Esteban Maciel
Mario Del Real
Máynez
Señala que hay dos tendencias fundamentales del
deber jurídico:
“Para que una regla de acción me obligue, debe ser autónoma, es decir tener su
origen en mi voluntad. Si no deriva de ella, sino del albedrio ajeno, la regla es
heterónoma, y por ende no me obliga.”
Pero como el hombre puede, en uso de su autonomía, aceptar las órdenes del
legislador, convencido de su validez universal, la observancia de la ley llega de
esta guisa a convertirse en contenido de un deber.
En este caso, el individuo más que cumplir con el derecho, cumple con la moral o,
más precisamente, acata la ley por razones morales.