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Presenta:

FRAGIL
“La Fragilidad del Pastor”

E. Josué Velasco E.
Lima, Julio del 2008
2
SUMARIO

“LA FRAGILIDAD DEL PASTOR”

I. CONOCIENDO LA FRAGILIDAD….....…….…………………………………..………… Pág. 5

A. ασθένεια
ασθένεια= fragilidad

B. El origen de la fragilidad

II. LA FRAGILIDAD EN EL PASTOR............................…………..………………......… Pág. 6

A. Consciencia de la fragilidad

III. IGNORANDO ESA FRAGILIDAD………..……………………...…..……..…………..… Pág. 6

A. Inopia a la fuerza

B. Consecuencias de la ignorancia

IV. LAS TENTACIONES…………………...….……...………………………...………..…..… Pág. 8

A. πειρασµός = tentación

B. Descubriendo a la tentación

C. Noción de tentación

V. EL CUIDADO DEL PASTOR………………….………………………………………..… Pág. 11

A. επεχε σεαυτω
σεαυτω = cuidado de uno mismo

B. Fortalecido en Dios

VI. MENSAJE DE UN PASTOR JOVEN Y POSTMODERNO….………………………… Pág. 13

A. Necesidad de consciencia de fragilidad

B. Batalla constante contra las tentaciones

C. Fortalecimiento con Dios y victoria asegurada

3
INTRODUCCIÓN

Para este trabajo se presentaron muchos capítulos a la audición, pero no


todos se seleccionaron. Después de todo, no servía cualquier capítulo. Se
requería brevedad, pues usted está ocupado. Se exigía lealtad a las
Escrituras, pues usted es cauteloso. Intenté brindarle un repertorio de
capítulos que reciten bien las letras de la fragilidad y canten bien la
melodía de la fortaleza. Hoy en sus manos yace algo más que un trabajo.
Es una enseñanza aprendida del autor, enseñanza compartida con usted en
esta ocasión.

Algunos suelen considerarme como un “pastor prematuro”, por ello que


limitaré mis criterios al mensaje de un pastor joven y postmoderno… pero
aguarde, me estoy adelantando. Le contaré acerca de ello en el último
capítulo. ¿Quiere hacerme un favor? Consígase un poco de café, póngase
cómodo, déme unos minutos de su tiempo y dé conmigo una buena
mirada a la fragilidad del pastor.

4
LA FRAGILIDAD DEL PASTOR

Pero él me dijo: “Te basta con mi gracia,


pues mi poder se perfecciona en la debilidad.“
Por lo tanto, gustosamente haré más bien
alarde de mis debilidades, para que
permanezca sobre mí el poder de Cristo
2 Corintios 12:9 (NVI)

I. CONOCIENDO LA FRAGILIDAD

Existen muchas maneras de poder empezar una historia, otras muchas para escribir un
poema, pero para escribir una trabajo monográfico… creo que pocas. Empezaré
entonces en búsqueda de información, para conocer, reflexionar y luego formular
conceptos propios. Fragilidad… “Dícese de la persona que cae fácilmente en algún
pecado…” 1 Increíblemente un diccionario gramatical, incluye en la definición de una
palabra implicancias directas con el pecado. ¿Es entonces el pastor frágil? Lo veremos
pronto y de muchas maneras pero me gustaría empezar en el principio, veamos el
significado de la palabra frágil en el idioma griego en el que se escribió el Nuevo
Testamento.

A. ασθένεια
ασθένεια= fragilidad

Me gustaría empezar analizando la palabra debilidad en Hebreos 5:2 “Para que se


muestre paciente con los ignorantes y extraviados, puesto que él también está
rodeado de debilidad.” (RV60) Ya que el tema es la fragilidad del pastor,
encontraremos que su fragilidad se debe a su debilidad. Astheneia en el idioma
griego significa, debilidad (de cuerpo o mente); por implicación enfermedad;
moralmente fragilidad. 2 Además de “carencia de fuerza (a, negativo; sthenos,
fuerza), debilidad, indicando incapacidad de producir resultados. Se traduce con
mucha frecuencia debilidad (cf. el término castellano astenia); también se traduce
en varios pasajes como «enfermedad». 3 Entonces, la referencia aquí no es la
debilidad física, sino moral.

1
“Diccionario de la Real Academia Española” – 21º Edición (España: ESPASA, 1995)
2
STRONG, James “Diccionario Strong” (EE.UU.: Editorial Caribe, 2002)
3
VINE, W. “Vine Diccionario Expositivo” (Nashville: Editorial Caribe, 2000)
5
B. El origen de la fragilidad

La debilidad da origen a la fragilidad del pastor, pero la debilidad se origina en la


naturaleza del hombre. Cuando Dios crea al hombre lo hace del polvo de la tierra,
“Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz
aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente” Génesis 2:7 (RV60) Nuestra
debilidad nace en nuestra naturaleza, al ser herederos de la naturaleza adánica
también adquirimos la fragilidad y debilidad ante el pecado. Somos proclives a
pecar contra Dios, y ¿porqué somos asténicos? porque somos de barro. “Pero
tenemos este tesoro en vasijas de barro para que se vea que tan sublime poder
viene de Dios y no de nosotros.” 2 Corintios 4:7 (NVI)

II. LA FRAGILIDAD EN EL PASTOR

Sería entonces negligente decir que el pastor no es “asténico”. Si todos los creyentes al
nacer hemos heredado la naturaleza pecaminosa, inmersos en este principio también se
encuentran los pastores, ministros, llamados, etc. Todos somos de barro, creados del
polvo de la tierra, herederos de la naturaleza pecaminosa de Adán, y por lo
consiguiente rodeados de la debilidad humana. Sea pastor o no, todos los creyentes
estamos propensos a caer, ya no por estar bajo el dominio del pecado sino por que
somos débiles, “asténicos”, frágiles. “…ya que él mismo está sujeto a las debilidades
humanas.” Hebreos 5:2b Quisiera continuar partiendo de esta premisa e introducirnos
en la realidad de la fragilidad del pastor hoy en día.

A. Consciencia de la fragilidad

Todo pastor que sea consciente de su naturaleza, y de la debilidad a la que está


sujeto sabrá que “… está obligado a pasar tiempo delante de Dios ante su Palabra y
en oración si quiere cumplir un ministerio auténtico bajo la dirección del Espíritu
Santo. Ministerio que penetre las barreras del simple razonamiento natural con sus
lógicas circunstanciales y/o de los obstáculos sensoriales o emocionales que
confunden al corazón sincero.” 4 Si pretende hacer algo más que simplemente
entretener o informar a la iglesia, debe buscar a Dios y preocuparse primariamente
por su relación vertical con Dios y luego de su relación horizontal con los demás.
Debe levantarse cada mañana siendo consciente de su debilidad y rogando la Gracia
y Misericordia de Dios.

4
SMITH, Alfredo “Cuando los gigantes caen” (Lima: Ediciones Verbo Vivo, 2007) p.88
6
III. IGNORANDO ESA FRAGILIDAD

Existen también de los “otros”. Aquel pastor que “…es propenso a ensalzar sus áreas
fuertes y tapar las débiles. Es más, hace todo lo posible para evitar que sus debilidades
se descubran.” 5 Su inseguridad hace que ignore a la fuerza su debilidad evidente.

A. Inopia6 a la fuerza

¿Por qué? Por qué alguien quisiera ignorar fortuitamente algo tan evidente como su
naturaleza. Qué pretender con negar que es débil y que es como el común de los
mortales. La respuesta está en lo que muy acertadamente indica Vidal Bravo: “El
orgullo tampoco ayuda para que la persona admita sus errores y, más bien, la lleva
a justificar sus faltas.” 7 A cuántos pastores les hace falta pedir perdón. Le cuesta ver
a los demás y que de su boca salga un “me equivoqué”. Justificación, parece ser la
palabra más marcada en la agenda, todos los días se sabe que debe justificarse, no
fue él, no tiene la culpa. El error es de los otros, pero nunca de él. Justificación suele
ser la palabra más mencionada en las reuniones pastorales. Así mantienen su
autoridad; con su debilidad inopia a la fuerza, acrecientan su fragilidad.

Cuanto más se pierde el sentido de servicio, más se acrecienta el abuso de autoridad


y por ende, buscará la manera más sencilla de esconder su debilidad, su fragilidad.
Cuando Pablo se dirige a los de “corinto”, en su primera epístola, advierte con
característica tan obvia, cómo la procedencia de su gentilicio “…es un rasgo
característico de los exaltados el no sentirse responsables de los demás; así
pretenden saltar por encima de la frontera histórico-temporal, que se le ha trazado
a la vida del cristiano.” 8 No importa echar la culpa a los demás con tal de mantener
su posición en la pirámide social eclesial.

B. Consecuencias de la ignorancia

¿Qué sucede cuando se ignora a la fuerza la debilidad? Parece ser que el final
resulta ser similar en todos los hombres que se equivocaron en la motivación,
trataron de ocultar sus debilidades tras éxitos. Al final todos terminan en fracasos.

5
LLOYD, Roberto “El líder bajo presión” (México: Ediciones Las Américas, 2000) p.136
6
Ignorar alguna cosa que otros conocen, no haberse enterado de ella.
7
BRAVO, Vidal “El fracaso detrás del Éxito” (Lima: PCLince, 2006) p.85
8
BORNKAMM, Günther “Pablo de Tarso” (España: Ediciones Sígueme, 1997) p.117
7
Bien lo decía Alfredo Smith: “Mucho de lo que hoy puede considerarse como Éxito
podrá mostrarse en la marcha del tiempo como un gran fracaso.” 9

Un pastor podría estar evitando demostrar su fragilidad, detrás de éxitos aparentes


y de aplausos engañados. Pero existe una gran verdad que a la larga marcará su
consciencia, “un ministerio exitoso nunca es absoluta garantía de aprobación
divina.” 10 Por ello que aunque las cosas hoy parezca andar bien, todo siervo de
Dios debe saberse lo suficientemente humilde como para aceptar sus debilidades si
no quiere que en un futuro esa ignorancia fortuita le cause el más grande de los
fracasos.

Sería sencillo creer que talvez nadie se dará cuenta de nuestra “ignorancia” en
cuanto a nuestras debilidades se refiere. Pero el pastor está al frente de la iglesia.
Ella mejor que nadie sabe reconocer a su pastor. Es más, hasta sabe que el pastor
esconde algo, cuando este lo hace. “La enseñanza que proclama es más importante
por la forma como la vive, que por lo que dice su boca.” 11 Puede estar un pastor
predicando sobre la tendencia humana al pecado, es más, hasta podría exhortar a la
iglesia por su fragilidad a fallarle al Señor, pero dentro de él, lo más hondo, él
mismo, se mantiene incólume ante la Palabra de Dios.

Uno puede esforzarse hasta lo sumo con tal de mantenerse donde está, sin que
nadie lo observe lo frágil que es. Puede ser prepotente, y aparentar a la fuerza que
es espiritualmente maduro y por lo consiguiente no propenso a caer en pecado.
Ante esta actitud Pablo les hizo mención a los Corintios, “Por lo tanto, si alguien
(NVI)
piensa que está firme, tenga cuidado de no caer.” 1 Corintios 10:12 Uno
puede pretender estar firme, ser lo suficientemente fuerte como para no caer.
Cuanto más un pastor debería serlo ¿no? pero Pablo está haciendo referencia a la
debilidad de todo creyente, incluyendo en el “paquete” a los ministros. Somos
débiles, no lo ignoremos, por el contrario tengamos cuidado.

IV. LAS TENTACIONES

Frágiles al pecado, ¿verdad? pero ¿a qué exactamente? La respuesta sería la previa a la


consumación del pecado, sea cual fuere. Antes de caer, un pastor, un creyente, todos
somos tentados. ¿Tentado yo? pues sí.

9
SMITH, o. c., p.87
10
Ibíd. p.34
11
BARRIENTOS, Alberto “Principios y alternativas de trabajo pastoral” (EE.UU.: Caribe, 1982) p.69
8
A. πειρασµός=
 tentación

Pero partamos en orden y veamos el significado de la palabra tentación en el


Nuevo Testamento, explícitamente en el griego. Peirasmos significa “poner a
prueba; experiencia, solicitar, disciplinar o provocación; por implicación adversidad:
prueba, tentación.” 12 Además, “se utiliza: (1) de pruebas con un propósito y efecto
beneficioso: (a) de pruebas o tentaciones permitidas o enviadas por Dios; (b) con un
sentido bueno o neutral; (c) de pruebas de diverso carácter, donde se manda a los
creyentes que oren para no ser llevados a ellas por fuerzas fuera de su control; (2)
de una prueba con el propósito concreto de conducir a actuar mal, tentación; (3) de
probar o retar a Dios, por parte de hombres.” 13 Concluimos entonces que la
palabra tentación tiene dos sentidos externos al hombre. El primero es un sentido
de prueba que como hemos mencionado permite Dios y está en búsqueda de
demostrar en el creyente visos de un progreso interno, y el otro es un sentido de
derrota que viene de Satanás, el mundo y nuestros propios deseos; que lo único
que están buscando es destruir al hombre, la única creación de Dios formada a
imagen suya.

B. Descubriendo a la tentación

Ahora, la Palabra de Dios nos dice que Él no tienta a nadie, “Que nadie, al ser
tentado, diga: Es Dios quien me tienta. Porque Dios no puede ser tentado por el
mal, ni tampoco tienta él a nadie.” Santiago 1:13 (NVI) Entonces no se origina la
tentación en Dios, más sí la prueba. Pedro Torres expone: “Cuando Dios permite la
tentación sobre el pastor pone a prueba su calidad de hombre: su fidelidad, su
fortaleza frente a la atracción de los vicios capitales, su verdadera intención, etc.” 14
Cada vez que Dios prueba es para demostrar en el siervo un progreso interno,
estancamiento interno o pobreza interna. Las pruebas son para enseñar algo, de
alguien.

Por el contrario, “cuando Satanás tienta o prueba a un pastor, intenta seducir,


engañar, hacer pecar al hombre, perderlo.” 15 La continuación del verso en Santiago
nos aclarará la idea. “Todo lo contrario, cada uno es tentado cuando sus propios

12
STRONG, James “Diccionario Strong” (EE.UU.: Editorial Caribe, 2002)
13
VINE, W. “Vine Diccionario Expositivo” (Nashville: Editorial Caribe, 2000)
14
TORRES, Pedro “El otro liderazgo” (Lima: Ediciones Jénel, 2004) p.19
15
Ibíd. p.19
9
malos deseos lo arrastran y seducen. Luego, cuando el deseo ha concebido,
engendra el pecado; y el pecado, una vez que ha sido consumado, da a luz la
muerte.” Santiago 1:14-15 (NVI) Es el proceso vital de toda tentación, desea, quiere
y fuerza la “muerte” del hombre; entendiendo la “muerte” como separación de
Dios.

En cuanto a la tentación, el llamado de Pablo a los Corintios es el siguiente:


“Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano.
Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que
puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una
salida a fin de que puedan resistir.” 1 Corintios 10:13 (NVI) Ahora, “el lector
moderno puede quedar sorprendido al constatar que la cuestión dominante sobre
la conducta propia del cristiano en medio del mundo que le rodea, sobre la libertad
que posee y sus límites, sobre lo que puede hacer con la conciencia tranquila y lo
que le está vedado, se planteó con frecuencia en Corinto allí donde menos caía
esperarlo.” 16 Los Corintios estaban caminando equivocadamente, y seguro que
muchos de ellos argumentaban a su contexto social el hecho de fallarle a Dios. Pero
Pablo es claro, así como existe la tentación, Dios nos da una salida. Por más que
seamos frágiles y débiles ante la tentación. Dios no nos dará una tentación más
grande de la que podamos resistir con Él.

“El enemigo también hará sentir su oposición como siempre lo ha hecho a quienes
sirven al Señor y su causa. Y tendremos que saber esto de antemano para estar
preparados sin sorprendernos, puesto que tal cosa será normal en este mundo
enfermo y anormal.” 17 La Palabra de Dios es clara, no nos promete comodidad. Por
el contrario, todo cristiano debe saber que al ser frágil, Satanás buscará vencerlo
fácil y seguidamente. ¿Qué hacer entonces? Simplemente no ignorar nuestra
debilidad, y buscar a Dios para resistir las tentaciones. Cabe menciona también que
“el siervo del Señor cuenta con la protección de Dios sobre los enemigos de su
alma, pero no se lo ha desligado de su libre albedrío ni de su responsabilidad en el
cuidado personal.” 18 Por ese motivo que el pecar, ya no es por casualidad; sino con
alevosía.

16
BORNKAMM, o. c., p.115
17
SMITH, o. c., p.91
18
Ibíd. p.26
10
MacArthur define acertadamente lo siguiente: “Estén seguros de que si un hombre
quiere pecar, puede encontrar el lugar y la ocasión para hacerlo, a pesar de todos
los hombres que pueda tener para ayudarle.” 19 Ya no existe la excusa “yo no quería
hacerlo”. Ahora todos tenemos la oportunidad de resistir a la tentación. Pero hace
falta algo más que buenas intenciones, se necesita tomar decisiones que nos lleven a
resistir las tentaciones con ayuda de Dios. Ya no podemos ceder tan fácil al pecado.
Ahora depende de nosotros ¿Qué decisión tomaremos?

C. Noción de tentación

Me gustaría ver ahora algunas de las tentaciones más frecuentes a las que está
expuesto un siervo de Dios. Entre otras muchas haremos mención a las 4 “F”:
Fortuna, Fama, Faldas y Flojera. Pero como será de su conocimiento, mi juventud
carece de experiencias y conceptos personales a los que podría hacer mención, por
ello que argumentaré usando las enseñanzas de ministros con mucha más
experiencia ministerial que quien escribe.
Fortuna. Expresa Vidal Bravo: “En ninguna manera es malo adquirir pertenencias.
Lo que es incorrecto para los siervos de Dios, además de peligroso, es la ambición
por lo terrenal y pasajero más que por lo espiritual y eterno.” 20 Ahora me gustaría
que me acompañara a Salmos 52:7 "¡Aquí tienen al hombre que no buscó refugio
en Dios, sino que confió en su gran riqueza y se afirmó en su maldad!" (NVI) Ahí yace
el error. Cuando la confianza en las riquezas desvían nuestra mirada de Dios. Ya no
necesitamos bendición, pues ya hemos sido bendecidos. No regresamos donde el
Maestro para agradecerle, simplemente lo ignoramos, ya no lo necesitamos,
tenemos lo que queremos. Esa es la tentación. Puedes hacer lo que quieras pues
tienes el dinero, no necesitas de Dios, para qué si lo tienes todo.

Fama. Spurgeon enunció alguna vez: “Si por casualidad obtuviesen buen éxito, se
henchirían de vanidad, defecto demasiado común entre los ministros, y que es de
todos el que menos cuadra con su carácter, y el que con más seguridad los hará
caer.” 21 No es el éxito o la fama, sino las consecuencias de un corazón débil, lo que
produce vanidad. “No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad
consideren a los demás como superiores a ustedes mismos.” Filipenses 2:3 (NVI)

19
MACARTHUR, John “El ministerio pastoral” (España: Editorial CLIE, 2005) p.129
20
BRAVO, o. c., p.94
21
SPURGEON, Charles “Discursos a mis estudiantes” (EE.UU.: CBP, 1981) p.17
11
Pablo se dirige a los filipenses y le enseña que la humildad debe ser parte de su
vida. La humildad debe llevarles a considerar a los demás como superiores. Por más
que sea un pastor ordenado, o aún reverendo; debe ser lo suficientemente humilde
como para atender a todos por igual.

Faldas. Alfredo Smith formuló lo siguiente: “Hay quienes piensan que el sentido
común y la prudencia servirán de freno a las locuras pasionales. Lo que se ignora es
que las inclinaciones e impulsos naturales no controlados se convierten en
concupiscencia, y ésta a su vez, se constituye en el medio que trae la corrupción en
todos los órdenes de la vida.” 22 Diremos entonces que la tentación sexual puede
influir mucho más en la vida de los pastores. Por lo general las disciplinas a pastores
han sido por pecados sexuales. Nos quiere decir que la batalla de todo siervo de
Dios es también contra las pasiones sexuales. Pablo advertía a los efesios, que
existen quienes “…han perdido toda vergüenza, se han entregado a la inmoralidad,
y no se sacian de cometer toda clase de actos indecentes.” Efesios 4:19 (NVI)

Flojera. Ante el peligro de caer en esta, la herramienta más útil es la disciplina. En


cuanto a la disciplina, Pedro Torres expresó: “…los pastores pobres de carácter no
resisten la tentación y ceden con facilidad a la hipnotización del fenómeno como
hombres sin ideales, son incapaces de resistir las acechanzas de hartazgos materiales
sembrados en su camino.” 23 Los pastores deben tener cuidado en no dejar de
luchar contra la tentación, muchos han cedido por falta de carácter y disciplina
personal, no esforzándose por superarse; simplemente se atienen al salario cada fin
de mes. No hacen nada ni pretenden hacerlo. Cuidado con eso.

V. EL CUIDADO DEL PASTOR

“Transmitir a Cristo es nuestra gran responsabilidad. Lo que se diga y lo que se haga


debe revelar su presencia.” 24 Un pastor debe saber ser, antes de saber hacer. No debe
moverse por impulsos sino por convicciones. La autoridad dada por Dios a un pastor,
implica también la vida que debe mostrar en todas las áreas. El pastor, al ser tan frágil
como cualquier otro ser humano, marcará la diferencia con el cuidado que este tenga
de su debilidad. El cuidado del pastor va más allá de evitar la tentación. Debe hacerse
fuerte con Dios.

22
SMITH, o. c., p.34
23
TORRES, o. c., p.20
24
SMITH, o. c., p.89
12
La iglesia ha de percibir el carácter de su pastor, debe este ser lo suficientemente
honesto para reconocer debilidad, pero lo suficientemente valiente como para sujetarse
de Dios y buscar fortalecerse en Él. “Un hombre cualificado para ser pastor exhibe el
liderazgo y la integridad de su vida para llevar al pueblo a la salvación y el servicio a
Dios.” 25 La gente está dispuesta a seguir al pastor, pero demanda que sea lo
suficientemente capaz como para liderarlos al camino correcto. Si el pastor sólo se
dedica ha excusarse en su debilidad, y no toma la decisión de fortalecerse en Dios y
cuidar su vida; la gente lo seguirá menos, hasta el punto en que el pastor se encuentre
sólo, más rápido de lo que se imagina.

A. επεχε σεαυτω
σεαυτω= cuidado de uno mismo

Pablo escribe a Timoteo una de sus cartas más pastorales que a mi percepción
encuentro. Lo entiendo así al ser las últimas que escribe a su hijo en la fe. Le
advierte, “ten cuidado de ti mismo y de la enseñanza; persevera en estas cosas,
porque haciéndolo asegurarás la salvación tanto para ti mismo como para los que te
escuchan.” 1 Timoteo 4:16 (LBLA) Quisiera que nos detuviéramos en la primera
parte, en el cuidado de sí mismo.

“Un pastor prometedor, que goza de un perfil alto, puede empezar el ministerio
con todas las condiciones favorables y aun experimentar éxito y frutos en sus
primeros años de ministerio, pero eso no le garantiza un buen final.” 26 Un aplauso
hasta cierto punto puede esta condicionado. Las felicitaciones por lo común son
sinceras pero hay de aquellas que simplemente son cumplidos a la autoridad de la
iglesia, o sea el pastor. Todo puede esta andando bien en el ministerio, tal vez no
por uno mismo sino por el compromiso de los demás con Dios. A lo que quisiera
llegar es que el éxito temporal no significa venia eterna. Dios puede que no te esté
aprobando y uno puede creer que sí al ver avances en el ministerio. Sin embargo la
Palabra de Dios menciona que nuestras obras habrán de pasar por el fuego, y que
lo que ha de quedar será nuestro carácter, junto con nuestra debilidad se mostrará
cuanto nos esforzamos por fortalecernos con Cristo. “Su obra se mostrará tal cual es,
pues el día del juicio la dejará al descubierto. El fuego la dará a conocer, y pondrá a
prueba la calidad del trabajo de cada uno.” 1 Corintios 3:13 (NVI)

25
MACARTHUR, o. c., p.121
26
BRAVO, o. c., p.83
13
“Todo hombre por privilegiado que sea y sin importar cuan grande sea la
misericordia de Dios sobre su vida, sigue siendo falible y como tal no puede dar
nada por sentado.” 27 Nada más cierto que esta premisa. No por que ayer estuviste
bien con Dios, hoy eres infalible. El pastor es frágil, todos lo somos, no existe razón
ni lógica en vivir tan confiadamente en Dios y no tengamos cuidado de nosotros
mismo. Nuestra debilidad nos puede hacer caer. Por más que estemos cerca de
Dios, nuestra naturaleza sigue siendo “asténica”, Él es fuerte, no nosotros. Nunca
nos olvidemos quienes somos nosotros y quién es Dios.

Algo más respecto al cuidado de uno mismo. “No todo ha de ser acción y
movimiento. Necesitará quietud y soledad también. No todo ha de ser hablar.
También debe escuchar. No todo es enseñar. También es aprender. No solo
necesita exponer la Biblia ante la gente. Su vida es igualmente una carta abierta
para que sea leída por todos.” 28 Todo pastor necesita de vez en cuando la soledad,
junto a Dios. Para examinarse, fortalecerse, para tranquilizarse. La mucha actividad,
puede jugar un rol negativo en nuestra vida. No nos olvidemos que el estrés puede
conducirnos al pecado. Es tratar de hacerlo todo, fingiendo ser fuerte, algo contrario
a su debilidad que con este trabajo hemos querido demostrar. Tenemos que confiar
en Dios, dejarle que haga su parte, nosotros tengamos cuidado, confiando siempre
que la fortaleza viene de Dios.

B. Fortalecido en Dios

“Así sucederá también con la resurrección de los muertos. Lo que se siembra en


corrupción, resucita en incorrupción; lo que se siembra en oprobio, resucita en
gloria; lo que se siembra en debilidad, resucita en poder.” 1 Corintios 15:42-43
(NVI)
He aquí la respuesta al dilema. Cómo afrontar nuestra fragilidad, debilidad;
cómo superar las tentaciones. Todo se resume en depositar permanentemente
nuestra debilidad en Dios, ya que en Él, nuestra debilidad se convertirá en poder.
No por nosotros sino por Él.

Ahora, ¿Cómo entregar nuestras debilidades? La respuesta está en el tiempo a solas


con Dios, ya que en esos momentos podemos entregarle todas nuestras debilidades.
“El tiempo a solas con Dios es necesario e irremplazable. Allí abrimos el corazón y
lo exponemos ante Aquel que todo lo sabe y que escudriña hasta lo profundo del

27
SMITH, o. c., p.62
28
BARRIENTOS, o. c., p.70
14
corazón. No debemos ocultarle nuestras pasiones ni anhelos; más bien es el
momento de reconocer las propias debilidades y limitaciones.” 29 Frente a Dios, a
solas, no cabrá lugar para caretas, palabras, ni fingimientos. Su santidad es tan
sublime que fácilmente puede nuestro pecado ser descubierto. Fácilmente nuestras
debilidades pueden ser expuestas. Es ahí con Dios, que uno puede ser sincero,
puede ser quien es, simplemente frágil, sencillamente débil. Es entonces que el
poder de Dios, en parte se vuelve también nuestro, es en esos momentos que Dios
nos fortalece.

Muchas veces existe una barrera para reconocer nuestras debilidad ante Dios, con
eso evitamos que nos fortalezca y concluimos en derrotas constantes. Esa barrera es
el orgullo. La persona que “experimentó” el orgullo en su vida, en sus escritos y
enseñanzas deja traslucir esto, sin darse cuenta que hay otros obstáculos… el orgullo
ha calado en su vida. “Dios nos ayude a detectar a tiempo el orgullo que puede
estar alojado en el interior de nuestro corazón pues, como una mala semilla, dará
frutos amargos y nos arrastrará a un final fatal.” 30 Es el orgullo quien busca
esconder nuestras debilidades, tan profundamente que seamos inconscientes de
ellas. Realmente sea Dios quien nos ayude a detectarlas y a entregarlas a Dios a
tiempo. Antes que sea demasiado tarde y nuestro final ya sea presente.

“El líder que Dios bendice es el que no busca su propia gloria ni la aprobación de
los hombres. Su único interés es recibir palabras de encomio de parte de su Dios.” 31
Nuestra motivación no debe ser algún beneficio humano, ni aprobación o elogio
humano. Lo que ha de movernos, debe ser el amor. El amor que Dios nos regaló,
ese amor tan grande que no debe ser egoístamente guardado. El amor de Dios debe
ser compartido. Cuando nosotros buscamos agradar a Dios, nos fortaleceremos en
Él, nuestras debilidades serán superadas, las tentaciones comúnmente vencidas y la
iglesia grandemente bendecida. Busquemos más la aprobación divina que una
aprobación humana.

29
BRAVO, o. c., p.102
30
Ibíd. p.116
31
LLOYD, o. c., p.138
15
VI. MENSAJE DE UN PASTOR JOVEN Y POSTMODERNO

Me tomo el atrevimiento entonces de escribir ahora. No porque ya he logrado algo,


sino porque soy consciente de lo que Dios quiere de mí. Joven, pues tengo 19 años y
seguiré siendo joven por unos años más. Postmoderno, porque no quisiera cerrarle los
ojos a una realidad que gradualmente está siendo conocida. La postmodernidad, es una
etapa histórica, que desde mi óptica podría ser aprovechada, sin dejar de tener
cuidado. Paso entonces y expongo lo siguiente…

A. Necesidad de consciencia de fragilidad

“Si me veo obligado a jactarme, me jactaré de mi debilidad.” 2 Corintios 11:30 (NVI)


Que mayor consciencia de fragilidad que ésta. Si de algo habría que enorgullecerse,
sería de mi debilidad. Quisiera que resuene en el eco de la historia mía, que soy
consciente de que soy de “barro”, débil como el más pequeño de los cristianos,
débil como el más grande de los pastores. Soy sencillamente heredero de una
letanía, que me condena tanto a mí como a la raza humana. Soy frágil
humanamente como una copa de cristal. Tan fácil de ser destruida, tan
sencillamente vencida. Pero eso es lo que soy en mí mismo. Más lo que he recibido
de Dios es más grandioso todavía. Salvo por beneficio externo a mi realidad.
Rescatado de un camino sin salida por una luz resplandeciente. Soy salvo entonces
por la gracia de Dios, y no tranquilo con eso, el Señor hizo algo más por mí, sin ser
merecedor de aquello. Me llamó a servirle como ministro suyo. No porque sea el
más capaz, sino porque soy consciente de mi debilidad…

Cito ahora las palabras de un hombre que sin conocerlo, marcó mi vida. Algunos lo
llaman Spurgeon, a mí me gusta llamarlo maestro. “No olvidéis, como ministros,
que vuestra vida toda, y muy especialmente vuestra vida toda pastoral, debe estar
afectada por el vigor de vuestra piedad.” 32 Es toda la vida nuestra. No parcial ni en
porcentajes. Debe ser toda agradable a Dios. Incluido en esto, la entrega de nuestra
fragilidad a Él. No pretendo sonar como si lo hubiere conseguido ya. Me esfuerzo
por hacerlo, porque yo también he de ser débil. Lo intento, y muchas veces he sido
vencido, pero he aprendido a ser de plástico también. Si caigo, reboto. Satanás no
podrá verme mucho tiempo vencido, pues me sujeto a Cristo, a quien considero mi
Señor, mi amigo. No porque sea de su total agrado, sino porque busco serlo y eso,
sí es de su complacencia.
32
SPURGEON, o. c., p.19
16
B. Batalla constante contra las tentaciones

Sería necio decir que todo en la postmodernidad es bueno. El hedonismo, el


facilismo, y otras características de nuestra era, han de ser cuidadosamente
revisadas. En lo que se refiere a la pastoral juvenil y que me gustaría mencionar, es
que hay una apertura mediática en cuanto a lo sexual y no tan sólo a lo sensual.
Hoy en día es más sencillo, que hace 50 años, encontrar pornografía. Está por todos
lados y la lucha de todo joven, resulta ser más problemática. Por ello quisiera
rescatar lo siguiente: “…por una parte tendrá que cuidarse a sí mismo y por otra no
contemporizar con la decadencia social que lo rodea.” 33 El cuidado personal que de
la vida ha hacerse, debe sumarse al cuidado necesario en cuanto a la apertura
excesiva a los medios de comunicación. Nadie hoy en día puede negar que la
sexualidad sea una de las armas más poderosas de Satanás. “Precaveos, queridos
hermanos, de ésta y de todas las otras seducciones de vuestra vocación; y si lo
habéis hecho así hasta ahora, continuad en vigilancia hasta la última hora de la
vida.” 34 Ser cuidadoso implica diligencia. Es hora que seamos compañeros de una
generación que luche cada día por agradar a Dios. Dispuesta a renunciar a lo que el
mundo llamaría “irrenunciable”. Es tiempo que la lucha contra el enemigo sea
frontal, es necesario algo más que buenas intenciones, “si no hay un compromiso
con la santidad en el interior que mantiene mi vida en rectitud, es en vano que me
controlen desde el exterior y esperen que ministre como si estuviera controlado
desde mi interior. El carácter del pastor surge del interior.” 35 Cuán importante es la
lucha interna contra las tentaciones. Las luchas más vehementes no se dan en un
templo, sino a solas. Cuando la razón te dice que estás solo y nadie te ve. ¿Qué
hacer? La Palabra de Dios es clara y contundente. “Por lo tanto, pónganse toda la
armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin
con firmeza.” Efesios 6:13 (NVI) Dios nos ha dado las herramientas para luchar:
verdad, justicia, evangelismo, fe, salvación, Palabra de Dios y la oración. Solo nos
manda que hagamos uso de lo que Él ya nos entregó.

33
SMITH, o. c., p.36
34
SPURGEON, o. c., p.22
35
MACARTHUR, o. c., p.130
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C. Fortalecimiento con Dios y victoria asegurada

Una enseñanza más y será la última antes de despedirme. “El pulso de su piedad
vital debe latir de un modo fuerte y regular; el ojo de su fe debe ser perspicaz; el
pie de su resolución debe ser firme; la mano de su actividad debe ser pronta: todo
su hombre interior, en fin, debe hallarse en el más alto grado.” 36 Quiero serlo,
espero serlo, me esfuerzo por serlo. Anhelo que desde lo más profundo de mí, corra
la intensidad del Espíritu Santo, que redarguya todo lo que no es del agrado de mi
Señor. Deseo no sólo intentarlo, conseguirlo pretendo. “Pero él me dijo: Te basta
con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad. Por lo tanto,
gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre
mí el poder de Cristo. Por eso me regocijo en debilidades, insultos, privaciones,
persecuciones y dificultades que sufro por Cristo; porque cuando soy débil, entonces
soy fuerte.” 2 Corintios 12:9-10 (NVI) Empecé este trabajo con este texto y quiero
concluir con el mismo. Quisiera algún día mirar a Dios cara a cara, decirle todo lo
que significa para mí, sin temor a demorarme mucho, pues me sobraría una
eternidad. Decirle que me costó mucho intentar agradarle, me equivoqué varias
veces y le falle otras tantas. Pero lo quise como tal vez muchos o como tal vez
ninguno. Quisiera decirle entonces que siempre fui sincero; nunca escondí mi
debilidad y fragilidad. Sólo espero que sonría, no por lo que hice, por que tal vez
eso le desagradaría, sino por lo que fui. Tal vez un “pastor prematuro” que se
equivocó mucho, pero que se esforzó demasiado por agradarlo. Espero con ilusión,
que mis obras aprueben el fuego, que mi carácter sea lo suficientemente adecuado
para estar con Él por perpetuidad. Quiero algo más que simplemente soñar, quiero
que eso se haga realidad. Y así me despido entonces hasta otra oportunidad, aquí
un amigo al que puede acompañar a la eternidad, un pastor joven y postmoderno.

“¡…Para Dios es toda Gloria…!”


E. Josué Velasco E.

Pedro Torres Valenzuela, simplemente gracias…

36
SPURGEON, o. c., p.16
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CONCLUSIONES

• La fragilidad del pastor, se origina por su “astheneia”, quiere decir su


debilidad. Esta fragilidad es constitutiva de la naturaleza humana. Por eso,
todos los seres humanos, creyentes o no, estamos sujetos a la debilidad
humana y caer en cualquier pecado.

• Todo pastor debe ser consciente de su fragilidad. No debe esforzarse por


ignorarla, sino por fortalecerse con Dios. La palabra más usada por los
pastores, es la justificación. Siempre tienen una justificación por sus errores y
debilidades. Echa la culpa a los demás y nunca asume la responsabilidad de su
fragilidad.

• Existen aquellos que consciente de su debilidad, la ignoran a la fuerza. Se


concentran en tener éxito y se refugia detrás de ello. Pero el camino final
muchas veces difiere del inicial. Éxito no es sinónimo de aprobación divina. No
debemos ignorar nuestra debilidad. Es tan obvio que hacerlo es mostrenco.

• Las consecuencias de la ignorancia fortuita es un final fatal. Una desaprobación


divina. Parecería ser indefensa pero no lo es. Cuando Dios ha decidido
desechar del ministerio al pastor, por su negligencia, es inobjetable. Nadie
podrá cuestionar su decisión. Cuidado entonces, porque el llamado está
implícitamente relacionado con quien le llamó. Así, como Dios llama, tiene
también la autoridad para desechar a aquellos que ignoran su debilidad y no
se fortalecen en Dios.

• Las tentaciones tienen tres sentidos: el primero, que permite Dios para
manifestación de algo interno, pero busca como ideal, el progreso. El segundo
sentido, la tentación que viene de Satanás y busca simplemente destruir al
hombre y distorsionar la creación de Dios. El tercero se refiere a las veces que
el hombre intenta torpemente probar a Dios.

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• La fragilidad del pastor, no debe alarmarlo desmedidamente. Debe ser
consciente de ella y luchar por cuidarse de él mismo. Dios nos da las
herramientas necesarias para resistir las tentaciones externas, El hombre es
responsable de sus actos. Así que si alguien desea pecar, buscará el tiempo y el
lugar para hacerlo. Se necesita más que buenas intenciones, hace falta tomar
decisiones.

• Dios nos ha dado la armadura que necesitamos para menguar nuestra


fragilidad. Podemos vencer la tentación, no por lo que somos, sino por lo que
Dios es y por su poder. Uno es fortalecido en Dios cada vez que se acerca a
solas con Él. Busquemos ese tiempo con Dios, nada debe perturbar nuestra
relación íntima que pueda fortalecernos.

• El pastor debe conocer su fragilidad. No debe ignorarla, sino debe cuidar,


fortalecerse en Dios. Hace falta en todos los ministros consciencia de la
debilidad.

• Uno no pelea en el cuartel, en el cuartel se prepara, pero en el campo de


batalla se conocen a los soldados. De la misma manera, en el templo uno se
edifica, pero fuera de éste uno comienza a luchar. Más aún en la soledad, es
imprescindible fortalecerse constantemente en Dios, sino la fragilidad nos
sumirá en el denigrante pecado como a otros.

• Que grandiosa seguridad en la victoria con Dios. Qué maravilloso sentirnos


victoriosos, no por nosotros, pues somos frágiles y débiles, sino por Dios que
con su poder ayuda nuestra debilidad. En la eternidad lo convertirá en poder.

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BIBLIOGRAFÍA

1. BARRIENTOS, Alberto “Principios y alternativas de trabajo pastoral”


(EE.UU.: Editorial Caribe, 1982) pp.361

2. BORNKAMM, Günther “Pablo de Tarso” (España: Ediciones Sígueme, 1997)


pp.334

3. BRAVO, Vidal “El fracaso detrás del Éxito” (Lima: PCLince, 2006) pp.117

4. LLOYD, Roberto “El líder bajo presión” (México: Ediciones Las Américas, 2000)
pp.169

5. MACARTHUR, John “El ministerio pastoral” (España: Editorial CLIE, 2005)


pp.479

6. SMITH, Alfredo “Cuando los gigantes caen” (Lima: Ediciones Verbo Vivo, 2007)
pp.91

7. SPURGEON, Charles “Discursos a mis estudiantes” (EE.UU.: CBP, 1981) pp.335

8. TORRES, Pedro “El otro liderazgo” (Lima: Ediciones Jénel, 2004) pp.21

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