© STALKER, 2005.
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El Samtotaj y otros cuentos
Gabriel Cebrián
El Samtotaj
y otros cuentos
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EL SAMTOTAJ
Uno
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Grupo étnico también conocido como “Chulupi” y “Ashlush-
lay”, correspondiente a la familia lingüística Mataco-Mataguayo.
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Dos
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Entre los Nivaklé, chamán, médico brujo.
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Persona no Nivaklé.
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Gran chamán
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Tres
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Infusión en agua fría de yerba mate.
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Quiero expresar aquí que, en función del carácter si se quiere
anecdótico de la presente crónica, estoy tratando de acotar las
denominaciones y conceptos Nivaklé a su mínima expresión –
quizá no debiera omitir, entre otros ítems, la clasificación
exhaustiva de los Sichées y la nomenclatura de ellos mismos
según su utilidad y características-; ello en pos de no atosigar al
lector poco interesado en esta suerte de especificaciones (cosa
que sabrán comprender los que las encontrarían útiles o
atrayentes, a quienes invito a investigar los numerosos artículos
y bibliografías existentes en la red referidos a esta cultura).
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Cuatro
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Seres pequeños que habitan los distintos mundos experimenta-
dos por los Toiyés, y que cuando son dominados por éstos se
transforman en sus Sichées.
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Cuerpo etérico de un Toiyé Samtó, es decir, un hechicero no
Nivaklé.
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Ciudad paraguaya de Doctor Pedro P. Peña.
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Cinco
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Ocho
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Diez
-Váyase -dijo.
-Señor Malloy, no he venido a hacerle daño.
Por el contrario, deseo ayudarlo.
-No necesito ayuda de nadie. Váyase.
-He recorrido distancias enormes y me he ex-
puesto a grandes peligros para hallarlo. Haga el favor
de hablar conmigo, déjeme ayudarlo.
-Nadie puede ayudarme ya. Menos quien vie-
ne de parte del Coicheyik.
-No vengo de parte del Coicheyik.
-Eso es lo que dicen todos. Y yo le digo que
usted ha sido enviado directamente por él.
-¿Lo dice porque los ayudantes del Coicheyik
fueron quienes me dieron estos Iautói?
-Lo digo porque ha sido él quien lo ha envia-
do. Váyase, no me haga perder el poco tiempo que le
queda a mi Sa’c’aclít.
-No sabe lo que dice, Malloy. Odio a ese Uj-
Toiyée tanto como usted, si no más. Déjeme ayudarlo,
por favor, y tal vez usted pueda a su vez ayudarme.
- Nadie puede ayudarme, ya se lo dije. Hace
rato que he muerto.
-Si hubiese muerto, no estaría hablando ahora.
-Ah, ¿sí? ¿Y usted qué sabe? ¿Está seguro?
¿Está seguro de no haber muerto, acaso? Yo que us-
ted, no estaría tan seguro. Que yo sepa, los gusanos
no proliferan en los organismos vivos.
-A veces sí, en las heridas. Pero ya estoy lim-
pio.
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Once
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Doce
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DE DEMIURGOS, SEPARACIONES Y
LA VERSIÓN DE UNA OBRA DE
BUKOWSKI EN PORTUGUÉS QUE
HABÍA CONSEGUIDO ESA MISMA
TARDE
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Carlos Fuentes.
¿TELURISMO O BRINCADEIRA?
A los catarinenses
∗∗∗
De Santo Antōnio, Isla de Ratones Grande; y de la Santa
Cruz, Isla de Anhatomirim.
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Grupo étnico correspondiente al tronco lingüístico Tupí-
Guaraní.
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Pedro Abelardo
∗
Esta adverbialización comporta una sugestiva dicotomía, ¿no lo
creen?
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Ahriman
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∗∗
Epíteto tomado de una vieja canción del grupo británico Tra-
ffic.
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Untier Entstellt
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Vaya.
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Untier:
Ahriman
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DELIRIUM TREMENS
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EL LEGADO DE KAPILA
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No eran aún las nueve de la mañana cuando
me detuve frente a la casa. Se trataba de un chalé del
que apenas podía verse parte del tejado a dos aguas –
cercado de árboles frondosos como estaba- sito en
medio de una extensión de terreno de una hectárea o
algo así, rodeada de ligustros bastante altos, y que
formaban una especie de portal semicircular sobre la
tranquera de acceso. Toqué la bocina un par de veces
y, a contrario de lo que suele suceder en estableci-
mientos como ése, ningún perro vino a ladrar. Un an-
ciano alto, delgado, con abundante cabellera y barba
totalmente blancas, vestido de overol caqui sin camisa
o camiseta debajo –algo de lo más apropiado teniendo
en cuenta los tórridos calores con los que el mes de
marzo suele agobiarnos-, me hizo señas para que in-
gresara. Me apeé del auto, quité la abrazadera de me-
tal que mantenía la tranquera sujeta al poste, la abrí,
trabé luego el pasante de hierro clavándolo en la tie-
rra, subí al auto, lo entré, volví a apearme, cerré nue-
vamente la tranquera, me senté una vez más al volan-
te (puf), aparqué junto al chalé, detuve el motor y bajé
por fin, justo a tiempo para estrechar la mano de Si-
meon, quien me miraba de modo que sentí que lo ha-
cía desde una lejana nebulosa en los confínes del es-
pacio sideral. Cómo explicar tal sensación es algo que
exorbita mi capacidad expresiva, y ésta es sólo la pri-
mera vez de las tantas que deberé excusarme por mo-
tivos análogos a lo largo del presente reporte.
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El tono compulsivo de la propuesta del ancia-
no, así como una cierta fiereza en la mirada al mo-
mento de formularla, consiguieron perturbarme lo su-
ficiente como para hacer uso de la no perentoriedad
ofrecida. Sin mediar palabra, y por lo visto al tanto de
mi estado dubitativo, Simeon fue por otra botella, lle-
nó su chopp por el camino y la depositó sobre la me-
sa, para luego marcharse a caminar entre un grupo de
eucaliptos que se elevaban a unos cincuenta metros.
Pensé entonces que el mero hecho de que es-
tuviese considerando qué hacer ya implicaba que de
algún modo creía posible que existiese algo en sí pro-
digioso, que no fuera producto de patología mental;
quizá sí su catalizador, me dije, en una simple inver-
sión causal. Lo que hacía suponer que, siendo así, ese
agente desestabilizador bien podía alcanzarme y de-
jarme en una situación parecida a la del viejo, cosa
absolutamente fuera de mis planes. Traté de bajar los
niveles de ansiedad y objetivar mis ideas. Sopesar los
aspectos favorables y desfavorables de la disyuntiva,
tratando de prever hipótesis de máxima sobre todo en
el segundo ítem. Si el viejo estaba loco no lo parecía,
dado que, como ya he dicho, su discurso no solamen-
te estaba dotado de una clara exposición sino que ade-
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Índice
El samtotaj...........................................7
De demiurgos, separaciones y la
versión de una obra de Bukowski
en portugués que había conseguido
esa misma tarde..................................71
¿Telurismo o brincadeira?..................79
Delirium tremens..............................123
El legado de Kapila..........................141
Índice...............................................167
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