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QUÉ ES LA MASONERIA MIXTA?

• El afán de Conocimiento de sí y del entorno objetivo y trascendente, para


aspirar a la autotrascendencia es una de las características propias del sentir,
el pensar y el actuar humano.

• Los eternos problemas que se ha planteado la Humanidad desde sus orígenes


son semejantes en su raíz, aunque sus respuestas se han adaptado siempre al
"espíritu de los tiempos", es decir, a las condiciones propias de la civilización
respectiva en un lugar y tiempo determinados.

• Desde tiempos inmemoriales ha existido la practica ritual exclusiva de


hombres, esclusiva de mujeres o mixta

• En la actualidad es frecuente remarcar el redescubrimiento o resurgimiento de


antiguas escuelas de pensamiento y organizaciones iniciáticas junto a la
búsqueda de nuevas formas de entender y aplicar en lo esotérico y en lo
exotérico lo que denomina René Guénon como la Ciencia Tradicional. Entre
ellas, la Masonería se distingue como la Organización iniciática más
importante de occidente.

Todos estos aspectos -sin perjuicio de otros que también son dignos de
consideración- deben tenerse presentes para abordar la cuestión de qué es la
Masonería en general y particularmente de qué es la Masonería Mixta o Mixidad.

A partir de estas reflexiones, a efecto de irnos construyendo una visión lo más


objetiva posible sobre qué es y qué no es la Masonería Mixta en especial,
tenemos que tratar de responder las siguientes preguntas:

¿Han existido organizaciones iniciáticas de orientación femenina y mixta en la


antigüedad y en su caso han tenido participación en el Arte de la Construcción?

¿Ha existido Masonería especulativa femenina y/o mixta, al menos desde su


“nacimiento” oficial en 1717, y de ser así, cuál ha sido su evolución?

¿Cuál es la situación actual de la Masonería Mixta en cuanto a principios, fines,


organización, estructura iniciática, membresía?
¿Es posible concebir en la actualidad una Masonería integrada por Logias de
Mujeres, de Hombres o de manera Mixta entre las que exista pleno respeto a sus
preferencias particulares de realización iniciática pero al mismo tiempo plena
conciencia de que junto con la Masonería Maculina y la Femenina forman parte de
una sola entidad única e indivisible que se denomina Masonería Universal?

I.- MIXIDAD Y MITOLOGÍA:

Desde que el ser humano dejó su condición nómada para convertirse en


sedentario, comenzó a manifestar su actitud y ejercitar sus aptitudes para
construir. De hecho, la Construcción es uno de los signos característicos más
evidentes de la Civilización en todas las épocas y culturas.

Sin embargo en cuanto a la determinación de sus orígenes objetivos, la historia se


mezcla irremediablemente con el mito, llegando a veces a extremos
insospechados.

Charles Bernardin (1860-1939) connotado historiador masónico y miembro del


Concejo de la Orden del Gran Oriente de Francia, ha podido constatar en una de
1
sus obras 206 autores que presentan 39 opiniones divergentes sobre el origen
de la Masonería2. Entre ellas, las más dignas de admiración son las siguientes:

• Anderson en el inicio mismo de sus “Constituciones” menciona que el primer


masón fue Adán y que el Gran Arquitecto del Universo inscribió en su corazón
las Ciencias liberales y ante todo la Geometría, fundamento de la Masonería y
de la Arquitectura, que después enseñó a sus descendientes.
• Quince de entre ellos mencionan la existencia de una logia al Oriente del
Paraíso. Otros plantean desde el sexto día de la creación, la cuestión de la
1
“Précis historique du Grand Orient de France”, Nancy, L. Bertrand, 1909, pp. 18-20
2
« Comment la Franc-maçonnerie vint aux femmes, deux siècles de Franc-maçonnerie d’adoption
féminine et mixte en France, 1740-1940 », Gisèle et Ives Hivert-Messeca. Bibliothèque de la Franc-
maconnerie, Ed. Devry, Paris, 1997, p. 9.
mujer en logia. Otros más dicen que el Primer masón fue Adán y en tal sentido
Jean Marie Ragon de Bettignies (1781-1866) sentencia: “Si nuestro padre Adán
trabajó en Logia no pudo hacerlo más que con su mujer...”
• Elian Brault hace notar que “Siendo que la serpiente del Génesis se dirigió
primero a Eva para hacerle probar del Fruto del Arbol de la Ciencia, fue ella
evidentemente quien fue la primera iniciada y quien a su vez inició a Adán.
• Por su parte, Marc Bédarride, sostiene que el patriarca Jabel, hijo de Lamech
fue el primero que concibió la feliz idea de concebir aceptar a la mujer en
Logia. Escogió como primera Gran Maestra a su hermana Noéma, hija de
Lamech y de Sella, hermana de Tulbalcaín, quien desde los 17 años poseía las
cualidades más eminentes: honesta, civilizada, amable, graciosa, afable y
bella. Se rodeó de otras ilustres hermanas para ayudarle en los trabajos,
teniendo lugar la primera tenida en la planicie de las doce palmeras, bajo un
cielo puro y sereno, donde reinaba la paz, la concordia y la armonía.

II.- ÉPOCA OPERATIVA:

Cuando algunas personas –masones o no- poco informadas rechazan a ciegas la


posibilidad de que la mujer pueda acceder a la Iniciación masónica, ya sea en una
logia femenina o en una mixta, no queda más que esbozar una ligera sonrisa,
pues es clara aun en términos de la Historia profana que la mujer a título individual
o a través de las diversas corporaciones de hilanderas, bordadores, tejedoras,
tapiceras, escultoras, talladoras, etc. ha estado ligada al divino Arte de la
Construcción.

A continuación, de manera enunciativa, que no limitativa, señalaremos algunas


evidencias que soportan este argumento:

1.- La Guilda de los carpinteros de Norwich, que data de 1375, Guilda a la que
pertenecieron también los albañiles de York, recuerda que:
“Todos los años, el sábado siguiente a la Ascensión, los Hermanos y
las Hermanas se reunían en un lugar determinado para recitar
oraciones en honor de la Santa Trinidad y a favor de la Santa Iglesia,
por la paz y la unión del país y por el reposo del alma de los difuntos,
no sólo Hermanos y Hermanas sino también los amigos y todos los
cristianos(...) Si muere algún miembros de la Guilda, sus Hermanos y
Hermanas deben rezar por él y hacer celebrar una misa por el reposo
de su alma”...

2.- En los Archivos de la Logia de York número 236, que perteneció a la antigua
Gran Logia de Inglaterra, al Oriente de York y de origen inmemorial, hay un
manuscrito de 1693, transcrito en un pergamino y ligeramente mutilado. Por él nos
enteramos que durante una recepción en el siglo XVII:

“Uno de los antiguos toma el Libro y aquel o aquella que debe ser
hecho masón posa las manos sobre el Libro, y entonces le son dadas
las instrucciones”3.

3.- Otro dato viene a contradecir la exagerada misoginia de ciertos masones,


logias y obediencias masónicas: Hay un gran nombre femenino entre los de los
“constructores de catedrales”: el de Sabine de Pierrefonds, hija de Hervé de
Pierrefonds, más conocido por la forma germánica de su nombre: Erwin von
Steinbach, que le fue dado por su participación en la construcción de la catedral
de Estrasburgo. Sabine esculpió también algunas de las estatuas de Notre Dâme
de París. Claro que obras como las catedrales, cuya construcción duró tres o
cuatro siglos, necesitaron más de un maestro de obras y es muy probable que
Sabine de Pierrefonds no fuese la única mujer que trabajara en estas obras.

Por otra parte, entre las posibles recepciones femeninas, como masonas
“aceptadas” tal como las relatan los antiguos “Deberes” medievales, se puede
pensar en las esposas de los “Maestros”, ya que estos reglamentos mencionan
invariablemente a los dos:

3
...”. Revista “Hiram” mayo y julio de 1908, artículo de Teder. La copia está certificada conforme
por Isaac Brent, Vigilante de la misma Logia de York, William Cowling, Maestro Consumado y
Tesorero, y Ralph L. Davison, Maestro Consumado, con fecha 13 de marzo de 1870)
“No revelareis los secretos o los proyectos de vuestro Maestro o de
Vuestra Maestra...” (cf. Antiguas Constituciones de los Masones
Francos y Aceptados, tomadas de un manuscrito escrito hace 500 años
por J. Roberts, Warwick-Lane, 1722, Reglamento de los Aprendices, 1,
4, 5, 7).

Su publicación es anterior a las de las “Constituciones” de Anderson y resultan


más de fiar dada su antigüedad y su unidad, puesto que Anderson hizo en 1724
(siete años después de creada la “Gran Logia”) una síntesis de diversos
documentos, algunos de los cuales eran de segunda mano; mientras que aquí nos
hallamos en presencia de un texto único y completo. Y en lo que respecta a la
“Maestra” evocada, se puede admitir que Sabine de Pierrefonds, escultora de
Estatuas, tuvo a su vez que formar Aprendices y Compañeros. Pronto veremos
que esta Iniciación femenina a la “Francmasonería Aceptada” se extendió a una
Soberana, en lugar de a un soberano: la Reina Ana Esturado, hija de Jacobo II,
que reinó de 1702 a 1714.

III.- EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE SU ETAPA ESPECULATIVA

1.- Nacimiento de la Masonería Especulativa en Inglaterra. Su posición frente


a las mujeres.

La Masonería especulativa o Simbólica se fue formando paulatinamente durante


los siglos XVI y XVII, particularmente –aunque no de manera exclusiva- en los
reinos de Inglaterra y de Escocia.

Como se refirió en su momento, el 24 de junio de 1717 cuatro Logias de Londres


se reunieron para celebrar el Solsticio de Verano y constituir la primera Gran Logia
especulativa (de Londres), no sin la protesta de la Gran Logia de la Masonería
Operativa, que la denunció como apócrifa, pues muchos de los dirigentes de la
flamante Obediencia y sus talleres constitutivos (incluyendo al mismo Anderson) ni
siquiera habían sido recibidos como masones “Aceptados”.
A partir de entonces, la Gran Logia de Londres se convirtió en foco creador de
gran cantidad de Logias en todo el mundo, que progresivamente fueron creando a
su vez sus propias organizaciones nacionales (Grandes Logias o Grandes
Orientes en cada país), vinculadas todas ellas entre sí por lazos de solidaridad y
reconocimiento mutuos.

En septiembre de 1721 (4 años después) a causa de la heterogeneidad provocada


por grandes errores que había en todas las copias de las antiguas
“Constituciones” (documentos básicos de la Orden), al mismo tiempo que por la
expansión de la Masonería a Europa y América, la Asamblea de la Gran Logia
encarga al pastor James Anderson, capellán de una logia especulativa “ordenarlas
con un mejor y nuevo método”. Anderson termina el trabajo en 3 meses,
presentándolo en la fiesta solsticial de invierno del mismo año, siendo revisada por
una comisión de 14 masones eruditos, aprobada el 25 de marzo de 1722 y
publicada al año siguiente por William Hunter. En el artículo tercero de dichas
“Constituciones”, se prohibe el ingreso de las mujeres a la Orden. Anderson es
cuidadoso de plasmar con toda claridad la prohibición, por el contrario, no muestra
interés alguno en justificar las motivaciones que lo llevaron a tal pronunciamiento.
Hay quien dice que la razón principal de esta exclusión tiene un trasfondo político,
pues la Reina Isabel Primera estaba interesada en iniciarse para tomar el control
de ella, tal como lo había hecho ya con otras organizaciones de importancia y los
masones al darse cuenta de ello prohibieron la iniciación femenina como una
manera de garantizarse su autonomía frente a los designios del Imperio.

2.- Nacimiento en Europa Continental.-

Paralelamente, la Masonería fue ganando terreno en Europa continental,


principalmente en Francia. Aparte de las Logias Irlandesas que se constituyeron
en Saint-Germain-en-Laye a partir de 1690, la Francmasonería tomó gran fuerza a
partir de 1720 bajo la dirección primero del Duque de Wharton y luego de Sir John
MacLean.
En 1728 se constituye la “Gran Logia”4, caracterizada por una marcada debilidad
administrativa frente a sus logias jurisdiccionadas que sobre todo en el caso de las
de provincia, ignoraban sus disposiciones y autoridad, a grado tal que muchas de
ellas se empezaron a declaran “Libres”, “Independientes” o “Soberanas”. Los
maestros de numerosas logias parisinas se vuelven prácticamente autónomos por
la práctica de la veneratura “Ad Vitam”.

Los usos y costumbres de la nobleza y de la alta burguesía en Francia se


caracterizaron por la supremacía de la mujer en la vida mundana, que se reflejaba
no solo en ese país sino en prácticamente toda Europa, así como la importancia
considerable de las llamadas “mujeres sabias”, la mixidad de numerosos espacios
de socialización, la libertad de los comportamientos femeninos, la
institucionalización oficiosa del adulterio, etc.

Más educadas y cultivadas que sus ancestros de los siglos XVI y XVII las mujeres
del XVIII sufren como nunca la frustración de que ese cambio de condición social y
cultural no se vea reflejado en el un mayor y mejor estatus jurídico. Solo cuentan
con el espacio de influencia personal que pueden ejercer sobre los hombres que
tienen alrededor, únicos tomadores de decisiones políticas, jurídicas, económicas,
etc. De ahí que para muchas de estas mujeres la Masonería constituyera la
posibilidad de ampliar su espacio de acción y de influencia. Por otra parte, nada en
las constituciones y usos masónicos vigentes prohibía a las damas ser recibidas
en los banquetes y los bailes que seguían a menudo a las tenidas, ni participar en
las ceremonias religiosas o en las actividades caritativas organizadas por los
talleres. Las participantes eran por lo general calificadas de “Hermanas”.
Todo esto nos permite entender por qué fue en este país donde en 1730 se
constituyera formalmente la primera logia femenina de la historia.

4
No confundir con la “Gran Logia de Francia”
La primera elección de estilo “londinense” de la que se tiene constancia histórica
es la del Conde de Derwenwater, Charles Radcliffe, en 1736, como “Gran Maestro
de la Muy antigua y Muy Ilustre Sociedad de los Francmasones en el Reino de
Francia. El Duque de Antón es el primer Gran Maestro Francés de la Obediencia
en 1738; luego vino el famoso conde de Clermont, Luis de Borbón, abad de Saint-
Germain-des-Prés, quien dirigió la Obediencia de 1743 a 1771, y a quien se le
llegó a reconocer como “Gran Maestro de Todas las Logias Regulares de Francia”.

Es muy posible que a causa de esta diacronía que fue de prácticamente 6 años,
entre la fundación material de la Gran Logia de Londres y su constitución formal a
través de la emisión de sus normas generales o “Constituciones”, las logias bajo
su jurisdicción trabajaron durante en ausencia de rituales y normas unificados y
por supuesto, esto se reflejó en las primeras logias masónicas especulativas o
simbólicas de Europa continental, muchas de las cuales por el desconocimiento –
voluntario o involuntario- de las Constituciones de Anderson, aceptaban la
iniciación de mujeres.

La primera traducción al francés de las “Constituciones” de la Gran Logia de


Londres, llamadas “de Anderson”, la hizo el Marqués de la Tierce en 1742 (veinte
años después de su publicación en Londres!). En lo que se refiere a la mujer
comenta que:

“Las famosas fiestas de Ceres en Eleusis, de Isis en Egipto, de Minerva


en Atenas, de Urania en Fenicia y de Diana en Sitia, tenían relación con
las nuestras. En ellas se celebraban misterios que contenían muchos
vestigios de la antigua religión de Noé y los patriarcas; concluían con
comidas y libaciones en donde al principio no se conocían las
intemperancias y exceso, en los que fueron cayendo los paganos poco
a poco. La fuente de estas infamias fue la admisión de personas de uno
y otro sexo en las asambleas nocturnas contra la institución. Fue para
prevenir estos abusos que las mujeres fueron excluidas de nuestra
Orden”.

Esto podría interpretarse ya sea como un reconocimiento tácito o velado de que si


se admitían mujeres en los trabajos de Logia con anterioridad; bien como un
argumento de muy pocas bases con el que se justificó la exclusión de mujeres de
la Orden.

3.- Las Sociedades Andróginas pseudoiniciáticas de apariencia “Masónica”

En la sociedad prerrevolucionaria francesa había muchas organizaciones creadas


por la creciente burguesía, con las que ésta fue creando poco a poco una especie
de “corte civil” que compitiera con la corte imperial y en un momento llegara a
sustituirla: círculos, clubes, cafés, academias, sociedades literarias,, científicas,
lúdicas, espiritistas, alquímicas, cámaras, salones de canto y de lectura, etc.

La gran mayoría de estas sociedades no solo eran mixtas sino que además, en
muchos casos eran patrocinadas por mujeres poderosas de la corte y de la alta
burguesía, sobre todo los salones filosóficos, mundo de iniciados dominado por la
“Corte de Sellos” de la Duquesa de Maine (1676-1753), presidente ad vitam de la
“Orden de la Abeja”; el Salón de la Marquesa de Lambert (1647-1733); el “Buró
de Espíritu” de Claudine Alexandrine Guerin de Tencin (1681-1749); el Salón de la
Marquesa de Deffand (1697-1780); el “Reino” de Maria Teresa Geoffrin (1699-
1777) y el “Salón Filosófico” de Julia de Lespinasse (1732-1776), entre las más
destacadas.

Estas sociedades pseudo iniciáticas denominadas “andróginas” o “hermafroditas”


por su membresía mixta, tuvieron su origen en las organizaciones que
comenzaron a crearse a finales del reinado de Luis XIV aunque tuvieron su auge
prácticamente a lo largo de todo el siglo XVIII. Pueden dividirse en dos grandes
grupos:
A) Las “Sociedades Secretas” galantes, licenciosas, de diversión y recreativas,
platónicas o caritativas; y
B) Las “Ordenes” que parodiaban a la Francmasonería que buscaban ser su
competencia o sustituirla, lo que hicieron tan bien que entre 1730 y 1740 los
poderes públicos llegaron a confundirlas con logias masónicas en no pocas
ocasiones y para desgracia de estas últimas, sobre todo porque algunos de
sus miembros formaban parte también de logias masónicas. Entre ellas se
encuentran la “Confraternidad de los Higos” en Viena, las Órdenes “de la
Libertad”, “de la Felicidad” y “de la Antropofilia” en Francia. La Orden de la
Felicidad proliferó y llegó a ser patrocinada por altas personalidades de la
política, la economía y la sociedad Francesa. Por su parte la “Orden de la
Antropofilia” tomó su terminología del lenguaje de la Marina, lo que hacía que
se le confundiera a los ojos del mundo profano con las Logias Masónicas de
origen naval, pero por otro lado sus palabras de pase y ciertas referencias al
cuerpo de hombres y mujeres tenían connotaciones eróticas, sexuales o
licenciosas.

La “Orden de los Caballeros y las ninfas de la Rosa” fue también famosa,


su membresía se constituía por personalidades de la alta sociedad e incluso
por masones bien conocidos, como el Duque de Chartres y futuro Duque de
Orleáns quien fuera Gran Maestro del Gran Oriente de Francia (GODF).

La “Orden de los Caballeros y las Damas de la Perseverancia” igualmente


pseudoiniciática aunque menos “subida de tono” creada por miembros tan
distinguidos como la hija del Stanislas II Augusto Poniatowsky último Rey de
Polonia, Elizabeth Lubomirska y sus hijas las condesas Rzewuska y Potocka,
miembros de la Logia de Adopción “Catherine a la Estrella del Norte” adjunta a
la Logia del mismo nombre, constituida bajo los auspicios del GODF e
impulsada por Ignacio Potocki a la que pertenecían el Duque de Chartres, el
Conde de Artois (futuro Carlos X), el Principe de Ligne Carlos José, futuro
Mariscal de Rusia y luego de Austria, el Duque de Lauzun, hospitalario de la
Orden e intelectuales de prestigio, entre otros.

Durante el reinado de Luis LV y Luis XVI aparecieron la “Orden de la Medusa”, la


de “los arrancadores de palizadas”, “los caballeros de la paloma”, la de “la
manzana verde”, etc.
A un lado de estas sociedades más o menos ligeras, encontramos desde 1730 en
toda Europa confraternidades mixtas o no que se divierten parodiando los secretos
y los ritos masónicos, por burlarse, por celos, competencia o rivalidad.

5
La “Orden de las Mopses” es quizá la más famosa de las organizaciones que
jugaron a la Masonería. Nació en Estrasburgo en 1738, después de la prohibición
de la Masonería por la emperatriz María Teresa a raíz de la aparición de la bula “In
eminenti”. La “Orden” fue presidida por Guillermina, hermana de uno de los
hombres más poderosos de Europa en ese momento: Federico II Rey de Prusia. A
excepción de la Gran Maestra Ad Vitam, las hermanas pueden ocupar todos los
cargos. En cada logia cada oficio tiene dos titulares, un hombre y una mujer. Cada
seis meses la presidencia de la logia se alterna entre un hombre y una mujer y la
ceremonia de iniciación se lleva a cabo según el sexo del recipiendario ya sea por
los oficiales varones o mujeres.

En este contexto, André Michel, caballero de Ramsay pronunció en 1736 un


discurso cargado de misoginia en la Asamblea General de Logias de París que
luego repitió en 1737. El discurso tenía la intención –que finalmente fracasó- de
poner la Masonería al servicio del poder real y de la iglesia católica romana para
contrarrestar la incredulidad y el descrédito político y social en que había caído la
Institución a causa de los desórdenes provocados en buena medida por las
instituciones pseudoiniciáticas de apariencia masónica, consecuentadas en
muchos casos –hay que decirlo- por muchos masones.

Todo este desorden produjo una gran tensión entre las Obediencias puritanas y
ortodoxas de corte “Inglés” y las Obediencias Francesas. Los ingleses se
aprestaron a emitir una ola de literatura antifemenina tendiente a justificar el no
ingreso de la mujer en logia a partir de tres argumentos principales, probados

5
“Mopse”, “doguin” o “carlin” en francés, es un perro parecido al pequinés (canis familiaris
mopsus), que en la “Orden representaba la “Fidelidad” a la iglesia católica romana.
tangiblemente en Francia a partir de los excesos de las “Ordenes”
pseudoiniciáticas mixtas:

• La indiscreción congénita femenina, que volvía imposible el respeto al secreto


masónico;
• Los desórdenes que podría provocar el “Sexo Bello” en una Logia Masculina; y
• Los riesgos de acusación de libertinaje por las autoridades civiles y
eclesiásticas.

A partir de entonces se desató toda una campaña antifeminista en la literatura, la


música, el teatro, la prensa, de toda Europa para evitar la iniciación de las mujeres
en la Masonería.

Las Logias Masónicas “de Adopción”.-

Para 1760, en las Logias de Adopción parisinas se daban cita las más altas
personalidades de las artes las letras, la nobleza y la burguesía. Tal vez en
reacción, el 11 de agosto de ese mismo año, la Gran Logia de maestros de París,
expulsa al Venerable de la logia “La Única Alianza” de apellido Fellon, por “haber
abierto y sostenido logias de damas masonas”. El motivo de la expulsión resulta
extraño, pues la recepción de damas en tenida de adopción era una práctica
regular por décadas en las logias parisinas. Tal vez lo que se hizo fue ocultar al
mundo masónico que Fellon iniciaba mujeres en los Grados Simbólicos.

Hasta la década de 1770 la legitimidad de una logia u obediencia Masónica estaba


lejos de obedecer a un Reglamento único y preciso. En esa época, la Masonería
francesa vivia una crisis de autoridad y representación con el intento de creación
de la Gran Logia del Foubough Saint Antoine, la aparición de las Obediencias
“Madres” o “Grandes Logias Escocesas de París, Marsella, Rouen, Burdeos y
Lyon, los Directorios Escoceses, el Gran Oriente de Bouillon, la Gran Logia
Provincial de Metz, etc,. De hecho, una Logia constituida por un Masón de viaje, o
por un regimiento de paso, o una “obediencia local” eran considerada tan legítima
y “regular” como una logia establecida desde hacía décadas en la ciudad o
población correspondiente y con patente de la “Gran Logia”. En esas condiciones,
prácticamente cada Logia seguía sus propios reglamentos y tenía sus propias
prácticas, así que la anarquía reinante cada cual tenían plena libertad para decidir
si su membresía era masculina, femenina o mixta, los ceremoniales a emplear, la
calidad material y moral exigida para ser recibido, condiciones para invitar a las
mujeres a las tenidas blancas, etc.

En reacción, en 1774 el Gran Oriente de Francia legaliza las logias de Adopción.


Pierre Louis Gouillard Ainé, abogado del parlamento, rector de la Facultad de
Derecho de París, censor real, oficial del GODF y Venerable de la Logia Sofía
desarrolla un pliego de puntos en defensa de las mujeres masonas:
• “La asociación de los dos sexos está fundada sobre la Ley Natural y uno no
puede separarse de este principio sin rebelarse a los principios de esta ley
inmutable”;
• “Qué espectáculo más satisfactorio que el de ver una logia compuesta de
Hermanos y Hermanas animados del deseo de practicar las virtudes
fundamentales de nuestra institución”;
• “Qué filósofo, aún el más austero, puede rehusarse al placer de contemplar
en un mismo lugar las dos obras más perfectas que han salido de las
manos de la naturaleza...”

Luego, comprueba históricamente que las mujeres si son capaces de guardar los
más delicados secretos:
“...al ser admitidas en algunos misterios de la antigüedad, como entre
los Druidas, para quienes ellas eran merecedoras de toda su confianza
al respecto, incluso más aún que la que le proferían a la mayoría de los
hombres, dándoles el lugar de profetizas, sabias que eran consideradas
como la elite de la nación...”.

Prosigue, apelando a la inocencia de las hermanas en Logia:


“Algunos de nuestros hermanos, olvidando los principios del Arte, han
reunido bajo el pretexto de una logia de Adopción mujeres perdidas y
se han abandonado en esas orgías a todos los excesos del libertinaje
más desenfrenado. Pero precisamente porque hemos tenido la
desgracia de alimentar en nuestro seno a monstruos indignos que llamo
“hombres” porque no les puedo decir “masones, estos falsos hermanos,
abusando de un título del que son totalmente indignos, se han
abandonado a los excesos más execrables, ¿podríamos pensar que la
solución es echar a las mujeres de nuestros templos?, No!, sin duda lo
que hay que hacer es tomar medidas contra los autores de esas
fechorías”.

A continuación sugiere algunas medidas reglamentarias para evitar los abusos en


las logias de adopción:

• “Convocar por consentimiento de todos los hermanos del taller a las tenidas,
que serán presididas indistintamente por el Venerable o uno de los Vigilantes
de la Logia que Adopta”;
• “Examen escrupuloso de la conducta y del estado de las candidatas
propuestas.”

Con esto, todos los Hermanos admitirían la masonería de mujeres:


“aprovechando lecciones de sabiduría que se gravarán muy vivamente
en el corazón del hombre, al ser dictadas por una boca amable que por
la dulzura de sus acentos, hará desaparecer la austeridad de
preceptos, y nos forzará casi a pesar de nosotros mismos a practicar la
virtud.

A partir de ese momento muchas logias masculinas, civiles y militares, comienzan


a auspiciar logias de adopción y a enriquecer al mismo tiempo con argumentos, la
apología de la mujer masona en tanto que complemento de la realización del
hombre para el progreso material, moral y espiritual de la humanidad, sobre los
cuales la masonería misógina arremete de inmediato.

Al final de cuentas, todo esto llevó junto con otras circunstancias, al surgimiento de
una Masonería de perfil anglosajón, que se llamaría desde entonces a sí misma
“Regular” y difícilmente reconocerá a las otras; y una Masonería denominada
“Liberal”, compuesta por todas las demás obediencias “no regulares” según la
primera, contraposición que desde entonces y hasta nuestros días parece
irremediable.

La condición prerrevolucionaria y la filosofía de la ilustración propician el


fortalecimiento del principio de igualdad entre el hombre y la mujer, que también
comienza a ser utilizado en la orden para justificar la Mixidad. Los masones
comienzan a formar y nutrir sus logias adoptivas con sus esposas, sus familiares,
adoptando nombres que ponen en evidencia un cambio de orientación: En Saumur
se crea la Logia “La Unión Familiar” y aunque oficialmente había sido constituida
como logia masculina en 1786 practicaba la adopción.

La Mixidad continuó proliferando sobre todo en las capitales parlamentarias como


Besancon, Dijon o Nancy, en centros económicos y administrativos locales, como
Orleáns o annonay, o bien en ciudades de guarnición o puertos de guerra.

Recibir una mujer en logia se convirtió en mucho más que en el simple asunto de
abrir o no las puertas de la Orden al “Sexo Bello”. Es interrogarse sobre el
problema de la “iniciabilidad” de la mujer, es decir, reflexionar sobre sus
potencialidades y cualificaciones intelectuales y espirituales como ser humano. Así
como el alma no tiene sexo, tampoco lo tiene las virtudes. Sin embargo el
planteamiento no se hace de esa manera tan directa en las Logias masculinas, se
prefiere realizarlo de manera sesgada, a través de la referencia a las sacerdotisas
e iniciadas en los misterios antiguos, con lo que se presupone tácitamente que las
mujeres son “seres pensantes”.

A pesar de los esfuerzos de algunos masones para colocar en condiciones de


igualdad a la mujer, la masonería de principios del siglo XIX, cuando más, acepta
la Adopción pero no la Iniciación; esto es, que las mujeres puedan llegar a ser
hijas adoptivas de Anderson, quizá hasta sus hermanas, pero nunca sus iguales.

Ahora en el arte y la prensa escrita de Francia se comienza a hablar de la


recepción de mujeres en la Masonería

En general podemos decir que la llegada de la Masonería de corte Inglés a


Francia provocó problemas y sobresaltos en la sociabilidad aristocrático burguesa
de París y de las capitales parlamentarias, en parte dominadas por las mujeres.
Desde ese momento, se publican obras que manifiestan el descontento de las
damas de verse al margen de la vida de las Logias y no obstante que ninguna de
esas obras es escrita por una mujer, suponemos que “las mujeres de poder”
Francesas no fueron extrañas a la movilización de muchos masones a favor de la
admisión de las mujeres en la Orden.

Sin perjuicio de lo anterior, es menester señalar el hecho de que hubo algunos


masones que pasando por alto los principios de contenido moral tradicionales de
la Orden, bajo el pretexto de la participación femenina en logia, fomentaban la
creación y participaban en sociedades andróginas o invitaban a sus banquetes y
bailes después de las tenidas de la Logia masculina a mujeres de mala fama,
ligeras, bailarinas o cortesanas, cometiendo excesos que desprestigiaron
terriblemente a la institución ante la sociedad, el gobierno y el clero católico
romano.

Sin embargo, las mujeres y masones que trabajaban por la construcción de una
Mixidad Masónica real y legítima, hicieron esfuerzos para fijar su forma de
participación dentro de la Orden, lo cual se logro hasta 1760 y sancionada
mediante la legalización de las Logias de adopción por el GODF en 1774. A partir
de entonces, hubo quienes defendieron con argumentos el derecho legítimo de las
mujeres a participar en los trabajos masónicos, lo que provocó una respuesta de
sus detractores. Cada vez más, el discurso sobre las masonas, se volvió un
asunto de masones, adversarios o simpatizantes de la masonería de Damas. El
debate o mejor dicho el combate de ideas entre los que defensores de los
encantos de la mujer y quienes denunciaban los peligros de sus debilidades, más
las ideas de la ilustración, generaron un caldo de cultivo propicio para la gestación
del feminismo y de propuestas cada vez más audaces por parte de las mujeres en
Logia.

Las mujeres empiezan a incursionar en el mundo de la prensa y desde ahí


defienden y exigen derechos, denuncian injusticias, crean opinión. Francesca
Vigni en un artículo por demás explícito expresa:
“La Masona aspira por tanto, a la igualdad. Esta tentativa de
emancipación por parte de las mujeres acomodadas del Siglo XVIII ha
tomado diversas vías, entre las que se encuentra incontestablemente,
la Masonería. Si bien es cierto que la Masonería de Adopción no tuvo
un papel considerable, es igualmente cierto es que representa un
desafío que la mujer lanzó a una organización que rehusaba abierta y
categóricamente la presencia femenina. A través de la Masonería de
Adopción las hermanas expusieron a la Masonería su propia definición
de la Mujer. Una mujer que podía ser mediadora de los valores más
altos de la sociedad...”

La Logia “Saint Antoine”bajo la dirección de Jean Baptiste Antoine de Colbert,


marqués de Seignelay, brigadier de armas de Luis XVI y ex Segundo Gran
Vigiliante de la “Gran Logia” constituyó en 1775 una logia de adopción presidida
por la duquesa de Borbón, recibiendo el título de “Gran Maestra de todas las
Logias de Adopción de Francia”

En ese mismo año se funda la “Logia de las Nueve Hermanas” bajo los auspicios
del GODF, donde fuera iniciado Voltaire y a la que asistían Helvetius, Benjamín
Franklin, el Conde Alejandro Strogonoff entre otros. Junto con la Logia “El Candor”
y “La Fidelidad” fueron las más famosas de París en aquellos días. Aparece un
“Catecismo de las Masonas para los Tres Primeros Grados” de la Logia “San Juan
Bautista”.

La Logia de “Las Nueve Hermanas”.- Para darse una idea de la fuerza que tenía
en ese momento, esta Logia que contaba con 150 miembros organizó el 28 de
noviembre de 1778 una tenida fúnebre en honor de Nestor del Parnaso, presidida
por Jean Francois de Lalande, asistiendo a su templo 200 hermanos invitados.

Aparte de la envidia que provocaba en otras logias y aun en el propio Gran Oriente
la cantidad y calidad de la membresía y el interés de muchos masones de
participar en sus trabajos, la fama pública de la Las Nueve Hermanas se hacía
más que evidente en la sociedad parisina. Se presentaban obras teatrales de
carácter revolucionario (lo cual era verdaderamente escandaloso para la
aristocracia de la época); se hacían fiestas en las casas de simpatizantes
profanos, se hacían públicos sus actos de beneficencia. Esto trajo como
consecuencia que dos días después de aquella tenida fúnebre, el GODF le retirara
a la Logia el local espacioso con que contaba y en su lugar le otorgara uno que
resultaba insuficiente aún para albergar a su membresía. En mayo de 1779
Benjamín Franklin es electo Venerable de la Logia, se hace una fiesta en su honor
sin temas masónicos en el orden del día. Sus actos públicos la llevaron a ser
considerada más que como una logia masónica como una Sociedad Andrógina,
con todo lo que eso significaba para entonces, por lo que el GODF acabó por
decretar su disolución en marzo de 1780.

Había otras asociaciones ligadas a la Logia de las Nueve Hermanas donde


después de su extinción siguieron trabajando tanto masones y masonas de su
membresía, tales como la “Sociedad Apolonia”, el “Museo de París”, el “Liceo
Francés” aunque resalta el hecho de que las mujeres no podían participar en su
administración.

La Logia de “San Juan del Candor”.- Fundada en 1775 por el Marqués se


Saisseval. Dirigida solo por mujeres, las que –por ejemplo- debían decidir por
unanimidad la entrada de profanos y masones en su membresía. En 1781 se
decidió que la Venerable en turno tendrá el título de representante de la Gran
Maestra de la Orden y será inamovible. Sus prácticas mixtas se dan a nivel de
banquetes bailes y otros donde participara una hermana y un hermano. Poco a
poco la logia fue abandonando su mixidad original hasta finalmente convertirse en
una logia femenina.

Las Logias Militares.- También en estas se da la masonería de adopción. De


hecho existe la hipótesis de que la masonería femenina nació de ellas.

En 1780 uno de cada tres regimientos posee una logia o incluso dos, una para
oficiales altos y otra para medios y bajos. Cinco de ellos tuvieron logias de
adopción: “San Luis” en Caen, “La Perfecta Unión” en Dieppe, “La Unión Perfecta”
en Dunkerque Alemania, “los Buenos Amigos” en Nancy y “La Perfecta Igualdad
en Walsh Irlanda. Las logias militares se desplazan a través de los regimientos
por todo el territorio europeo y promueven voluntariamente o no, la creación de
logias de adopción en los diversos países y ciudades donde se van emplazando,
mientras que en París solo las Logias más importantes las auspiciaban. En todo
caso, la participación de la mujer en la masonería seguía teniendo un carácter
preponderantemente social.

Todo esto llegó a su clímax cuando a mediados del siglo XIX, el Gran Oriente de
Francia y progresivamente otras Obediencias Masónicas, deciden la aceptación
de agnósticos y/o ateos entre sus miembros, en contra del sistema anglosajón,
que acepta todas las creencias pero no la ausencia de la creencia en Dios. La
razón de esta diferencia es de origen histórico y social: Mientras que en Gran
Bretaña la Iglesia anglicana favoreció y promovió la Masonería y la evolución
política fue gradual, en otros países de Europa se produjo una pugna entre la
Iglesia oficial y la realidad social y una evolución política y social con frecuencia
mucho más acelerada.

IV.- PRACTICAS Y RITUALES

Si los orígenes de la Masonería de Adopción son poco conocidos sus usos,


prácticas y rituales lo son todavía más. Parece ser que fue tan prolífica y
anárquica en el desarrollo de sus grados como la masonería masculina. Se dan
por supuesto de manera general los tres grados de la masonería azul: Aprendiz,
Compañero(a) y Maestro(a). Se añaden varios grados superiores, formando
sistemas de cinco, ocho, nueve o diez grados. Las fuentes principales de los
grados de adopción provienen de trabajos de historiadores y eruditos
francmasones de la primera mitad del siglo XIX (Villaume, Teisser, Charpin y
Kauffmann, Ragon).
El Ritual más antiguo data de 1763 y lleva por título “La Masonería de Damas o la
Masonería de Adopción, por el Príncipe de Clermont, Gran Maestro de los
Orientes de Francia, dividido en cuatro grados”.

• Ceremonial de Aprendiz.- toma elementos de la simbólica de la construcción y


añade dos elementos distintivos de la Masonería de adopción: La Escala de
Jacob y el número 5, que sustituye al 3 masculino. El terrible debe ser del
mismo sexo que el recipiendario. Se le despoja de sus metales y pasa a la
cámara de reflexión. Con los pies desnudos, es introducido al templo, efectúa
cinco viajes, pasa por la bóveda de acero y sube la escala de cinco peldaños.
Llega al “Trono” se arrodilla sobre el “compás trazado” con una de las puntas
sobre el corazón, la mano derecha sobre el evangelio y pronuncia su
juramento. El Gran maestro le coloca el sello de la discreción haciéndola besar
por cinco veces la Cuchara (Llana o Trulla). Le da el mandil y los guantes, los
signos, palabras, etc.. El Orador da su discurso que explica el simbolismo del
grado, explicando las causas del diluvio, la historia de Noé y las aventuras de
Jacob.
• Ceremonial de Compañera.- Hace referencia a los tiempos antediluvianos, el
templo representa el jardín del Edén. El recipiendario es conducido al a
Cámara de Reflexión, y de nuevo se le despoja de sus metales y se le quita la
liga derecha. Los ojos sin vendar entra al templo por cinco golpes, realiza tres
por cinco viajes. Después del interrogatorio presta su juramento. El Venerable
le regresa la liga. Se corta una manzana en dos con la Cuchara (Trulla o llana)
debiendo la aspirante comerla. El orador retoma los temas del grado anterior,
añadiendo el mito de la torre de babel destruida a causa de la desobediencia
de los seres humanos respecto de los designios de Dios y la pérdida del jardín
de la felicidad por la falta de Eva.
• Ceremonial de Maestra.- La apertura del taller se hace por cinco veces cinco
golpes. Purificado, interrogado, la recipiendaria es recibida ante el Maestro de
la Logia, quien le da un cincel y un martillo, y reordena ir a trabajar, enviándolo
a una mesa sobre la cual hay una caja blanca en forma de piedra. La
recipiendariaposa el cincel sobre la caja y golpea con el martilla cinco veces
como si trabajara, la vigilante abre la caja y saca un corazón radiante que
representa el Celo y la discreción. La recipiendaria presta su juramento. El
orador desarrolla su pieza sobre los sacrificios de Abraham y de Noé, el castigo
de Sodoma y el de la Mujer de Loth. De nuevo la misma conclusión se impone
a la flamante maestra: obedecer, vencer las pasiones, practicar las virtudes.
• Ceremonial de Perfecta Maestra.- El grado se refiere a la historia de José
vendido por sus hermanos a las 4 de la madrugada “por ambición, glotonería y
celos”. En el Tablero del Grado hay dos columnas: una de fuego y otra de
nubes; encima de ellas, pende un arco iris luminoso y una montaña cubierta de
luz. El resto del tablero es como el de maestría. La joya es una vara en forma
de escalera con un pequeño sol en medio; encima del maestro y la maestra
hay siete espigas de trigo, una de ellas más grande y brillante que las demás.
La candidata entra por cuatro golpes, sin venda en los ojos, se le recuerdan
sus viajes precedentes. Hace cuatro “viajes místicos”, al final de los cuales
descubre una escala de siete peldaños: Fe, Esperanza, Caridad, Justicia,
Fuerza, Prudencia e Intemperancia.

A partir de esta fecha aparecieron muchos rituales que conservaban la estructura


del mencionado aunque con algunas diferencias, pero que en general pretendían
terminar con la anarquía reinante y dar en su lugar orden, sistematización,
homogeneidad y disciplina a los trabajos de Logia.

En este mismo tenor, aparece en 1779 la Obra “La Verdadera Masonería de


Adopción” que después se transformó en el “Manual de las Francmasonas” por lo
regular incorporado en la “Recopilación preciosa de la Masonería Adonhiramita”.
Esta obra tuvo 15 ediciones en diez años (la última en 1787), por lo que puede
decirse que fue una especie de versión oficial de la Masonería de Adopción.
La Masonería moderna entiende que el ser humano y la Humanidad en tanto que
perfectibles deben ser sujetos de mejoramiento continuo y permanente, ser
construidos, piedra a piedra, con la misma libertad y honradez, con el mismo amor
y respeto, con los que se construía una catedral en la época operativa y que en
esta labor edificadora deben participar por igual hombres y mujeres.

Los masones del Siglo XXI, que pensamos, sentimos y actuamos por y para la
Masonería Universal de hoy y de mañana, más que inventar diferencias,
trabajamos para encontrar convergencias, acuerdos en lo fundamental,
concibiendo la Masonería es como un árbol con muchas ramas, pero con un
mismo tronco y una misma savia que corre en su interior y cuyos frutos son para
provecho de la humanidad en su conjunto, que en lo individual, promueve el
desarrollo de los valores universales, sin imponer dogmas ni exigir ninguna
aceptación preliminar e incondicional de orden cultural o religioso para poder
ingresar participar regularmente; y en lo colectivo intenta reunir a hombres y
mujeres que concuerden en el fondo con sus principios y fines tradicionales, con
un profundo respeto a las diferencias individuales y culturales que se tengan en la
forma.

La participación de la mujer en la Masonería.


Las normas masónicas tradicionales de corte Inglés impedían el acceso de la
mujer a la Masonería, dentro del concepto de su época de contemplar a aquella
como un ser sin plena libertad ni capacidad. Este es un ejemplo de cómo la
Masonería se mueve con la Historia, como no podía ser menos, y de cómo sus
ideales encuentran nuevos desarrollos al paso de los tiempos. En efecto, poco a
poco se va creando la llamada "Masonería Femenina de Adopción", en la cual la
mujer es aceptada bajo una especie de tutela de los hombres y con separación en
las reuniones.

Por eso resulta tan importante y, para su época, progresista, que en 1892 la
hermana Marie Deraismes, iniciada en una logia liberal de París, y el senador
Georges Martin, creen la Obediencia "Le Droit Humain" con dos planteamientos
que siguen siendo fundamentales hoy en día: su carácter mixto, es decir, con
plena igualdad y fusión de hombres y mujeres; y el de internacional, es decir, que
con una estructura de federaciones nacionales autónomas, todas ellas se integran
en una común Organización Mundial, actualmente presente en más de cincuenta
países de los cinco continentes. El "Derecho Humano" se integra en la Masonería
Liberal, mantiene relaciones de reconocimiento con numerosas Obediencias
masónicas de diversos países y varias de sus federaciones pertenecen a la
Organización masónica "CLIPSAS". El reconocimiento mutuo significa que un
masón del Derecho Humano tiene libre acceso, en calidad de visitante, a las
reuniones de otras Obediencias, tratándose como a un hermano más.

Actualmente existen Obediencias Liberales que integran a la mujer por separado


(logias masculinas y femeninas), y algunas Obediencias de carácter nacional con
sistema mixto. No deseamos negar la validez de nuestros hermanos masones de
otras Obediencias. Por eso, nos limitamos a exponer las características básicas de
nuestra Orden, y a recordar que la Masonería es un Gran Árbol de tronco único y
múltiples ramas, de raíces profundamente antiguas. Por eso, soporta los
vendavales que afectan a una rama determinada, o la siempre posible desviación
o descomposición de una de ellas (caso Propaganda Dos).
En el mundo hay lugar suficiente para las masonerías masculina, femenina y
mixta.

En el seno de la Orden Mixta el Derecho Humano, los hombres y las mujeres


trabajan en común en las mismas logias y en la más completa igualdad.

En el Derecho humano las ceremonias se desarrollan según los rituales del Rito
Escocés Antiguo y Aceptado.

En cada país, las logias de El Derecho Humano trabajan en su lengua original.

Historia del Derecho humano de 1893 a nuestros días.-

A principios de los años 1880, una humanista demócrata, la periodista María


Deraismes, apóstata de la emancipación femenina, había colaborado en
numerosas reuniones, distinguiéndose por su talento como oradora. Llegó a tal
grado su reputación que la logia “Los Libres Pensadores de PECQ” tomo la
decisión -inaudita para la época- de conferirle la iniciación masónica.

De esta manera, el 14 de enero de 1882, María Deraismes se convirtió en la


primer mujer oficialmente iniciada en una logia masculina.

Al mismo tiempo y por su parte, Georges Martin, Senador y Consejero General de


París, convencido del papel que la mujer debía jugar en la sociedad, luchó por que
fuera admitida dentro de la Francmasonería.

3.- Los principios de la Masonería.


La Masonería no es una religión, ni una secta, pues no tiene dogmas, carece de
cuerpo doctrinal al cual se llegue a través de la fe. La Masonería respeta todas las
creencias, y, en caso de la Liberal, la ausencia de esas creencias, siempre que el
masón acepte el compromiso de conocerse a sí mismo, desarrollar sus
posibilidades en todos los sentidos y en la forma que desee, y volcar ese
conocimiento y esa mejora en beneficio del Universo, del cual la Humanidad es
parte sustancial.

La Masonería tiene tres únicos principios: Libertad, Igualdad y Fraternidad. La


forma concreta de entender y aplicar esos principios no está marcada, y cada
masón debe buscarla y realizarla personalmente. Esta exigencia no es puesta en
practica mediante un examen o confesión de un masón a otros, sino que se lleva
adelante en la conciencia de cada uno.

Al profano se le exige, para entrar en la Masonería ser "libre y de buenas


costumbres". Esta vieja fórmula debe ser entendida como derecho y deber al
desarrollar las propias condiciones e ideas -sean cuales sean- y ser coherente con
uno mismo desarrollando esas condiciones e ideas de forma tal que mejoren
aquella parte del Universo que le rodea, empezando por él mismo. No se trata de
guardar una moral determinada, sino de cada uno. El masón puede, por supuesto,
aceptar unos principios morales establecidos, pero como ser libre, honrado y
responsable, debe tener fundamentados en su conciencia dichos principios, y
nunca aceptarlos por rutina o por presión social.

En Masonería no deben juzgarse las opiniones, que son libres, sino las actitudes:
éstas deben ser abiertas, carentes -en lo posible- de prejuicios, fruto de una
reflexión y una intuición propias. Debe abordarse la vida buscando lo que une
antes de lo que separa, y saber manifestar las diferencias con sinceridad para con
uno mismo y con respecto a los demás. Esto no significa que el masón no
defiende sus ideas y creencias, ya que en ese caso no sería coherente consigo
mismo, sino que esa defensa debe ser realizada de forma abierta, tolerante y
fraternal, huyendo de la concepción de ser el único portador de la Verdad
Absoluta.

Buscamos el progreso del Universo y el progreso de la Humanidad inserta en él, y


llamamos a ese progreso Luz, entendiéndolo no solo en el sentido material
-importante y presente en nuestras preocupaciones- sino también en el sentido
espiritual, moral o filosófico.

En Masonería no se le rinde culto a un Dios ni, mucho menos, al diablo, tal como
se acusó en numerosas ocasiones. Un masón puede, de acuerdo con sus ideas,
rendir culto a los principios religiosos en los que crea, o declararse agnóstico o no
creyente. En ese sentido, la antigua formula masónica de "Gran Arquitecto del
Universo" no debe ser entendido necesariamente como un Dios personalizado
-aunque cada uno está legitimado a pensarlo así en su conciencia-, sino que
simboliza la Energía, Armonía, Fuerza de la Vida u Origen del Universo que se
desee.

PRINCIPIOS

El Derecho Humano es una organización original desde el punto de vista


masónico. Fue creada sin ánimo de constituirse en un rival a las Obediencias
masculinas, sino para llenar el vacío existente, al ser imposible para la mujer el
acceso a la Orden. Es la única Orden Masónica de carácter internacional y una de
las pocas ramas masónicas que no tiene su origen en una escisión.

Ahondando en lo que es y significa El Derecho Humano, veremos que la diferencia


que tiene la Masonería con cualquier otro grupo humano es su triple carácter:

También hablaremos de cuáles son las características propias del Derecho


Humano con respecto a estos tres elementos masónicos.
A.- ES UNA SOCIEDAD INICIATICA

El Derecho Humano admite en su seno a todo ser humano animado del deseo
de progresar y de mejorarse. No es en absoluto dogmático, y sencillamente
trabaja en la búsqueda de la verdad.

Confía, pues, en llegar a un humanismo ilustrado mediante la utilización de un


método ritual y simbólico. Es una gran escuela de perfeccionamiento mutuo,
trata de luchar contra la ignorancia en todas sus formas y aspira a la
emancipación del espíritu humano. A tales fines, El Derecho Humano es
asimismo:

a) Una escuela de pensamiento.-

En ella se aplica la formula "No inculcar, sino hacer reflexionar". Cada cual
discute y dialoga en el sereno ambiente de nuestros Talleres, al abrigo del
mundo profano, teniendo conciencia de su responsabilidad. No nos
referimos sólo a la inteligencia, sino también a las cualidades del corazón.
Es bien sabido que la gente de corazón está llena de humanidad.

b) Una escuela de formación de individuos.-

Quienes aprenden en ella a confrontar e intercambiar sus opiniones e ideas


con las de los demás, buscando comprenderlos y esforzándose en liberar
su propia personalidad y en forjar su carácter.

La Francmasonería trata de suscitar entre sus adeptos una toma de


conciencia de las grandes cuestiones que agitan e inquietan al mundo de
hoy, esperando como resultado una reflexión adecuada y una solución
razonable, fuera y por encima de cualquier controversia partidista.
c) Un centro de unión.-

Reuniendo en su seno seres de ambos sexos, pertenecientes a todas las


razas, opiniones y tendencias, unidos por un común ideal de elevación
moral.

d) Una sociedad secreta.-

La Francmasonería no es una sociedad secreta en el verdadero sentido del


termino, todo lo más sería una sociedad discreta. El H.. Rigault comentaba
en 1737: "Para el público en general, un francmasón siempre será un
autentico problema para el que sólo existe una solución: Ingresar en la
Masonería".

B.- ES UNA INSTITUCIÓN JERARQUICA

Nuestra Orden es específicamente jerárquica, ya que elegir equivale a


jerarquizar. Sus miembros son reclutados de entre el mundo profano por
cooptación. En principio, no es la Masonería la que nos llama, sino que nos
dirigimos a ella, y ella nos elige o no. El candidato es juzgado digno de ser
aceptado por los miembros de la Logia. El aprendiz, por su devoción y su
suficiente formación iniciática, es promovido al grado de compañero. Después
de un tiempo es propuesto a los titulares del grado superior, quienes le
aceptan. En eso consiste la cooptación. Lo mismo ocurre hasta llegar a los
más altos grados de la Orden.

Una ceremonia de iniciación a un determinado grado se asemeja a una rampa


de lanzamiento hacia una más profunda penetración de la vía esotérica. Tal
progresión implica la existencia de una jerarquía, de una ascendencia, en un
carácter iniciático y moral.
De este modo los cuadros masónicos se forman a sí mismos merced a los
elementos del Ritual y del Simbolismo y la labor en el seno de los Talleres. Su
autoridad, que proviene de sus conocimientos iniciáticos, procede de ellos
mismos y por tanto se introduce e impone de forma eficaz.

Por esta razón, la Masonería no puede ser formadora de masas. Puede aspirar
a la creación de una elite, pero sin estar exclusivamente basada en la situación
social o académica de sus candidatos.

C.- TIENE UN CARÁCTER HUMANISTA

El humanismo masónico descansa sobre tres supuestos esenciales:

a) El saber humano contenido en la Tradición.-

Esta aparece como expresión y maceración de los intentos del pasado, de


los esfuerzos permanentes, de las acciones continuas y finalmente de las
fervientes esperanzas de la humanidad en su marcha hacia el Futuro.

La Tradición no sólo merece respeto, sino que incluso constituye un


elemento indispensable, que aporta su firmeza a las instituciones,
consagrando la unidad que está por encima de toda diversidad entre los
adeptos de nuestra fraternidad. Decimos bien unidad, que no uniformidad.

La Tradición no es tampoco algo momificado o congelado, sino que tiene,


por el contrario, una verdadera revolución del espíritu por origen. Con el
curso de los tiempos debe renovarse a sí misma en su forma, con una gran
dosis de prudencia a fin de no alterar sus principios esenciales.

b) La Comprensión.-
lecciones del pasado, por lo que todo masón trata de encontrar una
explicación a su existencia y una finalidad, por el trabajo y el ejemplo. Su
mayor deseo ha de ser interpretar las esperanzas de orden moral del
género humano y sus necesidades sociales.

Los principios masónicos son de plena actualidad, pues mantienen los


valores universales, como herencia del pasado, permitiendo siempre la
promoción de los valores del futuro.

c) La Evolución.-

El tercer supuesto básico es un concepto de evolución o de perspectiva que


se inclina hacia un progreso permanente. La finalidad de este Humanismo
masónico consiste en transmitir una exaltación pura ante la belleza, en la
Naturaleza y en el arte, llegando a una apasionada búsqueda de la verdad,
en el convencimiento de que ésta sólo es real en un determinado momento.
Todas estas aspiraciones tienen su apoyo en la sinceridad del ser y en el
amor por la vida.

Nuestro común lenguaje, el simbolismo, constituye una suerte de


epistemología, que, a través de una crítica sólida y siempre renovada, se
integra en las teorías del conocimiento, como un compartimiento o sección
más de la ciencia humana.

El universalismo del Derecho Humano presupone su vocación como


Humanismo de futuro. Este Humanismo permanece fiel a la divisa
masónica "ORDO AB CHAO", que expresa su deseo de lograr la armonía
universal. Por otro lado, el Derecho Humano responde de un modo especial
a este objetivo por un doble carácter, muy original y completo, siendo
nuestra Orden la única en poseerlo:
CARÁCTER MIXTO E INTERNACIONAL.-

Historia

La cuestión del origen de la Masonería es algo compleja, pudiendo tener varias


respuestas. Algunos estudiosos dan unos orígenes míticos o simbólicos tanto en la
organización de los Iniciados Egipcios, de los constructores del Templo de
Salomón en Jerusalén, de los Misterios de Eleusis, etc... De esta manera, la
enseñanza de las sociedades iniciáticas de la Antigüedad preparó, configuró y
transmitió en gran medida el ideal, el simbolismo y la forma de trabajar de la
Masonería. Por otro lado algunos autores sitúan el nacimiento de nuestra Orden
en las asociaciones gremiales medievales.

Históricamente, las asociaciones de francmasones (obreros libres de la


construcción) aparecen en las obras de las catedrales y monasterios medievales.
El simbolismo del obrero libre en un mundo dominado por el criterio feudal del
vasallaje era algo más que el material, simbolizaba el compromiso que cada
participe de la obra aceptaba mediante la reflexión personal. De esta manera,
mientras los Iniciados eran conscientes del significado profundo de palabras y
símbolos, el mundo en el que se movían solía quedarse sólo con el aspecto
externo de la cuestión. Para mejor explicar esta diferencia nos sirve el ejemplo de
los alquimistas: éstos afirmaban poder convertir el plomo en oro mediante una
maravillosa piedra que decían poseer, la piedra filosofal. Mientras que la sociedad
solía entender esta piedra como algo real y mágico, los Iniciados simbolizaban con
ella la Sabiduría, capaz de transformar la energía humana básica en fuerza
constructiva, tanto en lo espiritual como en lo material.

Los francmasones, convencidos de que la obra material de la Catedral y la


espiritual del perfeccionamiento humano sólo era realizable mediante individuos
libres honrados y responsables, transmitían en sus reuniones "iniciáticas"
conocimientos científicos y filosóficos, como se realizó en las sociedades
iniciáticas de la Antigüedad. Se partía de la concepción de que el Universo se rige
por leyes armónicas y complementarias, leyes que poco a poco pueden irse
conociendo, y que este conocimiento filosófico y material puede aplicarse al ser
humano, parte fundamental del Universo, a fin de armonizarlo y perfeccionarlo.
Junto a ello se daba la transmisión gradual del conocimiento (los diferentes grados
masónicos), y el aspecto de solidaridad o ayuda mutua entre todos ellos.

Con frecuencia se acusa a las corporaciones de francmasones medievales de


haber sido meras instituciones gremiales de monopolio local del conocimiento.
Aunque no dudamos de que ello fuera así en muchos casos, toda vez que
cualquier obra humana está sujeta a fallos y a utilizaciones indebidas, la norma
general no era ésa. Cuando un francmasón alcanzaba el grado de Maestro, es
decir, capaz de crear por sí mismo, circulaba libremente por todas las logias,
instruyendo a los aprendices y creando escuela. Por ello, los conocimientos
arquitectónicos y simbólicos eran rápidamente extendidos -para la época- por toda
Europa. Eso sí, el conocimiento era transmitido solo a los iniciados, partiendo de la
idea ya mencionada: para realizar la obra no era suficiente la simple habilidad
artística o "científica", sino que a ello debía unirse el conocimiento filosófico y el
desarrollo espiritual. No bastaba con ser un buen cantero o vidriero, sino que
además se exigía ser libre, honrado y responsable.

El arte de construir grandes obras con sentido filosófico inició un decaimiento


progresivo, y en el siglo XVIII permanece apenas un sentido de labor filosófica y
de ayuda mutua entre los francmasones.

El 24 de junio de 1717 se reúnen los masones de Londres para celebrar el


Solsticio de Verano, y constituyen la primera Gran Logia. Se trata del hito que
marca la aparición de la Masonería Especulativa, cuya obra de construcción es
simbólica, filosófica y social, a diferencia de la Masonería Operativa, cuya
construcción era material. La transformación no fue repentina, sino gradual, y en
ella sobreviven rituales, símbolos y tradiciones de muy antiguo origen. La
Masonería moderna entiende que el ser humano y la Humanidad ideales deben
ser construidos, piedra a piedra, con la misma libertad y honradez, con el mismo
amor y respeto, con los que se construía una catedral.

La Gran Logia de Londres se convirtió en foco creador de innumerables logias en


todo el mundo, que progresivamente fueron creando sus propias organizaciones
nacionales (Grandes Logias o Grandes Orientes en cada país), vinculadas todas
ellas por fraternales lazos de solidaridad y reconocimiento mutuos. La mayor
diferencia entre Obediencias (Organizaciones) se produce en la segunda mitad del
siglo pasado, al decidir el Gran Oriente de Francia y, progresivamente, otras
Obediencias Masónicas, la aceptación de agnósticos o ateos entere sus
miembros, en contra del sistema anglosajón, que acepta todas las creencias pero
no la ausencia de ellas. La razón de esta diferencia es de origen histórico y social.
Mientras que en Gran Bretaña la Iglesia anglicana favoreció y promovió la
Masonería, y la evolución política fue gradual, en otros países de Europa se
produjo una pugna entre la Iglesia oficial y la realidad social, y una evolución
política con frecuencia traumática.

De esta diferencia de criterios surgió una Masonería de sistema anglosajón, que


se llama a sí misma regular y difícilmente reconoce a las otras, y una Masonería
liberal. Pese a todo, los masones trabajamos en nombre de la Masonería
universal, nos esforzamos en no plantear enfrentamientos, y nuestras relaciones
son, en la mayor parte de los casos, fraternales y de reconocimiento mutuo. La
Masonería no está dividida: es como un árbol con muchas ramas, pero el tronco
es el mismo y desde años se persigue el acrecentamiento del común espíritu
masónico. A nuestro juicio, tan perjudicial sería un enfrentamiento interno como un
monolitismo ajeno a las ideas y prácticas masónicas.

La Orden Masónica Mixta Internacional "El Derecho Humano"


Las normas masónicas tradicionales no permitían el acceso de la mujer a la
Masonería, dentro del concepto de su época de contemplar a aquella como un ser
sin plena libertad ni capacidad. Este es un ejemplo de cómo la Masonería se
mueve con la Historia, como no podía ser menos, y de cómo sus ideales
encuentran nuevos desarrollos al paso de los tiempos. En efecto, poco a poco se
va creando la llamada "Masonería Femenina de Adopción", en la cual la mujer es
aceptada bajo una especie de tutela de los hombres y con separación en las
reuniones.

Pero esto no era suficiente, se relegaba a la mujer a un plano inferior y se impedía


que las Enseñanzas de la Masonería llegasen a ella. A principios de los años 80
del pasado siglo, una demócrata humanista, María Deraismes, apóstol de la
emancipación femenina, colaboraba en numerosas reuniones donde destacaba
por su gran talento como oradora. Su reputación fue tal que la logia "Los
Librepensadores de Pecq" tomó la decisión de conferirle la iniciación masónica.

Así Marie Deraismes, el 14 de enero de 1882, se convirtió en la primera mujer


iniciada en una logia masculina. A esta tenida asistió el Hermano Georges Martin,
Senador y Consejero General de París. Un profundo convencido del papel que la
mujer debía de desarrollar en la sociedad y miembro destacado de la Gran Logia
Simbólica Escocesa de Francia.

Tras 10 años de vanos esfuerzos para abrir las puertas de la masonería a las
mujeres, Georges Martin y Marie Deraismes decidieron crear la primera logia
mixta del mundo, iniciando, el 14 de marzo de 1893, 16 mujeres. En esta época la
Gran Logia Simbólica Escocesa pasaba una época de crisis que desemboco en la
creación de la Gran Logia de Francia en 1894. Algunos de sus miembros se
sumaron a Martin y Deraismes a fundar la Gran Logia Simbólica Escocesa Mixta
que al poco tiempo tomaría el nombre definitivo de "Le Droit Humain".
La creación de la Orden Masónica Mixta Internacional tuvo lugar regularmente. El
nacimiento del Supremo Consejo se realizó el 12 de Junio de 1901 por su
presidente, el Muy Ilustre H.. Décembre-Allonier, 33º de una importante
Obediencia masculina y miembro del Derecho Humano. Después de explicar el
simbolismo de los Altos Grados a los miembros del futuro Supremo Consejo, les
comunicó, de forma valida y ritual, el grado 33º.

El Derecho Humano extendió rápidamente su implantación en la Europa


Continental y en Inglaterra a partir de Annie Besant, conocida feminista y amiga de
Ghandi, que la extendió en Asia. Después Antoine Muzzarelli introdujo El Derecho
Humano en los Estados Unidos de América, así como otras personalidades la
propagaron en América del Sur y Oceanía. Ante este desarrollo "Le Droit Humain -
El Derecho Humano" tomó su estructura actual de Federaciones y Jurisdicciones
independientes coordinadas por un Supremo Consejo al Zenit de París.

Actualmente "Le Droit Humain", El Derecho Humano, es una institución masónica


mixta e internacional, presente en más de sesenta países en el mundo.

La Jurisdicción Española de El Derecho Humano nace como Federación el 10 de


Abril de 1981 en Barcelona creando al poco tiempo logias en Valencia y Madrid,
siendo esta la más antigua de la línea liberal en la capital de España. Si bien se
puede datar su nacimiento en esta fecha, se ha de considerar como un
renacimiento pues "Le Droit Humain - El Derecho Humano" tenia ya una
Federación antes de la Guerra Civil, con logias en Cartagena, Bilbao, Barcelona y
Madrid. Esto la convierte en la única Obediencia con raíces en el periodo previo al
genocidio franquista.

Principios que Distinguen a “El Derecho Humano”.

1.- Su Naturaleza Mixta.- Hombres y mujeres operan en común en una total


libertad, igualdad y fraternidad. El derecho Humano proclama la igualdad del
hombre y la mujer, condición imprescindible de la evolución de toda sociedad
moderna y testimonio de equilibrio y de desarrollo armonioso para las
generaciones futuras.

2.- Su Condición Global.- Su internacionalismo apoya sobre una fraternidad


humana que convierte en hechos la unidad en la diversidad. Cada federación
nacional conserva su propia autonomía, pero a la vez, respeta la estructura
internacional, que es cimiento de la unidad. Sin distinción de nacionalidades,
etnias, culturas, religiones, inclinaciones políticas, condición social, los
francmasones del derecho Humano están unidos en un mismo ideal y se
concretan a concebir al hombre en su globalidad, superando los particularismos
que traen consigo los gérmenes de la segregación, de la exclusión y de la
barbarie. En la actualidad, la Orden cuenta con Federaciones y logias en mas de
60 países.

3.- Su Carácter Iniciático.- A través de la búsqueda incesante de la Orden para


llegar al desarrollo personal de sus miembros, dentro de los valores humanos
universales. Las diversas etapas corresponden a grados del primero al 33º. Ellos
indican el nivel de formación masónica alcanzado por aquel que posee el grado
respectivo. El Derecho Humano, como todo Rito, (forma particular de interpretar
los principios, la liturgia y el simbolismo masónicos) tiene su propia versión de sus
rituales, su propia organización. De esta manera, en una estructura única, reúne
los talleres de los 33 grados. Más de un siglo después de su fundación, la
declaración de los miembros fundadores de nuestra Orden mantiene toda su
actualidad. La Francmasonería mixta no es un nuevo culto, sino una filosofía
humana que pretende permanecer en el terreno social humano:

“El derecho Humano, la Paz entre los pueblos de toda la tierra, la Libertad, la
Igualdad, la Fraternidad, son los preceptos de la Francmasonería mixta que
enseña la justicia, la tolerancia y la solidaridad” (Georges Martin)
La Orden Mixta el Derecho Humano está presente en mas de 60 naciones
alrededor del mundo. De éstas por el momento solo 7 cuentan con sitio de
Internet.

Los delegados en los diferentes países y los representantes de cada federación,


eligen, en una Convención Internacional, al Supremo Consejo, encargado de
mantener la buena dirección y la unidad de la Orden.

La sede internacional de la Orden está en París.

A fines del siglo XIX, en 1893, en medio de la llamada Explosión Industrial, un


hombre y una mujer crearon la Orden Masónica Internacional “El Derecho
Humano”. Sus espíritus claros, fueron capaces de comprender y hacer
comprender que las dos partes de la humanidad son profunda e integralmente
iguales. A partir de aquel momento, dio inicio el compromiso y la lucha por el
reconocimiento de los derechos de la mujer, de los derechos de los niños, en el
marco de la República Laica (que en Francia se dio hasta 1905).

No obstante, parece increíble que hoy, al estas alturas del siglo XX, en el que la
humanidad ha presenciado el avance científico y tecnológico como nunca antes en
su historia, los congresistas de muchos países del mundo siguen debatiendo con
sorprendente reticencia el asunto de la igualdad entre el hombre y la mujer.

El Derecho Humano es una Orden Masónica Mixta e Internacional. Según datos


de 1998, la Federación Francesa cuenta con 13 mil miembros y 475 talleres
repartidos a lo largo y ancho del territorio nacional. En términos cuantitativos, es la
tercer obediencia del País.

María Deraismes, periodista, luchadora de los derechos de la mujer y de los niños


y el Doctor Georges Martin, Senador y Consejero General, emprendieron juntos
campañas a favor de los derechos civiles y políticos de las mujeres, la educación
laica y en contra del sectarismo clerical. De ese combate nacería una profunda y
mutua estima y el 14 de enero de 1882 María Deraismes fue iniciada en la logia
“Los Libres Pensadores de Pecq” convirtiéndose así en la primera mujer
oficialmente iniciada en la Francmasonería, simbolizando con ello la igualdad
iniciática.

Once años más tarde, el 4 de abril de 1893, María Deraismes creó una logia
llamada “Gran Logia Simbólica Escocesa de Francia el Derecho Humano”. Esta
logia dio nacimiento a la Orden Masónica Internacional “El Derecho Humano”.

Al crear “El Derecho Humano” sus fundadores marcaban un parte aguas


irreversible, proclamar la igualdad entre el hombre y la mujer. Situando los
principios y fines de la Logia más allá de las fronteras, las etnias, las culturas, las
condiciones sociales y las posiciones políticas y religiosas.

María Deraismes, nacida en 1828, proveniente de un medio pequeño burgués


profundamente republicano, se distinguió por sus cualidades como conferencista y
periodista y por su compromiso en las campañas a favor del reconocimiento de los
derechos de las mujeres y los niños.

Lucho por el establecimiento de una república laica, cuando en los años 1870
campeaban el anti republicanismo y el clericalismo militante a ultranza.

Reconocida por los francmasones de su época, fue iniciada el 14 de enero de


1882 en la logia “libres Pensadores de Pecq” jurisdiccionada a la Gran Logia
Simbólica Escocesa. Ella abrió realmente la vía de la iniciación masónica
femenina. Con la ayuda del doctor Georges Martin miembro de la logia “Jerusalén
Escocesa” creó el 14 de abril de 1893 la Gran Logia Simbólica Escocesa “El
Derecho Humano” con lo que dio comienzo la masonería mixta.
María Deraismes murió el 6 de febrero de 1894. Poco antes, había dicho: “Les
dejo el Templo Inconcluso, continuad entre sus columnas la lucha por el derecho
de la humanidad”.

La carga de la organización y del desarrollo del Derecho Humano recaería


entonces en el doctor Georges Martin (1844-1916).

La Orden Masónica el Derecho Humano es una institución iniciática, filosófica y


filantrópica que tiene por misión luchar por el progreso de la humanidad. A fin de
por lograr el mejoramiento de la sociedad sus miembros trabajan a su vez, de
manera individual y colectiva, en su perfeccionamiento, moral e intelectual.

Adogmáticos, sus miembros se colocan al margen de cualquier inclinación o


prejuicio religiosos, filosóficos o políticos. Su quehacer se sienta sobre la ética
laica que garantiza a todos la libertad absoluta de conciencia y de pensamiento,
en un espíritu de total tolerancia mutua, lo que favorece la radiante expresión del
espíritu humanista.

El quehacer masónico, iniciático, conduce a la comprensión progresiva de la


condición humana. La Francmasonería propone a aquel interesado en sumarse a
sus filas, un duro y difícil viaje interior, que le permitirá vencerse a sí mismo,
comprender a los demás y trabajar para construir un mundo mejor. Esta es la
razón por la que dentro del ritual se invita al masón a proseguir en el mundo
profano aquello que se ha comenzado dentro del templo.

LA INICIACION

La Francmasonería admite seres humanos animados del deseo de perfeccionarse


en el trabajo individual y colectivo. Su objetivo no es el de crear una elite
intelectual, sino más bien, el de contribuir al perfeccionamiento de hombres y
mujeres libres buenos.

La solicitud de un profano o profana se hace mediante una simple carta dirigida a


quien presida un Taller específico o bien a la sede social en París, que la turna a la
región correspondiente. Toda solicitud de iniciación pasa por el mismo proceso.
Después de haber sido votada por los miembros del taller respectivo, la solicitud
del profano o profana es aceptada o suspendida. En el primer caso, la persona
solicitante podrá someterse a las pruebas de la iniciación.

La ceremonia de iniciación se lleva a cabo según un ritual determinado. Después


de la cual el candidato se convierte en Aprendiz.

El silencio mínimo de un año que se le pide al Aprendiz al ser iniciado, favorece su


reflexión y constituye una experiencia que le permitirá sacar el máximo de
enseñanzas a esta etapa del adelanto masónico.

Comprometido a la realización de una tarea a la vez personal y colectiva, el


Aprendiz progresará paso a paso en el camino del conocimiento iniciático y de
esta forma podrá acceder posteriormente a los demás grados que confiere la
masonería Azul (Grados 1 al 3).

El trabajo masónico se efectúa mediante reuniones que tienen lugar en un local


denominado “Templo”. A estas reuniones se les llama “Tenidas”. El trabajo se
desarrolla según un método ritual y simbólico de hondas raíces dentro de la
tradición masónica universal. Este ritual coloca a los masones que lo ejecutan a lo
largo de toda la tenida, en un ambiente que los aísla de la agitación y demás
condiciones del exterior. Cada miembro puede exponer con mesura sus opiniones
en una total libertad y con la mayor confianza, las cuales son admitidas y
comentadas en un espíritu de tolerancia respeto mutuo y fraternidad.
Los símbolos son numerosos y variados. Cada uno invita a reflexionar sobre su
significado filosófico y moral y da pie al intercambio de ideas y sentimientos que
dicha reflexión provoca entre los HH:.

En la Federación Francesa cada miembro tiene el derecho y la obligación de


participar en el estudio de las cuestiones previstas en el programa anual de
trabajo, que se divide en cuestiones filosóficas, sociales y simbólicas. Al final del
ejercicio el Taller redacta una síntesis analítica de sus trabajos y la envía a la
Federación. Esta a su vez redacta una síntesis general con las de todas sus logias
afiliadas, y la presenta en el Convento Nacional (Asamblea General Anual). De la
misma manera el Supremo Consejo se aboca al estudio de la situación
internacional de la Orden.

Aparte de las cuestiones seleccionadas por los diputados de logia para el


convento, todos los temas filosóficos, simbólicos o sociales pueden ser estudiados
en logia según el deseo de los hermanos y hermanas que la integran.

La asiduidad a los trabajos de logia es indispensable. Nadie puede convertirse en


masón en toda la extensión de la palabra si no asiste a los trabajos con
regularidad. En efecto, es en logia, escuchando, reflexionando, participando en los
trabajos, que uno llega a construirse una ética masónica personal, en pocas
palabras, es así como uno se construye a sí mismo como masón.

Todo ser humano, independientemente de su origen y su nivel de instrucción, es


capaz de hacer trabajo de investigación y de reflexión. La tarea iniciática no
propone solamente un acercamiento intelectual, también hace referencia en esta
singular empresa a la intuición, a la imaginación, a la creación continua de la que
todos y cada uno somos portadores.

A través de ese lenguaje común que es el de los símbolos, sobre la base de esa
cultura común que es la de la tradición, apoyándose en el ritual que tiene por
objeto reunir ambos, los Francmasones logran una calidad de diálogo que
favorece la confrontación de ideas y los prepara hacia el futuro.

Los instrumentos de la Masonería.

La Masonería es una sociedad iniciática en la que se encuentran las diferentes


escuelas de pensamiento y concepciones de la vida. En primer lugar, el carácter
iniciático significa que el ingreso en Masonería, el paso a los diferentes grados y el
trabajo masónico en general, obedece a unos rituales o ceremonias precisas que
tienen un significado simbólico. El efecto, la vivencia de cada masón, será
diferente ante la misma ceremonia, y eso es precisamente lo que se pretende: que
cada cual reflexione y estudie según su estilo, aportando su versión para el
conocimiento de los demás. El carácter iniciático de las enseñanzas es tan antiguo
como la Humanidad, y la Masonería mantiene esas viejas tradiciones.

En los rituales masónicos no hay nada de magia o de irracionalidad, tienen un


significado básico que se explica a los Iniciados, y a partir de esa base cada uno
enriquece o desarrolla las diferentes aplicaciones que desee. El trabajo masónico
intenta provocar en sus participantes una toma de conciencia de los problemas y
cuestiones que se plantean, en todos los órdenes del mundo. A continuación les
pide honda reflexión acerca de lo que cada uno entiende como soluciones o
conclusiones, tratando de verlas desde diferentes concepciones o puntos de vista.
Se trata de fomentar el libre análisis y el desarrollo de la propia conciencia.

La Masonería no pasa a una acción inmediata -salvo cuando se trata de una


ayuda o acto de fraternidad concreto-, sino que cada masón, como ha quedado
dicho, aporta su progresivo enriquecimiento al medio en el que ser desenvuelve.
Por eso, el ritmo de trabajo masónico tiene unas pautas de reflexión y lentitud que
facilitan el análisis y buscan causas profundas.
El trabajo masónico tiene tres vertientes: filosófica, simbólica y social, todas ellas
no solo necesarias sino complementarias. Puede ser que un masón de acuerdo a
su perfil prefiera inclinarse más por un aspecto que por otro, pero cada cual es
libre de aportar los trabajos que prefiera.

La Masonería ha sido criticada por su secreto. En realidad, la Masonería no es


una sociedad secreta -el hecho de que estés leyendo estas líneas así lo prueba-, y
pese a la prohibición que la Constitución española hace de las sociedades
secretas, las diferentes Obediencias masónicas de nuestro país se hallan
legalizadas. Esto es así porque son conocidos nuestro principio, estatutos y
objetivos. En lo que si se mantiene el secreto es en los rituales y formas de
trabajar. El significado de este secreto, que por otra parte se encuentra publicado
en numerosos libros de acceso a cualquiera, es el símbolo de que la obra de
transformación y perfeccionamiento humano debe ser llevado a cabo en el interior,
en la reflexión y conciencia. Por otra parte también son "secretas" las reuniones de
Consejos de Administración de empresas, de órganos de dirección de partidos
políticos, etcétera. Que después de sus reuniones estas entidades celebren
ruedas de prensa no significa que se cuente efectivamente todo lo ocurrido y
planeado.

Ningún masón está obligado a guardar secreto de su pertenencia a la Masonería,


pero tampoco está obligado a reconocerlo si es interpelado, pudiendo negarlo si
así lo estima conveniente o lo prefiere. Lo que no debe hacer ningún masón es
contestar a decir si otra persona lo es, por respeto a la libre decisión de cada uno
a afirmarlo o desmentirlo.

El sistema de diferentes grados dentro de la Masonería, que llegan al 33º en el


Rito Escocés Antiguo y Aceptado, también utilizado por "El Derecho Humano" no
desmiente la igualdad de los masones. En el sentido iniciático ya descrito, se
considera que el acceso a nuevas capacidades de reflexión y actitud masónica
debe ser marcado por el paso a un nuevo grado, marcado por un ritual especifico.
El Grado Superior tiene nuevos derechos, pero también y sobre todo nuevos
deberes, dentro del trabajo masónico. De esta forma, se avanza gradualmente en
el conocimiento simbólico y filosófico. Pero no hay que olvidar que la Iniciación es
obra de la vida entera, y que todo francmasón continua siendo, simbólicamente,
un Aprendiz, abierto a todo y a todos.

El funcionamiento interno de la Masonería es democrático, como lo fue durante


siglos, aún antes de que la democracia llegara a la vida política. El sufragio libre y
secreto se aplica en las elecciones anuales para todos los cargos, en la admisión
de nuevos masones, en los Congresos generales de cada Obediencia, en la toma
de decisión sobre cuestiones administrativas, etcétera. Cada masón conoce sus
derechos y deberes por la Constitución, estatutos y reglamentos de su
Obediencia, Federación o Jurisdicción, o Logia.

EL SECRETO MASONICO

Desde su origen, la Francmasonería a sido calificada en muchas ocasiones de


“sociedad secreta”. Ese es el motivo que le ha servido de argumento al poder en
turno cuando la ha querido condenar. En Francia bajo el gobierno de la ocupación
nazi, en la España de Franco, y en general bajo todos los regímenes totalitarios.

Actualmente, ciertos francmasones desean permanecer discretos en relación a su


pertenencia a la Orden pues temen que mentes estrechas, intolerantes,
integristas, puedan perjudicarlos a ellos o a sus seres cercanos.

En efecto, si cada masón conserva la posibilidad de darse a conocer como tal, no


puede en ningún caso, develar la calidad masónica de sus hermanos y hermanas.

Más que secreta, la francmasonería es discreta. Más que sectaria, el resultado de


sus trabajos se extiende a toda la humanidad. Sus rituales, decoraciones,
insignias y arreos, sus templos, son hasta cierto punto conocidos, pues existen en
el mercado gran cantidad de libros y obras más o menos documentados, más o
menos objetivos, que están disponibles en librerías y a veces hasta en
supermercados. Pero reiteramos que solo lo que se ha vivido en el taller, es lo que
constituye al iniciado en la francmasonería.

La Masonería y las ideologías.

Como vemos, en Masonería no caben dogmas, estando abierta a todas las


actitudes respetuosas con las formas de pensar ajenas.

En Masonería existe una vieja fórmula que propugna no tratar de política o


religión, salvo para esclarecer a los demás. Esto significa que la Masonería es
apartidista y que en ella no se pueden dar "consignas", no se puede tratar de
"imponer" ideas, sino "exponer" las mismas. Sería un error considerar que la
Masonería es una organización en la que unas conclusiones mayoritarias obligan
a actuar social y políticamente a todos, y mucho menos, en la directriz de una
autoridad imponga un camino a seguir. Esta forma de actuar sería antimasónica.

Sin embargo, nuestra historia y nuestro mundo están impregnados de


realizaciones de inspiración masónica. De ahí deducen los críticos de nuestra
organización su peso político y su papel como fuente de directrices concretas. Lo
que ha ocurrido, lo que ocurre, es que los hombres y mujeres que trabajan con los
ideales de Libertad, Igualdad y Fraternidad, llevan, cada uno de una forma libre e
individual, esas actitudes y principios a su mundo familiar, social, político, laboral,
etcétera. Lo hacen en la forma en que voluntariamente deseen, y con los aspectos
concretos que en conciencia decidan. Si, por ejemplo, la fraternidad universal es
un principio masónico, no será extraño que la mayoría de los masones se hayan
encontrado en primera fila de la constitución de organismos internacionales, de la
unidad europea, etcétera. El masón es un ser humano comprometido, las más de
las veces, en un proyecto político, social, intelectual, filosófico, etcétera, porque
debe ser un ser consciente y responsable al que no le dejan indiferente los demás.

La Masonería no es anticristiana, pues muchas Iglesias de esa religión la apoyan y


promueven, perteneciendo sus obispos y pastores a ella, de forma abierta.
Tampoco cabe decir que la Masonería sea anticatólica, toda vez que en su seno
se respetan todas las creencias. lo que sí ha ocurrido históricamente es el
enfrentamiento de la Iglesia Católica con la Masonería. La mayor virulencia se da
en el siglo XIX, cuando los diferentes estados italianos se unifican en uno, u el
Papa ve amenazada su posición como Rey de Roma; en ese momento la Santa
Sede reacciona con dureza frente a todas las corrientes que, directa o
indirectamente, propugnen los ideales bajo los que se unifica Italia: Estado Liberal,
sociedades patrióticas, carbonari, anilleros, librepensamiento, etcétera. Una de las
condenas más duras contra la Masonería la acusa de pretender la separación de
la Iglesia y el Estado -que defenderá el Concilio Vaticano II en el siglo XX-. Las
calumnias a la Masonería fueron conscientemente alimentadas con las obras del
estafador Leo Taxil (que terminó reconociendo públicamente su impostura), en las
que se hablan desde apariciones demoníacas hasta banquetes en los que se
devoran niños.

Cualquier católico puede, desde el punto de vista de la Masonería, ingresar en


ella. Se le exige lo mismo que a las personas de otras creencias o ideologías:
tolerancia, fraternidad y desarrollo continuo de si mismo en beneficio de los
demás.

De lo dicho hasta ahora no cabe deducir que la Masonería pretenda una vuelta
atrás, a doctrinas elaboradas en el siglo XVIII. El gran valor de la Masonería radica
en que cada masón, cada generación de masones, reelabora la continua y
progresiva aplicación de los principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad, que no
significan lo mismo en el siglo XVIII que en el XX. Nada de cuanto es humano nos
es ajeno, nada de cuanto es Universo nos es ajeno, por estar el hombre inmerso
en ese Universo como parte consciente y valiosísima del mismo, capaz de
comprender y ayudar a mantener la armonía del conjunto.

No somos retrógrados cuando tratamos de mantener y estudiar las raíces de


nuestra tradición, pues no se puede pretender entender el presente ni construir el
futuro ignorando los orígenes.

En resumen, el Templo que pretendemos construir está siempre inacabado, y cada


generación de masones aporta una piedra más a la obra común, adecuada a su
época y su marco geográfico.

La Masonería no es un grupo de presión.

Hemos visto ya que en la Masonería no se dan consignas políticas ni ideológicas,


sino que cada cual expone su reflexión ante un problema, sin haber una postura
obligatoria para todos.

La Masonería no pretende sustituir a otros grupos (partidos políticos, sindicatos,


asociaciones de todo tipo), que cumplen su misión y entendemos necesarias para
la vida colectiva. En ningún caso se produce una antítesis, siendo plenamente
complementarias unas con otras. Si acaso, suele ser bastante enriquecedor para
el masón el poder aportar visiones más globales, o aspectos distintos en una
cuestión, al llevar adelante su papel en partidos, sindicatos o asociaciones.

Otro punto que debe aclararse es la cuestión vertida sobre nosotros de ostentar un
poder secreto mediante la mutua ayuda entre masones. En primer lugar, conviene
señalar que el deber de todo masón a prestar ayuda y solidaridad a todos los
demás, y no solo a los demás masones. Si con éstos le une un especial vínculo de
fraternidad, que da al trabajar en el mismo sentido y con los mismos objetivos, ese
vínculo debe tener un limite en el sentido de justicia y equidad. Ningún masón está
obligado a prestar una ayuda que, en su conciencia, suponga una injusticia o un
favoritismo. Por lo tanto, dependerá de su sentido de justicia, y éste debe ser muy
alto en alguien que se dice francmasón.

Otra cuestión que debe ser aclarada es que nadie está obligado, en Masonería, a
dar ayuda si con ello se priva de lo que es necesario para si y su familia.
Recordamos que nadie puede dar si previamente no tiene, tanto en el sentido
espiritual como en el material.

La Masonería no es elitista. Entre nosotros se cuentan personas de diferentes


procedencias, niveles, formación y profesión. Partimos de la base de la radical
igualdad de todos los seres humanos, de su múltiple variedad que nos enriquece y
equilibra. El elitismo social está proscrito en Masonería, y ello se muestra incluso a
nivel simbólico en determinadas ceremonias, recordando la igualdad de todos los
francmasones, aún ostentando diferentes grados.

LA APERTURA AL MUNDO

El progreso de la humanidad solo es posible si se comparten sus derechos y


obligAciones implícitos, entre todos. Así todo masón y masona del derecho
humano debe sentirse ciudadano del mundo para obrar en ese sentido. La
francmasonería es una sociedad humanista cuya finalidad es el amor del género
humano; el reconocimiento universal de la dignidad de todo ser en la aceptación
de sus diferencia moral, social, cultural, étnica, económica, política, religiosa, etc.

La Orden del Derecho Humano es atenta y sensible a los grandes problemas que
conmueven a nuestra sociedad. Hace conocer su posición cada vez que lo
considera necesario sobre temas como la laicidad, el racismo, la responsabilidad,
la libertad de conciencia, etc.
En el terreno político, la Federación Francesa del Derecho Humano,
estrechamente ligada a los valores de la República, no toma ninguna posición
oficial. No obstante, toda actividad humanista debe ser digna de reconocimiento
para un Francmasón. De ahí que sus miembros sean completamente libres de
tener y manifestar en el mundo profano sus opiniones políticas, con excepción de
las posiciones ideológicas intolerantes o discriminatorias.

En estos trabajos, el francmasón se interesa en diferentes problemas a los que


seguido le enfrenta el mundo profano, como por ejemplo, la responsabilidad
individual, la indiferencia, la división del trabajo, el multimedia, etc.

ALGUNOS TEMAS ANUALES QUE LOS MIEMBROS DE LA FEDERACION


FRANCESA DEL DERECHO HUMANO HAN DESEADO TRATAR

1924.- Les principios de Libertad de Igualdad y de Fraternidad están en peligro?


1933.- La Organización del trabajo y su corolario: la organización del tiempo libre.
1986/1987.- Cómo preparar esta sociedad multiétnica y multicultural de mañana o
cada quien podrá vivir sus diferencias dentro de la misma nación?
1993-1994.- La división del trabajo es una necesidad. ¿Puede convertirse en
realidad? ¿Cuáles son las nuevas concepciones para el trabajo de mañana?

En Francia el Derecho Humano tiene un programa de radio, el último domingo del


mes a las 9:40 am en la estación “France Culture” que se llama “Diversos
aspectos del pensamiento contemporáneo”.

La tolerancia, la libertad, la solidaridad, la fraternidad, son principios que animan a


todos los francmasones. Los profanos, hombres y mujeres, deseosos de
perfeccionarse y de contribuir al progreso de la humanidad pueden forma parte de
la Orden, pues la masonería es sin duda una buena manera para expresarse
libremente en todos los sentidos, es una buena razón de vivir, un ideal.
La fraternidad masónica nunca ha consistido de apoyo material como lo afirman
algunos de sus detractores. Es una comunidad humanista que se actualiza en un
clima de fraternidad y de confianza mutuas.

Volverse Francmasón es un acto de Amor. Mantenerse Francmasón es querer


continuar respetando al ser humano para constituir una nueva humanidad donde
se erija y reine nuestra inalterable divisa: “Libertad, Igualdad, Fraternidad”.

La obra del Derecho Humano no ha concluido. Tú puedes tomar tu parte para


continuarla.

En el contexto de la masonería universal, la Orden Masónica Mixta e Internacional


“El Derecho Humano” ocupa un lugar privilegiado. En efecto, sociedad cultural,
filosófica e iniciática, heredera de tradiciones milenarias, el Derecho Humano
reagrupa en su seno hombres y mujeres, que se reconocen entre sí como iguales
en deberes y derechos, que se declaran fraternalmente unidos por amor a la
humanidad y que comparten la triple divisa de la Francmasonería: “Libertad,
Igualdad, Fraternidad”.

Creada en 1893 en respuesta a la oposición de las obediencias masónicas


existentes en ese momento para iniciar mujeres, el Derecho Humano extiende hoy
su influencia a mas de 60 países de los dos hemisferios.

A más de un siglo de su fundación, rendimos homenaje a sus fundadores, María


Deraismes y Georges Martin y a todos aquellos hombres y mujeres que
fraternalmente durante todo este tiempo se ha unido sin distinción de raza, credo,
ideología, condición social, cultural o económica, han contribuido al
perfeccionamiento de la humanidad a través del mundo a fin de hacer reinar la
armonía, fuente de alegría y de justicia.
Conclusión.

Confiamos haber aclarado dudas, confusiones o puntos oscuros. No pretendemos


con ello otra cosa que ser más conocidos en nuestros objetivos y formas de
trabajar. Para terminar, te recordamos algo que con frecuencia se dice en
Masonería: hay muchos masones sin mandil; es decir, personas que nunca van a
ingresar en una logia, pero cuyos principios y actuaciones extienden día a día ese
mundo más fraternal, más justo, más tolerante y más libre que también nosotros
perseguimos.

SEGUN LA ORGANIZACION MASONICA MEXICANA

Durante mucho tiempo, la participación de la mujer en la Masonería se ha


considerado como uno de los grandes tabúes que en cuanto tales, dividen antes
que unir.

La interpretacion equivocada de los Landmarks que proscribe su participación no


sólo ignora el papel jugado por las corporaciones de hilanderas, costureras,
tejedoras, vidrieras, escultoras, talladoras, etc. en el Arte de la Consrucción, sino
que, además, retoman uno de los prejuicios fundamentales de la sociedad inglesa
de principios del siglo XVIII, para la cual la mujer era considerada como una cosa,
en el término jurídico de la palabra, y por tanto, carecía de los derechos básicos,
los cuales poseía en función de su señor, es decir, de su "propietario".

La masonería francesa marcó un parte aguas en la consolidación de una sociedad


más igualitaria, asumiendo el reto de reconocer -que no otorgar- derechos a sus
congéneres femeninas y con ello, la posibilidad de iniciarse en una logia. Los
prejuicios de la moral victoriana, aún permanecen en los albores del tercer milenio
y desafortunadamente continúa siendo motivo de discordia entre las diferentes
ópticas de la Masonería.
La Organización Masónica Mexicana en seguimiento a la tradición del
pensamiento de vanguardia que desde su fundación a mediados del siglo XIX,
enarboló el Rito Nacional Mexicano en nuestro territorio, ha auspiciado la
formación de logias mixtas, considerando a la mujer en igualdad de condiciones
que sus hermanos varones. Se ha procurado, sin embargo, el respeto irrestricto de
los usos y reglamentos de las diferentes logias y grandes logias, aceptando la
existencia de logias exclusivamente masculinas o femeninas.

Así, en todas las logias adscritas a la Organización Masónica Mexicana, se acepta


la participación de la mujer (o en su caso del varón) en logia, sin ser ello
obligatorio tanto para talleres puramente masculinos, como para los
exclusivamente femeninos, respectivamente.

En la Organización Masónica Mexicana adicionalmente se encuentra adscrita, una


gran logia femenil (Gran Logia de Mujeres Insurgentes), donde las mujeres son
iniciadas en un plano de igualdad de derechos al de sus congéneres varones.
Dicho cuerpo masónico, cuenta con un reconocimiento pleno y esta dotado de una
total autonomía en cuanto a sus decisiones. Esto contrasta con las organizaciones
femeninas existentes en otras obediencias, donde son reconocidas simplemente a
nivel comasónico o hasta paramasónico, teniendo las mujeres en ellas, el rol de
"hermanas menores", lo cual desde la perspectiva de la Organización Masónica
Mexicana es a todas luces inaceptables.

EL GENERO ESTA EN TODO

“El Género está en todo; todo tiene sus principios masculino y femenino; el
Género se manifiesta en todos los planos”, enseña la última de las leyes
Herméticas. Con este postulado, el maestro “tres veces sabio” nos guía por los
distintos niveles de Creación, observando allí cómo la dualidad se funde en la
unidad para engendrar un nuevo ser.

Esta ley, que concierne a la procreación, también nos muestra la existencia de los
impulsos centrífugo y centrípeto, que son las fuerzas que sostienen la gravitación,
tanto al nivel de las minúsculas partículas, como en el de los gigantescos super
universos.

Dentro de los propósitos cósmicos, engendrar la vida es el acto ritual


trascendental más sagrado. A nivel microscópico, la fuerza de atracción hace girar
los corpúsculos negativos o electrones, alrededor del positivo, o protón. Después
del obligado cortejo, ambos se combinan y ocurre la creación de un nuevo átomo.
En las especies animal y humana la danza de la vida se repite con los
espermatozoides siendo atraídos por el óvulo. Cuando uno de los espermas logra
la penetración, sucede el milagro de la concepción.

En los niveles macrocósmicos, rige el mismo sistema de procreación. En la


Enciclopedia Británica encontramos que “…en tiempos remotos, el bombardeo de
cometas a la Tierra, pudo haber tenido un papel muy importante en la formación
de la atmósfera y los mares. Adicionalmente, estos cometas pueden haber
suministrado las moléculas orgánicas necesarias para el desarrollo de la vida”.

El método de fertilización es entonces el mismo, trátese de electrones,


espermatozoides o cometas que fecundan protones, óvulos o planetas. Ahora
llevaremos el principio de Generación desde lo conocido hasta lo desconocido,
apoyándonos en la Ley de la Correspondencia: “Como es arriba es abajo, y como
es abajo es arriba”. Porque solo de esta manera llegaremos a comprender su
aplicación primordial.

Dice Hermes Trismegisto: “la creación misma del


universo obedece también a la Ley de la Generación”.
Añade además: “…la Generación se manifiesta en todos
los planos”. Esto quiere decir que las posibilidades de
Creación desde la mente y desde el espíritu son también
gobernadas por las mismas normas. Este ha sido un
conocimiento oculto desde los tiempos del antiguo Egipto.
Hay secretos de alta magia involucrados, pues esta ley
pone a nuestro alcance la clave para comandar el Fiat
Lux sagrado con la potestad del sabio.

Veamos un ejemplo: procrear a niveles sutiles también es el resultado de la unión


de dos opuestos. En este caso: el pensamiento, que es actividad y movilidad,
representa la polaridad masculina, mientras que las emociones, como expresión
de receptividad y reposo, encarnan el principio femenino.

Para producir físicamente lo que tu desees, debes unir estas fuerzas:

pensamiento + emoción = manifestación.

Así, tu proyecto será concebido primero en los planos sutiles. Luego, si la ley de la
correspondencia lo autoriza, el universo lo apoyará y acomodará las
circunstancias de manifestación (proceso de gestación). Transcurrido el tiempo
necesario, invariablemente verás la materialización de aquello que creaste…

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