El autor opina y los que lo leemos nos identificamos con sus conceptos… ….
¿Cómo atacar problemas tan graves como los presentados sumariamente, que
significan la subutilización de buena parte de los recursos humanos de la
región, minan la gobernabilidad y entran en colisión directa con los valores
éticos en los que cree América Latina como la protección a los niños, la familia,
oportunidades para los jóvenes y posibilidades de vida digna para todo
ciudadano?. La política social aparece como un instrumento central
para enfrentarlos. Si los países de la región contaran con políticas sociales
integrales, cohesionadas, descentralizadas, congestionadas con la sociedad
civil, participativas, transparentes, con altos standards de gerencia social,
podrían transformarse en medios efectivos de movilización productiva,
devolución de dignidad, e integración social.
El campo social no admite postergaciones como otros. Como lo marcó el
difunto Papa Juan Pablo II (1999): “el problema de la pobreza es algo urgente
que no puede dejarse para mañana”.
El BID, nos orienta, sobre lo que yo llamaría deberes del Gestor Social
Público, acotando que para acelerar el ritmo de la reducción de la pobreza en
todas sus dimensiones ?incluyendo la privación material, el bajo desarrollo
humano, la vulnerabilidad y la falta de poder? y promover la equidad social en
A. Latina, se requiere la adopción de medidas específicas en las siguientes
áreas prioritarias:
Uno de los primeros desafíos que tenemos que enfrentar en el Perú y en varios
países Latinoamericanos, si queremos caminar hacia un verdadero Desarrollo
Social; es impulsar la transición de nuestras actuales gerencias
públicas, de una Gerencia Administrativa a una Gerencia para
Resultados. La Gerencia Administrativa considera como su responsabilidad,
el administrar recursos y cumplir con los mandatos organizacionales y las
normas; las pautas que guían sus acciones y decisiones, son las normas,
regulaciones, e indicaciones de las autoridades; considera que el valor de la
actividad gerencial, radica en la buena y oportuna entrega de bienes o
servicios y el control gerencial que ejerce, es vertical siguiendo las líneas de
autoridad. La Gerencia para Resultados, por lo contrario, considera como su
responsabilidad el generar valor para los dueños o controladores de los
recursos que se administran, que son el pueblo que paga sus impuestos y el
Parlamento o el Ejecutivo que controlan; las pautas que guían sus acciones y
decisiones son las necesidades o aspiraciones del mandante, la población y
el estado ; considera que el valor de su actividad gerencial radica en el
beneficio obtenido de la buena y oportuna entrega de bienes y servicios y el
control gerencial que ejerce, es compartida, con base en compromisos y
propósitos comunes