Salvo las aberraciones de los 80, el carburador usado hasta el final fue
equivalente al de los 70.
El sistema monopunto
Aunque haya desaparecido del mercado del automóvil, hoy día el carburador sigue
presente y se sigue montando en millones de máquinas debido a las desventajas
de la inyección en maquinaria ligera y de bajo coste: mayor precio, peso, volumen y
complejidad.
En todos los casos las ventajas son similares: bajo peso, bajo coste, fácil
mantenimiento, buenas prestaciones, fácil transporte.
Esto se debe a que el combustible líquido es más pesado que el aire y tiene una
mayor inercia. Por esta razón, al acelerar, el aire que entra al carburador
aumenta su velocidad casi instantáneamente, mientras que la gasolina, al ser
más pesada, tarda más tiempo en alcanzar el caudal correcto para mantener la
mezcla en las proporciones correctas. Agregar combustible adicional mientras
se acelera el motor, permite mantener la cantidad de combustible óptima,
manteniendo el rendimiento del motor.
Cuando decae la depresión se dice que atrasa para permitir al motor volver al punto
de ralentí.