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Las cinco vías de Santo Tomás de Aquino conducen a la conclusión de que Dios es el Acto Puro, el Ser Necesario y la Causa Primera que es infinita, trasciende lo finito y está presente en la intimidad de todas las cosas a través de su poder de dar y mantener su ser. Dios es también único y la fuente de unidad del universo. Sin embargo, la esencia íntima de Dios permanece más allá del alcance humano.
Las cinco vías de Santo Tomás de Aquino conducen a la conclusión de que Dios es el Acto Puro, el Ser Necesario y la Causa Primera que es infinita, trasciende lo finito y está presente en la intimidad de todas las cosas a través de su poder de dar y mantener su ser. Dios es también único y la fuente de unidad del universo. Sin embargo, la esencia íntima de Dios permanece más allá del alcance humano.
Las cinco vías de Santo Tomás de Aquino conducen a la conclusión de que Dios es el Acto Puro, el Ser Necesario y la Causa Primera que es infinita, trasciende lo finito y está presente en la intimidad de todas las cosas a través de su poder de dar y mantener su ser. Dios es también único y la fuente de unidad del universo. Sin embargo, la esencia íntima de Dios permanece más allá del alcance humano.
Sto. Tomás? Por la primera vía: conduce al conocimiento del Acto Puro a partir de la mutabilidad Por la segunda vía: se dirige al conocimiento de la Causa Primera. Estas dos vías se reclaman mutuamente: el movimiento conlleva la causalidad y viceversa; el Principio absoluto o Causa primera es tal porque es acto puro y viceversa, sólo al Acto Puro compete ser Causa primera.
La tercera y la cuarta vía ofrecen una profundización en el conocimiento
de Dios, pues se accede a Él a partir de la contingencia y la finitud.
Dios es reconocido como el Ser necesario, que es por sí dado que es la
plenitud de ser, infinito. El resultado de las vías pone de manifiesto… La trascendencia de Dios:
• Como Acto puro, Principio absoluto, Ser necesario e infinito, no se
encuentra sometido al dinamismo de lo contingente, de lo mutable, de lo causado • Dios trasciende las acciones de los hombres y los eventos de la naturaleza; no subyace al curso del tiempo • Por eso es fuente de esperanza para el hombre • El Principio absoluto no está subordinado a ningún orden de eventos • Penetra lo finito hasta su raíz en cuanto que origina y mantiene su ser. • La infinitud de Dios: La trascendencia remite a la infinitud y la infinitud a la trascendencia. El ser de Dios que no ha sido recibido en nada, sino que es puro ser, posee todo el ser en sí, el ser divino es infinito.
• La infinitud denota la omnipotencia: dar el ser significa que nada se
encuentra al margen de su poder.
Sto. Tomás recurre a la expresión: “El mismo ser subsistente” que
posee la plenitud del ser.
Dios se distingue infinitamente de lo finito porque solo Él es toda la
“virtualidad del ser”. • Si Dios es el Ser infinito, Dios es único
“Hemos visto que Dios comprende en sí toda la
perfección del ser. Si hubiera muchos dioses, sería preciso que hubiera entre ellos alguna diferencia; y, por lo tanto, algo que conviniera a uno, no convendría al otro. Si esto fuera así, a uno de ellos le faltaría alguna perfección; y el que se viera privado de ella no sería absolutamente perfecto. De ahí que sea imposible que haya muchos dioses; por eso, los filósofos antiguos, en virtud de esta misma verdad, al reconocer un principio infinito, lo aceptaron como único” (S. Th. I, q. 11, a.3.) Por otra parte… • El orden del universo en su totalidad remite a una única inteligencia como a su origen. (Quinta vía)
• La unidad del cosmos plantea la cuestión de su origen en su ser y su
unidad; ambas dimensiones remiten a un Dios infinito.
• Al monoteísmo se llega por la unidad del mundo. Las cosas que son diversas no concurrirían a un solo orden si no estuvieran ordenadas por algo único. • Noción de inmanencia referida a Dios:
• Dios es conocido como quien da el ser.
• La contingencia de lo finito remite a Dios como a quien mantiene en el ser, por eso, Dios alcanza la raíz de lo real.
• San Agustín lo expresaba diciendo que Dios es “más interior a mí que
mi propia intimidad”. • Por eso, en su interioridad el hombre puede ponerse en camino hacia Dios. • La inmanencia de Dios en el hombre le ofrece una vía para dirigirse a Él. Por este camino, el hombre se introduce en sí mismo para encontrar a Dios en su intimidad y dirigirse a Él. “Dios no se puede definir. Todo lo que se define es comprendido (contenido) por el intelecto que define; pero Dios es inabarcable por el intelecto. Luego, cuando decimos que Dios es acto puro, no damos su definición” (De potentia, q. 7, a.3, ad 5)
Ser conscientes de la trascendencia cognoscitiva de Dios aleja el peligro
de querer encerrarlo en los límites de nuestras concepciones. • Las consideraciones a las que llegamos a través de la Vías no nos desvelan la “intimidad” de Dios. • Quién es Dios en su esencia permanece en el misterio.