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ELEMENTOS ESTRUCTURALES DE UN EDIFICIO

1.1. CIMENTACIÓN
La cimentación es el elemento transmisor de cargas entre la estructura y
el terreno. Así pues, está destinada a repartir sobre el terreno el peso de
la obra o edificación.
Las cimentaciones se clasifican según su profundidad en:

Cimentaciones superficiales.

Cimentaciones profundas.
Cimentaciones superficiales.
Son cimentaciones que tienen poca profundidad.
Se clasifican de la siguiente manera:
• Viga: suele utilizarse cuando el terreno es bueno y permite una cimentación de
espesor de 30 a 40 cm.
• Zanja: este tipo de cimentación es más profunda, de 2 a 3 metros. Para ésta
se emplean como materiales rocas, ladrillos y hormigón.
• Zapata aislada: son cimientos de profundidades de hasta un metro
aproximadamente que se realizan con armaduras de hierro. Sirven para edificaciones
con pilares.
• Zapata corrida: es igual prácticamente que la aislada, pero abarcando toda la
base del mismo.
• Pozo: es una cimentación igual a la zapata aislada, que se utiliza cuando el
firme se encuentra a mayor profundidad, de 2 a 3 metros, para estructuras con
pilares.
• Losa: es una placa de hormigón armado con espesor uniforme o con refuerzo
de vigas en las bases de los pilares uniendo éstos. Su utilización es ideal en
terrenos malos pero uniformes.
Cimentaciones profundas.
Se ejecutan cuando el terreno es malo y hay que buscarlo a mayor
profundidad. Se clasifican en:
• Pilotes hincados: pueden ser de madera, acero y hormigón
prefabricado. Se introducen en el terreno a golpes o por presión.
• Pilotes in situ: pueden ser hincados o perforados:
1) Hincados. Consiste en introducir un tubo de acero hueco mediante
hinca. Posteriormente se introduce la armadura y se rellena de
hormigón.
2) Perforados. Se hace el agujero con una barrenadora y luego se rellena
con una armadura de hormigón.
1.2. PILARES
Son elementos verticales que reciben las cargas que les transmiten las vigas o
directamente los forjados, recibiendo esfuerzos principalmente de compresión y de
pandeo. En la actualidad, para su construcción se emplea el hormigón armado, debido
a que absorbe adecuadamente los esfuerzos nombrados anteriormente. Es muy
importante que las uniones de éstos con los cimientos, así como con las vigas o
forjados, estén realizadas correctamente.

1.3. JÁCENAS
Comúnmente llamadas vigas, son elementos horizontales de hormigón armado,
metálicas o mixtas, aunque en construcciones antiguas suelen ser de madera. En el
caso de que las vigas sean de hormigón, su sección es rectangular o cuadrada, pueden
sobresalir del forjado (forjados tradicionales) o no (forjados planos). Cuando son
metálicas están constituidas por perfiles de acero simples o compuestos. Las mixtas
constan de un perfil metálico en la parte inferior que absorbe los esfuerzos de tracción
y una cabeza de hormigón armado que absorbe los esfuerzos de compresión, ambos
sólidamente unidos mediante garras o conectores.
En los forjados tradicionales, las vigas eran muy aparentes y de mayor canto que las
viguetas. En la actualidad se utilizan los llamados forjados planos, en los cuales las
vigas tienen el mismo canto que el forjado y las viguetas quedan embebidas en ellas.
1.4. ESTRUCTURAS
Aunque existe alguna otra variedad de estructuras, vamos a ver las comúnmente más
utilizadas, que son dos:
Estructuras de muros de carga o portantes.
En esta variedad de estructuras, las cargas son transmitidas por los forjados a los
muros de carga, que actúan como elemento resistente. Este tipo de estructura
prácticamente no se utiliza más que en edificaciones de escasa altura y superficie
(chalets, naves industriales, etc.). Como elemento de construcción de estos muros se
utiliza fundamentalmente el ladrillo macizo o el bloque de hormigón. Los forjados
están constituidos a base de viguetas de madera, acero u hormigón armado y
entrevigado de revoltón de ladrillo, bovedillas cerámicas o de hormigón.
Estructuras reticulares.
A diferencia de las anteriores, las estructuras reticulares transmiten las cargas entre
sus distintos elementos, dejando libres a los muros, que únicamente tienen función
de cerramiento o distribución. Los elementos fundamentales de este tipo de
estructuras son los pilares, las vigas y los forjados. Las sobrecargas se producen,
principalmente, sobre los forjados. Estos transmiten las cargas a las vigas y éstas, a su
vez, a lo pilares, que son los elementos que, como hemos visto anteriormente,
transmiten las cargas al terreno a través de las zapatas o cimentaciones. Para su
construcción se utiliza el hormigón armado o el acero, pudiendo ser también mixtas.
Estructuras de muros de carga o portantes.
Estructuras reticulares.
Los dos tipos de forjados o entramados horizontales que nos podemos encontrar
habitualmente son:
1) Unidireccionales: se denominan así por transmitir sus cargas en una única
dirección. Generalmente están compuestos por unas viguetas de hormigón armado o
metálicas y unas bovedillas cerámicas, de hormigón o escayola. Las viguetas pueden
ser prefabricadas, semiprefabricadas o fabricadas in situ. Sobre ellas se coloca un
mallazo de acero y se vierte una capa de hormigón denominada capa de compresión;
dicha capa rellena el espacio existente entre las bovedillas y las viguetas. Las bovedillas
sirven de molde a la capa de compresión y no tienen misión resistente. Los esfuerzos
son transmitidos de la capa de compresión a las viguetas y éstas lo transmiten a las
vigas, que a su vez lo transmiten a los pilares.
2) Bidireccionales y reticulares: se denominan así por transmitir las cargas en
las dos direcciones, ya sea por llevar dichas cargas a los entramados de dos direcciones
o bien directamente a los pilares a través de la formación de una retícula de elementos
nervados de hormigón armado, entre los cuales se colocan las bovedillas, bloques de
áridos ligeros o encofrados de plásticos recuperables, siendo su aspecto final el de una
retícula lisa o con casetones. Las cargas se transmiten a través de los elementos
nervados a las cabezas de los pilares, zona en la que no existen casetones
y en la que suele haber una gran cuantía de armaduras.
Estructura reticular
1.5. CUBIERTAS
Las cubiertas constituyen el cerramiento superior del edificio y protegen
al mismo de los agentes atmosféricos. En ellas hay que distinguir dos
tipos de elementos o materiales: los llamados resistentes (pueden ser
metálicos, de hormigón, de madera o mixtos) y los de cubrición (los que
protegen al edificio). En los edificios de viviendas, las cubiertas suelen
ser:

Cubiertas inclinadas.
Cubiertas planas.
Cubiertas planas.
Formadas por el forjado de cubierta y una terminación que varía dependiendo de si
la cubierta es visitable o no. En ambos casos llevará un material para el pendienteado
y una impermeabilización vista u oculta.
Cubiertas inclinadas.
Éstas pueden ser a una, dos aguas o más de inclinación. Formadas en la mayoría de los
casos por el forjado de cubierta, tabiquillos de ladrillo hueco (tabiquillos conejeros), un
tablero de apoyo de cubierta, un impermeabilizante y un material de cubrición que
suele ser normalmente tejas, pizarra, etc.
En los edificios destinados a naves industriales, las cubiertas suelen ser a partir de
cerchas o pórticos en forma de cubierta a una o dos aguas o en diente de sierra. La
diferencia entre una cercha y un pórtico estriba en su forma de trabajo y en su
comportamiento, ya que es diferente ante el fuego (sobre todo en su forma de
colapsar).
Sus características son:
La cercha es un elemento triangular que sólo transmite a los puntos de apoyo
esfuerzos de compresión. Se les reconoce por su aspecto mallado y por la existencia
de un cordón inferior (normalmente de metal o metal y madera).
El pórtico es un elemento triangular que generalmente no necesita cordón inferior
para cumplir su función resistente, ni dispone de estructura mallada (normalmente
de hormigón).
2. ELEMENTOS DE COMPARTIMENTACIÓN

2.1. MUROS DE CERRAMIENTO


Son los paramentos que delimitan el perímetro del edificio.
2. 1.1. Muros pantalla
Se utilizan para edificios con varios sótanos en presencia de agua. Consisten en la
ejecución de muros desde la parte superior y, una vez terminados, realizar la
excavación del solar y construcción de las diferentes plantas de cimientos.
Es un método caro que requiere grandes maquinarias y movimientos en la obra.
2. 1.2 Fachadas
Junto a los muros piñones, constituyen en general el conjunto de paredes exteriores o
de fachada. Aparte de su cualidad portante, deben ofrecer también un aislamiento
térmico y acústico suficiente. Las fachadas, en general, suelen estar constituidas por
dos tabiques de albañilería, para ofrecer lo anteriormente reseñado.
2. 1.3. Medianeras
Son paredes construidas sobre el límite de la finca que generalmente pertenecen a dos
o más propietarios, es decir, suelen dividir dos o más viviendas, locales, etc., en una
misma planta, o bien separar dos edificios contiguos.
2.1.4. Muros de contención
Este tipo de muros están destinados a oponerse al empuje de las tierras.
2.2. MUROS DE COMPATIMENTACIÓN
Son muros de carga, de cerramiento o de separación construidos con materiales incombustibles,
que dividen al edificio en zonas aisladas entre sí, definiendo sectores de incendio. Su resistencia
al fuego debe ser acorde con las necesidades. El grado de resistencia al fuego de un muro debe
estar en relación al riesgo que debe confinar. Sus aberturas serán las mínimas posibles, y estarán
protegidas con puertas y ventanas adecuadas contra incendios.
2.3. PAREDES DIVISORIAS
Sirven, por regla general, de apoyo intermedio a los pisos o forjados, proporcionando
arriostramiento a la construcción o edificación. En ciertas ocasiones no tienen capacidad
portante, formando los tabiques de separación entre viviendas.
2.3.1. Tabiquería
Son paredes divisorias interiores que separan las habitaciones de una vivienda, local, etc.
Suelen estar constituidas con una única hoja de albañilería sencilla. Para su construcción se
utilizan ladrillos unidos o enlazados entre sí mediante masas o morteros. Los tabiques
normalmente sólo soportan su propio peso, no teniendo capacidad portante cuando la
estructura de la edificación esté compuesta de pilares y vigas. Por tanto, los tabiques pueden ser
derruidos sin riesgo, en principio, para la estabilidad del edificio. Entre los diferentes tipos de
tabiques que hay podemos citar, entre otros: tabique de panderete, tabique sordo, tabique
Rabitz, etc. En la actualidad son frecuentes los cerramientos a base de paneles tipo sandwich,
fundamentalmente en naves industriales.
3. ELEMENTOS DE COMUNICACIÓN VERTICAL
3.1. ESCALERAS
Las escaleras son elementos de unión transitables que, a través de escalones sucesivos,
nos permiten poder acceder a los diferentes niveles o plantas de una edificación.
El rellano o meseta es el distribuidor de cada planta, donde se inicia o desembarca la
escalera; cuando se intercala entre dos plantas se le denomina descansillo. Los rellanos dividen
la escalera en tramos. El hueco limitado entre tramos se llama ojo de escalera.
TERMINOLOGÍA DE UNA ESCALERA
Los peldaños constan de una parte superior plana y horizontal denominada huella y una
vertical llamada tabica o contrahuella. Las cabezas de los peldaños o escalones suelen recibirse
en los laterales, llamados zancas.
3.2. PATIO DE LUCES
Podemos definirlo como un espacio cerrado y descubierto en un edificio para dar a éste
luz y ventilación. Generalmente suele estar comunicado con las galerías y habitaciones
interiores de la edificación o bien con las escaleras, a través de ventanas practicadas en la caja
de escalera.
3.3. SHUNTS
Se denomina SHUNT a un tipo de sistema de conductos de ventilación colectivo que se
utiliza para las salidas de gases quemados en cocinas, calentadores, cuartos de aseo, etc
Dicho sistema tiene previsto para cada salida o acometida individual un conducto
independiente, con una longitud mínima de 2 metros, para garantizar el tiro hacia la conducción
principal. Los conductos destinados a la salida de gases es conveniente que estén revestidos con
tabiques de ladrillo sencillo que producirá un aislamiento térmico que evitará zonas calientes en
las habitaciones y, al mismo tiempo, mantendrá alta la temperatura del propio conducto,
teniendo así un buen rendimiento la instalación. Esto no será necesario cuando se trate sólo de
conductos para aireación. Dicho conducto de ventilación dispone en su salida al aire exterior de
un sombrerete que impide la entrada de la lluvia y de agentes perturbadores.
4. ACCIÓN DEL FUEGO EN LA EDIFICACIÓN
4.1. SEGÚN El TIPO DE MATERIAL
Como veremos a continuación, no todos los materiales tienen la misma variable de
comportamiento cuando son sometidos a la acción del fuego, tanto desde el punto de vista de
su «reacción al fuego» como de su «resistencia».
Veamos, antes de ver el comportamiento ante el fuego de los distintos materiales, lo que
significan estos dos conceptos:

Materiales. Reacción al fuego


Resistencia al fuego
Clasificación
2.1.1. Los materiales empleados en la construcción de edificios se clasifican, a los efectos de su
reacción ante el fuego, de acuerdo con la Norma UNE 23-727-80 "Ensayos de reacción al fuego
de los materiales de construcción. Clasificación de los materiales utilizados en la construcción",
en las Clases siguientes, dispuestas en orden creciente en cuanto a su grado de combustibilidad:
M0, M 1, M2, M3, M4, y M5.
La reacción al fuego de un determinado material nos determina la mayor o menor
facilidad de combustión del mismo. Viene determinada por unos símbolos que
representan su grado de combustibilidad. Dichos símbolos son:
• MO: materiales incombustibles.
• M1: materiales combustibles pero no inflamables.
• M2: materiales combustibles y moderadamente inflamables.
• M3: materiales combustibles y medianamente inflamables.
• M4: materiales combustibles y altamente inflamables.
La resistencia al fuego de un determinado material o elemento es un factor que
mide la capacidad del mismo para soportar durante un tiempo determinado la
acción de un fuego estándar, ejerciendo las funciones para las que fue diseñado.
Dicho parámetro se representa con las siglas RF seguidas de un número (15, 30,
45, 60, 90, 120, 180, 240) que expresa el tiempo durante el cual dicho elemento
mantiene las propiedades mecánicas para las que fue diseñado.
EUROCLASES. Reacción al fuego de los materiales de construcción

Clasificación para paredes y techos según norma UNE-EN 13501-1


Clase Interpretación
A1 No combustible. Sin contribución al fuego.
A2 No combustible. Sin contribución al fuego.
B Combustible. Contribución muy limitada al fuego.
C Combustible. Contribución limitada al fuego.
D Combustible. Contribución media al fuego.
E Combustible. Contribución alta al fuego.
F Sin clasificar. Sin comportamiento determinado.

Indicadores adicionales de opacidad de humo.


Clase Interpretación
s1 Producción baja de humos.
s2 Producción media de humos.
S3 Producción alta de humos.

Indicadores adicionales de caída de gotas / partículas


Clase Interpretación
d0 No se producen gotas / partículas.
d1 Caída de gotas / partículas no inflamadas.
d2 Caída de gotas / partículas inflamadas.
Clasificación para suelos según norma UNE-EN 13501-1
Clase Interpretación
A1FL No combustible. Sin contribución al fuego.
A2FL No combustible. Sin contribución al fuego.
BFL Combustible. Contribución muy limitada al fuego.
CFL Combustible. Contribución limitada al fuego.
DFL Combustible. Contribución media al fuego.
EL Combustible. Contribución alta al fuego.
FFL Sin clasificar. Sin comportamiento determinado.

Indicadores adicionales de opacidad de humo.


Clase Interpretación
s1 Producción baja de humos.
S2 Producción media de humos.

Clasificación de cubiertas según UNE-EN 13501-5


Clase Interpretación
BROOF(t1) Combustible. Contribución muy limitada al fuego.
FROOF(t1) Sin clasificar. Sin comportamiento determinado.
La resistencia al fuego de un determinado material o elemento es un factor que
mide la capacidad del mismo para soportar durante un tiempo determinado la
acción de un fuego estándar, ejerciendo las funciones para las que fue diseñado.
Dicho parámetro se representa con las siglas RF seguidas de un número (15, 30,
45, 60, 90, 120, 180, 240) que expresa el tiempo durante el cual dicho elemento
mantiene las propiedades mecánicas para las que fue diseñado.
EUROCLASES. Resistencia al fuego de materiales de construcción según
norma UNE-EN 13501-2
Piedras naturales
Las piezas de piedra natural (mampuestos, sillares, etc.) tienen una buena reacción al
fuego (clase MO) y un coeficiente de conductividad bajo.
La acción del fuego en materiales pétreos causa roturas generalmente de las aristas
debido a las tensiones internas y, en algunos casos, deformaciones por el aumento de volumen.
Hormigón
Compuesto de cemento, áridos yagua, el hormigón es incombustible (clase MO). No
obstante, el aumento de temperatura de un incendio provoca una pérdida importante de
propiedades
mecánicas resistentes que varían en función de la dosificación, del tipo de árido utilizado,
del tipo de cemento, etc. La baja conductividad térmica del hormigón
hace que el calentamiento del hormigón por el fuego afecte sólo a las capas
externas del mismo (5-10 cm).AI aumentar la temperatura hasta los 200-2500 C
no hay pérdidas de resistencia, pero a partir de los 300 0 C el hormigón pierde
hasta un 20% de su resistencia inicial; cuando esta temperatura sigue aumentando hasta los
4500 C su resistencia es tan sólo del 50%. Hacia los 600-6500 C los áridos
se expanden fuertemente, dando lugar a tensiones internas que empiezan a disgregar el
hormigón
produciendo crujidos y agrietamientos. El hormigón, mientras sufre dicho incremento
de temperatura, va sufriendo una serie de cambios de coloración que puede indicarnos de
forma aproximada la temperatura a que está o ha estado sometido durante el proceso del
incendio.
Temperatura (U C) Color del hormigón Resistencia (%)

0-200 Gris 100


300-600 Rosa-Rojo 58
600-900 Gris-Partículas rojas 30
900-1.200 Ante O
> 1.200 Amarillo O
Hormigón armado
Compuesto de hormigón y acero, es un elemento mixto de construcción de gran versatilidad;
el acero y el hormigón se colocan y calculan para absorber los esfuerzos a los que van a ser
sometidos. El comportamiento del hormigón armado frente al fuego va a depender en gran
medida del comportamiento de cada uno de sus componentes y de las funciones resistentes
que cada uno de ellos desempeñaren el conjunto. Aunque ambos dilatan lo mismo, por tener un
coeficiente de dilatación térmica muy similar ante un determinado aumento de temperatura, el
acero lo hace de una forma muy rápida; sin embargo, el hormigón lo hace lentamente.
El hormigón, cuando sufre el calentamiento de sus capas superficiales, se produce un
agrietamiento y descascarillamiento del mismo, lo cual provoca que las armaduras de acero
queden descubiertas, produciendo los siguientes efectos:
El acero, expuesto directamente al calor, dilatará más rápidamente que el hormigón,
provocando fuertes tensiones de desgarre, provocando pérdidas de adherencia
entre ambos materiales y comprometiendo el trabajo conjunto de ambos.
Las armaduras, expuestas directamente al fuego y zunchadas por los estribos, pandearán
entre ellas, favoreciendo aún más el desconchamiento.
Ambos materiales perderán capacidad resistente, pero las pérdidas serán más notables en el
acero que en el hormigón, ya que de éste no se ve afectada toda la masa, sino sólo los 5 ó 10 cm
externos. La pérdida de la capa de protección de hormigón dejará al descubierto las armaduras
de las vigas y pilares, que, al llegar a su punto crítico de temperatura, provocarán el colapso del
elemento. Por tanto, el hormigón armado, elemento incombustible, pierde su resistencia al fuego
al quedar al descubierto sus armaduras de acero por desconchamiento y pérdida de la capa de
hormigón que las protege.
Hierro
Material considerado de la clase MO, ya que no se inflama ni entra en combustión; sin
embargo, su comportamiento ante el fuego es bastante delicado, debido a su gran
conductividad térmica por ser un buen conductor del calor. Cuando se produce una elevación de
temperatura es transmitida rápidamente a través de todas las piezas metálicas que están en
contacto con la pieza sometida al calor. Cuando una pieza de estos materiales es sometida a la
acción del fuego, éste eleva su temperatura en función de la intensidad del foco.
En principio, el ser un buen conductor del calor es favorable, ya que la disipación de calor
retrasa el aumento de temperatura en el punto sometido al foco de calor. No obstante, si el
fuego sigue, el aumento de calor recibido es mayor que el calor disipado y la pieza, aunque con
cierto retraso respecto al foco (inercia térmica), sigue aumentando su temperatura. El acero no
pierde sección resistente; en cambio, pierde, y de forma acusada, su capacidad de resistencia.
Dicha capacidad disminuye rápidamente a partir de los 350 a 400 º C, y colapsa a los 538ºc.
Dicha temperatura se alcanza en un tiempo teórico de algo más de 5 minutos. En un incendio
real y dependiendo de los factores que intervengan (intensidad del foco, distancia, etc.), la
sección de una pieza de acero puede alcanzar en su totalidad. Dichas temperaturas en un
tiempo aproximado de entre 10 Y 20 minutos, tiempo a partir del cual la alta conductividad
térmica del acero hace que el calor se propague con facilidad entre las piezas de acero,
pudiendo transmitir calor a zonas alejadas que dan origen a nuevos focos de incendio. Por tanto,
debemos saber que el acero pierde, y de forma relativamente rápida, propiedades resistentes.
Madera
Material combustible y medianamente inflamable (clase M3), su combustión desarrolla
gran cantidad de calor, aunque tiene un bajo coeficiente de transmisión térmica, por lo cual
el calor no se transmite con facilidad a través de ella. Cuando un elemento de madera es
sometido a la acción del fuego, éste pierde su contenido de agua y se inflama, iniciándose un
proceso de carbonización de sus capas superficiales y que, poco a poco, va profundizando
hasta su total combustión. Dicha velocidad de penetración se estima de forma aproximada en 1
cm cada 15 minutos, aunque varía en función de la intensidad del fuego, el tipo de madera, la
humedad y el grado y tiempo de exposición al fuego. Si observamos un elemento de madera
después de un incendio, podemos ver que está recubierto de una capa de carbón de mayor o
menor espesor en función de los factores anteriores, pero si rascamos podemos observar que la
parte interior está en perfectas condiciones. La capa de carbón no tiene capacidad resistente
alguna, pero actúa como protección de la parte interna del elemento hasta que se desprende.
La humedad de la madera protege asimismo de la acción del fuego, ya que la energía se
consume en evaporar el agua contenida antes de comenzar el proceso de carbonización.
El tipo de madera, el tiempo transcurrido desde la tala y la humedad ambiental son factores
que influyen en la velocidad del proceso.
Durante un incendio, las propiedades resistentes de la madera sólo se ven afectadas en
la capa directamente expuesta al proceso de carbonización, manteniéndose intactas las
propiedades resistentes no afectadas por dicho proceso. La madera, pues, no pierde
propiedades mecánicas resistentes durante un incendio; lo único que se pierde es sección
resistente en el elemento afectado.
Paredes de fábrica
Son paredes constituidas por piezas de piedra natural (mampuestos, sillares, etc.), piedra
artificial, cerámica (ladrillos) o conglomerados (bloques), ajustadas y generalmente enlazadas
con algún tipo de mortero.
Los componentes de las fábricas tienen una buena reacción al fuego (clase MO), ya que
estos materiales tienen unos coeficientes de conductividad bajos, por lo que el interior de las
fábricas se encontrará mucho menos caliente que el exterior, y éste se verá sometido a una
rápida dilatación que tiende a redondear las formas de las piezas.
Por tanto, en elementos constructivos como paredes y tabiques, la dilatación diferencial
entre la cara expuesta al fuego y la no expuesta puede causar deformaciones importantes.
Aluminio
Material incombustible (clase MO) utilizado fundamentalmente en carpintería metálica y
en perfilería de sujeción de techos colgantes, tiene unas propiedades resistentes generalmente
malas. Conduce el calor, tiene su punto de fusión a los 6500 C y colapsa a temperaturas
muy bajas (aproximadamente 2000 C), por lo que su comportamiento ante el fuego es
muy deficiente.
Cristal
Material incombustible (clase MO) utilizado principalmente en el acristalamiento de ventanas
y puertas, tiene un mal comportamiento de resistencia ante el fuego. Debido principalmente
a su incapacidad para sufrir deformaciones, el cristal es uno de los elementos más frágiles
que se conocen. Además, es muy mal conductor del calor y por ello salta en pedazos
cuando se calienta, ya que no se dilata. El desplazamiento de cristales puede llegar a ser un
problema que dificulte las tareas de extinción y la seguridad de los equipos de intervención.
El cristal también se utiliza como elemento estructural (en baldosas, pavés), con un
comportamiento térmico bastante aceptable. Otra aplicación menos extendida en la
construcción es como aislante, en forma de fibra de vidrio, ya que no es combustible y
constituye un aislante excelente.
Comportamiento ante el fuego de las estructuras
Los efectos que básicamente se producen sobre los elementos resistentes de una
estructura cuando se ve sometida a la acción del fuego se pueden reducir a dos: pérdida de
resistencia y empujes debidos a la dilatación. Dichos efectos provocan el colapso o hundimiento
de la estructura, si la intensidad del fuego y su duración son prolongados.
Las estructuras pueden ser isostáticas (cuando el fallo de un elemento produce su
hundimiento)
o hiperestáticas (cuando los esfuerzos soportados por un elemento puedan, en
determinadas condiciones, ser absorbidos por otros elementos de la estructura, en el caso de
ocurrir el fallo de uno de ellos). A continuación vamos a ver los diferentes tipos de estructuras
que podemos encontrarnos:
1) Estructuras de madera.
1) Estructuras de madera.
Las estructuras de madera colapsan por pérdida de sección resistente de sus elementos
al ser sometidos a la acción del fuego.
La rapidez de dicho proceso depende de la velocidad del proceso de
carbonización. El comportamiento de las estructuras se ve modificado
de forma importante a causa de:Existencia de insectos tales como carcoma, termitas, etc.
Defectos en las piezas debidos a nudos, hongos, etc.
Cuando para su ejecución se han utilizado elementos metálicos como tornillos,
flejes, etc., o son estructuras mixtas y disponen de cuchillos, tirantes, etc.
Las estructuras de madera tienen como aspectos negativos:
1º Son combustibles y medianamente inflamables (clase M3).
2º Contribuyen a aumentar la carga térmica.
3º Participan en la propagación del fuego.
4º Pueden tener vicios ocultos importantes como carcoma, pudriciones, etc.
5º Pueden tener uniones metálicas.
Como aspectos positivos tienen:
1º La madera no pierde propiedades resistentes al ser atacada por el fuego.
2º No provocan esfuerzos adicionales por dilatación de sus elementos.
3º Las estructuras fallan por pérdida de sección resistente, por carbonización en
un proceso de evolución relativamente lento que puede en cierto modo seguirse
con medios organolépticos o estimativos (tiempo transcurrido, pérdida de
sección, crujidos, aspecto, etc.).
4º Las estructuras son habitualmente (salvo cerchas y cuchillos) isostáticas y de
poca altura y complejidad, lo que facilita su control y evolución.
2) Estructuras de acero.
Las estructuras de acero tienen un comportamiento muy distinto a las de madera. Su colapso o
hundimiento se produce por fallo de resistencia en uno o varios de sus elementos. Las
estructuras metálicas isostáticas (viga apoyada) tendrían, teóricamente, que colapsar al
rebasarse los 500-5500 C.
Generalmente, las estructuras metálicas son hiperestáticas, lo cual permite en cierto modo una
redistribución de esfuerzos que podría alargar el tiempo de colapso o derrumbe de la
estructura, a pesar de que alguno de sus elementos esté fuera de servicio.
Los puntos más débiles de este tipo de estructuras suelen ser las piezas largas y de poca sección
y su colapso se produce por pandeo.
Las estructuras metálicas tienen como aspectos negativos:
1º Pierden propiedades resistentes con relativa rapidez, si no están protegidas.
2º Las dilataciones y deformaciones producidas por el calor provocan empujes y giros muy
fuertes no previstos en el cálculo de la estructura, que pueden provocar el derrumbe de la
estructura o el desplome de elementos en contacto con ella (muro, cerramiento, etc.).
3º Cuando la estructura es compleja y la redistribución de esfuerzos hacen difícil la predicción
real de su comportamiento y, por tanto, su colapso o hundimiento.
Como aspectos positivos tienen:
1º No son combustibles y, por tanto, no aumentan la carga térmica.
2º No participan en la propagación del incendio, aunque pueden transmitir por conducción el
calor a otro punto.
3º Las deformaciones son un indicador de su evolución, sobre todo en cerchas o naves cubiertas
con estructuras o grandes luces en estructuras vistas, en las que se producen grandes
deformaciones antes del hundimiento.
3) Estructuras de hormigón armado.
Como ocurre con las de acero, fallan cuando uno o más de sus elementos llegan al límite de su
resistencia. Asimismo, y al igual que las de acero, estas estructuras tienen una cierta capacidad
de reabsorción de esfuerzos en caso de fallo de alguno de sus elementos (hiperestáticas). El
colapso de los elementos en estructura de hormigón armado se debe fundamentalmente al
calentamiento excesivo de las armaduras de acero que la conforman, aunque también influye la
pérdida de propiedades resistentes del hormigón cuando éste se ve afectado en una
profundidad considerable.
Las estructuras de hormigón armado tienen como aspectos negativos:
1º No se producen deformaciones apreciables en la estructura que anuncien o hagan intuir su
colapso, produciéndose éste por lo general de forma mucho más brusca que en las de acero.
2º Dificultad de observación de las grietas producidas en su masa durante el proceso del
incendio (principalmente en las vigas), debido a la gran cantidad de humo que se acumula.
Como aspectos positivos:
1º No son combustibles y, por lo tanto, no contribuyen al aumento de la carga térmica del local.
2º No propagan el calor con facilidad.
3º Aunque el calor provoca dilataciones finales del hormigón iguales a las del acero, aquéllas
son mucho más lentas, facilitando con ello una redistribución gradual de esfuerzos en la
estructura.
4) Estructuras de muros de carga.
Las estructuras de muros de carga tienen un buen comportamiento
frente al fuego. El espesor de los muros y su propia inercia térmica les
confieren un buen grado de seguridad frente al incendio.
El problema fundamental de este tipo de estructuras está en la existencia de lesiones
por disgregación, desplomes, asientos, etc., que puedan verse agravadas por
las sobrecargas del agua de extinción o por las producidas a causa del desplome
de forjados. En general, los forjados de vigueta y revoltón no suelen colapsar en
grandes superficies, sino de forma gradual y paulatinamente, por zonas o tramadas.
En el caso de desprendimiento de varios forjados, existe el peligro de desplome de
muros por falta de arriostramiento entre ellos.

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