Vitamina D Pérdida de apetito, náuseas, diarrea, Leche entera y derivados (queso, yogur),
nerviosismo y calcificaciones a nivel yema de huevo, plantas de hojas verdes,
renal. pescados grasos (sardina, bacalao, caballa
o salmón).
Vitamina E Difícil encontrar su exceso, pudiendo Cereales (trigo, maíz), aceites vegetales,
provocar creatinuria y complicaciones frutos secos (cacahuetes, almendras,
de tipo hemorrágico. avellanas, nueces), plantas de hojas verdes
y otras. Huevo lácteos en menor cantidad
Vitamina K Es difícil encontrat un exceso, pero Espinacas, hojas de coliflor y repollo,
puede provocar hiperbilirrubinemia, patatas, aceites, fresas y tomates. En menor
anemia hemolítica e ictericia. medida, hígado, huevos y lácteos.
El consumo excesivo es tóxico, da una falsa
sensación de seguridad, y altera la utilización de
otros nutrientes. Las grandes dosis de suplementos
vitamínicos no compensan la falta de entrenamiento
o potencial, ni dan al deportista una ventaja en la
competición o en el entrenamiento.
Para los atletas que mantienen un peso corporal bajo
o pierden peso repetidamente, el consumo de un
suplemento multivitamínico y mineral puede ser
adecuado, pero siempre bajo prescripción médica.
Debe ser una dieta variada y con presencia
importante y frecuente de alimentos frescos de
origen vegetal, la fuente de vitaminas del organismo.
Por el contrario una presencia abusiva de alimentos
procesados y refinados en la dieta (azúcar blanco, pan
blanco, alcohol, dulces, etc.) disminuye el aporte de
vitaminas.
“Una suplementación de vitaminas sólo debe tenerse
en consideración cuando se tiene un déficit y nunca
hay que tomarlas de forma indiscriminada. Un
especialista en medicina debe valorar que déficit
tenemos y qué producto es más adecuado”.
Por tanto, no hay razones para pensar que la
administración de complejos vitamínicos en adultos o
niños que realizan ejercicio físico va a tener un efecto
beneficioso sobre el rendimiento deportivo. Una dieta
variada aporta la suficiente cantidad de las distintas
vitaminas y sólo será necesario recurrir a un suplemento
cuando se sospechen déficit o carencias de las mismas.
La administración indiscriminada de vitaminas no está
exenta de riesgos.
No hay mejor “suplementación de vitaminas” que una
dieta en frutas, verduras y hortalizas.