El ambiente cultural de Castilla estaba inserto en el rea islmica, en el sentido de que la vecindad y el contracto de Castilla y AlAndalus determinan razones de convivencia entre moros y cristianos, motivando fuertes influjos que acusan un mozarabismo, que tuvo su mayor fuerza expansiva en el siglo X, cuando Len y Castilla se pueblan de iglesias mozrabes y cuando se acenta, en la Espaa cristiana, el sentido musulmn de la vida. El prejuicio antirabe, que opera todava sobre muchos eruditos, se basa en la falsa creencia en la incomunicacin del mundo cristiano y del mundo musulmn. Es conocida la importancia de la juglara musulmana en las cortes, regas o seoriales, de la Espaa cristiana, as como la compenetrada actividad profesional de juglares moros y cristianos. El Cid Campeador histrico, en su corte medio mora de Valencia no slo escuchaba a juglares en romance y a clrigos en latn, sino tambin a literatos musulmanes o a juglares moros. De hecho, un anlisis comparativo entre la pica rabe y la pica castellana descubre ante todo una serie de motivos temticos comunes a las dos epopeyas.
La guerra santa
La huella musulmana en la pica espaola o francesa se deja traslucir tambin en la concepcin misma de la guerra contra el infiel. Los cristianos, conscientes del papel desempeado por el jihad, o guerra santa musulmana, se inspiraron en l, en sus luchas contra el Islam en Espaa o en el Oriente. El concepto del jihad o la guerra santa informa el sentido de la epopeya musulmana.
Pero al lado de la concepcin de la guerra santa, as idealizada, segn la doctrina cornica del jihad, contrasta la actitud prctica y realista del guerrero musulmn, preocupado obstinadamente del robo y reparto del botn. No deja de ser sorprendente la misma bipolaridad o ambivalencia en los sentimientos de la mesnada y del Cid del Poema. Pero el Cid del Poema no es un hroe abstractamente idealizado, vive en su realidad de desterrado pobre, en la que el botn de guerra es tambin uno de los estmulos y mviles de sus campaas. La importancia del botn se deduce tambin de la meticulosidad con que se realiza el reparto. Una connotacin, en la prctica del reparto del botn, pone, una vez ms, a la epopeya castellana en relacin con costumbres del mundo islmico, como reflejo de formas de vida iniciadas durante la secular convivencia: en efecto, el rey o el seor de la hueste, en este caso el Cid, toma para s el quinto de todo el botn, segn usanza imitada de los musulmanes.