a) inflamación articula b) artrosis asociada a depósito de pirofosfato;
En las recientes recomendaciones de EULAR sobre terminología y
diagnóstico de esta enfermedad se sugiere una terminología para las distintas formas clínicas, que incluye: a) artritis aguda por cristales de pirofosfato; b) artritis inflamatoria crónica por cristales de pirofosfato, y c) artrosis asociada a cristales de pirofosfato; además debe mencionarse la frecuente presencia asintomática de condrocalcinosis articular. Artritis aguda
Se caracteriza por episodios de artritis de inicio frecuentemente súbito, con
intensos signos inflamatorios locales que, en ausencia de tratamiento, pueden durar varias semanas para ir cediendo espontáneamente. En ocasiones, el comienzo puede ser poliarticular. Estos episodios van seguidos de períodos asintomáticos que pueden ser muy prolongados. Es frecuente la artritis aguda de rodilla o muñeca, seguida de hombro, tobillo, codo, metacarpofalángicas y, más raramente, pies (incluida la primera metatarsofalángica), pero cualquier articulación puede verse afectada. Artropatía inflamatoria crónica por cristales de pirofosfato
Suele afectar a unas pocas articulaciones, con preferencia de muñecas y
rodillas. La inflamación puede ser persistente, pero con frecuencia resulta fluctuante o migratoria, bastante característico de artritis por cristales. Las presentaciones varían ampliamente y, en ocasiones, la distribución articular y su persistencia puede sugerir clínicamente otras artropatías inflamatorias crónicas y la distribución, en ocasiones relativamente simétrica, puede ser clínicamente indistinguible de una artritis reumatoide. La frecuente presencia en pacientes de edad avanzada de factor reumatoide —aunque usualmente en títulos bajos— puede contribuir a la confusión. Artrosis asociada a cristales de pirofosfato cálcico a) distribución articular “atípica” incluyendo articulaciones que no son de carga: muñeca, hombro o acromioclavicular o artrosis aislada trapecioescafoidea en ausencia de artrosis trapeciometacarpiana b) distribución atípica en la articulación c) osteofitosis marcada d) quistes subcondrales que pueden ser grandes y confluentes e) fragmentación o destrucción ósea. Otras formas de artritis por cristales de pirofosfato Los cristales de pirofosfato se han identificado en la columna en los discos intervertebrales —se ha descrito discitis aséptica—, en las articulaciones interapofisarias, en el ligamento vertebral anterior o el amarillo; los síntomas raquídeos parecen infrecuentes y están mal caracterizados. También se han descrito casos de artropatía rápidamente destructiva en cadera, hombro o rodilla, en la que los cristales de pirofosfato suelen ser escasos, pueden coincidir con cristales de apatita y su significación es menos clara. Se han hallado nódulos periarticulares de cristales de pirofosfato en ausencia de condrocalcinosis articular, especialmente en la articulación temporomandibular o en la cadera. Los cristales también se encuentran en tendones y entesis y se ha descrito tendinitis y rotura tendinosa. Condrocalcinosis asintomática
El hallazgo de condrocalcinosis en unas radiografías articulares —habitualmente
de rodillas, pelvis o muñeca— es un hallazgo frecuente en personas de edad avanzada y una mayoría de los que la presentan nunca presenta síntomas asociados a ella ni requiere tratamiento.