Pensando en un modelo bio-médico subyacente en el que prevalecen las
necesidades del equipo terapéutico de alcance perceptivo y cercanía física, para la concentración del control y la actividad se establece en cardiología la Unidad de Cuidados Intensivos Cardiovasculares, la que se separa de la Unidad de Terapia Intensiva General.
Para el enfermo, por su parte, representa una experiencia de
sometimiento brusco a un área restringida y compartimentada a la vez. El paciente está sometido a múltiples estímulos externos e internos que alteran su estabilidad tanto física como emocional. Dificultades médicas.- Derivado de la pérdida o incompletud de los canales relacionales que contribuyen a sostener a nivel psíquico al enfermo (como lo son la individualización del enfermo y el compromiso personal con él, la posibilidad de una percepción del médico, repetida y continuada en la mayor proporción posible, la disposición de un tiempo cualitativo para el intercambio verbal); dificultan o impiden, la superación de la situación traumática a través de la actividad representacional (pensamientos, fantasmas, imágenes, sueños, etc.) y la discriminación afectiva (ansiedad, miedo, rabia, confianza, etc.)
Nuestra experiencia.- El objetivo de los psicosomatólogos es intentar
contribuir a una mejor comprensión psicosomática de la patología y de la evolución del enfermo, condición indispensable para lograr una terapéutica más completa, que favorezca la estabilización primero y una ulterior progresión en el conjunto de sistemas de organización somáticos y psicológicos. El trabajo del psicosomatólogo en la unidad cardiovascular
1.- Objetivos de la investigación
Se estudia la calidad del funcionamiento mental, en sus cualidades de
riqueza, fluidez y constancia de la actividad representativa, determinantes estos, de la capacidad de control de la excitación, a través de la posibilidad de progresión y discriminación afectiva (índices positivos y precoces de una probable buena evolución).
2.- El pedido de consulta
Cuando el médico solicita la consulta, lo hace porque en él se manifiesta
una dificultad o una necesidad, una crisis, en fin, en relación con su paciente. El pedido es siempre un emergente positivo, ya que representa un reconocimiento y un intento de resolución de las limitaciones que experimenta. 3.- La investigación terapéutica integradora
Que sea propuesta por el propio médico tratante a su enfermo. Esta
propuesta a la intervención de un tercero permite al médico y al paciente explicitar y dar relieve a fenómenos que han sido obviados o mal interpretados (excluidos de la relación). Genera esta propuesta un sinceramiento fecundo en la comunicación del médico con su enfermo, junto con la vivencia de éste de la cercanía y sensibilidad de aquel
La diversidad de los casos obliga a conducir la operación de diferentes
maneras según el estado del enfermo:
1) Cuando el paciente mantiene la comunicación verbal y la sensorialidad
está abierta a los estímulos o sea e una regresión adecuada (evolución normal)
2) Cuando el lenguaje verbal es en su mayor parte expresión de la
actividad imaginaria y la percepción sensorial, si bien existente, tiende a incluirse en la misma, dando lugar a una regresión máxima en la vida mental (delirio confuso-onírico, con escasa sistematización, falsos reconocimientos, etc.) 3) Cuando el lenguaje interior y la sensorialidad están conservados, pero no obstante la palabra está impedida en el caso de pacientes conectados a un respirador (regresión o involución somática)
4) Cuando el lenguaje verbal es posible pero si se ha perdido la
capacidad de cargar los procesos de pensamiento y hasta registrar afectos, como la angustia. En algunos de estos casos la sensorialidad se vuelca hacia el exterior y permanece ligada al estímulo
Definición.- El autor define como Investigación Terapéutica Integradora al
instrumento de trabajo del psicosomatólogo junto a la cama del enfermo. Consiste en el ejercicio de una semiología específica y una técnica terapéutica destinada a restablecer el mejor funcionamiento psicosomático posible Esta investigación comprende tres momentos:
1.- Momento investigador: Consiste en una búsqueda activa, sostenida y
sistematizada, centrada en la semiología y el diagnóstico de la organización psicosomática.
2.- Momento terapéutico: La definen dos funciones del terapeuta.
A) Directa: La función de reanimación, con su actividad da energía, impulsa y sostiene el regredido funcionamiento del paciente. Estimulando las capacidades mentales.
B) Indirecta: Proporciona al médico los datos obtenidos y contribuye así
con su aporte a reforzar y a renovar el interés por la observación del enfermo así como a mejorar la calidad del tratamiento
3.- Momento integrador: Como resultado de su trabajo intenta restablecer
la unidad somatopsiquica en una organización lo más evolucionada y estable posible. Semiología.- Comienza con una percepción mutua breve, global, rica en información sobre la organización y funcionamiento sensorio-motor y de las capacidades y primeros movimientos relacionales del enfermo.
En otras ocasiones las organizaciones defensivas anti-traumaticas se
expresan sobre todo en el plano de la conducta, como defensas comportamentales, más que en el plano mental.
Afectos
El psicosomatólogo diagnostica una condición regresiva pobre en las
capacidades homeostáticas del funcionamiento mental. Puede encontrarse con una dimensión afectiva regredida en su calidad, pero rica en su intensidad Soma
Se puede comprobar en estos casos, la pérdida de la función reguladora
de la psique en el mantenimiento y ligadura de la excitación, con el consiguiente “cortocircuito” excitatorio y repercusión somática. Estas alteraciones funcionales somáticas expresan la puesta en acción de organizaciones funcionales fijadas a lo largo de la construcción individual de organismo y que ante el fracaso de organizaciones más evolucionadas se hacen cargo del aumento de la tensión.