicios una suma equivalente a 2.200 gramos oro, de donde surge
que el actor no tiene interés para recurrir en casación por este aspecto, pues para la
época de la decisión censurada, noviembre de 1995, lo reconocido, a razón de
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
$12.430,67 cada gramo, ascendía a $27"347.474, cifra que es inferior a la fijada por la
ley. La ausencia de interés, así, es palpable.
Sentencia Casación
FECHA : 14/02/2002
DECISION : Declara Prescripción, redosifica pen, desestima y
no casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cúcuta
PROCESADO : ROMERO PEÑA, RIGOBERTO
DELITOS : Tentativa de homicidio, Porte de armas de
defensa
personal, Homicidio
PROCESO : 11686
PUBLICADA : Si
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2. Es verdad que el imputado, de acuerdo con la ley, está facultado para solicitar su
indagatoria y también es evidente la importancia de este acto procesal, en cuanto se
constituye en la primera oportunidad de defensa con la cual cuenta dentro del proceso
penal. No obstante, en virtud del principio de preclusividad de los instantes
procesales, no es procedente la práctica de diligencias en cualquier momento.
Cerrada la instrucción ya no es posible, a no ser que preceda la revocatoria de la
resolución que la dispuso. Una vez clausurada la instrucción, entonces, la solicitud,
ordenación y práctica de pruebas, incluida la indagatoria -que además de medio de
defensa es medio de prueba como lo tiene admitido la jurisprudencia y la doctrina-no
es posible. Y fue exactamente lo sucedido en el presente caso. No solamente se había
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
4. En el desarrollo del cargo en lo que resultó enfático fue en afirmar que el Tribunal
transgredió los postulados de la sana crítica. Sin embargo, olvidó indicar si la violación
fue respecto de una ley científica, un principio de lógica o una máxima de la
experiencia y obviamente su impacto en la orientación de la sentencia condenatoria.
5. Las supuestas contradicciones entre los testigos de cargo que menciona el censor, y
que a su juicio, al otorgárseles a los mismos credibilidad, comportan la violación de los
postulados de la sana crítica, no son tales. Sin decirlo el demandante está planteando
que la falta de concordancia total entre un declarante y otro es motivo suficiente para
no creer en ninguno, no obstante la coherencia en torno a los aspectos fundamentales
sobre el hecho objeto de la declaración. Y se trata de un planteamiento
completamente equivocado. Los hechos están formados de momentos y cuando éstos
son observados por distintas personas cada una registra desde sus propias
circunstancias. Y cada una igualmente, al relatar judicialmente, rememora esas
vivencias desde las singularidades de como las percibió y las específicas de cuando las
narra, lo cual irremediablemente lleva a que por regla general los observadores de un
mismo suceso nunca lo cuenten lo mismo, no obstante coincidir en aspectos
esenciales.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Sentencia Casación
FECHA : 14/02/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cúcuta
PROCESADO : DIAZ NIÑO, NEFTALI
DELITOS : Porte ilegal de armas, Homicidio agravado,
Tentativa de
homicidio agravado
PROCESO : 14693
PUBLICADA : Si
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Esta deficiencia podría obviarse sólo si por la claridad y precisión de los razonamientos
es posible inferir, sin esfuerzo, que se hace referencia a la falta de competencia del
funcionario judicial, a la existencia de irregularidades sustanciales que afectan el
debido proceso o a la violación del derecho a la defensa.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Sobre este tema de la trascendencia de los errores de actividad y/o de garantía, la Sala
se pronunció en los términos que siguen:
"Cuando el casacionista plantea violación del debido proceso por afectación de los
derechos y garantías de su poderdante, le corresponde, más allá del otrora carácter
puramente formalista del derecho, comprobar, de una parte, la causación de agravio y,
de la otra, la posibilidad de éxito a que pueda conducir la declaración de nulidad. Dicho
de otra forma, debe demostrar que el vicio procesal ha producido un daño y que la
sanción de nulidad producirá una ventaja.
Así mismo, le compete al actor afirmar y demostrar cómo debe ser enmendado el yerro
o vicio que, asevera, se percibe con efectos sustanciales en el juicio. Con otras
palabras, tiene la carga de comprobar de qué forma se debe corregir o remediar el
entuerto." (Sentencia del 7 de diciembre de 2000 con ponencia del Magistrado Álvaro
Orlando Pérez Pinzón, radicación 13.208).
Por esas razones, sería darle culto a las formas por las formas mismas en
desconocimiento del precepto constitucional que le asigna prevalencia al derecho
sustancial (artículo 228 de la Carta) desconocer que, a pesar de su imperfección, la
resolución de acusación así expedida cumplió su finalidad, pues no puede declararse
inválido un acto que se allana a su destinación, de acuerdo con el principio de
instrumentalidad, y que conforme al principio de convalidación que también rige el
instituto de las nulidades procesales, no tuvo como consecuencia la afectación de las
garantías en la medida que, como en este caso, fue la base esencial para que se
ejerciera a plenitud el derecho a la defensa.
4. Como lo acota el agente del Ministerio Público, son crasos los defectos que se hallan
en la idéntica sustentación de los cargos que se hicieron en las demandas, las cuales
denuncian un quebrantamiento indirecto de la ley a causa de errores en la apreciación
de las pruebas.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
legales que regulan cada uno de esos institutos y, lo que es todavía peor, sin
denunciarlos como quebrantados.
Con esta defectuosa maniobra, que también ignora la naturaleza rogada del
extraordinario medio de impugnación, instrumentalizado por ley, sometido a causales
taxativas y a exigencias argumentativas mínimas e ineludibles, llevarían a la Sala a
sumergirse en la totalidad del proceso, cuando tiene como frontera infranqueable el
examen de legalidad de la sentencia de segunda instancia.
Sentencia Casación
FECHA : 14/02/2002
DECISION : No casa, ordena remitir copias para que se dicte
sentencia
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Ibagué
PROCESADO : GONZALEZ, CARLOS ROMAN
PROCESADO : PACHECO PRIETO, ALICIA MERCEDES
DELITOS : Peculado, Abuso de Circunstancias de Inferioridad
PROCESO : 17328
PUBLICADA : Si
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Conforme con lo anterior, resulta claro entonces que dada la trascendencia que tienen
frente al proceso los resultados que persigue, más aún tratándose de uno que ha
agotado las instancias ordinarias, no puede concebirse la nulidad como un espacio
relajado para que el demandante especule sin ninguna seriedad frente a la realidad
que arroja la actuación y lo que es más grave le confíe al azar la razón de sus
propuestas, porque sabido es desde antaño, que a la Corte como Tribunal de casación
no le corresponde hacer una evaluación oficiosa del asunto, salvo, claro está, cuando
advierte la presencia de violación de garantías fundamentales o de una nulidad, que
no es precisamente la situación que ofrece este caso.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Eso fue precisamente lo que aquí ocurrió, pues (...) no solo fue capturado en situación
de flagrancia, al encontrarse en su residencia una importante cantidad de
estupefaciente, sino que desde días previos al allanamiento practicado en su casa se le
estaba haciendo seguimiento y vigilancia a fin de constatar la ilícita actividad a la que
se dedicaba.
Pero además, la exótica tesis según la cual, a lo sumo es por una contravención por la
que debería responder el procesado, teniendo en cuenta que aceptó ser el dueño del
cigarrillo y varias papeletas con cocaína halladas en su habitación, carece cualquier
fundamento sensato, más aún cuando de inmediato retoma su teoría de la duda para
afirmar que se le debe absolver, solución que se opone a la naturaleza que le es propia
al motivo de nulidad.
Respecto a tal premisa, forzoso, entonces, es precisar que si ese fuera el horizonte del
cargo podría colegirse que postula un error de derecho por falso juicio de legalidad, lo
que pasa es que a su demostración no se procede como correspondía, es decir, no
indica ni analiza las reglas para su aducción y tampoco fundamenta por qué llega a la
conclusión de que conforme a los artículos 78 y 79 que cita como vulnerados, en todo
caso, independientemente del funcionario que realice el allanamiento es necesaria la
intervención del Ministerio Público y el posterior pesaje y consecuente identificación de
la sustancia decomisada en el mismo acto.
Tal parece que para el demandante, la intervención del Ministerio Público en diligencias
como la de allanamiento y registro es obligatoria, independiente del funcionario que la
realice y eso es lo que debía demostrar y no hizo. Sin embargo, una interpretación
teleológica en la que se tenga en cuenta la naturaleza de las funciones que le
corresponden al Fiscal como instructor, al Ministerio Público como representante de la
sociedad y a la Policía Judicial como un organismo de apoyo a las autoridades judiciales
en el esclarecimiento de los hechos y la identificación de sus responsables y la
diligencia del allanamiento, cuya procedencia por los motivos indicados en la
Constitución (artículo 28) y la propia Ley (artículo 344 del Decreto 2.700 de 1.991,
actualmente 294 de la Ley 600 de 2.000), constituyen una excepción al derecho a la
inviolabilidad de domicilio, permite concluir que en casos como el regulado en el
artículo 78 de la Ley 30 de 1.986, la propia ley ha exigido que cuando la Policía Judicial,
actuando por iniciativa propia, esto es, sin orden judicial en casos de flagrancia, pues
de lo contrario es necesaria la presencia del Fiscal, "decomise marihuana, heroína o
cualquier otra droga que produzca dependencia" y tal diligencia se lleve a cabo en
zona urbana se haga con la presencia del Ministerio Público, a fin de que un funcionario
de esta naturaleza haga las veces de garante del respeto a los derechos de las
personas que resulten involucradas, dado que esa clase de organismos no cumplen en
estricto sentido funciones judiciales.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Público, puesto que el funcionario instructor, de acuerdo con nuestro sistema procesal,
cumple funciones jurisdiccionales, entonces es él, como director de la actuación, el
encargado de investir de garantías el acto, sin perjuicio de que si aquél sujeto procesal
-el Ministerio Público- quiere intervenir, lo haga.
En lo que tiene que ver con los distintos pesos que según el demandante arrojó a lo
largo del proceso la sustancia incautada, y que por ende, ameritaban aplicar el favor
de la duda, no son más que la insistencia en casación de uno los equivocados
argumentos expuestos durante todo el devenir procesal por parte del sindicado,
porque confunde el peso bruto con el neto y el análisis para la identificación de la
sustancia con el pesaje propiamente dicho, refiriendo que existen tres resultados,
cuando en realidad es uno solo.
Sentencia Casación
FECHA : 14/02/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Manizales
PROCESADO : ADARVE MANRIQUE, JOEL ANTONIO
DELITOS : Violación a la Ley 30/86
PROCESO : 14117
PUBLICADA : Si
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
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Si bien resulta innegable que (...) cuando fue evaluado por el doctor Balbuena en el
centro de reclusión, cuatro meses después de haber cometido el homicidio, presentaba
un cuadro clínico compatible con una sicosis exotóxica versus una sicosis maniaco-
depresiva hereditaria, que se manifestó a consecuencia del consumo de sustancias
estupefacientes en la cárcel, ello no significa que al momento de los hechos se
encontrara en situación de inimputabilidad como de modo errado se entiende por el
casacionista, pues del dictamen pericial practicado por el Instituto de Medicina Legal
en que se fundamentó el fallo no sólo se establece lo contrario, sino que el psiquiatra
que atendió al procesado cuando se encontraba en detención preventiva, durante la
audiencia fue enfático en clarificar que la sicosis maniaco depresiva es una
enfermedad crónica "que hace períodos de crisis y otras veces el paciente está
normal". Es tan cierto esto, que en tal condición de normalidad mental se encontraba
al momento de los hechos como así se dictaminó por el Instituto de Medicina Legal y
acertadamente fue declarado en el fallo, siendo esto lo que debió desvirtuar el
casacionista con el desarrollo y fundamentación del ataque y que por no lograrlo, la
sentencia resulta inconmovible.
Sentencia Casación
FECHA : 14/02/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : VELEZ RIVERA, RAMIRO DE JESUS
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 11188
PUBLICADA : Si
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
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El demandante dijo la prueba omitida, es cierto, pero lo que aportó como demostración
de la trascendencia de la irregularidad es la simple idea de que el medio de convicción
hubiera aportado elementos de juicio "para confirmar o no el dicho de las declarantes"
que respaldaron el dicho de los procesados y la pretensión de legítima defensa de sus
abogados. Se refiere a la inspección, entonces, como un medio de prueba que "daría
posibilidades" a que los dichos de las testigos de descargo "encontraran eco", lo que
en manera alguna es demostrativo de que si se hubiera practicado la diligencia otra
habría sido la orientación de la sentencia. Se trata de un planteamiento especulativo,
entonces, así el censor haya expresado lo contrario.
Sentencia Casación
FECHA : 14/02/2002
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : GOMEZ AGUIRRE, HECTOR JAIR
PROCESADO : RAMIREZ SEPULVEDA, JOAQUIN EDILSON
PROCESADO : QUEVEDO ALVAREZ, ALVARO ALEXANDER
PROCESADO : HERNANDEZ ECHAVARRIA, EDGAR
DELITOS : Tentativa de homicidio, Lesiones personales
culposas,
Homicidio
PROCESO : 14849
PUBLICADA : Si
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1. Bien está recordar que aunque en estos eventos se permite alguna amplitud en la
proposición de la censura, ello en modo alguno apareja la conclusión de que el escrito
resulte ajeno a las exigencias técnicas de la impugnación extraordinaria, porque como
ha sido insistentemente reiterado por la Corte, cuando se alega en casación la nulidad,
debe el impugnante indicar con precisión y claridad los fundamentos que demuestren
el menoscabo de una cualquiera de las garantías de los sujetos procesales o el
desquiciamiento de las bases fundamentales de la instrucción o del juicio, identificando
las irregularidades ocurridas, las disposiciones que por razón de ellas resultaron
transgredidas, la clase de nulidad configurada y, primordialmente, la incidencia que los
errores de actividad denunciados tuvieron en la sentencia recurrida.
"En los casos de flagrancia, en las investigaciones por delitos de secuestro, extorsión y
conexos, de competencia de los jueces regionales, se dispondrá el cierre de la
investigación a más tardar, pasados cinco (5) días de ejecutoriada la providencia en la
que se resuelva la situación jurídica que imponga medida de aseguramiento al
sindicado.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
3. Es cierto que con fecha 14 de enero de 1997 el procesado (...) manifestó su deseo
de acogerse a la prerrogativa de la sentencia anticipada en los términos del entonces
vigente artículo 37 del Código de Procedimiento Penal, pero ya para entonces el cierre
de investigación parcial decretado el 1º de noviembre de 1996, había cobrado su
ejecutoria desde el 18 de diciembre del mismo año, cuando la Fiscalía mediante
resolución de esa fecha negó por improcedente el recurso de apelación interpuesto
contra la decisión que a su vez había negado la reposición del cierre, razón por la cual
no podía la Fiscalía acceder a dar trámite a la solicitud, porque en verdad, como lo
expusiera el instructor, la petición resultaba extemporánea.
Y en la etapa del juicio, el Juez Regional dio el trámite pertinente a la nueva solicitud
de terminación anticipada que en los referidos términos del artículo 37 del anterior
estatuto procesal reiteró el proceso (...) (fl. 141 cuaderno No. 4), pero llegado el
momento, el mismo pretendió introducir modificaciones al grado de responsabilidad
que le fue endilgado en la acusación, aceptando su participación en los delitos de
secuestro extorsivo agravado y concierto para secuestrar, pero a título de cómplice y
no como coautor, actuación a toda luz improcedente, pues como reiteradamente lo ha
señalado la Sala, a la sentencia anticipada se arribaba y se arriba según la previsión
contenida en el artículo 40 del nuevo Código de Procedimiento Penal, no en virtud de
un consenso, sino porque el procesado, motu proprio, acepta la responsabilidad penal
respecto de los cargos formulados sin condicionamientos ni controversias.
4. En lo que hace referencia con la supuesta inobservancia de los términos del juicio
como quiera que transcurrió un lapso aproximado de un (1) año a partir de la
ejecutoria de la acusación y la fecha de la sentencia, tal como lo destaca el Procurador
Delegado, dicha irregularidad no fue consecuencia de la negligencia o desidia del Juez
Regional, sino más bien de las múltiples solicitudes del procesado y su defensor, entre
ellas la petición de sentencia anticipada fracasada, solicitudes de nulidad (fl. 177 y ss.
cuaderno No. 4) y pruebas negadas por inconducentes (fl. 189 idem), todo lo cual
demandó tiempo adicional en la tramitación de la causa.
Sobre esta temática, la Corte, con ponencia del Magistrado Juan Manuel Torres
Fresneda, en decisión que abunda en razones para que en el presente caso se
desestime el cargo, señaló:
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
"La expresión "son consultables cuando contra ellas no se hubiere interpuesto recurso
de apelación", utilizada en normatividades anteriores (ley 17 de 1975, art. 1° y Decreto
050 de 1987, art. 210), e incorporada hoy con algunas variantes en el texto del artículo
29 de la ley 81 de 1993, tenía entonces razón de ser porque el recurso de apelación
otorgaba competencia al ad quem para conocer sin limitaciones de la providencia
impugnada (ley 17 de 1975, art. 3° y Decreto 050 de 1987, art. 538), tornando por
contera innecesaria la consulta, e imprimiéndole a ésta un verdadero carácter
subsidiario.
"La supletoriedad del instituto de la consulta ha de ser entendida en relación con los
aspectos que no han sido objeto de apelación y sin que la interposición del recurso
comprometa la potestad del ad quem, derivada de la ley, de poder reformar sin
limitación alguna la decisión consultada, aún en los aspectos impugnados y en
perjuicio del procesado."
Por lo anterior, si bien es cierto que el artículo 31 de la Carta consagra una garantía a
favor del condenado, cuando es apelante único, no es absoluta, sino que está
ponderada por la institución de la consulta y la legalidad de la sanción.
Sentencia Casación
FECHA : 14/02/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Nacional
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : AMOROCHO SANTAMARIA, PEDRO ELIAS
DELITOS : Secuestro extorsivo
PROCESO : 15203
PUBLICADA : Si
****************************
116
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
precepto sustancial, es de suponer que pese a que el fallador acertó en la selección del
precepto que regula el asunto, no lo interpreto en su correcta dimensión legal.
Las anteriores previsiones no fueron acatadas por ninguno de los recurrentes, quienes
desarrollaron el cargo con argumentos totalmente ajenos al alcance y naturaleza de la
causal invocada, lo que de lleno desconoce los requisitos de claridad y precisión en la
demostración de la censura.
El argumento así propuesto, no solamente evade a toda costa los argumentos del fallo
de instancia, sino que es totalmente extraño a lo que en derecho penal implica la
figura de la participación criminal. De manera amplia los juzgadores han dedicado
muchos argumentos a explicar cómo, por las circunstancias que rodearon los hechos y
la actividad desplegada por cada procesado, es que se está en presencia de este
fenómeno.
3. Cuando se pretende la nulidad del proceso por no haberse practicado las pruebas
que a juicio del libelista eran importantes, es necesario identificarlas y demostrar su
incidencia frente a la comprobación de los hechos y/o la responsabilidad del
procesado.
117
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Sentencia Casación
FECHA : 14/02/2002
DECISION : No casa, reajusta pena, declara prescripción de
un delito
PROCEDENCIA : Tribunal Nacional
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : FLOREZ ALARCON, CARLOS ALBERTO
PROCESADO : MARIN ZULUAGA, NEIMBERG
PROCESADO : BERNAL SEIJAS, LUIS ALBERTO
DELITOS : Tentativa de homicidio, Porte de armas de uso
privativo
de las F.M., Homicidio agravado, Daño en bien
ajeno,
Incendio
PROCESO : 13608
PUBLICADA : Si
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Ahora bien, la ley que rige para la demanda en cuestión es la 553 de 2000, pues que la
sentencia que dio origen a la impugnación y, por supuesto, a la presentación de la
demanda fue pronunciada bajo la vigencia del mismo estatuto, que señala que la
casación procede en los procesos que se hubieren adelantado por los delitos que
118
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
tengan señalada pena privativa de la libertad cuyo mínimo exceda de 8 años, aún
cuando la sanción impuesta sea una medida de seguridad.
Adicionalmente, debe señalarse que si bien es cierto el artículo 218 del Código de
Procedimiento Penal, modificado por el artículo 1° de la Ley 553 de enero 13 de 2000,
prevé la posibilidad de acudir en casación por la vía excepcional cuando la sentencia
de segunda instancia hubiere sido dictada por un juez de circuito, o en los eventos en
que la pena máxima privativa de la libertad imponible para el delito por el cual se
procede no sea o exceda el límite de los ocho (8) años, es también cierto, que el
casacionista no la invoca ni acredita su procedencia orientada a la necesidad del
desarrollo de la jurisprudencia o la garantía de los derechos fundamentales.
________________________
* RAD. 18631. AUTO OCTUBRE 22 DE 2001.C. S. J. M.P. Dr. GÁLVEZ ARGOTE, CARLOS
A.
Auto Casación
FECHA : 14/02/2002
DECISION : Inadmite demanda de la parte civil, devuelve el
expediente
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Popayán
NO RECURRENTE : GOMEZ URBANO, WALTER
DELITOS : Homicidio culposo
PROCESO : 18581
PUBLICADA : Si
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1. Tampoco resulta cierto que la Corte en esta fase previa ignorara por completo la
aludida manifestación del imputado, pues en el auto de fecha mayo 26 de 1995,
mediante el cual dispuso la actuación preliminar, ordenó la versión libre del doctor (...)
pero supeditó su realización a los resultados de las diligencias dispuestas en esa
misma providencia (f. 57, cd. 1); decisión sin duda ajustada a la discrecionalidad
concedida en el artículo 322 del estatuto procesal penal entonces vigente (Decreto
2700 de 1991), que facultaba al funcionario judicial para efectuarla cuando lo
considerara necesario, obviamente, para la consecución de las finalidades previstas
para la indagación previa en el artículo 319 ibídem.
...
119
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
De otra parte, como lo ha discernido la Sala, por cuanto la versión libre no constituye
un presupuesto necesario e indefectible para acceder a la etapa instructiva,
comenzada con el auto de apertura de la misma, como quiera que tal decisión de
conformidad con los artículos 319, 324 y 327 ibídem, podía ordenarse al quedar
superadas las dudas sobre la procedencia del ejercicio de la acción penal, por razón de
las cuales y con miras a despejarlas se había dispuesto la investigación previa.
3. En fin, de las argumentaciones anteriores se colige que la versión que el doctor (...)
se mostró dispuesto a rendir surgía superflua, procuradas como estaban las finalidades
de la averiguación previa; asimismo, que tampoco constituyó una afrenta al derecho a
la defensa la apertura del sumario sin decretar en forma antelada dicha diligencia, sin
que sobre añadir que las restricciones que el imputado tuvo hasta entonces en el
acceso al expediente, derivadas del carácter reservado de la actuación preliminar,
encontraban sustento en el artículo 321 del Decreto 2700 de 1991, que la Corte
Constitucional encontró proporcionadas a la luz de la Constitución Política por
obedecer "fundamentalmente, a una ponderación entre el derecho al debido proceso -
dado que se trata, en todo caso, de un medio de defensa - y el derecho a la verdad"*.
De ahí que en este proceso penal especial y de única instancia que le corresponde
adelantar a la Corte contra los congresistas mientras permanezcan en el ejercicio del
cargo o con posterioridad a él, en este último evento cuando el comportamiento
punible imputado tenga relación con las funciones desempeñadas, lo que sea decidido
por otras autoridades judiciales surge viciado de nulidad, pero sin que ello signifique,
como lo entiende de manera equivocada el libelista, una competencia con unos ribetes
de rigidez, de tal extremo, que esté proscrita la intervención de cualquier forma de
todo funcionario distinto de la Sala de Casación Penal y, en particular, de los
pertenecientes a la Fiscalía General de la Nación.
120
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Debe resaltarse que este entendimiento coincide con el pregonado por la Corte
Constitucional, cuando al examinar la competencia del Fiscal General de la Nación,
tratándose de los funcionarios cobijados también por el fuero constitucional, precisó
que "Las funciones consignadas en el artículo 251 citado - en particular la de
investigar, calificar y acusar a los altos funcionarios del Estado que gocen de fuero
constitucional -, revisten el carácter de indelegables y, por tanto, sólo el señor fiscal
general de la Nación puede asumirlas y ejecutarlas. El espíritu del Constituyente no fue
el de que las funciones que se encuentran en cabeza del señor fiscal general pudiesen
ser delegadas en sus subalternos. Las anteriores consideraciones no obstan para que
el señor fiscal general de la Nación pueda comisionar -que no delegar- en los fiscales
delegados ante Corte Suprema de Justicia, el ejercicio de algunas de las funciones
contenidas en el artículo 251 de la Carta Política. Sin embargo, la decisión final y el
compromiso jurídico y político que ella conlleve, debe el señor fiscal asumirlo siempre,
y en todos los casos, en forma personal…" ; pronunciamiento que invoca
parcializadamente el impugnante incluso en cuanto afirma la imposibilidad de la
delegación, pero sin mencionar tangencialmente siquiera a la viabilidad allí mismo
predicada frente al mecanismo de la comisión para la práctica de diligencias.
Por otra parte, en armonía con lo expuesto en precedencia, se tiene el artículo 82 del
Decreto 2700 de 1991, modificado por la Ley 81 de 1993, artículo 12, que otorgaba a
la Corte Suprema de Justicia la posibilidad de comisionar "Para la práctica de
diligencias…a cualquier funcionario judicial o a sus magistrados auxiliares", cobijando
dentro de aquella primera expresión a los funcionarios de la Fiscalía General de la
Nación, revestidos por mandato constitucional de jurisdicción al pertenecer, dentro de
la estructura del Estado, a la Rama Judicial del poder público (artículos 249 a 253 C.P.).
121
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
6. La Sala admite que al tenor del artículo 21 de la Ley 65 de 1993 atrás citado, en
armonía a su vez con el artículo 401 del Decreto 2700 de 1991, la detención
preventiva debe cumplirse en principio en la misma localidad donde se adelantan las
respectivas diligencias, derecho vinculado a la celeridad del trámite, por ende, a la
satisfacción del debido proceso sin dilaciones injustificadas, pero que también, como lo
señala la jurisprudencia constitucional evocada por el Procurador Delegado, patrocina
un "contacto directo y permanente con su apoderado; conocer con mayor facilidad las
piezas del expediente; y, participar en la elaboración de la estrategia de defensa y en
la controversia de las pruebas que aparentemente lo incriminen. Adicionalmente, esta
condición favorece la aplicación de los principios de inmediación y eficiencia, rectores
del proceso penal y garantes del derecho de defensa"*****.
De esta finalidad y del sentido que impregna el comentado derecho surgen dos
consecuencias. En primer término, que no es absoluto, de manera que la simple
detención del sindicado en un lugar distinto al de la sede de su investigador o juzgador
no determina indefectiblemente la invalidez de lo actuado; por el contrario, la
necesidad de armonizarlo con otras garantías no menos preciadas, como la vida, la
seguridad y la integridad personal del interno, al igual que con los motivos de interés
público que orientan la administración de justicia, tornan posible el internamiento en
un sitio diferente, como prevé incluso expresamente el legislador en los artículos 75 y
77 de la Ley 65 de 1993, y 405 del Decreto 2700 de 1991.
Por otra parte, en cuanto interesa para discernir el fundamento de la propuesta, que la
vulneración del derecho del procesado a encontrarse recluido en la localidad donde
cursa la actuación, por constituir un medio para la efectividad de las garantías cuya
satisfacción legitima el ejercicio de la potestad punitiva del Estado, únicamente tiene
entidad para propiciar la nulidad cuando por razón de dicha circunstancia se han
obstaculizado en forma tangible las facultades de las cuales goza el incriminado en
beneficio de sus intereses, esto es, cuando represente una afectación real y no
puramente hipotética del derecho a la defensa material, de configuración excluida en
el presente asunto, anticipa la Sala.
Las anteriores reflexiones fluyen pertinentes en el examen del presente cargo, porque
como lo ha discernido la Corte, la "violación del principio de legalidad comporta la
transgresión de una norma de derecho sustancial, en manera alguna la inobservancia
de una formalidad ritual. Por tanto, el error, en estos casos, es in iudicando, en cuanto
se origina en el ejercicio puro de la función jurisdicente, y en cuanto tal, debe ser
alegado al amparo de la causal primera de casación, no de la tercera"****** .
9. En la sustentación de este reparo el actor desconoce las pautas técnicas del dislate
alegado, con sujeción a las cuales para su adecuado desarrollo en manera alguna le
122
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
bastaba con indicar los elementos de persuasión viciados, sino que también le era
ineludible demostrar que en el análisis del acervo probatorio los falladores le
concedieron validez a elementos de juicio incorporados al proceso en forma irregular
desacertando, en consecuencia, en la aplicación del derecho en el caso concreto,
cometido que se satisfacía únicamente, conforme ha precisado de antaño la Sala, con
el señalamiento del "precepto o preceptos que establecen los requisitos para la
aportación de la prueba cuestionada y que se dicen omitidos, y que a través de esta
violación medio, se verificó efectivamente la transgresión de una norma sustancial
como violación fin, y en qué sentido"********* .
___________________________
* Sentencia, C-475 de septiembre 25 de 1997, M.P. Dr. Eduardo Cifuentes Muñoz.
** Sentencia, C-472 de octubre 20 de 1994, M.P. Dr. Vladimiro Naranjo Mesa
*** Providencias de fechas 12 de agosto de 1992, 25 de febrero de 1993, junio 9 de
1994, M.P. Dr. Guillermo Duque Ruiz; 14 de julio de 1996, M.P. Dr. Fernando Arboleda
Ripoll; 28 de octubre de 1998, M.P. Dr. Jorge A. Gómez Gallego; 28 de enero de 2000,
M.P. Dr. Edgar Lombana Trujillo; 23 de julio de 2001, M.P. Dr. Fernando Arboleda Ripoll,
entre otras.
**** Providencia de abril 20 de 1999, M.P. Dr. Carlos A. Gálvez Argote.
***** Sentencia T-966 de julio 31 de 2000, M.P. Dr. Eduardo Cifuentes Muñoz.
****** Sentencia del 4 de julio de 2001, M.P. Dr. Fernando Arboleda Ripoll.
******* Providencias de marzo 3 y julio 18 de 2000, M. P. Dr. Carlos A. Gálvez Argote;
17 de julio de 2001, M.P. Dr. Jorge Córdoba Poveda, entre otras.
******** Cfr., sentencia de abril 2 de 2001, radicado 14.536.
********* Sentencia de julio 12 de 1994, M.P. Dr. Ricardo Calvete Rangel; auto de abril 3
de 2000, M.P., Dr. Jorge A. Gómez Gallego
Sentencia Casación
FECHA : 14/02/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Tunja
PROCESADO : CORREDOR BERNAL, ORLANDO
DELITOS : Peculado por apropiación
PROCESO : 12265
PUBLICADA : Si
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123
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Desde tiempo atrás la Sala ha sostenido que para que proceda la libertad provisional o
desencarcelacimiento por vencimiento de términos, es preciso que el acusado esté
efectivamente privado de la libertad, que debe entenderse a disposición del proceso
en el que se hace la solicitud.
Así lo señaló la Corte, al fijar el alcance del numeral 5° del art. 415 del Código de 1991,
igual al numeral 5° del artículo 365 de la ley 600 de 2000, donde se dijo:
"En conclusión, en el caso del numeral 5º del artículo 415 del C. de P. P., la Sala precisa
que el requisito para que proceda el desencarcelamiento es que hayan pasado seis
meses desde la privación efectiva de la libertad, contados a partir de la ejecutoria de la
resolución de acusación, sin que se hubiere celebrado la correspondiente audiencia
pública, salvo los casos de excepción contemplados en los incisos siguientes.".
El artículo 363 de la Ley 600 de 2000, fue demandado en razón de su conexidad con la
figura de la detención preventiva, concepto por el cual, en consonancia con lo ya
dicho, debe declararse su exequibilidad. Sin embargo, encuentra la Corte necesario
hacer un pronunciamiento adicional, para fijar el alcance de la disposición en armonía
con los condicionamientos que se harán en esta providencia.
Por lo tanto, se declarará la exequibilidad condicionada del artículo 363 de la Ley 600
de 2000, en el sentido de que en la apreciación de las causales de revocatoria de la
detención preventiva debe tenerse en cuenta también la consideración sobre la
subsistencia de su necesidad en atención a los fines que llevaron a decretarla."
"..."
"R E S U E L V E :"
"..."
Ante esta situación, se hace necesario entrar a estudiar los efectos de esta
determinación, sobre la situación concreta y particular del aquí procesado, quien se
encuentra cumpliendo pena en otro proceso bajo la figura sustitutiva de la prisión
domiciliaria.
124
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
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En virtud del principio del juez natural que deriva del artículo 29 de la Constitución
Política, quien sea sindicado de un delito debe ser juzgado por el juez competente, lo
cual comporta, como uno de los factores de competencia, el del territorio en donde se
cometió la conducta punible.
Las reglas de competencia, entre las cuales existe la del territorio en que se cometió el
delito, son de aplicación obligatoria y sólo de manera excepcional opera el cambio de
radicación cuando se demuestre que en aquel sitio no existen las garantías para que la
justicia se administre de manera eficaz e imparcial. Estas circunstancias anormales no
se presentan en este caso, pues los aspectos que señala el señor (...) en nada afectan
sus garantías de defensa material y técnica.
125
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
De otra parte, "el simple hecho de que procesados o defensores vivan en lugar diverso
de aquél donde se tramita un proceso, como lo tiene dicho la Sala, no constituye factor
que pueda quebrantar o perturbar el curso de la investigación …", toda vez que las
causales por las que procede el traslado de la sede del juzgamiento son taxativas, lo
cual impide "que el espectro de protección de la figura se amplíe a través de una
interpretación extensiva para dar cabida a criterios como los expuestos por el
peticionario imbuidos de simple conveniencia o comodidad, porque ello conduciría al
absurdo de afirmar por fuera de toda previsión legal que la competencia por el factor
territorial queda supeditada al domicilio del procesado o defensor …"*.
________________________________________
* Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, Auto de 6 de febrero de 2001,
radicado 18.014, M. P. JORGE ANÍBAL GÓMEZ GALLEGO.
Cambio de Radicación
FECHA : 19/02/2002
DECISION : No accede al cambio solicitado
PROCEDENCIA : Juzgado 14 P. C.
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : GOMEZ MONTAÑO, PEDRO RAFAEL
DELITOS : Falsedad material de particular en doc. púb.
PROCESO : 19063
PUBLICADA : Si
****************************
De otra parte, para definir la competencia en eventos como el presente, donde los
fallos provienen de diferentes juzgados y el sentenciado se encuentra descontando una
de las penas impuestas, prima nuevamente el factor subjetivo, en cuanto debe conocer
de la acumulación el juzgado por cuenta del cual está privado de la libertad, pues es el
que está verificando la redención de pena, desde luego sin olvidar que por expresa
disposición del artículo 470 de la ley 600 de 2000, en la dosificación acumulada "la
pena impuesta en la primera decisión se tendrá como parte de la sanción a imponer".
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126
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
"Principios elementales de procedimiento por todos conocidos enseñan que para hacer
uso del derecho de impugnación se requiere tener interés para ejercerlo, y que esta
vocación viene determinada por el carácter lesivo de la decisión cuya remoción se
persigue, en cuanto haya irrogado un perjuicio concreto a la parte impugnante.
"Se entiende, entonces, que no existe interés para recurrir cuando la decisión no le
reporta agravio alguno a la parte impugnante, o cuando existiendo, no se cumplen los
requerimientos adicionales del procedimiento; y, se deja de tener, cuando el sujeto
agraviado con la decisión la consiente con el silencio. Estos son principios de
procedimiento ampliamente reconocidos e implícitamente contenidos y operantes en
nuestro régimen procesal vigente.
"La determinación del interés para recurrir no siempre es tarea fácil. Si bien es cierto
hay casos en los cuales la naturaleza de la decisión permite al funcionario advertirlo
prima facie, en otros será necesario consultar el contenido de la impugnación para
darle viabilidad al recurso, pues solo de las alegaciones presentadas por el censor
podrá inferirse su existencia.
"Es lo que ocurre, por ejemplo, cuando habiendo sido el procesado absuelto, su
defensor decide impugnar la decisión, o cuando la sentencia condenatoria es recurrida
por la parte civil, pues, en el primer evento, el impugnante deberá demostrar que la
revisión que persigue no busca hacer más gravosa la situación de su patrocinado y, en
el segundo, que la cuantía de su pretensión numeraria se ajusta a los requerimientos
legales.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
"El principio de preclusión de los actos procesales, inspirado a su vez en los postulados
de seguridad de las actuaciones y resoluciones judiciales, ha sido dicho, impone a las
partes la obligación de ejercitar sus derechos (entre ellos la impugnación), en las
oportunidades que la ley establece para hacerlo, so pena de que la facultad procesal
correspondiente precluya.
"El de limitación, consagrado en el artículo 217 del estatuto procesal -de 1991-
(modificado por el 34 de la ley 81 de 1993), circunscribe el ámbito de competencia del
ad quem a los aspectos que constituyen el objeto de la impugnación, haciendo que el
fallo de segundo grado tenga su propio ámbito de validez personal, formal y material.
"a) Cuando por virtud del recurso interpuesto por otros sujetos procesales, o los
efectos vinculantes de la decisión de segundo grado, el pronunciamiento afecte su
situación jurídica en forma desfavorable;
"b) Cuando el fallo de primera instancia esté sujeto al grado jurisdiccional de consulta,
cualquiera que sea el contenido de la decisión de segunda instancia; y,
Estas conclusiones han sido reiteradas por la Corte, entre otras, en las providencias del
23 de febrero de 2000 (M.P. Dr. Fernando Arboleda Ripoll), del 3 de marzo de 2000
(M.P. Dr. Carlos Augusto Gálvez Argote), del 2 de septiembre de 2000 (M.P. Dr. Jorge
Córdoba Poveda), del 19 de diciembre de 2000 (M.P. Dr. Edgar Lombana Trujillo) y de
julio 16 de 2001 (M.P. Dr. Fernando Arboleda Ripoll). Y es esta oportunidad se ratifican,
salvo en lo concerniente a los fallos de segunda instancia que sean el producto del
grado jurisdiccional de consulta.
Ha señalado la Sala, como se vio, que se cuenta con interés jurídico para recurrir en
casación "cuando el fallo de primera instancia esté sujeto al grado jurisdiccional de
consulta, cualquiera que sea el contenido de la decisión de segunda instancia". Es la
posición a la cual se hará referencia enseguida y que se modificará, siguiendo la
orientación que ya se ha dejado insinuada en algunas de los providencias que atrás se
mencionaron.
"Y para que haya interés en el recurrente en casación es necesario, además, que haya
apelado la sentencia de primera instancia, pues una actitud pasiva reflejaría que
consiente el perjuicio, que está conforme con lo resuelto; o, en su defecto que el fallo
de segunda instancia haya desmejorado su situación en virtud de la apelación
interpuesta por otro sujeto procesal, o que el superior haya examinado la providencia
en razón del grado de competencia funcional de la consulta, pues mientras no se
produzca la de segunda instancia, no puede saber el sentido definitivo del fallo, ya que
128
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
En la providencia del 19 de diciembre de 2000, con Ponencia del Dr. Edgar Lombana
Trujillo, dijo la Corte sobre el mismo punto lo siguiente:
El interés para impugnar en casación una sentencia expedida en virtud del grado
jurisdiccional de consulta, entonces, cuando el sujeto procesal no apeló la de primera
instancia, o cuando pese a ser apelada por otra de las partes procedía de todas
maneras la consulta, está vinculado a los efectos perjudiciales para su situación
jurídica que se originen en ella. Por consiguiente, si el resultado de la revisión impuesta
por la ley es la confirmación del fallo consultado, el sujeto procesal carece de interés
para recurrir en casación -salvo si la demanda versa sobre nulidades- sencillamente
porque mostró su conformidad con lo decidido en la primera instancia.
En conclusión, no cuenta con interés para impugnar en casación el sujeto procesal que
no recurrió la sentencia de primera instancia, salvo en las siguientes eventualidades:
Debe advertirse, además, que el interés para recurrir igual estará ausente en aquellos
casos en los cuales la demanda de nulidad es simplemente una excusa para la
discusión de determinaciones de la primera instancia frente a las cuales se guardó
silencio y que en realidad no corresponden a hipótesis de violación de garantías
fundamentales que deban remediarse a través del mecanismo extremo de la nulidad
procesal.
Es verdad que (...) no fue capturado en flagrancia. No obstante, el Tribunal estimó que
fue individualizado e identificado en el momento de los hechos por muchas personas y
que, por ende, actuó en flagrancia. Sin duda alguna que se trata de la aplicación de la
noción de flagrancia en la forma como la ha entendido la Mayoría de la Sala. Es decir,
como evidencia procesal, en cuanto varias personas han tenido la oportunidad de
presenciar la realización del hecho punible y ver al delincuente e identificarlo o
individualizarlo, sin que sea un requisito para la estructuración de la figura el hecho de
la captura. Esta puede ser consecuencia del sorprendimiento en flagrancia pero no
condición.*
129
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Las hipótesis de flagrancia definidas en el artículo 345 de dicho Estatuto son las
siguientes:
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
4. El artículo 217 del Código de Procedimiento Penal de 1991, vigente para cuando se
dictó el fallo, disponía en la parte que interesa al regular la competencia de la segunda
instancia:
El apoderado de la parte civil, que fue único apelante, así se hubiera opuesto en el
marco del recurso a la aminoración punitiva, carecía de interés jurídico para ello, en
consideración a que el no reconocimiento de la rebaja no tenía la virtud de modificar la
pretensión indemnizatoria, que es la única razón de ser de tal sujeto procesal dentro
del proceso penal y se constituye en un límite infranqueable de sus actuaciones.
Sentencia Casación
FECHA : 21/02/2002
DECISION : Desestima, casa parcialmente dejando sin efecto
modificación del Tribunal
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Barranquilla
PROCESADO : FERNANDEZ FERNANDEZ, THOMAS AQUINO
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 14872
PUBLICADA : Si
****************************
La sentencia proferida por la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia contra (...), en
única instancia, se adoptó con base en la competencia atribuida por los artículos 235 -
3 y el parágrafo de la C.N. correspondiente y el 68 - 6 del C.P.P. anterior, dado que los
hechos que la motivaron tuvieron relación con las funciones de congresista que
desempeñaba el procesado para el momento de la comisión de los delitos.
En los procedimientos de única instancia, como debe ser bien sabido, la sentencia no
tiene recurso alguno, por consiguiente, ejecutoriada la sentencia al momento de ser
suscrita por los Magistrados de la Sala de Casación Penal, se debe disponer su
cumplimiento.
Los sujetos procesales deben ajustar sus peticiones al orden jurídico, vigente, por
ende, el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus obligaciones han de
corresponder al estado en que se encuentra la actuación procesal y no es válido aducir,
131
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
como en este caso se hizo, "que por no haber intervenido antes dentro del proceso"
no tuvo oportunidad de reclamar lo que ya fue motivo de contradicción en la instancia
cumplida, para entonces solicitar su insólita reapertura.
****************************
132
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
_______________________________
* Ver, entre otras, casación 9906 del 22 de octubre de 1999, M.P. Dr. Fernando
Arboleda Ripoll, casaciones 13033 del 26 de octubre de 2000 y 13387 del 2 de mayo
de 2001, M.P. Dr. Jorge E. Córdoba Poveda.
Sentencia Casación
FECHA : 21/02/2002
DECISION : Declara prescrp. de undelito, casa parcialmente
declarando nulidad, reduce pena,
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : HERNANDO CASTRO, OSCAR
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Porte de armas de
defensa
personal, Homicidio agravado
PROCESO : 16143
PUBLICADA : Si
****************************
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
la casación que por no constituir una tercera instancia, sino un medio de impugnación
extraordinario y rogado, cuya regulación es expresa en la ley, solo procede por los
motivos allí señalados, le correspondía respetar los presupuestos teóricos de su
propuesta casacional y en esa medida tener como punto de referencia el fallo de
segundo grado, para a partir de allí poner de manifiesto cómo en la apreciación
probatoria el sentenciador la distorsionó en su contenido material, poniéndola a decir
lo que objetivamente no dice, además de identificar las normas sustanciales violadas y
señalar el sentido del quebranto.
2. Por último, importa precisar, que como al entrar en vigencia el actual Código Penal
en el cual se establece un marco punitivo menor para el delito de homicidio, en
relación con los extremos mínimo y máximo previstos en la Ley 40 de 1.993, que fue la
normatividad aplicada en este asunto, el Juez 48 Penal del Circuito, mediante auto del
17 de septiembre de 2.001 redujo a 6 años y 6 meses, por favorabilidad la sanción
privativa de la libertad impuesta a (...), tal determinación solo tiene carácter de
provisional, toda vez que para entonces no había cobrado ejecutoria el fallo de
segundo grado, el cual, no sufre ninguna modificación al resolverse ahora esta
impugnación extraordinaria.
Por lo anterior, es que debe advertirse que cualquier efecto favorable que se derive de
la aplicación del nuevo Código Penal, le corresponde resolverlo en forma definitiva, al
Juez de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad, acorde con lo dispuesto en el
artículo 79.7 de la Ley 600 de 2.000.
Sentencia Casación
FECHA : 21/02/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : CASTRO GOMEZ, JOSE MISAEL
DELITOS : Homicidio preterintencional
PROCESO : 13621
PUBLICADA : Si
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134
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
________________________________
* Providencias de abril 21 de 1998, M.P., Dr. Fernando Arboleda Ripoll, radicado 9.853;
octubre 18 de 2001, M.P. Dr. Galán Castellanos, radicado 14.834; octubre 25 de 2001,
M.P. Dr. Pérez Pinzón, radicado 13.915; 19 de diciembre de 2001g, M.P. Dr. Pinilla
Pinilla, radicado 13.114, entre otras.
** Sentencia del 22 de junio de 2000, M.P. Dr. Álvaro O. Pérez Pinzón, radicado 12.297.
En el mismo sentido, entre otras, las sentencias de octubre 8 de 1999, M.P. Dr. Carlos
A. Gálvez Argote, radicado 11612; 1º de febrero de 2001, M.P. Dr. Jorge Córdoba
Poveda; y, 21 de febrero de 2001, M.P. Dr. Nilson Pinilla Pinilla.
Sentencia Casación
FECHA : 21/02/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : POVEDA CHAVEZ, HECTOR VIANED
DELITOS : Concusión
PROCESO : 16216
PUBLICADA : Si
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135
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
El censor, sin embargo, no hizo una cosa ni la otra. El solo hecho de la no unidad de
tiempo ni lugar en la realización de los ilícitos, que es el único argumento sobre el cual
plantea la vulneración del debido proceso, no es excluyente de la conexidad. Esto
significa, entonces, que no demostró ninguna irregularidad sustancial y por ende la
censura no puede examinarse.
Resulta un error evidente del defensor, entonces, invocar violación directa de la ley
para enseguida evidenciar que su desacuerdo es con la apreciación probatoria hecha
por el juzgador, respecto de la cual no concreta ningún error de hecho o de derecho y
su trascendencia, como para excusarle la incorrecta enunciación de la censura.
Sentencia Casación
FECHA : 21/02/2002
DECISION : Declara prescripción de un delito, no casa,
reajusta pena
PROCEDENCIA : Tribunal Nacional
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : RODRIGUEZ HERRAN, ALIRIO
DELITOS : Extorsión, Secuestro extorsivo, Concierto para
delinquir
PROCESO : 13052
PUBLICADA : Si
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136
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Si no se cumplen esos requisitos, la censura no puede tener éxito, toda vez que a la
Corte, por virtud del principio de limitación, le está vedado corregir los defectos del
libelo.
Por tal motivo, la manifestación de impedimento del funcionario judicial debe ser un
acto unilateral, voluntario, oficioso y obligatorio ante la concurrencia de cualesquiera
de las causales que de modo taxativo contempla la ley, para negarse a conocer de un
determinado proceso. Igualmente, dicha manifestación impeditiva, debe estar apoyada
en el postulado de la buena fe, que rige para todos los sujetos procesales y para el
funcionario judicial, pues este instituto no debe servir para entorpecer o dilatar el
transcurso normal del proceso penal o para sustraerse, indebidamente, a la obligación
de decidir.
Por lo tanto, para que concurra esta causal impeditiva se requiere que alguno de los
sujetos procesales haya denunciado penal o disciplinariamente al funcionario que debe
conocer del proceso, supuesto de hecho que no se daba en el caso concreto, razón por
la cual el Fiscal General de la Nación no tenía porqué declararse impedido, toda vez
que la queja disciplinaria no fue presentada por el aquí acusado, sino por tercera
persona ajena a esta actuación.
Por otra parte, la defensa dejó precluir la oportunidad procesal con que contó para
recusar al Fiscal, limitándose el sindicado a enterarlo que le había proferido cargos
disciplinarios por hechos atinentes a su desempeño como Ministro de Educación, acto
que no podía considerarse como una recusación.
137
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Además, si bien entre los casos en que era obligatoria su participación estaban,
conforme al art. 134 del Decreto 2700 de 1991, entonces vigente, las investigaciones
previas por hechos punibles de competencia de los jueces regionales, aquí tal fase fue
adelantada inicialmente por la Sala, pasando luego las diligencias a la Fiscalía General
de la Nación, por lo que la censura carece de fundamento.
Por otra parte, tampoco es cierto que la etapa instructiva haya estado acéfala de la
intervención del Ministerio Público, pues en el proceso existen múltiples constancias de
su participación. Por ejemplo, se notificó de la providencia mediante la cual la Corte
ordenó el envío de las diligencias a la Fiscalía General de la Nación y así mismo, de las
siguientes resoluciones: la que no accedió a la suspensión de la actuación incoada por
el procesado y relacionada con el impedimento de los Procuradores Delegados, la que
resolvió la situación jurídica, la que ordenó el cierre de la investigación y de acusación,
sin perder de vista que presentó alegatos precalificatorios y que su ausencia en
algunos momentos de la instrucción se debió a que los designados se declaraban
impedidos, como se recoge en el mismo texto de la demanda y sin que ello comportara
que se suspendiera el diligenciamiento, al tenor de lo que disponía el artículo 109 del
Decreto 2700 de 1991, entonces vigente.
138
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
8. Tampoco le asiste razón, pues no es cierto que (...) no haya sido identificado e
individualizado, pues en la indagatoria se cumplió lo que al efecto disponía el artículo
359 del C. de P. P., entonces vigente, que no exigía que el imputado presentara el
documento de identidad, sino que el funcionario lo interrogara sobre el mismo, y que
se le individualizara, lo que aquí aconteció, como consta en el acta respectiva, en la
que se lee.
Igualmente, en dicha pieza procesal se recoge que para la comisión del punible de
enriquecimiento ilícito, actuó en connivencia con otras personas, entre ellas las atrás
mencionadas, por lo que se le imputó la circunstancia del numeral 7° del artículo 66
del C. Penal, entonces vigente.
Ha dicho la Sala:
"En segundo lugar, la cuantía del delito es indiferente para su estructuración típica.
Mientras afecte el bien jurídico, esta afectación puede ser baja o alta.
139
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Además, lo que se exige es armonía entre los cargos y no con respecto a la sanción
impuesta, siendo la multa una pena principal.
"1. Esta curiosa tesis de que la mera interposición del recurso de apelación bastaría
para burlar el mandato legal de la consulta, desafortunadamente ya fue prohijada por
la Corte Constitucional en sentencia de unificación de tutela (SU-1722 de 2000),
obviamente sin efectos imperativos erga omnes, de acuerdo con la previsión del
artículo 48 de la Ley 270 de 1996 (Estatutaria de la Administración de Justicia).
"3. Sin embargo, una interpretación integral, coherente y no sesgada del texto del
artículo 31 constitucional, indica que el Constituyente estableció de manera
independiente y al mismo nivel la apelación y la consulta, como medios que podían
abrir la segunda instancia en el proceso penal colombiano, el primero por obra del
ejercicio libre de las partes y el segundo por la insustituible voluntad de la ley. Por ello,
el inciso primero del citado canon dice sentenciosamente: "Toda sentencia judicial
podrá ser apelada o consultada, salvo las excepciones que consagre la ley" (se
subraya).
...********
Sentencia Casación
FECHA : 21/02/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Nacional
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : VASQUEZ VELASQUEZ, ORLANDO ENRIQUE
140
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
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2. De acuerdo a la redacción gramatical del entonces artículo 268 del Decreto 100 de
1980, no es determinante establecer si se realizó o no la aspiración de los plagiarios,
pues la norma sólo exige como resultado el arrebatamiento, la sustracción, retención u
ocultamiento de una persona, siendo suficiente para la consumación del delito que la
conducta se realice con el propósito de exigir por su libertad "un provecho o cualquier
utilidad", no siendo imprescindible, de contera, la obtención del provecho o utilidad
buscado por el plagiario, dejando inalterable la consumación de la misma.
De este modo, queda claro, que no hubo falta de aplicación del artículo 22 del Decreto
100 de 1980, ya que el delito de secuestro extorsivo se consumó cuando al señor (...)
se le restringió su libertad de locomoción, siendo el propósito la exigencia de un
provecho o cualquier utilidad, o para que se hiciera u omitiera algo con fines
publicitarios de carácter político.
Sentencia Casación
FECHA : 21/02/2002
141
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Nacional
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : ESCUDERO ESCOBAR, EUBANY
PROCESADO : QUINCHIA HERNANDEZ, WILSON
DELITOS : Rebelión, Secuestro extorsivo
PROCESO : 15412
PUBLICADA : Si
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1. Los cargos por violación directa e indirecta de la ley sustancial son excluyentes
entre sí, y por tal razón deben presentarse en forma autónoma y separada, toda vez
que si el censor elige el cuerpo primero de la causal primera de casación, es decir,
violación directa de la ley sustancial, acepta los hechos, las pruebas y la valoración
que de ellas se hizo en las instancias, sin que pueda discutir cuestiones de facto,
porque la impugnación es de estricto orden jurídico y recae sobre la ley sustancial por
falta de aplicación, aplicación indebida o interpretación errónea; en cambio, si el
reproche se aborda con arreglo al cuerpo segundo de la causal primera, esto es,
violación indirecta de la ley sustancial, la discusión planteada es de índole probatoria e
implica demostrar que el Tribunal redactó el fallo bajo el influjo de errores de juicio,
que pueden ser de hecho o de derecho, en la valoración del recaudo probatorio.
El error de hecho, camino seguido por el casacionista, puede estar determinado por:
falso juicio de existencia, falso juicio de identidad y falso raciocinio.
Incurre en error de hecho por falso juicio de existencia el juez que omite apreciar una
prueba legalmente aportada al proceso, o cuando, contrario sensu, infiere
consecuencias valorativas a partir de un medio de convicción que no forma parte del
mismo por no haber sido incorporado.
El error de hecho por falso juicio de identidad supone, en cambio, que el juzgador sí
tiene en cuenta el medio probatorio legal y oportunamente practicado; no obstante, al
sopesarlo lo distorsiona, tergiversa, recorta o adiciona en su contenido literal, de
suerte que arriba a conclusiones distintas a las que habría obtenido si lo hubiese
considerado en su integridad.
En este evento, el censor tiene la carga de confrontar por separado el tenor literal de
cada prueba sobre la que hace recaer el yerro, con lo que el Tribunal pensó que ellas
decían; y así, demostrada la diferencia y el desfase, debe continuar hacia la
trascendencia de aquella impropiedad.
142
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Si la pretensión consistía en demostrar que era necesario absolver por falta de certeza,
el cargo debió estructurarse de manera autónoma por vía directa o indirecta según las
circunstancias lo aconsejaren.
Es claro que para el Tribunal Nacional el acopio probatorio no dejó resquicio de duda
acerca del compromiso doloso de la procesada y así lo declara en el texto del fallo, de
suerte que optó por condenar ante su convicción de certeza, quedando únicamente por
explorar la violación indirecta de la ley, a través de errores de hecho o de derecho en
la valoración probatoria.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
movilidad intelectual en la asignación del mérito a las pruebas encuentra límite en los
postulados de las ciencias, las reglas de la lógica y las máximas de la experiencia
común.
Sentencia Casación
FECHA : 21/02/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Nacional
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : GARCIA DE PECHTHALT, ANA DELIA
DELITOS : Enriquecimiento ilícito
PROCESO : 15967
PUBLICADA : Si
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De acuerdo con lo expuesto, la censura propuesta por falta de competencia del juez de
segundo grado, no corresponde a la realidad normativa, toda vez que, de acuerdo con
el artículo 112 del Código de Procedimiento Civil, al que se llega por principio de
integración, se autorizó sólo el cierre extraordinario de la Secretaría de la Corporación,
decisión que fue anunciada públicamente mediante la fijación de avisos en lugares
144
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
visibles de la sede del Tribunal, hecho sobre el cual no existe discusión, al punto que el
censor en desarrollo de la impugnación transcribe el contenido de tal información.
Ahora bien, el artículo 175 del Código de Procedimiento Penal, vigente para la fecha de
los hechos (hoy artículo 166) señala algunos motivos que conducen a la suspensión de
los términos procesales, que se traducen en la no realización de actividades que
impliquen la presencia de los sujetos procesales, puesto que estos no se contabilizan
para los usuarios de la justicia.
Debe recalcarse con el debido énfasis que no cualquier irregularidad constituye nulidad
y que cualquier vicio de actividad sólo puede tener vocación de éxito cuando
trasciende al fallo acusado, de tal forma, que éste hubiera sido diferente sin el
pretendido defecto.
"…se perfecciona, como ya se dijo, en que por medio de contrato, escritura o cualquier
otro medio legal, un bien pasa a figurar como de propiedad de quien realmente no lo
145
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
es, pues se trata simplemente de una persona que presta su nombre para que figuren
en su cabeza bienes que en realidad pertenecen a terceras
___________________________________
* C.S. de J. M.P. Dr. DUQUE RUIZ, Guillermo. Sentencia Casación octubre 27 de 1987
** C.S. de J. M.P. Dr. SAAVEDRA ROJAS, Édgar. Auto, noviembre 9 de 1990
*** C.S. de J. M.P. Dr. PINILLA PINILLA Nilson
**** C.S. de J. M.P. Dr. PEREZ PINZON Alvaro Orlando
***** C.S. de J. M.P. Dr. ARBOLEDA RIPOLL, Fernando
Sentencia Casación
FECHA : 21/02/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Nacional
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : ARBELAEZ PARDO, AMPARO
DELITOS : Testaferrato
PROCESO : 16867
PUBLICADA : Si
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146
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
a los sujetos procesales conocer las razones que se tuvieron para adoptar la decisión,
generándose la posibilidad de ser cuestionadas mediante los recursos pertinentes.
2. El propósito del demandante era identificar en la tarea cumplida por el tribunal una
"falla" en la fuente del indicio, el hecho indicante, por lo que ha debido ocuparse de la
prueba, su contenido, lo demostrado y su trascendencia. Sin embargo, después de
hacer ese enunciando, se dedicó a reprochar la valoración que el ad quem realizó de la
prueba, específicamente del indicio y el testimonio de Mariela Triana Jaramillo. En estas
condiciones, la propuesta del impugnante implica para la Sala que se ocupe de los
cuestionamientos que simultáneamente pregona del hecho indicante y la inferencia
lógica, proceder que en casación resulta inadmisible, como repetidamente lo ha
sostenido la Sala. Así por ejemplo, en sentencia de del 20 de octubre de 1999, señaló:
"Ahora bien, cuando el error se predica de la inferencia lógica, ello supone -como
condición lógica del cargo-aceptar la validez de la prueba del hecho indicador, ya que
si ésta es discutida sería un contrasentido plantear al tiempo algún defecto del juicio
valorativo en el marco del mismo ataque. Existe la posibilidad, no obstante, de refutar
el indicio tanto en la prueba del hecho indicador como en la inferencia lógica, sólo que
en cargos distintos y de manera subsidiaria" .
"Con todo, es de precisarse que la apreciación que ellos hicieron de los resultados de
las pruebas de absorción atómica, coincide con los principios científicos que la
presiden, en cuanto que a través de esta pericia solo es posible establecer la
presencia de residuos de disparo en las manos del sospechoso (plomo, antimonio,
bario y cobre), no la autoría del mismo, como equivocadamente lo entiende el
libelista**."
___________________________________
* C.S.J. Sent. Cas. 20 de octubre de 1999, Rdo. 11.113, Mag. Pon. Dr. CARLOS E.
MEJIA ESCOBAR.
** C.S.J., Sent. Cas. 18 de julio de 2001, Rdo. 10.361, Mag. Pon. Dr. FERNANDO E.
ARBOLEDA RIPOLL.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Sentencia Casación
FECHA : 21/02/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Pereira
NO RECURRENTE : ZAPATA BUSTAMANTE, MARCO OBDULIO
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 13871
PUBLICADA : Si
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148
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
No obstante, cuando era de esperar que desarrollara el ejercicio analítico de cada una
de esas pruebas, para enseñar a la Corte en qué consistió la distorsión, el
cercenamiento o la adición en su contenido material, se dedicó a exponer su propio
pensamiento, según el cual esos medios de convicción no permitían deducir el dolo
homicida, como lo hizo el Tribunal, y redunda en explicaciones destinadas a abogar por
la idea de que tal inferencia es equivocada.
En ese orden de ideas, el casacionista no sustenta ningún falso juicio de identidad; sino
que se aparta de la apreciación, la valoración y el poder de persuasión que el A-quo
derivó del acopio probatorio en su conjunto, modo de sustentar que desplaza el
discurso hacia el sendero del falso raciocinio. Pero tampoco en este intento desarrolla
la censura con la técnica adecuada, pues en modo alguno indica por qué piensa que el
Tribunal Superior se distanció de los postulados de la sana crítica.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
El principio de limitación que rige en esta sede impide a la Sala readecuar el contenido
de la demanda, o complementarlo hasta tornarlo inteligible, pues la única excepción la
constituye el pronunciamiento oficioso frente a situaciones generadoras de nulidad,
que deben corregirse para no sacrificar derechos fundamentales de los sujetos
procesales.
Sentencia Casación
FECHA : 22/02/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : MORALES HERRERA, ALIRIO DE JESUS
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 9754
PUBLICADA : Si
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Sabido es que como los recursos legales están previstos como un medio de defensa
idóneo y eficaz para que los sujetos que intervienen en una determinada actuación
tengan el espacio adecuado para hacer valer sus derechos y oponerse a decisiones
que devienen contrarias a los intereses de cualquiera de las partes, corresponde al
interesado en obtener la revisión de la providencia cuestionada, no solo ejercer ese
derecho dentro de las oportunidades previstas para ese propósito, sino exponer
claramente y demostrar los errores de tipo fáctico o jurídico en que incurrió el
funcionario, de manera tal que una vez estudiados y constatados, permitan aclarar,
modificar o revocar la determinación adoptada.
Auto Extradición
FECHA : 26/02/2002
DECISION : No repone auto que negó unas pruebas
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : QUISTIAL, HENRI JAMIOY
PROCESO : 18701
PUBLICADA : Si
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
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1. Son dos, de acuerdo con el art. 38 de la ley 599 de 2.000, las condiciones que una
persona sentenciada debe reunir para que la pena privativa de la libertad que se le ha
impuesto, pueda ser cumplida en su lugar de residencia: una de orden objetivo y otra
de naturaleza subjetiva.
- Requisito objetivo:
Esta exigencia hace relación al quántum de la pena previsto en la ley para la conducta
punible por la cual ha sido condenada la persona. Si la pena mínima señalada en la
respectiva disposición no supera los 5 años de prisión, se da este requisito...
- Requisito subjetivo:
Varios son los elementos que integran esta exigencia legal. El primero toca con la
valoración que ha de hacerse del desempeño personal, laboral, familiar y social del
sentenciado. De ese sopesamiento, para que el derecho solicitado pueda concederse,
ha de deducirse, seria y fundadamente, que esa persona no pondrá en peligro a la
comunidad y no evadirá el cumplimiento de la pena.
Los dos primeros aspectos son inescindibles, dada la naturaleza del delito cometido
por la doctora Dora Bahamón. Ella, en su actividad como juez, reveló tener un perfil
psicológico donde prevalecen la falta de escrúpulos y la ausencia de respeto por la
dignidad del cargo que para ese momento ostentaba. El hecho de presentarse
intimidante ante un comerciante, valida de su condición de juez y exhibiendo un
documento público falso, y además exigir dinero a cambio de no proceder contra él,
transparenta en quien así actúa, una personalidad fundada en valores contrarios a los
que la vida en sociedad exige.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
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En ese sentido el artículo 87 del nuevo código disciplinario único (Ley 734 de 2002),
que entrará en vigencia el 6 de mayo de la presente anualidad, confirma esta
apreciación al señalar que es el "superior" del funcionario el encargado de resolver el
conflicto, en directa alusión al nominador, quien en esta materia es el único que tiene
aquélla categoría.
Podría pensarse, sin embargo, que por tratarse de un asunto disciplinario de única
instancia no sería la Sala Plena de la Corporación la llamada a resolver la cuestión,
pues de todas formas el superior jerárquico o funcional a quien el citado artículo 69
atribuye la competencia para decidir de plano la legalidad del impedimento o
recusación, sería a quien hipotéticamente correspondería conocer el recurso de
apelación, inexistente en la vía gubernativa en tratándose de empleados de las
corporaciones judiciales.
Disciplinario - Impedimento
FECHA : 26/02/2002
DECISION : Se abstiene de decidir, remite a Sala Plena de la
Corte
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cúcuta
DENUNCIANTE : RIVERA LEAL, LUIS RODRIGO
IMPUTADO : CALDERON JIMENEZ, LUIS RODRIGO
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
PROCESO : 19076
PUBLICADA : Si
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Las afirmaciones del procesado son corroboradas con las constancias dejadas por el
Juez Penal del Circuito de Frontino, quien indicó que efectivamente el orden público de
dicha región se encuentra afectado por el conocido conflicto armado, además de que
el acusado es un ex militante de una agrupación insurgente, de la que desertó.
Cambio de Radicación
FECHA : 26/02/2002
DECISION : Si accede al cambio, remite a juzgados de reparto
de
Medellín
PROCEDENCIA : Juzgado P. C.
CIUDAD : Frontino - Antioquia
PROCESADO : USUGA URREGO, ARISTIDES
DELITOS : Rebelión
PROCESO : 19130
PUBLICADA : Si
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Se explica esto en que el nuevo esquema del proceso cambió la noción de congruencia
genérica entre el pliego enjuiciatorio y la sentencia que exigía el anterior sistema, por
el de congruencia específica, de manera que el fallo debe proferirse por el núcleo
básico de la conducta imputada en la resolución de acusación o sus variaciones
jurídicas introducidas durante el juzgamiento y sobre las que se hubiere dado la
controversia debida en guarda del equilibrio de las partes y el derecho de defensa, sin
que se faculte al juez para agravar la responsabilidad del acusado adicionando hechos
nuevos, suprimiendo atenuantes reconocidas en la acusación, o incluyendo agravantes
no contempladas en el enjuiciamiento o en su variación, pudiendo sólo, acorde con lo
acreditado y debatido en la investigación y el juicio, en ejercicio de la soberanía y
como interviniente supraparte en el proceso, declarar el derecho sustancial y condenar
en consonancia con la acusación o sus modificaciones, absolver, o degradar la
responsabilidad imputada en la acusación y condenar atenuadamente, pero actuando
siempre con criterios de lealtad, igualdad, e imparcialidad, y respetando la legalidad y
el núcleo central de la imputación que es intangible e indisponible, sin que en todos los
casos en que se produzca variación de la calificación jurídica sea necesario acudir al
medio extremo de la nulidad, pues su declaración la reserva la ley sólo para cuando no
haya otra manera de subsanar el vicio sustancial que afecta el debido proceso.
Ninguna incidencia para las garantías fundamentales del debido proceso y el derecho
de defensa habría tenido que a pesar de ser precisa la acusación en la indicación de
las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que los hechos tuvieron realización, y la
participación que en ellos corresponde a sindicado, el instructor no hubiere señalado
en concreto una de las diversas posibilidades de realización que contiene el tipo
plasmado en el artículo 159 del decreto 100 de 1980 de que trata la acusación, toda
vez que las mismas constituyen formas comisivas del delito que la ley unificó bajo la
definición de "Empleo ilegal de la fuerza pública", sin asignarles diversas
consecuencias jurídicas.
Con todo, resulta claro que al señalar el acusador que el enjuiciado "obtuvo el concurso
de unidades policiales y en gran número, para irrumpir de manera violenta, arbitraria e
injusta en la casa de habitación del denunciante", y calificar dicha conducta en el
ámbito de protección del tipo de empleo ilegal de la fuerza pública, ninguna limitación
al derecho de defensa se podía generar, pues además de haberse circunscrito la
acusación a la conducta de obtener el concurso de la fuerza pública para consumar
154
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
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Uno de los requisitos para la procedencia de los recursos, tanto de los ordinarios como
del extraordinario de casación es el de que el impugnante tenga interés, el que
aparece ausente en este caso.
"... para que haya interés en el recurrente en casación es necesario, además de que
haya sufrido agravio con la decisión, que haya apelado el punto concreto de la
sentencia de primera instancia, pues una actitud pasiva reflejaría conformidad con la
misma, esto es, que se está de acuerdo con lo resuelto; o, en su defecto, que el fallo
de segunda instancia haya desmejorado la situación del impugnante, en virtud de la
apelación interpuesta por otro sujeto procesal; o que el superior haya examinado la
providencia en razón del grado de competencia funcional de la consulta, pues mientras
no se produzca la determinación de segunda instancia, no puede saberse el sentido
definitivo del fallo, ya que el superior puede decidir sin limitación alguna sobre la
providencia o parte de ella; o que la casación verse sobre nulidades."
En este evento, la aminorante de la ira, de que trataba el artículo 60 del Decreto 100
de 1980, a la sazón vigente (hoy artículo 57 de la Ley 599 de 2000), no fue materia del
recurso de apelación interpuesto contra la sentencia de primera instancia, la que, por
ende, al tenor del artículo 217, que entonces regía, no se ocupó de ella, y sin que se
configure ninguna otra de las situaciones para que exista interés para recurrir, por lo
cual la Sala, con relación a esta censura, no puede abordar el estudio de los aspectos
formales de la demanda.
Auto Casación
FECHA : 26/02/2002
DECISION : Inadmite la demanda y declara desierto el recurso
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : MACIAS MORELO, ROLANDO
DELITOS : Porte de armas de defensa personal, Homicidio
agravado
PROCESO : 17254
PUBLICADA : Si
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
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En cuanto al primer cargo, como el libelista alega que el fallador incurrió en error de
hecho por falso juicio de existencia, ante todo, es preciso que la Sala le reitere que
esta clase de dislate tiene lugar en el proceso de contemplación material de un
específico elemento de convicción y se configura cuando se omite la evaluación del
que ha sido legalmente aducido, esto es, se ignora, o cuando se supone la existencia
del que no obra en el diligenciamiento.
Si se entiende que quiso hacer alusión a la primera, se encuentra que no indica cuáles
fueron las pruebas cuya evaluación se pretermitió, ni cuál su contenido, ni cómo de
haberse tenido en cuenta la parte conclusiva del fallo hubiera sido favorable al
acusado.
Si se aceptara, en el confuso escrito, que quiso orientar el reproche por la segunda
modalidad y, concretamente, con relación a las declaraciones de (...), en cuanto
asevera que "al tener como cierto lo asegurado" por estos testigos de cargo, se
produjo "un falso juicio de existencia de prueba de esa coautoría", aparece
absolutamente ininteligible que se sostenga que declararon y se les otorgó
credibilidad, pero que fueron imaginados por el Tribunal.
Por otra parte, al error que denuncia lo denomina, indistintamente, error de hecho por
falso juicio de existencia y error de derecho por falso juicio de convicción, que son
totalmente distintos, como quiera que el primero, como se analizó, tiene lugar en el
proceso de verificación material de la prueba, y el segundo, en la verificación jurídica,
y ocurre cuando en su valoración se desconocen los preceptos que regulan su fuerza
persuasiva, cuando se trata de medios sometidos en cuanto a su justiprecio al método
de la tarifa legal.
Como quiera que en el caso que ocupa la atención de la Sala, el reproche tiene por
objeto la indemnización de perjuicios decretados en la sentencia, deberá tener como
fundamento las causales y cuantía para recurrir establecidas en las normas que
regulan la casación civil (artículo 221 del decreto 2700 de 1991 y 208 de la ley 600 de
2000).
Ahora bien, al tenor de los artículos 366, inciso 1°, del C. de P. Civil (modificado por el
2282 de 1989) y 2° y 3° del Decreto 522 de 1988, la cuantía de interés en el bienio
comprendido entre el 1° de enero de 1998 y el 31 de diciembre de 1999 era de
$53.790.000, la que no se alcanza en este evento.
156
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Auto Casación
FECHA : 26/02/2002
DECISION : Inadmite la demanda y declara desierto el recurso
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : ZAPATA MUÑOZ, NILTON CESAR
DELITOS : Porte de armas de defensa personal, Homicidio
PROCESO : 17262
PUBLICADA : Si
****************************
Por tal motivo, cuando se intentaba la casación por la vía excepcional, ya no era
procedente solicitar a la Corte, previa exposición suscinta de los motivos, la concesión
del recurso y, una vez admitido, presentar el respectivo libelo, sino que, al igual que
para la casación por la vía común, dentro de los treinta días siguientes a la ejecutoria
de la sentencia de segunda instancia, debía presentarse la demanda, la que, además
de reunir los requisitos formales del artículo 225 del C. de P. Penal (subrogado por el 8°
de la Ley 553 de 2000), vigente para la época, debía referirse a los fines específicos de
esta modalidad casacional, a saber, el desarrollo de la jurisprudencia o la garantía de
los derechos fundamentales.
Así de forma clara lo preceptuaba el artículo 218 del C. de P. Penal (subrogado por el 1°
de la Ley citada), cuando señalaba que "De manera excepcional, la Sala Penal de la
Corte Suprema de Justicia, discrecionalmente, puede admitir la demanda de casación...
a solicitud de cualquiera de los sujetos procesales, cuando lo considere necesario para
el desarrollo de la jurisprudencia o la garantía de los derechos fundamentales, siempre
que reúna los demás requisitos exigidos por la ley".
En este asunto, resulta evidente que el libelista tiene legitimidad e interés para
solicitar la casación por la vía excepcional, por razón del quantum punitivo y por
tratarse del defensor del procesado (...), quien en el escrito de demanda solicita la
casación discrecional con la finalidad de obtener un "nuevo desarrollo jurisprudencial",
"en garantía de los derechos fundamentales del ciudadano".
157
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
_________________________
* Recurso de queja 18631 del 22 de octubre de 2001, M.P. Dr. Carlos Augusto Gálvez
Argote.
Casación Discrecional
FECHA : 26/02/2002
DECISION : Inadmite la demanda presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Tunja
PROCESADO : CAMARGO NEIRA, JESUS MARIA
DELITOS : Peculado por aplicación diferente
PROCESO : 18447
PUBLICADA : Si
****************************
1. Los errores en la apreciación probatoria que dan lugar a configurar la causal primera
de casación, apartado segundo, por violación indirecta de la ley sustancial; la
consecuente invalidación del fallo de mérito, y el proferimiento del que deba
reemplazarlo, pueden ser de hecho o de derecho.
Cuando la censura se orienta por el falso juicio de existencia por suposición de prueba,
compete al casacionista demostrar el yerro mediante la indicación correspondiente del
fallo donde se aluda a dicho medio que materialmente no obra en el proceso; y si lo es
por omisión de ponderar prueba que material y válidamente obra en la actuación, es
su deber concretar en qué parte del expediente se ubica ésta, qué objetivamente se
establece de ella, cuál el mérito que le corresponde siguiendo los postulados de la
sana crítica, y cómo su estimación conjunta con el arsenal probatorio que integra la
actuación, da lugar a variar las conclusiones del fallo, y, por tanto modificar la parte
resolutiva de la sentencia objeto de impugnación extraordinaria.
158
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Debido a ello, en aras de la claridad y precisión que debe regir la fundamentación del
instrumento extraordinario de la casación, compete al actor identificar nítidamente el
tipo de desacierto en que se funda, individualizar el medio o medios de prueba sobre
los que predica el yerro, e indicar de manera objetiva su contenido, el mérito atribuido
por el juzgador, la incidencia de éste en las conclusiones del fallo, y en relación de
determinación la norma de derecho sustancial que mediatamente resultó excluida o
indebidamente aplicada y acreditar cómo, de no haber ocurrido el desacierto, el
sentido del fallo habría sido sustancialmente distinto y opuesto al impugnado,
integrando de esta manera la proposición del cargo y su formulación completa.
De manera que si el error radica en la apreciación del hecho indicador, dado que
necesariamente éste ha de acreditarse con otro medio de prueba de los legalmente
establecidos, necesario resulta postular si el yerro fue de hecho o de derecho, a qué
expresión corresponde, y cómo alcanza demostración para el caso.
159
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Auto Casación
FECHA : 28/02/2002
DECISION : Inadmite la demanda y declara desierto el recurso
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : ACEVEDO RIVERA, JOSE SANTOS
DELITOS : Falsedad material de particular en doc. púb.,
Fraude
procesal, Estafa agravada
PROCESO : 18828
PUBLICADA : Si
****************************
La negativa absoluta e injustificada a practicar las pruebas solicitadas por las partes, o
la inercia censurable a colmar las expectativas que una investigación penal de suyo
exige, como expresiones que son del incumplimiento a los deberes de imparcialidad
que en la dirección del proceso y en el encuentro de la verdad real corresponden al
funcionario judicial, configuran evidentes vulneraciones del derecho a la defensa o al
debido proceso, en cada caso, en tanto por lo primero traduce una manifiesta forma de
obstaculizar el ejercicio del contradictorio y lo segundo, en la medida en que es la
propia ley de procedimiento la que ha demarcado el deber que tienen los funcionarios
y el aparato jurisdiccional del Estado en acatar los imperativos que impone una
consecuente investigación integral, como imperativa emanación de las garantías que
son inherentes a los sujetos intervinientes en el proceso.
160
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Estas premisas que, como se sabe, se han sentado en el pasado a través de los
diversos ordenamientos procesales y en particular en el último período aún bajo el
carácter simplemente preceptivo que en el Decreto 2700 de 1.991 contemplaba la
investigación integral como una "obligación" del funcionario en su artículo 333, tienen
mayor relevancia y realce en su carácter prioritario en la Ley 600 de 2.000, al haberse
erigido la investigación integral como norma rectora (artículo 20), dado que en dicho
contexto debe reconocerse su carácter preponderante frente a las demás normas
dentro del mismo sistema, lo que le posibilita generar todos sus efectos sobre su
sentido y alcance, especialmente en punto a la concreta interpretación y aplicación de
las mismas.
Sentencia Casación
FECHA : 28/02/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : OSPINA HERNANDEZ, WILLIAM
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 10309
PUBLICADA : Si
****************************
Por esta razón, y porque los motivos de nulidad invocados como vicios de rango
constitucional, son también alegados como de carácter legal, la Corte estudiará los
cargos planteados al amparo de esta causal atendiendo su contenido, con
prescindencia del orden y de la clasificación que en el mencionado sentido hace el
demandante.
161
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Lo dicho permite concluir que los ataques que el casacionista presenta contra la
resolución de acusación, por errores de hecho en la apreciación de las pruebas,
resultan impertinentes, por escapar al objeto de la casación.
4. Una vez más debe ser precisado que cuando se plantea esta clase de vicio en
casación, corresponde al demandante demostrar que las pruebas dejadas de practicar
eran trascendentes para la definición del caso, o la aplicación de la consecuencias
jurídicas, y por tanto, que de haber sido practicadas, habrían mostrado una visión
distinta de los hechos, y propiciado una sentencia de contenido diferente. Estas
exigencias son totalmente desatendidas por el demandante, quien se dedica a
sostener que las pruebas dejadas de practicar habrían demostrado la inocencia del
acusado, sin indicar qué hecho, circunstancia, o situación en concreto habría logrado
acreditarse con cada una de ellas, ni precisar de qué manera su contenido habría
incidido en las conclusiones probatorias del fallo.
Señala, por ejemplo, que debió ser practicada ampliación de indagatoria, pero no dice
con qué propósito, ni tiene en cuenta que antes de la clausura de la investigación se la
amplió a solicitud de la defensa, y que en la audiencia pública (...) tuvo la oportunidad
de relatar nuevamente lo ocurrido, y dar las explicaciones del caso (fls.194/1 y 326/1).
Afirma también que debió efectuarse reconstrucción de los hechos con el fin de probar
la inocencia del acusado, pero no explica cómo ni de qué manera pudo haberse
logrado ese objetivo, sobre todo si se toma en cuenta que ninguno de los testigos
estuvo presente en el momento del crimen, y que el acusado negó encontrarse allí
¿Cuál, entonces, el objeto y la utilidad de la prueba? Y si lo pretendido era
simplemente inspeccionar el lugar, su práctica resultaba innecesaria, puesto que esta
labor fue cumplida por los funcionarios que realizaron el levantamiento de los
cadáveres, quienes no solo describieron el lugar, sino que tomaron registros
fotográficos de la escena del crimen, y levantaron los planos respectivos (fls.18 y 65-
95/1).
162
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Con total desconocimiento de estas directrices, el actor, dentro del marco de una
alegación de contenido ininteligible, que no permite conocer con certeza el sentido de
la impugnación, presenta un ataque globalizado contra la prueba indiciaria (apoyado
básicamente en consideraciones teóricas de contenido doctrinal, en buena parte
innecesarias), por estimar que los juzgadores, en el análisis que hicieron de ella,
distorsionaron los hechos indicadores, entrelazaron equivocadamente el hecho
indicador con el indicado, le dieron a los indicios deducidos una capacidad
demostrativa que no tienen, y se abstuvieron de descartar probatoriamente las
hipótesis invalidantes de la prueba de cargo.
...
Si el actor pretendía derruir el fundamento fáctico del primer indicio (de presencia),
debió demostrar que las afirmaciones que hacían los testigos (...) sobre su presencia
en el lugar la noche del crimen eran falsas (en cuyo caso se estaría en presencia de un
error de hecho por falso raciocinio); y que la suela de sus zapatillas no coincidía con las
huellas que aparecían en la escena del crimen (en cuyo caso podría estarse en
presencia de un error de hecho por falso juicio de identidad, o de uno de raciocinio,
según el fundamento del ataque).
163
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Sentencia Casación
FECHA : 28/02/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : TORO MONTES, JOSE OLIMPO
DELITOS : Hurto, Homicidio
PROCESO : 15024
PUBLICADA : Si
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164
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Por tanto se congelará en principio la cuenta Número 01308066-8 del Banco del
Estado, debiendo informarse de ello a la entidad respectiva.
Las diligencias hasta este momento ordenadas y practicadas por el procesado, dejan
muy en claro que ninguna de ellas estuvo orientada a establecer si en realidad tuvo
ocurrencia el hecho denunciado o a la identificación de los autores o partícipes, como
son algunos de los fines de la investigación previa. Nótese que conforme al texto de la
inspección judicial no se verificó si en realidad, como lo adujo el denunciante, el
expediente contentivo de los documentos relativos a la indemnización se había
extraviado ni el motivo por el cual aún no le habían cancelado su póliza. Lo que sí es
evidente es que el objeto de la diligencia era obtener el pago de lo adeudado por la
compañía aseguradora. De otra manera, ante la exhibición de la carpeta por la que se
preguntaba, qué otra razón habría para que el funcionario instructor solicitara los libros
de bancos para identificar las cuentas corrientes que se manejaban en la entidad y
procediera a congelar una de ellas, a título de medida cautelar.
Lo ocurrido con posterioridad confirma aún más que las decisiones adoptadas por el
funcionario aquí procesado, solo consultaban su voluntad y capricho, pues en vista de
que la abogada de la aseguradora no realizó ningún arreglo con el señor Gerena
Rodríguez, mediante auto del 17 de enero siguiente, dispuso la apertura de instrucción
y el día 20 escuchó en diligencia de ampliación al denunciante, quien informó que La
Nacional de Seguros le había enviado una carta donde le mencionaban los documentos
que debía presentar para hacer el traspaso del vehículo, pero que él no lo había hecho
porque la Dra. América Delgado no cumplió con el compromiso de hacer el arreglo,
pues le manifestó que ella no tenía nada que ver y que conforme a la carta que había
recibido debía presentarse con los documentos allí relacionados.
"Acorde con la ampliación de denuncia rendida y con la propia verificación que por
percepción directa hiciera la Fiscalía de la circunstancia que la persona que suscribió la
diligencia de inspección judicial en representación de la Nacional de Seguros, al
parecer se comprometió con este despacho a presentarse el día previsto con el único
objetivo de burlar la administración de justicia y muy seguramente retirar los fondos de
la cuenta restante, ya que pidió expresamente que la misma no se congelara y así se
hizo, confiando en la buena fe de la misma, situación que ahora con su actitud muestra
contrariamente que en verdad esas compañías aprovechan las necesidades de la
ciudadanía para conseguir a su costa provechos económicos empleando maniobras
artificiosas o engañosas, pues si esto es con la administración de justicia, que no decir
de los conciudadanos.
165
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Con decisiones como las acá referidas no se cumple con los fines para la investigación
previa ni se vislumbra, en ese proceder del funcionario que se tratara de esclarecer la
verdad de lo ocurrido a fin de determinar si se había infringido la ley penal. Todo lo
contrario, esta nueva decisión hizo más patente la arbitrariedad de su
comportamiento, pues sin importar lo injustificadas que resultaran las decisiones
proferidas o el perjuicio que causara a la empresa de seguros con las medidas
cautelares adoptadas, el funcionario se aprovechó de su cargo y utilizó mecanismos
legales para objetivos totalmente alejados a los fines para los cuales fueron
consagrados. Obtener el pago de la indemnización al señor Gerena Rodríguez fue lo
único que motivó su actuación indebida como servidor público, pretextando para ello
normas rectoras y procedimentales que aparentemente justificaban su gestión.
2. Es cierto que la inspección judicial está reglamentada como medio de prueba para la
verificación de los hechos y que los fiscales están facultados para practicarla. Esa
atribución no se le está desconociendo al procesado (...) como también en forma
equivocada lo reprocha su defensor. Lo que no resulta admisible, es que se haya
aprovechado de su calidad de Fiscal Local para ordenar su práctica, con innecesario
apoyo intimidativo de miembros del Cuerpo Técnico de Investigación, desbordando así
los limites de su función para obtener la documentación correspondiente al trámite del
siniestro y proceder a congelar la cuenta corriente de la aseguradora en el Banco del
Estado, y que lo haya hecho sin ninguna justificación legal.
Entonces hay que diferenciar. Una cosa es que los Fiscales tengan atribuciones para
adelantar, desde el punto de vista operativo, la investigación de los hechos punibles y
otra, muy distinta, que las utilicen para fines totalmente diversos. En este caso, la
inspección judicial ni siquiera se hizo para dilucidar la oportunidad sobre el pago, como
últimamente lo señaló el procesado en la diligencia de audiencia pública, porque antes
de indagar sobre ese aspecto, entró a tomar medidas cautelares sin ninguna causa
que lo justificara y causando graves perjuicios a la Aseguradora.
Esta forma de razonar, frente a los hechos materia de la denuncia presentada por (...),
desborda la naturaleza y finalidad de la acción penal, cuyo fundamento lo constituye la
legalidad, esto es, que se adelante cuando exista la posibilidad de que se está en
presencia de un hecho delictivo.
Por ello el ordenamiento ha previsto que cuando hay duda, ésta debe ser eliminada
durante la investigación previa, donde es posible recopilar algunos elementos de
prueba básicos, orientados a ese fin, el cual no puede ser desbordado, mediante
actuaciones que resultan incoherentes con la situación de hecho que se pretende
dilucidar. Esa desmedida utilización del poder, termina por convertirse en una agresión
a las garantías fundamentales y, de contera, en un obrar en contravía de la Ley, como
ocurrió en este caso.
Es que, como se ha pregonado a lo largo de este proceso, los hechos denunciados por
el señor (...) no determinaban la presencia de una posible infracción a la ley penal. A
leguas se veía que se trataba de un incumplimiento de contrato - el no pago de una
166
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
El a quo admitió que era consecuente la actitud del Fiscal al no negarse a recibir la
denuncia y que, por leve duda ordenara la investigación preliminar y dentro de ella,
solicitar por escrito informe a la aseguradora para con base en ella proferir resolución
inhibitoria. La Sala comparte esa apreciación, que no resulta contradictoria, como lo
asegura el defensor, porque en aras de atender el reclamo de un ciudadano, resulta
comprensible que se disponga el aporte de alguna información para justificar una
decisión de carácter inhibitorio. Sin embargo, analizando con cabeza fría y sentido
común los hechos descritos por el denunciante, con o sin esa información adicional, la
decisión habría sido la misma. Esa actuación nunca se debió iniciar y tardía fue la
declaratoria de preclusión.
Estima la Sala que el soporte probatorio del fallo recurrido resulta suficiente para la
determinación de la responsabilidad del procesado. No hay duda, como allí se dijo, que
el Dr. (...), caprichosa y voluntariamente puso en funcionamiento los medios de que
dispone el Estado, radicados en su cabeza y bajo su control, para lograr el
cumplimiento de una obligación civil. Jamás estuvo en su mente establecer la
existencia de un hecho punible, ni mucho menos individualizar a su autor o partícipe y
establecer la responsabilidad penal.
Artificioso, por decir lo menos, es el argumento que se ideó el Dr. (...) para proteger,
por razones que aún se desconocen, los intereses del señor (...). Congelar las cuentas
corrientes a la compañía de seguros, so pretexto de que así se garantizaba el pago de
la póliza, resulta excesivo, arbitrario, contrario a la imparcialidad, mesura y objetividad
con que se debe asumir la función de administrar justicia.
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167
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
1. Una vez más debe reiterar la Corte que la causal tercera no es de libre alegación,
pues, dada la naturaleza y especialidad de la casación, no escapa a las exigencias
técnicas que gobiernan este medio extraordinario de impugnación.
Por lo tanto, no basta señalar la irregularidad en que, a juicio del censor, se incurrió y
el motivo de la nulidad, sino que es preciso mostrar la trascendencia del vicio, o sea,
de qué manera socavó la estructura del proceso ó afectó las garantías de los sujetos
procesales.
A los demás sujetos procesales, se les notificaba, como norma general, por estado o
por edicto, según la naturaleza de la resolución, salvo que concurrieran a la Secretaría
del despacho judicial a notificarse personalmente o que se tratara de providencias que
por disposición de la ley debían notificarse personalmente, como ocurría con la
resolución de cierre de investigación y con la resolución de acusación, por ejemplo.
Sólo en este último caso era necesario, y continúa siéndolo en la ley 600 de 2000
(artículo 179), citar, previamente a la fijación del estado, a los sujetos procesales,
como lo ha sostenido la doctrina de la Sala .
Como el auto que decreta pruebas en el juicio no estaba enumerado entre los que se
debían notificar personalmente, ninguna razón le asiste al censor.
Sentencia Casación
FECHA : 28/02/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Buga
PROCESADO : DELGADO GRISALES, DIEGO FERNANDO
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 10501
PUBLICADA : Si
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168
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
determinar con lógica, claridad y precisión las censuras formuladas. No basta con
hacer escueta mención de la irregularidad advertida, que debe ser una de las
contempladas expresamente en la ley (anteriormente, artículo 464 D. 2550 de 1988,
ahora 388 L. 522 de 1999), siendo igualmente necesario demostrar el
quebrantamiento de las bases estructurales del proceso, o grave violación
insubsanable de garantías procesales, y su incidencia en la decisión final, de lo
contrario el cargo no pasa de ser una apreciación intrascendente.
Resulta claro que una es la investidura que confiere el nominador a quien considera
que reúne los requisitos exigidos por la Constitución y la ley para desempeñar el cargo,
y otra bien distinta la competencia funcional, que ha sido fijada normativamente,
haciendo abstracción de la persona que ha de ejercerla.
Distinto es que alguno de los integrantes de esa corporación no sea o haya sido
miembro de la fuerza pública, como señala el aparte final de dicho artículo, luego de su
modificación por el Acto Legislativo 2 de 1995, pues además de no aparecer acreditada
la trayectoria del Magistrado ponente, señalado de tal falencia, que al hallarse en el
cargo permite que se presuma que cumple las condiciones para desempeñarlo, su
condición personal no es factor que determine la competencia corporativa, resultando
inconducente pretender, de tal manera, socavar la validez de un fallo dictado por el
único Tribunal competente para proferirlo.
Es de anotar que, según dispone el Código Penal Militar (art. 60 L. 522 de 1999), la
pena de prisión implica la imposición de las accesorias de separación absoluta de la
169
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Fuerza Pública y la interdicción de derechos y funciones públicas por igual tiempo que
la principal, mientras "las demás penas accesorias serán impuestas
discrecionalmente".
Pero que la imposición de otras penas accesorias sea discrecional, no significa que el
juez de primera instancia pudiera desentenderse de manifestaciones como la de (...),
quien expresó en la indagatoria que es soltero y no tiene hijos (f. 255 cd. 1), en tanto
(...) refirió ser padre de dos menores (f. 248 ib.), ni omitir el deber del administrador de
justicia de fundamentar apropiadamente sus decisiones, para el caso sustentando la
procedencia de la sanción y exponiendo las razones por las que considera que esa
pena accesoria es condigna al delito por el cual se condena.
Sea del caso recordar lo recientemente expuesto por la Corte sobre este tema (enero
17 de 2002, sentencia de casación, rad. 14.527, ponente quien ahora cumple igual
labor), en análisis también atinente a la ley penal militar, acatando la norma rectora de
la integración (arts. 18 y 19 L. 522/99), entre otras razones:
Por ende, igual a lo entonces señalado, debe de oficio proceder la Corte a invalidar en
forma parcial el fallo proferido, sólo en cuanto, sin fundamento, suspendió a los dos
acusados la patria potestad.
Sentencia Casación
FECHA : 28/02/2002
DECISION : Desestima, casa parcial y oficiosamente revoando
respecto a patria potestad
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Militar
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : GRIMALDO MOGOLLON, GERMAN GRIMALDO
PROCESADO : PINTO LEON, SANTIAGO
DELITOS : Peculado por apropiación
PROCESO : 13598
PUBLICADA : Si
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
3. Ha sido insistente la Corte en sostener que el error de hecho conocido como falso
juicio de existencia por omisión o preterición, se presenta cuando los juzgadores al
apreciar los elementos de prueba que obran legalmente aportados al proceso, ignoran
la existencia material de alguno o algunos de ellos de manera absoluta, dando lugar a
una visión distinta de los hechos, que incide en el sentido de la decisión o en la
aplicación de sus consecuencias jurídicas. Pero este cometido sólo se logra
confrontando los medios objetivamente echados de menos con los que tuvo en cuenta
el juzgador para proferir el fallo controvertido, ejercicio a través del cual puede la Corte
descubrir la real trascendencia del error -en caso de haber existido realmente éste- y
por ende si la sentencia es o no legal.
Sentencia Casación
FECHA : 28/02/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Montería
PROCESADO : GARCIA MUÑOZ, JAIR
DELITOS : Tentativa de homicidio, Homicidio
PROCESO : 12282
PUBLICADA : Si
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
"(…) importa recordar que cuando se trata de atacar en casación la prueba indirecta o
circunstancial (…) la Corte de manera reiterada ha señalado que, atendida la
estructura lógica del indicio, la censura puede dirigirse hacia cualquiera de los distintos
momentos de su construcción, ya sea en relación con la prueba sostén del hecho
indicador, ora respecto de la operación mental de inferencia del dato indicado, o bien
de la valoración individual o articulada de su poder persuasivo; sólo que es preciso
concretar en la demanda en cuál de esos momentos diversos se presenta el yerro y de
qué tipo es éste, si de hecho, por falso juicio de existencia -resultante de la omisión o
suposición del elemento constitutivo del hecho indicante o indicador- o por falso juicio
de identidad -debido a la distorsión del contenido fáctico de la prueba que soporta
aquella premisa del indicio, o por haberse desconocido las reglas de la sana crítica en
la estimación de la misma o de la inferencia que surge del raciocinio lógico-; o si el
error es de derecho, por falso juicio de legalidad, como resultaría por ejemplo de la
demostración del hecho indicante con una prueba irregularmente aducida o
incorporada al proceso."
No puede olvidarse que la apreciación de los indicios, por imperativo legal, debe
hacerse en conjunto, de cara a su gravedad, a la concordancia de los hechos
indicadores y a la convergencia de las deducciones (artículo 303 del decreto 2700 de
1991 y 287 del Código de procedimiento Penal vigente), y no por el desasido método
de cuarteamiento de la prueba y de valoración aislada de cada hecho indicante, como
en forma infructuosa lo hizo el censor en la demanda.
172
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Sentencia Casación
FECHA : 28/02/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Neiva
PROCESADO : ARTUNDUAGA CUELLAR, FABIO
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 12238
PUBLICADA : Si
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1. El error de hecho por falso juicio de existencia por omisión, se presenta cuando los
juzgadores, al apreciar los elementos de juicio legalmente aportados al proceso,
ignoran material y absolutamente alguno o algunos, alterando la visión completa del
aspecto fáctico, con incidencia en el sentido de la decisión o en la aplicación de sus
consecuencias jurídicas.
Esta modalidad de error le impone un doble esfuerzo al sujeto procesal que la propone:
por una parte, la clara indicación de los medios de prueba que, legalmente allegados,
resultaron omitidos. Por la otra, ha de desvirtuar la doble presunción de acierto y
legalidad de que llegan revestidos los fallos a esta sede, propiciando una evaluación
probatoria de conjunto, certera y trascendente, que incluya lo omitido y evidencie que,
de haberse considerado, la decisión habría sido diversa, en favor de la causa que
representa el impugnante.
Superando pacíficamente el tema, múltiples han sido las decisiones de la Sala que
dilucidan, desde su planteamiento, el ámbito de aplicación de la ley 40 de 1993,
preceptiva que no viola esa regla constitucional de la unidad de materia, ni la
correspondencia entre el contenido de la ley y su título. Coincide también con lo
decidido por la Corte Constitucional, con efectos de cosa juzgada, según
acertadamente refirió la señora Procuradora Delegada.
Para acudir a alguna de esas reiteradas providencias de la Sala sobre el tema, cabe
repetir lo determinado el 3 de diciembre de 2001, en sentencia de casación, radicación
10.686, con ponencia del Magistrado Fernando E. Arboleda Ripoll:
"Así lo ha sostenido, entre otros, en fallos de nov. 21/95, julio 25/96, julio 3/97, sept.
25/97, dic. 9/97, feb. 4/98 y feb. 25/99 en los cuales han sido hechas las siguientes
precisiones:
173
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Siendo ello así, no cabría aplicar excepción de inconstitucionalidad por este específico
motivo, toda vez que el órgano encargado de este control ya se pronunció con
autoridad de cosa juzgada sobre el punto (artículos 243 de la Carta Política y 48 de la
ley 270 de 1996), como se establece de los siguientes apartes de la sentencia de
exequibilidad:
"Aclaración preliminar. Debe la Corte comenzar por dejar claramente establecido que
entre los tipos penales a que se refieren las normas demandadas, cuyo aumento de
penas le corresponde examinar en este estrado, hay la debida unidad de materia. Ella
es evidente en su conexidad axiológica, dada por la identidad de los bienes jurídicos
que el legislador busca proteger al incriminar el homicidio y el secuestro, la cual en
este caso se refleja en el incremento del quantum de los límites mínimo y máximo de
las penas en ambos casos de 25 a 40 años de prisión, y en su agravación por razón de
análogas circunstancias, en cuya virtud se enlazan recíprocamente.
En cuanto a lo segundo, es sabido que por lo general ... los autores o partícipes en el
delito de secuestro presionan la entrega o verificación de lo exigido, con la amenaza
de muerte o lesión de la víctima. Del mismo modo, lamentablemente, las más de las
veces a ella le sobrevienen la muerte o lesiones personales por causa o con ocasión
del secuestro. De ahí que las circunstancias mencionadas se hayan erigido en causales
de agravación punitiva, las primeras del delito de secuestro (artículo 3°, numerales 7 y
11 de la ley 40 de 1993) y las segundas del delito de homicidio (artículo 30, numeral 2,
ibídem)" (negrilla fuera de texto).
Cierto es que el proyecto inicial ingresó al Congreso sin estas reformas, pero en el
curso de los debates se planteó la necesidad de incluirlas para darle coherencia, como
se desprende del contenido de la ponencia en la Cámara, donde se dijo: "En el curso
de la fecunda discusión que esta iniciativa ha tenido en el Senado se planteó, no sin
razón, que no podría tratarse punitivamente la conducta de secuestro con mayor
severidad que la del homicidio. Ello condujo a que se adoptaran decisiones legislativas,
agravando también las penas para el homicidio que mantuvieran principios universales
de la "dosimetría penal" (Gaceta del Congreso de nov.18/92).
174
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Sentencia Casación
FECHA : 28/02/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Santa Marta
PROCESADO : ARROYAVE MONTOYA, JOHN JAIRO
DELITOS : Porte de armas de defensa personal, Homicidio
PROCESO : 14951
PUBLICADA : Si
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175
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Concepto Extradición
FECHA : 06/03/2002
DECISION : Conceptúa favorablemente
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : DIAZ URSOLA, MIGUEL AUGUSTO
DELITOS : Tráfico, fabricación o porte de estuperf., Concierto
para
delinquir-narcotráfico
PROCESO : 18573
PUBLICADA : Si
****************************
1. De acuerdo con lo dispuesto por el artículo 520 del Código de Procedimiento Penal,
"La Corte Suprema de Justicia, fundamentará su concepto en la validez formal de la
documentación presentada, en la demostración plena de la identidad del solicitado, en
el principio de la doble incriminación, en la equivalencia de la providencia proferida en
el extranjero y, cuando fuere el caso, en el cumplimiento de lo previsto en los tratados
públicos".
Con relación a este último tema, en torno al cual gira esencialmente el estudio de la
defensa, bastaría señalar que si de acuerdo con lo dispuesto por su artículo 2°. el Acto
Legislativo comenzaba a regir a partir de su promulgación y ésta se produjo el 17 de
diciembre de 1997 gracias a su inserción en el Diario Oficial No. 43.195, la prohibición
para extraditar nacionales colombianos se extendió hasta la última hora de este día,
pues sólo al concluir se entiende surtida la publicación de la reforma constitucional.
Conclúyese de lo dicho que la confusión alegada por el señor defensor no existe. Por el
contrario, claramente se pudo determinar que el hecho por el que se solicita la
extradición se cometió aproximadamente a la 1.45 a.m. del 18 de diciembre de 1997,
cuando ya se encontraba vigente el artículo 35 de la Constitución Política en los
términos en que fue modificado por el Acto Legislativo No. 1 del mismo año.
176
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
2. De acuerdo con lo dispuesto por el artículo 259 del Código de Procedimiento Civil,
modificado por el artículo 1-118 del Decreto 2282 de 1989, "Los documentos públicos
otorgados en país extranjero por funcionario de éste o con su intervención, deberán
presentarse debidamente autenticados por el cónsul o agente diplomático de la
república, o en su defecto por el de una nación amiga, lo cual hace presumir que se
otorgaron conforme a la ley del respectivo país".
3. El artículo 511 del Código de Procedimiento Penal dispone que "para que pueda
ofrecerse o concederse la extradición se requiere, además: 1. Que el hecho que la
motiva también esté previsto como delito en Colombia y reprimido con una sanción
privativa de la libertad cuyo mínimo no sea inferior a cuatro años".
4. No hay duda, entonces, en cuanto a pesar del carácter relativamente escueto del
auto de acusación, el pliego, dentro del cual se encuentran incluidos los soportes del
mismo ya citados, reúne los requisitos que de la resolución acusatoria pregona nuestra
legislación procesal, siempre que se entienda que la semejanza apunta a la similitud
entre una y otra piezas y no a la completa exactitud entre ellas. Tanto, que así lo
entendió el Ministerio Público y lo asintió el defensor -que no objetó este tema-, en
comportamientos de admisión que coinciden con el criterio de la Corte que, por
ejemplo, en auto del 5 de septiembre del año 2001, dijo: "...en casos similares a este,
se cuenta con la copia autenticada y traducida de la cuarta acusación proferida por un
Jurado Federal de Fort Lauderdale Condado de Broward, Florida, el 18 de noviembre de
1999, con las declaraciones rendidas por los funcionarios judiciales de los Estados
Unidos, como son las de la Fiscal Federal Especial, quien explica en qué consiste y cuál
es la naturaleza del proceso que se adelanta contra el señor ..., y la del Agente
Especial de la D.E.A., en la que relacionan pormenorizadamente los hechos atribuidos
al imputado, así como de las normas aplicables al asunto, los que son elementos
suficientes para determinar si se cumple o no el mencionado requisito".
Concepto Extradición
FECHA : 06/03/2002
DECISION : Conceptúa favorablemente por un delito y
desfavorable
por otro
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
REQUERIDO : PAEZ SOTO, HECTOR JAVIER
DELITOS : Hurto calificado, Homicidio
PROCESO : 17711
PUBLICADA : Si
177
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
****************************
También precisó la Sala, en dicha providencia, que contra el auto que niega la
concesión del recurso extraordinario, sólo procede el ordinario de reposición, por
cuanto el de queja quedó excluido, al tenor de los artículos 195 y 210 de la Ley 600 de
2000.
En conclusión, para las sentencias dictadas bajo la vigencia de la Ley 553 de 2000, no
era procedente interponer el recurso de casación ni, consecuencialmente, concederlo o
negarlo, sino que se presentaba directamente la demanda ante el ad quem, bien se
tratara de la casación común o de la discrecional, dentro de los treinta (30) días
siguiente a la ejecutoria de la sentencia de segunda instancia. Presentada
oportunamente, sin ningún otro análisis, y surtido el traslado a los no recurrentes, se
remitía el original del expediente a la Corte para que calificara el libelo y decidiera
sobre su admisibilidad, según que cumpliera o no los requisitos de procedibilidad de la
casación.
Pero puede ocurrir que el ad quem, que sólo debe tener en cuenta si el recurso se
interpuso oportunamente, por inadvertencia e invadiendo la competencia de la Corte,
valore otros requisitos de procedibilidad, como la naturaleza de la providencia, la
cuantía de la pena señalada para el delito, el interés, la legitimidad, etc., y que, al
estimar que alguno o algunos faltan, no conceda el recurso. En este evento, es
procedente acudir al recurso de queja, antes llamado de hecho, previsto en los
artículos 207 y siguientes del Decreto 2700 de 1991, los que para el caso se reviven,
pues como se expuso en el auto fechado el 22 de octubre de 2001, citado, "en
principio la declaratoria de inexequibilidad de una norma, que había subrogado otras
disposiciones, tiene como efecto revivir los contenidos normativos derogados...
siempre que ello se requiera para asegurar la supremacía del texto fundamental".
178
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
No hay duda que el inciso 2° del artículo 6° de la Ley 553 de 2000 (reproducido por el
inciso 2° del artículo 210 de la Ley 600 de 2000) derogó tácitamente las normas del
Decreto 2700 de 1991 que permitían acudir al recurso de hecho (hoy llamado de
queja), cuando se negaba la concesión del recurso de casación, pues, como se vio, la
demanda se presentaba ante el ad quem, sin previa concesión del recurso, por lo que
al ser declarado inexequible tal inciso y tener que nuevamente interponerse y
concederse el recurso de casación, previamente a la presentación de la demanda, hay
que entender que recobraron vigencia los preceptos del Código de 1991 que permiten
acudir al recurso de queja contra el auto que no concede el de casación, siempre que
la denegatoria sea por motivos distintos a la extemporaneidad.
5. En el mismo sentido, también fue derogado tácitamente por el citado inciso 2° del
artículo 6° de la ley 553 de 2000, el último inciso del artículo 224 del Decreto 2700 de
1991, que ordenaba al ad quem declarar desierto el recurso de casación cuando no se
sustentaba, esto es, cuando concedido no se presentaba la demanda o se presentaba
extemporáneamente, contenido que hay que considerar que recobró su vigencia, por
las mismas razones expuestas.
Recurso de Queja
FECHA : 06/03/2002
DECISION : Concede recurso de casación, devuelve al tribunal
para
traslados de rigor
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Pamplona
PROCESADO : ORDOÑEZ GOMEZ, FELIPE
DELITOS : Lesiones personales culposas, Homicidio culposo
PROCESO : 18862
PUBLICADA : Si
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Así las cosas, en supuestos como el examinado, esto es, donde los delitos conexos en
el evento de ser juzgados de manera segregada o independiente estarían sometidos al
conocimiento de diferentes despachos judiciales, el artículo 91 ejusdem establece dos
factores que concretan el funcionario en quien debe quedar radicada la tramitación
conjunta de los mismos.
179
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
______________________________
* Auto de noviembre 14 de 2001, M.P. Dr. Álvaro O. Pérez Pinzón, radicado 18.660.
** En este sentido los autos de julio 26 de 2000, M.P. Dr. Jorge Córdoba Poveda,
radicado 17.052, y de diciembre 5 de 2000, M.P. Dr. Carlos E. Mejía Escobar, radicdo
17.636.
****************************
180
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
El artículo II del tratado entre los dos países, aprobado por Colombia mediante ley 148
de 1888, como bien lo refiere la defensa, no relaciona entre los delitos que habilitan la
extradición los de narcotráfico en cualquiera de sus modalidades y de concierto,
conspiración o complot para traficar estupefacientes o sustancias sicotrópicas.
Los delitos a que se refiere la disposición son los señalados en el artículo 3°, entre los
cuales se encuentran la producción, la fabricación, la extracción, la preparación, la
oferta, la oferta para la venta, la distribución, la venta, la entrega en cualesquiera
condiciones, el corretaje, el envío, el envío en tránsito, el transporte, la importación o
la exportación de cualquier estupefaciente o sustancia sicotrópica, y el catálogo
incluye como una de éstas la cocaína (numeral 1°-(a)-i), así como la participación en la
comisión de alguno de esos delitos y "la asociación y la confabulación para cometerlos"
(numeral 1°-(c)-iv).
De tal manera que al suscribir la Convención de Viena, los Estados que lo hicieron
admitieron que los delitos allí señalados quedaban incluidos en cualquier convenio
suscrito entre ellos, situación que afecta el Tratado de Recíproca Extradición de reos
entre la República de Colombia y la Gran Bretaña.
La falencia que menciona la defensa respecto de que no hay prueba de que Canadá
haya firmado la Convención de Viena y que, por consecuencia, no es válido hacer la
remisión allí dispuesta, no encuentra soporte, porque en las notas verbales 80, 86 y
103, la Embajada del país peticionario de manera expresa apoya su solicitud en la
"Convención de las Naciones Unidas contra el tráfico ilícito de narcóticos y sustancias
sicotrópicas del cual Colombia y Canadá son firmantes".
2. El artículo IV del Tratado de 1888 dispone que "La extradición no tendrá lugar si la
persona reclamada…ha sido ya juzgada y absuelta o castigada, o se halla todavía
sometida a juicio en el territorio de Colombia… por el delito que motiva la demanda de
extradición".
En el expediente conformado no hay prueba indicativa de que el señor (...) haya sido o
esté siendo juzgado en Colombia en razón de los hechos por los cuales se solicita su
extradición.
3. El artículo VIII del Tratado exige que la demanda de extradición sea hecha por medio
de los agentes diplomáticos de las partes contratantes, exigencia satisfecha por cuanto
la Embajada de Canadá hizo la solicitud al Ministro de Relaciones Exteriores de
Colombia por medio de las notas verbales atrás mencionadas. También se anexó copia
de la orden de arresto expedida el 11 de abril de 2001 por el Juez Criminal y Penal.
181
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Concepto Extradición
FECHA : 06/03/2002
DECISION : Emite concepto favorable
PAIS REQUIRENTE : Canadá
REQUERIDO : CARDONA OBANDO, IGNACIO ALEJANDRO
DELITOS : Violación a la Ley 30/86, Concierto para delinquir-
narcotráfico
PROCESO : 18545
PUBLICADA : Si
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Dicho incremento punitivo ya no puede hacerse extensivo a los demás sujetos que, sin
tener esa calidad, participen en la realización del hecho, como ocurría en vigencia
Código Penal de 1980**, donde se consagraba el aumento en una tercera parte, pero
para el término de prescripción de la acción penal contenido en el artíouclo 80 ibídem.
Frente a esa situación, era cirterio de la Sala que dicho inremento se extendía a toas
las personas que hubieren tomado parte en la ejecución del hecho, sin importar si
tenían o no dicha calidad.
_____________________________
* Artículo 83, inciso 5° de la Ley 599 de 2000: "Al servidor público que en el ejercicio
de sus funciones, de su cargo o con ocasión de ellos realice una conducta punible o
participe en ella, el témino de prescripción se aumentará en una tercera parte".
**Artículo 82, ley 100 de 1980: "El término de prescripción señalado en el artículo 80
se aumentará en una tercera parte, sin exceder el máximo allí fijado, si el delito fuere
cometido dentro del país por servidor público en ejercicio de sus funciones o de su
cargo o con ocasción de ellos.
Artículo 80, ibídem "La acción penal prescribirá en un tiempo igual al máximo de la
pena fijada en la ley si fuere privativa de la libertad pero, en ningún caso, será inferior
a cinco (5) años ni excederá de veinte (20)...".
182
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Auto Casación
FECHA : 06/03/2002
DECISION : Declara prescripción, cesa procedimiento, dispone
libertad
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cartagena
PROCESADO : CHAR ZAHER, GAMAL
DELITOS : Concusión
PROCESO : 16329
PUBLICADA : Si
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No sobra añadir con idéntica orientación argumentativa, que el principio del "juez
natural", integrante de la garantía del debido proceso, se cimienta en la existencia de
un juez independiente e imparcial y además competente, requisito traducido en la
determinación previa del órgano jurisdiccional encargado de ejercer la potestad
punitiva del Estado, proporcionando seguridad a los miembros del conglomerado social
183
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
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como en el fondo del supuesto conflicto subyace una divergencia de criterios sobre
cuál es el funcionario que está llamado legalmente a resolver sobre la redosificación de
la pena impuesta al procesado, y redención de la misma, conviene precisar lo
siguiente:
184
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
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1. Sólo cuando el demandante de manera leal pone de presente lo que realmente hizo
el defensor en el proceso, junto a lo que dejó de hacer, podrá hacerse un juicio justo e
íntegro sobre la eficiencia de su labor, pues una apreciación unilateral de lo que debió
hacer puede ser fatal a los propósitos de respeto a un mínimo de libertad en el
ejercicio de la profesión de abogado, fundado en la racionalidad de sus propuestas así
no alcance el éxito por la fuerza de una perspectiva diferente de los órganos de
decisión.
...
De modo que algunos sujetos procesales, bien por su personalidad ora por un hábito
consolidado, prefieren la serenidad y el intercambio amable y respetuoso de las
posturas de los demás, sin prescindir de la dialéctica, la contradicción y el énfasis de
sus convicciones quizás discrepantes de otras; otros profesionales, en cambio, también
por su temperamento levantisco o fogoso, optan por la exposición rotunda y de perfiles
uniprocedentes, y a veces avanzan hasta la agresión verbal y la diatriba, lo cual
obviamente puede controlarse equilibradamente por el juez, sin perjuicio de respetar el
matiz emocional que distingue el ser y el hacer de cada persona. Esto significa que,
paradójicamente, no será la estridencia o la serenidad el parámetro seguro para medir
la eficiencia de la defensa, sino los contenidos exculpatorios o aminorantes de la
misma, cualquiera sea el método de persuasión utilizado por la parte, ya que los
desbordamientos de éste tendrán control disciplinario pero no repercusión negativa en
la suerte del procesado.
De igual manera, la defensa debe mensurarse por la eficiencia o potencia para enervar
la acusación en términos de racionalidad y aceptabilidad generalizada, mas no por la
185
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
eficacia o aceptación segura del argumento por parte del juez, pues, si así fuera, la
decisión no dependería tanto de la verdad contenida y declarada en el proceso como
de la exacerbada habilidad histriónica o retórica o de la escasa recursividad expositiva
del sujeto procesal y, paradójicamente una vez más, todos los procesos que
culminaran con sentencia condenatoria estarían afectados de invalidez por falta de
defensa técnica.
2. Pues bien, El artículo 5° del Código Penal de 1980, al igual que el artículo 12 del
actual estatuto punitivo (Ley 599 de 2000), prevén en el título de las normas rectores
la característica del hecho punible (a la vez principio) de la culpabilidad, en el sentido
de que no podrán imponerse penas sin culpabilidad y que en el ordenamiento jurídico-
penal colombiano y su operación queda erradicada toda forma de responsabilidad
objetiva.
4. La prueba pericial, como todos los medios probatorios, debe ser considerada
racionalmente por el juez, pues, como lo decía el artículo 273 del Código de
Procedimiento Penal de 1991, "al apreciar el dictamen se tendrá en cuenta la firmeza,
precisión y calidad de sus fundamentos, la idoneidad de los peritos y los demás
elementos probatorios que obren en el proceso". De igual manera, el artículo 257 del
actual Estatuto Procesal Penal (Ley 600 de 2000), dispone que "al apreciar el dictamen
se tendrá en cuenta la idoneidad del perito, la fundamentación técnico-científica que
sustenta el dictamen, el aseguramiento de calidad aplicado, el sistema de cadena de
custodia registrado y los demás elementos probatorios que obren en el proceso" (se ha
subrayado).
186
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
El parto se califica como distócico, bien cuando ocurre un expulsivo rápido ora porque
resulta prolongado por la dificultad del paso del feto por el canal materno.
Sobre el particular, el profesor e insigne médico forense Camilo Simonín expone como
caracteres anatomapatológicos de la estrangulación manual:
"En las partes anteriores y laterales del cuello pueden encontrarse marcas por presión
de los pulpejos (equimosis) (Fig. 16-17). Lo de las uñas (estigmas ungueales), en línea
oblicua hacia abajo y atrás si el agresor estaba enfrente, y oblicua hacia abajo y
adelante si estaba detrás, en la estrangulación manual" .
Como se ve, todos los autores son contestes en que las huellas por estrangulación
manual no están alineadas y a lo sumo pueden ubicarse en sentido oblicuo, con
tendencia a la región laringo-traqueal, y en manera alguna ostentan la regularidad,
horizontalidad y circularidad de las que exhibe el cadáver del neonato.
8. La prueba pericial, como los demás medios de convicción, está sujeta a requisitos de
existencia, validez y eficacia. Y si el perito violó la prohibición expresa y absoluta de
187
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
no hacer juicios de responsabilidad penal dentro de la experticia (art. 251, inciso final),
cuando le atribuyó la estrangulación manual a la parturienta (...), no por ello el
dictamen sería inexistente o carecería de validez, sino que se afecta parcialmente su
eficacia, en el sentido de que el juez no lo aceptará de entrada y lo tendrá por no
escrito en esa parte, pues, lo primero, la misma ley se encarga de decir que
manifestaciones de esa índole no hacen parte del rol del experto ni mucho del
contenido básico de la experticia y, en segundo lugar, porque la pericia no se basta a sí
misma, a pesar de su origen científico, sino que su eficacia depende finalmente de la
valoración que de ella haga el juez, único autorizado en su momento para hacer los
juicios de responsabilidad penal (art. 257 C. P. P.).
Esa manifiesta ilegalidad de los testimonios que se reciben en violación del secreto
profesional, ya fue reconocida por la Corte en la sentencia de casación del 12 de
diciembre de 1995, con ponencia del magistrado Carlos Augusto Gálvez Argote.
Sentencia Casación
FECHA : 07/03/2002
DECISION : Si casa, absuelve, ordena libertad inmediata
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Antioquia
PROCESADO : RODRIGUEZ CARDONA, ALBA LUCIA
DELITOS : Homicidio agravado
PROCESO : 14043
PUBLICADA : Si
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
1. Aplicar e inaplicar, ha sido dicho por la Corte, son conceptos excluyentes, en cuanto
implican, o que la norma fue acogida para resolver el caso, o excluida en su solución.
2. Del estudio de los fallos de primera y segunda instancia se establece que los
juzgadores reconocieron el hecho de haber mediado reparación integral de los daños
causados con el delito de hurto, pero se negaron a aplicar la rebaja de pena
establecida en el artículo 374 del Código Penal, por considerar que su reconocimiento
no era imperativo, sino potestativo del funcionario, y que en el caso sub judice no se
cumplían las condiciones para otorgarlo, porque la recuperación de los elementos
hurtados no había sido voluntaria, sino producto de la acción de las autoridades, y no
se advertía arrepentimiento sincero de los procesados.
"Las normas penales, como la mayoría de los mandamientos jurídicos, son por esencia
de carácter imperativo, de suerte que cumplida la condición en ella fijada para su
operancia, el funcionario judicial no tiene alternativa distinta de aplicar la consecuencia
jurídica. En materia penal no existen normas que confieran al Juez la facultad de optar
por su no aplicación, habiendo sido cumplido el supuesto fáctico en ella previsto.
"La inflexión verbal "podrá", a la cual se ha hecho alusión, está referida a la facultad
que tiene el Juez de reducir la pena de la mitad a las tres cuartas partes, es decir, a la
posibilidad de fijar el quantum entre los límites mínimo y máximo que la propia norma
consagra, teniendo por norte los criterios establecidos en los artículos 61 y siguientes
del Código Penal.
Se dijo también que si lo pretendido con la rebaja en cuestión era crear un mecanismo
de estímulo para que el procesado hiciera cesar los efectos lesivos de la conducta
delictiva mediante el reintegro de los bienes hurtados, o su valor, y la indemnización
de los perjuicios al ofendido o perjudicado, dicho propósito resultaría comprometido
con exigencias como la anotada, ante la certeza de que aún reparando el daño, la
retribución anunciada (reducción de pena) podría terminar siendo desconocida.
189
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
se violó de manera directa la ley, por falta de aplicación del citado artículo, y que se
impone casar la sentencia impugnada con el fin de hacerle producir efectos jurídicos.
3. El artículo 64 del Código Penal de 1980 establecía que las circunstancias allí
previstas solo podían ser tenidas en cuenta como atenuantes genéricas, en cuanto no
hubiesen sido previstas de otra manera, e igual previsión contienen las actuales
disposiciones (artículo 55 del nuevo Código Penal), de donde se concluye que la
contenida en el numeral 7º no puede ser tomada como circunstancia de menor
punibilidad cuando ha sido reconocido como atenuante específica. Ello significa que la
censura, en lo concerniente con la inaplicación del referido precepto (artículo 64.7),
carece de fundamento, por resultar incompatible con la pretensión de que se
reconozca también la atenuante del artículo 374.
No obstante que una tal petición desborda el marco propio de la demanda, y que la
Delegada, en últimas, termina elaborando un nuevo cargo, la Corte considera
pertinente precisar una vez más que la no identificación de las circunstancias por su
nomenclatura típica, o por su denominación jurídica en la diligencia de formulación de
cargos, no necesariamente significa ausencia de imputación, y que cuando la narración
que se ha efectuado de los hechos, o de las consideraciones de la acusación, recogen
de manera inequívoca el supuesto fáctico que configura la agravante, debe entenderse
que fue imputada, y puede ser deducida en la sentencia, sin que se presente vicio de
incongruencia.
Sentencia Casación
FECHA : 07/03/2002
DECISION : Casa parcialmente aplicando rebaja de pena, hace
extensiva a demas procesados
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : SANDOVAL MEJIA, LUIS FELIPE
PROCESO : 14459
PUBLICADA : Si
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190
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
La Sala ha explicado, también, que como derivación de la Carta es claro que el Estado
debe garantizar la contradicción, para lo cual es imprescindible acudir siempre a
personas versadas en los temas jurídicos. Esto asegura la posibilidad de oposición y
refutación frente a las pretensiones estatales, motivo por el cual la defensa debe ser
continua, real, unitaria y resguardada permanentemente por el funcionario judicial
encargado de la dirección del proceso** .
Para dinamizar el precepto constitucional citado, por ejemplo, el artículo 8º. del actual
Código de Procedimiento Penal dispone que "En toda actuación se garantizará el
derecho de defensa, la que deberá ser integral, ininterrumpida, técnica y material",
mandato que reitera que la garantía de la asesoría técnica es plena e impera durante
todo el trámite del proceso penal.
Así mismo, es incuestionable que la defensa tiene que ser real y no simplemente
nominal, es decir, el apoderado debe obrar activamente -en forma positiva o silente- en
pos de mejorar la situación de su poderdante o de evitar que se le causen mayores
perjuicios. De aquí se deduce que con criterio extremista no se puede concluir que
todo mutismo constituya lesión de la garantía superior porque, vgr., puede
corresponder a la estrategia diseñada por la defensa. Por ello es menester, en todo
caso, examinar la tarea desplegada por el apoderado en el asunto concreto, en vez de
prejuiciar el expediente a priori para afirmar, por ejemplo, que toda ausencia de labor
positiva o toda reticencia engendra siempre desprotección de la defensa técnica.
2. El artículo 133 del Código de Procedimiento Penal del 2000 (143 del derogado), bajo
el título de "Incompatibilidad de la defensa", dispone que "El defensor no podrá
representar a dos o más sindicados en el mismo o en diferente trámite judicial, cuando
entre ellos existieren, o sobrevinieren, intereses contrarios o incompatibles".
__________________________________
* Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, 27 de julio de 1992, M. P. Dídimo
Páez Velandia.
** Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, 17 de septiembre de 1998, M. P.
Fernando Arboleda Ripoll -radicación No. 10.771-.
*** Confrontar, por ejemplo, sentencias del 16 de julio y del 26 de noviembre de 2001,
M. P. Fernando Arboleda Ripoll -radicaciones Nos. 15.766 y 10.697-, y del 12 de junio
de 2001, M. P. Nilson Pinilla Pinilla -radicación No.14.891-.
191
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Sentencia Casación
FECHA : 07/03/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : PADILLA POLO, DEISY GLEDETH
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Porte de armas de
defensa
personal, Homicidio agravado, Secuestro
extorsivo
agravado
PROCESO : 17634
PUBLICADA : Si
****************************
Ahora bien, como lo detectó el agente del Ministerio Público, si el actor estimaba que
como consecuencia de una errada apreciación de la prueba el ente investigador acusó
por unos hechos que no están reflejados en la realidad procesal, debió proponer el
cargo por la causal de nulidad, pero no por la entendida falta de motivación sino en
virtud de equivocada selección del nomen juris, falla ciertamente apta para socavar los
supuestos del debido proceso.
192
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Es impropio, además, cobijar en la misma censura las dos formas del quebranto
directo, en tanto no se puede afirmar al mismo tiempo que una norma fue aplicada
correcta e incorrectamente, sin reñir con la más elemental lógica. Para obrar de tal
forma, el camino idóneo era la proposición de un cargo subsidiario.
Sentencia Casación
FECHA : 07/03/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Nacional
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : GONZALEZ VARGAS, LUZ MARINA
PROCESADO : CORREA RAMIREZ, MARIA NOHORA
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Secuestro extorsivo
PROCESO : 12411
PUBLICADA : Si
****************************
DEMANDA DE CASACION-Principio de limitación/ PRUEBA-Ilegal/ FALSO
JUICIO DE EXISTENCIA-Por omisión/ DEMANDA DE CASACION-Técnica
1. Tiene establecido la Sala que en estos casos, cuando el recurrente se queda corto
en el planteamiento de sus pretensiones, o cuando no las ajusta a las previsiones
técnicas propias del recurso, no puede entrar ella a completar su demanda o a hacer
claridad sobre el sentido de lo propuesto. El principio de limitación que rige en materia
de casación penal, se lo impide.
2. Como el recurrente afirma, además, que esa prueba es nula, mal puede sostener
que el Tribunal la inventó o la desdibujó. Si es ilegal, sobra cualquier consideración.
Más aún: si la prueba es ilegal, por cuanto procede de informantes secretos, debió
demandarla por error de derecho por falso juicio de legalidad, dado que en este caso el
juez se equivocó al tenerla como válida, y no por error de hecho por falso juicio de
identidad.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Sentencia Casación
FECHA : 07/03/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Nacional
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : RESTREPO AGUDELO, LUIS FERNANDO
DELITOS : Violaciòn al Decreto 3664/86, Hurto calificado y
agravado, Homicidio agravado, Infracción al
D.1194/89
PROCESO : 13554
PUBLICADA : Si
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Sobre este particular tema, en proveído del 23 de octubre de 2.001, con ponencia de
quien aquí cumple la misma labor, sostuvo la Sala:
"Importa, por tanto, ante el silencio de la Corte Constitucional en modular los efectos
de su fallo de inexequibilidad y la inseguridad y desorden que con el mismo se produjo
en el trámite del extraordinario medio defensivo, sin que se reparara además en la
ruptura que con ello hizo del sistema y del debido proceso que en materia tan especial
ha de existir, establecer, por la vía hermenéutica que ante aquella omisión se autoriza
al intérprete, dado el efecto legislativo negativo que sin duda alguna comporta un fallo
de inconstitucionalidad, cuál era precisamente dicha normatividad, sobre todo porque
aquella declaratoria de algunos preceptos de la Ley 553 de 2.000, incluyó al que
señalaba la oportunidad en que había de interponerse el medio defensivo y
presentarse la demanda que lo sustentara.
...
Así pues, restablecidas las normas que del Decreto 2.700 de 1.991 se referían a la
casación, derogadas por aquellas que fueron declaradas inexequibles, bajo el
entendido que el mismo efecto se surte en frente de la Ley 600 de 2.000, como que los
preceptos relacionados con el extraordinario medio de impugnación, siendo
reproducción de los contenidos en la Ley 553, también se declararon contrarios a la
Constitución, y comprendiéndose, por tal razón, la ineficacia que en relación con las
primeras se predica del artículo 535 de aquella ley, el recurso extraordinario, a partir
de la fecha en que el fallo de inexequibilidad produjo sus efectos, ha de proponerse,
sustentarse y tramitarse, según el procedimiento que pasa a precisarse, fundado tanto
en la nueva normatividad, esto es Ley 600 de 2.000, como en las disposiciones que se
reincorporan al ordenamiento, por consecuencia de la inconstitucionalidad de aquellas
194
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
que las habían derogado, mientras que, si la sentencia de segunda instancia se profirió
antes del 17 de marzo de 2.001, valga decir durante la plena vigencia de la Ley 553 de
2.000, el medio extraordinario de impugnación, ha de tramitarse con exclusivo apego a
dicha normatividad, idéntica a la que en esa materia estableció la Ley 600, pues, como
ya se expresara, "los términos que hubieren empezado a correr, y las actuaciones y
diligencias que ya estuvieren iniciadas, se regirán por la ley vigente al tiempo de su
iniciación":
Siendo ello así, entonces, forzoso es concluir que se equivocó el Tribunal al entender
que los efectos de la sentencia C-252/01 se surtían inmediatamente, pues si bien es
cierto que, como se sostiene en la providencia transcrita, la declaratoria sobre la
contrariedad con la Carta de normas que regulan materias que tienen que ver con el
actuar estatal implica, a su turno la reincoropración al ordenamiento jurídico de las que
fueron derogadas por aquellas, como lo entendió el ad quem, lo cierto es que el
momento a partir del cual se hace exigible dicho efecto, se reitera, lo determina la
ejecutoria de la sentencia que así disponga.
Auto Casación
FECHA : 11/03/2002
DECISION : Inadmite por extemporánea la demanda
presentada
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cartagena
PROCESADO : RAPALINO OLMOS, JOSE GREGORIO
DELITOS : Homicidio culposo
PROCESO : 18851
195
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
PUBLICADA : Si
****************************
Por tal razón, entonces, la taxatividad de los supuestos en los cuales procede la acción
de revisión, que de conformidad con el artículo 234 del Decreto 2700 de 1991, norma
imperante al tiempo de ser interpuesta la aquí examinada y con sujeción a la cual
corresponde determinar la admisibilidad de la demanda presentada en defensa del
sentenciado (...) en virtud del principio de irretroactividad de la ley procesal penal
(tempus regit actum), debía promoverse mediante escrito dirigido al funcionario
competente y satisfacción de los requisitos formales enunciados en el citado precepto,
de ineludible observancia.
...
Ciertamente, al tenor del numeral 3º del precitado artículo 234 del Decreto 2700 de
1991, la demanda debe contener el inequívoco señalamiento de la causal invocada,
acompañado obviamente, de los fundamentos de hecho y de derecho en los cuales se
sustenta. Así mismo, de acuerdo con lo prescrito en el ordinal 4º ibídem, la relación de
las pruebas aportadas para demostrar "los hechos básicos de la petición", de donde
resulta ineludible allegar todos los elementos de juicio que se estimen necesarios para
acreditarlos pues a partir de ellos la Corte establece la viabilidad de la acción, sin que
sobre advertir en todo caso, que esas evidencias en manera alguna determinan
indefectiblemente el sentido de la decisión final, sujeta a lo acreditado con dichas
pruebas y a través de las incorporadas en el trámite respectivo.
196
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Acción de Revisión
FECHA : 11/03/2002
DECISION : Reconoce apoderado, inadmite la demanda
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Militar
CIUDAD : Bogotá D.C.
CONDENADO : CASTRO TICORA, LUIS ENRIQUE
DELITOS : Abuso de Autoridad, Tortura
PROCESO : 17083
PUBLICADA : Si
****************************
_________________________-
* Confrontar entre otras decisiones el auto de colisión de competencias del 31 de
octubre de 2000, Radicación No. 17.087. Magistrado Ponente: Alvaro Orlando Pérez
Pinzón y sentencia de casación del 4 de abril de 2001, Radicación No. 16.356.
Magistrado Ponente: Jorge Aníbal Gómez Gallego.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
FECHA : 12/03/2002
DECISION : Declara la competencia del Juzgado 2 P.C.E. de
Cali
PROCEDENCIA : Juzgado 5 P.C.E.
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : LEYVA DURAN, ALVARO
DELITOS : Enriquecimiento ilícito de particular
PROCESO : 19124
PUBLICADA : Si
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1. Para la Sala no hay duda, y así se recoge en la resolución de acusación, tan solo
que se yerra en la adecuación típica, que lo encontrado fue todo un laboratorio para el
procesamiento de sustancias estupefacientes, con insumos e instrumentos aptos para
ese fin, razón por la cual la competencia le corresponde al Juez Penal del Circuito
Especializado de Popayán, conforme a lo estatuido en el numeral 10° del artículo 5°
transitorio de la ley 600 de 2000, a quien se le remitirá el expediente para que proceda
a tomar las medidas tendientes a que se subsane el desacierto, al tenor de lo previsto
en el artículo 402 del C. de P. P.
2. Esto por sí sólo bastaría para dirimir el conflicto aquí suscitado, sin embargo
considera la Sala conveniente transcribir el criterio adoptado en decisión del pasado 14
de febrero en el proceso con radicación 18.457, con ponencia de quien aquí cumple
igual cometido y de similares connotaciones a las aquí vistas, en la que se fijaron los
términos y condiciones para la variación de la calificación jurídica, al tenor de las
nuevas normas procedimentales:
"Por otra parte, es preciso destacar que según los artículos 401 y 402 del nuevo Código
de Procedimiento Penal, si el juez, al constatar su competencia, antes de la audiencia
preparatoria, advierte que se incurrió en error en la calificación jurídica provisional y
ello la afecta, debe proceder a declarar su incompetencia en auto de sustanciación
motivado, proponiendo el pertinente conflicto.
Si el juez ante quien se propone acepta lo expuesto, procederá a declarar la nulidad de
la actuación, a partir de la resolución de acusación, inclusive, para que el fiscal
califique los hechos conforme a lo resuelto (artículo 402, inciso 2°, ibídem)...".
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198
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Con el segundo requisito no sucede lo mismo. Es una conclusión que la Sala avanza y
a la cual se arriba luego del análisis pertinente, el cual tiene como marco teórico el que
expresó la Corte en la providencia del 28 de noviembre de 2001 (radicación 18.285),
cuyos términos son los siguientes:
"Exige igualmente la norma (el art. 38 del C.P.) que "el desempeño personal, laboral,
familiar o social del sentenciado permita al juez deducir seria, fundada y
motivadamente que no colocará en peligro a la comunidad y que no evadirá el
cumplimiento de la pena", conclusiones que no pueden obtenerse sin estudiar los
fines de la pena.
"El artículo 4° del Código Penal señala que la pena cumplirá funciones de prevención
general, retribución justa, prevención especial, reinserción social y protección al
condenado y que la prevención especial y la reinserción operan en el momento de la
ejecución de la pena de prisión.
"La Corte interpreta que cuando allí se declara que las funciones de prevención
especial y reinserción social operan en el momento de la ejecución de la pena de
prisión (sea esta domiciliaria o carcelaria) no se excluyen las demás funciones como
fundamento de la misma pena, sino que impide que sean la prevención especial y la
reinserción criterios incidentes en la determinación o individualización de la pena
privativa de la libertad.
"Significa lo anterior que tanto para imponer, como para ejecutar la prisión domiciliaria
en sustitución de la prisión carcelaria deben tenerse en cuenta también las funciones
de la pena que tienen que ver con la prevención general y la retribución justa.
199
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Tales son los parámetros para abordar el estudio del requisito subjetivo del artículo 38
del Código Penal, en aras de determinar si el desempeño personal, laboral, familiar o
social del condenado permite deducir seria, fundada y motivadamente que no colocará
en peligro a la comunidad y que no evadirá el cumplimiento de la pena. Adelantó la
Sala que no es la deducción que se obtiene en el presente caso y se trata de una
conclusión que se deriva de los propios términos de la sentencia condenatoria.
"Se trata de un hecho de suma gravedad si se toma en consideración que recayó sobre
una elevada suma del patrimonio público, destinada a inversión social. Para 1991, en
efecto, 98 millones de pesos constituía una suma importante de dinero, que sin duda
alguna traduce una más grave afectación del interés jurídico tutelado de la
administración pública. La apropiación, además, perjudicó a la comunidad pobre del
Departamento del Amazonas y para lograrla el excongresista RUIZ MEDINA se valió de
los métodos vistos a través de la presente providencia. Inventó una realidad
documental para intentar demostrar la correcta inversión de los recursos, como parte
de la misma hizo que algunos de los beneficiarios suscribieran documentos admitiendo
haber recibido una suma superior a la entregada y todo ello sucedió, por último, en
una atmósfera de transición institucional del país, una de cuyas causas fue
precisamente la lucha contra la corrupción oficial de la que el exparlamentario hacía
parte y ejercía de manera descarada".
"Ese mundo interno en el caso del doctor (...), que se logra evidenciar a través de los
datos procesales, es el de un funcionario público corrupto. El de un político que hizo
de ese ejercicio una forma de enriquecerse a costa de la comunidad que lo eligió y a la
cual pretendía mantener, a pesar de ello, convencida de una condición de benefactor
inexistente. Su desprecio por los valores instituidos resulta de tal manera categórico y
si a ello se suma el hecho de que esta misma Corporación lo condenó en el proceso
8664 por el delito de prevaricato por acción, el juicio sobre su personalidad resulta
adverso y, se repite, permite junto con los demás criterios para fijar la pena
examinados el mencionado aumento punitivo".
Es evidente, como puede verse, que las conductas por las cuales fue condenado el
doctor (...) fueron graves y que con ellas le causó daños importantes a la sociedad. La
consideración de las mismas, lo que ellas revelan de la personalidad de su autor
(condenado por la Corte en otro proceso por el delito de prevaricato por acción),
impiden deducir seria y fundadamente que no colocará en peligro a la comunidad.
200
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
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1. Cuando se ataca la prueba en casación por error de derecho por falso juicio de
legalidad, con insistencia lo ha dicho la Sala, la impugnación no queda satisfecha con
la sola enunciación del reproche y la indicación del medio criticado, sino que es
necesario probar que el sentenciador al estimar los medios de convicción dio validez a
un elemento de persuación aducido al proceso sin las formalidades exigidas por la ley,
y demostrar la incidencia del desacierto en el establecimiento de la verdad fáctica y de
la errada conclusión de la sentencia, precisando si las normas sustanciales
indirectamente violadas lo fueron por aplicación indebida o por falta de aplicación
-violación fin- .
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
______________________________
* Por ejemplo, sentencia del 29 de julio de 1999, M. P. Fernando E. Arboleda Ripoll
Sentencia casación
FECHA : 14/03/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : MORENO SANCHEZ, JOSE MARIA
DELITOS : Homicidio agravado
PROCESO : 12385
PUBLICADA : Si
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2. Así mismo, en relación con la nulidad por violación al debido proceso y derecho de
defensa, las razones ahora expuestas, en lo fundamental son idénticas a las que
propuso para elevar la solicitud de invalidez de las pruebas, en el traslado de 8 días
para presentar alegatos de conclusión precalificatorios, habiendo sido estudiados en la
providencia de septiembre 16 de 1999, por medio de la cual la Fiscalía Delegada ante
el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cali, calificó el mérito de la actuación
sumarial y se ocupó a fondo de estas pretensiones con resultados negativos para las
aspiraciones del postulante.
La nueva petición de nulidad presentada dentro del término previsto por el artículo 446
del Código de Procedimiento Penal anterior, recoge los argumentos que fueron
expuestos y resueltos en la fase instructiva, contrariando los preceptos contenidos en
los artículos 306 y 307 de dicho Código de Procedimiento Penal (309 del que ahora
rige), dado que, una invalidación denegada no se podrá intentar de nuevo si no es por
causa distinta o por hechos posteriores, salvo su alegación también en casación, sin
perjuicio, claro está, de su declaratoria oficiosa que como regla general lo establecía el
artículo 305 del Código derogado y lo regula el 307 del ahora vigente, para decretarla
por el funcionario tan pronto como la advierta.
202
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Sólo entonces, desde esta óptica resulta viable que el funcionario judicial atienda las
peticiones de nulidad que se formulen dentro del proceso, por las causales
expresamente señaladas en la ley, en las oportunidades y conforme a los requisitos
que en ella se indiquen, vale decir que la causal tenga su origen en el sumario y que
no haya sido propuesta y resuelta por el funcionario instructor.
No puede admitirse que se le han conculcado las garantías de que es titular el doctor
(...), por el sólo hecho de no militar en los folios la constancia firmada por el capturado
a la hora que precisa su defensor. Actuar de esta manera, no sólo resulta asumir una
posición extremadamente formalista sino que además constituye un ingrediente que
no lo previó el legislador, debiéndose confirmar la decisión en lo pertinente.
203
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
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A la sazón, cada vez que la Corte Constitucional se ha ocupado del tema de las
facultades legales ejercidas antes de julio de 1991, advierte:
204
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
En ese orden de ideas, el artículo 139 del Decreto 050 de 1987, vigente para la época
en que (...) rindió indagatoria en el Juzgado Promiscuo Municipal de Gama
(Cundinamarca), en forma expresa habilitaba a personas distintas del abogado para la
defensa del procesado durante la indagatoria:
"El cargo de defensor para la indagatoria del sindicado, cuando no hubiere abogado
inscrito que lo asista en ella, podrá ser confiado a cualquier ciudadano honorable
siempre que no sea empleado público".
...
Así lo determinó dicha Corporación al declarar inexequible el inciso primero del artículo
148 del Código de Procedimiento Penal (Decreto 2700 de 1991), que era del siguiente
tenor:
"De conformidad con lo dispuesto por el decreto 196 de 1971, el cargo de defensor
para la indagatoria del imputado, cuando no hubiese abogado inscrito que lo asista en
ella, podrá ser confiado a cualquier ciudadano honorable siempre que no sea servidor
público."
"Bajo estos supuestos es requisito indispensable que quien obre en representación del
sindicado en materia penal sea un profesional del derecho; empero tampoco puede
desconocerse la realidad en la que en ciertas condiciones no es posible contar con
abogados titulados para que cumplan la labor de defensor de oficio en asuntos
penales, lo que le ha llevado a aceptar dentro del marco de la jurisprudencia de esta
Corporación que en casos excepcionalísimos, la ley pueda habilitar defensores que
reúnan al menos las condiciones de egresados o de estudiantes de derecho
pertenecientes a un consultorio jurídico, desde luego, garantizando un mínimo de
formación e idoneidad técnica y profesional para que pueda atender a las necesidades
profesionales del defendido."
3. Si la pretensión del libelista tiende a demostrar que el juez quebrantó los postulados
de la sana crítica y produjo una decisión a todas luces desfasada y por ello arbitraria, el
camino a seguir en búsqueda de la casación es el del error por falso raciocinio, que
tiene su propia técnica, especialmente en cuanto exige al demandante demostrar cuál
postulado científico, o cuál principio de la lógica, o cual máxima de la experiencia fue
desconocido por el Tribunal.
205
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
A continuación deberá indicar la trascendencia del error, de modo que sin él el fallo
hubiera sido diferente, y concomitantemente indicar cuál era el aporte científico
correcto, o cuál el raciocinio lógico, o cuál la deducción por experiencia que debió
aplicarse para esclarecer el asunto debatido.
Sentencia Casación
FECHA : 14/03/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cundinamarca
PROCESADO : BELTRAN ACOSTA, ALBA MARIELA
PARTE CIVIL : PEREZ BELTRAN, CRISTIAM
DELITOS : Homicidio agravado
PROCESO : 9794
PUBLICADA : Si
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1. Se recuerda que Los fallos de inexequibilidad producen efectos hacia el futuro, salvo
manifestación en contrario de la Corte Constitucional (art. 45 L. 270/1996), que no está
plasmada en la sentencia C-049 de febrero 8 de 1996, mediante la cual declaró
inexequibles los artículos 148, primer inciso, del decreto 2700 de 1991 y 34 del
decreto 196 de 1971, de modo que ninguna incidencia puede tener esa determinación
en la designación de personas de reconocida honorabilidad, que no fuesen servidores
públicos, que con base en dichos preceptos se hubiere hecho antes de esa fecha,
únicamente para asistir en indagatoria a los sindicados, en ausencia de abogado en el
momento de la recepción.
Pero aquí hace consistir el censor la anunciada vulneración del derecho de defensa, en
que su representado estuvo asistido por una persona no docta en ciencias jurídicas,
durante una diligencia de inspección judicial. Olvidó, en primer término, que para la
correcta formulación del cargo no basta la mención escueta de esa circunstancia, pues
como lo recuerda el Ministerio Público, la demanda de casación, así sea invocando la
causal tercera, debe legalmente cumplir unos parámetros mínimos de claridad,
precisión y lógica, que permitan evidenciar el quebranto del debido proceso o de
garantías fundamentales y la incidencia de la irregularidad denunciada.
....
206
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Así mismo, conviene recordar que no es posible pasar por alto la inobservancia de la
técnica que orienta la casación, o suplirla por iniciativa de la Corte, cuya actividad se
rige por el principio de limitación, en una impugnación extraordinaria que es por
naturaleza rogada, sin que pueda acometerse la revisión oficiosa de toda la actuación
para tratar de descubrir los vicios in iudicando o in procedendo que el censor no
denunció en debida forma, pues en tal caso estaría instaurando un grado jurisdiccional
como la consulta y relevando al demandante de sus obligaciones.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Sentencia Casación
FECHA : 14/03/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Cundinamarca
PROCESADO : ACHURY RODRIGUEZ, GUILLERMO
DELITOS : Homicidio culposo
PROCESO : 15554
PUBLICADA : Si
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1. Lo primero que impera señalar es que al haber introducido el Decreto 2700 de 1.991
- bajo cuya vigencia se formuló la demanda de revisión y se adelantó su consiguiente
trámite -, importantes modificaciones en materia de esta acción, entre otros asuntos,
respecto de la regulación contenida en el Decreto 2550 de 1.988, en cuyo artículo
447.3 se funda la pretensión revisora en este caso, como lo ha señalado la Corte
(Revisión 12.926, 18 de septiembre de 1.997, M.P. Dr. Fernando Arboleda Ripoll), se
imponía la adopción prevalente del referido cuerpo legal, en consideración a que si
bien comportan los dos ordenamientos "igual fuerza normativa en su carácter de leyes
ordinarias", resulta "perfectamente viable señalar que, en aplicación del apotegma lex
posteriori derogat priori, el Código Penal Militar se vió modificado en cuanto a las
causales y trámite de la acción de revisión por el Decreto 2700 de 1.991", de donde,
lo correcto habría sido, en consecuencia, invocar la causal pertienete pero del Código
de Procedimiento Penal anterior, lo que no obsta, sin embargo, para emitir un
pronunciamiento de fondo, si se tiene en cuenta que en relación con la causal aducida
existe identidad sustancial en los dos cuerpos normativos, amén de que dicha
correspondencia hoy resulta igualmente plena entre los preceptos contenidos en las
leyes 552 de 1.999 y 600 de 2.000, esto es, los Códigos Penal Militar vigente y de
Procedimiento Penal actualmente vigentes.
2. A partir de la Ley 1a. del 19 de febrero de 1.945 y con el fin de reglamentar el Título
XVI de la Constitución Política, que se crea el Servicio Territorial Militar, con miras a
establecer el funcionamiento de los sistemas de reemplazos en las Fuerzas Militares, la
preparación y ejecución de la movilización para la defensa nacional y la administración
e inspección militares del territorio nacional para los efectos de reclutamiento y
movilización, regulándose particularmente aquellos aspectos relacionados con la
incorporación militar obligatoria y el deber impuesto a todo varón colombiano entre los
20 y 50 años de prestar el servicio militar y la obligación de comprobar la definición de
la situación militar frente a diversos actos públicos y privados, estableciéndose al
propio tiempo en los artículos 20 y ss., causales de exención en el pago de la cuota de
compensación militar -esto es, el monto pecuniario que debe pagarse al Tesoro
Nacional por concepto de obligación militar por aquellos individuos que no presten el
servicio-, el servicio personal bajo banderas en tiempo de paz, de la misma forma que
causales de aplazamiento para su prestación.
208
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Señala además en el Capítulo II, bajo el título "Definición situación militar", el proceso
de inscripción, exámenes de aptitud sicofísica, el sorteo, la concentración e
incorporación y la cuota de compensación militar, dedicando algunos acápites
especiales a partir del artículo 27 y ss., a las exenciones definitivas y temporales, como
también a los aplazamientos, los derechos, prerrogativas y estímulos, régimen
disciplinario, reservistas y movilización.
3. Elementos típicos del delito de deserción previsto por el artículo 115 del Decreto
2550 de 1.988.
209
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
La incorporación como soldado, sin embargo, solamente es predicable, una vez que se
da de alta al conscripto mediante la orden del día u orden administrativa de la Unidad
o contingente, comenzando la respectiva prestación del servicio militar y la instrucción
correspondiente.
5. El error de tipo, que elimina la tipicidad dolosa, esto es el aspecto negativo del
elemento cognitivo del dolo, supone la falta de conocimiento de los ingredientes del
tipo objetivo y a través de los medios de convicción aportados, no puede llegarse a
dicha conclusión. Por el contrario, es bastante claro que (...) si bien se presentó ante
las autoridades de reclutamiento de la Armada Nacional con el cometido de vincularse
como infante voluntario, portando para ello su tarjeta de reservista de primera clase,
fue advertido de que no sería admitido en la calidad pretendida, como quiera que para
ello, tenía que haber prestado su servicio militar en la misma Fuerza y no en el Ejército,
de donde provenía. Pese a ello, el ahora demandante quiso ingresar como conscripto
voluntario, haciendo la fila destinada a dicha incorporación, sin hacer ninguna
advertencia sobre el particular y con el aparente cometido de cumplir en la Armada
con la prestación del servicio militar para luego ser aceptado como soldado voluntario.
210
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
"1°.) El cargo que ocupe debe tener una existencia o de jure o, al menos, que
esté reconocida por la ley.
2°.) Debe estar realmente en posesión del mismo, y
3°.) Debe detentarlo bajo la apariencia de legitimidad (under color) de título o
autoridad" (p.47).
Es obvio que los funcionarios de derecho que ejercen sus funciones lícitamente,
de acuerdo con las normas legales, son los verdaderos y auténticos funcionarios
públicos y sus actos tienen la plenitud de la eficacia jurídica. Los funcionarios de hecho
cuya aparente investidura legal no existe, deben considerarse, sin embargo, como
verdaderos funcionarios, en lo que se refiere a los efectos de los actos ejecutados
como tales. Hay para ello la consideración de que las personas que ejecutan actos ante
el funcionario de hecho lo hacen precisamente con fundamento en la investidura que
ostenta, investidura que no por ejercitarse en forma irregular deja de ser oficial y de
conferir al funcionario que la ejercita la autoridad legal para dar vida y eficacia jurídica
a los actos que los terceros realicen ante él".
211
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Pertinente encuentra finalmente la Sala y en relación con este último tema, traer a
colación la doctrina que sobre el particular se encuentra en la obra del Profesor
Antonio Millán Garrido y otros, sobre Los Delitos Contra la Prestación del Servicio
Militar (Bosh Editor, 1995), que si bien está referida a los casos de exclusión del
servicio por deficiencias psíquicas, sus conceptos básicos son de gran utilidad en el
discernimiento del presente asunto, de conformidad con la cual:
"En cuanto a la condición militar del sujeto, lo que comporta una cuestión de tipicidad,
resulta irrelevante la posterior exclusión del servicio. Quien fue indebidamente alistado
es militar y, como tal, tiene el deber de presencia en tanto no resulte excluído,
produciéndose su baja en las Fuerzas Armadas.
...
En este punto, hay que convenir con García Labajo en que "elevar a la categoría de
doctrina jurisprudencial la idea(...) de que la exclusión del servicio militar por causa de
enfermedad o defecto psíquico anterior al ingreso en filas determina la excención de
responsabilidad en la deserción presuntamente cometida, supuesto que el sujeto
nunca debió incorporarse las mismas, resulta jurídicamente incorrecto y político-
criminalmente nocivo".
Acción de Revisión
FECHA : 14/03/2002
DECISION : No ordena revisión
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Militar
CIUDAD : Bogotá D.C.
PROCESADO : GONZALEZ RODRIGUEZ, FRANCIS YURIAN
DELITOS : Deserción
PROCESO : 9921
PUBLICADA : Si
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
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"Lo que ocurre es que a los dos últimos conceptos de la violación (falta de aplicación y
aplicación indebida), se puede llegar por distintos motivos: porque el juzgador se
equivoca sobre la existencia del precepto; porque incurre en falsa apreciación sobre su
vigencia en el tiempo o en el espacio; por desaciertos de carácter hermenéutico, o por
errores en la apreciación de la prueba. Por ende, si lo planteado es que al sentido de la
violación (falta de aplicación o aplicación indebida) se llegó por razón de uno
cualquiera de estas razones, no habrá lugar a sostener que el planteamiento es
contradictorio.
2. El Art. 38 del antiguo C. Penal -Dto. 100 de 1980- normatividad vigente para la
época de la consumación de los hechos, definía la preterintención de la siguiente
manera:
En similares términos fue concebida la citada conducta punible en el Art. 105 de la Ley
599 de 2000.
Desde la época de los trabajos preparatorios para la redacción del Código Penal de
1980, los integrantes de la Comisión de 1974 convinieron en que el fenómeno de la
preterintencionalidad es una mezcla de dolo y culpa que se presenta en los tipos de
doble resultado, el primero de los cuales debe ser imputado a título de dolo y el
213
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
segundo a título de culpa. Es, por lo tanto, la realización de una acción que se inicia
dolosamente y que produce unos resultados que exceden el querer de quien la
ejecuta.
En relación con el tema de la previsión, materia origen del presente debate, la norma,
cuya redacción inicial causó controversias por los términos "representado o previsto"
utilizados para el resultado más grave -La conducta es preterintencional cuando el
resultado excede la intención directa del agente, de modo que pudo ser representado
o previsto-, fue modificada en el seno de la Comisión a sugerencia de uno de sus
integrantes, pues se consideró suficiente el empleo del vocablo previsto, en el
entendido de que nadie puede prever sino lo que se ha representado. En igual sentido
hubo pronunciamiento respecto de la palabra directa referida al propósito, pues se
estimó que ella hacía alusión específica a esa clase de dolo.
En las Comisiones de 1978 y 1979 prácticamente imperó la misma fórmula, sólo que la
expresión "pero era previsible" se varió por "siendo previsible", la cual se antepuso a la
alocución "excede la intención del agente", modificaciones que en nada cambian el
espíritu del precepto y antes, por el contrario, lo tornan más inteligible al intérprete, tal
como aparece hoy definido en el Art. 24 de la Ley 599 de 2000, que como ya se dijo,
fue fiel reproducción del 38 del C. Penal de 1980.
Significa ello que respecto del elemento previsibilidad, lo que la ley exige en relación
con el delito preterintencional es que el agente haya tenido la posibilidad de prever el
resultado mayor, no que efectivamente lo haya previsto, valga decir, que a pesar de
haber tenido la capacidad de prever ese resultado más grave al inicialmente
propuesto, omita hacerlo.
...
De ahí el yerro predicable en las premisas conclusivas del Tribunal, pues, quien con
dolo de lesiones prevé la muerte de su víctima, y sin embargo obra conforme a esa
representación, el homicidio así producido sería doloso a título de dolo eventual, como
con acierto lo pregonan el demandante y la agencia del Ministerio Público.
214
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
b) Dos medios, el primero de 192 meses y 16 días, a 235 meses; y el segundo de 235
meses, a 277 meses y 15 días.
c) Y uno máximo, de 277 meses y 16 días, a 320 meses.
Sentencia Casación
FECHA : 14/03/2002
DECISION : Si casa, condena por homicidio preterintencional
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Montería
PROCESADO : VILLALBA GONZALEZ, JULIO CESAR
DELITOS : Homicidio preterintencional
PROCESO : 15663
PUBLICADA : Si
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1. La Sala reitera una vez más, que la nulidad como motivo de la impugnación
extraordinaria en manera alguna es ajena al principio de autonomía de los cargos, de
conformidad con el cual cuando se acusan varias irregularidades de afirmada entidad
para generar por sí solas la invalidación del trámite, se impone la postulación separada
de las mismas, sujeta de otra parte a un orden determinado por sus efectos o
consecuencias frente a la actuación cumplida*.
Este reproche quedó reducido sin embargo a un aserto carente por completo de
fundamentación, pues el demandante se conformó con plantear el supuesto vicio sin
avanzar en mayores consideraciones en torno a él, soslayando que la garantía de
arraigo constitucional a la cual se remite radica en un debido proceso sin dilaciones
injustificadas, carácter este último que ni siquiera aborda en sus escuetas
argumentaciones.
Adicionalmente, el censor eludió también el deber impuesto por el artículo 308-2º del
Decreto 2700 de 1991, bajo el cual se adelantó la totalidad del proceso, de
conformidad con el cual le correspondía acreditar la trascendencia de la irregularidad
215
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
denunciada, esto es, la manera como el vencimiento del término instructivo sin
haberse dictado la calificación sumarial afectó las garantías del incriminado o
desconoció la estructura fundamental del proceso.
Tampoco explicó el impugnante las razones por las cuales una vez calificado el mérito
del sumario con resolución acusatoria, esto es, desaparecida la irregularidad
denunciada, la misma mantuvo los efectos invalidatorios que reclama sobre el trámite
seguido contra el sindicado (...); en fin, perdió de vista que de acuerdo con el reiterado
criterio de la Sala, si bien es "innegable que a partir de la Constitución Política de 1991,
se elevó a rango superior el principio de que el derecho a un debido proceso, lo es
además "sin dilaciones injustificadas" -artículo 29-. Pero sin intentar menospreciar en
los más mínimo esta garantía, es igualmente de recibo afirmar que no toda demora en
la adopción de una determinación, ni toda prolongación de la actuación más allá de los
términos legalmente establecidos, puede constituir violación a ese derecho del
procesado, porque la transgresión no emana de la sola y objetiva dilación, sino tan solo
de aquellas que puedan ser "injustificadas", y ello conduce a la necesidad de analizar
al lado de la entidad de la demora, las causas que la hayan generado, sea que
radiquen en obstrucción indebida de las partes, falta de colaboración de los auxiliares
de la justicia, en razones nada infrecuentes de congestión en los despachos judiciales,
o en la complejidad misma del asunto o el volumen del expediente y piezas procesales
objeto de valoración.
"Otra secuela vierte sus beneficios sobre la libertad del procesado, cuando el sumario
no se alcanzó a calificar en tiempo...." , situación precisamente producida en el evento
de autos, donde la dilación del término de instrucción restringió sus efectos a la
configuración de la causal de excarcelación provisional entonces prevista en el ordinal
4º del artículo 415 del estatuto procesal penal, concedida en resolución del 21 de
febrero de 1997 (f. 78, cd. 2).
En otras palabras, como ha sostenido la Corte, resulta ilógico "buscar que se anule un
proceso que ya tiene sentencia de segunda instancia, simplemente para que se
regrese a una etapa en que sea posible otorgar la libertad provisional al acriminado,
pues si bien ese es un derecho del cual puede gozar en un momento procesal dado,
superado el mismo ya no es viable insistir en su concesión".****
4. La fijación del monto de la caución prendaria, de acuerdo con las previsiones del
estatuto procesal penal vigente para la época de la providencia que dispuso la libertad
provisional del sindicado (...) (artículo 393 del Decreto 2700 de 1991), al igual que
acontece en el ordenamiento instrumental actual (artículo 369 de la Ley 600 de 2000),
no se condicionaba tan sólo a la capacidad económica del sindicado, sino que el
funcionario judicial debía atender también a la gravedad de la conducta punible
imputada, que fue el criterio ponderado en su momento con particular prevalencia
para señalar la suma exigida, pretendiendo a través de ella garantizar la posterior
comparecencia del incriminado al proceso.
216
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Sentencia Casación
FECHA : 14/03/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Nacional
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : TRIANA ALAYA, GONZALO
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Rebelión
PROCESO : 15287
PUBLICADA : Si
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217
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
El ad quem tuvo en cuenta, entre otras de las bases de la condena, las declaraciones
de María Numidia Collazos González y Arnobis Rivera Caicedo, testigos presenciales
que desmintieron los descargos del indagado y condujeron a excluir la reducción de
pena por confesión, que a más de calificada, no fue el fundamento de la sentencia,
requisito que venía siendo exigido jurisprudencialmente y ahora está expresamente
incluido en la nueva preceptiva procesal (art. 283 L. 600 de 2000). De tal manera, es
claro que no se presentó la equivocación endilgada al fallador.
"El artículo 299 del C. de P. P. establece la reducción de pena para cuando el imputado
"…confesare el hecho…". En derecho penal, la palabra hecho tiene una connotación
muy precisa, pues significa "hecho punible" y hecho punible es comportamiento típico,
antijurídico y culpable, con independencia de la Escuela, tesis o teoría que se quiera
adoptar, toda vez que en todas ellas las categorías o elementos mencionados
conforman la estructura dogmática del delito, aun cuando no todas coinciden en el
contenido de cada uno de tales aspectos. Así el asunto, la confesión implica que la
persona admita que ha realizado la conducta definida en la ley como delictiva, que ha
causado daño y que lo ha hecho con dolo, culpa o preterintención. En sentido
contrario, por razones apenas lógicas, si una persona imputada formula en su favor el
aspecto negativo de las características del hecho punible, es decir, aduce en su favor
atipicidad, concurrencia de justificantes o de exculpantes, sencillamente no confiesa el
hecho porque en las tres hipótesis acabadas de relacionar, el hecho punible no existe.
Tales razonamientos mantienen plena vigencia en el artículo 283 del nuevo estatuto
procesal penal, ley 600 de 2000, y este cargo tampoco prospera.
Sentencia Casación
FECHA : 14/03/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Neiva
PROCESADO : ALVARADO BARON, JOSE RAFAEL
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 10847
PUBLICADA : Si
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218
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Según estas disposiciones, la calificación del sumario solo admite las formas de
resolución de acusación y resolución de preclusión de la instrucción. En este último
evento, tal determinación resulta solo posible de adoptar por el funcionario de
instrucción cuando de las pruebas allegadas, apreciadas en conjunto y siguiendo los
postulados de la sana crítica, esto es, los principios de la lógica, las leyes de la ciencia
o las reglas de experiencia, se establezca plenamente que el hecho materia de
investigación no ha existido, que el sindicado no lo ha cometido, que la conducta
imputada no coincide con alguna de las definidas como delito en la ley penal o en
estatutos especiales, que se realizó al amparo de alguna causal de justificación o de
inculpabilidad, o que el ejercicio de la acción penal no ha debido iniciarse o no puede
proseguirse.
3. El error de tipo de que trataba el artículo 40-4 del Código penal vigente por la época
de los hechos, hoy en día recogido por el artículo 32-10 de la ley 599 de 2000,
encuentra configuración cuando el agente tiene una representación equivocada de la
realidad, la cual, por tanto, excluye el dolo del comportamiento por ausencia del
conocimiento efectivo de estar llevando a cabo la descripción comportamental
contenida en el tipo cuya realización se imputa, y que, según la concepción de delito
219
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
de que se participe, conduce a tener que declarar la atipicidad subjetiva por ausencia
de dolo en la ejecución de la conducta delictiva que no admite modalidad culposa, o la
ausencia de responsabilidad por estar contemplado el error como motivo de
inculpabilidad que rechaza el dolo, para cuyo reconocimiento es necesario que sea
absoluto, socialmente insuperable o invencible.
4. Observa la Corte que en la conducta del doctor (...) no hubo simple equivocación en
la apreciación fáctica o jurídica del caso sometido a su conocimiento y definición, como
se alega en el escrito sustentatorio de la impugnación, tampoco error como ya se
expresó, sino intención manifiesta de apartarse de la ley, ya que si bien es cierto como
se aludió, la jurisprudencia tiene establecido que cuando el juez se equivoca de buena
fe, ello descarta el dolo requerido para la configuración del prevaricato, y que cuando
se acredita una especial motivación en haber procedido de manera contraria a la ley se
facilita el proceso de demostración del móvil, también ha sido dicho que si esto no
sucede, ello no significa que el conocimiento y la voluntad de transgredir la ley
desaparezca.
5. El concurso de delitos encuentra configuración, toda vez que si bien las providencias
manifiestamente ilegales fueron todas proferidas en el curso de un mismo proceso, no
puede perderse de vista que en la calificación del sumario dictada el veinticinco de
enero de mil novecientos noventa y cuatro, precluyó la instrucción a favor de (...); el
pronunciamiento de diecisiete de febrero siguiente, precluyó la instrucción a favor de
(...) por el delito de abuso de autoridad por acto arbitrario; y el primero de marzo
siguiente, precluyó la instrucción a favor de (...) por razón de los delitos de peculado
por apropiación y uso de documento público falso, lo que indica que en cada uno de
dichos pronunciamientos no sólo se favoreció a distintos procesados sino que en cada
uno de ellos realizó valoraciones jurídicas y probatorias distintas, las cuales dan
autonomía a los plurales delitos de prevaricato por cuya realización ha sido condenado
Sin embargo, las limitaciones establecidas por los artículos 117 del Decreto 2700 de
1991 y 204 de la ley 600 de 2000, impiden a la Sala modificar tal situación, debiendo
limitar su pronunciamiento en torno al punto, a dejar expresa constancia sobre la
indebida laxitud con que obró el Tribunal en este aspecto de su decisión.
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220
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
"4-. El Código de Procedimiento Penal anterior, Decreto 2700 de 1991, incluyó al delito
de inasistencia alimentaria en el catálogo de aquellos que requieren querella de parte
para el inicio de la acción penal, y radicó la competencia para su conocimiento en los
Jueces Penales Municipales, artículos 33 y 73, respectivamente.
Tal panorama normativo permitió colegir, inclusive a la jurisprudencia de esta Sala, que
el Juez Penal Municipal competente para conocer el delito de inasistencia alimentaria
es el de la residencia del titular del derecho, puesto que en este específico asunto la
interpretación tenía que hacerse en armonía con el artículo 271 del Código del Menor,
norma especial que no contrariaba los preceptos de aquel Código de Procedimiento
Penal.
5-. Sin embargo, ya en auto del 19 de diciembre de 2000, con ponencia del H.
Magistrado, Dr. CARLOS EDUARDO MEJÍA ESCOBAR, la Sala de Casación Penal advirtió
que "tratándose de los delitos de los que sean víctimas los menores de edad, por
virtud de la sentencia de constitucionalidad C-459 del 12 de octubre de 1995, los
delitos relacionados en el artículo 33 del Código Penal no tienen como requisito de
procedibilidad el de la querella, sino que por virtud -dice la sentencia de la Corte
Constitucional- de la protección especial que la Constitución garantiza a lo niños en
cuanto autoriza a cualquiera a exigir de las autoridades el ejercicio pleno de sus
derechos y la sanción de los infractores de tales, son de carácter oficioso."
Cabe recordar que dicho fallo declaró exequible el artículo 33 del Código de
Procedimiento Penal, Decreto 2700 de 1991, modificado por el artículo 2 de la ley 81
de 1993, "siempre que se entienda que los delitos que allí se enuncian y que se
cometan contra menores, no quedan sujetos, como condición de procesabilidad, a la
formulación de la respectiva querella."
6-. El nuevo Código de Procedimiento Penal (Ley 600 de 2000), normatividad aplicable
al juzgamiento del ilícito que suscitó la presente colisión, a tono con las directrices
trazadas por la jurisprudencia de la Corte Constitucional, introdujo una modificación
respecto del anterior régimen, en el artículo 35 que contiene el listado de los delitos
que requieren querella para dar inicio a la acción penal del Estado.
Una interpretación aislada de aquella norma, podría conducir al equivoco de inferir que
desde la entrada en vigencia del nuevo Código de Procedimiento Penal la competencia
para juzgar los delitos querellables, cuando la víctima es un menor de edad radica en
los Jueces Penales del Circuito, por remisión a la cláusula general de competencia
contenida en el literal b) del numeral 1° del artículo 77 ibídem.
221
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Con frecuencia ocurre que después de instaurar la querella para iniciar la investigación
penal, o después de que se inicia de oficio en el caso de los menores, el titular del
derecho cambia el lugar geográfico de su residencia.
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222
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Sin embargo, no toda inobservancia de los requisitos legales para contratar constituye
delito, independientemente de que se pueda configura falta disciplinaria, sino sólo de
los legales esenciales, esto es, de la legalidad esencial.
Así mismo, se debe puntualizar que el artículo 146 del Código Penal de 1980 (que es
igual al 410 de la ley 599 de 2000, salvo en lo atinente al tipo subjetivo específico, que
en este último ya no se exige), contempla tres modelos de comportamiento, a saber:
tramitar contrato sin observancia de los requisitos legales esenciales; celebrarlo sin
verificar el cumplimiento de tales requisitos; y liquidarlo sin verificar el cumplimiento
de los mismos.
Como quiera que la conducta imputada la procesado fue la primera, sólo de ella se
ocupará la Sala.
Tramitar es dar curso secuencial a cualquiera de los actos que se desarrollan con
ocasión del complejo procedimiento de la contratación estatal, comprendiendo, por
ende, la preparación (registro de proponentes, pliego de condiciones, concurso,
adjudicación), la celebración (esto es, la suscripción), la ejecución (realización de la
obra prestación del servicio o suministro del bien), y la liquidación, estando todos, sin
excepción sujetos al principio de legalidad.
- No resulta lógico que la inobservancia de los requisitos legales esenciales en una fase
del trámite de contratación administrativa, quede por fuera de la descripción del
artículo mencionado, máxime cuando, con fundamento en el principio de
responsabilidad, los servidores públicos están obligados a vigilar la correcta ejecución
del contrato y a proteger los derechos de la entidad.
Así, no dice: El servidor público que tramite, celebre o liquide contrato sin la
observancia de los requisitos legales esenciales, sino que se refiere, como ya se
expresó a la tramitación, sin el cumplimiento de los requisitos legales esenciales, a la
suscripción sin verificar que se cumplieron y a la liquidación sin verificar que se
cumplieron.
223
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
- Así mismo, si se tiene en cuenta que la liquidación es el acto final del procedimiento
contractual, no se entendería que el servidor público que liquida el contrato sin
comprobar que se cumplió la legalidad esencial, en todo el trámite previo, incluida la
ejecución, responda por la figura genérica de "contrato sin cumplimiento de requisitos
legales" y que, en cambio, el funcionario que directamente los inobservó (por ejemplo,
al autorizar la ejecución u ordenar el pago sin haberse prestado las garantías), no
responda por este punible.
...
La Sala estima que ninguna razón le asiste pues, como ya se expresó, el análisis
mancomunado de los elementos de prueba, la llevan a la convicción que el dinero
entregado fue el pago, previamente prometido, por las irregularidades cometidas por
el entonces Gobernador, en el proceso de contratación, para favorecer a la contratista,
lo que, además, explica su presencia en la entidad bancaria, en el momento del cobro
del cheque.
Así mismo, dice el defensor, que si no hubo cohecho no hubo provecho ilícito "sin el
cual no existe el delito de celebración indebida de contratos".
Al respecto la Sala les observa no sólo que sí hubo cohecho, como se analizó, sino que
éste concurre materialmente con el punible descrito en el artículo 146 del Decreto 100
de 1980, pues éste sólo exige para su tipificación el simple propósito de obtener un
provecho ilícito para sí, para el contratista o para un tercero, esto es, que no requiere
que esa finalidad específica se logre, por lo que si se consigue, se configura otro delito,
separable del primero, tanto fáctica como jurídicamente y con el que concurre.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
99, quantum mayor que el que le corresponde al aplicar la legislación anterior, como
se pasa a analizar.
Ahora bien, por razón del concurso con los delitos de cohecho propio y contrato sin
cumplimiento de los requisitos legales, (artículos 141 y 146, modificado por el artículo
1° del Decreto 141 de 1980, del Decreto 100 del mismo año), el quantum se
aumentará en ocho (8) meses, para un total de pena privativa de la libertad de
cincuenta (50) meses de prisión.
225
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
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1. Antes de abordar el estudio del caso concreto se estima preciso recordar que la
competencia que asiste a esta Sala de la Corte para conocer del recurso extraordinario
de casación se define y regula por los artículos 235 de la Constitución Política, 16 de la
Ley 270 de 1996 (Estatutaria de la Administración de Justicia), y 75 y 205 del Código
de Procedimiento Penal (Ley 600 de 2000).
Debido a ello, el juez competente para resolver solicitudes relativas a la libertad del
procesado es el mismo llamado a decidir las peticiones que involucren el principio de
favorabilidad, originado en la sucesión de le la ley penal sustantiva, y de la ley procesal
penal con efectos sustantivos.
226
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
3. Establece el artículo 39 del Código de Procedimiento Penal (Ley 600 de 2000), que
se podrá cesar el procedimiento en cualquier momento en que se demostrare la
existencia de alguna de las causales ahí previstas, entre ellas, que la actuación no
pueda proseguirse. Ese momento puede ocurrir dentro del trámite de la casación, pues
el recurso extraordinario forma parte del proceso penal establecido por la legislación
nacional.
"El que invocando influencias reales o simuladas reciba, haga dar o prometer para sí o
para un tercero dinero o dádiva, con el fin de obtener cualquier beneficio por parte de
servidor público en asunto que éste se encuentre conociendo o haya de conocer,
incurrirá en prisión de cuatro (4) a seis (6) años,…"
El Código Penal vigente, Ley 559 de 2000, dejó de considerar el tráfico de influencias
cometido por particulares como un delito contra la administración pública, pues
reservó el tipo únicamente para cuando es cometido por servidores públicos; y, en
cambio, ubicó esa conducta, cuando es cometida por un particular, en los delitos
contra el patrimonio económico, como circunstancia agravante de la estafa.
Obsérvese:
Por su parte, el artículo 246 del nuevo Código Penal tipifica el delito de estafa, y el 247
ibídem, contempla las circunstancias de agravación punitiva de esa conducta punible,
indicando que la pena será de cuatro (4) a ocho (8) años, cuando:
…
"3-. Se invoquen influencias reales o simuladas con el pretexto o con el fin de obtener
de un servidor público un beneficio en asunto que éste se encuentre conociendo o que
haya de conocer."
227
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Expresa el artículo 19 del Código de Procedimiento Penal (Ley 600 de 2000), que
consagra el principio de la cosa juzgada como norma rectora del procedimiento penal
colombiano, que "la persona cuya situación jurídica haya sido definida por sentencia
ejecutoriada o providencia que tenga la misma fuerza vinculante, no será sometida a
una nueva actuación por la misma conducta, aunque a esta se le de una denominación
jurídica distinta" (Se destaca).
Auto Casación
FECHA : 19/03/2002
DECISION : Declara la atipicidad sobreviniente,cesa todo
procediemiento
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : SALAH ARGUELLO, SANTIAGO
DELITOS : Tráfico de influencias
PROCESO : 17283
PUBLICADA : Si
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228
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
"Concierto para delinquir. Cuando varias personas se concierten con el fin de cometer
delitos, cada una de ellas será penada, por esa sola conducta, con prisión de tres (3) a
seis (6) años.
Como podrá advertirse, la nueva ley reprodujo la descripción típica del delito de
concierto para delinquir, tanto en su modalidad básica como la especial que fue
modificada, de donde resulta claro que el ilícito en sus distintas manifestaciones fue
objeto de claro e indubitable "señalamiento" en ella y, en consecuencia, la
competencia para conocer del mismo incumbe a los jueces penales del circuito
especializados por voluntad expresa del legislador.
229
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
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De conformidad con lo dispuesto en el artículo 217 del Código del Menor, tenía
establecido la jurisprudencia de la Sala que el Juez Penal Municipal del lugar de
residencia del titular del derecho es el competente para conocer del delito de
inasistencia alimentaria, puesto que tenía asignado el conocimiento los delitos
querellables (art. 73 D. 2700 de 1991) y aquel es de esos (art. 33 ibídem).
Con el mismo criterio, al nominar el artículo 35 de la Ley 600 de 2000 los delitos
querellables, dentro de los cuales aparece relacionado el de inasistencia alimentaria,
hace la siguiente salvedad: "excepto cuando el sujeto pasivo sea menor de edad"; lo
que no obsta para que continúen conociendo de esos delitos los Juzgados Penales
Municipales, puesto que así la querella no sea requisito de procedibilidad frente a los
menores, "es factor que determina la competencia cuando el legislador así lo
establece".
Con relación a la expresión "residencia del titular del derecho" del artículo 271 del
Código del Menor (D. 2737 de 1989) considera la Sala que no se puede aplicar en
230
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
sentido literal, "puesto que, como la realidad lo enseña, las mudanzas podrían ser
indefinidas según las circunstancias del titular del derecho a percibir alimentos o de su
representante legal, caso hipotético en el cual, si se aplicara literalmente el texto del
artículo 271 del Código del Menor, se llegaría al absurdo de admitir tantos jueces
temporalmente competentes como ciudades o poblaciones los acogiesen."
Se concluye que esa expresión debe entenderse como "aquella que tenía al momento
de formular la querella de parte, o al momento de iniciarse oficiosamente la
investigación", de conformidad con lo expresado por la Corte en autos de febrero 24 de
1998, rad. 13.960, M. P. Jorge Enrique Córdoba Poveda; agosto 31 de 1998, rad.
14.697, M. P. Carlos Eduardo Mejía Escobar y mayo 11 de 1999, rad. 15.707, M. P.
Ricardo Calvete Rangel (citados en el auto de diciembre 19 de 2001, rad. 18.571, M. P.
Edgar Lombana Trujillo, que refrendó dicho criterio).
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El narcotráfico como conducta es, por definición, una actividad criminal compleja que
involucra tantas acciones y de tan variada naturaleza que para contenerlas todas, fue
necesario que el legislador construyera un tipo penal en el que se incluyen las más
diversas alternativas de consumación: "introducir, en tránsito, temporal o
permanentemente al país, sacar de él, transportar, llevar consigo, almacenar,
conservar, elaborar, vender, ofrecer, adquirir, financiar o suministrar a cualquier título"
droga que produzca dependencia, son todas, en conjunto o individualmente acciones
que constituyen narcotráfico.
En virtud del principio de legalidad estricta que caracteriza el reproche penal, aunque
la conducta genéricamente se denomine como tráfico, fabricación o porte de
estupefacientes, es necesario que la acusación defina exactamente cuál es el "núcleo
central de la imputación fáctica", máxime ahora que el Código Procesal permite variar
la calificación jurídica provisional, aunque siempre y cuando no se afecte ese núcleo
central.
231
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : TAYLOR WALTON, EVANS
DELITOS : Violación a la Ley 30/86
PROCESO : 19023
PUBLICADA : Si
****************************
a) El artículo 9º., "norma rectora", dice que "La actuación procesal se desarrollará
teniendo en cuenta el respeto a los derechos fundamentales de los sujetos
procesales...".
b) El artículo 15.2, también "norma rectora", dispone que el funcionario judicial debe
corregir los actos irregulares, "respetando siempre los derechos y garantías de los
sujetos procesales".
d) Y en pro del mismo cometido, el artículo 216 del estatuto prevé la casación oficiosa
cuando la Corte, al momento de tomar la decisión de fondo, encuentra que
ostensiblemente la sentencia impugnada "atenta contra las garantías fundamentales".
232
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Es que, como con razón dijo la Corte Constitucional en su sentencia C-037 del 5 de
febrero de 1996 -a propósito del estudio de la Ley Estatutaria de la Administración de
Justicia-, "...la redacción del artículo 234 constitucional lleva a la conclusión evidente
de que bajo ningún aspecto puede señalarse que exista una jerarquía superior, ni
dentro ni fuera, de lo que la misma Carta ha calificado "como máximo tribunal de la
jurisdicción ordinaria" " (destaca la Sala).
...
La conclusión de este punto resulta fácilmente entendible: debido a que la ley no prevé
el amparo como salvedad a los principios de cosa juzgada y seguridad jurídica, es
impensable la tutela por medios extraños respecto de las decisiones tomadas por la
Corte Suprema de Justicia. Hacerlo sería tanto como creer que ésta, máxima jerarquía
de la jurisdicción ordinaria -con funciones constitucionales como las explicadas atrás-
por medio de la tutela desconociera la alteza de una decisión del Consejo de Estado,
máximo organismo de la jurisdicción contencioso administrativa, o de la Corte
Constitucional, máximo poder de la jurisdicción constitucional, excepto, en ambos
casos, frente a las actuaciones judiciales-constitucionales que la propia Carta ha
entregado a la Corte Suprema de Justicia. Hacer lo contrario no es más que
desbordamiento de funciones, imposición de criterios, es decir, autoritarismo puro y,
por supuesto, negación del Estado de Derecho, requisito que sigue siendo esencia del
Estado Social y Democrático de Derecho.
En resumen, como en el asunto analizado la Sala Penal de la Corte actuó como tribunal
de casación y aludió al principio de prohibición de la reformatio in pejus señalando su
conclusión sustentada debidamente en la hermenéutica jurídica, su sentencia es
intangible y por lo tanto no puede ser desconocida acudiendo a otra vía.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Auto Casación
FECHA : 19/03/2002
DECISION : Declara improcedete hacer lo que dispone el
Consejo
Sec. de la Jud., niega prescripción
PROCEDENCIA : Tribunal Nacional
CIUDAD : Bogotá D. C.
CONDENADO : BECERRA BARNEY, MANUEL FRANCISCO
DELITOS : Enriquecimiento ilícito de particular
PROCESO : 15286
PUBLICADA : Si
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Informó asimismo, que mediante nota diplomática OJ. AT. DM. 064829 del 22 de
diciembre de 1997, se retiró la reserva que Colombia formuló respecto del artículo 3
párrafo 6º y 9º y el artículo 6º de la Convención.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
"Por esto -y no por otra razón-, es que la intervención de la Corte Suprema de Justicia
en estos casos, se circunscribe a emitir un concepto en relación con el cumplimiento
del Estado requirente de unos requisitos mínimos que ha de contener la solicitud, los
cuales se señalan en el Código de Procedimiento Penal" (se destaca).
"Así, resulta claro entonces, que ese concepto de la Corte Suprema de Justicia, puede
ser acogido o no por el Jefe del Estado, si es favorable, lo que significa que, en últimas,
es el Presidente de la República como supremo director de las relaciones
internacionales del país, quien resuelve si extradita o se abstiene de hacerlo" (Se
destaca).
"Y por la misma razón, dada la naturaleza jurídica de la actividad que cumple la Corte
Suprema de Justicia al emitir el concepto aludido, cuando este es negativo lo que se
manifiesta por ella es que no se cumplieron por el Estado requirente, los requisitos
mínimos de esa figura de cooperación internacional señalados en el Código de
Procedimiento Penal y, por ello, ese concepto negativo resulta obligatorio para el
presidente de la República, pues tanto él como la Corte Suprema de Justicia se
encuentran sometidos a la ley colombiana, sin que, se repite, ese concepto negativo
sea un acto jurisdiccional dado que al emitirlo no se dicta una providencia de
juzgamiento, como ya se dijo" (Corte Constitucional. Sentencia 1106/2000. M.P. Dr.
ALFREDO BELTRAN SIERRA).
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Auto Extradición
FECHA : 19/03/2002
DECISION : No repone auto que negó unas pruebas
PAIS REQUIRENTE : Panamá
REQUERIDO : RIVERA, VICENTE WILSON
PROCESO : 18629
PUBLICADA : Si
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La Sala no puede dejar de referirse a los argumentos expuestos por la titular del citado
despacho, quien hizo expresa manifestación de que en este caso no vislumbra la
existencia de un punible de receptación y por ende se debe dictar una sentencia
absolutoria. Esas apreciaciones no constituyen ningún fundamento para rebatir la
proposición de un conflicto negativo de competencias, que tiene como única finalidad,
definir cuál de los funcionarios trabados en la colisicón, es el llamado a conocer del
asunto.
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236
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Por consiguiente, al resultar contraria a su mandato la parte final del numeral 7° del
artículo 5° transitorio del Código de Procedimiento Penal por expresar un límite a la
competencia que le atribuye el artículo 14 de la Ley 733 de 2002 necesariamente debe
concluirse que la previsión relativa a que solo conocían de la extorsión en cuantía
superior a 150 salarios mínimos legales mensuales perdió vigencia, así como que
modifica parcialmente el numeral 1° del artículo 78 del Código de Procedimiento Penal
que le atribuye competencia a los jueces penales municipales para conocer de delitos
contra el patrimonio económico cuando la cuantía sea inferior a 50 salarios mínimos
legales mensuales en cuanto se refiere a la extorsión, que pasa a ser como se dijo de
la exclusiva competencia de los despachos especializados.
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237
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
La prueba tiene por objeto averiguar o verificar si los hechos que se afirman o
enuncian corresponden o no a la realidad. Tales hechos deben ser posibles,
verosímiles, pertinentes, relevantes y susceptibles de ser demostrados.
...
El deber del funcionario judicial de garantizar una investigación que se vincule con lo
favorable o desfavorable para el procesado, como en el asunto sub examine se
reclama, no implica el desconocimiento de las reglas de la lógica o de las máximas que
aporta la experiencia.
...
De otra parte, es dable considerar que el éxito del ataque por violación al principio de
investigación integral está ligado al alcance de las pruebas omitidas, el cual debe el
recurrente precisar en términos racionales para inferir la incidencia favorable para el
inculpado en la sentencia. Este ejercicio, lo realizó el demandante partiendo de un
supuesto falso, la venta del activo social, premisa que por ser contraria a la realidad
que el juzgador tuvo por demostrada, conlleva a la inconsistencia e ineficacia de las
alegaciones y conclusiones del censor.
Sentencia Casación
FECHA : 21/03/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Bogotá D. C.
PROCESADO : SPIR SANDOVAL, JUAN
DELITOS : Hurto agravado
PROCESO : 15611
PUBLICADA : Si
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El artículo 225 del Código de Procedimiento Penal anterior, vigente para la época de los
hechos y de la emisión de la sentencia impugnada, al señalar los requisitos formales
de la demanda de casación, exige en su numeral 3º. que ella contenga "la enunciación
238
Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Para cumplir con este mandato, el casacionista debe entonces seleccionar una o varias
de las causales previstas en el artículo 220 del mismo estatuto, teniendo en cuenta en
este último caso que "si fueren varios los cargos, se sustentarán en capítulos
separados. Es permitido formular cargos excluyentes de manera subsidiaria" (artículo
225-4 ib.).
También debe tener presente que en el numeral 1º. del artículo 220 del anterior Código
de Procedimiento Penal se consagraban dos modalidades, una directa y otra indirecta,
de violación del derecho sustancial. En la primera, el error del fallador se deriva de la
falta de aplicación, la aplicación indebida o la interpretación errónea de la ley
sustancial, en tanto que en la segunda la existencia del yerro está determinada por la
inadecuada valoración de la prueba que conduce a la falta de aplicación o a la
aplicación indebida de una norma de derecho sustancial. Es decir, mientras que en
aquella el censor debe abstenerse de reprochar la prueba, debe aceptarla tal como fue
apreciada por el fallador como que su ataque se centra exclusivamente en la
consecuencia jurídica que de esa valoración se desprende, en ésta -a la que se refiere
el segundo inciso o cuerpo del citado numeral 1º del artículo 220- la discusión se
centra en el aspecto probatorio pero no para cuestionar un cierto modo de
interpretación asumido por el Ad quem o para plantear con absoluta libertad los
reparos que el demandante tenga respecto del análisis de la prueba consignado en la
sentencia, es decir, no para oponer al razonamiento probatorio contenido en el fallo el
particular examen que desde su perspectiva realice el casacionista, sino para señalar
con absoluta precisión y claridad los errores en que incurrió el juez en la crítica de los
medios de convicción incorporados al proceso.
De aquí que se reitere, siempre que la Sala tiene la oportunidad de hacerlo, que la
demanda de casación no es un escrito de libre formulación en el que el impugnante,
como si se tratara de un memorial de instancia, presente su enfoque de la prueba y las
consecuencias que en su criterio de allí se derivan con la pretensión de que la Corte
escoja entre su análisis y el consignado en la sentencia el que considere más acertado,
lógico o coherente. Se trata en realidad de un verdadero juicio a una providencia que
arriba a esta sede precedida de la doble presunción de acierto y legalidad, presunción
que el demandante debe desvirtuar haciendo uso de las herramientas que la lógica, de
un lado, y la técnica de casación, de otro, le suministran.
Entonces, cuando el artículo 225 del estatuto procesal penal anterior exige en su
numeral 3º. que el demandante enuncie la causal y formule el cargo indicando en
forma clara y precisa sus fundamentos y las normas que estime infringidas, está
estableciendo un requisito formal para cuyo cumplimiento es apenas obvio que el
impugnante deba seleccionar inicialmente, con el cuidado que ello impone conforme
se ha dejado expuesto en precedencia, la causal o causales en las que basará
exclusivamente el juicio que pretende hacerle a la sentencia.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Auto Casación
FECHA : 21/03/2002
DECISION : Inadmite la demanda y declara desierto el recurso
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : ZAPATA USUGA, LEONARDO
DELITOS : Porte de armas de defensa personal, Homicidio
PROCESO : 16764
PUBLICADA : Si
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Ambos son errores de hecho, afectan de manera diferente la prueba y por tanto deben
identificarse, desarrollarse y demostrarse conforme a su propia naturaleza. Esta es una
regla aplicable, no solamente ahora, para el falso juicio de identidad y el falso
raciocinio, sino aún en la fecha en que se presentó la demanda de casación (abril de
1998), época en la que la Sala admitía que al amparo del falso juicio de identidad se
reclamara el desconocimiento de las reglas de la sana crítica, pues dadas sus
diferencias, implicaba para el actor el deber de demostrar el error y su trascendencia
en uno u otro caso (distorsión - tergiversación o ciencia - lógica - experiencia) con el
juicio lógico jurídico correspondiente.
...
Se afirmó que el ad quem deformó "el dicho del testigo". Esta afirmación que
corresponde al falso juicio de identidad imponía al libelista la obligación de confrontar
el contenido del elemento de convicción y la forma como fue asumido por los
juzgadores, haciendo evidente y de manera fundada el error del fallador y su
incidencia en la ley sustancial (por exclusión evidente o indebida aplicación).
...
Si el casacionista pretendió orientar la censura por la senda del error del falso
raciocinio, no le bastaba con afirmar que el testigo (...) no merecía credibilidad, o que
incurrió en algunas contradicciones y hacer amplias especulaciones al respecto, sino
que ha debido indicar cuáles fueron los postulados de la ciencia, o reglas de la lógica o
máximas de la experiencia desconocidos en detrimento de la sana crítica por el
sentenciador al estimar su mérito, de tal manera que sin tales quebrantos la sentencia
carecería de argumentos probatorios para condenar o, simplemente, quedaba en ella
demostrada la inocencia del procesado.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
Sentencia Casación
FECHA : 21/03/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : HERNANDEZ ESCUDERO, EDISON ALBERTO
DELITOS : Porte de armas de defensa personal, Homicidio
PROCESO : 14504
PUBLICADA : Si
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No evidencia la trascendencia del vicio que acusa, esto es, no muestra cómo de haber
intervenido el defensor en la práctica de los siete testimonios que cita o de haber
recurrido la resolución de acusación, el fallo hubiera sido distinto y favorable al
acusado.
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
del Decreto 2700 de 1991, vigente para la época (hoy 129 de la Ley 600 de 2000),
teniéndose por no escrita cualquier manifestación en contrario.
3. Ni aun aceptando que el procesado careció de abogado en ese corto lapso, cuando
se recibieron siete testimonios, aparecería vulnerado el derecho, pues, como la dicho
la Sala, la falta esporádica de defensor no vicia de nulidad la actuación, cuando esa
falla es oportunamente corregida por la defensa letrada, ya que sería intrascendente,
porque ningún sentido tendría invalidar el proceso para que la defensa vuelva a tener
una oportunidad que ya tuvo.
_________________________
* Ver, casación 12029, abril 27 de 2000, M. P. Dr. Fernando Arboleda Ripoll y 11142 de
enero 31 de 2002, M. P. Dr. Jorge Anibal Gómez Gallego.
Sentencia Casación
FECHA : 21/03/2002
DECISION : No casa
PROCEDENCIA : Tribunal Superior del Distrito Judicial
CIUDAD : Medellín
PROCESADO : ARANGO PALACIO, HUMBERTO ANTONIO
DELITOS : Porte de armas de defensa personal, Homicidio
PROCESO : 14576
PUBLICADA : Si
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Primer Trimestre de 2002 Relatoría Sala de Casación Penal
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