PICARESCA Y EL
PUNTO DE VISTA
FRANCISCO RICO
IMPORTANCIA DE MENCIONAR SU
GENEALOGÍA
Menéndez Pelayo
HONRA NEGRA
Crítica Social
Tono Humorístico
EL GÉNERO
• “escribe se le escriba…”
AUTOBIOGRAFISMO
+ Verosimilitud
(Característica Humanista)
GÉNERO EPISTOLAR
El caso
• La obra parte a medida del prólogo: ‹‹y pues Vuestra Merced escribe
se le escriba y relate el caso muy por extenso, pareciome no tomalle
por el medio, sino del principio, porque se tenga entera noticia de mi
persona.››
¿Cuál es el caso?
Asume el pasado en función de su presente de pregonero satisfecho con las “mil mercedes” que
Dios le envía a través de su mujer y el Arcipeste.
El ciego y vuestra merced 5 motivos
Núcleo:
Caso
Obra
EQUILIBRIO NARRATIVO
• “Necio, aprende, que el mozo del ciego un punto ha de saber más que
el diablo”
• Pluralidad de significados
• La ironía
humanismo
LA FAMA DEL LAZARILLO
POPULAR EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVI
• La serie de amos
• La voz de pícaro parece haber popularizado en el último tercio del siglo XVI para designar
a un sujeto “vil y de baja suerte, que anda mal vestido y en semblante de hombre de poco
honor” (Fray Diego de Guadix). El mal vestido, andrajos y mugre, son correlatos del poco
honor.
• No tiene el pícaro un status definido por deberes, entre los cuales se le exija mantener
“honra”. Lo que le distingue es la falta de lazos: nada lo liga duraderamente a un lugar, un
señor o tarea.
• Hijo de vagabundo o huyo de la severa tutela de un padre o amo.
• Se ha criado en la calle
• Ha aprendido a salir adelante con el sudor de a frente ajena, a costa de pillerías
• Tal vez busca algún trabajo que no pida excesiva aplicación ni imponga ataduras estables.
• En 1550 se le encuentra en las cocinas de las grandes casas, como pinche, sin otro sueldo
que lo “comido por lo servido”.
• En 1600 la ocupación favorita del pícaro es la de esportillero oganapán: mozo de cuerda o
recadero, apostado en calles de comercio para llevar paquetes o hacer chapuzas
• Todo el tiempo que no trabajan se la pasan jugando, y luego se pasan a los bodegones y
tabernas, y de día y de noche están acompañados de pícaras perdidas. En pocas
palabras ellos viven libertados a medida del deseo, engolosinados con el almíbar picaresco.
• Los picaros no son “en particular esclavos o criados de nadie, sino son para todos los que los
quieren alquilar, ocupándolos en cosas viles”.
• Viles son los empleos pasajeros del pícaro, y muchas veces bordean la delincuencia.
• Por excepción el pícaro puede ser virtuoso, limpio, y más que mediante discreto como el
Carriazo de La ilustre fregona.
• La valoración del pícaro oscila entre las posibilidades más diversas. Unas veces se vio
convertido en cifra de todo lo dañino y ruin. Otras idealizando como espejo de filósofos,
tataranietos de Diógenes; encarnación viva del ingenio y la sagacidad
• Por otra parte los outsiders, bohemios o hippies han gozado siempre de un cierto
prestigio sentimental.
• El éxito de la novel picaresca coincida en el tiempo con una carrera desalada tras
los honores y el acabose de los convencionalismos.
• La figura del pícaro, libre de corsés sociales, sin duda expresaba aspiraciones que
la España de los Austrias, atormentada por las genealogías y las apariencias
honrosas, no osaba confesar más que arropadas en ironías y burlas, vestidas de
paradojas.
• Los lectores uniformaron en el pícaro al protagonista de la obra como mendigo, esportillero,
sollastre y criado. El mismo Guzmanillo le daba el pie.
• La segunda parte evita tal designación, en el Alfarache fulero, estafador, mercader
fraudulento, perviven rasgos apicarados del Guzmanillo (la astucia, la infamia, la
disponibilidad).
• Estas dos partes el más antiguo traductor francés distinguió como:
Vie du Gueux (miserable)
Vie du Voleur (ladron)
• La imagen del pícaro predestinado a ser el héroe de un relato extenso se había incorporado
a una serie de datos que nunca se hubieran asociado aun pícaro de carne y hueso.
• Varios estudiosos han advertido, certeramente, la coincidencia de la novela picaresca con el
teatro prelopista y el entremés del siglo de Oro.
• En el entremés pululan capigorrones, hambrientos, estudiantes, bromistas, matasanos,
poetas chanflones. Son sin duda las mismas gentecillas que pueblan la novela picaresca,
pero la diferencia esta en la ausencia del pícaro.
• El pícaro requiere el contexto, la perspectiva de una historia y hasta de una prehistoria: lo
que ha dado la novela y el entremés no puede darle.
• Cuando el pícaro asoma, no se le identifica por el planteamiento dramático, sino por el
regusto narrativo, que van dentro de los esquemas autobigráficos.
¿ES LÁZARO DE TORMES
UNA NOVELA PICARESCA?
LAZARILLO GUZMÁN
LA VOZ DE SU AMO
materia
Novela picaresca Genus artificiale
y forma
Lazarillo Guzmán
Primeros en recurrir
No se agota en ninguno de los dos
Quevedo y López de Úbeda
molde recién acreditado
Maestros más del estilo que de la construcción resolvía el problema fabulosa riqueza lingüística.
Ambas obras tienden a explicar la situación final del protagonista, era elemento notabilísimo
el hecho de redactar una autobiografía.
• Dentro del libro de entretenimiento de la pícara Justina, del licenciado Francisco López
de Úbeda.
• Justina es pícara lisa y llanamente, réplica femenina del pícaro, detentaría de una pícara
congénita.
• Justina, la incorregible cínica, nos quiere hacer creer que cuenta su juventud con la
perspectiva de una mujer más que madura, en el momento en que llega al puerto de un
tercer matrimonio.
• Se ven reminiscencias de lo preliminares de Alemán, para que tengamos la impresión de
que la novela picaresca clásica facilita a nuestro autor solo un marco. El lector percibía a
la pícara Justina como una analogía de conjunto con el pícaro Guzmán de Alfarache.
• En efecto, en la pícara Justina la autobiografía es un absurdo postizo; no surge
necesariamente, ni le añade sentido, no pasa de forma vacía.
• La pícara Justina, carecía de función primaria y, por lo mismo que pronto se le descubría
inútil, agravaba la falta de conexión de los ingredientes: era un mimetismo insustancial.
• Se repite la duda en la pésima novela picaresca La vida del buscón, llamado don Pablos.
Quevedo entró a saco en el repertorio de elementos constitutivos del género.
• Al probar fortuna en la picaresca se le escapara casi todo cuanto la especia tenía de novela,
de construcción; reconocidos los rasgos esenciales, incorporándolos como fragmentos
dispersos, sin adivinar su enlace profundo.
• El elemento del patrón autobiográfico es nuevamente revelador. ¿Para qué escribe Pablos?
Ni quizá valdría la pena plantearse la cuestión, si no existiera el Lazarillo y si no fuera
palpable que Quevedo está calcándole un procedimiento.
• En el Lázaro VM escribe al pregonero de Toledo le contara con pelos y señales el caso que
andaba en boca de todos y que estibaba la relación de ambos. En el Lazarillo, el
destinatario es jun centro de gravedad del relato. VM explicaba la existencia y a estructura
de la autobiografía.
• En el buscón VM no sabemos nada, nada significan para nosotros. Ese “Señor” de Pablos no
forma parte de la novela a titulo ninguno. Es un mero nombre. Quevedo lo encontró
elemental de la picaresca, lo escribió y no se ocupo en darle sentido.
• El esquema biográfico del pícaro de novela pedía una serie de mutaciones de fortuna y
tarea. El anónimo del Lazarillo y Mateo Alemán las habían realizado guardando el decoro
del protagonista: a unos cierto azares correspondían unas ciertas actitudes, a unas
tomas de conciencia seguían unas determinadas acciones, a lo largo de una línea
evolutiva clara y sin quiebros.
• Lo malo es que, recurriendo al molde de la picaresca y desposeyéndolo de los componentes
que hacían eficaz, Quevedo renunció a crearse una forma propia y disgrego el libro en
niveles inconexos.
• No hay ni el más remoto ánimo de novelizar el ineludible tránsito de Pablos actor a Pablos
autor. Y, sin él, la primera persona es cuando menos superflua, una simple tributo a la
tradición.
• Quevedo no comprendió el Lazarillo. No comprendió que el pregonero cuenta lo pasado
para aclarar lo presente. No comprendió la magistral ambigüedad con que Lázaro ofrece su
libro como pliego de descargo.
No es fácil liberarse de la sospecha de plagio.
-EL LAZARILLO DE
TORMES
Epígonos
-GUZMÁN DE ALFARACHE
-LAZARILLO DE
PERIODOS DE MANZANARES
-SEGUNDA PARTE DEL
LA NOVELA LAZARILLO
PICARESCA Seguidores -LAZARILLO PRIMITIVO
-ALONSO, MOZO DE
MUCHOS AMOS
-VARIA FORTUNA DEL
SOLDADO PÍNDARO
-LA VIDA DEL BUSCÓN
A MANERA DE CONCLUSIÓN
• Dominio de lo cómico