Promesas de Dios
Diseo: J. L. Caravias sj.
Ez 36,26
Si compartes tu pan con el hambriento, los pobres sin techo entran a tu casa, vistes al desnudo y no vuelves la espalda a tu hermano...
entonces tu luz surgir como la aurora y tus heridas sanarn rpidamente. Entonces, si llamas a Dios, l te dir: Ac estoy. Is 58,7-8
Si en tu casa no hay ms gente explotada, si apartas el gesto amenazante y las palabras perversas; si das al hambriento lo que deseas para ti y sacias al hombre oprimido...
brillar tu luz en las tinieblas, y tu obscuridad se volver como la claridad del medioda
Is 58,9-10
Yo te eleg y no te rechazar. No temas, pues yo estoy contigo. No mires con desconfianza, pues yo soy tu Dios. Yo te doy fuerzas, y con mi diestra victoriosa te sostendr.
Is 41,9-10
Pues yo soy tu Dios, tu Salvador. T vales mucho a mis ojos. Yo te aprecio y te amo muchsimo.
Is 43,2-4
Hasta su vejez, yo ser el mismo, y los apoyar hasta que sus cabellos se pongan blancos.
Is 46,3-4
Vengan a m los que estn cansados, llevando pesadas cargas, que yo los aliviar.
Mt 11,28
El que tenga sed, que venga a m. Pues el que cree en m tendr de beber. De l saldrn ros de agua viva.
Jn 7,37-8