No obstante, el corazón de
Saúl no fue perfecto delante
de Dios y, paulatinamente, se
apartó de Él.
Salmo 86: 5
Salmo 32: 5
Compuesto para el traslado del arca a Jerusalén, invita a todas las naciones de la
tierra a que reconozcan la soberanía universal de Dios. Se lo ha denominado "Himno
misionero para todas las edades". Este salmo alaba a Dios como creador y hacedor
de maravillas desde la antigüedad (vers. 1-6), como gobernante del mundo actual
(vers. 7-9), y como juez redentor cuando se restauren todas las cosas (vers. 10-13).
En 1ª de Crónicas, 16 se amplía este salmo con referencias al pacto que Dios
estableció con Abraham, Isaac y Jacob (vers. 15-22). El pacto incluye, por parte de
Dios, hacerles una gran nación, bendecirlos y llevarlos a la Tierra Prometida. Por
parte del hombre, se exige amar, obedecer y adorar a Dios como su Padre y Dios.
Este pacto, con mejores promesas, es el mismo que establece hoy con nosotros.
Es una invitación a todas las naciones a que alaben al Señor
por la misericordiosa bondad que manifiesta a su pueblo.
Este salmo fue usado por Jesús después de la última cena.
“Antes de salir del aposento alto, el Salvador entonó con sus
discípulos un canto de alabanza. Su voz fue oída, no en los
acordes de alguna endecha triste, sino en las gozosas notas
del cántico pascual [Salmo 117]”
(DTG 626,627)
Y bendeciré tu nombre
eternamente y para siempre. que respira
Cada día te bendeciré,
Y alabaré tu nombre
alabe al
eternamente y para siempre. Señor!
Grande es Jehová, y digno de
suprema alabanza;
¡Aleluya!”
Y su grandeza es inescrutable”
“Hay salmos para toda persona, en cada estado de ánimo y necesidad: para los
frustrados, los desanimados, los ancianos, los desesperanzados; para los enfermos y
para los pecadores; salmos para el joven, para el vigoroso, para el que tiene
esperanza, para el hijo de Dios fiel y creyente, para el santo triunfante. Hay salmos
con sólo una tenue nota de esperanza en su atmósfera de desesperación; por otra
parte, hay salmos de alabanza que no contienen ni una sola palabra de ruego. Hay
salmos en los cuales el pecador se detiene "en el lugar secreto" de la "presencia" de
Dios "bajo la sombra" de sus "alas" para expresar sus más íntimos sentimientos en la
soledad; y hay salmos en los cuales el santo de Dios se une a la vasta asamblea de
adoradores en la gran congregación y, acompañado con toda suerte de instrumentos,
alaba a Dios en alta voz. En toda la colección se exalta a Dios como la solución de
todos los problemas humanos, como el Todo en todos: nuestra esperanza, nuestra
confianza y nuestra fortaleza; nuestro triunfo encarnado en el Mesías, cuya llegada
trae redención y da lugar al reino universal y eterno de justicia. Cristo actúa a lo largo
de los salmos; en ellos contemplamos destellos proféticos de su deidad (Sal. 45: 6;
110:1), de su condición de Hijo (Sal. 2: 7), de su encarnación (Sal. 40: 6, 7), de su
sacerdocio (Sal. 110: 4), de su traición (Sal. 41: 9), de su rechazo (Sal. 118: 22), de su
resurrección (Sal. 16: 9, 10) y de su ascensión (Sal. 68: 18)”
(CBASD, introducción a los Salmos)
Los habitantes del cielo toman
sus instrumentos musicales,
afinan sus voces y entonan
cánticos de alabanza a Dios.
¿Cuál es su tema de alabanza?