1.1. CIMENTACIÓN
La cimentación es el elemento transmisor de cargas entre la estructura y
el terreno. Así pues, está destinada a repartir sobre el terreno el peso de
la obra o edificación.
Las cimentaciones se clasifican según su profundidad en:
Cimentaciones superficiales.
Cimentaciones profundas.
Cimentaciones superficiales.
Son cimentaciones que tienen poca profundidad.
Se clasifican de la siguiente manera:
• Viga: suele utilizarse cuando el terreno es bueno y permite una cimentación de
espesor de 30 a 40 cm.
• Zanja: este tipo de cimentación es más profunda, de 2 a 3 metros. Para ésta
se emplean como materiales rocas, ladrillos y hormigón.
• Zapata aislada: son cimientos de profundidades de hasta un metro
aproximadamente que se realizan con armaduras de hierro. Sirven para edificaciones
con pilares.
• Zapata corrida: es igual prácticamente que la aislada, pero abarcando toda la
base del mismo.
• Pozo: es una cimentación igual a la zapata aislada, que se utiliza cuando el
firme se encuentra a mayor profundidad, de 2 a 3 metros, para estructuras con
pilares.
• Losa: es una placa de hormigón armado con espesor uniforme o con refuerzo
de vigas en las bases de los pilares uniendo éstos. Su utilización es ideal en
terrenos malos pero uniformes.
Cimentaciones profundas.
Se ejecutan cuando el terreno es malo y hay que buscarlo a mayor
profundidad. Se clasifican en:
• Pilotes hincados: pueden ser de madera, acero y hormigón
prefabricado. Se introducen en el terreno a golpes o por presión.
• Pilotes in situ: pueden ser hincados o perforados:
1) Hincados. Consiste en introducir un tubo de acero hueco mediante
hinca. Posteriormente se introduce la armadura y se rellena de
hormigón.
2) Perforados. Se hace el agujero con una barrenadora y luego se rellena
con una armadura de hormigón.
1.2. PILARES
Son elementos verticales que reciben las cargas que les transmiten las vigas o
directamente los forjados, recibiendo esfuerzos principalmente de compresión y de
pandeo. En la actualidad, para su construcción se emplea el hormigón armado, debido
a que absorbe adecuadamente los esfuerzos nombrados anteriormente. Es muy
importante que las uniones de éstos con los cimientos, así como con las vigas o
forjados, estén realizadas correctamente.
1.3. JÁCENAS
Comúnmente llamadas vigas, son elementos horizontales de hormigón armado,
metálicas o mixtas, aunque en construcciones antiguas suelen ser de madera. En el
caso de que las vigas sean de hormigón, su sección es rectangular o cuadrada, pueden
sobresalir del forjado (forjados tradicionales) o no (forjados planos). Cuando son
metálicas están constituidas por perfiles de acero simples o compuestos. Las mixtas
constan de un perfil metálico en la parte inferior que absorbe los esfuerzos de tracción
y una cabeza de hormigón armado que absorbe los esfuerzos de compresión, ambos
sólidamente unidos mediante garras o conectores.
En los forjados tradicionales, las vigas eran muy aparentes y de mayor canto que las
viguetas. En la actualidad se utilizan los llamados forjados planos, en los cuales las
vigas tienen el mismo canto que el forjado y las viguetas quedan embebidas en ellas.
1.4. ESTRUCTURAS
Aunque existe alguna otra variedad de estructuras, vamos a ver las comúnmente más
utilizadas, que son dos:
Estructuras de muros de carga o portantes.
En esta variedad de estructuras, las cargas son transmitidas por los forjados a los
muros de carga, que actúan como elemento resistente. Este tipo de estructura
prácticamente no se utiliza más que en edificaciones de escasa altura y superficie
(chalets, naves industriales, etc.). Como elemento de construcción de estos muros se
utiliza fundamentalmente el ladrillo macizo o el bloque de hormigón. Los forjados
están constituidos a base de viguetas de madera, acero u hormigón armado y
entrevigado de revoltón de ladrillo, bovedillas cerámicas o de hormigón.
Estructuras reticulares.
A diferencia de las anteriores, las estructuras reticulares transmiten las cargas entre
sus distintos elementos, dejando libres a los muros, que únicamente tienen función
de cerramiento o distribución. Los elementos fundamentales de este tipo de
estructuras son los pilares, las vigas y los forjados. Las sobrecargas se producen,
principalmente, sobre los forjados. Estos transmiten las cargas a las vigas y éstas, a su
vez, a lo pilares, que son los elementos que, como hemos visto anteriormente,
transmiten las cargas al terreno a través de las zapatas o cimentaciones. Para su
construcción se utiliza el hormigón armado o el acero, pudiendo ser también mixtas.
Estructuras de muros de carga o portantes.
Estructuras reticulares.
Los dos tipos de forjados o entramados horizontales que nos podemos encontrar
habitualmente son:
1) Unidireccionales: se denominan así por transmitir sus cargas en una única
dirección. Generalmente están compuestos por unas viguetas de hormigón armado o
metálicas y unas bovedillas cerámicas, de hormigón o escayola. Las viguetas pueden
ser prefabricadas, semiprefabricadas o fabricadas in situ. Sobre ellas se coloca un
mallazo de acero y se vierte una capa de hormigón denominada capa de compresión;
dicha capa rellena el espacio existente entre las bovedillas y las viguetas. Las bovedillas
sirven de molde a la capa de compresión y no tienen misión resistente. Los esfuerzos
son transmitidos de la capa de compresión a las viguetas y éstas lo transmiten a las
vigas, que a su vez lo transmiten a los pilares.
2) Bidireccionales y reticulares: se denominan así por transmitir las cargas en
las dos direcciones, ya sea por llevar dichas cargas a los entramados de dos direcciones
o bien directamente a los pilares a través de la formación de una retícula de elementos
nervados de hormigón armado, entre los cuales se colocan las bovedillas, bloques de
áridos ligeros o encofrados de plásticos recuperables, siendo su aspecto final el de una
retícula lisa o con casetones. Las cargas se transmiten a través de los elementos
nervados a las cabezas de los pilares, zona en la que no existen casetones
y en la que suele haber una gran cuantía de armaduras.
Estructura reticular
1.5. CUBIERTAS
Las cubiertas constituyen el cerramiento superior del edificio y protegen
al mismo de los agentes atmosféricos. En ellas hay que distinguir dos
tipos de elementos o materiales: los llamados resistentes (pueden ser
metálicos, de hormigón, de madera o mixtos) y los de cubrición (los que
protegen al edificio). En los edificios de viviendas, las cubiertas suelen
ser:
Cubiertas inclinadas.
Cubiertas planas.
Cubiertas planas.
Formadas por el forjado de cubierta y una terminación que varía dependiendo de si
la cubierta es visitable o no. En ambos casos llevará un material para el pendienteado
y una impermeabilización vista u oculta.
Cubiertas inclinadas.
Éstas pueden ser a una, dos aguas o más de inclinación. Formadas en la mayoría de los
casos por el forjado de cubierta, tabiquillos de ladrillo hueco (tabiquillos conejeros), un
tablero de apoyo de cubierta, un impermeabilizante y un material de cubrición que
suele ser normalmente tejas, pizarra, etc.
En los edificios destinados a naves industriales, las cubiertas suelen ser a partir de
cerchas o pórticos en forma de cubierta a una o dos aguas o en diente de sierra. La
diferencia entre una cercha y un pórtico estriba en su forma de trabajo y en su
comportamiento, ya que es diferente ante el fuego (sobre todo en su forma de
colapsar).
Sus características son:
La cercha es un elemento triangular que sólo transmite a los puntos de apoyo
esfuerzos de compresión. Se les reconoce por su aspecto mallado y por la existencia
de un cordón inferior (normalmente de metal o metal y madera).
El pórtico es un elemento triangular que generalmente no necesita cordón inferior
para cumplir su función resistente, ni dispone de estructura mallada (normalmente
de hormigón).
2. ELEMENTOS DE COMPARTIMENTACIÓN