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ARTE BARROCO

LA PINTURA ESPAÑOLA
SIGLO XVII
 El siglo XVII es el llamado Siglo de Oro
de la pintura española. Y eso se debe a
que a una concepción grandiosa supo
añadir una maduración técnica motivada
por el contacto con los mejores centros
del arte europeo. Es curioso advertir cómo
la decadencia política y económica
coincide con un auge artístico y espiritual
de gran trascendencia.
SIGLO XVIII
 el XVIII fue un período infecundo, sobre todo
durante los dos primeros tercios. Las causas
principales serán, por una parte que se dejará
sentir el agotamiento tras la amplia producción
pictórica del XVII, y por otra, que el cambio de
dinastía provocará distintos gustos artísticos.
Este vacío se llenará en gran medida con la
llegada de artistas extranjeros, más afines a
la estética de la nueva dinastía: los franceses
coparán el campo del retrato, mientras que
los italianos se centrarán con sus frescos en
la decoración de los palacios.
REALISMO
 Por una parte hay que destacar el creciente
aumento del naturalismo y el fuerte carácter
realista. Predomina una cierta intimidad y un sabor de
humanidad poco o nada teatral. El pintor se acerca al
humilde prescindiendo de su posición social, es decir,
se valora la personalidad individual, cualquiera que
sea la estratificación social del representado. Pero, al
tratarse de un arte naturalista, se van a representar
cosas tanto bellas como horrendas, desde la gracia
de los niños, hasta cadáveres en descomposición: es
el triunfo de la realidad, que es a la vez bella y
horrible.
Sin embargo en su
pintura de niños de
carácter totalmente
profano , presenta una
interpretación amable
de realidades más bien
crueles, plasmando la
vitalidad del mundo
picaresco, con un
incomparable
virtuosismo técnico.

BARTOLOME MURILLO
Joven pordiosero
óleo sobre lienzo, c. 1645
134 x 100 cm
Musée du Louvre, Paris
BARTOLOME MURILLO
Niños jugando a dados
BARTOLOME MURILLO
Niños comiendo fruta
óleo sobre lienzo
1650
Alte Pinakothek, Munich
JUAN DE VALDÉS
LEAL
(1622-1690)

IN ICTU OCULI
(EN UN ABRIR Y
CERRAR DE OJOS)

(ALEGORÍA DE LA
MUERTE)
1672
Óleo sobre lienzo 220
x 216 cm
Hospital de la
Caridad, Sevilla
JUAN DE
VALDÉS
LEAL

FINIS GLORIAE
MUNDI
Óleo sobre
lienzo, 270 x
216 cm 1671-72,
Sevilla,
Hospital de la
Caridad
SIMBOLOGÍA
 Aunque el realismo desempeña un papel
directo en la representación, no podemos
ignorar el profundo significado que va a
alcanzar la simbología en la pintura barroca
española. Hay que esforzarse en averiguar
que se esconde detrás de ese realismo, ya
que hay gestos o atributos (a veces un simple
objeto, un reloj, una calavera, unas flores) que
desnaturalizan el aparente significado real de
la obra. Así, pues, ha de explorarse la
bibliografía de la época para tratar de penetrar
en los arcanos de la pintura.
  En las Hilanderas, sitúa el mito de Aracne, la
habilidosa tejedora perseguida por Atenea en
el taller de tapices de Santa Bárbara, el mito
va tejiéndose en las formas de un tapiz al
fondo, mientras en un primer plano las
obreras trabajan, lo real y lo mítico se
funden en tonos amortiguados y templados
que tienen toda su delicadeza en el tapiz,
donde se desarrolla la escena principal  con
los protagonistas rodeados de una intensa
luz.
TEMAS
 Esto les llevará, en lo que se refiere a la temática, a rechazar,
en general, los temas mitológicos (casi exclusivamente
tratados por Velázquez) y en definitiva todo aquello que se
mueva en el campo de lo imaginativo y lo fabuloso. En
compensación se importó para los palacios reales y residencias
nobiliarias una buena cantidad de pintura mitológica,
esencialmente de Rubens. Por el contrario, cultivarán géneros
como el retrato, los bodegones y, sobre todo, los temas
religiosos, siendo estos últimos los más abundantes.
 Otros temas como marinas, históricos, paisajes, flores,
bodegones, escenas de género (vida cotidiana), aparecerán
en menor número. El cuadro profano es escaso, pero
verdaderos cuadros de esta naturaleza están insertos en los
de índole religiosa, ya que en ellos figuran fragmentos de
bodegones, flores, batallas, etc (cuadro dentro del cuadro).
EL ENCUENTRO CON EL PINTOR FLAMENCO RUBENS

El encuentro con
Rubens, que visita
Madrid, en 1628, le
orientó hacia el
humanismo y la
mitología, además de
animarlo a continuar
su formación en
Italia, antes pintó “Los
Borrachos” o el
Triunfo de Baco
(1629), en él muestra
al Baco mitológico
entre campesinos
andaluces, señalando
la principal El Triunfo de Baco
característica de su
pintura mitológica, la
concepción burlesca e
irónica de la misma.
Cristo en casa de Marta y María
óleo sobre lienzoc. 1620 60 x 103,5 cm
National Gallery, London
MECENAS
 Y es que la temática estará
condicionada por la propia clientela:
 la Iglesia el más importante de los
mecenas.
 la Corte jugará un papel destacado, por
su afán coleccionista y por el deseo de
perpetuar la imagen del monarca y su
familia, fomentando la pintura en
general, y el retrato en particular.
Estos retratos,
tienen como
características: la
sencillez en la
composición, el
realismo, la escasa
preocupación por
los fondos, la
elegancia que
emanan los
personajes y el
estatismo, son
retratos de cuerpo
entero, en busto, de
tres cuartos,
sobresalen diversos
retratos del
monarca y del
Infante D. Carlos
(1625-28), y los
primero retratos de
bufones, como el de Felipe IV
Calabacillas. c. 1624-1627
óleo sobre lienzo
210 x 102 cm
Museo del Prado,
Madrid
Doña Maria de
Austria, reina de
Hungria
1630
óleo sobre lienzo
58 x 44 cm
Museo del Prado,
Madrid
La reina
Isabel de
Borbón a
caballo
1634-1635
301 x 314 cm
Museo del
Prado,
Madrid
Retrato
ecuestre de
Felipe IV
1635-36
301 x 314 cm
Museo del
Prado, Madrid
AUSENCIA DE SENSUALIDAD
 Ligado a la religiosidad española hay que
destacar también la ausencia de sensualidad
como una de las características destacadas de
la pintura barroca española. Ello será
consecuencia de una implacable vigilancia que
no se ablandará en España. Los escritores
combaten las “pinturas lascivas”, calificando
de tales a cualquiera en que figure un
desnudo. Hay en España prevención contra la
mitología y el desnudo.
Venus del espejo
1649-51 - 122,5 x 177 cm - National Gallery, London
COMPOSICIONES
 Las composiciones serán sencillas,
estáticas y serenas, y aunque no faltan
líneas diagonales y las figuras en
escorzo, el movimiento barroco se
sacrifica con frecuencia en favor de la
realidad.
 Nuestro barroco abomina el movimiento
violento e impetuoso de italianos y
flamencos.
LA SAGRADA FAMILIA DEL PAJARITO
óleo sobre lienzo, 1650 144 x 188 Museo del Prado, Madrid
TECNICA
 En cuanto a la técnica, lo más
destacado será la casi total ausencia de
frescos, predominando el óleo.
 La pobreza de medios en un país en
crisis, influyó notablemente sobre los
materiales, dimensiones y programas: el
óleo es mucho más asequible que las
grandes composiciones al fresco.
LA LUZ
 Uno de los aspectos más destacados será el
tratamiento de la luz, lo que les llevará a realizar
desde fecha bien temprana grandes contrastes
lumínicos.
 El Tenebrismo expresará muy bien los
valores religiosos de la época, por lo que se
comprende mejor su éxito entre nosotros, y no
es posible reducirlo a un recurso o técnica
meramente importada de Italia
La figura más destacada del
momento es Francisco
Ribalta (1564-1628). Es
probable que su aprendizaje
se realizara junto a
Navarrete el Mudo, en el
Monasterio del Escorial y
donde conociera las obras
de los pintores italianos en
las colecciones reales,
quizás viajara a Italia entre
1616 y 1620 y que conociera
directamente las obras de
Caravaggio y sus
seguidores

Cristo abrazando a San Bernardo


óleo sobre lienzo
158 x 133 cm
Museo del Prado, Madrid
Lo más interesante de su
colección es el
tratamiento de los temas
místicos, donde el
tenebrismo suele ser
ostensible, además del
brillante colorido y de la
seguridad en el dibujo.

San Francisco reconfortado por un


ángel
óleo sobre lienzo
204 x 158 cm
Museo del Prado, Madrid
José de Ribera (1591-1662)

A mediados del siglo XVII,


Felipe IV y su valido, el Conde-
duque de Olivares, convirtieron
la corte en el principal centro
artístico de la Península. El
mejor exponente de la
corriente tenebrista española
fue José de Ribera, nacido en
Játiva (Valencia) Establecido
en Italia desde1611, recibió el
apodo de “Il Spagnoleto”,
nunca más volvería a España,
instalándose definitivamente
en Nápoles en 1616. Quizá
pudo haber trabajado en el
taller valenciano de Ribalta,
pero su obra se desarrolla
plenamente en Italia.
Martirio de San
Bartolomé
o San Felipe
1630
óleo sobre lienzo
234 x 234 cm
Museo del Prado,
Madrid

Se trata de una de
las obras maestras
de Ribera. Una
compleja
composición, de
extremado
realismo. El horror
del martirio aparece
reflejado en la
carne trémula del
santo.
El naturalismo temático de Ribera se
centra en la pintura de personajes
ancianos, mendigos, santos, pero
siempre pintados con una gran
dignidad, sin exacerbar el sentido cruel
o morboso, demostrando un perfecto
dominio de lo anatómico.

Arquímedes
1630
óleo sobre lienzo
125 x 81 cm
Museo del Prado, Madrid
Algunos estudiosos han
notado en Ribera un afán
constante de representar
la ruina del cutis
humano. Aparecería
como el pintor de las
frentes arrugadas, los
dedos ásperos, los
muslos delgados que
permiten la visión de los
huesos como ocurre en
el San Andrés.

San Andrés
1630-32
óleo sobre lienzo
123 x 95 cm
Museo del Prado, Madrid
San Onofre
1637
óleo sobre lienzo
El Hermitage,
San Petersburgo
El martirio de San
Andrés
1628
óleo sobre lienzo
209 x 183 cm
Museum of Fine Arts,
Budapest
El sueño de Jacob
1639 óleo sobre lienzo, 179 x 233 cm - Museo del Prado, Madrid
A veces como retratista no
tiene pudor en representar
las deformidades humanas.
Lo feo puede ser
representado con dignidad.
La representación de lo
extremo de forma
naturalista es un rasgo de
clara raíz caravagiesca.

La mujer barbuda
1631
óleo sobre lienzo
Hospital de Tavera, Toledo
La imagen del pícaro responde
al arquetipo de la época plasmado
también en las novelas picarescas.
Los ropajes raídos, la mellada
dentadura, el defecto físico, no son
mostrados de manera indigna, sino
con cierta ternura.
La imperfección con Rivera alcanza
la majestad que sólo la pintura
puede dar.

El patizambo
1642
óleo sobre lienzo
164 x 92 cm
Musée du Louvre, Paris
El tema mitológico: Apolo y MarsIas
1637 Oil on canvas, 202 x 255 cm
Musées Royaux des Beaux-Arts, Bruselas
En su repertorio figuraron
también protagonistas
femeninos que destacan por
su encanto, la Virgen en la
Inmaculada (1635), el triunfo
de María Magdalena (1636),
y algunas santas como Santa
Inés (1641), que
corresponden al periodo
más crucial de su carrera
artística, a partir de la
década de los 40, cuando
su visión naturalista se
disgrega cada vez más
hacia una mayor
sensualidad, el color se
vuelve más refinado y la
luz más difusa, superado el
tenebrismo inicial.

La Sagrada Familia
1639
óleo sobre lienzo
253 x 196 cm
Museo de Santa Cruz, Toledo
María
Magdalena
penitente
1640-41
óleo sobre
lienzo
226 x 181 cm
Museo del
Prado, Madrid

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