En la Búsqueda

de nuestro Padre

“Cometí un grave error, mi papá me va a

matar. Cometí un grave
error, necesito llamar a mi papá”
CONCIENTIZACIÓN
Al recibir a Cristo en nuestro corazón,
nacemos de nuevo, no se trata ni
siquiera de un segundo nacimiento,
sino de uno completamente nuevo.

“Todo aquel que cree que Jesús es el

Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel
que ama al que engendró, ama también al
que ha sido engendrado por él.”
(1 Juan 5:1).
¿Nos engendró para qué?
1. Nos dio el Espíritu de su Hijo
“Pero cuando vino el cumplimiento del
tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de
mujer y nacido bajo la ley, 5 para que
redimiese a los que estaban bajo la ley,
a fin de que recibiésemos la adopción de
hijos. 6 Y por cuanto sois hijos, Dios
envió a vuestros corazones el Espíritu de su
Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!
7 Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si
hijo, también heredero de Dios por
medio de Cristo” (Gálatas 4:4-7).
2. El gen de los fariseos
“Sé que sois descendientes de Abraham; pero
procuráis matarme, porque mi
palabra no halla cabida en vosotros. 38 Yo hablo
lo que he visto cerca del
Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído
cerca de vuestro padre. 39
Respondieron y le dijeron: Nuestro padre es
Abraham. Jesús les dijo: Si
fueseis hijos de Abraham, las obras de Abraham
haríais. 40 Pero ahora
procuráis matarme a mí, hombre que os he
hablado la verdad, la cual he oído
de Dios; no hizo esto Abraham”. (Juan 8:37-40)
“ ¿Quién demanda esto de vuestras manos,
cuando venís a presentaros delante de mí para
hollar mis atrios? No me traigáis más vana
ofrenda; el incienso me es abominación; luna
nueva y día de reposo,[a] el convocar asambleas,
no lo puedo sufrir; son iniquidad vuestras fiestas
solemnes. 14
Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas
solemnes las tiene aborrecidas mi alma; me son
gravosas; cansado estoy de soportarlas. Cuando
extendáis vuestras manos, yo esconderé de
vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquéis
la oración, yo no oiré; llenas están de sangre
vuestras manos”.
(Isaías 1:12-15)
Las buenas obras

"Porque somos hechura suya, creados en

Cristo Jesús para buenas obras, las
cuales Dios preparó de antemano para que
anduviésemos en ellas" (Efesios2:10);

“De cierto, de cierto os digo: El que en mí

cree, las obras que yo hago, él las hará
también; y aun mayores hará, porque yo
voy al Padre”
(Juan 14:12).
 ¿Cuáles buenas obras?

PERSONAL
p FAMILIAR SOCIAL

HABLA RECONCILIARSE RESPONDER

CON EL HERMANO MAL CON BIEN
SIEMPRE NO DEJAR AL
CON LA CONYUGE
NO DEJAR AL CONYUGE AMAR A
NO SER INFIEL NUESTROS
VEDAD CON ENEMIGOS
EL PENSAMIENTO
DETERMINACIÓN
Buscar a Dios por las razones adecuadas, es buscarle
porque él es nuestro Padre, pues nos adoptó para ser
sus hijos, y nos dio su Espíritu Santo para poder verle
y relacionarnos con Él como tal. En este punto
comienza nuestra carrera de vida cristiana, y aunque
todos estamos llamados a “correr con diligencia”
algunos se quedan en el punto de partida,
contemplando el panorama, y lo que resulta más
triste, juzgando como los otros corren. Incluso, siendo
piedra de tropiezo para los más pequeños o para los
que aún no tiene la vida. Pero hay otro grupo, los
hijos, que sin altivez, sino con sencillez de corazón
hacen manifiestas las buenas obras, en nuestra
familia y a todos los hombres, por medio del Espíritu
de su Hijo que nos fue dado.