1
LA RELACION ADMINISTRACION – ADMINISTRADOS
2
Las relaciones entre gobernantes y gobernados pueden
ser consideradas desde diversos enfoques, según la
época y el lugar de que se trate, siempre a partir de la
concepción político- económica de esa organización de
la sociedad que conocemos con el nombre de Estado.
3
Es importante resaltar que el Derecho Administrativ0, como
ciencia, a diferencia de otras ramas del Derecho, tiene un
antecedente, muy próximo, no obstante que desde la
antigüedad existieron normas jurídicas que reglamentaron la
organización administrativa. Empero, estas normas no
regulaban las relaciones entre los gobernados y el monarca,
puesto que no contenían obligaciones que a éste le fueran
exigibles, sino solo establecían los deberes de los gobernados,
además de que su estabilidad quedaba al capricho del
monarca, porque duraban tanto como el quería, lo cual
impidió desarrollar científicamente su estudio.
4
Así, la revolución francesa de 1789 ser ha considerado el
inicio del derecho administrativo, pues como lo
menciona Boquera Oliver, a partir de esa época “… se
produjo un cambio profundo en las sociedades del
continente europeo y en sus ordenamientos jurídicos.
Instauró, para limitar el poder de los monarcas,
nuevos principios e instituciones que determinaron la
aparición de normas jurídicas de naturaleza hasta
entonces desconocida. Institución y normas jurídicas
que, al ser objeto de análisis y sistematización. Diera
origen a una nueva disciplina jurídica; el Derecho
Administrativo” (Derecho Administrativo. Vol. I, Pág.
29).
5
1.2 EL ESTADO ABSOLUTISTA
6
En estas condiciones resultaba imposible la existencia de
un Derecho Administrativo, ya que los particulares
eran objeto del poder absoluto. La ausencia de
derechos personales impedía cualquier relación
jurídica con un poder absoluto, el cual sólo se
manifestaba como una facultad ilimitada para
preservar su existencia, asegurando la defensa frente al
exterior, la paz interior y la justicia entre los
particulares, en una sociedad en la que prevalecían los
siguientes principios:
7
Soberanía del monarca, que lo colocaba sobre todas las
personas e instituciones.
8
Estas características de los Estados absolutistas se
presentaron en la Europa Continental, por lo que fue
imposible el desarrollo de un Derecho Administrativo,
al no haber sujetos de derecho, ni derechos que
pudieran ser regulados por ordenamiento jurídico
alguno.
A esta forma de Estado y la manera de relacionarse con
los administrados, la doctrina lo ha denominado
Estado Policía, debiendo su conceptualización al
reconocimiento del poder ilimitado del monarca.
9
En el campo de la administración fue en donde se
reveló el poder del monarca, ya que por lo que hace
a la justicia civil y penal, las autoridades judiciales
formaban un centro de poder propio, y aunque los
jueces no tenían estabilidad y ejercían su función
por delegación del monarca, podemos considerar
que por lo menos las controversias entre
particulares se desarrollaban bajo un sistema
jurídico.
10
Pero dado que la Administración no se hallaba
vinculada a la legislación civil, penal y procesal, ya
que ellas se encauzaban a la decisión
jurisdiccional, se ha dicho que en esa época el
órgano judicial estaba sometido al derecho y, por
lo tanto, tenía que aplicarlo; en cambio, la
Administración Pública, al poder dictar la ley y
proveer en cada caso concreto lo que le pareciera
mas adecuado, realizaba una actividad libre de
derecho.
11
1.3 LA REACCIÓN LIBERTARIA
12
Las primeras manifestaciones antiabsolutistas se
dieron a partir de tres grandes movimientos: La
revolución Inglesa de 1688, la Independencia de los
Estados Unidos de América en 1776 y la Revolución
Francesa de 1789.
15
1.3.1 LA DIVISIÓN DE PODERES
16
Dice Montesquieu que todo poder, por naturaleza,
tiende a convertirse en tiránico. Por ello, la única
forma de evitarlo es lograr que el poder detenga al
poder, ya que “cuando el poder legislativo y el poder
ejecutivo se reúnen en una misma persona o en el
mismo cuerpo, no hay libertad; sino falta confianza,
porque puede temerse que el monarca o el senado
hagan leyes tiránicas y las ejecuten ellos mismos
tiránicamente… No hay libertad si el poder de juzgar
no esta bien deslindado del poder legislativo y del
poder ejecutivo”.
17
De esta manera se plantea la posibilidad de equilibrar
la fuerza de cada uno de estos órganos, que se
limitaran entre sí y de esta forma los gobernados
podrán vivir en libertad, ya que ningún poder del
Estado debe ser superior a los otros, porque de lo
contrario no se equilibrarían ni limitarían
mutuamente.
18
Por tal motivo, Montesquieu define a los poderes del
Estado estableciendo que el legislativo “hace leyes,
para algún tiempo o para siempre, y corrige y
abroga las que existen”. El ejecutivo “hace la paz o
la guerra, envía o recibe embajadas, vela por la
seguridad, previene invasiones”, y aplica las leyes a
“cosas momentáneas”. El judicial “castiga los
crímenes o juzga los pleitos de los particulares”.
19
1.3.2 EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD
20
En tal virtud, al provenir las leyes de la voluntad
general del pueblo, ellas son superiores a cualquier
otro acto del poder público, ya que la ley, al ser
general, se distingue de las otras manifestaciones
del poder, las cuales siempre sean concretas,
singulares o individuales y estarán subordinadas al
mandato legal y, por lo tanto, el Poder Legislativo
también adquiere supremacía sobre los otros
poderes.
21
En consecuencia el Principio de Legalidad se manifiesta
en el sentido de que la actividad estatal sólo puede
efectuarse con la autorización que la ley le otorgue, ya
que el hombre nace con plena libertad de acción y no
es posible someterlo a la autoridad de un poder que
limite su libertad de acción y no es posible someterlo a
la autoridad de un poder que limite su libertad natural,
excepto cuando esa libertad tenga que restringirse para
salvaguardar el interés público.
22
La voluntad general, como se indicó, es la soberanía
que reside en el pueblo y se plasma en las leyes, las
cuales, como manifestación de la población crean la
autoridad y facultan su actuación; por lo tanto, las
libertades individuales sólo pueden ser restringidas
por disposición expresa de la ley. Con base en lo
anterior se expresa el principio de que los individuos
pueden hacer todo lo que no les esté prohibido,
mientras que la autoridad sólo podrá hacer lo que le
esté permitido.
23
De esta manera se limita el poder de la autoridad para
impedir que abuse del poder, ya que solo podrá
actuar cuando la ley lo autorice. La ley es un acto de
soberanía y el poder de la autoridad nace de la ley
que la crea y autoriza su actuación condicionada al
respecto de los mandatos y prohibiciones que ella
contiene. De acuerdo con este principio surge el
Estado de Derecho.
24
1.4 NACIMIENTO DEL DERECHO
ADMINISTRATIVO
25
Así, los constituyentes franceses estipularon en la constitución de 1791 que
en Francia no existe autoridad superior a la de la ley y que el legislativo
y el judicial constituyen organizaciones diferentes. Por otro lado, dichos
constituyentes establecieron que la subordinación del Ejecutivo a la
legalidad fuera efectiva y real, y buscaron el medio idóneo para destruir
los actos del Ejecutivo que fueran contrarios a la legalidad.
26
La segunda, por el temor de que el Poder Judicial limitar la
actuación del Ejecutivo, en tanto que los revolucionarios
triunfantes fueron los que ocuparon primordialmente los
órganos ejecutivos del estado y no querían que se obstaculizara
su actuación.
28
Por ello, Agustín A. Gordillo señala: “En este momento se da el
germen del moderno derecho administrativo pues al tomarse
conciencia de que existen derechos de los individuos frente al
Estado, y que el primero es un sujeto que está frente a él, no un
sujeto que éste pueda simplemente mandar, surge
automáticamente la necesidad de analizar el contenido de esa
relación entre sujetos, y de construir los principios con los
cuales ella se rige” (tratado de Derecho Administrativo. Pag. 11)
Por lo anterior se ha dicho que el Derecho Administrativo es la
única rama del Derecho que cuenta con acta de nacimiento, que
es la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.
29
1.5. EL ESTADO DE DERECHO
30
En torno al Estado de Derecho, existe por parte de la
mayoría de los tratadistas el criterio de que por tal se debe
entender que el Estado se encuentra sometido al derecho.
Empero, dado que el sometimiento del Estado a las
normas jurídicas constituye sólo una técnica que tiene
como finalidad el que la actuación del poder público se
realiza de acuerdo con el sistema jurídico, tal situación,,
como afirma Rafael Entrena Cuesta, “…puede influir para
perseguir diversas finalidades; a través de ella se podrán
alcanzar fines buenos o malos, la libertad o la opresión,
como puede conseguirse la muerte o la vida aplicando el
procedimiento de la desintegración del átomo”. (Manual de
Derecho Administrativo, Vol. I, pág. 47).
31
Por ello, el sometimiento del Estado a la ley no puede
servir de base para la creación de regímenes
totalitarios que hagan que los gobernados pierdan su
calidad de sujetos de derecho colocándolos como
objetos del poder de los gobernantes. Antes que nada
hay que tener en presente que el Estado de Derecho
surge precisamente para equilibrar el poder y la
libertad humana, que nace como una reacción al
estado Policía y al sistema jurídico que establecía las
facultades absolutas del monarca.
32
El Estado de Derecho se contrapone al Estado autoritario o
burocrático del absolutismo, sosteniendo que el Estado
debe limitarse a garantizar la libertad de cada ciudadano y
velar por la seguridad de los derechos públicos subjetivos
de los gobernados, actuando solo en los términos que le
autorice la ley.
33
En tal virtud, la doctrina ha considerado que para la
existencia del Estado de Derecho se requiere:
34
En consecuencia, sólo de esta manera se consigue
someter el Estado a la ley, ya que, como señala Entrene
Cuesta, “…si el término “Ley” se emplea con un sentido
amplio, con mayúsculas, equiparable a Derecho, como
ley que responda a unos principios determinados que
se edifican sobre la base del respeto a la persona
humana, podrá considerarse suficientemente la
afirmación antes combatida de que el Estado de
Derecho es aquel en que se somete la ley. Porque sólo
entonces como advierte Rivero, someter la
Administración a la ley es someterla al Derecho y, por
consiguiente, servir a la defensa de la Libertad”
.(op.cit., pág. 48)
35
En tal virtud, podemos considerar que el Estado de
Derecho, a fin de lograr la justicia y seguridad, en tanto
que se pretende regular la acción estatal, estableciendo
sus límites mediante el reconocimiento de los derechos
públicos subjetivos de los gobernados , el
establecimiento de los medio idóneos para la defensa
de tales derechos y los sistemas de responsabilidad
patrimonial de la Administración.
36
1.5.1 CLASES DE ESTADO DE DERECHO
37
1.5.1.1. ESTADO LIBERAL DE DERECHO
39
Así, desde el punto de vista político, el liberalismo constituye un
sistema que tuvo como fin garantizar a la burguesía los
principios del derecho natural y de la economía liberal, en virtud
de que se basaba en el ideario de que si los hombres por
naturaleza son iguales y libres, deben seguir siéndolo, sin más
limitantes que la idéntica libertad de los demás. Por ello, el
Estado sólo puede establecer normas jurídicas que tienden a
garantizar la coexistencia de las libertades.
40
En consecuencia, el Estado debía de abstenerse de cualquier
intervención y limitación que afectara la libre concurrencia en
el mercado, la iniciativa económica y el respeto a la ley de la
oferta y demanda.
En tales consideraciones, bajo el Estado Liberal de Derecho, la
liberal en sus distintos tipos: de trabajo, de industria, de
comercio, de expresión, etc…, como derecho público subjetivo,
fue el centro de regulación del sistema jurídico estatal “…y
todas las actividades que pudieran lesionarlo son suprimidas o
reducidas a su mínima expresión. Concretamente la actividad
de policía sólo podrá ejercitarse cuando con ello se persiga la
consecución y mantenimiento del orden público se interpreta
en un sentido extraordinariamente restringido. El orden
público, es este momento histórico, es igual al orden publico
del acalle. Se opone a las algaradas y desórdenes callejeros”.
(Entrena, Cuesta, op.cit. pág 49)
41
Dado el reconocimiento y garantizada la libertad, en el orden económico
el Estado fue abstencionista, no intervencionista, puesto que dejó
circular libremente los bienes y servicios, con lo que tuvo plena
vigencia el principio fisiócrata de “Laissez Faire, laissez passer, le
monde va de lui méne” (dejad hacer, dejad pasar, el mundo va por sí
solo).
43
Por ello, como lo señala Gordillo: “El tiempo ha
demostrado que el solo cumplimiento de los
postulados de libertad e igualdad son la protección
del Estado, puede resultar en verdaderas paradojas ,
pues la sociedad presenta a menudo diferencias
económicas y sociales entre sus componentes, que no
hacen sino acentuarse continuamente en un régimen
puramente negativo de organización política, es
decir, de un régimen que se contenta con proteger
los derechos de propiedad, libertad, etc…, tal y como
los encuentra, sin preocuparse de mejorarlos cuando
de hecho son insuficientes.
44
Si el Estado se limita a contemplar impasible cómo las
diferencias sociales se van acentuando de hecho, sin tomar
ninguna acción para ayudar a los más necesitados a
progresar parejamente con los demás estaría
contribuyendo tácitamente a una verdadera negación de
los derechos que postula para los individuos. De nada
serviría reconocer a “todos” los individuos un derecho a la
propiedad, o libertad de trabajo, o de enseñar y aprender,
si las condiciones socioeconómicas imperantes (miseria,
enfermedad, accidentes, ignorancia, vejez) excluyen
permanente, a algunos individuos de ser propietarios,
trabajar libremente o aprender y enseñar.
45
Esta es la paradoja que el “Estado de Derecho “ en un
planteo muy tradicional muy tradicional, no había
podido al parecer superar”. (Op. Cit. Págs.. 58 y 59)
Tales injusticias empiezan a manifestarse con la
revolución industrial, y en Inglaterra se dieron los
primeros pasos para el advenimiento de la llamada
Administración Social, con el establecimiento de sus
leyes de fábricas (1833) y de pobres (1834), conforme a
los cuales el Estado amplía sus actividades con la
prestación de servicios sociales.
46
Estos problemas, es obvio, no fueron propios de un solo
país, ya que la crisis del liberalismo fue mundial, la
cual abarcó del periodo comprendido de 1815 al
término de la Segunda Guerra Mundial, que ha sido
considerada como la que marca el fin del Estado
Liberal de Derecho, y el inicio del Estado Social de
Derecho o “Estado de Desarrollo”, “Estado de
Bienestar”, “Estado Social”.
47
Conforme a las doctrinas que sirven de base para el
establecimiento de del Estado Social de Derecho, se
pretenden lograr condiciones sociales y económicas
más justas para todos. El Estado debe intervenir a
favor de los gobernados y, sobre todo, de que las clases
económicas menos favorecidas, puesto que son las que
más necesitan de su ayuda. Pues como dice Radbruch
“…la igualdad de las personas, sino de la nivelación de
las desigualdades que entre ellos existan; la igualdad
deja d ser, así, punto de partida del Derecho, para
convertirse en meta o aspiración del orden jurídico”
(Introducción a la Filosofía del Derecho, pág.162).
48
Empero, no se piense que en el Estado Social de
Derecho las libertades pública desaparecen, si no
que, por el contrario, aún siguen siendo
preocupación de su reconocimiento y protección,
pero ya no son el centro de atención del
ordenamiento jurídico estatal, en tanto que han
dejado de existir vallas al Estado para su limitación,
para el logro del bien común, pero aún sometida al
derecho la actividad estatal.
Frente a las libertades públicas el Estado Social de
Derecho reconoce los derechos sociales de los
ciudadanos, a fin de garantizar el bienestar y la 49
De esta forma, el Estado Social de Derecho corrige el
individualismo mediante una actividad estatal más
participativa. EL Estado ya no se concreta solamente a la
seguridad interior y exterior y a la impartición de justicia;
deja de ser un Estado abstencionista para convertirse en
uno intervencionista, puesto que asume la tarea de llevar a
cabo una política económico-social, planificadora y
socializante y , en consecuencia, ahora debe actuar a favor
de los gobernados, especialmente para los más necesitados,
a fin de alcanzar más rápidamente y en forma plena
común, incluso a veces en perjuicio de intereses
individuales, en virtud de que ahora trata de satisfacer un
interés social o colectivo que el Estado deberá atender a
favor de la colectividad.
50
1.5.2 FORMAS DE SOMETIMIENTO DE LA
ADMINISTRACIÓN PÚBLICA AL DERECHO
51
Dentro de los primeros se encuentran Inglaterra y
Francia , en donde sus revoluciones de 1688 y 1789,
respectivamente, trajeron como consecuencia la
supresión del Estado Absoluto, dando lugar a la
aparición del Estado de Derecho, aunque
incipientemente en sus inicios, ha ido evolucionando
y se ha extendido a todos los países.
52
Sin embargo, el sometimiento del Estado en esos dos países
no realizó de idéntica manera , puesto que siguieron vías
diferentes. En Inglaterra, la ley a la que se somete el Estado
en la que regula relaciones entre los particulares. En
cambio, en Francia el Estado se encuentra sometido al
derecho administrativo, que es una rama del derecho
público. Por ello, como se ha mencionado, el derecho
administrativo tuvo su origen en Francia, en su revolución
de 1789, y no en Inglaterra.
55
A. Por lo que respecta al segundo elemento, en el rule of
law el Estado carece de prerrogativas, poderes o
potestades, en cuanto que la administración se halla
sometida a las mismas leyes que los particulares. Por lo
que respecta al segundo elemento, en el rule of law el
Estado carece de prerrogativas, poderes o potestades,
en cuanto que la administración se halla sometida a las
mismas leyes que los particulares. En cambio bajo el
régimen administrativo la Administración Publica se
encuentra revestida de privilegios, entre los que
destacan la ejecutividad e sus actos y la acción de oficio
de su actividad, los cuales a su vez constituyen dos
vertientes sobre las que se proyecta el privilegio de
autotutela de la Administración.
56
C. Por lo que respecta al último elemento, en el rule of law la
Administración Pública, en caso de controversia, se
encuentra sometida a tribunales ordinarios, de acuerdo
con el procedimiento judicial ordinario y se le aplica el
Derecho Privado. En cambio en el sistema administrativo
la Administración Pública es juzgada por Tribunales
Administrativos especiales, de acuerdo con el
procedimiento contencioso administrativo, y bajo la
aplicación del Derecho Administrativo.
57
1.5.2.2. SISTEMA DEL REGIMEN
ADMINISTRATIVO
58
Así, el régimen administrativo se encuentra
constituido por un derecho especial al que se halla
sometida la Administración Pública, tanto en sus
relaciones con los particulares como en sus
prerrogativas y potestades, como en la existencia de
una jurisdicción especial para los asuntos
contenciosos administrativos. Tales características
de este sistema, se encuentran a decir de Dicey, en
dos puntos cardinales: las potestades
administrativas y la jurisdicción administrativa
(citado por Entrena Cuesta. Op.Cit.páginas 57 y 58)
59
“La primera de estas ideas es que el Gobierno y cada una de
las personas que le sirve poseen, como representantes de
la nación, una serie de privilegios o prerrogativas respecto
de los particulares, y que la extensión de tales derechos,
prerrogativas o privilegios se determinan con arreglo a
principios diferentes de aquellos que fijan los derechos y
obligaciones de los ciudadanos entre si”
62
En el primer caso, dado que el sometimiento de la
administración es al derecho privado, las prerrogativas de
la administración anglosajona son muy inferiores de
aquellas que corresponden a la Administración Pública
bajo el régimen administrativo que sigue Francia y otros
países.
Por lo que respecta al segundo aspecto, el sistema
anglosajón, al aplicar a la Administración Pública las
técnicas jusprivatistas, ha ocasionando que las garantías
del ciudadano frente a la actuación administrativa sean
menores de las que los administrados tienen en el régimen
administrativo. Toda vez, que carecen de instituciones
jurídico-administrativas, establecidas por el sistema
francés como medios para reaccionar en contra de la
actividad ilegal de la Administración.
63
En consecuencia, podemos señalar que
universalmente existe el Derecho
Administrativo, incluso en los países
anglosajones, pero es un derecho tal vez de
mucho menos madurez del que ha adquirido en
los países desarrollados bajo la influencia del
sistema francés.
64
1.6 LA RELACIÓN JURÍDICA JURÍDICO –
ADMINISTRATIVA
65
“Antes del advenimiento del Estado de Derecho, se
consideraba como una cuestión dada la de que el Estado,
por su carácter soberano, no podría ligarse con los
particulares a través de una relación de naturaleza jurídica:
entre aquél y sus súbditos solo podrán darse relaciones de
poder”.
Cuando en esa relación, de derechos y obligaciones, uno de
los sujetos es la Administración Pública, se le denomina
jurídico administrativa. Pero tendrá tal carácter cuando
esos derechos y obligaciones estén regulados bajo un
régimen de derecho administrativo, puesto que si aquellas
surgen por el sometimiento de la Administración a normas
de derecho privado, la relación que se produzca tendrá
dicha naturaleza.
66
Generalmente se ha aceptado que la Administración
Pública, en la relación jurídico administrativa, siempre
tendrá la característica de sujeto activo y el gobernado
el de sujeto pasivo. Sin embargo, este punto de vista no
es correcto, porque la titularidad de derechos y
obligaciones puede recaer en ambos sujetos.
Es mas, “…los sujetos de la relación jurídico
administrativa no siempre son un ente público –
administración- y un particular –administrado-. Antes
al contrario, cada día son mas numerosos los casos de
relaciones jurídico-administrativas en que los sujetos
que en ella intervienen tiene el carácter”
67
A través de la relación jurídico administrativa se
tutelan y se garantizan los derechos y deberes de la
administración y de los administrados
recíprocamente, por lo cual se encuentran en una
situación jurídica especial.
68
Sin embargo, la situación jurídica no es idéntica a la
relación jurídica, en cuanto aquella “…es la ubicación
o disposición jurídica en beneficio de un sujeto” en
cambio la relación jurídica constituye “…la relación
que impone la situación a otro sujeto u otros sujetos,
terceros obligados de dar, hacer o no hacer”. Por tal
motivo, la protección jurídica de un gobernado de
acuerdo con el sistema jurídico respectivo, deriva del
tipo de situación jurídica en que se encuentre, ya sea
que se titularice un derecho subjetivo, un interés
legítimo, o bien, un interés simple.
69
Siendo para cada una de tales situaciones una forma
diversa de protección, correspondiéndole al derecho
subjetivo, una protección de mayor intensidad, que
decrece en el interés legitimo y se reduce e inclusive
se nulifica en el interés simple.
70
Así, tomando en cuenta la situación jurídica del gobernado frente
a la actuación de la Administración Pública, es posible
determinarla calidad de agraviado para intentar los medios de
defensa que el orden jurídico establezca en su favor.
71
1.7 LOS DERECHOS PÚBLICOS SUBJETIVOS
72
Con la expresión “derecho subjetivo” no nos referimos al
conjunto de normas jurídicas ( derecho objetivo), sino a la
situación concreta en que se colocan las personas, ya séa en
forma individual o colectivamente, respecto a ese derecho
objetivo; por ello, se han usado expresiones sinónimas para
referirse a el, como son: “competencia”, “poder”,
“facultad”, “atribución”, “licencia”, “permiso”,
“autorización”, etc.
73
Como de la relación jurídica se derivan situaciones positivas de
dar o de hacer, o bien negativas de no hacer, los derechos
subjetivos, en consecuencia, podrán ser positivos o negativos.
Serán positivos cuando la protección jurídica, establecida en la
norma, otorga una facultad al sujeto activo de exigir del pasivo
una conducta, traducida en un dar o en un hacer, según
corresponda. Por el contrario, serán negativos cuando dicha
protección normativa faculte al titular del derecho a exigir de
otro la abstención de una determinada conducta.
75
En tal virtud, hay poder de exigir y, por lo tanto, derecho
subjetivo, porque la obligación jurídica que forma el
objetivo de ese poder se ha establecido en vista de dar
satisfacción a ciertos intereses particulares jurídicamente
protegidos, y porque el que viene a exigir es
personalmente el titular de esos intereses. Así se ha
dicho, que el interés de este sujeto se encuentra
“jurídicamente protegido”, porque esta obligación
jurídica ha sido establecida en vista a dar satisfacción a
este interés.
76
1.8 LOS DERECHOS PÚBLICOS SUBJETIVOS DEL
ESTADO Y DEL GOBERNADO
78
1.9 INTERÉS LEGÍTIMO E INTERES SIMPLE
79
En tal virtud, las normas de acción sustituyen una serie de obligaciones a
cargo de la Administración Pública, pero no consideran la existencia
de derechos subjetivos del gobernado, en razón de que, al versar sobre
la legalidad de los actos administrativos, están dictadas con el fin de
garantizar intereses generales y no particulares. Ahora bien, la falta de
derechos subjetivos no significa que los gobernados no puedan tener
un interés en que se cumplan debidamente las normas jurídicas de
acción, ya que en principio a todos los gobernados nos importa que la
actuación de la administración sea legal. Así como en este caso el
derecho objetivo solo protege el interés general y no el particular en
forma directa, existen situaciones en las que los gobernados pueden
ser protegidos indirectamente porque al garantizarse el interés
general, de alguna forma se garantiza el interés de los habitantes en su
calidad de integrantes de un Estado.
80
Así tenemos que el titular de un interés puede, por la actuación de la
Administración, llegar a tener una ventaja con respecto a los demás, o
bien sufrir un daño.
81
El interés legítimo o derecho reflejo, también denominado por la doctrina
derecho debilitado o derecho imperfecto, surge por dos situaciones.
“En primer lugar, puede ser el resultado de la particular posición de hecho
en que uno o algunos ciudadanos se encuentren, que los hace mas
sensibles que otros frente a un determinado acto administrativo; así, si la
Administración acuerda cerrar un camino al tránsito, tal decisión afecta
más directamente que a cualquier otro ciudadano a quienes tienen sus
fachadas en dicha calle. En segundo lugar, puede ser el resultado de que
ciertos particulares sean los destinatarios del acto administrativo que se
discute (por ejemplo, el acto que resuelve unas oposiciones con respecto a
quienes han tomado parte en ellas).
82
De todo esto resulta, pues, que ciertos ciudadanos puedan
tener un interés cualificado respecto de la legalidad de
ciertos actos administrativos, lo cual merece una cierta
protección del ordenamiento jurídico”.
La existencia de una norma y el interés del particular de que sea
observada son requisitos comunes de la existencia del derecho
subjetivo y del interés legitimo. Pero se diferencian en cuanto
que en el primero el interés es propio y excluyente, en virtud
de que la norma jurídica lo protege directamente, por eso se
dice que jurídicamente esta protegido por la norma, no afecta
de manera directa, sino general, en cuanto que al gobernado
no se le concede la facultad de exigenciacion respecto de otras
personas o de las autoridades para conseguir la satisfacción de
sus pretensiones, de esta forma el interés se encuentra
protegido de una manera objetiva, no subjetiva.
83
“Este interés particular que se beneficia por formar
anónimamente parte del contenido de un interés
general, no tiene en realidad ninguna situación
particular o subjetiva, ya que no existe la relación
jurídica entre él y el órgano estatal. Existe solamente
un derecho reflejo, un efecto reflejo del interés
general, que satisface la norma, sobre una situación
particular. Este interés reflejo es siempre la
consecuencia de un interés general calificado, que se
refiere a determinadas circunstancias con las que
ocasionalmente coincide”
84
Por otro lado, cuando el gobernado sólo pretende que
la ley sea cumplida, pero sin que la norma lo proteja,
directa o indirectamente, resulta que dicho interés
sea vago e impreciso, en razón de que el gobernado
carece de un interés personal y directo en
reclamación alguna. A esto la doctrina
administrativa lo ha denominado interés simple o
mero interés.
85
“Se dice que este es el mero interés que le corresponde a
todo ciudadano en que la ley sea cumplida; no existe aquí
el derecho exclusivo que era típico del derecho subjetivo,
ni el interés legítimo de un numero determinado de
personas, sino el interés de toda la comunidad en que no
haya actos administrativos ilegales. El interés simple,
como regla, no da derecho a interponer acciones
judiciales ni recursos administrativos; sólo permite hacer
denuncias ante la Administración sobre aquello que se
considera ilegítimo; a diferencia del interés legítimo, en
que se puede interponer un recurso administrativo, que
la administración está obligada a resolver la denuncia
interpuesta”
86
1.10 DERECHOS Y OBLIGACIONES
ADMINISRATIVAS
87
Los derechos que integran la relación jurídico-administrativa
reciben el nombre de derechos público subjetivos en razón de la
naturaleza de la relación, puesto que siempre participará en ella
un ente público, regulado por normas de derecho público.
89
En consecuencia, tenemos que las normas, sean
constitucionales o legales, son la fuente principal de los
derechos públicos subjetivos del Estado y de los
administrados. Para el Estado, los derechos subjetivos se
exteriorizan mediante actos de poder como forma del
ejercicio de su competencia, de la cual, de manera
general, resultan:
90
B. Derechos prestacionales, que a su vez se pueden
dividir en: derechos a prestaciones positivas, como
son de cosas, de créditos, tributos, servicios, etc.,
por parte de los gobernados, y derechos a
prestaciones negativas, como son: observancia de
prohibiciones y limitaciones a los derechos de los
administrados.
91
C. Derechos públicos reales, que son aquellos
derivados de los bienes del dominio del Estado y de
las limitaciones y restricciones a los bienes de
propiedad privada de los particulares, dictados con
base en el interés público.
92
En lo que se refiere a los gobernados, las normas les otorgan
una serie de derechos que, como ya hemos señalado,
constituyen limitaciones al poder público. Estos derechos,
que se conocen como libertades, son: la libertad de
trabajo, de industria, de asociación, de comercio, de culto,
de enseñanza, de transito, etc., los cuales se agrupan bajo
el nombre de “Libertades públicas”
93
2.1. LOS FINES DEL ESTADO
94
Cuando el derecho estudia las actividades del Estado,
asigna diversos nombres a esos propósitos, como:
formas, medios y contenidos, lo cual ha generado
confusiones sobre estos. Por lo tanto, para iniciar el
estudio de estas actividades, previamente deberá
precisarse cada una de estas figuras, a fin de adquirir
la certeza respecto de lo que se esta tratando.
95
La determinación de los fines del Estado repercutirá de
manera directa y terminante sobre las actividades de
éste, toda vez que para la consecución de aquellos
deberán realizarse las actividades suficientes y
necesarias en este sentido, Sayaguez Laso (Tratado de
Derecho Administrativo) nos dice que:
98
Este fin último, conocido como “bien común”, por
considerar a toda la población, se denomina “bien
público” al ser adoptado por el Estado y ser
expresado en diferentes declaraciones políticas como
“afirmar la independencia de la patria respecto del
exterior, mantener la tranquilidad y el orden en el
interior, proteger la libertad y el derecho de los
súbditos, y proveer el bien común de los mismos”
(Constitución Federal Suiza de 1874) o
99
“... establecer la justicia, asegurar la tranquilidad
doméstica, proveer la defensa común, promover el
bienestar general y preservar nuestra seguridad y la
de la posteridad”. (Introducción a la Constitución de
los Estados Unidos de América).
100
El contenido de estos fines también ha variado según
el tiempo y el lugar, ya que algunos han considerado
que se concreta en el bienestar general, otros lo
circunscriben a la moral, otros a la seguridad o la
libertad, pero siempre encontraremos que “toda
actividad del Estado tiene como fin último desde este
punto de vista, cooperar con la evolución progresiva,
en primer lugar de sus miembros, no solo actuales,
sino futuros, y además colaborar con la evolución de
la especie...” (Jellinek, Op. Cit. Pag. 196),
101
fines que pueden ser exclusivos o concurrentes, ya sea
que se trate de “... Actividades que exclusivamente le
correspondan y actividades con las cuales ordena,
ayuda y favorece o desvía las manifestaciones de la
vida social e individual” (Jellinek, Op. Cit., Pag.
189). Que se manifiestan en actividades relativas a la
afirmación de su propia existencia, a la seguridad y
desenvolvimiento de su poder, así como a establecer
el derecho y ampararlo y favorecer a la cultura.
102
2.2. LAS FUNCIONES DEL ESTADO
103
El concepto de “Función del Estado” no ha sido
plenamente precisado. Aún no se ha llegado a
estructurar un concepto que, en forma objetiva lo
identifique, así tenemos que, en nuestro país, Fraga
dice que la palabra función “... Tiene un significado
preciso pues con ella se designa la forma de la
actividad del Estado, no el contenido de la misma”
(Pag. 4), Serra Rojas señala que “... Son los medios o
formas diversas que adopta el Derecho para realizar
los fines del Estado” (Pag. 72).
104
La expresión “función” produce dificultad en su
aprehensión, pero se puede precisar diciendo que es
la forma de la actividad del Estado que se manifiesta
como expresión creadora de normas, como
aplicación concreta de la ley o como solucionadora
de conflictos jurídicos entre las personas, es decir,
que la forma de manifestación del Estado, de
acuerdo con los principios de Montesquieu, sólo
puede ser legislativa, ejecutiva y judicial.
105
El poder del Estado se expresa en tres formas, a través
de los órganos que para tal efecto ha creado. Algunos
autores como Sayagues, agregan una cuarta función,
la constituyente, que en nuestro sistema jurídico es
materia del Derecho Constitucional, conocida con el
nombre de “Poder Constituyente”.
Retomando las ideas expuestas, encontramos que en la
realización de sus funciones para la consecución de
sus fines, el Estado realiza diversos tipos de
actividades, las cuales se han agrupado de acuerdo a
sus características en actividades de policía, de
servicio y de fomento.
106
Cualquier actividad del Estado puede ser incluida
dentro de estos grupos y dependerá de los fines
que se haya propuesto para identificar una mayor o
menor actividad en cada uno de ellos, así, nos
encontraremos que en el Estado Liberal, la
mayoría de las actividades se identifican en el
grupo de policía, ya que fundamentalmente
circunscriben actividades del ejército, policía,
justicia, salubridad y diplomacia, dejando los otros
dos grupos con el mínimo de contenido.
107
En el Estado intervencionista las actividades de
servicio público y sobre todo las de fomento, se
incrementan considerablemente al transformarse
los fines del Estado.
108
Así, tenemos un Congreso al que se le asigna la
creación de normas generales, impersonales,
abstractas y obligatorias, que regularan la actuación
de los propios órganos y la de los sujetos que están
sometidos al Estado. También se crea una
administración pública que se encargará de la
difusión y ejecución de esas normas y de proveer a
la esfera administrativa su exacta observancia y una
organización judicial, cuya principal función será la
solución de las controversias que se generen con la
aplicación del Derecho.
109
De esta forma tenemos lo que conocemos como poder
legislativo, poder ejecutivo y poder judicial, que a su
vez deben cumplir con las funciones legislativa,
ejecutiva y judicial, es decir que el Estado funcionará
en esos aspectos a través de estos órganos.
Lo anterior nos lleva a estudiar cada una de estas
funciones y cada una de las formas de funcionar del
Estado, sin detenernos a ver que organismo o que
poder es el que las realiza, lo cual nos permite tener un
enfoque del contenido material del acto de esta forma
tendremos un estudio de las funciones desde el punto
de vista material.
110
2.2.1. FUNCION LEGISLATIVA
111
su imperatividad en la necesidad de sometimiento de
las personas que queden en el supuesto que ella
prevé, personas físicas o colectivas, gobernantes y
gobernados; y la coercibilidad en la posibilidad de su
aplicación aún en contra de la voluntad de sus
destinatarios.
112
Visto de esta manera encontramos que, el
estudio de la función desde el punto de vista
material debe prescindir de la consideración
de su creador, sólo se debe tomar en cuenta
la naturaleza propia del acto en que se
manifiesta, prescindiendo del órgano que
realiza la actividad.
113
Cuando el poder legislativo emite una ley, ésta, al ser
reglamentada por el ejecutivo o cuando la Suprema
Corte expide su reglamento interno con base en la ley
orgánica del poder judicial, estaremos frente a la
función legislativa desde el punto de vista material,
ya que esos actos se concretan en normas generales,
imperativas y coercibles.
114
A diferencia de este enfoque, también se ha
identificado a la función legislativa teniendo en
cuenta el órgano que la realiza, independientemente
de la materia o contenido del acto. Este enfoque se
conoce como formal u orgánico, por ello todo acto
que emane del poder legislativo, desde el punto de
vista formal será una función legislativa.
115
El enfoque formal de la función legislativa dio lugar al
principio de la “autoridad formal de la ley”, que
establece que sólo el poder legislativo puede crear
leyes, derogarlas o modificarlas, a través de un
procedimiento que se conoce como “proceso
legislativo”. Así lo establece la fracción F del artículo
72 Constitucional el cual dispone que, “en la
interpretación, reforma o derogación de las leyes o
decretos se observarán los mismos trámites
establecidos para su formación”.
116
De acuerdo con lo anterior, para que un ordenamiento
pueda ser considerado ley, desde el punto de vista
formal y material, debe ser de carácter general,
imperativo y coercible y, además ser producido por el
poder legislativo, mediante el proceso legislativo.
117
2.2.2. FUNCION JURISDICCIONAL
118
Esta concepción material de la función judicial o
jurisdiccional tiene como origen la incertidumbre o
el conflicto de intereses que el Estado debe
resolver, a fin de procurar la seguridad de sus
habitantes los cuales no pueden hacerse justicia
por su propia mano (artículo 17 Constitucional).
119
En virtud de los fines del Estado, esta función sólo
puede ser realizada por él a través de la declaración
que se manifiesta en un acta concreto, generalmente
la sentencia. De esta manera la función jurisdiccional
“... subsume un caso concreto bajo la norma
abstracta... y dice cual es la fuerza que le corresponde
en virtud de la autoridad del Estado y las
consecuencias jurídicas que se han de seguir de él”
(Jellinek Pag. 463),
120
esto nos permite concluir que, la función jurisdiccional
tiene como fin el respeto de la norma que ha sido
producto de la función legislativa, al darle
definitividad a la sentencia, que adquiere la calidad
de cosa juzgada, por la cual no podrá ser
modificada”.
121
Identificada así, la función jurisdiccional desde el
punto de vista material, es decir, en razón de la
naturaleza intrínseca del acto en que se manifiesta,
podemos localizarla en diversas manifestaciones de
los poderes del Estado, la ejecutiva realiza funciones
jurisdiccionales, cuando a través de sus Tribunales
de lo Contencioso - Administrativo y del Trabajo,
resuelven las controversias que le son planteadas; y
el legislativo cuando juzga la legalidad de las
elecciones o al juzgar la responsabilidad política de
los servidores públicos.
122
Desde el punto de vista formal y orgánico, la
función jurisdiccional sólo es realizada por
los órganos judiciales que la Constitución
establece, que conforme al artículo 94 son:
La Suprema Corte de Justicia de la Nación,
los Tribunales Unitarios y Colegiados de
Circuito y los Juzgados de Distrito.
123
Por lo tanto desde el punto de vista material la
función jurisdiccional supone la existencia
de una situación de duda o conflicto de
derechos, con la presencia de dos
pretensiones opuestas, y se manifiesta a
través de una resolución, generalmente una
sentencia, con el fin de mantener el orden
jurídico y dar estabilidad a las situaciones
jurídicas.
124
2.2.3. FUNCION ADMINISTRATIVA
125
Otros autores, desde el punto de vista orgánico o
formal, identifican a esta función como la actividad
que realiza el poder ejecutivo, lo cual no es
suficiente, puesto que, como ha quedado expuesto
en los puntos anteriores, el ejecutivo también
realiza funciones judiciales y legislativas, y como
veremos más adelante, la función administrativa,
materialmente también es llevada por los poderes
legislativo y judicial.
126
Para identificar la función administrativa es necesario
partir de la idea de la ejecución de los actos que se
manifiestan en cumplimiento a disposiciones legales,
creadoras de situaciones jurídicas concretas. Lo
anterior nos lleva a considerar, en primer término,
que la función administrativa se manifiesta en el
cumplimiento del mandato legal, con el fin de que el
Estado realice sus fines ya sea en materia de policía,
fomento o servicio, lo cual produce situaciones
jurídicas individuales.
127
Esta forma de manifestación del Estado queda
plenamente diferenciada de la función administrativa
en virtud de que ésta es una ejecución directa de la
constitución, que establece situaciones jurídicas
generales, mientras que la función administrativa es
ejecución de la ley y produce situaciones jurídicas
individuales.
La función jurisdiccional supone la controversia o la
incertidumbre, respecto de ciertos derechos e intereses
mientras que la administrativa presupone la existencia
de la norma a la cual se va a dar plena eficacia
mediante su ejecución.
128
Planteados estos aspectos básicos respecto de la
función administrativa, es necesario señalar, que la
idea de administrar en lo que se traduce la función
administrativa, es concebida como el manejo de
elementos en la ejecución de propósitos
determinados, utilizados para la consecución de
fines. De lo anterior se derivan las siguientes
características:
129
1.- Se manifiesta en la realización de actos jurídicos
materiales, que crean situaciones jurídicas
individuales, es decir, se manifiesta a través de una
actuación en la que se hace uso de los elementos
tanto jurídicos como materiales con que cuenta el
Estado.
2.- La actuación de que se trata, deriva de un mandato
legal, que también regula el contenido y los límites
de la actuación, por lo que se afirma que a través de
ella se está realizando el Derecho.
130
3.- Crea situaciones jurídicas individuales, ya que su
efecto produce una transformación directa en el
medio jurídico.
131
Por lo anterior, es posible afirmar que la función
administrativa, desde el punto de vista material, es
decir, en razón de su contenido, también es
realizada por el poder legislativo y el judicial al
elaborar y ejecutar su presupuesto y al nombrar a los
servidores públicos en los diferentes órganos de su
administración.
132
Desde el punto de vista formal u orgánico, la función
administrativa será toda la función que realice el
poder ejecutivo, aunque la naturaleza de los actos en
que se manifieste sea de carácter legislativo o judicial
o se trate de actos políticos, ya que por el solo hecho
de venir del ejecutivo será función administrativa.
133
Por todo lo anterior, podemos concluir que cada uno de
los poderes realiza una función, pero también realiza
actos característicos de los otros dos poderes, sin que
ello cambie la naturaleza del acto, así tenemos que,
por ejemplo, el ejecutivo realizará funciones
administrativas, pero también realizará actos propios
de la función legislativa, como expedir normas
generales y actos que corresponden a la función
judicial, como resolver controversias administrativas
y laborales en tribunales especializados.
134
2.3. LAS ATRIBUCIONES DEL ESTADO
135
De esta forma, encontramos que el contenido de la
actividad del Estado puede encuadrarse en tres
diferentes grupos: policía o control, fomento y
servicio público.
136
al cual identifica en tres etapas sucesivas: la primera
corresponde al Estado Gendarme, en el que las
atribuciones del Estado consisten en atribuciones de
policía, que los obligan a abstenerse de intervenir
en la esfera de acción de los particulares más allá
del límite necesario para el mantenimiento del
orden...
En la segunda ante el mayor desenvolvimiento del
Estado
137
...Va interviniendo con un ritmo acelerado en las
actividades económicas, tanto por requerirlo el
cumplimiento de sus fines políticos, como por el
aumento de sus necesidades generales, nuevas
finalidades se agregan a las primitivas y para
satisfacer eficazmente tales necesidades procede, ya
sea fomentando la acción de los particulares o bien
complementándola o supliéndola y atribuyéndose la
prestación de servicios públicos.
138
Finalmente, en una tercera etapa, que corresponde al
momento actual, el Estado ha venido a agregar a sus
finalidades anteriores las que tienden a estructurar la
sociedad de acuerdo con un ideal de justicia, de
“justicia social”, que naturalmente demanda una
serie de atribuciones que convierte al “Estado
Gendarme” de la primera etapa de un “Estado
Providencia” o “Estado Social de Derecho” cuyo
principal problema es el de conciliar la libertad del
individuo con las exigencias de la seguridad social.
139
Al agrupar de esta manera el contenido de la actividad
del Estado, encontramos que, a través de las
atribuciones de policía, el Estado regula la actividad
de los particulares con el fin de mantener el orden
jurídico. Esta regulación se manifiesta en normas que
limitan la acción de los gobernados, previene la
violación de derechos y sanciona la comisión de
ilícitos.
140
A través de las atribuciones de fomento, el Estado
procura desarrollar diversas áreas de la actividad
económica de los particulares o regiones
determinadas del territorio nacional, tratando de
corregir las diferencias o desigualdades de las
condiciones económicas de la población; con relación
a las atribuciones de servicio, éstas se manifiestan en
la actividad tendiente a satisfacer las necesidades
generales de los particulares, ya sea en forma directa
o concesionada.
141
Conforme a lo expuesto, el contendido de la actividad
del Estado se atribuye a los diferentes órganos para
que de acuerdo con el tipo de función que tiene
encomendada, ésta sea desarrollada para lograr la
satisfacción de sus fines. De esta manera
encontramos que, en un Estado de Derecho, en el que
la actuación de la autoridad debe estar sujeta al
mandato legal, estas atribuciones se plasman en las
normas legales como facultades de sus órganos.
142
Para algunos autores como Serra Rojas (Derecho
Administrativo, tomo I, Pág. 21) el concepto
atribución no es un elemento importante en la
ciencia del Derecho Administrativo, ya que no es
necesario para la definición de las Instituciones
Administrativas, puesto que “es el término que no
fundamenta las Instituciones de Derecho
Administrativo porque puede fácilmente omitirse”.
143
Por su parte, el uruguayo Enrique Sayagues Laso
(tratado de Derecho Administrativo, tomo I, Pág.
49); considera que, “aunque el término atribución
viene prestigiado por autores de tanta jerarquía...
(es)... más exacta la palabra cometidos”.
Por nuestra parte consideramos más conveniente el
uso del término “atribuciones”, toda vez que
conforme a nuestro sistema jurídico, encontramos
que la constitución y la legislación se refieren a las
actividades que deben ser realizadas por los
diferentes órganos del Estado Mexicano.
144
De esta manera podemos concluir diferenciando los
conceptos, fines, funciones, atribuciones y
actividades del Estado, al afirmar que, los fines son
los propósitos que el Estado pretende alcanzar,
concretizados en el bien público, las funciones son las
diferentes formas en que se da a conocer la actividad
estatal; las atribuciones son el contenido de esa
actividad que se manifiesta en tareas o cometido
específicos para cada órgano; y la actividad estatal es
la expresión material de la actuación de los órganos.
145
2.4 LOS COMETIDOS DEL ESTADO
146
El Maestro Sayagués considera que los k del Estado
son seis:
150
Independientemente de lo atractivo de este enfoque
metodológico, consideramos que conforme a la
legislación y al derecho mexicano, nuestro estudio
debe realizarse a partir de los conceptos de
funciones, atribuciones y actividades, por lo que
sólo dejamos enunciada la concepción de los
cometidos estatales.
152
3.1 LA CIENCIA DE LA
ADMINISTRACIÓN.
153
No es posible concebir una empresa sin aquellos
elementos materiales, técnicos y humanos que,
mediante su manejo y aplicación adecuada, se
combinen para su mejor aprovechamiento a fin de
seguir los fines que le son propios. Esto nos lleva a
considerar que en toda empresa se requiere de una
organización que conjugue los elementos en cuestión.
De esta manera nos encontramos hasta la más grande
de todas las empresas, por la cantidad de elementos
que comprende y por la naturaleza de sus fines: el
Estado.
154
Vista como una empresa gigantesca el estado presenta
una organización y una actuación determinada para
la consecución de sus fines, organización y actuación
que individualmente reciben el nombre de
administración, con el calificativo de “pública” por la
actividad que las comprende. Es por ello que cuando
nos referimos al conjunto de órganos que forman la
estructura del Estado, la denominamos
Administración Pública.
155
esto nos lleva a considerar tres diferentes sentidos del
concepto Administración Pública: como un conjunto
de órganos del Estado, como acción de esos órganos,
y como ciencia que estudia esos órganos y su
actuación.
156
3.11 Evolución del concepto.
157
Posteriormente el concepto de administración
también fue utilizado para designar a los órganos
encargados de la prestación de los servicios, y de esta
manera tuvo un objeto doble: el órgano y su
actuación, con el calificativo de pública, cuando se
relacionó con el Estado.
Vista como organización y como actuación, la
Administración Pública existe desde el nacimiento
de la sociedad, sin embargo como disciplina científica
es relativamente nueva, ya que sus principios se han
derivado de los estudios que se realizaron a partir del
siglo XIX.
158
En un interesante y trascendente estudio sobre la
Administración Pública, el Lic. Omar Guerrero
Orozco (Introducción a la Administración Pública), al
hacer una explicación de la Administración a través
del tiempo y del espacio, nos dice que fue el francés
Carlos Juan Bonnin, con su obra, “Compendio de los
Principios de la Administración”, publicada en 1808,
quien fundó la Ciencia de la Administración, ya que:
159
Nadie antes de Bonnin, se había puesto a establecer
los principios universales e invariables de la
Administración (pág. 88)... el escribió un libro para
todos los tiempos y para todos los países, de aquí y
de allá, de ayer y hoy, estableció los principios
generales para todo el mundo moderno, y pudo
trascender a toda la historia porque su ciencia no
era del propio Bonnin, ni de los franceses sino de
toda Europa y también de América (pág. 84).
160
Por su parte Guerrero Orozco expresa que “la ciencia
de la Administración de Bonnin es una ciencia
compleja que sintetiza diversas ciencias sociales,
tales como la economía, ciencia política y sociología,
cuyos contenidos glosa y supone la ciencia de la
administración” (Pág. 79).
161
En concreto si por administración entendemos “... las
actividades de grupos que cooperan para alcanzar
objetivos comunes” (Guerrero Orozco, Omar. Teoría
Administrativa de la Ciencia Política, U.N.A.M.,
1982, Pág. 20). Por ciencia de la administración
debemos identificar el estudio sistematizado de esa
actividad y los órganos que la realizan, idea que
comprenden los tres aspectos mencionados: el
órgano, la actividad y la disciplina.
stración” (Pág. 79).
162
3.12 Administración Pública y Ciencia
Política.
163
como su disciplina madre, la Ciencia Política, la
Administración Pública ha estado sometida al flujo
y reflujo de sus fronteras. Los elementos
sustanciales, contra lo que pudiera pensarse. No
tienen su fuente en la Ciencia de la Administración,
si así fuera, como administración nada podría
distinguir administración general y Administración
Pública: los atributos distintivos no pueden ser por
la administración sino como tal, y ellos ya fueron
aportados.
164
Por lo tanto las cualidades diferenciales de la
Administración Pública deben ser abstraídas a
partir de la Ciencia Política. (Omar Guerrero.
Teoría Administrativa, Págs. 21 y 28).
165
Esta identificación de la ciencia de la administración
con la Ciencia Política se deriva, más que nada, del
objeto de su estudio que de las técnicas que utiliza,
puesto que esta disciplina considerada como el
estudio de los principios que constituyen el gobierno
de un Estado, incluyó, desde sus orígenes el estudio
de sus formas y de su actuación, así, al estudiar el
poder, sus estrategias de acceso, su obtención y su
ejercicio, comprendió bajo su estudio a la
Administración Pública, especialmente durante la
primera mitad de este siglo.
166
La política y la Administración Pública están
estrechamente ligadas, ya que ambas constituyen
diferentes aspectos de un mismo fenómeno: el
gobierno.
169
...concreta sus relaciones de dominación, explotación,
tutela y servicios inherentes al mismo; gobierno,
fuente de orden y voluntad política, es la
Administración Pública cuando desempeña las
funciones involucradas en movilización,
organización y dirección de hombres y recursos para
lograr los cambiantes objetivos del Estado; esto es, la
práctica y actividad continua, coordinadora,
sincronizada de decisiones políticas generales a
través de medios específicos (Omar Guerrero, op. cit.
Pág. 102).
170
3.13 Disciplinas que estudian la
Administración Pública.
171
la política aporta sus reglas en vías de la consecución
de objetivos del poder; la sociología por su parte,
interviene en el estudio de las interrelaciones de los
individuos que integran el Estado y que son objeto de
su actuación; y el derecho con la normatividad que el
Estado emite para su administración y para la
regulación de sus relaciones con los administrados.
172
Por lo tanto, si el poder del Estado se manifiesta en su
actuación de acuerdo con las funciones legislativa,
ejecutiva y judicial, que responden al principio de la
división de poderes, y la función de ejecución se
manifiesta como actividad de la administración, el
derecho administrativo, como un conjunto de
normas, regula todo lo relativo a esta manifestación
del poder del Estado, su organización y sus
relaciones con los gobernados, y como ciencia
comprende el estudio sistematizado de esa
normatividad.
173
3.2 CONCEPTO DE DERECHO
ADMINISTRATIVO.
174
De acuerdo con lo anterior, cada tratadista de la
materia ha aportado su concepto o definición del
derecho administrativo, por lo que haremos una
somera referencia a estas concepciones, para llegar al
concepto de lo que consideramos en nuestra materia
de estudio.
175
No obstante la reciente aparición del derecho
administrativo, desde sus orígenes se han expuesto
diversas definiciones, las cuales se han ido
adaptando y transformando a la realidad que han de
definir, puesto que, como hemos visto la actividad
del Estado y de la Administración Pública en
particular se ha transformado paralelamente a su
desarrollo.
176
3.21 Teoría Legalista.
177
Es cierto que, al hablar del “derecho administrativo”
podemos referirnos al conjunto de normas a la rama
de la ciencia jurídica que estudia esa normatividad.
En el primer caso estaremos ante el derecho en su
concepción objetiva, integrado en normas jurídicas;
y en el segundo nos encontraremos con una
disciplina científica que crea reglas, principios y
teorías a partir del estudio de esa normatividad. Esta
es nuestra materia el derecho administrativo como
disciplina científica.
178
3.22 Teoría de los Servicios.
179
el objeto de estudio rebasa esa concepción, ya que
como hemos visto, la actividad administrativa del
Estado además de proporcionar servicios públicos, se
manifiesta en materia de política y fomento.
Restringir el estudio del derecho administrativo sólo
a los servicios públicos, es darle un enfoque
demasiado reducido.
180
3.23 Teoría Formalista.
181
3.24 Teoría Subjetivista.
182
3.25 Nuestra Posición.
185
Lo anterior pone de manifiesto la necesidad de definir
al derecho administrativo con base en la
consideración de los aspectos objetivo y subjetivo de
la Administración Pública, ya que si sólo se utilizara
uno de ellos nuestra concepción, además de parcial
sería errónea.
186
De esta manera podemos darnos cuenta de que si
referimos nuestro estudio sólo a la Administración
Pública, desde el punto de vista objetivo y material,
tendríamos que estudiar la actividad de
administración que realizan los poderes legislativo y
judicial. De igual manera si nuestro enfoque fuera
sólo subjetivo u orgánico, nuestro estudio se
ampliaría a toda la actividad que el poder ejecutivo
realiza, como la política y la diplomática.
187
En base a lo anterior podemos definir al derecho
administrativo como la rama de la ciencia del
derecho que estudia los principios y las normas que
regulan la organización y la actividad de la
Administración Pública, los medios para realizarla y
las instituciones que generan.
188
Decimos que es una rama del derecho a partir de la
concepción de esta disciplina como una unidad, ya
que como sistema jurídico existe una integración
material de todo el contenido de una ciencia que se
integra por varias ramas, conforme a su ámbito de
validez, que permite darle unidad en razón de los
principios que contiene y de las normas que la
estructuran.
189
Como ciencia, su objeto de estudio son las normas y
los principios que de ella se derivan, lo que nos
permite diferenciar la disciplina de su objeto, a fin
de no caer en la confusión de considerarlo como un
conjunto de normas (derecho objetivo), las cuales
son precisamente su objeto de estudio.
190
Finalmente nos referimos al hecho de que estas
normas y principios son precisamente relativos a la
Administración Pública, vista necesariamente en sus
aspectos de órgano y de actividad.
Por lo tanto el contenido de nuestra materia
comprende los siguientes aspectos:
194
El derecho constitucional es la espina dorsal del
derecho administrativo, ya que todas las normas
fundamentales de éste tienen su nacimiento en aquel
y así puede decirse que la actividad jurídica de la
administración encuentra sus limitaciones en la
Constitución (Manual M. Diez, Manual de derecho
Administrativo, tomo I, Pág. 69).
195
3.32 Con el Derecho Tributario.
197
De acuerdo con lo anterior, encontramos que toda la
organización y competencia tributaria del Estado
tiene su base en la regulación del derecho
administrativo, pero que por la especialidad de la
materia a que se aplica es absorbida por el derecho
tributario.
198
3.33 Con el Derecho Penal.
199
En el caso de los delitos, encontramos que su
tipificación y regulación tiene como fin la protección
de intereses cuya violación pone en peligro la
estabilidad de la sociedad, por lo que establece una
pena a quien los comete tiene fundamentalmente un
carácter represivo, en cambio, tratándose de
infracciones administrativas, se pretende proteger la
buena marcha de la administración, para que el
Estado pueda cumplir sus fines.
200
Sin embargo, la parte del derecho administrativo que
se encarga de la regulación de las infracciones
administrativas toma los principios básicos del
derecho penal y los integra a su materia, esto ha
dado lugar a una corriente que, sin lograrlo, ha
pretendido integrar una rama autónoma
denominada derecho administrativo penal.
De acuerdo con lo anterior encontramos una relación
entre el derecho administrativo y el derecho penal,
cuyas figuras, infracciones y delitos son regulados
con los principios que la parte del derecho general
contiene.
201
Por otra parte, la comisión de los ilícitos en contra de
la administración y los que cometen los funcionarios,
ya sea en su aspecto de infracciones o delitos
permiten estrechar la relación entre estas dos
disciplinas al grado de que una misma conducta
puede llegar a configurar una infracción y un delito
en forma simultánea, sin que la imposición de
sanciones llegue a violar el principio de non bis in
ídem ya que de ser así se trata de dos sanciones de
naturaleza diversa.
202
3.34 Con el Derecho Laboral.
203
Así encontramos que, entre el derecho administrativo
y el derecho laboral se presenta una marcada
interrelación en lo que se refiere a los derechos y
obligaciones de los servidores públicos y la
administración, así como de los procedimientos de
defensa de sus intereses.
204
3.35 Con el Derecho Procesal.
205
El establecimiento y desarrollo de los recursos, como
control de legalidad que la autoridad administrativa
tiene, se sujeta a los lineamientos que el derecho
administrativo ha tomado del derecho procesal,
cuando estos no han sido suficientes, las propias
leyes y la jurisprudencia establecen la supletoriedad
de las leyes procesales. En el mismo sentido se puede
hablar del proceso administrativo conocido como
procedimiento contencioso administrativo.
206
3.36 Con el Derecho Civil.
207
Es natural que este fenómeno se presente, ya que la
ancestral regulación jurídica de los derechos de las
personas en general, entre ellas la persona moral
denominada Estado, fue tradicionalmente incluida
en la codificación del derecho civil, del que poco a
poco se han ido desprendiendo principios y normas
relativas a la organización, características y
funcionamiento de la Administración Pública, y sus
relaciones con los gobernados.
208
Sin embargo, el proceso todavía no ha concluido.
Hasta la fecha encontramos que en el Código Civil
existen normas que regulan aspectos que en sentido
estricto corresponden al derecho administrativo,
como las relativas a la personalidad y la
responsabilidad del Estado y de sus funcionarios.
209
Independientemente de lo anterior, que en el proceso
de desarrollo del derecho administrativo, las
instituciones y principios del derecho civil son
aplicados, en algunos casos con variaciones
necesarias, en la regulación de lo administrativo y en
muchos casos supletoriamente se aplica el derecho
civil por disposición expresa de algunas leyes
administrativas, verbigracia, el Art. 5o. del Código
Fiscal de la Federación.
210
Por otra parte, es necesario tener en cuenta que uno de
los sujetos de las relaciones que regula el derecho
administrativo, son los gobernados, personas de
derecho civil, cuyas características jurídicas, como
tales, están establecidas por este derecho, por lo que
en muchos aspectos ambas disciplinas se relacionan.
211
Por lo tanto se debe reconocer la relación que existe
entre estas dos disciplinas, sin pretender desconocer
que muchas de sus instituciones, al evolucionar se
desprenden de su origen y se transforman para
adaptarse a las características del derecho
administrativo, el cual debe atender y resolver sus
problemas con sus normas y principios.
212
3.27 Con el Derecho Mercantil.
214
LAS FUENTES DEL
DERECHO ADMINISTRATIVO