egresado de acuerdo con el sistema de valores comunes inherentes a esa sociedad. Sin embargo, tiene que convertirse, además, en un instrumento de cambio, de modificación de esa misma sociedad. La escuela, la institución académica, a través de los objetivos del aprendizaje, se tiene que proponer la modificación de las situaciones, la solución de los problemas sociales. En ese sentido es un instrumento fundamental de cambio, de desarrollo.
La institución es académica en tanto
que formadora, es desarrolladora en tanto que laboral. La escuela tiene que conservar lo esencial y proyectarse hacia el futuro, como modelo de ese futuro Es académica porque en ella se aprende la teoría, el conocimiento de lo establecido, de lo ya alcanzado, pero es científica porque se aprende cómo enriquecer esa teoría, cómo modificar lo ya conocido.
Mientras más académica más estabilizadora, pero a
su vez más transformadora del medio, del contexto social.
La escuela se caracterizará por la integración en
una sola unidad de lo académico, lo investigativo y lo laboral. La escuela defiende los valores comunes de la sociedad; en ese sentido es homogenizadora y a la vez estimula el desarrollo de personalidades independientes, de individualidades La sociedad, en desarrollo ha necesitado del trabajo manual para la elaboración de los medios necesarios para transformar directamente la naturaleza, y del trabajo intelectual, para modelar la realidad objetiva y elaborar las teorías de su descripción y explicación.
La participación del estudiante en el trabajo físico o
manual es necesario para valorar la necesidad social.
Su desarrollo intelectual, de sus capacidades
intelectuales, es también imprescindible para comprensión esencial de esa realidad objetiva. La escuela es la institución social seleccionada para la formación de las nuevas generaciones. Lo hace a través de la apropiación, por los estudiantes, de la cultura, de lo que el hombre, hasta el momento, ha acopiado: sus ideas, sus realizaciones, las transformaciones del medio. La escuela vinculada, integrada a la vida, muestra las limitantes de la verdad establecida y la necesidad del cambio. El problema: la necesidad social, obliga a operar con lo establecido, a su dinámica, pero lo más importante, a su desarrollo, a su cambio, a su transformación, en dos palabras: a crear La escuela es una institución relacionada, dialécticamente, con la sociedad, con sus necesidades socio-económicas y culturales. Al desarrollarse la sociedad, como resultado de la revolución política- social y científico-técnica, la escuela tiene que responder de ello. Pero para que la escuela pueda educar, los estudiantes tienen que contribuir a transformar esa sociedad. En consecuencia se tiene que producir un cambio en la estructura educacional para darle cabida a la nueva función que tiene que llevar a cabo la escuela. Las escuelas asumen la nueva función, lo que implica estimular determinados cambios explícitos o latentes en la sociedad, como una consecuencia de las nuevas funciones educacionales Como un sistema es un todo inseparable, porque resulta "que un sistema no es la simple suma de sus partes, sino que es la interrelación de dos o más partes, por lo que una cualidad emergente no se explica por las partes consideradas separadamente.
En las definiciones más corrientes se identifican los sistemas
como conjuntos de elementos que guardan estrechas relaciones entre sí, que mantienen al sistema directo o indirectamente unido de modo más o menos estable, y cuyo comportamiento global persigue, normalmente, algún tipo de objetivo.
Esas definiciones que nos concentran fuertemente en
procesos sistémicos internos deben, necesariamente, ser complementadas con una concepción de sistemas abiertos, en donde queda establecida como condición para la continuidad sistémica, el establecimiento de un flujo de relaciones con el ambiente. El enfoque sistémico ha sido frecuentemente aplicado al estudio del contexto escolar, aunque más preferentemente se trata de estudios centrados en la psicología pedagógica y muy pocos en las aspectos culturales y sociales.
El principio de recursividad nos permite ver los
distintos niveles de la educación como sistemas
unitarios: el sistema educativo nacional, que
contiene sistemas educativos regionales, los que a su vez contienen sistemas educativos menores, hasta llegar a la unidad educativa (la escuela) como un sistema en si mismo. Si nos ubicamos en los problemas concretos de la práctica pedagógica, se puede establecer con mayor o menor grado de dificultad, relaciones interdisciplinarias comprometidas en el problema, considerando que es la fórmula para dar respuesta acerca de las relaciones entre las ciencias particulares.
La Pedagogía como ciencia de la educación,
concebida como un proceso consciente, organizado y dirigido, ocupa uno de los primeros lugares dentro del sistema de ciencias sociales. Igual que otras ciencias está en transformación permanente, dado su condicionamiento al desarrollo de la sociedad, las demás ciencias y la propia práctica pedagógica.