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CARLOS CARMONA

Con el mismo dejo de sorprendida melancolía con que los románticos


del siglo XIX se sumergían en la experiencia de la ciudad moderna, Carlos
Carmona penetra los reductos ciudadanos contemporáneos. Su mirada, entre
amorosa y espantada, actúa como un develador de mundos ocultos y se sir-
ve del dibujo para la captura de las imágenes que le son ofrecidas. El resul-
tado es una imaginería compleja tratada con una ajustada destreza técnica.
Las obras expuestas aparecen como el corolario de una larga trayectoria de
trabajo y se presentan bajo el signo de una doble apuesta. Se trata, por un
lado, de la reafirmación de la elección del dibujo —en su acepción más tra-
dicional— como técnica expresiva y por el otro, el riesgo de demostrar la ple-
na vigencia del mismo, en un gesto de confianza renovada: un alarde explo-
ratorio de sus posibilidades.
Así, en las diferentes series de trabajos, Carmona abordará desde el
pequeño formato de los dibujos sobre papel de boletos de subtes, hasta el
gran soporte de madera, pasando por los matices y acentos que logra en los
diferentes papeles. En el espacio mínimo del boleto, la línea de tinta aborda-
rá una extensa iconografía en la que se cruzarán lo real con lo surreal o las
referencias a la historia: una fauna imaginada, equilibristas, objetos volado-
res mecanizados y arquitecturas metafísicas. Al mismo tiempo, una exube-
rante galería de retratos imaginados, tomados de los cruces rápidos de la
calle o robados de la historia del arte, se ofrecerán al recorrido íntimo y de-
tenido del espectador. Desde otro ángulo, los grandes formatos parecen que-
rer abandonar el espacio marginal en que ha sido colocado el dibujo y dar
batalla en los grandes espacios que corresponderían a la pintura. Dibujante
por excelencia, Carmona afirma pensar y ver por la forma, la línea de contor-
no, que puede o no ser retomada en un trabajo posterior. El grafito, la tinta
—de rotring o con diferentes plumas— el carbón y la pintura; los pasajes de
¿Qué rarezas no se encuentran en una gran ciudad
cuando uno sabe pasear y mirar?
—CHARLES BAUDELAIRE

valores por el uso de tramas o punteados, le permiten un amplio catálogo de


recursos que el artista explora con soltura, logrando desde la línea sensual
que fluye de la pluma rodeando un desnudo, hasta las iluminaciones, som-
bras y negros cerrados de la trama que requieren las diferentes escenas. El
soporte madera, al que había recurrido en los años 80 y que es recuperado
actualmente le permite otro tipo de resultados. Así, el trazo de carbón se
detiene en el poceado o la raya de la materia e incorpora, como recurso
plástico, los accidentes de la madera, la veta, un nudo, una irregularidad
natural. De la misma manera, en los boletos —un mundo creado a partir de
uno de los descartes de la ciudad contemporánea— el agujero de la perfora-
ción o la tinta de la fecha de uso, son incorporados también como recursos
plásticos que le permiten insistir sobre un detalle o exacerbar una textura.
En la obra de Carmona su personal iconografía de maniquíes, bichos
medievales, soles, esqueletos, estrellas, monstruos antropomorfos, fauna con-
temporánea de los cafés (espacios anónimos, como habían señalado los ro-
mánticos, para estar solo en medio de la multitud) se asienta tanto en la
precisión técnica como en la mirada detenida que dirige sobre la ciudad.
Extremadamente urbano, la laboriosidad empecinada del dibujo parece per-
mitirle la detención pausada que enfrenta al ritmo despiadado del habitante
de la urbe. La presencia desangelada de la muerte y su parafernalia, dialo-
gando lúdica en los espacios cotidianos, parece señalar los temores del artis-
ta, sus reflexiones sobre la existencia, el pasaje por la vida. Una mirada que
le permite diseccionar tanto a lo social como a su propia trayectoria. Entre
la cita del pasado y el ritmo frenético del presente sus trabajos actúan así
como risueñas e irónicas vanitas contemporáneas.

M ARIA T ERESA C ONSTANTIN


Carlos Carmona – Caminantes, tinta s/papel, 22 x 30 cm, 2006
Carlos Carmona – Caminantes, tinta s/papel, 22 x 30 cm, 2006
Carlos Carmona – Volando sobre la ciudad, tinta s/papel, 70 x 100 cm, 1998
Carlos Carmona – Avión en la ciudad, tinta s/papel, 70 x 100 cm, 2001
Carlos Carmona – Caminantes, tinta s/papel, 82 x 102 cm, 2002
Carlos Carmona – Caminantes, tinta s/papel, 77 x 76 cm, 2004
JORGE TAPIA

Para Ingres, el dibujo equivalía a las tres cuartas partes de


la pintura. Artista notablemente dotado de una limpieza singular
en el trazo, admitía con sabiduría que en aquella construcción
lineal de las formas en el plano, en el rigor compositivo de las
partes, en el contrapunto armonioso de los valores en grises, resi-
día mucho del saldo final de lo pictórico. Probidad del arte, el di-
bujo es algo más que una disciplina. Línea y mancha, conjugan
—por encima de la interpretación de una forma— todo un quan-
tum reflexivo y emocional respecto a la idealidad de construir un
universo. Sobre un trozo de papel, sobre el plano de un cartón,
sobre cualquier superficie determinada, la mano (levantada o no)
puede alumbrar el nacimiento de un cuerpo, darle vida y aún,
como si todo esto fuera poco, sugerir en el mismo movimiento y
trascendencia física.
Jorge Tapia, maduro artista argentino, sabe muy bien de la
prodigalidad y de la hondura de dibujo. Más allá de la técnica en
sí, por encima de artilugios, siente que el dibujo es en su caso la
expresión plena y perfecta del mundo interior que lo convoca.
Desde la línea soberana, todo. Desde el espacio circundado con
luces y sombras en claves atemperadas, la posibilidad de todos los
símbolos. Desde el secreto enigma de una forma que crece a par-
tir de la íntima genealogía del punto, el vuelo de la imagen.
Premio Trabucco de Dibujo 1998, su obra observa el inequí-
voco camino de un creador virtuoso y a la vez exigido. Su plano
contiene las formas y paralelamente las proyecta en un orden
integrador. Cada figura, cada cuerpo emergente o no de la geo-
metría, sugieren un todo cosmogónico en su estructuración. En
tal sentido, y sin necesidad de contigüidad alguna al mundo de
las convenciones, Tapia genera su propio universo de referentes
sensibles. Un universo pleno de ritmos que entrelazan situaciones,
que componen acuerdos de inequívoca perfección, que asocian,
en los connubios de los grises, el adentro y el afuera de una for-
ma definida.
Una abstracción realista, si cabe la delimitación genérica, va
dando vida a su plano constructivo, que vertebra formas y les
provee a cada una de una cierta inmanencia visual. Y cada obje-
to, toda figura delimitada linealmente o por sutiles fronteras de
sombras, genera así su propia condición simbólica, para que el
ojo la integre y a la vez descubra en ella su protagonismo concre-
to e ideal.
Una labor serena y conceptualmente trazada con inteligen-
cia, hace de la obra dibujística de Jorge Tapia (que proyecta al
campo de la pintura, sin desvirtuar contenidos) un auténtico tes-
timonio de fe. Cada uno de sus grafitos y de sus óleos, estructura-
dos con elegancia y síntesis, arroja —a más de un desciframiento
plástico formidable— toda una lección de rigor que se impone
dentro del arte argentino.
J. M. T AVERNA I RIGOYEN
Jorge Tapia – Lluvia metálica, grafito y lápiz color, 32 x 22 cm, 2001
Jorge Tapia – Simple y final, grafito y lápiz color, 32 x 22 cm, 2004
Jorge Tapia – Observaciones, grafito y lápiz color, 32 x 22 cm, 2003
Jorge Tapia – Diálogo del antropólogo y su terapeuta, grafito y lápiz color, 32 x 22 cm, 2003
Jorge Tapia – El enigma de las esferas Nº 15, grafito y lápiz color, 32 x 22 cm, 2000
Jorge Tapia – Los censores aguardan la señal, grafito y lápiz color, 32 x 22 cm, 2001
Carlos Carmona

Egresado de las Escuelas Nacionales de Bellas Artes Manuel Bel-


grano y Prilidiano Pueyrredón.
Desde 1974 ha realizado numerosas exposiciones individuales y
colectivas.
En 1994 y 2000, muestras individuales en Galería Ática, Buenos
Aires; y desde 1995, muestras colectivas en: la Kunstation Klein-
sassen, Alemania; IV y V Concurso Anual de Santo Domingo,
República Dominicana; VII Bienal Internacional de Grabado y Dibujo de Taipei,
Taiwán; “Dibujantes Argentinos en Alemania”, Fondo Nacional de las Artes, Bue-
nos Aires; en 1996 en: Galería Ra del Rey, Madrid, España; Galería Ática, Buenos
Aires; en Striped House Museum of Art, Tokio, Japón; Premio Genaro Pérez Villa-
mil, La Coruña, España; Premio Alberto J. Trabucco, Academia Nacional de Bellas
Artes y Premio a la Creatividad Artística en las Artes Visuales, Fondo Nacional de
las Artes. X Bienal Internacional de Taipei, Taiwán.

Ha obtenido 25 premios, entre ellos:


1977 O Beca del Instituto Iberoamericano de Cooperación.
1984 O 1º Premio Salón Municipal Manuel Belgrano.
1989 O 1º Premio Salón Nacional de Santa Fe.
1992 O Accesit en el Premio Internacional de Dibujo Genaro Pérez Villamil, España.
1992 O Gran Premio de Honor Presidente de la Nación Argentina, Salón Nacio-
nal de Grabado y Dibujo.
1995 O Mención de Honor VII Bienal Internacional de Grabado y Dibujo de Tai-
pei, Taiwán.
1998 O Mención Premio a la Creatividad Artística en las Artes Visuales, Fondo
Nacional de las Artes.
1999 O Premio Alberto J. Trabucco, Academia Nacional de Bellas Artes.
2002 O Seleccionado para la terna “Al artista del año 2000-2001” por la Funda-
ción Pettoruti.
2003 O 2º Premio del Salón Nacional de Entre Ríos.
2005 O 1º Premio “Haciendo Banco” del Banco de la Provincia de Buenos Aires.
Fue jurado en numerosos salones municipales, provinciales y nacionales, entre
ellos: Salón Municipal Manuel Belgrano, años 1986, 1988, 1990, 1998, 2001, 2003
y 2005; y Salón Nacional, años 1993, 1995, 1999, 2001 y 2007.
Jorge Tapia

Premios:
1960 O Tercer Premio Pintura en el “Segundo salón de Estu-
diantes y Egresados”, Estímulo de Bellas Artes.
1964 O Premio de Honor “Ver y Estimar”, Museo Nacional de
Bellas Artes.
1967 O Primer Premio Dibujo “XIV Concurso Anual para Jóve-
nes Artistas Plásticos”, Sociedad Hebraica Argentina.
1969 O Segundo Premio Pintura “Primer Salón Bienal Promocional de la Joven
Pintura”, Hotel Provincial de Mar del Plata.
1974 O Premio de Dibujo “Marcelo de Ridder”, Museo Nacional de Bellas Artes.
1975 O Premio de Dibujo “Cámara de Diputados de la Nación, XI Salón Nacional
de Grabado y Dibujo, Salas Nacionales de Exposición.
1977 O Tercer Premio de Dibujo en el “XIII Salón Nacional de Grabado y Dibu-
jo”, Salas Nacionales de Exposición.
1978 O Primer Premio de Dibujo en el “XIV Salón Nacional de Grabado y Dibu-
jo”, Salas Nacionales de Exposición.
1979 O Premio Mención de Pintura “LXVII Salón Nacional de Artes Plásticas”, Sa-
las Nacionales de Exposición.
1979 O Distinguido como uno de los “10 Jóvenes Sobresalientes de 1979”, Cáma-
ra Junior de Buenos Aires.
1981 O Premio de Pintura “Sadao Ando”, en el “LXX Salón Nacional de Artes
Plásticas”, Galerías Pacífico.
1983 O Gran Premio de Honor de Dibujo en el “XIX Salón Nacional de Grabado
y Dibujo”, Centro Cultural Las Malvinas.
1992 O Premio Bienal Adquisición Tres Arroyos, otorgado por la Academia Na-
cional de Bellas Artes, Galería Velázquez.
1993 O Segundo Premio de Dibujo en el XXVIII en el Salón Municipal de Artes
Plásticas Manuel Belgrano. Museo Municipal de Artes Plásticas Eduardo Sívori.
1994 O Primer Premio de Dibujo en el XXXIX Salón Municipal de Artes Plásticas
Manuel Belgrano. Museo Municipal de Artes Plásticas Eduardo Sívori.
1997 O Premio Adquisición Alberto J. Trabucco de Dibujo otorgado por la Aca-
demia Nacional de Bellas Artes.
2007 O Es nombrado Miembro de Número de la Academia Nacional de Bellas
Artes, Argentina.

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