(algunos filósofos y algunos teólogos), o plantea una cuestión que nos afecta a todos?
Dicho de otra manera, ¿necesita la fe realmente
de la filosofía, o la fe -que en palabras de San Ambrosio fue confiada a pescadores y no a dialécticos- es completamente independiente de la existencia o no existencia de una filosofía abierta en relación a ella? Fe y Razón Si se concibe la filosofía sólo como una disciplina académica entre otras, entonces la fe es completamente independiente de ella. Pero si comprendemos la filosofía en la perspectiva de Fides et Ratio (FeR), ésta se pregunta si el ser humano puede conocer la verdad, las verdades fundamentales sobre sí mismo, sobre su origen y su futuro y… lo propio de la fe cristiana es que sostiene la verdad sobre Dios, el mundo y el hombre y… pretende ser la religión de la verdad Sin esta orientación hacia y desde la verdad, el ser humano –al final- tiene que recluirse en la cuestión de lo útil. Fe y Razón “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” (Jn 14,6): expresa la pretensión fundamental de la fe cristiana, y de aquí brota su impulso misionero: sólo si es verdad, afecta a todos los hombres; si no lo es queda como una variante cultural de las experiencias religiosas posibles del ser humanos y… tiene que permanecer en su cultura y dejar a cada experiencia religiosa en su propia cultura… La cuestión de la verdad es la cuestión esencial de la fe cristiana y… la fe tiene inevitablemente que ver con la filosofía Al mismo tiempo, la fe cristiana busca rehabilitar la cuestión de la verdad en un mundo marcado por el relativismo (cf. FeR) Fe y Razón El relativismo se manifiesta en la ciencia actual como una búsqueda de verdades, pero descalifica como no científica la cuestión de la verdad: FeR intenta hacer valer la cuestión de la verdad como una tarea racional y científica => filosofía C.S. Lewis, en “Cartas del diablo a su sobrino” presenta al diablo Escrutopo que tranquiliza al demonio pequeño ante su preocupación de que algunos hambres leen los libros de los sabios antiguos, diciéndole: “la única cuestión que con seguridad nunca se planteará es la relativa a la verdad de lo leído; en su lugar se pregunta acerca de las repercusiones y dependencias, del desarrollo del respectivo escritor, de la historia de su influjos, y otras cuestiones análogas" Fe y Razón “De este modo, se neutraliza también la lectura de la Biblia: podemos explicar cuándo y bajo qué circunstancias ha surgido un texto, y, de este modo, lo tenemos clasificado dentro de lo histórico ("Historisch"), que a la postre no nos afecta. En el trasfondo de este modo de interpretación histórica hay una filosofía, una actitud apriórica ante la realidad que nos dice: no tiene sentido preguntar sobre lo que es; sólo podemos preguntar sobre lo que podemos hacer con las cosas. La cuestión no es la verdad, sino la praxis, el dominio de las cosas para nuestro provecho. Ante tal reducción aparentemente iluminadora del pensamiento humano surge sin más la pregunta: ¿qué es propiamente lo que nos aprovecha? Y ¿para qué nos aprovecha? ¿Para qué existimos nosotros mismos?” (sigue…) Fe y Razón “[ sigue…] El observador profundo verá en esta moderna actitud fundamental una falsa humildad y, al mismo tiempo, una falsa soberbia: la falsa humildad, que niega al hombre la capacidad para la verdad, y la falsa soberbia, con la que se sitúa sobre las cosas, sobre la verdad misma, en cuanto erige en meta de su pensamiento la ampliación de su poder, el dominio sobre las cosas”. (J. Ratzinger) Así, “La interpretación de esta Palabra no puede llevarnos de interpretación en interpretación, sin llegar nunca a descubrir una afirmación simplemente verdadera; de otro modo no habría revelación de Dios, sino solamente la expresión de conceptos humanos sobre Él y sobre lo que presumiblemente piensa de nosotros” (Juan Pablo II, FeR 84). Fe y Razón
Si el acceso a la verdad no es posible, entonces la
mayoría coyuntural se convierte en un absoluto. Estamos expuestos al dominio del positivismo y a la absolutización de lo coyuntural, de lo manipulable.
Si el hombre queda fuera de la verdad, entonces
ya sólo puede dominar sobre él lo coyuntural, las mayorías, lo arbitrario… en cualquier aspecto de la vida… ya no lo verdadero, sino lo que diga la mayoría, lo que sea la voluntad del que tiene poder, o lo que resulte “políticamente correcto” Fe y Razón
“Un gran reto que tenemos al final de este
milenio es el de saber realizar el paso, tan necesario como urgente, del fenómeno al fundamento. No es posible detenerse en la sola experiencia; incluso cuando ésta expresa y pone de manifiesto la interioridad del hombre y su espiritualidad, es necesario que la reflexión especulativa llegue hasta su naturaleza espiritual y el fundamento en que se apoya. Por lo cual, un pensamiento filosófico que rechazase cualquier apertura metafísica sería radicalmente inadecuado para desempeñar un papel de mediación en la comprensión de la Revelación” (FeR 83) Fe y Razón Si todo se reduce a la interpretación de fenómenos y se cierra el acceso a la verdad –por imposible (argumento de cientificidad) o por irrelevante (argumento de lo útil)- o es imposible la salvación o se abre la puerta a una teoría universal de salvación, en la que no importa ni la verdad, ni la religión, ni el salvador… Es la soteriología relativista que dirá que todos los contenidos son igualmente válidos… ¿qué es lo que vale? …no lo sabemos… La verdad es sustituida por la buena intención, la religión permanece en el ámbito de las experiencias subjetivas, la salvación es que cada uno sea feliz a su manera… porque no se puede conocer lo que es objetivamente bueno y verdadero. Fe y Razón “Existe un movimiento circular entre teología y filosofía, en el sentido de que la teología tiene que partir siempre en primer lugar de la Palabra de Dios; pero, puesto que esta Palabra es verdad, hay que ponerla en relación con la búsqueda humana de la verdad, con la lucha de la razón por la verdad y ponerla así en diálogo con la filosofía.
La búsqueda de la verdad por parte del creyente
se realiza, según esto, en un movimiento, en el que siempre se están confrontando la escucha de la Palabra proclamada y la búsqueda de la razón. De este modo, por una parte, la fe se profundiza y purifica, y, por otra, el pensamiento también se enriquece, porque se le abren nuevos horizontes” [sigue…] Fe y Razón
“[…]Cuando la filosofía apaga totalmente este
diálogo con el pensamiento de la fe, acaba - como Jaspers formuló una vez- en una "seriedad que se va vaciando de contenido". Al final se ve impelida a renunciar a la cuestión de la verdad, y esto significa darse a sí misma por perdida. Pues una filosofía que ya no pregunta quiénes somos, para qué somos, si existe Dios y la vida eterna, ha abdicado como filosofía” (J. Ratzinger) Fe y Razón “La Verdad, que es Cristo, se impone como autoridad universal que dirige, estimula y hacer crecer (cf. Ef 4, 15) tanto la teología como la filosofía. […]
Creer en la posibilidad de conocer una verdad
universalmente válida no es en modo alguno fuente de intolerancia; al contrario, es una condición necesaria para un diálogo sincero y auténtico entre las personas. Sólo bajo esta condición es posible superar las divisiones y recorrer juntos el camino hacia la verdad completa, siguiendo los senderos que sólo conoce el Espíritu del Señor resucitado” (Juan Pablo II, FeR 92) Fe y Razón
“Si el intellectus fidei quiere incorporar toda la
riqueza de la tradición teológica, debe recurrir a la filosofía del ser. Ésta debe poder replantear el problema del ser según las exigencias y las aportaciones de toda la tradición filosófica, incluida la más reciente, evitando caer en inútiles repeticiones de esquemas anticuados. En el marco de la tradición metafísica cristiana, la filosofía del ser es una filosofía dinámica que ve la realidad en sus estructuras ontológicas, causales y comunicativas [sigue…] Fe y Razón “la Iglesia no puede ni debe emprender por cuenta propia la empresa política de realizar la sociedad más justa posible. No puede ni debe sustituir al Estado. Pero tampoco puede ni debe quedarse al margen en la lucha por la justicia. Debe insertarse en ella a través de la argumentación racional y debe despertar las fuerzas espirituales, sin las cuales la justicia, que siempre exige también renuncias, no puede afirmarse ni prosperar” (Benedicto XVI, Deus caritas est, nº 28). Fe y Razón
[…] Ella [la filosofía] tiene fuerza y perenne
validez por estar fundamentada en el hecho mismo del ser, que permite la apertura plena y global hacia la realidad entera, superando cualquier límite hasta llegar a Aquél que lo perfecciona todo. En la teología, que recibe sus principios de la Revelación como nueva fuente de conocimiento, se confirma esta perspectiva según la íntima relación entre fe y racionalidad metafísica” (FeR 97) Fe y Razón “Me dirijo también a quienes tienen la responsabilidad de la formación sacerdotal, tanto académica como pastoral, para que cuiden con particular atención la preparación filosófica de los que habrán de anunciar el Evangelio al hombre de hoy y, sobre todo, de quienes se dedicarán al estudio y la enseñanza de la teología. Que se esfuercen en realizar su labor a la luz de las prescripciones del Concilio Vaticano II y de las disposiciones posteriores, las cuales presentan el inderogable y urgente cometido, al que todos estamos llamados, de contribuir a una auténtica y profunda comunicación de las verdades de la fe. [sigue…] Fe y Razón [sigue] Que no se olvide la grave responsabilidad de una previa y adecuada preparación de los profesores destinados a la enseñanza de la filosofía en los Seminarios y en las Facultades eclesiásticas. Es necesario que esta enseñanza esté acompañada de la conveniente preparación científica, que se ofrezca de manera sistemática proponiendo el gran patrimonio de la tradición cristiana y que se realice con el debido discernimiento ante las exigencias actuales de la Iglesia y del mundo”
Correspondencia epistolar y alocuciones en torno de la visitación episcopal de 1949: Correspondencia entre el P. Kentenich y el Obispo Auxiliar de Tréveris, Mons. Bernhard Stein. Documento sobre la Historia del Movimiento de Schoenstatt. Edición de estudio 2