aquellos deseos, impulsos y aspectos reprimidos de nuestra personalidad que no son accesibles fácilmente a nuestra mente consciente. Atemporalidad
No se rige por las leyes del espacio
tiempo tal y como las conocemos, para el inconsciente no existen el pasado y el futuro, el inconsciente se mueve en un continuo presente, para él todo está sucediendo aquí y ahora. Inocencia El inconsciente es amoral, para él no existe el concepto separatista de bueno y malo.
El inconsciente no tiene juicio y
discernimiento, si no que graba toda la información que le parece relevante para nuestra supervivencia sin establecer un análisis lógico y racional sobre la misma. Simbolismo El inconsciente es simbólico, es decir, no distingue entre lo real y lo imaginario o virtual.
Los rituales y los actos representativos y
simbólicos funcionan a la perfección con el inconsciente ya que a través de ellos hablamos en su mismo lenguaje. Unicidad Para el inconsciente todos somos uno, de de tal forma que el inconsciente no sabe distinguir entre yo y el otro.
Para el inconsciente el otro no es
alguien separado, si no un reflejo de mí mismo. Carácteristicas del inconsciente El inconsciente se ocupa de lo simbólico, intuición, sistemático. Tiene una lógica propia y sabiduría; es el lugar donde encontramos respuestas a todos los problemas expresados conscientemente. Lenguaje positivo, no asimila la palabra “No” (la interpreta).
Reacciona a lo que se siente, a lo que se está viviendo,
la forma en la que se vive.
El inconsciente es simple y literal, pero respetuoso con
el ser, con la tranquilidad. Distingue entre pensar y hacer.
Sabe lo que es real y lo que es imaginario.
El inconsciente es atemporal: no reconoce pasado ni futuro, todo en él es presente.
No presenta ni reconoce contradicciones: coexisten en él
diversos sucesos antitéticos.
La expresión de sus contenidos se realiza mediante lenguaje
simbólico.
Se rige por el “principio del placer”: busca siempre gratificación
y no tolera el displacer. Su lema podría ser “quiero lo que deseo cuando lo necesito”. “El conjunto de la actividad psíquica tiene por finalidad evitar el displacer y procurar el placer. Dado que el displacer va ligado al aumento de las cantidades de excitación, y el placer a la disminución de las mismas, el principio de placer constituye un principio económico”. Principio del placer y Principio de realidad. Son los dos principios que rigen el funcionamiento psíquico. El primero tiene por fin procurar el placer y evitar el displacer, sin trabas ni límites (por ejemplo, el lactante al seno de su madre), y el segundo modifica al anterior, imponiéndole las restricciones necesarias para la adaptación a la realidad externa. El inconsciente se rige por las leyes del “proceso primario”.
El proceso primario se usa como forma inmediata de satisfacción de
necesidades, para evitar la frustración de postergar la satisfacción.
El pensamiento forma una imagen del objeto deseado, un objeto que ha
sido asociado con la satisfacción de una pulsión.
La representación del objeto deseado produce una sensación placentera
que satisface la necesidad por el momento. Ejemplos de proceso primario:
Los sueños, las alucinaciones (experiencias sensoriales sin base en
hechos reales).
Ambos pueden contener deseos en forma de imágenes que no
pueden separarse de lo que es real.
En los sueños, los deseos se distorsionan y se disfrazan, por no ser
aceptables para las otras partes de la personalidad (deseos rechazados por la conciencia por ej.) y sólo podemos acceder a imágenes simbólicas expresadas en ellos. Bibliografía
- Iglesia, V. d. (21 de 09 de 17). El inconsciente y sus 4 leyes
esenciales. Recuperado el 10 de Febrero de 2019, de https://www.psicologiayconsciencia.com/el-inconsciente/