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17 Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de

los ejércitos, en el día en que yo actúe; y los perdonaré,


como el hombre que perdona a su hijo que le sirve.
Malaquías 3:17
En el Antiguo Testamento encontramos muchas
revelaciones de cómo el pueblo de Dios honraba al
Señor con sus diezmos y ofrendas. Muchos creen que
los diezmos y las ofrendas fueron prácticas del
Antiguo Testamento, y que en el nuevo pacto ya no es
necesario dar los diezmos al Señor; algunos creen que
los diezmos fueron dados en la ley mosaica. Estos
conceptos serán aclarados en este estudio.
Definición:
La palabra “diezmo” viene del hebreo “maser” y del griego “deka”, y
significa dar una décima parte de algo. En la cultura hebrea se
consideraba el diezmo de la producción, del rebaño o de la manada de
animales como un acto de adoración.

El diezmo es el tributo que Dios le dio al hombre para que le entregue


el 10 por ciento de todo lo recibido como muestra de gratitud y como
acto de adoración a Dios.
Definición:
La palabra “diezmo” viene del hebreo “maser” y del griego “deka”, y
significa dar una décima parte de algo. En la cultura hebrea se
consideraba el diezmo de la producción, del rebaño o de la manada de
animales como un acto de adoración.

El diezmo es el tributo que Dios le dio al hombre para que le entregue


el 10 por ciento de todo lo recibido como muestra de gratitud y como
acto de adoración a Dios.
Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del
fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová.
Y si alguno quisiere rescatar algo del diezmo, añadirá la quinta
parte de su precio por ello. Y todo diezmo de vacas o de
ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, el diezmo será
consagrado a Jehová. No mirará si es bueno o malo, ni lo
cambiará; y si lo cambiare, tanto él como el que se dio en
cambio serán cosas sagradas; no podrán ser rescatados.
Levítico 27:30-33
Melquisedec era el pastor y ministro que pastoreaba la
vida de Abram y su familia. Abram aprendió a honrar la
unción de Melquisedec trayéndole los diezmos de todo.
Los diezmos fueron establecidos en el Antiguo Testamento bajo la ley
de Dios, como un impuesto a su pueblo para sostener a la tribu de Leví
a fin de que se dedicara a la obra del ministerio.
“Y he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel
por heredad, por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio
del tabernáculo de reunión.”(Números 18:21)
Cuando Dios repartió la tierra de Canaán, entregó territorio a todas las
tribus menos a Leví, por cuanto su herencia iban a ser los diezmos de
todo Israel.
“Porque a los levitas he dado por heredad los diezmos de los hijos de
Israel, que ofrecerán a Jehová en ofrenda; por lo cual les he dicho:
Entre los hijos de Israel no poseerán heredad” (Números 18:24)
Los diezmos eran para el sustento de los sacerdotes y de su familia. En la
actualidad los diezmos son usados, en muchas congregaciones, para
construir templos y para comprar bienes e inmuebles, dándoles un
destino que Dios no estableció. Otros entregan los diezmos a los pobres.
Los diezmos son para sostener el cuerpo ministerial de la iglesia, como
dice la Escritura, a los que están dedicados a la predicación y la
enseñanza.
“Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble
honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar. Pues la
Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero
de su salario” (1Timoteo 5:17-18)
El apóstol Pablo dice en 1Corintios 9:14 “Así también ordenó el Señor a
los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio”.
¿Quién fue jamás soldado a sus propias expensas?
¿Quién planta viña y no come de su fruto?
¿O quién apacienta el rebaño y no toma de la leche del rebaño? ¿Digo
esto sólo como hombre?
¿No dice esto también la ley?
Porque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que
trilla.
¿Tiene Dios cuidado de los bueyes, o lo dice enteramente por nosotros?
Pues por nosotros se escribió; porque con esperanza debe arar el que
ara, y el que trilla, con esperanza de recibir del fruto (1Corintios 9:7-10)

El sustento económico para los ministros dedicados al ministerio debe


ser consagrado y ordenado a la obra del ministerio.
Jesús y el apóstol Pablo enseñaron sobre los diezmos en el Nuevo
Testamento, confirmando así que los diezmos no fueron suprimidos.

• Jesús confirmó el diezmar (Mateo 23:23, Lucas 11:42, 18:12, Hebreos


7:1-21).

• El apóstol Pablo enseñó sobre el diezmar (1Corintios 16:1-12).


De acuerdo a la revelación del libro del profeta Malaquías, los diezmos
desatan siete clases de bendición sobre la vida de aquellos que diezman y
ofrendan con fe y revelación.

Los judíos, desde la antigüedad y hasta hoy, hacen de los diezmos parte
de su estilo de vida en la adoración a Dios. En la actualidad los judíos son
los más bendecidos y prosperados, ellos manejan la economía mundial, y
tienen grandes negocios. Es raro ver a un judío pobre.
Porque los diezmos que ellos dan al Señor desatan las siete bendiciones.
Si queremos que estas bendiciones nos alcancen, seamos fieles en traer
nuestros diezmos y ofrendas al Señor.
Cuando tú presentas los diezmos al Señor, abres las ventanas de los
cielos. Esto significa que Dios te abrirá la mente con su poder para darte
habilidad, creatividad, innovación de cómo hacer dinero. Cada ventana en
la Biblia es una nueva oportunidad para hacer dinero.
Las ventanas también pueden significar:
• Lluvias para tus siembras
• Provisión financiera en tiempos de escasez
• Riquezas en sobreabundancia
• Visión, ideas, imaginación, creatividad, innovación.
“Para hacer dinero tú necesitas el poder de hacer riquezas. Sino
acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las
riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este
día” (Deuteronomio 8:18).
La segunda bendición que trae el diezmo es la sobreabundancia
de tus riquezas. Todos los hombres ricos de la Biblia que
honraron a Dios con sus diezmos, experimentaron la bendición
de la sobreabundancia. La voluntad de Dios para su iglesia, es
llevar a sus hijos a este nivel de prosperidad. Si tú eres una
persona próspera y bendecida, serás un instrumento para que el
reino de Dios avance en la conquista de la televisión, la radio, la
edificación de la casa de Dios, las grandes cruzadas evangelistas.
El devorador es un espíritu de pobreza y miseria que se transmite de generación en
generación. En Cristo Jesús esta maldición ha sido rota, pero muchos no ven la
bendición en sus vidas por estas razones:

• Falta de revelación en los diezmos y en las ofrendas


• Falta de fe en su palabra
• No aplican los principios de la siembra y la cosecha
• No han renovado su mente
• Siguen atados en la confesión negativa diciendo “no tengo”, “no puedo”,
“soy pobre”, “tengo mala suerte”.
Pero cuando tú diezmas y ofrendas rompes la maldición de la pobreza y estableces
un nuevo pacto de bendición entre Dios y tu vida. Tú puedes cambiar el destino de
tus finanzas diezmando con revelación; los diezmos son como un impuesto que el
Señor dio a la humanidad como una señal de adoración y reconocimiento de su
reino.
Cuando una persona honra a Dios con sus diezmos y ofrendas, el Señor
pone un cerco de protección y levanta un vallado contra el devorador. El
libro de Job revela que la bendición y la prosperidad de Job tenía un
cerco o vallado de protección, sus finanzas estaban protegidas por el
cielo, el devorador no tenía como tocar las finazas de Job.

“Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de


balde? ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que
tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes
han aumentado sobre la tierra "(Job 1:9-10)

Si tú quieres tener un cerco de protección sobre tus finanzas y tu familia,


diezma y ofrenda con fe y revelación.
Esto quiere decir que todo lo que tú hagas o emprendas en el mundo de
los negocios será fructífero y productivo. La esterilidad de las finanzas no
estará en tu negocio, sino que la bendición de Dios te alcanzará todos los
días de tu vida teniendo:

• Negocios prósperos
• Proyecciones con futuro
• Nuevos niveles financieros
• Liberación de deudas
• Paz en la economía
• Multiplicación de tus riquezas
“…para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas…
entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien” (Josué 1:7-8)
La bendición del diezmo traerá sobre tu cabeza una corona de honra y
prosperidad que la gente de tu alrededor dará testimonio de tu
bendición, y en tu ciudad y nación te llamarán bienaventurado.
La prosperidad que los diezmos desatan sobre tu vida hará de ti una tierra
deseable, y tendrás gracia y favor con Dios y los hombres para avanzar y
conquistar las finanzas.

¿Qué es tierra deseable?


• Cuando tus productos son deseados por los clientes
• Cuando tus negocios crecen
• Cuando eres solicitado para desempeñarte en las grandes
compañías
• Si eres cantante tus discos se venderán por millares
• Si eres predicador serás invitado y deseado en los púlpitos
En los días de hoy muchos cristianos no diezman porque en ellos no está
la revelación del Espíritu, y muchos se excusan con argumentos
infundados diciendo:

• “Diezmar es una doctrina del Antiguo Testamento y ahora ya no


estamos bajo la ley”.
• “No puedo diezmar porque tengo necesidad, y Dios comprende”.
• “Por ahora no llevaré los diezmos, pero pagaré los diezmos cuando
tenga dinero”.
• “Este mes no llevaré el diezmo a la iglesia y el próximo mes sí”.
• “Primero pagaré todas mis deudas y después diezmaré”.
• “El diezmo es demasiado para Dios y él no tiene necesidad, más bien
Él debe darnos a nosotros”.
La ofrenda es parte de la cultura de la adoración del Reino, es un
testimonio de la relación entre Dios y su pueblo. A través de la ofrenda
nos acercamos a Dios y Él se acerca a nosotros. La Biblia dice que
ninguno se acercará a Dios con las manos vacías.

A través de las ofrendas desatamos las bendiciones de Dios sobre


nuestras vidas, familias y negocios. Los primeros habitantes de la tierra
entendieron, por revelación, que a Dios se debía dar ofrendas como un
acto de adoración.
2 Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue
pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra.
3 Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del
fruto de la tierra una ofrenda a Jehová.
4 Y Abel trajo también de los primogénitos de sus
ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con
agrado a Abel y a su ofrenda.
Génesis 4:2-4
Los patriarcas, profetas y reyes descubrieron la revelación del poder de la
ofrenda. Cada vez que ellos sentían una gran necesidad de Dios o de una
respuesta a sus problemas, lo resolvían dando una ofrenda a Dios.
Cuando Salomón se encontraba en medio del gran problema de no saber
cómo gobernar a su nación, oraba a Dios para que le ayude, pero parece
que Dios no le oía. Pero cuando recibió la revelación del poder de la
ofrenda le dio a Dios una ofrenda de mil holocaustos.
Cuando Salomón honró a Dios con su ofrenda, Dios rompió su silencio y
le concedió las peticiones de su corazón, y le añadió muchas otras
bendiciones que no habían sido pedidas.
6 Subió, pues, Salomón allá delante de Jehová, al altar
de bronce que estaba en el tabernáculo de reunión, y
ofreció sobre él mil holocaustos.
7 Y aquella noche apareció Dios a Salomón y le dijo:
Pídeme lo que quieras que yo te dé.
2 Crónicas 1:6-7
10 Dame ahora sabiduría y ciencia, para presentarme delante de este
pueblo; porque ¿quién podrá gobernar a este tu pueblo tan grande?
11 Y dijo Dios a Salomón: Por cuanto hubo esto en tu corazón, y no
pediste riquezas, bienes o gloria, ni la vida de los que te quieren mal,
ni pediste muchos días, sino que has pedido para ti sabiduría y
ciencia para gobernar a mi pueblo, sobre el cual te he puesto por
rey,
12 sabiduría y ciencia te son dadas; y también te daré riquezas,
bienes y gloria, como nunca tuvieron los reyes que han sido antes
de ti, ni tendrán los que vengan después de ti.
2 Crónicas 1:10-12
Para alcanzar la prosperidad financiera debemos aplicar los
principios de Dios. Existe la ley de la siembra y la cosecha. El apóstol
Pablo dijo:
No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el
hombre sembrare, eso también segará (Gálatas 6:7)
Hay tres principios que el hombre
debe aprender para alcanzar la
prosperidad
1.La clase de semilla.

El hombre cosechará de acuerdo a la clase de semilla que sembró.

Si sembró arroz será absurdo esperar una cosecha de trigo, si sembró café
jamás cosechará frijoles. El principio de la siembra y la cosecha es que el
hombre cosechará de acuerdo a la clase de semilla que fue sembrada.
Si tú siembras amor cosecharás amor, si siembras amistad cosecharás
amistad, si siembras dinero cosecharás dinero. Tu prosperidad financiera
vendrá cuando aprendas estos principios; Dios no se moverá por tu necesidad
sino por tus semillas financieras sembradas en el reino de Dios.
Yamil Jiménez dice: “Si quiero levantar una cosecha de dinero nunca lo
lograré sembrando oración, ayuno o alabanza, sino sembrando dinero.”
2.La proporción de la semilla.

Tu cosecha será de acuerdo a la proporción o cantidad de tu semilla.


Si siembras un grano de arroz no pretendas cosechar una tonelada
del mismo grano, pensar así sería absurdo; y si siembras una
tonelada de maíz tu cosecha no será jamás un kilo de maíz.
Si este principio financiero aplicas en tu vida, los resultados se van a ver de
acuerdo a la proporción de tu semilla; es decir, si tú siembras centavos en el
reino de Dios tu cosecha será centavos; si siembras soles tu siembra será
soles, y si siembras miles tu cosecha será miles. Porque tú cosecharás de
acuerdo a la clase de semilla y a la proporción de tu siembra. Si quieres tener
una cosecha abundante en tus finanzas, empieza a sembrar dinero en grandes
cantidades. Dios honrará el principio que estás aplicando.
3.Esperando el tiempo de la cosecha.

El libro de Eclesiastés dice: Todo tiene su tiempo, y todo lo que se


quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de
morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado…
(Eclesiastés 3:1-2).
Este principio nos enseña que la cosecha vendrá pero no en el
tiempo que nosotros queremos, sino en el tiempo que la ley o el
principio de la siembra y la cosecha se dé. Y para ver nuestra
cosecha necesitamos fe y expectativa, debemos esperar creyendo
que nuestros ojos lo verán, sólo es un asunto de tiempo, la cosecha
vendrá.
Era una expresión de gratitud por las bendiciones recibidas de sus
manos, dándole a Dios el primer fruto de todas las cosas. Si uno tenía
ganado se daba a Dios el primer becerro, la primera oveja.

“Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus
frutos…”
(Proverbios 3:9)

• Es también un acto de fe en la sobreabundante provisión de Dios.


• Es un símbolo de total dependencia de Dios diciéndole: "Lo que tú
me diste, es lo que hoy te doy".
• La primicia es el símbolo de que nada es nuestro y que todo
pertenece a nuestro proveedor.
Pacto es un tratado, una alianza, una negociación. Dios estableció su
pacto con Abram y el pacto fue honrado.

Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu


nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los
que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias
de la tierra (Génesis 12:2-3)
Cuando Jacob se encontró en medio de sus pruebas y no tenía pan para comer
ni ropa para vestir, tuvo una experiencia sobrenatural con Dios, la cual le motivó
a hacer un pacto con Dios de darle los diezmos de todo.

Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me
dieres, el diezmo apartaré para ti (Génesis 28:22)
Dios es un Dios de pactos, si tú pactas con Dios, Él honrará tu
pacto. En cierta oportunidad David y Jonatán hicieron un pacto
(1Samuel 20:14-16).
El pacto fue que David nunca quitaría su misericordia de la casa
de Jonatán. Después de la muerte de Jonatán el pánico se
apoderó de la casa real, pues sacaron al hijo de Jonatán, Mefi-
Boset, y mientras corrían el niño cayó de los brazos de la
nodriza quedando lisiado de las dos piernas.
Mefi-Boset era un hijo de pacto, pero durante veinteaños de su vida vivió
en Lodebar que significa “pastizales estériles”. En Lodebar vivió veinte
años de su vida en escasez, necesidad, pobreza, sin esperanza ni futuro,
pero un día David se acordó de su pacto y dijo: “¿Ha quedado alguno de
la casa de Saúl a quien yo haga misericordia por amor de Jonatán?”.
Ante esta pregunta hubo un hombre llamado Siba que dijo: “Aún ha
quedado un hijo de Jonatán lisiado de los dos pies… está en la casa de
Maquir en Lodebar”. Y David honró su pacto diciendo: “No tengas temor,
porque yo a la verdad haré contigo misericordia por amor de Jonatán tu
padre, y te devolveré todas las tierras de Saúl tu padre, y tú comerás
como siempre a mi mesa”.
El pacto de Jonatán rompió la pobreza y la miseria de Mefi-Boset en
Lodebar. Si tú pactas financieramente con Dios el pacto romperá tu
pobreza, tu miseria; si tú pactas con Dios por tu familia, matrimonio,
negocio o salud, Dios honrará tu pacto y te concederá los deseos de tu
corazón.

La ofrenda de pacto tiene un poder espiritual que mueve la mano de


Dios a favor del que ofrenda. A través de la ofrenda de pacto puedes
desatar bendiciones para la salud, familia, hijos, matrimonios, negocios.

Muchas personas que en este mover apostólico y profético hicieron


ofrendas de pacto, fueron honradas por Dios y bendecidas.
En la vida hay cuatro niveles financieros que el hombre escogerá vivir.
Son:
1. La escasez
2. La suficiencia
3. La abundancia
4. La sobreabundancia
1. La escasez.
La mayoría de personas vive en el nivel de la escasez, los que viven dentro de este
círculo tienen incapacidad económica para cubrir sus necesidades básicas. Viven
carentes de cosas, no pueden cubrir sus gastos ni pagar sus deudas, viven
afligidos. Dentro de este nivel aún tenemos a muchos hijos de Dios, pero la
voluntad de Dios es su prosperidad. Dios quiere sacarlos de esta condición y
bendecirlos.

2. La suficiencia.
Dentro de este nivel hay muchos que viven con lo justo para cubrir sus
necesidades del día y de la semana, pero no tiene el poder económico para ahorrar,
comprar cosas, disfrutar un fin de semana, salir de vacaciones familiares o viajar al
extranjero, porque lo que ganan es sólo para cubrir sus necesidades básicas. Los
cristianos que viven en esta condición tienen grandes problemas, ya que no
pueden sembrar en el reino de Dios.
3. La abundancia.
En este tercer nivel son pocos los cristianos que están disfrutando la abundancia
de Dios. Los que viven en este nivel gozan de la vida, se dan el gusto de ir a un
buen restaurante, viajar al extranjero, invertir en negocios, comprar casas, apoyar
financieramente la obra de Dios, sembrando en ministerios o iglesias.

4. La sobreabundancia.
En este cuarto nivel financiero son muy pocos los que están viviendo. En este nivel
vivieron Abraham, José, Job, Salomón; los que viven en este nivel son los
multimillonarios, a quienes Dios ha bendecido con grandes riquezas. El propósito
de Dios es llevar a sus hijos hacia el cuarto nivel financiero. Para entrar en la
abundancia y en la sobreabundancia tenemos que movernos en la revelación de la
siembra y la cosecha.
Tuya es la decisión de vivir en los niveles que
la vida presenta, eres tú quien eliges vivir en
escasez, suficiencia, abundancia o
sobreabundancia; lo que tú decidas eso te
vendrá.

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