SOY CATEQUISTA

EN Y DESDE LA
COMUNIDAD

Elvia Sagrario
Rodríguez Torres
Objetivo: Profundizar en la proyección del llamado personal a ser
catequista desde una comunidad concreta, para reconocerlo como un
servicio para la comunidad.

 De qué o de quién se valió Dios para hacerme un

llamado personal a ser catequista.
 La primer idea de integrarme a este camino nace de mis maestros (2
varones) de catecismo durante la preparación a mi primera comunión,
a mi corta edad fue de gran impacto observar cada semana a dos
jóvenes impartir con alegría el mensaje de Cristo, lo impactante radicó
en que eran dos jóvenes “normales” es decir que les gustaba las fiestas,
iban a la escuela, tenían novia ¡eran reales y de esta tierra hablando de
Dios! Ellos fueron ejemplo y testimonio para mi. Actualmente hay una
muy buena relación de amistad con uno de ellos.
 Mis padres fungieron un papel importante al encaminarme al
descubrimiento de la iglesia.
Dios se revela, se hace presente de una manera real, se
hace experiencia personal.

 Las circunstancias y el rumbo que va tomando mi vida al ir creciendo

definitivamente permite formarme un concepto propio de Dios y
apropiarme de las experiencias en donde él me va tocando.
 El poder descubrir, revelar su mensaje en cada ocasión de crisis o calma,
siendo honesta ha sido difícil, pero cuando llego al final de ese momento
de tormenta, de euforia o reposo es cuando puedo ver, ya sea por
deducción propia o por el buen apoyo de alguna persona que
indudablemente en ese momento Dios estaba haciendo se presente para
revelarme alguno de sus tantos mensajes, es entonces cuando esa
experiencia, esa vivencia la hago mía y la guardo en mi cajita de vida,
como en mi diario intimo de comunicación entre él y yo.
 Hablando de una manera real, se hace presente para mi en la respiración y
latir del corazón de mi hijo, en la sonrisa y la lagrima de los pequeños
con quienes comparto, en el amor sincero de quienes me rodean y me
aman con libertad.
Dios llama a cada persona dentro de una comunidad
concreta

 Yo he sido llamada de acuerdo a las etapas de mi vida, hoy con la

humilde madurez que cada una me ha permitido adquirir puedo decir, que
para cada una de las etapas él tenia un propósito, para mí y/o para la
comunidad en donde me desenvolvía.
 Permanentemente mi hijo es mi comunidad cercana, mis relaciones y
ejemplo con mi familia.
 De mí hacia los demás hoy es dentro del colegio donde laboro, con mis
pequeños alumnos, ahí está mi llamado, ahí está mi deber como bautizada
de trasmitir, tal vez no fue de la forma que yo elegí, tal vez ni siquiera fue
por elección sino por decisión de mis superiores, pero Dios no siempre se
presenta o nos llama de acuerdo a nuestra voluntad y atender su llamado
no significa solo obedecer por hacerlo, se hace profundizando en
preguntarse qué es lo qué él nos quiere decir a través de estos medios.
El catequista no se predica a si mismo

 No es la cantidad de contenidos aprendidos a los largo de la vida, no es la

abundancia de gracias recibidas de Dios ni el solo deseo de predicar lo
que convierte a la persona en catequista, no basta con la voluntad y el
amor que yo tenga por hablar de él de trasmitir su mensaje lo que me da
la capacidad de hacerlo. Desde mi punto de vista es requisito ético
invertir tiempo en preparación. Reconocerme ignorante para retomar
desde lo mas básico: las oraciones, el manejo de la biblia, historia de
Jesús, conocimiento de los principales documentos de la iglesia, por lo
menos ello para así crearme un punto de vista propio y ser capaz de
aprender, de opinar o de reabatir en caso de asi considerarlo.
Mi misión:

 Actuar, el catequista no solo aprende y siente, el

catequista trabaja para que se realice el
mandato de Dios.
 Hoy me corresponde con los niños de mi grupo,
con mi hijo, con mis compañeros y mis
familiares, incluso con aquellos que no son
cercanos a mi.
 Hoy me corresponde ser tan solo instrumento
para trasmitir su mensaje.