Resumen
El interés que ha habido en los últimos años acerca de la sexualidad, ha permitido el
estudio de la influencia que tienen las drogas sobre la conducta y respuesta sexual
humana.
Los movimientos cuasi-revolucionarios que atañen a la liberación femenina
(WOMEN’s LIB) y el (GAY POWERS), que tratan de modificar viejas creencias y
cambiar ciertos estereotipos con relación a la liberación femenina y a la
homosexualidad, son duros ataque que obligan a los profesionales al cuidado
sanitario de la comunidad, a revisar los conocimientos tradicionales que tenemos de
ellos y en que forma se alteran, con el uso crónico o agudo de las drogas.
Asistimos también a las nuevas generaciones que usan solas o mezcla de sustancias
químicas, llamadas drogas posicodélicas como el LSD o el Bazuco.
El Extasis (MDMA) Metilene-Dioxi-metanfetamina), que pertenece al grupo de
“Drogas de Diseño”, es un estimulante derivado de la fenil-etil-diamina, el más
amplio compuesto de las anfetaminas, de los cuales hay tanto productos naturales
como sintéticos, que comparten su estructura química básica, es decir, la estructura
molecular que debe tener un fármaco para conseguir el efecto deseado.
Se utilizan como medios para eliminar las angustias y ansiedades, que originan ese
estado permanente de stress y que han creado en ellas una especie de soporte, que
de seguridad a sí mismo y en otras ocasiones, alteran la conciencia y distorsionan el
sentido de la realidad del mundo convulsionado que vivimos.