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VISTOS.

Ponencia del Magistrado Rafael Rivas Sarmiento (Primer Conjuez).

En fecha ocho de marzo de mil novecientos noventa y cinco el Juzgado Superior


Primero en lo Penal del Primer Circuito de la Circunscripción Judicial del Estado
Portuguesa, constituido en Asociados, dictó decisión por la cual ABSOLVIO a los
ciudadanos WILLLIANS JOSE OLIVO GARCIA y BONNER JOSE OLIVO
GARCIA, venezolanos, titulares de las cédulas de identidad números 12.240.250 y
11.404.600, de los cargos fiscales que le fueron formulados por la comisión del delito de
HOMICIDIO INTENCIONAL y HOMICIDIO INTENCIONAL

EN GRADO DE FRUSTRACION, previstos y sancionados en los artículos 407 y


407 en concordancia con el artículo 80, todos del Código Penal, en perjuicio de los
ciudadanos MIGUEL EUSEBIO MONTILLA CARMONA y JOSE RAMON MEJIAS
VALDEZ respectivamente.

Contra dicho fallo anunció recurso de casación la ciudadana Fiscal Segundo del
Ministerio Público (encargada) de la referida Circunscripción Judicial.

Remitidos los autos a la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, el


Magistrado inicialmente designado Ponente informó a la Sala haber sido admitido el
recurso conforme al derogado Código de Enjuiciamiento Criminal por el Tribunal a quo.

Durante la reapertura del lapso para la formalización del recurso presentó escrito
contentivo del mismo el ciudadano Fiscal Tercero del Ministerio Público ante la Corte
Suprema de Justicia.

Constituida la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia el 25 de


enero de 2000 se reasignó la ponencia al Magistrado Jorge L. Rosell Senhenn. El 24
de febrero de 2000 fue convocado el doctor Rafael Rivas Sarmiento como Magistrado
Suplente, correspondiéndole la presente ponencia.
Cumplidos como han sido los demás trámites procedimentales, se pasa a dictar
sentencia, con base a las normas establecidas en el ordinal 1ero. del artículo 510 del
Código Orgánico Procesal Penal, en los términos siguientes:

PLANTEAMIENTO Y RESOLUCION DEL RECURSO DE FORMA :

Con base en el ordinal 2do. del derogado Código de Enjuiciamiento Criminal,


denuncia el formalizante la infracción del 2do. aparte del artículo 42 ejusdem,
atribuyéndole a la recurrida el haber dejado de analizar y comparar las pruebas siguientes:

1.- La declaración del ciudadano JOSE RAMON MEJIAS VALDEZ y


reconocimiento efectuado por éste de los imputados en rueda de individuos.

2.- La declaración rendida por la ciudadana GRISELVI URQUIOLA y


reconocimiento efectuado por ésta donde reconoce al imputado WILLIANS OLIVO.

3.- La declaración rendida por la ciudadana CARMEN BULLONES DE MEJIAS,


complementada con reconocimiento hecho por ésta del imputado WILLIANS OLIVO.

4.- La declaración rendida por el ciudadano ESTEBAN RAMON URBINA


AZUAJE.

5.- La declaración rendida por el ciudadano OCTAVIO RAMON MARQUEZ.

6.- El Informe cursante al folio 31, correspondiente a Experticia de Comparación


Balística realizada a un pedazo de plomo extraído del cadáver de MIGUEL MONTILLA.

Transcribe el recurrente parte del fallo impugnado así como el contenido de las
pruebas denunciadas como dejadas de analizar y comparar por la recurrida indicando la
importancia de las mismas.

La Sala para decidir observa:

De la lectura de la sentencia impugnada, se evidencia que es cierta la imputación


hecha por el formalizante, pues en efecto, el Sentenciador de la recurrida en la parte de la
sentencia referente a la culpabilidad de los imputados en los delitos de HOMICIDIO
INTENCIONAL Y HOMICIDIO INTENCIONAL EN GRADO DE FRUSTRACION,
dejó de analizar las pruebas siguientes: Las declaraciones de los ciudadanos JOSE RAMON
MEJIAS VALDEZ, GRISELVI URQUIOLA, CARMEN BULLONES DE MEJIAS,
ESTEBAN RAMON URBINA AZUAJE, OCTAVIO RAMON MARQUEZ y MIGUEL
MONTILLA, señaladas por el formalizante, limitándose tan sólo a transcribirlas y a luego
indicar que:

"…En lo que respecta al delito de HOMICIDIO, al analizar y valorar los elementos


de prueba para la comprobación del referido delito, se observa que no fue traído a los autos
copia de la Partida de Defunción, que pudiera adminicularse a dichos recaudos para
precisar causa y veracidad de la muerte del presunto occiso, aún cuando esta fue solicitada
a la Prefectura Civil de este Municipio, como consta al folio 164 de la primera pieza del
expediente, según oficio No. 9700-057-1370 emanado del Cuerpo Técnico de Policía
Judicial de esta Delegación, así como tampoco fue agregado o traído a los autos Acta o
Constancia de Enterramiento de este ciudadano, igualmente solicitada al Administrador del
Cementerio de este Municipio, por el Comisario Jefe del referido Organismo Policial,
según oficio No. 9700-057-1371, que cursa al folio 165 de este expediente, y, por cuanto el
artículo 115 del Código de Enjuiciamiento Criminal, establece expresamente que 'la base o
procedimiento en materia penal, es la comprobación o la existencia de una acción u
omisión prevista expresamente por la Ley, como delito o falta', y como ya dijimos antes, la
comprobación del cuerpo del delito es el requisito sine quanón para hacer posible el
ejercicio de la acción penal, ya que el cuerpo del delito constituye la existencia del delito
mismo. Es por ello que es indispensable la materialización corpórea de la perpetración del
hecho punible, para que se constituya el delito. Como ya lo hemos dicho, la comprobación
del cuerpo del delito es fundamental en el proceso penal y evidentemente que en el presente
caso no llegó a demostrarse ese extremo legal, en lo que se refiere a este presunto hecho,
por lo que esta Alzada consideró innecesario entrar a analizar los elementos probatorios que
comprometan de responsabilidad penal a los mencionados procesados, declarando que la
presente Sentencia por lo a este delito respecta ha de ser ABSOLUTORIA, para los
procesados WILLIANS JOSE OLIVO GARCIA y BONNER JOSE OLIVO GARCIA…".

De lo anterior se desprende que el Juzgador de la recurrida, no sólo dejó de analizar y


comparar las referidas pruebas en la parte relativa a la culpabilidad, sino que, amparándose
en que faltaba en el expediente la Partida de Defunción y el Acta de Enterramiento, expresó
que no era menester analizar tales elementos probatorios, ya que las referidas pruebas eran
indispensables para comprobar el Cuerpo del delito de HOMICIDIO, en perjuicio del
ciudadano MIGUEL EUSEBIO MONTILLA CARMONA.

Considera la Sala, que el Juzgador de la recurrida ha debido analizar y comparar las


pruebas señaladas por el recurrente, pues si bien es cierto, que no se trajo a los autos la
Partida de Defunción ni el Acta de Enterramiento; no es menos cierto que en el presente
proceso existen otras pruebas tales como: La Inspección Ocular practicada en la Morgue y
el examen físico practicado al cadáver de MIGUEL EUSEBIO MONTILLA CARMONA,
el Informe Médico practicado igualmente a dicho cadáver, la Autopsia Forense practicada
al cadáver del referido agraviado, el Informe de Necrodactilia que indica que el cadáver de
marras corresponde al ciudadano MIGUEL EUSEBIO MONTILLA, la Experticia
Mecánica practicada al revólver, la Experticia Química (guanteletes de parafina) tomada al
ciudadano BONNER JOSE OLIVO, la cual dio resultado positivo, la Experticia de
Balística; las declaraciones de JOSE RAMON MEJIAS, GRISELVI MERCEDES
URQUIOLA, MATILDE ANTONIA MEJIAS LINARES, ESTEBAN RAMON URBINA
ASUAJE, OCTAVIO RAMON MARQUEZ y CARMEN GARDENIA BULLONES DE
MEJIAS; y el Informe cursante al folio 31, estas últimas pruebas indicadas expresamente
por el formalizante, las cuales son igualmente idóneas para establecer los hechos que
configuran el delito de HOMICIDIO INTENCIONAL, en perjuicio del nombrado
MIGUEL MONTILLA CARMONA; y que también pudieran servir para comprobar los
hechos constitutivos de la culpabilidad de los ciudadanos WILLIANS JOSE OLIVO
GARCIA y BONNER JOSE OLIVO GARCIA en el mismo.

Esta Sala ha dicho en reiterada jurisprudencia que, cuando se trata de Homicidio


Simple, para dar por comprobado el cuerpo del delito sólo se exige la prueba de la muerte
de una persona causada intencionalmente por otra.

En consecuencia, al adolecer el fallo recurrido de los vicios de motivación antes


señalados, la presente denuncia de forma debe ser DECLARADA CON LUGAR, como en
efecto así se declara.

Por cuanto la anterior declaratoria produce la nulidad del fallo, la Sala se abstiene
de conocer la restante denuncia de forma interpuesta por el recurrente.

Las razones por las cuales se dictó la sentencia absolutoria no obedece a criterios
racionalmente explicados por el sentenciador, sino a una grave omisión en la cual se
incurrió al desechar todas las pruebas que evidenciaban el hecho investigado, y por cuanto,
como se dijo, esta Sala considera grave la omisión en cuestión, se ordena remitir copia de la
presente decisión por ante la Inspectoría General de Tribunales, a los efectos legales
consiguientes.

DECISION

Por las razones expuestas, este Tribunal Supremo de Justicia, en Sala de Casación
Penal, Administrando Justicia en nombre de la República y por autoridad de la Ley,
DECLARA CON LUGAR la presente denuncia de forma presentada por el ciudadano
Fiscal Tercero del Ministerio Público ante el Tribunal Supremo de Justicia, ANULA el
fallo impugnado y ORDENA remitir el expediente a la Corte de Apelaciones del Area
Metropolitana de Caracas para que dicte nueva sentencia, prescindiendo de los vicios que
originaron la nulidad anterior.

Publíquese, regístrese y bájese el expediente. Ofíciese lo conducente.

Dada, firmada y sellada en el Salón de Audiencias del Tribunal Supremo de


Justicia, en Sala de Casación Penal, en Caracas a los tres días del mes de marzo del año
dos mil. Años: 189º de la Independencia y 141º de la Federación.

Presidente de la Sala (E),

Rafael Pérez Perdomo

Vice-Presidente (E),
Magistrado (Primer Conjuez)

Alejandro Angulo Fontiveros Rafael


Rivas Sarmiento
La Secretaria,

Linda Monroy de Díaz

JLRS/rder.

EXP. No. 95-594

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