1

INSTITUCIONES DEL DERECHO.

EL ESTADO DE DERECHO

1. La Nación y el Estado de Derecho.

1.1. El Estado de Derecho. La exclusión de la violencia.

Es la base del sistema democrático. En él los ciudadanos encuentran la garantía de

sus derechos y la forma de resolver pacíficamente sus conflictos en el medio social. Se
basa en la independencia de los poderes* del Estado y fundamentalmente en el
contralor de los actos del poder Ejecutivo por parte del Poder Legislativo y en los
casos concretos por parte del Poder Judicial.

El estado de derecho está muy unido a los principios de igualdad, libertad, justicia y
respeto de los derechos humanos, que tienen su máxima expresión en la Constitución
Nacional.

Se vulnera el estado de derecho cuando el ejercicio del poder se convierte en un

instrumento de dominación, cuando se castiga sin juicio previo, se obliga a los
ciudadanos a declarar contra sí mismos, se los arresta sin orden de autoridad
competente o se le priva del legítimo ejercicio de la defensa. O también cuando se
viola el domicilio sin orden de allanamiento o se usan apremios ilegales. Cuando se
atenta contra la libertad de prensa y no se investigan o se dejan impunes los delitos y
acciones que atentan contra la moral social. O cuando no se respetan los derechos de
las minorías o se realizan desde el poder, actos de discriminación racial, social,
política, religiosa, cultural o sexual.

El estado de derecho es la base de una sociedad pluralista y abierta, de una

convivencia respetuosa de los derechos de todos. Supone también que todos se
comprometen a rechazar toda violencia, incluso la represiva, que no se ajuste a la ley,
que establece el monopolio de la fuerza por parte del Estado y su ejercicio con
sujeción a las normas legales vigentes y particularmente al texto y al espíritu de la
Constitución Nacional.

1.2. La Constitución Nacional.

La base jurídica del estado de derecho, es la Constitución Nacional. Es la ley

fundamental de la Nación, que ofrece amparo y garantía al ejercicio de los derechos
humanos y regula el poder del Estado.

En su texto reformado de 1994, la Constitución Nacional incorpora nuevos derechos y

garantías. En primer lugar por el artículo 75, inc. 22, once tratados internacionales de
derechos humanos, quedan incorporados al texto constitucional. Luego los artículos 36
al 43 consagran nuevos derechos, entre ellos, se garantiza el pleno funcionamiento de
los partidos políticos, el derecho al medio ambiente, los derechos del consumidor, se
establece la acción de amparo y el recurso del habeas data. También se garantiza la
gratuidad y universalidad de la enseñanza, el derecho al desarrollo humano, los
derechos de las comunidades aborígenes y los del niño y la mujer embarazada. Crea
las nuevas instituciones del Defensor del Pueblo y la Auditoria General de la Nación,
así como el Consejo de la Magistratura para la designación de los Jueces de la Nación.
Por último establece formas de participación, también llamadas “democracia
semidirecta”, como la iniciativa popular y la consulta popular (vinculante y no
vinculante).
2
El Estado de Derecho es la plena vigencia de las garantías constitucionales, es el
respeto a la LEY. El Estado de Derecho es el imperio de la LEY.

1.3. La democracia pluralista.

En nuestro tiempo, en el marco de una sociedad compleja y en constante proceso

de cambio, no basta ya hablar de democracia. Es necesario caracterizarla, para que
ella responda a las exigencias de nuestra sociedad.

La democracia política y formal, tan necesaria, resulta insuficiente si no se avanza

hacia formas de democracia económica, social y cultural.

Pero es en la participación de los ciudadanos en la toma de decisiones y en el

reconocimiento de los movimientos sociales como sujetos colectivos, dónde la
democracia encuentra los caminos hacia su fortalecimiento y profundización.

Lo propio puede decirse del reconocimiento del carácter pluralista de nuestra sociedad,
que no admite hegemonías de partidos políticos, grupos de intereses o confesiones
religiosas, por mayoritarias que ellas sean.

Ello implica, como ya dijéramos, que la democracia se enriquece con la valoración y el

respeto de las mayorías hacia las minorías y recíprocamente, como también por la
aceptación de reglas de juego compartidas para la competitividad, en el ejercicio de la
vida cívica, social o cultural.

* En nuestra opinión, la interpretación histórica por razones de simplicidad, ha desnaturalizado

el sentido fundamental de la “separación orgánica y funcional del poder”; en efecto “ ... el poder
es uno solo e indivisible ..., la división del poder no es tal, ... tan sólo es la separación orgánica
y funcional del poder... en tres estamentos: a) el Legislativo, que es quien crea la ley; b) el
Ejecutivo, quien administra y ejecuta actos de gobierno conforme a la ley; y, c) el Judicial,
quien interpreta y aplica la ley en el caso concreto… Indudablemente, los tres estamentos
conforman un sistema único y permanente de control y contrapeso de los actos del otro ...”
(Barón de Montesquieu).

Dr. Gustavo Zunino