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CAPÍTULO III

“LOS DIEZ MANDAMIENTOS, REGLAS REVELADAS DE MORAL


NATURAL”

Revelados por Dios a Moisés hace más de 3,000 años, en el monte


Sinaí. Los Diez Mandamientos desde entonces han sido el código
moral del judaísmo y del cristianismo y califican moralmente el
objeto de un acto.
El refrán de los incas, "no mientas, no robes, no estés ocioso", es
un subconjunto del anterior.

La síntesis del Decálogo, la expresa Jesús: “Amarás al Señor, tu


Dios, con todo el corazón, con toda tu alma y con toda tu mente”.
Este es el más grande y el primer mandamiento. El segundo, es
semejante a éste, “amarás al prójimo como a ti mismo”. De estos
dos preceptos penden toda la Ley y los Profetas." (Mateo, 22, 36-40)
Los diez mandamientos (o el Decálogo) sólo se pueden entender,
correctamente, si se tienen en mente dos convicciones:

1) Que el hombre es un ser dependiente, y que la moral le viene


dada por Dios. Esto hace que el hombre no sea dueño de su
vida, sólo es un administrador de un capital de tiempo
limitado y de unos recursos vinculados a la propia persona. El
amor a Dios, consiste en primer lugar en reverenciarle y
obedecerle.

2) La dignidad de la persona humana, radica en que ha sido


creada por Dios a su imagen y semejanza, y es querida por
Dios por ella misma y por tanto toda persona sea quien sea es
digna de todo cariño y de todo respeto. Esta convicción es
incompatible con cualquier ideología materialista o agnóstica.
La dependencia del hombre respecto de Dios Padre amoroso,
exige de cada hombre una contraparte, esto es, la benevolencia
del hombre para con los demás, esto es, el querer su bien y su
felicidad aún a costa de renunciar a sus propias ventajas, lo que
es muy superior a la mera solidaridad.

PRIMER MANDAMIENTO.

“AMAR A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS”

Sin un culto personal y social, ninguna sociedad puede ser


moralmente correcta ni justa.

La sociedad que tiene un culto público adecuado, es también


una sociedad más solidaria. En ella no sólo los hombres
productivos, también los enfermos, lisiados y ancianos, tienen su
lugar y su misión. La vida se humaniza.
Por otra parte, el estado, por aconfesional que sea, no puede
renunciar a la moral natural, que exige un reconocimiento del
poder legislador de Dios. Sin este reconocimiento, el estado se
convierte en radicalmente inmoral.

El culto en las religiones (de A. Bergamini)

El culto es, la expresión y la actuación concreta en la que se


manifiestan las diversas religiones. En realidad, la religión
significa conocimiento y aceptación de una relación
fundamental entre el hombre y Dios (Ser absoluto, trascendente
y personal).
SEGUNDO MANDAMIENTO:

“NO TOMARÁS EL NOMBRE DE DIOS EN VANO”

Hay que cumplir lo que se promete con juramento. Pero teniendo en


cuenta que se jura con unos presupuestos implícitos que a veces no se
cumplen, entonces el juramento deja de obligar.

Un caso típico es el de Herodes: prometió con juramento a Salomé


darle cuanto pidiera, y ella, inducida por su madre Herodías: le pide
dame en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista. El rey Herodes se
entristeció, mas que por el juramento hecho, fue por la presencia de los
convidados ordenó dársela (Mateo, 14,6-10).

El caso más corriente puede ser el de conflicto de lealtades: cumplir


algo que vulnera otras obligaciones del mismo nivel o mayor. Hay que
optar por lo más importante, lo más sagrado, en desmedro del menor.
TERCER MANDAMENTO:
“SANTIFICARÁS LAS FIESTAS”

El descanso en las fiestas, en el contexto del Decálogo, representa


un tiempo para reponerse de las fatigas del trabajo, para
dedicarse a la vida religiosa y familiar, al servicio del prójimo,
etc.

Conviene adelantar trabajos en los días laborables para que las


fiestas sean lo que tienen que ser: y si se es dirigente, empresario,
jefe de personal, profesor... procurar que las fiestas de los
subordinados también se guarden como es debido. El afán de
lucro puede llevar a la explotación de los demás, o de uno mismo,
y esto no sería moral.
Dice San Josemaría Escrivá: "Siempre he entendido el descanso
como apartamiento de lo contingente diario, nunca como días de
ocio. Descanso significa represar: acopiar fuerzas, ideales,
planes... En pocas palabras, cambiar de ocupación, para volver
después -con nuevos bríos- al quehacer habitual".
Escrivá, .Surco., n. 514

CUARTO MANDAMIENTO: “HONRARÁS PADRE Y MADRE”

Abarca no sólo a las relaciones que se dan entre padres e hijos, sino
también con los parientes, jefes y subordinados en una empresa, en el
estado, y en el ejercito; y trata del valor y límites de la obediencia
debida.

El inferior debe obedecer, siempre y cuando no le manden hacer:

a) Cosas inmorales, en cuyo caso no debe realizarlas.

b) Cosas que no tengan nada que ver con su trabajo o sean claramente
muy abusivas.
“Un caso especial es el de la ley injusta”: En ese caso, el inferior
puede eludirla, o hacer resistencia pasiva, sin faltar a la ética.
Como es un caso muy delicado, pues se presta a interpretaciones
subjetivas demasiado favorables al que la interpreta, es muy
recomendable consultar el caso a personas versadas, sabias y
virtuosas, conocedoras del asunto, para que puedan dar su
opinión y tal vez encontrar salidas no fácilmente previstas.

QUINTO MANDAMIENTO: “NO MATARÁS”

Prohíbe hacer daño al prójimo en su cuerpo y en su salud, ya sea


intencionalmente o indirectamente (por negligencia).

Casos que abarca este mandamiento:

1) Matar: en sí no es un objeto de un acto moral. Pero si:


- Matar a un inocente, tomando la iniciativa, es delito grave.
- Matar en defensa propia, como suele suceder en la guerra,
es lícito en ciertas circunstancias. El agresor debe suponer
un peligro inmediato para la propia vida.
- En una guerra justa, matar puede ser tolerado como última
opción (y nunca de cualquier manera).

2) El aborto: es un delito grave (pecado, en palabras de la moral


cristiana) sin atenuantes ni casos especiales. El niño no supone
una agresión directa contra nadie, es inocente y está
totalmente indefenso.

3) El suicidio, es una falta grave. No somos dueños de la vida de


los demás, pero tampoco lo somos de la vida propia. El dueño
es Dios, que envía la muerte cuando quiere y como quiere.
4) Los Accidentes de Trabajo: Todos, jefes y superiores, deben
colaborar a evitarlos o a reducirlos lo que sea posible.
Muchos accidentes de trabajo se pueden evitar "metiendo
cabeza", o sea cuando reflexionamos sobre el tema y estamos
inmersos en el ambiente laboral, debemos cuidar:

a) Que los extintores de incendios deben estar operativos, y a


fin de año conviene probarlos y rellenarlos, haciendo
simulacros aparentemente inútiles pero muy necesarios.

b) Otros se pueden evitar trabajando con orden, con


previsión y simplicidad, sin exigir esfuerzos
extraordinarios de los dirigentes y trabajadores, evitando
el agobio.

c) Teniendo los lugares de trabajo limpios y bien organizados.


5) El Alcoholismo:

Es un vicio muy dañino, pues mina la salud y rebaja al


hombre al nivel de las bestias, volviéndolo irresponsable, y
está en condiciones de cometer cualquier barbaridad que en
circunstancias ordinarias no las haría. Como:

a) Los accidentes de transito.


b) Los asesinatos.
c) Los hijos no deseados.

Todos estos casos son responsabilidad de la persona


alcoholizada, no importa que en el momento de cometerlas ya
no tenga conciencia, pues debió de preverlo antes de empezar
a beber. . Se pierde dinero, la vida se desordena, la familia se
rompe, etc.
6) Las Drogas

Se entra en su consumo como jugando, pero hacen daño desde


el primer momento y además cada vez se necesita mayor
cantidad (o drogas más fuertes). Incluso las que pasan por
inofensivas, como la marihuana, dejan una gran debilidad
moral..

Dos graves inconvenientes:

a) El primero es que se pierden las convicciones morales (se


pierde la fuerza de voluntad y se pierden los ideales
religiosos, intelectuales, profesionales y familiares) : ya no
les importa dejar a alguien en la miseria, abandonar a su
familia- El hombre se vuelve un egoísta buscador del placer
inmediato.
b) El segundo inconveniente grave es que es muy difícil no ir
aumentando progresivamente las dosis. El cuerpo pide más,
y a los diez años se acaba con el cuerpo destrozado, sin
amigos, sin capacidad de trabajo, en la miseria y en la
cárcel.

SEXTO MANDAMENTO: “NO COMETERÁS ACCIONES IMPURAS”

Este mandamiento regula la vida sexual. Prohíbe las relaciones


sexuales fuera del matrimonio, y dentro del matrimonio esas
relaciones necesitan un contexto de compromiso indisoluble,
afecto, ayuda mutua y apertura a los hijos, esto es, el matrimonio.

El sexo se entiende en profundidad si se admite que Dios (o, en la


moral natural, la naturaleza como criatura divina) pretende que
sirva como vínculo de amor y como medio de procreación que es
su fin natural.
La castidad o pureza significa la integración correcta de la
sexualidad en la vida de la persona. Implica un aprendizaje del
dominio de sí, expresión de la libertad interior humana. El
dominio de sí es una obra que dura toda la vida, y necesita un
esfuerzo reiterado. Supone el respeto de los derechos de la
persona, en particular, el de recibir una información y una
educación que respeten las dimensiones morales y espirituales
de la vida humana.

La Familia: Para fundar una familia, los esposos deben poner en


juego una capacidad de compromiso para toda la vida, y
cumplir las obligaciones que de ahí se derivan. Por las
exigencias propias de la naturaleza humana, la familia debe ser
monógama e indisoluble.
a) Consecuencias Socioeconómicas del Divorcio

El divorcio es la causa principal de los hogares


monoparentales (donde los niños que son criados por un solo
padre -padre o madre-). Según los datos actuales, en América,
la mitad de los matrimonios terminan en divorcio. En Europa,
dos de cada cinco. Se puede comprobar que los hijos de los
divorciados se enfrentan peor con la realidad que los hijos de
los padres unidos.

Aquellos países cuyas sociedades funcionan malamente, en los


próximos años lo tendrán muy duro para competir. Cuando en
un país los niños son mal educados, cuando es preciso gastar
mucho en seguridad social, y en policía, para prevenir y
castigar el crimen; ese país, sino cambia, nunca podrá crecer
en riqueza. La autodisciplina llegará a ser el día de mañana
tan valiosa como lo fueron en el pasado la inversión y las
buenas políticas económicas.
CONTROL DE POBLACIÓN

La población mundial, especialmente la de los países del


Tercer Mundo, ha experimentado un gran aumento a partir del
año 1940 (aproximadamente). Este fenómeno, llamado la
explosión demográfica, se debe básicamente a la introducción
de la farmacopea moderna, cada vez más eficaz y barata, que
ha disminuido muchísimo la mortalidad infantil y ha
prolongado la esperanza de vida.
Se está intentando reducir el crecimiento de población por
métodos artificiales. La Iglesia Católica se opone frontalmente
a ellos por considerarlos altamente inmorales. La verdadera
solución del incremento de población está en una organización
económica que potencie el trabajo y la subsidiariedad, y en una
moral pública que fomente la familia monógama y estable.
Nunca, ni en la planificación de la población ni en ningún otro
tema, se puede prescindir de la moral natural.
SEPTIMO MANDAMIENTO: “NO HURTARÁS”

Prohíbe:
a) Hacer daño al prójimo en sus bienes.
b) Prescribe la justicia y la caridad en la gestión de los bienes
terrenos y de los frutos del trabajo de los hombres.
c) Con miras al bien común exige el respeto del destino
universal de los bienes y del derecho de propiedad privada.

El derecho a la propiedad privada no anula la donación de la


tierra al conjunto de la humanidad. Por eso la posesión engendra
una "hipoteca social", esto es, una obligación de usar lo poseído
buscando el bien común.

Casos que abarca este mandamiento:

1) El Hurto: que es la usurpación del bien ajeno contra la


voluntad razonable de su dueño.
No hay robo si el consentimiento del dueño puede ser
presumido o si el rechazo es contrario a la razón y al destino
universal de los bienes.

2) La Esclavitud

El séptimo mandamiento prohíbe también todo acto o


empresa que, por una u otra razón, egoísta o ideológica,
mercantil o totalitaria, conduzca a esclavizar seres humanos, a
menospreciar su dignidad personal, a comprarlos, a venderlos
y a cambiarlos como mercancía. Es contra la dignidad de las
personas y de sus derechos fundamentales reducirlos por la
violencia a objeto de consumo o a una fuente de beneficio.

3) La Compensación Oculta

Cuando se ha sido víctima de una defraudación muy clara y


evidente, y no existen posibilidades legales de recobrar lo
perdido injustamente sin una gran incomodidad, cabe
apropiarse ocultamente de alguna propiedad de la parte que
cometió la defraudación sin que ésta se entere: es la llamada
compensación oculta. Dado que es fácil que quien pretende
aplicarla se engañe, es muy conveniente consultar antes a
una persona de confianza, imparcial, que no se beneficie de
esa compensación.

4) Las Coimas o Sobornos

La práctica de ofrecer, pedir y otorgar sobornos es muy


usual, pero plantea un grave problema moral. Por una parte,
hay trabajos en los que el sueldo es tan desproporcionado a
la cantidad, calidad y riesgo de la tarea, que pareciera que ya
se ha tenido en cuenta el soborno a la hora de establecer el
sueldo. Están en esa línea los policías, y muchos empleados
administrativos estatales.

Un caso más delicado se da cuando un empleado, o un


comprador, pide coima para efectuar una operación
comercial en que hay competencia. En ese caso, puede ser
lícito dar la coima pedida, para que nos ponga al mismo nivel
que la competencia, es decir, la coima puede servir para ser
tratados con equidad.

5) La Propiedad Intelectual

Es un tema candente, dada la facilidad con que se fotocopian


libros y se copian programas, música y películas. El tema es
complejo: por una parte, no parece lógico prohibir toda
copia. Por otra parte, sería injusto que los autores no
percibiesen los frutos de su trabajo.
Una suposición de razonable acuerdo permitiría resolver de
modo más o menos satisfactorio el problema: los programas
de computador ya muy superados carecen de valor en el
mercado, lo que suele suceder a los 3 años o antes. Convendría
comprar algunos programas, y tal vez copiar otros, mientras
se ve si interesa comprarlos o no, admitiendo un juego de
compensaciones, que es moralmente riesgoso pues uno suele
inclinarse mucho a favor de sí mismo.

6. Las Patentes:

Deben ser respetadas, aunque se da por supuesto que una


fábrica pueda copiar máquinas ajenas, si son sólo para uso de
la misma empresa y no las comercializa.
7. Los Monopolios

Un abuso de poder que perjudica en forma deshonesta a


otros, se produce cuando una empresa o un grupo coordinado
de empresas tiene un monopolio y lo detenta (tener sin
derecho algo que no le pertenece) ya sea con leyes injustas,
ya eliminando la competencia por la venta de productos a
precio inferior al de costo, con el fin de arruinar a los
competidores. El monopolista tiene reservas para subsistir o
compensa las pérdidas con lo que gana en otros productos, y
una vez eliminada la competencia podrá subir de nuevo los
precios al nivel que le dé ganancias.

8. Dumping, que consiste en que un país subvenciona sus


productos para vender al exterior. El caso más reciente es la
subvención de productos agrícolas hecha por la Comunidad
Europea y, a veces, por los Estados Unidos. Los productos
pueden ser vendidos al Tercer Mundo a unos precios sin
competencia, arruinando las agriculturas de esos países, que
no tienen industria suficiente para dar trabajo a sus
pobladores y se quedan sin posibilidades de superar la
miseria

El caso se agrava si, como ha sucedido en fechas recientes


(década de los 80), el propio gobierno peruano subvenciona
también al producto extranjero, dejándolo a unos precios
irrisorios, mientras que el productor nacional no recibe
subvención ninguna y no puede competir ni en su propia
región.

Estartús, "Año 2010...” , p. 5


OCTAVO MANDAMIENTO
“NO DARÁS FALSO TESTIMONIO NI MENTIRÁS”

Este mandamiento regula el uso del lenguaje -y, en general,


de la comunicación humana-, de forma que no dañe:
a) A la verdad, lo que ofendería a Dios.
b) Ni a la buena fama de los demás, en la medida que sean
acreedores a ella.
c) Ni al derecho a un ambiente sano y constructivo.

Casos que abarca este mandamiento:

1. La Veracidad

Hay que decir siempre la verdad, porque todos tienen


derecho a saberla. Especialmente importantes son la
veracidad en los testimonios judiciales, en la manifestación
de la fe, y en el respeto a la buena fama de los demás.
Salvo en casos especiales, las personas no tienen derecho a
que se les diga la verdad. Esta obligación es indispensable
para que la vida social pueda desarrollarse correctamente.

2. Secreto Profesional

Las cosas que uno sabe por la profesión que tiene, y que le
han sido comunicadas para que las use en un ámbito
determinado, no pueden ventilarse fuera de ese ámbito. El
médico, el abogado, el ingeniero, el profesor... saben muchas
cosas de los demás que caen en el terreno del sigilo
profesional.

Incluso los detalles técnicos de una máquina nueva, la


organización de la propia empresa, etc. no deben ser
comunicadas a otros cuando no son datos públicos.
3. La Buena Fama

Todo hombre tiene derecho a la buena fama.

a) Difamar es decir en público o escribir cosas negativas en


contra del buen nombre, la fama y el honor de una
persona; en especial cuando lo dicho o escrito es falso
b) Murmuración: es comunicar cosas malas sin necesidad, que
tiene que ser evitada a todo costo.

4. Los Informes Sobre Otros

Cuando se informa, por motivos profesionales, sobre el


trabajo o la conducta de otros, hay que tomar algunas
precauciones:
a) De entrada, es preciso querer el bien de aquellas personas
sobre las que se informa.
b) Deberá tener en cuenta que un escrito puede ir a parar a
manos del interesado o de personas malévolas o que no
tienen nada que hacer en el asunto. Una conversación
telefónica puede cruzarse y ser captada por quien no debe.

Decía San Josemaría Escrivá: que un informe sobre una


persona tiene que ser hecho de tal forma, que el propio
interesado pudiera leerlo con agradecimiento.

5. El Insulto

Lo que humilla o lastima indebidamente a los demás, debe ser


evitado cuidadosamente: el insulto, las actitudes agresivas, y
con mayor razón si se suma el agravio físico, deberán ser
castigados en la medida de las posibilidades.
Se condena el robo de objetos materiales, lo que es justo, pero
les importan poco los bienes espirituales, la honra, la fama, la
tranquilidad de los demás.

a) Consideramos un insulto inadmisible, la burla a las


convicciones religiosas usada como reclamo de ciertas
obras literarias o cinematográficas.

b) Una variante es el tratamiento totalmente irrespetuoso de


los personajes más importantes de la religión, tomando
como excusa que se trata de una mera ficción y no
pretende representar la historia.

6. Los Medios de Información

Tanto la prensa, como el cine y la TV, deben tener en cuenta el


servicio que prestan, que es para hacer un bien a los demás, y
no solo para ganar dinero.
El público tiene el derecho, e incluso el deber, de usar los
recursos a su alcance para lograr que esos medios tengan
información veraz y constructiva, es decir combinen el respeto
a la verdad con el respeto a las personas, especialmente a los
lectores y espectadores. La educación de las grandes masas
tiene lugar hoy más por esos medios que por la escuela (al
menos la educación moral, los modos de comportamiento y el
estilo de vida). Es lamentable que en muchos casos los medios
de difusión de ideas degeneren en medios de difusión de vicios
y de corrupción.

7. Cumplir lo Pactado

Tanto la veracidad como la justicia mandan cumplir lo


convenido en los contratos. Es fácil prometer mucho y luego
no cumplirlo, y esa falla, cuando es por picardía o por falta de
interés en servir, envenena la vida social y económica.
Naturalmente a veces no es posible cumplir lo prometido por
imposibilidad física imprevisible. Como es lógico, tampoco se
debe cumplir aquello que se prometió en un contexto que ha
cambiado radicalmente, con cambios imprevisibles y que
afectan esencialmente a lo pactado.

NOVENO MANDAMIENTO:
“NO ADMITIRÁS PENSAMIENTOS IMPUROS”

Prohíbe todo aquello que provoque consecuencias contrarias al


sexto mandamiento: imaginaciones, recuerdos, faltas contra el
pudor...

En el mundo de hoy este mandamiento está muy olvidado. El


sexo se usa como reclamo para ventas con toda naturalidad.
El profesional tendrá sin duda ocasión de comprobar que, por
desdicha, este mandamiento no sólo combate cosas que:

a) Provocan desgracias espirituales (las más importantes).


b) Provocan calamidades en este mundo como:

- La ruptura de las familias.


- La vacuidad, aburrimiento y desmoralización.
- La falta de rendimiento laboral y de tenacidad.
- Incitación a la vida muelle y al parasitismo.
- La falta de penetración intelectual y de honestidad.
- Las enfermedades físicas y psíquicas.
- La pobreza y demencia.
DÉCIMO MANDAMIENTO:
“NO CODICIARÁS LOS BIENES AJENOS”

Combate el deseo desordenado de riquezas, la avaricia, y la


envidia.

Quien trabaja honradamente, poniendo la cabeza y el


tiempo en lo que está haciendo, y mira el trabajo como un
servicio que presta a los demás y como una misión a cumplir
mientras dura la vida terrena, ese no tiene espacio en su mente
para codiciar los bienes ajenos, para el robo, el fraude, la
rapiña, la explotación de los bajos instintos del prójimo y el
tráfico de drogas. Es más feliz, ya en este mundo, y contribuye a
hacer más felices a los demás.

Toda teoría que haga del lucro la norma exclusiva de la


actividad económica es moralmente inaceptable.

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