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UNIVERSIDAD INCA GARCILASO DE LA VEGA

Facultad de Derecho Y Ciencias Políticas


Curso : DERECHO CIVIL PATRIMONIAL
Docente: Mag. JULIO CESAR ALVA PARI
Ciclo : XI
UNIDAD V:
INEXIGIBILIDAD, INEJECUTABILIDAD, INOPONIBILIDAD

1. LA INEXIGIBILIDAD DE LA OBLIGACIÓN:
EN LO PENAL:
La inexigibilidad no se entiende como causa de exclusión de la culpabilidad, sino
como causa de disminución de la misma y del injusto del hecho, que inducen al
Ordenamiento jurídico a disculpar esa conducta típica practicada por el sujeto bajo
la presión constreñidora de la autonomía de la voluntad.
Nos encontraremos ante una causa de exclusión de la culpabilidad, ante una causa
de disminución notable del poder actuar de otro modo (de la imputabilidad y, por
consiguiente, de la culpabilidad)
UNIDAD V:
INEXIGIBILIDAD, INEJECUTABILIDAD, INOPONIBILIDAD

LA INEXIGIBILIDAD DE LA OBLIGACIÓN
En el Derecho Civil, (acción Cambiaria) , se exige la probanza de la inconcurrencia al
crédito de que lo puesto a cobro no resulta reclamable por no haber vencido el
plazo para su satisfacción, por no ser oponible en razón de territorio, por pacto
determinado entre los contratantes por no ser la vía de ejecución, la idónea para el
cumplimiento de la obligación…
UNIDAD V:
INEXIGIBILIDAD, INEJECUTABILIDAD, INOPONIBILIDAD

2.-LA INEJECUTABILIDAD: Este vocablo es de uso anticuado, se entiende


por inejecutable que no se puede es difícil de ejecutar, realizar, obrar,
hacer, efectuar, cumplir, concluir, elaborar o verificar algo o también en condenar o
ajusticiar a causa de un indulto o amnistía.
UNIDAD V:
INEXIGIBILIDAD, INEJECUTABILIDAD, INOPONIBILIDAD

3.-LA INOPONIBILIDAD
La inoponibilidad de un acto jurídico significa que vale entre las partes, pero no frente a
terceros, quienes pueden valerse de ella, para que el acto jurídico celebrado entre las
partes no les afecte, en los casos en que la ley lo permite, para protegerlos. En general
se otorga la inoponibilidad cuando se ha querido burlar los derechos de otras personas,
o cuando era imposible para esos terceros, conocer la nueva situación, por falta de
registro.
Esto ocurre por ejemplo en el acto fraudulento realizado por el deudor en perjuicio de
su acreedor, cuya deuda fue constituida antes del acto fraudulento. En este caso el acto
le es inoponible, o sea no lo perjudica, pudiendo ejercer la acción pauliana o revocatoria
UNIDAD V:
ANALISIS INTERPRETATIVO DEL SUPUESTO DE INEFICACIA EN
EL CASO DE FRAUDE A LOS ACREEDORES ART. 195 C.C.

En la configuración del contenido de la relación obligatoria existen, para


el acreedor y deudor, derechos y deberes que escapan tanto a la
facultad de exigir la prestación inherente al acreedor (crédito), como al
deber de cumplimiento inherente al deudor (débito).
Así, tenemos a las medidas coactivas (ejecución forzada, por ejemplo),
medidas conservativas (acción revocatoria y subrogatoria), medidas de
prelación (garantías reales) y medidas reforzadoras del cumplimiento
(cláusula penal y derecho de retención)
UNIDAD V:
Artículo 195º FRAUDE DEL ACTO JURIDICO.
Es tratar el problema de la acción revocatoria, denominada
"pauliana", contemplada en los artículos 195º y siguientes del
Código Civil (en adelante CC), desde la perspectiva de la teoría
general del negocio jurídico, dentro del sistema de ineficacias
negociales; motivados principalmente por el poquísimo interés
que el asunto despierta en los autores nacionales, el cual se
hace extensivo a todos los temas vinculados con el negocio
jurídico.
LA INEFICACIA PROVENIENTE DE LA REVOCACIÓN DE LOS
ACTOS FRAUDULENTOS DEL DEUDOR.

Debemos aclarar, como cuestión preliminar, que la ineficacia


aquí estudiada es la del acto de disposición que realiza el
deudor con un tercero, el mismo que el acreedor impugna.
Es ése el negocio que de alguna u otra manera ve disminuido
su campo efectual a consecuencia de la interposición de la
acción revocatoria.
En una aproximación al fenómeno, realizada exclusivamente
desde el plano de su utilidad, podría pensarse que la acción
revocatoria responde en su esencia a la necesidad de proteger
la garantía genérica, que se compone de la totalidad del
patrimonio del deudor, mediante la creación de un vínculo real
que perseguiría a los bienes susceptibles de garantizar el
crédito, incluso en esferas patrimoniales extrañas a la relación
inicial existente entre deudor y acreedor, llegándose a la
conclusión que nos encontraríamos ante una prenda general
de los bienes del deudor en favor
El Titulo VIII del Libro II del C.C está referido a Fraude del
Acto Jurídico.
Señalemos que en el Diccionario de Cabanellas sostiene que es
necesario distinguir el engaño de lo que es el fraude. El engaño es toda
astucia o maquinación de que uno se sirve, hablando u obrando con
mentira o artificio, para frustrar la ley, esto es, el hecho de burlar, eludir
o dejar sin efecto la disposición de la ley.

De manera que el engaño es el medio para arribar al fraude; y el fraude


como el fin u objeto que uno se propone lograr con el engaño. Es por
eso que el engaño y fraude suelen ir juntos dando lugar a que en el
lenguaje se tomen el uno por el otro.
CONCEPTO DE FRAUDE

En términos generales, existe fraude cuando a través de un


acto jurídico idóneo y lícito en virtud a una ley que lo
permite o autoriza, se busca eludir el cumplimiento de otra
norma imperativa.

El fraude mediante el acto jurídico, o acto jurídico


fraudulento, se da cuando una persona enajena sus bienes
a fin de protegerlos de la ejecución de sus acreedores. En
este caso, la enajenación es real, es decir no es ficticia
como sucede cuando está de por medio la simulación. Lo
que busca el deudor es un estado de insolvencia para no
pagar la deuda.
ELEMENTOS DEL FRAUDE

a) Una norma jurídica imperativa.


b) La finalidad de incumplir su aplicación.
c) La utilización de un medio legal o eficaz para lograrlo.

CLASES DE FRAUDE
d) Fraude a los acreedores
e) Fraude a la ley
FRAUDE A LOS ACREEDORES O FRAUDE PAULIANO

Entre el acreedor y el deudor existe una obligación que consiste en el


cumplimiento de una prestación a favor del acreedor, cuyo incumplimiento
acarrea una responsabilidad por parte del deudor.
Este consiste en los actos jurídicos celebrados por el deudor, básicamente
de disposición, con la finalidad de disminuir su patrimonio y de esta
manera perjudicar a su contraparte, al impedirle la satisfacción o legítimas
expectativas sobre su crédito.
Esta actitud del deudor frente al acreedor, por la que el primero destruye su
patrimonio y perjudica al acreedor, es lo que se conoce con el nombre de fraude,
mediante el acto jurídico. El deudor responde ante el acreedor por el cumplimiento de
la obligación con todos sus bienes tanto presentes como futuros., y estos a su vez van a
constituir una garantía por los créditos otorgados.
FUNDAMENTO
Este se encuentra en la garantía que representa el patrimonio en
este caso por deudor, en relación al cumplimiento del crédito, así
como a la buena fe con la que se debe de actuar dentro de las
relaciones jurídicas.

ELEMENTOS DEL FRAUDE A LOS ACREEDORES


a) Acto fraudulento
b) Ánimo de perjudicar a los acreedores
c) Convivencia del deudor y los terceros a fin de disminuir o tornar
insolvente su patrimonio.
ACCIONES QUE SE OPONEN A LOS ACTOS FRAUDULENTOS
ACCION SUBROGATORIA
Cuando un deudor evade sus derechos para no cobrar su crédito o cualquiera otra prestación, en
detrimento del acreedor, existe la ACCION SUBROGATORIA, contemplada en el inciso 4) del art.
1219º del Código Civil.
Por la acción subrogatoria un acreedor puede accionar una pretensión a nombre de su deudor,
para que el patrimonio de éste se incremente, con el cual el acreedor tendrá la posibilidad de
cobrara su crédito, recurriendo sobre el mismo.
Ejemplo :
Tirso es acreedor de Benigno, quién si cobrará la deuda que le tiene Tobías, podría pagarle a Tirso
lo que le debe. No obstante , Benigno no cobra a Tobías porque no desea pagarle a Tirso. Ante
esta renuencia de Benigno, Tirso lo subroga, es decir lo sustituye, y en nombre de Benigno
procede a cobrar a Tobías, para que de esa manera se logre que Benigno le pague lo que le debe.
La acción que plantea Tirso es una acción subrogatoria por la que se reemplaza al titular
primario de la acción que es el deudor.
LA ACCION SUBROGATORIA
Cuando se produce el fraude al acreedor, por parte del deudor,
mediante la disposición de su patrimonio en perjuicio del primero,
es posible que éste plantee la acción revocatoria o pauliana, o de
ineficacia del acto jurídico de disposición.
El acreedor se legitima para impugnar aquellos actos del deudor que
son lesivos de su derecho de crédito.
Un requisito indispensable para el planteamiento de la acción es la
prueba del daño, es decir la imposibilidad del cobro.
El acreedor debe probar que el deudor no dispone de otro medio para
hacer efectivo el cobro del crédito.
Para León Barandiarán por la acción revocatoria o pauliana el
acreedor obra en nombre propio y demanda que quede sin efecto
el acto realizado por su deudor, por el que disminuye su
patrimonio que lo convierta en insolvente y por lo tanto carece de
medios para pagar la deuda.
Ejemplo
Tobías es acreedor de Tirso; este último dona el único bien de que es
propietario a Benigno y de esa manera no tiene como pagar a Tobías. Este,
entonces solicita que se revoque el acto celebrado con Benigno, que es un
tercero, para poder hacerse pago con el bien que debe reingresar o retornar
a poder de Tirso que es el deudor. En la acción revocatoria o pauliana, el
demandante es el acreedor y los demandados son el deudor y el tercero.
Como ya señalamos, el acreedor debe probar, además del
daño o imposibilidad del cobro, la mala fe del deudor y del
tercero. De esta manera se protege frente a la acción
revocatoria de los acreedores, a aquellos terceros de buena fe
que contrataron con el deudor.
TITULARES DE LA ACCIÓN PAULIANA
Son únicamente los acreedores, sea que se ejerza de
manera individual o conjunta.
Asimismo, quedan excluidos aquellos acreedores que gozan
de garantías especificas (prendarias o hipotecarias).
PERSONAS SUJETAS A LA ACCIÓN
Es el caso de la acción pauliana, esta no sólo esta dirigida hacia
el deudor que realizó el acto fraudulento sino también a los
terceros que participaron en el mismo, pues de lo contrario el
eventual fallo judicial no permitiría un efectivo resultado.

NATURALEZA DE LA ACCION PAULIANA


Esta acción presenta una faceta especial, pues sólo se encuentra
legitimado para ejercerla el o los acreedores a quienes se les protege y
faculta hacerse pago de su crédito con los bienes que no se
encuentran en el patrimonio del deudor, al haber sido estos
transmitidos fraudulentamente.
EFECTOS DE LA ACCION PAULIANA

a) En primer lugar, quienes han participado en el acto


fraudulento del deudor o se han beneficiado
directamente con dicho acto deben restituir al
patrimonio de aquellos bienes recibidos, hasta el monto
de la acreencia.
b) Asimismo, los intervinientes en dicho fraude, deberán de
indemnizar a los acreedores por los daños y perjuicios
ocasionados a estos
EFECTOS DE LA ACCION PAULIANA

c) Inoponibilidad, es decir, que los terceros sub


adquirientes no pueden oponer el acto jurídico a los
acreedores defraudados, para quienes dicho acto, se
tiene por no celebrado respecto a ellos.
Por ésta razón, se dice que la ACCIÓN REVOCATORIA O
PAULIANA, es una acción de ineficacia del acto jurídico.
De manera que dicho dispositivo (Inoponibilidad)contiene la
posibilidad de plantear la acción pauliana en las circunstancias
indicadas, lo que significa la revocatoria de acto fraudulento,
con la finalidad que el patrimonio del deudor, transferido a un
tercero, retorne al dominio del transfiriente deudor para que
responda frente al crédito del acreedor accionante.
LA ACCIÓN PAULIANA Y LOS ACTOS JURIDICOS SUJETOS A
CONDICIÓN O PLAZO.
El primer párrafo del Art. 195 del C.C., dispone que:
“El acreedor, aunque el crédito está sujeto a condición o a
plazo, puede pedir que se declaren ineficaces respecto de él los
actos gratuitos del deudor por lo que renuncie a derechos o
con los que disminuya su patrimonio conocido y perjudiquen el
cobro del crédito. Se presume la existencia de perjuicio cuando
del acto del deudor resulta la imposibilidad de pagar
íntegramente la prestación debida o se dificulta la posibilidad
del cobro”
Se establece que el derecho acreedor a plantear la ineficacia, o acción
pauliana, si su crédito no puede ser exigible y satisfecho a su
vencimiento.
Puede suceder que el deudor que incurre en fraude ha dispuesto de su
patrimonio y su acreedor no encuentra bienes o si lo hay, no son
suficientes para responder por el pago de la deuda. Aquí se aprecia un
incumplimiento del deudor y el acreedor impugna el acto traslativo por
considerarlo fraudulento.
LA ACCIÓN PAULIANA Y LOS ACTOS GRATUITOS
El Art.195, en su primer párrafo como ya lo hemos señalado se desprende que
el perjuicio en contra del acreedor es lo que posibilita el planteamiento de la
ineficacia del acto celebrado por el deudor con un tercero a título gratuito. El
dispositivo establece una presunción del perjuicio que se da cuando del acto
del deudor resulta lo imposible o hace difícil el cobro de la deuda
En este caso estamos frente a un concepto objetivo del fraude, en la
medida que no interesa si existió buena o mala fe de los que
celebraron el acto jurídico a título gratuito en perjuicio del acreedor.
El donante, por ejemplo, y el donatario incurren en fraude, cuando
el primero no haya reservado bienes suficientes para pagar las
deudas anteriores al acto de donación.
LA ACCIÓN PAULIANA Y LOS ACTOS ONEROSOS
La segunda parte del Art. 195 en sus inc. 1 y 2, el CCP contempla la situación de
los actos jurídicos a título oneroso, cuando el crédito es anterior al acto de
disminución patrimonial, así como la situación de los actos cuya ineficacia se
solicita fuera anterior al surgimiento del crédito. Este dispositivo establece que
tratándose de acto a título oneroso deben concurrir el contenido de los incisos 1 y
2.
Nuestro Código Civil, en el inciso 1 del Art. 195 se refiere a la existencia de un
crédito que es anterior al acto fraudulento porque el perjuicio al acreedor sólo
podía producirse cuando éste tenía un crédito ya existente.
El citado inciso dispone “Si el crédito es anterior al acto de disminución
patrimonial, que el tercero haya tenido conocimiento del perjuicio a los derechos
del acreedor o que según las circunstancias haya estado en razonable situación de
conocer o de no ignorarlos y el perjuicio eventual de los mismos”.
LA ACCIÓN PAULIANA Y LOS ACTOS ONEROSOS
En este caso lo que prima es un estado subjetivo que consiste en el
conocimiento que tenga el tercero, del perjuicio a los derechos del acreedor,
o que según las circunstancias, haya estado en razonable situación de
conocer o de no ignorarlos y el perjuicio eventual de los mismos.
Esto es lo que se conoce con el nombre de designio fraudulento, que hace
muy difícil la prueba del mismo, por su enorme carga subjetiva.
El inc. 2 del Art. 195 esta referido al caso de que el acto fraudulento sea
anterior a la concertación del crédito. En tal sentido, tal dispositivo dispone
que “Si el acto cuya ineficacia se solicita fuera anterior al surgimiento del
crédito, que el deudor y el tercero lo hubieran celebrado con el propósito de
perjudicar la satisfacción del crédito del futuro acreedor”.
LA ACCIÓN PAULIANA Y LOS ACTOS ONEROSOS
Se presume dicha intención en el deudor cuando ha dispuesto de
bienes de cuya existencia había informado por escrito al futuro
acreedor. Se presume la intención del tercero cuando conocía o estaba
en aptitud de conocer el futuro crédito y que el deudor carece de otros
bienes registrados”.
En este caso el Código exige para el cumplimiento de la acción pauliana,
que el deudor y el tercero lo hubieses celebrado con el propósito de
perjudicar la satisfacción del crédito del futuro acreedor. Hasta aquí
podría pensarse que sólo esta de por medio la mala fe, es decir un
aspecto subjetivo.
LA ACCIÓN PAULIANA Y LOS ACTOS ONEROSOS
Pero el Código recurre a dos presunciones que constituyen un fraude
objetivo, que esta dado por el hecho de que el deudor disponga de
bienes de cuya existencia había informado por escrito al futuro
acreedor.
En cuanto al tercero, el código exige que el mismo hubiera estado en
aptitud de conocer el futuro crédito y que el deudor carece de otros
bienes registrados.
Cuando un deudor y el tercero actúan de la manera que el Código lo
describe, no cabe duda que existe el propósito de engañar al acreedor,
es decir esta de por medio la mala fe de ambos.

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