(1877 – 1925)
3 de mayo de 1877
Sin embargo, no todos los niños logran el mismo éxito, ya que muchas
veces ocultan su aferramiento al primitivo derecho de autodeterminación
que suele irrumpir violentamente con posterioridad. Esto se observa en los
niños ( y adultos ) que se caracterizan por su bondad y obediencia ,
manteniendo impulsos rebeldes subyacentes que se fundan en el hecho
de haber sido obligados a someterse desde la infancia.
Describe a las personas con carácter anal como sensibles a las
intrusiones externas, lo cual los lleva a ser resistentes al tratamiento
psicoanalítico por vivenciarlo como una interferencia en su modo de
vida. Otra de las características de estas personas es su tendencia a
catalogar y registrar todas las cosas como un modo de no perder el
control. La terquedad y obstinación de muchas de estas personas
son la prolongación de la rebeldía infantil ante el pedido de
evacuación de sus intestinos, pedido frente al cual la oposición era
un modo de preservar su derecho de decisión.
Considera a la terquedad como la característica anal original, que
puede llevar a la persona a ser inaccesible, dando lugar a actitudes
improductivas y antisociales, o que puede tomar la forma de
perseveración y escrupulosidad, características socialmente valiosos
mientras no sean extremas.
Erotismo genital
Abraham establece finalmente que el desarrollo del carácter de una
persona sólo logrará completarse cuando su libido haya alcanzado el nivel
genital, punto más alto de organización de la libido. En este nivel se
alcanzaría la capacidad para el amor objetal.
La función de esta tercera etapa en la formación del carácter consistiría en
la eliminación de las huellas de las etapas más primitivas, en la medida en
que estas resulten perjudiciales para el individuo.
Será entonces la superación del complejo de Edipo con todos sus
componentes, lo que permitirá la transformación de los impulsos hostiles y
destructivos que surgen de fuentes sádicas, o la avaricia y desconfianza
derivadas de fuentes anales.
La superación del complejo de Edipo permite, según el autor, dar el paso
más importante en la superación del narcisismo original y al mismo tiempo
disminuir la influencia del principio de placer en la conducta .