De acuerdo con las distintas investigaciones que se han realizado a restos fósiles
de actividad humana se ha determinado la existencia del hombre en América desde
hace más de 30 mil años, siendo Alaska el primer lugar donde hubo asentamientos
o actividad, con la misma temporalidad se ubica Canadá. De forma posterior,
California, México, Venezuela, Perú y la Patagonia con una antigüedad de 12 mi
años. Por esta razón, una de las teorías con mayor sustento ha sido la del paso del
hombre de Asia a América a través del estrecho de Bering. Esto se dio durante el
pleistoceno o también conocido como la “era del hombre”.
Las condiciones climáticas propiciaron la
formación de extensas capas glaciares sobre la
cuarta parte de la superficie de la tierra, con lo cual
se desarrollaron distintos sistemas glaciares, uno de
ellos se extendió sobre Escandinavia, hacia el sur y
el este de Alemania y al oeste de Rusia. El segundo
gran sistema glaciar cubrió la mayor parte de
Siberia y, a su vez, un tercer sistema cubrió Canadá
extendiéndose hacia Estados Unidos.
En Oasisamérica hubo humedad suficiente para cultivar la tierra, generada por un conjunto de
ríos medianos de la Sierra Madre Occidental. Utilizaron distintas técnicas para hacer producir
la tierra, hicieron terrazas y se valieron de canales y depósitos para regular el abastecimiento
del agua. No obstante, a la agricultura, continuaron con la caza y la recolección.
Construyeron y habitaron pequeños núcleos urbanos donde alternaron construcciones
semisubterráneas (algunas con fines religiosos) y edificios hasta de cuatro pisos edificados
con adobe y soportes de madera y piedra. Su actividad artesanal fue la cerámica y la talla en
piedra siendo intensa y de gran calidad. Sus prácticas religiosas como las de gobierno fueron
más o menos complejas, sin haber desarrollado un sistema similar de estratificación social
como en Mesoamérica.
Mesoamérica: De las tres áreas culturales, la de mayor complejidad fue Mesoamérica,
también es la más densamente poblada y la más extensa geográficamente. Ocupó la
casi totalidad de las costas continentales del centro y sur de nuestro país y buena parte
de Centroamérica. Esta zona a diferencia del Norte, es naturalmente propicia para la
agricultura, cuenta con una gran variedad de suelos y climas y, la mayor parte de ella
recibe una precipitación pluvial anual. Desde el año 2,000 a.c, esta región comenzó a
recibir grupos de agricultores sedentarios, después del surgimiento de estos focos
culturales se dio un desarrollo ininterrumpido de diferentes culturas.
Algunos rasgos comunes a todas ellas son los siguientes: el conocimiento y utilización de
una vasta gama de técnicas para la producción agrícola, fabricación de terrazas y obras
hidráulicas, uso del bastón plantador o huitzoctli y el azadón de madera o huictli; cultivo
de maíz, fríjol, calabaza, chile, chía y tomate; preparación de tortillas de maíz y trabajos de
algodón. Edificación de complejos urbanos y plataformas piramidales escalonadas. Así
mismo, la producción de un excedente alimentario propició la formación de una
estratificación social, creando grupos dedicados a distintas actividades económicas lo que
conllevó a generar una clase dirigente. De igual forma, sus desarrolladas creencias
religiosas aunaron en la formación de un grupo religioso. Su intensa actividad agrícola
también ayudo en la consolidación de un sistema de intercambio comercial, contribuyendo
en la creación de una extensa red de comercio entre grupos, razón por la cual se ha vuelto
visible a partir de los vestigios urbanos el intercambio cultural que existió entre las
distintas civilizaciones mesoamericanas.
Por otra parte, el período prehispánico esta dividido en tres horizontes culturales: preclásico,
clásico y posclásico, que a su vez, tienen subdivisiones cada uno de ellos.
https://www.youtube.com/watch?v=PAo9SUfHdlg
El Periodo Preclásico o Formativo abarca los años 2300 a 100 a.C. y este a su vez esta
subdividido en Preclásico Inferior, Medio y Superior.
La sedentarización permanente y definitiva, el surgimiento de la religión y el inició de una
organización social fueron las características propias de este periodo de formación.
Al Periodo Clásico (250 – 950 d.C) se le considera el de mayor esplendor gracias a las
grandes concentraciones poblacionales caracterizadas por un mayor desarrollo de los
complejos urbanos, el mejoramiento de las técnicas agrícolas y la división social del trabajo, lo
que permitió estabilidad, organización social y fortalecimiento de la economía.
El Periodo Posclásico está definido por amplios movimientos migratorios del norte que
fortalecieron nuevas regiones crecientes caracterizadas por establecer Estados militaristas
sólidos. Este periodo transcurrió entre el 950 y 1521, año de la caída de México Tenochtitlán
en manos de los conquistadores. Los mexicas y toltecas al centro de Mesoamérica, los
mixtecos en la región oaxaqueña, los purépechas y los huastecos, son las culturas más
características de este periodo.
La primera civilización que según antropólogos e historiadores manifiesta un desarrollo de
organización social y teocrática es la Olmeca, conocida también como “cultura madre”. La
cultura Olmeca se ubicó en el Golfo de México, principalmente en los estados de Veracruz y
Tabasco. Se desarrolló en el periodo preclásico, tuvieron tres centros principales: San
Lorenzo, Tres Zapotes y la Venta. La organización social de San Lorenzo estuvo compuesta
por grupos de campesinos, artesanos, comerciantes, chamanes, guerreros y jefes políticos
que trasmitían sus oficios y posiciones de manera hereditaria. Además es aquí donde se da la
aparición del Estado, el surgimiento de una organización política centralizada a la que se
subordinan las aldeas, por lo que San Lorenzo sería el primer centro urbano y el de mayor
poder político.
El pueblo tolteca, más allá de haber alcanzado un importante poder militar que les
permitió dominar a los pueblos vecinos, creó una refinada cultura, que incluía
conocimientos sobre la fundición del metal, el trabajo de la piedra, la destilación y
la astronomía. Su arquitectura y su arte reflejan influencias de Teotihuacán y de la
cultura olmeca.
Los restos de Tula incluyen tres templos piramidales, de los cuales el más grande
está rematado por columnas de 4,6 m de altura en forma de estilizadas figuras
humanas conocidos como “Guerreros Atlantes”. Se cree que estaba dedicado a
Quetzalcóatl, la Serpiente Emplumada, deidad que los toltecas adaptaron de
culturas anteriores.
Hacia el siglo XIII la caída de Tula y del poder tolteca abrió el camino para la
ascensión de los aztecas.
A diferencia de numerosos pueblos nahuas que compartían un origen común, los
mexicas procedían según sus relatos de una específico llamado Aztlán, el cual se
describe en las fuentes históricas como una isla en el centro de un lago, con
abundante vegetación y fauna acuática, donde se practicaba la agricultura. Tras la
caída de la civilización tolteca, oleadas de inmigraciones inundaron la meseta
central de México, alrededor del lago de Texcoco. Debido a su tardía aparición
en el lugar, los mexicas debieron ocupar la zona pantanosa situada al oeste del
lago. Estaban rodeados por enemigos poderosos que les exigían tributos, y la
única tierra seca que ocupaban eran los islotes del lago de Texcoco, rodeados de
ciénagas. No obstante su inicio tan poco esperanzador, los aztecas fueran capaces
de consolidar un imperio poderoso en sólo dos siglos.
Los mexicas convirtieron el lecho del lago en jardines muy fértiles, construidos
con un armazón de troncos que sostenían arena, grava y tierra de siembra, atados
con cuerdas de ixtle, para lograr islas artificiales donde se cultivaban verduras y
flores y se criaban aves domésticas. Se hicieron calzadas y puentes para conectar
la ciudad con tierra firme; se levantaron acueductos y se excavaron canales por
toda la ciudad para el transporte de mercancías y personas.
El florecimiento del imperio en cuanto a lo territorial fue tanto, que llevó a la formación
de ciudades-estado que únicamente rendían tributo material a la ciudad de Tenochtitlán, a
donde se dirigían esos recursos y eran almacenados para la ciudad y los gobernantes. El
tributo era un cobro sumamente controlado y recaudado por una fuerza militar imponente
y bien preparada de guerreros mexicas. La cuestión del tributo sería un aspecto que
causaría ciertas inconformidades por parte de algunas de las ciudades tributarias, quienes
manifestaron en no pocas ocasiones su inconformidad y que a la llegada de los españoles
seria manifiesta al unirse con estos últimos a cambio de no rendir tributo.
Una de las peculiaridades más interesantes de la cultura mexica se centra en la
organización militar, la cual giraba en torno a los dioses como factor de cohesión
y existencia, los militares eran parte del orden social y político debido a que
contribuían al sustento material y religioso del imperio. En cuanto al principal
grupo de militares, se encontraban los que estaban bajo la guía y cuidado de
Quetzalcóatl, uno de los principales dioses, el cual daba origen y sustento a la
guerra misma. Sus funciones eran de protección a los templos y también el añadir
nuevos territorios, así como vigilar el culto y mantenimiento del orden hacia el
dios Quetzalcóatl. Sus atribuciones eran no solo militares, sino que también
religiosas, económicas e incluso de orden judicial si era necesario. Estos serían
unos de los principales defensores de la ciudad al arribo de los españoles.
https://www.youtube.com/watch?v=BrVtrxkIQTg
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