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FACULTAD DE INGENIERÍA

Escuela Académico Profesional de Ingeniería de Minas

MINERÍA Y SECTOR AGRARIO EN EL


PERÚ
PRESENTADO POR:

CASTREJON CARUANAMBO, Eliana Ivette

DOCENTE: Ing. Víctor Aguilar Zelada

CURSO: Cierre de Minas

Cajamarca – Perú
2017
IMPACTO DE LA MINERÍA EN LA

PRODUCCIÓN AGROPECUARIA

DEL PERÚ

AUTORES: César del Pozo Loayza y Valerio Paucarmayta Tacuri


Mismos factores
productivos: tierra, agua
y fuerza laboral.

En Cajamarca, así como en el resto del país, generalmente las


operaciones mineras se encuentran en zonas donde la
población se dedica a labores agrarias y pecuarias como
actividades de sustento; es por ello que la actividad minera en
estas zonas, trae consigo un conjunto de cambios, ya sean
sociales y económicos que ciertamente generan un impacto en
la vida de los pobladores. El impacto se viene dando hace más
de dos décadas atrás en el Perú, y es por ello que tratar éste
tema es de suma importancia ya que actualmente, la superficie
de tierra concesionada a la minería es 13 veces mayor que la
superficie empleada para el cultivo de alimentos.
IMPACTO DE LA MINERÍA EN LA AGRICULTURA

El principal y tal vez más controversial impacto negativo de la minería, es la


contaminación ambiental, no obstante, las actividades mineras también pueden generar
impactos positivos, en la medida que genera trabajo para los pobladores del área donde
se desarrollan.

El artículo nos muestra el impacto generado en áreas de influencia minera y áreas en las
cuales no se desarrolla esa actividad extractiva, realizando un estudio econométrico para
comparar los resultados potenciales para cada uno de éstos casos; entre los cuales
tenemos:

- Resultados entre hogares rurales en distritos productores y hogares rurales en


distritos no mineros.
- Hogares rurales en distritos productores, hogares en distritos en provincias
productoras y hogares rurales en distritos de control.
Tras lo cual nos es posible entender que la minería y la agricultura son actividades
económicas excluyentes entre sí, es decir que no podríamos encontrar equilibrio al
momento de desarrollarlas dentro de un mismo espacio territorial en Perú. Teniendo
en cuenta además que los hogares rurales en distritos mineros tienen un volumen de
producción agrícola (anual, per cápita) menor, entre 12% y 25%, respecto de hogares
rurales en distritos no mineros y por otro lado existiría un mayor grado de competencia
por el uso los factores productivos (tierra y fuerza laboral) entre la minería y la
agricultura, no solo en términos de utilización de la tierra sino también en términos del
uso de la fuerza laboral rural. Ya que, por un lado, la minería estaría generando cambios
de uso de la tierra en contextos rurales y, por otro lado, estaría modificando la
estructura de la fuerza laboral rural.
CASO APLICATIVO

TÍA MARÍA: AGRICULTURA VS

MINERÍA ¿CONFLICTO SIN SOLUCIÓN?

AUTORES: Moisés Navarro Y Christopher Acosta


¿Pueden la minería y la agricultura, con

El dilema del entrampamiento del proyecto minero operaciones en un mismo espacio geográfico,

Tía María se resume a un hecho inobjetable: la falta llegar a ser buenos vecinos? ¿O es el impacto

de evidencia en el Perú de que la agricultura de la minería sobre zonas agrícolas

intensiva y la minería de gran escala pueden irremediablemente nocivo?

compartir armoniosamente un mismo espacio Es muy difícil responder a éstas preguntas,


físico. Pero ¿son excluyentes o hay condiciones teniendo en cuenta que el Perú se ha negado ya la
sobre las que sí sería posible su convivencia? posibilidad de responderlas específicamente hace
13 años, cuando la protesta social en el
departamento de Piura consiguió la cancelación de
Tambogrande, el frustrado proyecto aurífero de la
minera Manhattan, que reposaba sobre buena
parte de un valle de producción agrícola.
Desde los inicios de la industria minera en nuestro país, esta se ha instalado
predominantemente en dos tipos de ecosistemas: la puna y la alta montaña. Se trata
de espacios donde el dilema de la coexistencia minería-agricultura prácticamente no
existe, en la medida en que la producción del campo no es parte fundamental de las
actividades económicas de la zona. No es el caso de Tía María, donde el tajo minero
se proyecta sobre valles agrícolas. Allí el dilema.

Manuel Glave, explica que las preocupaciones de la población son


diferentes según la zona donde se ubica un proyecto minero. Así,
mientras en la puna peruana el dilema tiene que ver con los
derechos de comunidades pastoriles y la propiedad de la tierra, para
casos como el de Tía María la preocupación es cómo afectará la
llegada de esta industria a un espacio predominantemente agrícola,
productivo, que genera riqueza y empleo y tiene mediano éxito.
Teniendo en cuenta entonces, la expansión de la actividad minera donde hay usos de la
tierra, y donde además esos usos son relativamente exitosos, siempre se tendrá un
potencial de conflicto muy grande. Entonces, ¿qué condiciones mínimas debería
cumplir la minería para compartir armoniosamente el espacio con actividades
agrícolas, vencidas las resistencias sociales?

- La más importante es sin duda, asegurar las condiciones del acceso de todos los
actores al agua.

En el 2010 la Red Muqui, un conjunto de instituciones abocadas al desarrollo sostenible y


a la defensa de poblaciones en áreas de influencia minera, identificó a partir de
información de la Defensoría del Pueblo que, de los 246 conflictos sociales registrados en
el país, 117 eran socioambientales, y que 28 de ellos giraban en torno al agua en zonas
mineras.
Si bien, es cierto que una operación minera termina
afectando el acceso al agua, para eso la ANA debería
contar con un balance del recurso hídrico y no solamente
de un balance de uso agropecuario, sino de uno
estratégico para todos los usos, que permita comparar la
oferta y la demanda.
La existencia de estudios de ese
tipo permitiría tomar decisiones
ANA: Autoridad
Nacional del ESTADO importantes, porque podrías saber
Agua si favoreciendo una actividad
económica vas a afectar a otra y así
evitar la incertidumbre que generan
los proyectos mineros
En conclusión, podremos decir que una condición, si no la más importante
para que ambas actividades coexistan es que, primero, haya abundancia
de agua, además de la existencia de una estrategia productiva tal que
permita que la actividad minera no destruya, se apropie o contamine
fuentes de agua en perjuicio de los actores con los que comparte la zona,
sino que, por el contrario, incluso las mejore.

GRACIAS

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