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A San José, Castísimo Esposo

de María Santísima y Padre


Adoptivo de Jesús

Francisco Martínez A.

Septiembre 2010
En el Plan Reconciliador de Dios, San
José tuvo un papel esencial: Dios le
encomendó la gran responsabilidad y
privilegio de ser el padre adoptivo del Niño
Jesús y de ser esposo virginal de la
Virgen María. San José, el santo custodio
de la Sagrada Familia, es el santo que
más cerca está de Jesús y de la
Santísima Virgen María.
Sinopsis

Su fiesta se celebra el 19 de marzo

A San José se le considera el patrono de la


Iglesia Universal, de los trabajadores, de
la región de Bohemia, de China, de Roma,
de Austria, de Salzburgo, de la diócesis de
Verdún y de Westafalia.
Patrono de la única capital en el mundo:
San José de Costa Rica
Se le considera como protector de los
carpinteros y ebanistas
(porque él ejerció ese oficio)
De los artesanos, de los leñadores, de los
carreteros.
También del matrimonio y familia cristiana,
de la juventud, de los viajeros.
De la buena muerte.

A San José se lo suele representar con el


niño Jesús en sus brazos y un lirio en su
mano izquierda (por la pureza)
También se le representa como un
hombre de edad avanzada, de barba y
con herramientas de carpintero.

A veces con dos palomas por la ofrenda


presentada en el templo luego del
nacimiento de Jesús
Procedía del linaje del rey David, según la
genealogía situada por san Mateo al inicio
de su evangelio y de la tribu de Judá.
Oriundo de Belén. Era artesano
(carpintero), y vivía como tal en Nazaret.
Pobre de bienes materiales.
San Mateo (1,16) llama a San José el hijo
de Jacob;
16 y Jacob engendró a José, el esposo de
María, de la que nació Jesús, llamado
Cristo.
Según San Lucas (3,23), su padre era
Helí.
3:23 Cuando comenzó su ministerio,
Jesús tenía unos treinta años y se lo
consideraba hijo de José.
José era hijo de Elí;
Según San Mateo 13,55 y Marcos 6,3,
San José era un "tekton". La palabra
significa en particular que era carpintero o
albañil. San Justino lo confirma, y la
tradición ha aceptado esta interpretación

55 ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No


se llama su madre María, y sus hermanos
Santiago, José,
Simón y Judas?
Nuestro Señor Jesús fue llamado "Hijo
de José", "el carpintero" (Lc 4,22).

4:22 Todos daban testimonio a favor de él


y estaban llenos de admiración por las
palabras de gracia que salían de su boca.
Y decían: "¿No es este el hijo de José?"
Es el esposo de la Virgen María y padre
adoptivo de Jesús. Al tiempo de su
desposorio se cree era de edad mediana.

Es el encargado de proteger el nacimiento y


la infancia de Jesús y velar por María.
En el evangelio de Mateo (capítulo 1,
versículos del 20-24) se relata el anuncio
que el ángel le hace a José del nacimiento
de Jesús.
1:20 Y pensando él en esto, he aquí un
ángel del Señor le apareció en sueños y le
dijo: José, hijo de David, no temas recibir
a María tu mujer, porque lo que en ella es
engendrado, del Espíritu Santo es.
1:21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su
nombre JESÚS, porque él salvará a su
pueblo de sus pecados.

1:22 Todo esto aconteció para que se


cumpliese lo dicho por el Señor por medio
del profeta, cuando dijo:
1:23 He aquí, una virgen concebirá y
dará a luz un hijo,
Y llamarás su nombre Emanuel,
que traducido es: Dios con nosotros.

1:24 Y despertando José del sueño, hizo


como el ángel del Señor le había
mandado, y recibió a su mujer.
San José, acompaña a la Virgen en el
momento del nacimiento del Salvador.

2:6 Mientras se encontraban en Belén, le


llegó el tiempo de ser madre;

2:7 y María dio a luz a su Hijo primogénito,


lo envolvió en pañales y lo acostó en un
pesebre, porque no había lugar para ellos
en el albergue.
Lucas, 2: 6-7
San José, acompaña a la Virgen en el
momento del nacimiento del Salvador,
es testigo de la visita de los pastores.

2:8 En esa región acampaban unos


pastores, que vigilaban por turno sus
rebaños durante la noche.

2:9 De pronto, se les apareció el Ángel del


Señor y la gloria del Señor los envolvió
con su luz. Ellos sintieron un gran temor,
2:10 pero el Ángel les dijo: "No teman,
porque les traigo una buena noticia, una
gran alegría para todo el pueblo:

2:11 Hoy, en la ciudad de David, les ha


nacido un Salvador, que es el Mesías, el
Señor.

2:12 Y esto les servirá de señal:


encontrarán a un niño recién nacido
envuelto en pañales y acostado en un
pesebre".
2:13 Y junto con el Ángel, apareció de
pronto una multitud del ejército celestial,
que alababa a Dios, diciendo:

2:14 "¡Gloria a Dios en las alturas,


y en la tierra, paz a los hombres amados
por él!"
2:15 Después que los ángeles volvieron al
cielo, los pastores se decían unos a otros:
"Vayamos a Belén, y veamos lo que ha
sucedido y que el Señor nos ha
anunciado".
2:16 Fueron rápidamente y encontraron a
María, a José, y al recién nacido acostado
en el pesebre.

2:17 Al verlo, contaron lo que habían oído


decir sobre este niño,
2:18 y todos los que los escuchaban
quedaron admirados de lo que decían los
pastores.
2:19 Mientras tanto, María conservaba
estas cosas y las meditaba en su corazón.
Lucas, 2: 8-19
San José es testigo de
La visita de los Reyes Magos

La adoración de los Magos al Niño Jesús la


narra el evangelio de San Mateo en el
Capítulo 2, y es una de las narraciones
más bellas de la Santa Biblia.

10 Al ver la estrella se llenaron de inmensa


alegría.
11 Entraron en la casa; vieron al niño con
María su madre y, postrándose, le
adoraron; abrieron
luego sus cofres y le ofrecieron dones de
oro, incienso y mirra.

12 Y, avisados en sueños que no


volvieran donde Herodes, se retiraron a su
país por otro camino.
Mateo, 2: 10-12
San José presenta con María al Divino
Niño en el templo, escuchando la
profecía de Simeón.

2:23 como está escrito en la Ley: Todo


varón primogénito será consagrado al
Señor.

2:24 También debían ofrecer en sacrificio


un par de tórtolas o de pichones de
paloma, como ordena la Ley del Señor.
2:27 Conducido por el mismo Espíritu, fue
al Templo, y cuando los padres de Jesús
llevaron al niño para cumplir con él las
prescripciones de la Ley,

2:28 Simeón lo tomó en sus brazos y alabó


a Dios, diciendo:

2:29 "Ahora, Señor, puedes dejar que tu


servidor muera en paz, como lo has
prometido,
2:30 porque mis ojos han visto la
salvación

2:31 que preparaste delante de todos los


pueblos:

2:32 luz para iluminar a las naciones


paganas y gloria de tu pueblo Israel".
La profecía de Simeón

2:33 Su padre y su madre estaban


admirados por lo que oían decir de él.

2:34 Simeón, después de bendecirlos, dijo


a María, la madre: "Este niño será causa
de caída y de elevación para muchos en
Israel; será signo de contradicción,
2:35 y a ti misma una espada te
atravesará el corazón. Así se
manifestarán claramente los
pensamientos íntimos de muchos".
Lucas, 2: 23-24, 27-35
San José debe huir con Jesús niño y
su madre a Egipto, para salvarlo de la
matanza decretada por el rey Herodes,
viviendo allí el destierro.

13 el Ángel del Señor se apareció en


sueños a José y le dijo:
«Levántate, toma contigo al niño y a su
madre y huye a Egipto; y estate allí hasta
que yo te diga.
Porque Herodes va a buscar al niño para
matarle.»
14 Él se levantó, tomó de noche al niño y
a su madre, y se retiró a Egipto;

15 y estuvo allí hasta la muerte de Herodes;


para que se cumpliera el oráculo del
Señor por medio
del profeta: “De Egipto llamé a mi hijo.”
Mateo, 2: 14-15
San José regresa más tarde con su
familia a Nazaret.

2:39 Después de cumplir todo lo que


ordenaba la Ley del Señor, volvieron a su
ciudad de Nazaret, en Galilea.
Lucas, 2: 39
San José protagoniza con la Santísima
Virgen la pérdida de Jesús en el templo y
su hallazgo entre los doctores de la ley.

2:41 Sus padres iban todos los años a


Jerusalén en la fiesta de la Pascua.

2:42 Cuando el niño cumplió doce años,


subieron como de costumbre,
2:43 y acabada la fiesta, María y José
regresaron, pero Jesús permaneció en
Jerusalén sin que ellos se dieran cuenta.

2:44 Creyendo que estaba en la caravana,


caminaron todo un día y después
comenzaron a buscarlo entre los parientes
y conocidos.
2:45 Como no lo encontraron, volvieron a
Jerusalén en busca de él.

2:46 Al tercer día, lo hallaron en el Templo


en medio de los doctores de la Ley,
escuchándolos y haciéndoles preguntas.
2:47 Y todos los que lo oían estaban
asombrados de su inteligencia y sus
respuestas.

2:48 Al verlo, sus padres quedaron


maravillados y su madre le dijo: "Hijo mío,
¿por qué nos has hecho esto? Piensa que
tu padre y yo te buscábamos
angustiados".
2:49 Jesús les respondió: "¿Por qué me
buscaban? ¿No sabían que yo debo
ocuparme de los asuntos de mi Padre?“

2:50 Ellos no entendieron lo que les decía.

2:51 Él regresó con sus padres a Nazaret y


vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba
estas cosas en su corazón.
Lucas, 2: 46-51
El evangelio lo llama "varón justo". Se
sabe poco de su muerte.

Sólo se conoce que a la pasión y muerte de


Jesús, él ya había partido.

Se supone que Jesús y María lo asistieron


en su muerte y que fue sepultado en el
valle de Josafat .
• Una de las más fervientes
propagadoras de la devoción a San José
fue Santa Teresa de Ávila.

En el capítulo sexto de su vida, escribió


uno de los relatos mas bellos que se han
escrito en honor a este santo:
"Tomé por abogado y
protector al glorioso San José,
y encoméndeme mucho a él.
• Vi claro que así de esta
necesidad, como de otras
mayores, este padre y señor
mío me saco con mas bien
de lo que yo le sabía pedir.
No me acuerdo hasta ahora haberle
suplicado cosa que la haya dejado de
hacer.
Es cosa tan grande las maravillosas
mercedes que me ha hecho Dios por
medio de este bienaventurado santo, de
los peligros que me ha librado,
así de cuerpo como de alma; de este
santo tengo experiencia que socorre en
todas las necesidades, y es que quiere el
Señor darnos a entender que así como le
fue sujeto en la tierra, que como tenía
nombre de padre,
y le podía mandar, así en el cielo hace
cuanto le pide. Querría yo persuadir a
todos que fuesen devotos de este glorioso
santo por la gran experiencia que tengo
de los bienes que alcanza de Dios".
Otros santos que también propagaron la
devoción a San José fueron San Vicente
Ferrer, Santa Brígida, San Bernardino de
Siena (que escribió en su honor muy
hermosos sermones) y San Francisco de
Sales, que predicó muchas veces
recomendando la devoción al Santo
Custodio.
Continuará la segunda parte del Patriarca
San José

Fuente; Página Web de Javier y otros

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