Aporte a la filosofía:
Retoman la pregunta sobre qué es el hombre.
Análisis lógico y gramatical como herramienta filosófica.
Línea de tiempo de los Filósofos de la Antiguedad
Tales 640-546
Anaximandro 610-546
Anaxímenes 585-528
Pitágoras 570-497
Heráclito 536-470
Parménides 510-450
Anaxágoras 500-428
Protágoras 480-410
Empédocles 490-430
Gorgias 484-375
Sócrates 469-399
Leucipo 460-370
Demócrito 460-370
Platón 428-347
640 630 620 610 600 590 580 570 560 550 540 530 520 510 500 490 480 470 460 450 440 430 420 410 400 390 380 370 360 350
Principales Sofistas
Protágoras (480-410 a C)
Enseña la Relatividad del Conocimiento:
El hombre es la medida de todas las cosas; para cada uno es
verdadero aquello que le parece a él, de acuerdo a sus mudables
condiciones; por lo cual no existe un criterio absoluto de verdad.
Refutación y Mayéutica.
Su Enseñanza es un Examen que practica a sus interlocutores y tiene
dos pasos:
Negativo o Crítico; consiste en la refutación de los errores de los
supuestos sabios, purificando su intelecto.
Positivo o Constructivo; Consiste en “ayudar a nacer”, de ayudar a
la mente de sus interlocutores a “dar a luz” ideas que están en el
fondo de la razón humana sin que tengamos conciencia de ellas.
Ciencia y Virtud:
Para Sócrates, el problema de la Physis no es objeto de su investigación,
para él la Virtud viene del verdadero saber, del conocimiento; sin embargo
no es posible tener ciencia de lo mudable, sino sólo “opinión falaz”. Nadie
peca voluntariamente, el error viene de la ignorancia, por esto la
educación purifica de los errores y el hombre consciente se convierte en
virtuoso.
Virtud y Felicidad:
Para Sócrates, el que conoce, es virtuoso y el virtuoso es también feliz.
“Hacer el bien, es también vivir bien”
La sanción es connatural a las Leyes Morales; el bueno y justo es feliz y el
malo o injusto es infeliz. El bueno y justo no tiene presente sólo la
felicidad propia sino también el de los demás.
La injusticia representa el mal y la infelicidad, pues no sólo convierte en
malo al que la recibe sino que transforma en peor y más peligroso al que
la comete. Por tanto, es un mal menor recibir que cometer injusticia.