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INTRODUCCIÓN1

Con la vigencia del Código Procesal Penal, Decreto 51-92, entra en


funcionamiento la desjudicialización comprendiendo ésta el criterio de
oportunidad, regulado en su Artículo 25 que establece los casos de
procedencia y el Artículo 25 ter que regula la participación del síndico municipal
en la aplicación del criterio de oportunidad.

El Código Municipal regula los requisitos y funciones del síndico municipal,


quien eficazmente resuelve problemas comunitarios, pero no sabe aplicar el
criterio de oportunidad.

El presente trabajo consta de dos capítulos y conclusiones. La pregunta guía:


¿Es eficaz la participación del síndico municipal en la aplicación del criterio de
oportunidad?

1
Licenciado Mario Antonio Morales Monroy Abogado y Notario Universidad Panamericana
M. A. en Derecho Penal y Derecho Procesal Penal Universidad Mariano Gálvez
Pensum Cerrado en Doctorado Universidad Mariano Gálvez
LA INAPROPIADA PARTICIPACIÓN DEL SÍNDICO MUNICIPAL EN LA
APLICACIÓN DEL CRITERIO DE OPORTUNIDAD2

El Síndico Municipal es miembro del Concejo Municipal y su función está


orientada a buscar el mejoramiento del municipio al que pertenece. Sus
atribuciones están reguladas en el Código Municipal. El Código Procesal Penal
establece instituciones de carácter novedoso que se encuadran dentro de la
desjudicialización, y dentro de ésta, tiene importancia el Criterio de
Oportunidad. El precitado Código, le asigna funciones al Síndico Municipal
para la aplicación del Criterio de Oportunidad, lo cual crea problemas
fundamentales como es lo contradictorio entre su función con la delegación de
esta institución de carácter penal.

La pregunta de investigación que guía el presente trabajo es ¿Puede el


Síndico Municipal solicitar la aplicación del Criterio de Oportunidad?

En el desarrollo del presente trabajo, se presentan algunas de las


instituciones más importantes que tienen relación directa con el Criterio de
Oportunidad y con el Síndico Municipal.

CAPÍTULO I
2
M.A. Mario Antonio Morales Monroy, egresado de la Maestría en Derecho Penal y Procesal Penal de la
Universidad Mariano Gálvez de Guatemala, tiene pensum cerrado en Doctorado de Derecho de la
Universidad Mariano Gálvez de Guatemala, es Abogado litigante.
PRINCIPIO DE LEGALIDAD, ELEMENTOS DE LA JURISDICCIÓN,
ACCIÓN PENAL

1.1 Principio de Legalidad

El derecho procesal contemporáneo redefine el concepto de legalidad


que obligaba a los tribunales a juzgar y a sancionar todos los hechos delictivos
conocidos. De conformidad con el nuevo procedimiento, los jueces no podrán
actuar de oficio, es decir, sin requerimiento del Ministerio Publico:

Articulo 251. Ministerio Público. El Ministerio Público es una institución


auxiliar de la administración pública y de los tribunales con funciones
autónomas, cuyos fines principales son velar por el estricto cumplimiento
de las leyes del país, su organización y funcionamiento se regirá por su
ley orgánica. (Decreto 40-94 del Congreso de la República, Ley del
Ministerio Público).3

Artículo 107. Función. El ejercicio de la acción penal corresponde al


Ministerio Público, como órgano auxiliar de la administración de justicia,
conforme lo establecen las normas del decreto 51-92 del Congreso de la
República. Tendrá a su cargo el procedimiento preparatorio y la
dirección de la Policía Nacional Civil, en su función investigativa del
proceso penal.4

La desjudicialización provoca una selección controlada de casos


previstos en la ley y bajo la responsabilidad política y jurídica del Estado, al
tiempo que protege mediante una atención esmerada otros intereses públicos
de mayor trascendencia.5 Esta excepción al principio de oficialidad es un
primer paso en la desformalización del proceso penal, que, como su nombre lo
indica, permite adoptar la decisión de no ejercitar la acción penal para facilitar

3
Ver el Artículo 251 de la Constitución Política de la República de Guatemala.
4
Ver el Artículo 107 del Código Procesal Penal.
5
Barrientos Pellicer, César Ricardo. Desjudicialización. Guatemala: Organismo Judicial,
1994, pág. 3.
el flujo de casos penales y dar salida rápida bajo control judicial a asuntos
donde la violación al bien jurídico tutelado es leve. En cada municipio donde
existen juzgados de paz, deberá haber un fiscal piloto, pues a éste es al que le
corresponde decidir si ejercita o no la acción penal. Para dar una solución
rápida a la mayoría de causas que se presentan en los municipios, evitar la
solución de conflictos penales se atribuye esa función al síndico municipal. El
Ministerio Público tiene a su cargo la investigación preparatoria, y esto se
justifica porque de esta forma la investigación estará a cargo de un sujeto
distinto al juzgador, requisito fundamental del sistema acusatorio, es decir la
existencia de un juez imparcial, lo que garantiza la independencia del juez
penal, ya que el Ministerio Público será quien asume la función de acusador en
forma obligatoria. Dentro de este contexto cabe señalar que es evidente, sobre
todo en los municipios en donde no se cuenta con Fiscal del Ministerio Publico,
que la aplicación del Criterio de Oportunidad es mínimo, sumado al panorama
general de inobservancia y desconocimiento, así como la falta de preparación
del síndico municipal, lo que crea desigualdades notorias desfavoreciendo a un
gran sector de la población guatemalteca.

El principio de legalidad se comprende como la inevitable reacción del


Estado frente a la posible comisión de un delito que conlleva una acción penal,
ejecutada ante los jueces, requiriendo el juzgamiento a través del proceso
penal al responsable y consecuentemente, el castigo del ilícito penal cometido.
Este principio influye en dos momentos de la acción legal: a) en el inicial de su
promoción; y, b) en el posterior de su ejercicio. “El primero lleva consigo el
necesario inicio de la acción penal al conocer de un hecho delictivo, el
segundo, se concretiza por medio del ejercicio de la acción penal,6 prohibiendo
por regla general su suspensión o cese, hasta que se dicte una sentencia
definitiva. Legalidad significa que todo delito deberá ser siempre investigado,
juzgado y castigado.

El principio de legalidad se encuentra en crisis como principio orientador


de la función acusadora del Ministerio Público y de la administración de justicia
6
Guzmán Godínez, Amada Victoria. Tesis: La Interpretación y la Aplicación del Criterio de
Oportunidad en Materia Penal. Guatemala: Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales,
Universidad de San Carlos de Guatemala, 1996, pág. 24.
de Guatemala. La introducción del Criterio de Oportunidad como parte de la
desjudicialización, si bien es cierto un tanto tímida, es un avance para la
legislación procesal guatemalteca, estableciendo jurídicamente los criterios de
selección del sistema.

Por eso mismo, es importantísima la necesidad de profesionalización de


los sujetos procesales que pueden requerir su aplicación conforme lo establece
el Artículo 25 del Código Procesal Penal. Para el efecto es importante traer a
colación una definición de jurisdicción: la facultad que tiene el órgano
jurisdiccional de aplicar justicia.

El Criterio de Oportunidad es una excepción al principio de legalidad


establecido en la Constitución Política de la República de Guatemala,
específicamente en el Artículo 251. Por este mandato constitucional el
Ministerio Público está en la obligación de promover y dirigir la investigación de
cualquier hecho que revista caracteres de delito. El Código Procesal Penal lo
regula en su Artículo 25. Al hacer el contraste correspondiente entre los
Artículos referidos se establece que no hay armonía entre la norma
jerárquicamente superior y la norma ordinaria, ya que toda norma que
contradice o tergiversa las normas constitucionales son nulas ipso iure. De tal
manera que el Ministerio Público tiene que ejercer siempre la acción penal.

1.2 Acción Penal

La acción es la exigencia de una actividad encaminada a iniciar el


proceso, a pedir la aplicación de la ley penal en el caso concreto. A través de
la acción penal se hace valer la pretensión punitiva del Estado, para imponer la
pena al delincuente por un delito cometido. Sus características son las
siguientes:

a) pública
b) oficial
c) única, e
d) irrevocable.
Por la forma de su ejercicio, nuestro ordenamiento jurídico regula la
acción penal de la siguiente manera:

Artículo 24. Clasificación de la Acción Penal. La acción penal se ejerce


de acuerdo a la siguiente clasificación:
1. Acción Penal Pública,
2. Acción Penal Publica dependiente de Instancia Particular,
3. Acción Privada. 7

Es preciso hacer notar que dentro de la clasificación anterior, la acción


pública dependiente de instancia particular es la que se menciona para la
procedencia del Criterio de Oportunidad, tal como establece el Código Procesal
Penal, en el Artículo 25, numeral 2.

1.3 De la aplicación del Principio de Legalidad

La supremacía constitucional debe tenerse en cuenta en toda relación


que se haga entre las normas ordinarias y las normas constitucionales, ya que
es esencial para nuestro ordenamiento jurídico, porque implica que en la
cúspide del ordenamiento jurídico está la Constitución, y ésta como ley
suprema, es vinculante para gobernantes y gobernados a efecto de lograr el
Estado Constitucional de Derecho. Esta superlegalidad se reconoce con
absoluta precisión en la ley fundamental: El Artículo 44, dispone que: Serán
nulas, ipso jure, las leyes y disposiciones gubernativas o e cualquier otro orden
que disminuyan, restrinjan o tergiversen los derechos que la Constitución
garantiza; el Artículo 175, afirma que ninguna ley podrá contrariar sus
disposiciones y que las que violen o tergiversen sus mandatos serán nulas,
ipso jure; y el Artículo 204 establece que los tribunales de justicia en toda
resolución o sentencia observarán obligadamente el principio de que la
Constitución prevalece sobre cualquier ley o tratado.8

7
Ibid., Artículo 24.
8
Corte de Constitucionalidad, Gaceta No. 42, Expediente 639-95, Tomo II, Pág. 28.
La jerarquía constitucional y su influencia sobre todo el ordenamiento
jurídico tiene una de sus manifestaciones en la prohibición de que las normas
de jerarquía inferior pueden contradecir a las de jerarquía superior.

Es necesario después de lo que se ha expuesto, concluir que el ejercicio


de la acción penal por mandato constitucional, corresponde al Ministerio
Público, lo cual contradice la inclusión del Síndico Municipal como sujeto
procesal activo en la persecución de los delitos que presuponen la aplicación
del Criterio de Oportunidad contenido en el Artículo 25 del Código Procesal
Penal, por lo que reitero que la inclusión del Síndico Municipal es
inconstitucional.

CAPÍTULO II
¿ES EFICAZ LA INTERVENCION DEL SÍNDICO MUNICIPAL EN LA
APLICACIÓN DEL CRITERIO DE OPORTUNIDAD?
El Síndico Municipal es uno de los integrantes del Concejo Municipal
según lo regula el Artículo 9 del Código Municipal. Se puede definir como el
funcionario municipal que propone políticas de orden municipal, fiscaliza la
actividad administrativa de la municipalidad y cuida de que el Alcalde no abuse
o se extralimite en sus funciones.

2.1 ¿Quiénes forman el Concejo Municipal?

El Concejo o Corporación Municipal está integrado por el Alcalde


Municipal, por los Síndicos y Concejales.

2.2 ¿Quiénes pueden ser Alcaldes, Síndicos o Concejales?

Pueden ser los guatemaltecos de origen y/o naturalizados, vecinos


inscritos en el distrito municipal mayores de dieciocho años que estén en el
goce de sus derechos políticos y que sepan leer y escribir. (Artículo 43 del
Código Municipal)

2.3 ¿Cuáles son las atribuciones de los Síndicos y Concejales?

La atribución principal de los Síndicos y Concejales es asistir a las


sesiones del Concejo Municipal, participar activamente en las discusiones y en
la toma de decisiones. Adicionalmente, las siguientes:

a) Proponer medidas que eviten abusos y corrupción en las oficinas


municipales.
b) Fiscalizar la actividad administrativa dela Municipalidad.
c) Interrogar al Alcalde sobre medidas que hubiere tomado.

Las atribuciones anteriores las deben de cumplir los Síndicos y


Concejales en el seno del Concejo Municipal. Adicionalmente, cuando se
interroga al Alcalde sobre una medida que se considera incorrecta, el Concejo
decidirá si aprueba o no la medida que dio lugar a la interrogación.
El Concejo Municipal puede designar a los Síndicos para representar a
la Municipalidad como mandatarios judiciales, con facultades claramente
señaladas y especificadas en el mandato que otorga el Concejo.

Los Síndicos también pueden ser llamados para actuar como


representantes del Ministerio Público en la aplicación del Criterio de
Oportunidad (Artículo 85 de la Ley Orgánica del Ministerio Público).

El sujeto procesal es toda persona con capacidad procesal, con aptitud


jurídica para ser titular de derechos y obligaciones dentro de una relación
jurídica sin necesidad de que sea a través de representantes; en ese sentido
toda persona puede tener condición de sujeto activo o pasivo. Dichos sujetos
procesales pretenden el otorgamiento de justicia o de tutela jurídica y por lo
tanto asumen la titularidad de las relaciones que crean con los derechos, las
cargas y las responsabilidades inherentes.

El Síndico Municipal como sujeto activo en la persecución penal carece


de conocimientos técnicos para pedir al órgano jurisdiccional la aplicación del
Criterio de Oportunidad, ya que como se evidencia en la práctica, no tiene
relación con los procesos penales en que se aplica dicha institución de la
desjudicialización que conocen los Juzgados de Paz, lo que dificulta que la
función se lleve a cabo.

En la práctica, es el mismo Juzgado de Paz Penal es el que cita al


Síndico Municipal para la aplicación del Criterio de Oportunidad en casos
concretos.

Lo anterior contradice el mismo texto de ley, ya que los Juzgados de Paz


Penal aplicarán el Criterio de Oportunidad a petición del Síndico Municipal o del
Ministerio Público, razón por la que estimo importantísimo hacer la enmienda
del caso para que entre en funcionamiento una fiscalía piloto del Ministerio
Público en los municipios en donde no se tiene agencia fiscal. Dicha enmienda
deberá incluirse dentro del Artículo 30 de la Ley Orgánica del Ministerio
Público, Decreto 40-94 del Congreso de la República, y se deberá reformar
también el Artículo 85 de la precitada ley, que le da participación al Síndico
Municipal en la aplicación del Criterio de Oportunidad.

Los juzgados deben remitir a esta agencia piloto los procesos penales,
para que en cumplimiento de la ley, el Ministerio Público solicite, si es
procedente, la aplicación del Criterio de Oportunidad.

Para citar un ejemplo, en el Municipio de Yepocapa, departamento de


Chimaltenango, se han aplicado dos Criterios de Oportunidad en el Juzgado de
Paz Penal del Municipio, en los cuales se ha seguido el mismo criterio de la
intervención del Síndico Municipal, el cual consiste en citarle para que asista a
la audiencia oral. Aquí estriba la dificultad del procedimiento, por cuanto que
no se conoce el proceso, no se tiene conocimiento del ilícito penal cometido,
tampoco del agraviado ni del sindicado, y no se sabe si la persona a favor de la
cual se vaya a otorgar el Criterio de Oportunidad ha reparado el daño o se ha
otorgado garantía suficiente. Estos presupuestos son de trascendencia, por
cuanto que, la falta de uno o varios de ellos, provocaría que el Síndico
Municipal se pudiera oponer a la aplicación del Criterio de Oportunidad.

En conclusión, se puede afirmar que en virtud de lo expuesto y leyes


citadas es necesario se reforme al Articulo 25 del Código Procesal Penal, en
donde se la da intervención al Síndico Municipal como sujeto procesal para
pedir la aplicación del Criterio de Oportunidad, ya que como se refleja a través
de lo expuesto, es una ley vigente no positiva, con lo cual el órgano
jurisdiccional determina la procedencia de la aplicación del Criterio de
Oportunidad, hecho que solo existe en los postulados del sistema inquisitivo en
donde el mismo Juez conoce, investiga y dicta sentencia, lo que es contrario a
los postulados del Código Procesal Penal vigente en el sentido de desarrollar
los principios y el sistema acusatorio.
2.4 Normas aplicables al presente trabajo de investigación

Articulo 251 de la Constitución Política de la República. Establece


“Ministerio Público. El Ministerio Público es una institución auxiliar de la
administración pública y de los tribunales con funciones autónomas, cuyos
fines principales son velar por el estricto cumplimiento de las leyes del país. Su
organización y funcionamiento se regirá por su ley orgánica. El jefe del
Ministerio Público será el Fiscal General y le corresponde el ejercicio de la
acción penal pública. Deberá ser abogado colegiado y tener las mismas
calidades que los magistrados de la Corte Suprema de Justicia y será
nombrado por el Presidente de la República de una nómina de seis candidatos
propuesta por una comisión de postulación, integrada por el Presidente de la
Corte Suprema de Justicia, quien la preside, los decanos de las facultades de
Derecho o de Ciencias Jurídicas y Sociales de las Universidades del País, el
presidente de la Junta Directiva del Colegio de Abogados y Notarios de
Guatemala y el Presidente del Tribunal de Honor de dicho Colegio. Para la
elección de candidatos se requiere el voto de por lo menos las dos terceras
partes de los miembros de la Comisión. En las votaciones, tanto para integrar
la Comisión de Postulación como la integración de la nómina de candidatos, no
se aceptará ninguna representación.”

Este Artículo contiene el principio de legalidad de la acción penal. Y es la


norma constitucional rectora para el ejercicio de la misma. Como se advierte, la
norma constitucional no establece que esa función puede ser delegada.

Artículo 25 del Código Procesal Penal. Establece “Criterio de


Oportunidad. Cuando el Ministerio Público considere que el interés público o la
seguridad ciudadana no están gravemente afectados o amenazados, previo
consentimiento del agraviado y autorización judicial, podrá abstenerse de
ejercitar la acción penal.”

Este Artículo contiene la excepción al principio de ejercicio de la acción


penal pública. Si bien es cierto es un instrumento de política criminal, también
se advierte incongruencias constitucionales como lo es lo que establece en su
parte conducente este mismo Artículo “que el juez de primera instancia está
obligado a autorizarlo aplicándose de oficio en esta oportunidad el
sobreseimiento correspondiente…”
Artículo 25 Ter del Código Procesal Penal, que en su parte
conducente, establece “formulada la solicitud por parte del Ministerio Público o
por el Síndico Municipal o por el agraviado o el imputado o su defensor para la
aplicación de un criterio de oportunidad el juez de paz citará bajo
apercibimiento de ley a una audiencia de conciliación…”

Las funciones del Síndico Municipal son totalmente diferentes a las del
fiscal del Ministerio Público, basta con señalar que los requisitos para ser
Síndico Municipal son tener más de dieciocho años y saber leer y escribir. Lo
que es incongruente con los requisitos para ser fiscal. Por consiguiente, no
puede el Síndico Municipal tener los conocimientos necesarios en materia
penal para participar en su aplicación.

Artículo 286 del Código Procesal Penal, que en su parte conducente,


establece “en los casos en que la ley permita la aplicación del criterio de
oportunidad para abstenerse de ejercitar la acción penal, el Ministerio Público
podrá pedir la decisión que corresponda al juez competente. La aplicación del
criterio de oportunidad sólo será posible antes del comienzo del debate…”

La última oportunidad de la aplicación del criterio de oportunidad es


antes de comenzar el debate. Se advierte que el espíritu del Artículo 25 es
armonizar la norma procesal penal con una política criminal eficiente que evite
en los casos de poco impacto social la estigmatización que provoca una
eventual sentencia condenatoria.

Artículo 85 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, que establece


en su parte conducente, “Síndicos. En los municipios del interior de la
República cuando no hubiere fiscales del Ministerio Público actuarán los
Síndicos Municipales en representación del Ministerio Público para la
aplicación del criterio de oportunidad…”

El Artículo anterior es el menos afortunado porque no obstante ser la Ley


Orgánica del Ministerio Público la que lo contiene, pudiera haberse pensado en
incluir a los estudiantes de derecho de las diferentes universidades del país
para que participaran en la aplicación del criterio de oportunidad y que ésta les
valiera como práctica penal o pudo haberse pensado en una fiscalía piloto de
cada departamento que atienda los requerimientos de los municipios que lo
componen.

CONCLUSIONES:
1. Las calidades, requisitos y funciones de los Fiscales y/o Auxiliares
Fiscales del Ministerio Público son totalmente diferentes a los
requisitos, calidades y funciones del Síndico Municipal; su campo de
acción es totalmente diferente.

2. La participación del Síndico Municipal en la aplicación del Criterio de


Oportunidad se produce cuando el Juez de Paz Penal lo cita para la
audiencia respectiva, en la cual da su consentimiento. No se realiza
como consecuencia ningún asesoramiento del Ministerio Público.

3. Al solicitar el Síndico Municipal la aplicación del Criterio de Oportunidad


al Juez de Paz, contraviene el principio de “petición” del Ministerio
Público, ya que sólo él puede requerir la aplicación.

4. El Juez de Paz contraviene los principios del “sistema acusatorio” al


citar al Síndico Municipal para la audiencia de aplicación de Criterio de
Oportunidad, ya que se convierte en Juez y parte del proceso.

5. La persecución penal corresponde al Ministerio Público, por manato


constitucional, no al Síndico Municipal.

6. El Síndico es electo para actividades relacionadas con el municipio,


tales como obras públicas, infraestructura, servicios públicos, etc., pero
nunca para actividades jurisdiccionales.

7. De los 331 municipios, sólo en 8 tiene el Ministerio Público Agencia


Fiscal.
8. Se extralimitan en funciones de los Síndicos Municipales quienes son
miembros de la Corporación Municipal, pues éstos ejercen el Gobierno
Municipal a través del Consejo Municipal, son Mandatarios Judiciales
de las diferentes municipalidades, razón que explica en algunos casos
la falta de interés para el desempeño de la acción penal que le ha ido
asignada.
RECOMENDACIONES

1. Se establece en el presente trabajo de investigación que es de urgente


necesidad la creación de una fiscalía piloto para conocer de los casos de
aplicación del Criterio de Oportunidad en los Municipios en donde no
haya Agente Fiscal del Ministerio Público.

2. Concretamente se propone la reforma de los Artículos 25 TER, 25


QUATER, del Código Procesal Penal, Decreto 51-92 del Congreso de la
República; artículo 85 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, Decreto
40-94 del Congreso de la República.
3. Los estudiantes con pensum cerrado de las diferentes universidades del
país, podrían participar de manera activa en caso de que no se contara
con personal ni recursos suficientes por parte del Ministerio Público,
pudiendo, según el caso, equivaler la participación de dichos estudiantes
en la aplicación del Criterio de Oportunidad como práctica penal.

BIBLIOGRAFÍA

LEGISLACIÓN:
Asamblea Nacional Constituyente. Constitución Política de la República de
Guatemala. Guatemala: Edición de la Corte de Constitucionalidad, Editorial
Serviprensa, 2002.

Código Procesal Penal, Decreto No. 51-92 del Congreso de la República.


Guatemala: Editorial Jiménez & Ayala, Guatemala, C. A., 2003.
Ley del Organismo Judicial, Decreto No. 2-89 del Congreso de la
República. Guatemala: Editorial Jiménez & Ayala, Guatemala, C. A., 2002

OBRAS GENERALES:

Barrientos Pellecer, César Ricardo. Desjudicialización. Guatemala:


Organismo Judicial, 1994.

TESIS:

Guzmán Godínez, Amanda Victoria. La Interpretación y la Aplicación del


Criterio de Oportunidad en Materia Penal. Tesis Universidad San Carlos de
Guatemala, 1989.

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