El vengador de la sangre
¿Qué representa Canaán actualmente?
Canaán representa la dispensación de la gracia, libertad de la esclavitud.
Tierra que fluye leche y miel.
Requisito para entrar a la ciudad de refugio
1) Haber pecado sin intención 2) Acudir al Sumo Sacerdote = Jesús
3) Ser ungido con aceite = Sangre de Cristo 4) No salir de los límites de la ciudad
5) El vengador de la sangre = Satanás 6) Si lo encontraban afuera lo hacían entrar = Intercesión
7) El homicida podía estar hasta la muerte del
sumo Sacerdote = Jesús murió y resucitó para ser
nuestro Sacerdote eterno por lo cual nunca dejará
de cubrirnos.
Localización de las ciudades de Refugio
A la ciudad de Cedes, entramos cuando luchamos por ser mejores hijos de Dios, por ser mejores padres, mejores
trabajadores, mejores cristianos. Y luchamos contra las fuerzas del enemigo y reprendemos al enemigo para que
cumpla Efesios 6:12.
Cada vez que estamos luchando para ser mejores hijos estamos en la ciudad de refugio Cedes.
2) Siquem en el monte de Efraín
Siquem = Hombro
Efraín = Doble fructífero
Esta ciudad es el amor al dinero que ve Dios en sus hijos, aun no habiendo nacido de nuevo.
Dejar el amor al dinero entra a Beser y conoceréis al hombre mas rico del universo.
Aun en el desierto del mundo te prueban donde esta tu amor. (1 Timoteo 6:10)
5) Ramot en Galaad de la tribu de Gad
Ramot = Altura
Galaad = Montón de piedras
La ciudad de Ramot es una ciudad para el orgulloso del mundo que puede dejar su orgullo y reconocer la altura y la
grandeza de Cristo.
Es para los orgullosos que en el mundo se quieran hacer humildes. (Isaías 66:2)
Solo el humilde reconoce a Cristo Jesús.
6) Golán en Basán de la tribu de Manasés
Esta ciudad de refugio en el mundo esta para el inconverso que quiera olvidar su pasado pecaminoso y entrar en el
presente de Cristo.
A todos aquellos que ya no se aguantan a si mismos vengan a Golán que es igual a Cristo el que hace olvidar el
pasado.
Es para el inconverso que este hastiado del mundo que no le ha dado nada bueno, entra a Golán olvida tus
frustraciones del mundo y conviértete a Cristo.
Conclusión