EL PECADO DE LA

AUTOCONFIANZA
Subtítulo
 La advertencia
Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos
como a trigo; ( R60 Lucas 22:31)
 El enemigo espera el momento para sacudirnos.
 El problema no es la prueba sino la resistencia

Las circunstancias difíciles son las que nos permiten acudir a Dios en busca de
ayuda en los momentos mas difíciles de nuestra existencia.
Ya que estas permiten:
 Tamizar
 sacudir en un colador
 aventar, separar la paja del grano
 figurativamente: a la prueba de refinamiento de carácter, quita lo malo
de lo bueno.
 Soldado avisado no muere en guerra

• Las palabras que Jesús dirige a Pedro debía llevarlo acudir

a él… “Pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú,
una vez vuelto, confirma a tus hermanos.” R60 Lucas 22:32
• Debía caer a sus pies como lo hizo una vez en el lago
“cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí,
Señor, porque soy hombre pecador. (Lc. 5:8)
 Jesús provee la Fe suficiente

• El mismo Jesús suplica ante Dios por la fuerza para vencer.

• Pedro se siente herido por la simpatía de Jesús.
• “Señor, dispuesto estoy a ir contigo no sólo a la cárcel, sino también a
la muerte. (Vr 33)
• Pedro no comprendía la magnitud de la prueba.
 ¿Atenderemos a la advertencia?
Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así
que no habéis podido velar conmigo una hora? (Mat. 26:40 )

1. Para la hora mas dificil cuando debia reconocer su necesidad, tan solo
dormia en los umbrales de la prueba

2. El enemigo embota nuestros sentidos para que no se reconozca la necesidada

de acudir a Dios.

y Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad

está dispuesto, pero la carne es débil. (Matt. 26:41 R60)
1. Esta la fuerza, pero Solo Dios puede dar esa fuerza de voluntad
La razón por la cual muchos profesos discípulos de Cristo caen
víctimas de tentaciones graves es que no tienen un correcto
conocimiento de sí mismos. En esto Pedro fue cabalmente
zarandeado por el enemigo. Si pudiéramos comprender nuestras
propias debilidades, veríamos que hay tanto que hacer por nosotros
mismos que humillaríamos nuestro corazón bajo la poderosa mano
de Dios. Al vincular nuestras almas indefensas con Cristo,
supliremos nuestra ignorancia con su sabiduría, nuestra debilidad
con su fortaleza, nuestra fragilidad con su invencible poder. Pedro
cayó porque no conocía su propia fragilidad. Creyó que era fuerte..