El concepto de higiene es un
término muy amplio referido a
diferentes actividades
destinadas a la prevención de
la enfermedad y la
conservación de la salud.
Mediante la higiene obtenemos una serie de
beneficios para nuestros pacientes, tanto
físicos como psicológicos:
Beneficios físicos:
• Mantener la piel en buen estado para cumplir su función de
barrera a
través de:
- Conservar su integridad, sin lesiones ni heridas.
- Mantener su manto ácido y así evitar la contaminación por
cualquier
microorganismo no habitual.
- Facilitar la descamación de células muertas.
- Evitar el aumento excesivo de microorganismos.
- Facilitar la eliminación de sustancias de desecho.
- Valoración física de la piel: coloración, turgencia, etc.
- Vigilar la aparición de indicios de úlceras.
- Descubrir precozmente lesiones cutáneas.
- Evaluar la evolución de úlceras y lesiones establecidas.
- Utilizar la temperatura del agua para ayudar a subir o
bajar la temperatura
del paciente, según se necesite.
- Movilizar las diversas articulaciones para prevenir
rigideces.
- Favorecer el descanso del paciente, manteniendo la
cama y al propio
paciente en perfecto estado.
– Beneficios psicológicos:
• Mejorar la autoestima del paciente al evitar el mal olor.
• Aumentar la sensación de bienestar.
• Favorecer la relación y comunicación del paciente con el
equipo de enfermería.
• Transmitir técnicas de autocuidado, permitiendo que el
paciente participe en su higiene en la medida de lo posible.
Consideraciones generales para cualquier técnica
de higiene
Antes de realizar cualquier técnica de higiene, es
imprescindible que tengamos
en cuenta una serie de consideraciones:
– Valorar el tipo de técnica a realizar en función del
grado de dependencia
y las necesidades higiénicas del paciente.
– Conocer el estado de salud del paciente y cualquier
aspecto que implique
una modificación de las actividades habituales.
– Mantener la intimidad del paciente.
Protocolo de aseo de pacientes
Podemos dividir las técnicas de aseo en:
– Aseo general. Son las técnicas de baño del
paciente que incluyen: aseo en
ducha o bañera y aseo del paciente encamado.
– Aseo parcial. Incluye: aseo del cabello, higiene
genital, higiene oral y cuidado
de las uñas.
Úlceras por presión (UPP)
•La fricción.
Humedad.
Causas vasculares.
Causas nerviosas.
Causas endocrino-metabólicas.
Otras causas:
• Edad avanzada.
•Agentes farmacológicos con acción
inmunosupresora
• Alteraciones cutáneas
• Movilización precoz.
• Cambios posturales.
• Evitar o disminuir la fricción
•Cuidados e higiene de la piel.
•Control del estado general del paciente.
Tratamiento
• Limpiar la herida.
• Eliminar el tejido necrótico.
• Determinar si la UPP está o no infectada.
• Mantener el nivel óptimo de humedad.
• Aislar la herida.
• Proporcionar cuidados a la piel perilesional.
Función del auxiliar de enfermería en las curas de las UPP