Anda di halaman 1dari 11
CRITERIOS JURISPRUDENCIALES PARA DETERMINAR LATENENCIA DE MENORES COLUMNISTAS DEL MES GONZALES LOLI, Jorge Luis GONZALES BARRON, Ginther BELTRAN PACHECO, Jorge Alberto N° 164 © MAYO 2012 » ANO 17 Camoraveta ete erresas vlan pi de un cra ultala buen regs Abandono no puede benefit ata parte que debi cumplr ‘one pago oe honoraris dl panto Procde inser renucia del yerert pese ano exist contania ela erioga ala sociedad del cat otal Procesados ene caso Maco Antonio san condenados por robo con muerte subsecuertey no por asesnato ‘Candenan a cholerqueatope6 al prot Wo Dutra ‘por hamid simple con dl evertual Indio son sufcertes para desvirtuar lero al tabaager po eltrasiado desu ugar taba Constyebarera buocdtca aco que mpd a cculacin de ‘woculas pra rua el Metropolitano ‘UNA PUBLICACION DEL GRUPO Per yt Ctra LA RESPONSABILIDAD CIVIL DEL CIRUJANO ESTETICO Juan Carlos GARCIA HUAYAMA" El autor sefiala que la obligacién asumida por el cirujano estético es una de resultado y no de medios, ya que se obliga a alcanzar el resultado pro ‘metido y esperado por el usuario. Asimismo, la responsabilidad del cirwia- no debe ser objetiva, correspondiéndole acreditar la ruptura del nexo cat TEMA RELEVANTE - sal, es decir, caso fortuito, fuerza mayor, hecho de tercero o el de la propia victima, a efectos de liberarse, no bastando con la prueba de la ausencia de culpa. Por lo tanto, se hace necesario modificar el articulo 36 de la Ley General de Salud que consagra iinicamente la responsabilidad subjetiva de los médicos. INTRODUCCION La apariencia fisica del ser humano ante sus semejan- tes es una de las preocupaciones priortarias. Se dice que “nuestra cultura tiene anquetipos de apariencia enraizados en nuestra educacién. Las obras de artistas famosos como Miguel Angel y Leonardo Da Vinci, la tradicién que nos ha enseiado desde pequefos, a través de cuentos infan- tiles, acerca de hermosos jovenes que logran la felicidad solo con bellas mujeres y la idea que la belleza exterior se encuentra relacionada con la belleza interior, genera una actitud en los individuos que inffuye en Ia salud y en las relaciones sociales y laborales””. Aun cuando el ideal de belleza no es estitico o inmévil sino que cambia con el tiempo y en el espacio, el culto a la apariencia siempre ha estado presente desde las antiguas civilizaciones. Es por eso que las bases de la cirugia plas- tica pueden encontrarse en la Historia Antigua y represen- tan el esfuerzo del hombre para trtar las heridas y defec- tos inglingidos por otros seres humanos 0 la naturaleza, FEstuvo presente con menor 0 mayor representacién en to- das las civilizaciones conocidas (Babilonia, Persia, Egip- to, Grecia, India, entre otras)”. Los registros dejados por los egipcios refljan una cultu- ra obsesionada por la apariencia fisica y personal. El in- terés egipcio por la cirugia estaba estrechamente relacio- nado con su arte y religidn, précticas magicas se unian a la ciencia, en un esfuerzo por mejorar la apariencia. Esta cultura plasmé sus conocimientos médicos en el papiro de Edwin Smith 2200 a.c.) donde se describe intervenciones quinirgicas, tratamiento de lesiones trauméticas 0 fractu- ras faciales; contiene también recetas para el rejuveneci- imiento de ancianos y extensas descripciones de cuidados postoperatorios y manejo de complicaciones”. Paralelamente, en Mesopotamia los médicos ya se habian especializado, los babilonios eran particularmente habiles en cirugia. Los cirujanos operaban bajo leyes draconia- nas de Ia mala practica médica. El Cédigo de Hammura- bi (2000 ac.) sentenciaba con amputacién de los dedos (© Fiscal Adjunto Provincial Titular dela Fscalia Civil y Familia de Casilla Piura. Magister en Derecho Civil y Comercial; egresado del Doctor ‘doen Derecho dela Universidad Nacional de Pura; egresado del XI Programa de Formacién de Aspirantes a la Magistratura - PROFA. Docente de Derecho Civil (0) PIQUERO MARTIN, aime y PIQUERO CASALS, Vanesa. “fica en In esta y cs (Consulta 1 0204/2012). a: . (@) VILLEGAS ALVAREZ, Femando y POLACO CASTILLO, Jaime A. “Intreduccign al cru”. En: .(consulado el 030472012). 8) PIQUEROMARTIN, Jem y PIQUERO CASALS, Vanes. Ob. cit DIALOGO CON LA JURISPRUDENCIA N° 164- ——— “8 | eee Geer de las manos al cirujano que matase 0 destruyese el ojo de su paciente! Los cirujanos indios disefaron y fa- bricaron diversos instrumentos q\ rrirgicos y utilizaban como material de sutura hilos de algodén, tendones de animales, cuero y fibras vegetales se- ‘gin se puede constatar en el compen- dio de Sushruta Samhita (coleccién de libros médicos de la India escritos centre el 800 a.c. hasta el 400 d.c.), En los primeros reinos de la India, la na- riz de las personas era mutilada como && En supuestos de cirugia eslética se asume una obliga- cidn de resultado, por lo que no basta con ser diligentes sino que es necesario alcanzar el resultado prometido y es- perado por el usuario; de otro ‘modo no se hubiera sometido al tratamiento u operacién, sin que medie afectacién o dolen- ia alguna.99 la letra “F” y a los calumniadores con Ia letra “K™”, entonces, libertos acau- dalados y calumniadores enriquecidos pagaban ostentosas sumas por ver sa- tisfechas sus exigencias®. Sin embargo, aun cuando encontra- mos actos de cirugia desde las anti- guas civilizaciones, hasta inicios del siglo XX Ia cirugia plastica no exis- tia como especialidad de la Medicina, Es més, casi ningin cirujano se de- dicaba exclusivamente a este campo, pues se considderaba que no era priori forma de sancién al adulterio y delitos contra el patrimonio, describiéndose en el Rig-veda y en el Atharva-veda reconstrucciones de narices a expen- sas de colgajos de vecindad tomados de las mejillas y la frente. El mejor antecedente se encuentra en Sushruta Sa- mhita, donde se explica la restauracién de la nariz mut Jada de la siguiente manera: “cuando la nariz del hombre ha sido cortada (como castigo) 0 destruida (por alguna en- fermedad o contienda bélica),e! médico tomara la hoja de una planta que sea del tamaiio de la parte destruida, la co- loca sobre la frente o la mejilla, para recortar un pedazo de piel de igual dimensién (pero de tal manera que la piel per- ‘manezea unida por uno de los extremos). Se refresca con elescalpelo los bordes de! mufién de la nariz, para cubrirlo por ambos lados con la piel preparada, cosiéndola por los bordes. Luego coloca dos tubos delgados donde deben ir Jas ventanas de la nariz para facilitar la respiracién y man- tener la forma de la piel aplicada. Se completa colocan- do sobre la zona cruenta polvos de sapan,raices de regaliz: y berberis, cubriendo finalmente con algodén. Tan pronto ‘coma la piel se haya integrado a la nariz 0 zona receptora, se corta la conexién con la zona dadora™®. Se dice que en Roma el cirujano mejor pagado fue el que se dedicaba a la estética, porque sabia con mucha destreza borrar las infames cicatrices de las letras “F” y “K”, que ccon hierro candente, eran grabadas sobre la frente, pecho ‘omuslo de los esclavos. A los fugitivos se les marcaba con tario ya que no estaba destinado a sal- var vidas hnumanas sino a satisfacer la fatil vanidad; los médicos que se dedi- caban a esta especialidad no gozaban de prestigio y eran considerados como de “segunda cla- se” y quienes requerian sus servicios eran siempre un sec- tor determinado de la sociedad (actores, vedettes y mode- Jos). Es mds, la cirugia estética no era encarada con mucha bbenevolencia por los tribunales que exponfan argumentos como que “(...) la fisonomia menos noble de la cirugia es- tética puesta al servicio de la fil vanidad de los hasta boy inaccesibles procedimientos de rejuvenecimiento, y olvi- dando las asombrosas posibilidades que ella puede abrir a la humanidad, dentro de las altasfinalidades del arte mé- ico”, entonces, en ocasiones cuando se condenaba al cirujano plistico estético se alegaba fundamentos como {que el cuerpo humano es cosa sagrada y el propio indivi- ‘duo no tiene derecho a mutilar su cuerpo, por tanto, el ci- rujano esta impedido para intervenir en el cuerpo humano sino es para curar, para defender al paciente de la muerte 0 sufrimientos, agregindose que el cirujano estético no ha- bia estado en presencia de un enfermo affigido, debatién- dose con una crisis mortal 0 suftimientos terribles, sino frente a una persona de perfecta salud, a quien operd in- Stil y criminalmente. Es recién a partir de la II Guerra Mundial desde que em- pieza a reconocerse la importancia de la cirugia pléstica debido al elevado miimero de pacientes heridos, mutilados “Ley 216 Si un médica hizo wna operacibn grave con el bisturi de bronce y lo ha hecho mori, o bin silo operd de una entra en el joy des- truyé el ojo de este hombre, se coma sus manos” (5) _VILLEGAS ALVAREZ, Fernando y POLACO CASTILLO, Jaime A. 0b. ct (6) ACERBICREMADES, Norma, “Origenes de a cnugia plistica, padres, ponerosy otros mis” En: (consultado el 02/04/2012), 7) Iaem, (8) _Incluso desde muchos sighs antes se ealizaba dichas précticas consistentes en bocrar ls mareas realizadasaesclavos, sno obsérvese que la Ley 226 del Codigo de Hammurabi: dsponia que “si un eiryjano, sin atorizacin del duefo de un eselavo sacaba fa marca de esclavo inalienable, 36 Je eortri las manos". A su vez, la Ley 237 estableia quesi un hombre engaé a un crujano y ac6 la marca de! esclavo inalienable, este hom bre seri muerto en su puerta y se lo entrar, Elciryjan, que noha actuad a sabiendss,jurary ser ire” (9) DEAGUIAR DIAS, José Tratado de respontabilidad civil Tomo I, Editorial José M. Cajica I. .A, México, 1987, p. 345,

Anda mungkin juga menyukai